*En España todo el mundo es demócrata: ETA, Podemos, golpistas catalanes, racistas PNV, sus cómplices PP y PSOE… Pero no existe pensamiento o cultura democrática, y cada uno la entiende como quiere.
*La llamada democracia española admite leyes de tipo norcoreano como la de memoria histórica o las de género. Y admite las ilegalidades y abusos de los separatistas hasta el golpe de estado permanente. Y pretende dar lecciones a otros, como Rusia.
*La llamada democracia española sateliza políticamente la nación a la potencia que invade su territorio por Gibraltar. Estimula la colonización cultural por el inglés y obliga al ejército a intervenir en operaciones de interés ajeno, bajo mando ajeno y en lengua ajena.
*España tiene una Constitución que ha sido sistemáticamente vulnerada por todos los partidos. No obstante, unos se dicen “constitucionalistas” y otros “anticonstitucionalistas”. Y mucha gente cree la farsa.
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Para España, la invasión napoleónica fue una catástrofe radical, que iba a condicionar su historia durante más de un siglo. Desde el final de la Reconquista, y excepto la de Sucesión, ninguna guerra importante se había librado en el interior del país, que se había salvado de contiendas religiosas y civiles y de grandes invasiones mucho mejor que la mayoría de los países europeos. Pero esta costó cientos de miles de muertos, una brutal destrucción de recursos económicos y de un inmenso tesoro histórico-artístico; y pese al heroísmo desplegado, su inanidad diplomática le impidió obtener cualquier ganancia en el Congreso de Viena, que aspiraba a recomponer el continente después de tantas convulsiones; mientras que el representante francés, Talleyrand, logró para la vencida Francia un trato muy favorable. Además, la guerra causó una división política extrema entre los españoles, que abonaría varias guerras civiles y pronunciamientos militares. Y la destrucción del Imperio español, que había abierto la Edad de Expansión europea: primer imperio transoceánico del mundo, el europeo más antiguo y por entonces el más extenso
Apenas pasada la breve y poco afortunada alianza con España, Inglaterra volvió a su vieja aspiración de dominar Hispanoamérica. Fracasada reiteradamente por la fuerza, encontró mejor método financiando a los independentistas que allí surgían, a imitación de Usa. Un agente de Londres, el venezolano Francisco Miranda, que había servido en el ejército useño y en el francés revolucionario, concibió la idea de unir a toda Hispanoamérica y Brasil en un imperio hereditario bautizado la Gran Colombia, gobernado por un “inca”, con instituciones más bien liberales. También pensó en una república. Para difundir la idea creó en Londres, en 1798, la Logia de los Caballeros Racionales, sociedad secreta de inspiración masónica. En 1806 reclutó mercenarios en los barrios bajos de Nueva York y con apoyo inglés intentó sublevar a los venezolanos, pero no halló ambiente. Dos años después volvió a intentarlo en vano.
La invasión francesa creó también una situación peculiar en Hispanoamérica, donde se formaron juntas que rechazaron al rey impuesto por Francia y mantuvieron fidelidad a Fernando VII, a quien suponían secuestrado por Napoleón. Miranda y otro criollo independentista, Simón Bolívar, trataron de desviar aquellas juntas hacia la secesión, aprovechando la invasión francesa en España. Bolívar había jurado dedicar su vida a “romper las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español”.
En 1810 comenzaron las declaraciones de secesión: en Buenos Aires, Chile, Bogotá, Cartagena de Indias, la del cura Manuel Hidalgo en Méjico… Eran movimientos confusos y sin respaldo popular, pero el momento estaba bien elegido, cuando la metrópoli estaba imposibilitada de enviar tropas a América. Por tanto, la resistencia a los independentistas solo podía venir de los propios americanos, como así ocurrió. Incluso cuando España pudo intervenir, cinco años más tarde, la mayoría de sus tropas serían asimismo americanas, dando a la lucha un marcado aire de guerra civil.
La lucha duró 14 años, en tres etapas: hasta 1815, España apenas pudo enviar refuerzos; desde esa fecha, la derrota napoleónica permitió el envío de tropas; y desde 1819, los independentistas fueron ganando posiciones hasta su victoria final en 1824. En la primera etapa, los secesionistas chocaron con las tropas virreinales y las poblaciones, mayoritariamente proespañolas. En Méjico el levantamiento fue fácilmente vencido e Hidalgo ejecutado como traidor. Tomó el relevo otro clérigo, Morelos, que resistió hasta 1815, siendo a su vez fusilado. Buenos Aires quedó de hecho independiente: en 1806 y 1807 sus milicias habían vencido a los ingleses sin ayuda de España y la población sentía confianza en sí misma. La rebelión chilena, dirigida por Bernardo O´Higgins, fue contraatacada por las fuerzas virreinales.
Más complicada resultó la situación en Venezuela, donde en 1811 se proclamó la república independiente y Miranda llegó a Caracas con Bolívar. Hubo alzamientos proespañoles, incluido uno de esclavos negros. Miranda y Bolívar fueron rechazados. Miranda esperaba en La Guaira un barco inglés para escapar, y Bolívar, para salvar la piel, lo entregó a los españoles después de apresarlo mientras dormía (el desdichado gritaba: “¡Bochinche! ¡Bochinche! ¡Esta gente no es capaz sino de bochinche!”). Miranda fue trasladado a una prisión de Cádiz, donde fallecería cuatro años después, y Bolívar recibió un pasaporte y la gratitud ingenua del defensor del orden, Monteverde, que solo disponía de 230 soldados, pero fuerte apoyo popular. Sin embargo Bolívar volvió a la carga, y para combatir el débil fervor independentista del pueblo y abrir un foso entre los españoles y los demás, decretó en 1813 una guerra de exterminio. Todos los españoles, aun si permanecían neutrales, serían pasados por las armas, salvo que se unieran a la rebelión. Para ahorrar munición, las víctimas serían a menudo acuchilladas.
Bolívar entró de nuevo en Caracas, en octubre, y proclamó la segunda república. La contienda tomó un tinte racial al rebelarse contra ella “los pardos”, mestizos y mulatos llaneros, acaudillados por el asturiano José Boves, que devolvió a Bolívar su consigna de “guerra a muerte” y lo obligó a huir a Jamaica en 1814. Ese año terminaba la guerra en España; la rebelión de Morelos y la de Chile periclitaban, pero se asentaba la de Buenos Aires al mando de José de San Martín, militar del ejército español que formó un ejército en regla. En el resto de América solo quedaban dos o tres núcleos insurgentes.
En 1815 España envió por fin una expedición que terminó con los últimos reductos de Venezuela. Dos años más tarde, el tenaz Bolívar reiniciaba la acción, para ser de nuevo acorralado. En tal aprieto, recibió la ayuda de unos miles de soldados y oficiales ingleses. Entre tanto, San Martín había cruzado los Andes y vencido a los proespañoles, mientras O´Higgins imponía un despotismo militar ante las querellas entre los rebeldes, y un audaz marino de la armada británica, Cochrane, luchaba a sus órdenes contra España. El Cono sur estaba, pues, independizado. Bolívar cruzó a su vez los Andes y derrotó a los proespañoles en Boyacá, gracias a los ingleses, según admitió.
Aprovechando estas guerras, Usa invadió las dos Floridas so pretexto de castigar a los indios seminolas, que acogían a esclavos useños. Después de ocupadas, ofreció comprarlas en 1819, y Fernando VII aceptó, imposibilitado de defenderlas. A continuación, los seminolas fueron exterminados. La Doctrina de Monroe, emitida en 1823, entrañaba la decisión useña de predominar en toda América.
En 1820 se preparó en España una nueva expedición, más numerosa, pero el coronel Riego, masón como los jefes independentistas, la saboteó sublevándose en Andalucía. Este golpe decidió prácticamente la contienda. El general Pablo Morillo, que defendía a España en Venezuela, recibió la orden de pactar con Bolívar, una actitud derrotista. En Méjico, el general Itúrbide, absolutista y contrario a los rebeldes, se pasó a ellos en 1821, disgustado por el sesgo liberal que tomaba el gobierno en España; algo después se proclamó emperador. En julio de 1822, San Martín y Bolívar confluyeron en Guayaquil. Bolívar definió a San Martín y a sí mismo como los hombres más grandes de Suramérica. Finalmente, los independentistas se impusieron en la batalla de Ayacucho, un desenlace que se sospechó preparado por connivencias masónicas. La independencia quedó entonces consumada.
A España le quedaban las islas de Cuba y Puerto Rico, así como las Filipinas y otros archipiélagos del Pacífico, pero la pérdida de su imperio y de la flota le habían reducido a potencia de tercer orden en Europa.
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El oro de Moscú
La cuestión del oro de Moscú ha originado muchos desacuerdos entre historiadores, pero hoy son evidentes tres puntos: a) Su entrega fue irregular o ilegal, a menos que se considere legal una operación clandestina a espaldas del presidente Azaña y del resto del gobierno y en contravención de la ley bancaria. De ella se arrepentirían Prieto y Largo Caballero; b) El sistema financiero soviético era opaco, sin garantías ni posibilidad de rescate o devolución del oro. Fue una decisión irreversible; y c) lo más importante: Stalin se convertía en dueño de los destinos del bando izquierdista-separatista español, al depender de él la entrega de armas. Cosa que el propio Largo lamentaría interminablemente en sus escritos.
Debe destacarse esta evidencia, oscurecida en la mayoría de las historias: el envío del oro a Rusia fue la medida político-estratégica más importante, con diferencia, que tomó el Frente Popular. Con ella firmó su dependencia de Stalin y, de paso, la prolongación de la guerra durante dos años y medio más. El no muy brillante nivel analítico de la mayor parte de la historiografía al respecto se manifiesta en que esta crucial certidumbre casi siempre se pasa por alto en beneficio de interminables discusiones técnico-legalistas, importantes pero en definitiva secundarias.
¿Por qué se envió el oro a Rusia con tal condicionamiento? Largo arguyó que la No Intervención le obligaba a ello, pese a que una parte importante del oro se negoció en Francia y la plata en Usa. En sus Recuerdos afirma que ni en Inglaterra ni en Francia podía confiar el Frente Popular. Pero sí en Stalin, dato revelador. Así, la causa real de la medida estriba con la mayor probabilidad en la simpatía de los socialistas, y Largo el primero por entonces, hacia el régimen soviético[1].
Negrín comprometió a Azaña, como presidente nominal de la república (propiamente del Frente Popular) a firmar el decreto reservado que le presentaron: “Se autoriza al Ministro de Hacienda para que en el momento que considere oportuno ordene el transporte, con las mayores garantías, al lugar que estime de más seguridad, de las existencias que en oro, plata y billetes hubiera en aquel momento en el establecimiento central del Banco de España”. Es fácil entender la trampa: Azaña no podía considerar que el lugar más seguro fuera Moscú, a 4.500 kilómetros de distancia y con difícil comunicación, ajeno a las normas y garantías financieras internacionales y sin posibilidad de vuelta a España. Pues estaba claro que lugar realmente seguro era la base naval de Cartagena, adonde se trasladó el oro en una primera etapa.
A Azaña se le ocultó durante un tiempo el envío a Rusia porque, según Largo Caballero, “se hallaba entonces en un estado espiritual verdaderamente lamentable”. Prieto, que terminó informándole, escribe: “Nunca lo había visto tan fuera de sí. Me anunció que iba a dimitir inmediatamente”, amenaza que, como otras, no cumplió. En sus diarios no dice nada de este asunto, realmente decisivo y que de un modo u otro le comprometía gravemente. Y Prieto, en sus Recuerdos pretende no haber conocido la operación hasta haber coincidido casualmente con su embarque en Cartagena, lo que es claramente falso. Sí reconoce, en cambio que los responsables de todo ello no fueron los comunistas sino los jefes de su propio partido, el PSOE[2].
[1] En El oro de Moscú, Barcelona, 1979, el economista Á. Viñas, como otros apologistas de Negrín, ha justificado el envío del oro, obviando sus determinantes efectos políticos y estratégicos, y pasando simplemente por alto las críticas de los propios ministros socialistas implicados (salvo Negrín). P.Martín Aceña, en El oro de Moscú y el oro de Berlín, Madrid 2001, ha destacado la opacidad del régimen financiero soviético. Lo han tratado mejor Ricardo de la Cierva y otros autores.
[2] Fundación Pablo Iglesias, AFLC SSIII, pp. 467 y ss; I. Prieto, Convulsiones de España, Méjico, 1963, p. 130
Hay unas cosas que quería preguntarle sobre los papeles históricos que sacó del PSOE y que proceden del propio PSOE.
1. ¿Una vez que los sacó usted, podrían destruir esos u otros que detallen cosas semejantes o peores?
2. ¿Están obligados a facilitar esos papeles o cualesquiera que se le pidan?
3. En caso afirmativo, ¿dan facilidades, ponen pegas, se ponen agresivos, cuando se les pide documentación? Hay que tener en cuenta que esos papeles son fatales para la imagen del PSOE, pues hablan de crímenes, robos, corrupciones masivas, etc.
https://okdiario.com/espana/pp-cs-irritan-vox-triplicar-inversion-memoria-historica-andalucia-4221047?utm_source=onesignal&utm_medium=notificacion
Así no se puede apoyar al PP, ni en Andalucía, ni en Madrid, ni en Villarriba, ni en Villabajo.
No sé qué decirle. Cuando yo iba por el archivo de la Pablo Iglesias (ahora está en Alcalá de Henares, creo) no iba casi nadie ni casi nadie lo explotaba. Un día les sugerí que me dejaran fotocopiar los papeles de Largo Caballero y se negaron, solo se podían copiar a mano. De todas formas me trataron muy bien. No sé cómo sería ahora. Otro investigador, Olaya, anarquista, escribió sus libros después de consultar esos archivos y cuando volvió, tras la publicación, le ponían mil pegas.
Tiene una curiosa espiritualidad: https://www.youtube.com/watch?v=DN87mVzL28s
Una vez, charlando con un amigo inglés y un conocido escocés, este me decía: “Vosotros no sabéis lo que han hecho los ingleses: peor que los nazis” Y el inglés, con aire filosófico: “A veces es necesario hacer cosas terribles, pero alguien tiene que hacerlo”
Hay cosas de las que me arrepentía y de las que hoy no me arrepiento.
Hay cosas de las que no me arrepentía y de las que hoy me arrepiento.
Ya sabemos que en el blog pura gente fuerte, que no se arrepentería ni de haber dejado un rato al gato en el congelador para después sacarlo confuso, pero a mí sí me pasa, que soy débil, y como pasa, más bien dependo de la ley que de mis escasas fuerzas y tal.
No por un gato hay los pensamientos tortuosos, que ni gato ni casa los hay, sino por notar que le di la espalda a las modas y tal.
Si al menos hubiera tomado un poco en cuenta que cada generación muge algo curioso, muy a pesar del amargueta que observa pasar los coños que no tendrá, más fácil me sería recrear mi pasado, pues no basta con recordar estas palabras o aquellos tragos, así nada más, sino que importa el escenario, que lo era el mundo que ya no es.
Si los escoceses se hubieran defendido mejor habrían salvado al mundo. Ni más ni menos.
Ja.
En las primeras semanas, el gobierno de Largo se mostró incapaz de frenar el avance de los nacionales sobre Madrid. Después de la lacerante derrota izquierdista en Toledo, el avance continuó, aunque mucho más lento debido a una resistencia creciente: tres semanas para solo 37 kilómetros. Pero el 18 de octubre caía en su poder el pueblo de Illescas a poco más de 30 kilómetros de la capital, y desde allí el camino parecía quedar despejado. La noticia llegó al gobierno cuando, en pleno, asistía a la película soviética Los marinos de Kronstadt. Azaña, al parecer presa de pánico, tomó un automóvil oficial y, sin avisar al gobierno, marchó a Barcelona.
Debido al pobre uso de la superioridad aérea izquierdista, las tropas de Franco disponían de mejor cobertura aérea con aviones propios, alemanes e italianos (los mejores); pero sus columnas, aunque muy aguerridas y bien dirigidas, carecían de armamento pesado y sus vanguardias, unos 15.000 hombres, resultaban muy inadecuadas para asaltar Madrid, gran ciudad de un millón de habitantes. Además, sus líneas de abastecimiento eran largas y sus flancos expuestos a contraataques. Solo una total desmoralización de las izquierdas les habría permitido tomar la capital, y esa era una impresión extendida tras el resonante fracaso de Toledo.
Pero entonces la situación cambió por completo. La consigna “Madrid será la tumba del fascismo” concitó un gran esfuerzo. Se reclutaron 8.000 carabineros y fueron llamados a filas varios reemplazos, mientras se reforzaban unas obras defensivas impresionantes en torno a la capital y dentro de la misma. Pero, sobre todo, se formaron ocho brigadas mixtas y dos internacionales, y llegaban fuertes remesas de artillería, aviones y tanques soviéticos, ambas clases de armas superiores técnicamente a las de italianos y alemanes.
¡Gracias! Compartiré igualmente esa curiosa anécdota de Azaña y la película soviética.
—¿Qué haces?
—Quitarte la ropa.
—¿Por qué?
—¿Por qué no?
—Caerá sobre la ciudad un castigo que nunca será olvidado.
—Vaya. Sabes lo que vales.
Debido al pobre uso de la superioridad aérea izquierdista, las tropas de Franco disponían de mejor cobertura aérea con aviones propios, alemanes e italianos (los mejores); pero sus columnas, aunque muy aguerridas y bien dirigidas, carecían de armamento pesado y sus vanguardias, unos 15.000 hombres, resultaban muy inadecuadas para asaltar Madrid, gran ciudad de un millón de habitantes. Además, sus líneas de abastecimiento eran largas y sus flancos expuestos a contraataques. Solo una total desmoralización de las izquierdas les habría permitido tomar la capital, y esa era una impresión extendida tras el resonante fracaso de Toledo.
Pero entonces la situación cambió por completo. La consigna “Madrid será la tumba del fascismo” concitó un gran esfuerzo. Se reclutaron 8.000 carabineros y fueron llamados a filas varios reemplazos, mientras se reforzaban unas obras defensivas impresionantes, con abundancia de hormigón y alambradas, en torno a la capital y dentro de la misma. Pero, sobre todo, se pusieron en pie ocho brigadas mixtas y dos internacionales, y llegaban fuertes remesas de artillería, aviones y tanques soviéticos, ambas clases de armas superiores técnicamente a las de italianos y alemanes. Con ellos llegaban asesores técnicos, agentes secretos y también consejeros militares, que Largo afirma no haber pedido[1] y que tendrían gran influencia, contra los irritados deseos del español.
Stalin había escrito al líder del PCE, José Diaz un célebre y aireado telegrama “Liberar a España de la opresión de los reaccionarios no es asunto privado de los españoles, sino la causa común de toda la humanidad avanzada y progresista”[2]. Y fundamentó su vulneración de la No intervención alegando las transgresiones alemanas e italianas (exceptuó las francesas) pese a que estas no alteraban gran cosa el balance de fuerzas.
[1] FPI, AFLCC XXIII, p. 602
[2] En Milicia Popular. Diario del Quinto Regimiento, 18 de octubre de 1936
Ja ja…lo de los escoceses e ingleses…En Irlanda, por ejemplo, los que mas ocuparon tierras fueron escoceses, no ingleses. Y hoy en día hay mucho más sectarismo antiirlandes y anticatólico en Glasgow que en Londres o Liverpool…
De unos usurpadores no hay que recibir nada:
https://www.abc.es/espana/casa-real/abci-reina-inglaterra-impondra-17-junio-orden-jarretera-espana-windsor-201906071914_noticia.html
El paleolítico en su salsa: https://www.youtube.com/watch?v=MJCoX3UCFmk
Cuando Largo Caballero y su banda perpetran lo del oro de Moscú, el régimen político ya imperante en España no es el “régimen títere de Giral”, ya es el régimen revolucionario de Largo, levemente disimulado por influencia comunista, y por tanto, al asunto del oro hay que entenderlo como lo que creo que es: una incautación revolucionaria más, que operaba en favor del régimen político en el que se inspiraba realmente el frente popular, el soviético, y para tratar de solucionar de una vez el hecho de que la situación militar se complicase un tanto en los dos meses anteriores.
¡¡¡Jeanette está en el “salón de la fama” de la música popular española, por méritos propios!!!
Vais a tener la oportunidad de ver un documento que data de 1967, y en la que podréis escuchar su primer gran éxito “CÁLLATE NIÑA”, una canción compuesta por ella misma, así como, casi todas las del grupo PIC-NIC. Ella nace en Londres en 1951, pero pasa la mayor parte de su infancia en California. Más tarde, a raíz de la separación de sus padres, de ahí la letra de la canción, se instala con su madre que era canaria en España con 12 años.
Si habéis hecho vuestras cuentas empieza en el mundo de la música con 16 años, pero después de PIC-NIC, no volvería hasta tiempo más tarde con “SOY REBELDE”, ya siendo mayor de edad. El documento incorpora también otra canción típica del grupo.
La forma de cantar de la “prenda”, ha tenido luego un par de ilustres voces que podríamos comparar con la suya: Ana Torroja de Mecano, y Amaia Monterio de La Oreja de Van Gogh, en menor medida…
https://www.youtube.com/watch?v=rRkGDhoPQD0
Lo que no puede ser es que por un delito de alta traición metamos a nadie en la cárcel. Especialmente cuando es un presidente. Creo que el único castigo justo, es la horca. Pero en fin, a una cadena perpetua en una prisión estilo “Castillo de If”, no le haría ningún asco. Creo que tenemos un penal muy interesante en Canarias que se llama “Salto del Negro”, y podría servirnos. Lástima que hayamos perdido Guinea Ecuatorial, porque sería el sitio ideal para enviar a toda esta gentuza…
https://es.wikipedia.org/wiki/Castillo_de_If
https://www.youtube.com/watch?v=xhx_LL6DFoA
Una canción muy feminista: https://www.youtube.com/watch?v=Xn5TgdH4GEU
Una de las última apariciones del grandísimo, enorme Charles Aznavour fue cantando junto a Isabelle Geffroy, conocida por su nombre artístico ZAZ. ¡¡¡La Java Bleue, pura Chanson!!!
https://www.youtube.com/watch?v=J-qu4_mKBFw
Para encarar el inminente asalto, el 4 de noviembre Largo rehacía su gobierno. Contra la opinión de Azaña, que amenazó dimitir, admitió a cuatro ministros anarquistas, entre ellos la primera mujer ministro en España y de las primeras en el mundo. Con ello buscaba ampliar la representación política y neutralizar la arraigada tradición indisciplinada y revoltosa de la CNT, que había ocasionado crisis muy graves durante la república y arruinado en 1933 el primer gobierno de Azaña, lógicamente resentido. También los separatistas vascos y catalanes contaban con ministerio cada uno. Las izquierdas republicanas tenían cuatro y los socialistas ocupaban siete carteras, entre ellas las cuatro fundamentales: Presidencia, las dos de militares y Hacienda
Pero lo más importante eran los dos ministerios, en apariencia inocuos, entregados a los comunistas: Agricultura (Vicente Uribe) e Instrucción pública, (Jesús Hernández). No solo parecían insignificantes políticamente, sino que desde ellos, el PCE abogaba por moderar y disimular la revolución producida con vistas a atraer a las democracias. Ya el 1 de septiembre, en vísperas del primer gobierno de Largo, el líder de la Komintern, Dmitri Manuilski había considerado “inoportuna, en el marco de la actual situación internacional, la participación gubernamental del PCE”. Al día siguiente, en una reunión de Stalin con los principales líderes soviéticos, se acordó que debería sustituirse el gobierno de Giral por otro con carácter de “defensa nacional” y solo dos ministros comunistas. Los comunistas españoles se sorprendieron, pero acataron la decisión Y así ocurriría, tal vez por casualidad[1].
Sin embargo, bajo esa modestia, el PCE dedicó sus máximos esfuerzos a organizar un verdadero ejército regular, decisión racional y a la que ya pocos podían oponerse, y darle un carácter lo más rojo posible. La estrella de cinco puntas, el saludo con el puño cerrado eran signos de un ejército de nuevo tipo, pero lo más significativo fue el cuerpo de comisarios políticos, al estilo soviético, con atribuciones de propaganda, control de los mandos e incluso directamente militares. Los comunistas conquistaron rápidamente la hegemonía en el comisariado, si bien en pugna creciente con sus socios; y se atraerían a numerosos mandos, de oficiales a generales, con su lema de aplazar la revolución para después de la guerra. Solo que la revolución era un hecho, con carácter más anarquista que marxista. Al mismo tiempo, mediante el Quinto Regimiento y otros medios, el PCE trataba de forjar sus propios mandos a todos los niveles, incluyendo “generales del pueblo” como Líster, Modesto o el Campesino.
[1] A. Elorza y M. Bizcarrondo, Queridos camaradas, 1999, pp. 308-9. J. Hernández, Yo fui ministro de Stalin, 1953, p. 47
Razones por qué el socialismo arruinaría a México
https://www.youtube.com/watch?v=MZGEOLtSDx8
https://elblogdekufisto.blogspot.com/2019/06/naranjas-y-tomates.html
Excelente capacidad de sintesis en el artículo sobre la popularmente indeseada secesión de los territorios de ultramar respecto de España.
En resumidas cuentas, ese episodio dantesco, por el cual Suramerica entera pasa de ser un territorio riquisimo a un caos económico y social en beneficio de las élites, se lo debemos los españoles a la revolución francesa (revolución burguesa elitista), a los liberales de Riego (liberalismo es sinónimo de ultracapitalismo anglosajón) y a la masonería. Karl Marx era apenas un infante, pero sus falacias vendrían a unirse y reforzar todas esas otras. Los mayores enemigos de la Hispanidad y por ello de la humanidad, fielmente retratados por sus actos.
El triunfo de los criminales fue una gran desgracia, si, pero al menos evidenció quienes son nuestros enemigos, cosa de la mayor utilidad, si no lo.olvidamos.
Cabe añadir que la catástrofe radical de la secesion antipopular de la América española no se limita a España. Muy al contrario, marca tristemente para toda la humanidad el inicio del actual declive mundial del modelo de desarrollo hispano, donde el bienestar era ampliamente compartido por mayoritarias capas de la población, y es sustituido por el modelo de “desarrollo” anglosajón, en el que el progreso material sano, equilibrado, estable, reposado y continuado del grueso de la población es sustituido por el progreso desenfrenado, rapidísimo y con métodos completamente inmorales de pequeñas minorías elitistas, que para mayor afrenta disfrazan sus incontenibles ansias salvajemente materialistas y se presentan como “libertadores”.
Bueno, España y Francia ayudaron a USA a independizarse. Forzosamente Inglaterra iba a idear un plan para que escarmentaran.
Bueno, España y Francia ayudaron a USA a independizarse. Forzosamente Inglaterra iba a idear un plan para que escarmentaran.
Fue al revés, Francia y España ayudaron a USA para escarmentar a Inglaterra. Para España fue una dulce venganza.
Inglaterra no ideó ningún plan para escarmentar a nadie. Llevaba dos siglos de ataques a España. Pero, como suele decirse, cuando iban por la fuerza eran repelidos, cuando venían como amigos y aliados era cuando se volvían peligrosos. Un refrán irlandés lo dice: “nunca te fíes de la sonrisa de un inglés”.
Por lo demás, al final de una guerra contribuyen tanto el vencedor como el vencido. El vencido suele contribuir con su ineptitud, a veces con su mala suerte. Pero aquí hubo sobre todo ineptitud. El “modelo español” estaba anquilosado y los dirigentes que producía eran muy retóricos e incapaces. Esto venía de antes de la invasión francesa, y la corte de Carlos IV lo indica, así como cierta satelización política a Francia durante todo el XVIII, a pesar de que España recuperó entonces su posición de gran potencia. La invasión francesa agravó enormemente los males, pero no los produjo. Otra manifestación de aquella decadencia fue la actitud ante la invasión francesa: el rey y gran parte de la clase alta colaborando con ella, y los contrarios entregando el mando, con auténtico servilismo, a Wellington.
Si no se analiza la historia con alguna seriedad solo queda al final la retórica grandilocuente y quejosa, que no lleva a nada, o la actitud de Don Oppas: “ellos ganaron, hay que ser realistas, aceptarlo y someterse”.
Todo este desastre de la satelizacion anglosajona de Suramérica no es en modo alguno irreversible. Por el contrario son lo que en inglés se conoce como “growing pains”, dolores de crecimiento. Ocurren cuando una organización en crecimiento abandona la senda correcta, y sirven para apreciar que esa senda era la correcta y volver a la misma. Las poblaciones de Suramérica han necesitado estos dos siglos para apreciar el modelo de dedarrollo español basado en el bien común. Esto está iniciando una dinámica política de fondo que en algún momento traerá alguna forma de nueva cooperación de los países hispanos (extensible a otros) en un modelo a favor del bien común.
España y Francia siguieron la misma política: enviar cantidades absurdas de dinero, armas y hasta uniformes a las trece colonias.
Aparece en los libros que la revolución francesa se explica por esta o aquella sequía, o que porque la reina esa comía muchos pasteles o algo, pero parece que los asuntos en América del norte habían sido una auténtica sangría para los franceses desde hacía tiempo.
España entró con el mismo entusiasmo.
Tal vez era la única estrategia, pero vean cómo Inglaterra se desquitó después: sin gastar mucho y echando mano de un puño de acomplejados.
España y Francia parece que después no pudieron sacarle pasta a USA.
Inglaterra se forró con los países hispanoamericanos.
Bueno, nadie sabía que iba a pasar.
Soltaron a la bestia (USA) y se destruyeron a sí mismos poco después.
Lo de la masonería tal vez iba en plan engañabobos. Diríamos ahora que fue un montaje de la CIA para adoctrinar traidores.
Al mismo tiempo, el poder de los elitistas está en rápido declive. Por su misma naturaleza, un elitismo depredador está en contra del bien común. Y sólo puede avanzar sirviéndose de ocultaciones y engaños. En la sociedad actual, la información es muy abundante, lo que dificulta sobremanera la ocultación y el engaño. Tanto, que llega a ser imposible. El tiempo pone a cada cual en su sitio. Está dando la razón al modelo hispano de bien común y se la está quitando al modelo anglosajón de depredación elitista.
Puñado
Una consecuencia no menor de todo lo anterior es que aunque los elitistas depredadores trajeron los modelos democráticos, su intención nunca fue hacer un uso recto de ellos, sino utilizarlos para sus fines rabiosamente materialistas.
Es decir, el modelo hispano no era democrático, pero si que servía mucho mejor al bien común. El elitismo depredador es democrático, pero sólo es falsamente democrático, puesto que los intereses de los círculos de poder son muy otros.
No es aventurado pensar que la mejor situación politica podria darse si los elitistas son finalmente desalojados del poder y el modelo democrático, con ciudadanos conscientes de este problema, es puesto auténticamente al servicio del bien común. Seria una situación nueva, pero nada imposibilita que ocurra. Mas bien al contrario, sería la fase final lógica como consecuencia del crecimiento y madurez de las sociedades.
Siguiendo la teoría de Historiador en la cocina, que nos dice que ahora sabemos más que todos los hombres del pasado juntos y hasta triplicados, ya con tantos saberes acumulados, bien podemos decir: ¿a quién se le ocurre confiar en Inglaterra?
Los que se dejaban “ayudar” por Inglaterra a saber qué no veían.
Tal vez no se explicaba suficientemente a qué se dedicaba Inglaterra. Toda la información estaba en manos de la nobleza y así.
Pues me van a perdonar pero en el siglo XIX España no fue muy diferente a las otras naciones europeas. Después de las guerras napoleónicas, Europa queda destrozada, como España, con lo que sufren desnutrición, analfabetismo y retraso. Muchos países europeos sufrían aún la servidumbre cuando en España ya no existía desde hace siglos. En Rusia se acaba con ella sobre 1860 lo que produjo daños mayores en algunos casos. El analfabetismo de la población de Europa, también de Gran Bretaña, no se rebajo del 50% hasta bien entrado el XIX y todavía a principios del XX una gran parte de la población europea era analfabeta o no conocía la lengua nacional la cual la impusieron los estados. Las condiciones de la mayor parte de la población europea eran deplorables, casi de esclavitud. La situación de la mujer empeoró en la segunda mitad del siglo XIX lo que hizo surgir movimientos feministas. No se admitieron mujeres en las universidades de Bran Bretaña hasta 1890, y en Rusia fue un escándalo pero mayor fue que miles de mujeres rusas salieran del país para estudiar lo que enfureció al Zar.
El problema de España es que los problemas internos, políticos las luchas intestinas entre liberales y absolutistas y las consecuencias de la guerra de independencia causaron mayores daños y propiciaron un ambiente poco propicio para caminar hacia la revolución industrial como si pasó en otros países. Mientras España caminaba hacia atrás, Europa iba, lentamente, hacia adelante.
Eso de que el modelo español estaba anquilosado, es falso, funcionaba perfectamente, lo que pasa es que liberales como Humbolt a pesar de comprobar in situ sus logros y su mejor estado, renegaban de él por considerarlo obsoleto. En España se creyó, no obstante, que los demás tenían razón y que el modelo imperial español era malo y abocado al fracaso, sin embargo en otros países se negaban a aplicarlo (a Humbolt le negaron la entrada en muchos países de Europa mientras en España y su imperio era tratado con todos los honores y favores) o lo hacían muy lentamente. Cosa curiosa, por otra parte. Cuando quisieron romperlo las consecuencias fueron mucho peores que la situación anterior. La rotura, la desintegración de un imperio integrador como el español produce peores consecuencias que las independencias de las colonias de otros imperios. Para Hispanomerica fue un retraso y motivo de conflictos, se perdía la identidad y había que buscar otra. Para las colonias de otros imperios, como el británico, significaba la emancipación. Había que hacer reformas en el imperio español pero no se trataba de romperlo.
Risto debe saber todos los conocimientos que se han perdido por el camino.
Por cierto, los separatismos racistas antiespañoles se comportan igual al garrulismo que tanto se combatió en Europoa en el siglo XIX.
¡¡¡Vaya!!….expresiones racistas contra un hispanos en Irlanda. DOS MUJERES han agredido a un estudiante mexicano en Dublin cuando le escucharon hablar en español con otro amigo pro el móvil.
Agreden a un mexicano en Irlanda por hablar español y las redes salen en su defensaVer más en: https://www.20minutos.es/gonzoo/noticia/agreden-mexicano-irlanda-hablar-espanol-redes-salen-denfesa-3660392/0/#xtor=AD-15&xts=467263
A Trump le ha ido muy bien fomentando el odio.
Hasta en España podría pasarme algo así. En el metro y ante todos.
Como el otro, que casi decía que nos merecíamos un tiro en la nuca por usar arcaísmos.
A un amigo algo así le pasó en Berlín.
Escarmentó, según parece, pues ya no salió de Sevilla.
Hasta en España podría pasarme algo así. En el metro y ante todos.
Sobre todo porque según tú tienes pinta de “castellano” puro y no sería extraño que un compatriota tuyo te agreda en España creyéndote español de pura cepa. Ya pasa.
En España es más común encontrarte expresiones racistas y de odio contra los propios españoles que contra extranjeros. Se ha fomentado más el odio al español que a cualquier otra procedencia.
Como el otro, que casi decía que nos merecíamos un tiro en la nuca por usar arcaísmos.
Bueno, en México te tiran un tiro en la nuca por menos.
A Trump le ha ido muy bien fomentando el odio.
A Trump le va muy bien humillando a México. Pero el otro está más pendiente de que España les pida perdón por civilizarles hace siglos.