Sin demasiada sorpresa oigo a Pedro J. en VEO7 decir que “Europa”, como él llama a la UE o se llamaba antes a la CEE, significa para los españoles libertad y prosperidad y que España pertenece a un club, la UE, con sus normas, que nos hemos beneficiado inmensamente de esa pertenencia pero hemos incumplido algunas normas y, claro, los otros miembros nos están llamando la atención.
Estas historietas calan, llevan muchos años calando en la conciencia pública, pero no por ello son más ciertas. Antes de entrar en la CEE, sin necesidad de “entrar en Europa”, como decían los demagogos, España estaba creciendo económicamente a un ritmo mucho mayor que el de los países de la CEE, acercándose con rapidez a la media de ellos, mantenía su soberanía en mucho mayor grado que después, y unos índices de salud social bastante superiores también. Desde que entramos en la CEE, luego llamada UE, no hemos vuelto a alcanzar tales tasas de desarrollo, hemos perdido soberanía hasta el extremo de convertirnos en una especie de protectorado de Alemania y Francia, y hemos descendido brutalmente en salud social (índices de fracaso matrimonial, familiar y escolar, de drogadicción –primer país en consumo de cocaína, según he oído– de alcoholismo, de personas en prisión y delincuencia juvenil, de violencia doméstica, de abortos, etc.).
Y aun antes del espectacular desarrollo de los años 60 y mitad de los 70, España consiguió índices de crecimiento muy aceptables, a pesar de no haber dispuesto del Plan Marshall, como el resto de Europa occidental, y haber sufrido en cambio un prolongado aislamiento internacional completamente injusto, con olvido de los enormes beneficios que Usa y Gran Bretaña habían extraído de la neutralidad española en la guerra mundial. Índices de crecimiento manifiestos en el extraordinario descenso de la mortalidad infantil, la prolongación de la esperanza de vida al nacer, el aumento del consumo de energía, de la alfabetización, del estudiantado medio y superior, de la presencia femenina en la universidad, etc., algo sin parangón con la república u otros períodos anteriores. Esto, en los llamados (por los necios y los demagogos) “años perdidos” 40 y 50.
Tales son los datos reales y cuantificables, pero sistemáticamente olvidados o falseados con el fin de meter en la psicología social la idea de que los españoles somos completamente ineptos y si se nos deja por nuestra cuenta, sin la tutela de “Europa” no podríamos hacer nada que valiera la pena. Una Europa en la que nunca hemos dejado de estar –con nuestras particularidades, como los demás países–, desde Roma y desde que la Reconquista derrotó a Al Ándalus. Si España ha sido admitida en la UE será porque conviene a la UE, pero es posible que a nosotros no nos convenga tanto, porque el balance para España no es precisamente brillante.
En cuanto a la libertad, cabe recordar a Pedro J. y quienes piensan como él un par de hechos elementales: el franquismo no fue un régimen totalitario como los que existían en más de la mitad del continente –con aplauso de muchos progresistas hispanos–, sino autoritario y de economía bastante liberal, que permitió su transformación en una democracia sin los traumas de otros países. Y por eso la democracia no se la debemos a “Europa”, es decir, la CEE-UE, sino a nosotros mismos, al revés que casi todos los demás países eurooccidentales, los cuales se la deben muy directa e inmediatamente al ejército useño e indirectamente a Stalin. Y nuestra entrada en la CEE-UE no ha impedido en absoluto los fenómenos de involución y ahora descomposición política que ahora padecemos.
Nunca he conseguido entender de dónde sale ese servilismo absolutamente necio, cuando hemos logrado tantas cosas de las que podemos sentirnos contentos. Pero salga de donde salga, tiene unos efectos fácilmente constatables en la degradación de las instituciones, en la pérdida de soberanía y en la repugnante chabacanización del ambiente social.
Que la democracia actual no proviene del antifranquismo es obvio para cualquiera que conozca su debilidad material, moral y política, y conserve la memoria. Esa debilidad, por así llamarla, se reveló en plenitud cuando la visita de Solzhenitsin a España, en marzo de 1976. (En LD, hace 9 años)
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*Por qué ni la CIA gobernaba a la ETA ni Usa tenía interés en asesinar a Carrero Blanco: https://www.youtube.com/watch?v=2i2MkxBvw5I
*Feminismo, una de las plagas de nuestro tiempo: https://www.youtube.com/watch?v=kCLVsOVtTUE
*He expuesto (https://www.piomoa.es/?p=10595) razones por las que mi libro sobre la Reconquista es innovador y puede considerarse la mejor obra de síntesis escrita hasta ahora al respecto. Claro está que esto no es un dogma y cualquiera puede opinar lo contrario. Pero para ello debería dar asimismo razones y no sustituir estas por calificativos, como suele ser tan frecuente en estos “debates”
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Autorretrato antifranquista: vileza moral, miseria intelectual y odio a la libertad
Hace unas semanas, con motivo de una reimpresión de Archipiélago gulag el diario El Mundo publicó un reportaje donde hablaba José María Iñigo, entrevistador del escritor ruso en TVE en aquel ya lejano año. Los comentarios, tanto del reportero como de Iñigo, eran perfectamente banales. El segundo aseguró que la entrevista había gustado tanto a Franco que había llamado a TVE y la había hecho repetir… cuando el dictador llevaba cuatro meses muerto.
Solzhenitsin dijo: “Sus progresistas llaman dictadura al régimen vigente en España. Hace diez días que yo viajo por España y me he quedado asombrado. ¿Saben ustedes lo que es una dictadura? He aquí algunos ejemplos de lo que he visto. Los españoles son absolutamente libres de residir en cualquier parte y de trasladarse a cualquier parte de España. Nosotros, los soviéticos, no podemos hacerlo. Estamos amarrados a nuestro lugar de residencia por la propiska (registro policial). Las autoridades deciden si tengo derecho a marcharme de tal o cual población. También he podido comprobar que los españoles pueden salir libremente de su país para ir al extranjero. Sin duda saben ustedes que, debido a las fuertes presiones ejercidas por la opinión mundial y por los Estados Unidos, se ha dejado salir de la Unión Soviética, con no pocas dificultades, a cierto número de judíos. Pero los judíos restantes y las personas de otras nacionalidades no pueden marchar al extranjero. En nuestro país estamos como encarcelados.
“Paseando por Madrid y otras ciudades, he podido ver que se venden en los kioscos los principales periódicos extranjeros. ¡Me pareció increíble! Si en la Unión Soviética se vendiesen libremente periódicos extranjeros, se verían inmediatamente decenas y decenas de manos tendidas y luchando por procurárselos. También he observado que en España uno puede utilizar libremente las máquinas fotocopiadoras. Cualquier individuo puede hacer fotocopiar cualquier documento, depositando cinco pesetas por copia en el aparato. Ningún ciudadano de la Unión Soviética podría hacer una cosa así. Cualquiera que emplee máquinas fotocopiadoras, salvo por necesidades de servicio y por orden superior, es acusado de actividades contrarrevolucionarias.
“En su país –dentro de ciertos límites, es cierto– se toleran las huelgas. En el nuestro, y en los sesenta años de existencia del socialismo, jamás se autorizó una sola huelga. Los que participaron en los movimientos huelguísticos de los primeros años de poder soviético fueron acribillados por ráfagas de ametralladoras, pese a que sólo reclamaban mejores condiciones de trabajo. Si nosotros gozásemos de la libertad de que ustedes disfrutan aquí, nos quedaríamos boquiabiertos. Hace poco han tenido ustedes una amnistía. La califican de “limitada”. Se ha rebajado la mitad de la pena a los combatientes políticos que habían luchado con armas en la mano (alude a los terroristas). ¡Ojalá a nosotros nos hubiesen concedido, una sola vez en veinte años, una amnistía limitada como la suya! Entramos en la cárcel para morir en ella. Muy pocos hemos salido de ella para contarlo”.
Estas palabras despertaron en los antifranquistas una furia increíble. Juan Benet, en Cuadernos para el diálogo (excelente título: ¿diálogo con quiénes?) escribió: “Todo esto, ¿por qué? ¿Porque ha escrito cuatro novelas, las más insípidas, las más fósiles, literariamente decadentes y pueriles de estos últimos años? ¿Porque ha sido galardonado con el premio Nobel? ¿Porque ha sufrido en su propia carne –y buen partido ha sacado de ello– los horrores del campo de concentración? Yo creo firmemente que, mientras existan personas como Alexandr Soljenitsin, los campos de concentración subsistirán y deben subsistir. Tal vez deberían estar un poco mejor guardados, a fin de que personas como Alexandr Soljenitsin no puedan salir de ellos. Nada más higiénico que el hecho de que las autoridades soviéticas –cuyos gustos y criterios sobre los escritores rusos subversivos comparto a menudo– busquen la manera de librarse de semejante peste”.
Benet, escritor medianillo, esnob y superficial, pero muy promocionado, ejercía una “resistencia” cómoda y remuneradora a la limitada dictadura de entonces, y venía a actuar como altavoz de la oposición antifranquista, que pocas veces quedó tan al desnudo. El subdirector de Cuadernos para el diálogo, Eduardo Barrenechea, también arremetía contra el “hombrecillo Soljenitsin”, que según él, había hecho “enrojecer … de vergüenza” a muchos telespectadores. La procomunista Triunfo, una de las revistas de mayor tirada entonces, denunciaba el “escándalo” de la “operación Soljenitsin”, organizada para “acometernos por medio de una disertación fanática y apasionada. El señor Soljenitsin llega con retraso de una guerra fría, y la Televisión Española, de una guerra civil renovada”. Denunciar la situación en la URSS y compararla con la de España significaba, pues, renovar la guerra civil y atacar “la democracia española” en ciernes. En la revista Por Favor, Soledad Balaguer cantaba las excelencias del sistema soviético, y denostaba al “premio Nobel barbudo” que daba “gato por liebre diciéndonos que los rusos eran muy malos porque eran comunistas, sin conseguir que nadie le creyese”. El semanario izquierdista Personas informaba: “Soljenitsin es un paranoico clínicamente puro. La voz del viejo patriarca zarista penetró en los campos y ciudades españolas como un viento glacial. Fue una vergüenza”.
En la revista Posible, Arturo Rubial clamaba: “Ese Soljenitsin es un Nobel por nada. Miente a cada instante. Habrían debido hacer de manera que Soljenitsin contase todo esto al estilo de music-hall, rodeado de lindas muchachas del ballet Set 96; este caballero tiene pasta de showman”. Montserrat Roig, en Mundo, no le cedía en agudeza: “La barba de Soljenitsin parece la de un cómico de pueblo, la de un cómico ambulante pagado por una alianza de señores feudales. El escritor hace reír al gallinero. Un día le arrancarán las barbas postizas”. Hasta en una publicación de Soria podía leerse: “Soljenitsin, turista privilegiado, multimillonario a costa de los sufrimientos de sus compatriotas, vive bien, muy bien, de sus discursos”. Y es que la simpatía hacia el totalitarismo soviético, incluidos sus campos de concentración, era una de las señas de identidad más íntimas de la oposición izquierdista.
Y no menos reveladora fue la reacción del antifranquismo de derechas. Cela, en vena progre, escribió: “Soljenitsin no está solamente contra España, nuestro pequeño y amado país, lo cual no sería nada. Está contra Europa. Heraldo de la tristeza. No tenemos necesidad de pájaros de mal agüero”. Para Jiménez de Parga, “uno pierde la calma delante de quien, sirviéndose de las pantallas de TV, pretende tomarnos por imbéciles, permitiéndose explicar precisamente en España lo que es una dictadura”.
Los diversos comentaristas trataban a uno de los grandes escritores del siglo XX, a uno de los grandes testigos de la barbarie totalitaria, de “chorizo”, “enclenque”, “mendigo desvergonzado”, “espantajo”, “bandido”, “hipócrita”, “mercenario”, etc. Ciertamente, tales dicterios rebotaban como flechas de goma sobre el así agredido, pero ¿sería exagerado considerarlos perfectamente aplicables a aquella oposición antifranquista trivial, mediocre e hinchada de ruindad, fuente de los mayores peligros que ha sufrido y sigue sufriendo nuestra democracia? Pues el antifranquismo no fue malo, obviamente, por oponerse a Franco, sino por su enorme carga de mentira. Hoy estamos reaccionando contra el fraude del nacionalismo vasco, en sus versiones terrorista y cómplice, pero no es ése el único fraude, y va siendo hora, por higiene intelectual y moral, de someter a todos ellos a los rigores de la crítica.
(En LD, hace 17 años).
El de anoche:
http://elblogdekufisto.blogspot.com/2019/08/las-cosas-claras.html
Es cierto Don Pio, con Franco construimos nuestra nación arrumbada por las idieologías “europeas”, no estoy en contra de estar en una organiación europea que respetando nuestra independencia nos permita cooperar en todo lo que lo necesitemos…..ahora entregar nuestra identidad a unos señores que han y estan demostrando ser unos bobos….es de imbeciles, los españoles no somos imbeciles pero de entre nosotros hay por ahí mucho candidato…..
A La Unión se va para proteger nuestros intereses no a plegarnos a los de los demás….se va a solidarizarnos con otros pueblos que nos respeten….y a cooperar con aquellos que nos beneficien…..eso es salud mental y política y creer que los europeos nos soliciones nuestros problemas …es de paletos tontainas…..
…..nos solucionan nuestros problemas……
Por eso me río, yo, de tanto historiador que se basa en la memoria oral.
A propósito de la memoria (inventada) de José María Iñigo.
Hablando de Pedro Jota, yo diría que es masón. Y con eso, basta para entenderlo todo… Siento decir esto, porque le hace rabiar don Pío, pero creo que es la verdad.
Creo que ese servilismo absolutamente necio hacia la UE se debe a que los políticos ‘europeístas’ tanto de derecha como de izquierda han conseguido convencer a la opinión pública ante una oposición antiUE que dejaba bastante que desear como los partidos de extrema derecha.Es cierto que analistas políticos como usted argumentan de manera sólida los prejuicios que acarrea la UE a España,pero somos una oposición débil por esos continuos silenciamientos de los propios’europeisas’ hacia posturas como las de este blog.Esperemos que esta situación cambie con la difusión de escritos como este siempre y cuando lo difundan un número considerable.
En cuanto a los partidos políticos:El único partido en el Congreso que defiende la soberanía de las naciones es Vox.El partido de Abascal no quiere salir sea como sea de la UE,sino lo que quiere es que se respete la independencia de los países.Me parece un planteamiento sensato siempre y cuando también se plantee nos planteemos los pros y los contras,ya que la postura de Vox con respecto a la UE debiera estar más elaborada y su posicionamiento más claro.
Oesch’s die Dritten
https://www.youtube.com/watch?v=NNwN0Msi4wg
Bueno, aquellos que quisieran viajar y no pueden hacerlo por problemas de salud u otros, les presento una alternativa que dependiendo de la conformidad y la imaginación de cada uno, puede ser interesante para ustedes. Se trata de los viajes en tren desde YouTube, por ejemplo, este viaje de Sofía, capital de Bulgaria, a Varna en el Mar Negro. Ya es una viaje que vale la pena hacerlo en persona, pero si hay pan, buenas son tortas. Son casi 7 horas de viaje. Recuerden que Bulgaria es la cuarta parte de España o menos.
¡¡¡BUEN VIAJE!!!
https://www.youtube.com/watch?v=9ibLtX6byIs
Aunque en Miami, desde Kennedy, se recibiera a los cubanos como a gringos desenbarcando en Normandía, Cuba seguiría igual.
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Tal vez sus políticos e intelectuales ven en esa pregunta un ¿qué han hecho los romanos por nosotros?
https://www.youtube.com/watch?v=WYU5SAQwc4I
Si Inglaterra se sale, por fin, de la UE, España tendría todo el apoyo de la UE para recuperar Gibraltar.
España no tendrá ningún apoyo de la UE para recuperar Gibraltar, y la chusma política española tampoco tiene el menor interés en ello.
Lo tiene usted claro, Lasperio. No sea ingenuo, Además, las actuales autoridades españolas son más favorables a que Inglaterra siga en el Peñón, que los propios ingleses. Y no solamente porque seguramente hay muchos negocios por debajo de las cuerdas, asuntos de corrupción, claro… Sino que son profundamente antiespañoles. Esto es la antiEspaña y lógicamente las políticas que siguen los gobiernos están encaminadas a la destrucción de España, salvo que comentan algún error que nos favorezca…
Oficialmente, los nacionales luchaban “por Dios y por España”, lema reminiscente del viejo carlista “Dios, patria, fueros, rey”, pero significativamente mutilado. Ni pretendían volver a una sociedad jurídicamente fragmentada en fueros (aunque mantuvieron algo de ello en Navarra), ni la monarquía estaba en juego. Cierto que el monarquismo contaba con fuerzas significativas en los propios carlistas y en los partidarios del aspirante Don Juan, pero distaban mucho de ser fuerzas determinantes. La mayoría, empezando por el propio Franco, consideraban que el ideal monárquico iba a movilizar a muy pocos después del modo humillante con que ella misma se habían hundido. El lema respondía bastante a la realidad, por cuanto los alzados consideraban que tanto la religión católica como la unidad nacional se hallaban seriamente amenazadas.
Había demás una tendencia, más débil en la Falange, a identificar la propia existencia de España con la Iglesia. Pensadores como Menéndez Pelayo habían afirmado a principios de siglo que sin el catolicismo España se disgregaría fatalmente en pequeños grupos tribales como antes de Roma. Esta idea resultaba algo chocante en unos tiempos en que los separatismos partían de grupos católicos y clericales, aparte de que Roma había unificado a Hispania antes del cristianismo.
No obstante, el papel histórico de España en relación con el catolicismo, ya señalado antes, tuvo inestimable incidencia histórica, y en general se mantuvo como seña de identidad en el bando nacional, con menos fuerza en la Falange, cuyo lema “por la patria, el pan y la justicia”, prescindía –sin negarlo—del factor religioso. Esa identificación de España con el catolicismo daría lugar a una orientación política e ideológica que se conocería, un tanto cáusticamente, como “nacionalcatolicismo”, término de intención denigratoria y en sí mismo contradictorio, porque el catolicismo es universalista, por encima de las naciones. Sin embargo retiene un valor definitorio de la posición mayoritaria en el bando nacional y después en el franquismo.
Pues por otra parte, el factor que unificaba a las distintas “familias” o partidos del bando nacional era precisamente su catolicismo, por lo que el régimen terminó proclamándose católico, para gran satisfacción de Roma y a la larga suicidio ideológico del propio régimen.
Pese a ello, la concepción del papel de la Iglesia y de la propia religión en el nuevo estado no era unánime, y ello quedó de relieve en la larga polémica que seguiría en los años 40 y 50 sobre el carácter de España y la política cultural a implantar. La concepción entonces más integrista, defendida por intelectuales jesuitas y del Opus Dei, mantenía que la guerra había clarificado la cuestión de una vez por todas, al ser derrotados los partidos e ideas anticatólicos. En consecuencia, los intelectuales anteriores, empezando por Ortega y Unamuno, habían demostrado su esterilidad y peligro social, por lo que debían ser excluidos de las nuevas enseñanzas, universitarias y a cualquier nivel, que deberían seguir en cambio la tónica neoescolástica, reanudando las glorias de Salamanca en el siglo XVI.
Frente a ella, diversos intelectuales falangistas como Laín Entralgo, valoraban a aquellos pensadores poco o nada católicos, a pesar de sus contribuciones a la república, que ellos eran finalmente los primeros en lamentar. La polémica se centró en Ortega y Unamuno, por tanto, pero tenía alcance mucho mayor. La Falange fundó la revista Escorial, de gran prestigio, en la que escribieron muchos de los principales autores de entonces, muchos de ellos procedentes de la república: Menéndez Pidal, Baroja, Marañón, Azorín, Gerardo Diego… aparte de muchos otros nuevos como Torrente Ballester, López Aranguren, Antonio Tovar y numerosos poetas. La revista se ofreció a los intelectuales del exilio, pero estor rechazaron caer “tan bajo”.
En Utopía pasaba lo mismo: los habitantes de la isla no se podían desplazar de una ciudad a otra (todas las ciudades eran iguales), no se les permitíq salir fuera de la isla, y no se permitía la entrada de información del exterior…
Cada vez entiendo mejor, con Don Pio, como debe ser la relación entre la iglesia y España…..Entender a España como esencialmente católica en el fondo es una concepción protestante a la atura de la iglesia angilicana de Enrrique VIII o de las iglesias de los principes alemanes..(las iglesias nacionales), esa concepción nacional-católica es ajena (o debe serlo) tanto a España como a la propia Iglesia….por un lado, como muy bien ha apuntado Don Pio…porque Catolicismo es Universalismo….y España sería todo caso parte de ese universalismo….por lo tanto España es ante todo una nación pero no al estilo de la concepción de la nación ilustrada, concepto meramente formal, e instrumental (tecnológico) que se reduce al de soberanía nacional y que se recoge incorrectamente en el art. uno y dos de la CE.
La Nación Española es eso y mucho más que eso…..España se va construyendo ideológicamente junto o anexo al criterio idelógico del universalismo católico….pero la Iglesia Católica-Universal es una cosa, para entendernos el Papado, y otra muy distinta es España…..de tal manera que precisamente por respetar esta dualidad por parte de España, ésta a veces para preservar su identidad e independencia se ha visto compelida a luchar contra el Papado….(recuerden la actitud de Carlos I) y recuerden la actitud francesa en la misma época.
Así pues España se forja como nación al margen del papado es decir al margen de la Iglesia….y otra cosa muy distinta es que España (historicamente) entienda que el Universalismo Católico forme parte de sus estructuras ideológicas….Por ejemplo….la actitud de España ante el “nuevo mundo” America: Estoy seguro que cualquier otra nación existente en ese momento, incluso Portugal….hubiese encarado ese descubrimiento y construcción americana de manera muy distinta a como lo hizo España (recuerden a Isabel su testamento) así pues decir que España es Católica es tanto como decir que Inglaterra es Anglicana…..la define si se quiere, pero no especifica nada….lo que especificaa España desde el punto de vista del catolicismo es la instrumentación (elemento meramente tecnológico) del universalismo católico como elemento de acción.
Filigrana, de Ricardo Dorado
https://youtu.be/-mx0dUh_-b8
http://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=35496
Jajajaja
Dios. Dos días sin beber y ya siento que mi vida ha mejorado al cuadrado. Con el tercer día, creo que al cubo. Aunque veo difícil llegar.
En fin. Será durísimo cuando mañana vuelva el hambre de alcohol.
Es que no es suficiente, deben ser expulsados todos los imanes, y cerradas todas las mezquitas. Y declarar Austria zona libre del islam. El islam, el comunismo y la masonería deben ser erradicadas de Occidente…
https://www.elmundo.es/internacional/2018/06/08/5b1a2c20e5fdeaf63c8b46bc.html?fbclid=IwAR0NZAUNSwVf9dWGaIzEdDY2yPjbnW7jIWhVD28J03f7kUtDNj_8LCUb0e8
Alberto en el fondo este diputado renegado del catolicismo no deja de tener razón…Inglaterra es un pais protestante….con todos los esquemas evidentes del mismo…..y fíjate según parece el culto y los criterios teológicos de los anglicanos es parecido a los católicos…pero eso en el protestantismo es secundario (siempre he dicho que la teología protestante es practicamente nula….incluso su blibismo es impostado, rebuscado….sin ningún criterio sólido de carácter teológicos….y ejemplo de lo que digo es el famoso cardenal que abjuró del anglicanismo para pasarse al catolicismo)……lo esencial en el protestantismo es el control por los poderes políticos nacionales de sus Iglesias protestantes….así pasa por ejemplo en Alemania….
La revolución protestante no es más que la asunción por los poderes oligarquicos nacionales del control religioso…..les importa un bledo la teología, lo importante es el control….por eso lo risible de la oligarquía católica, (El Papado) asumiento tal cual el protestantismo…..es decir La Iglesia Católica cava su tumba y tan campante….
Miguel Angel….eso empezará por Austria y acabaran asumiendolo todos los países europeos….y es que tanto los islámicos como los protestantes son y seran siempre beligerantantes….porque detrás de estas actitudes religiosas estan los estados….por eso la referencia a Turquía…..esta nación increiblemente maravillosa…..si quiere entrar en un club de estados pacíficos y colaboradores debe dejar de lado el Islan…..sino, estará condenda a ser beligerante tanto con otros estados islámicos como de otras creencias…..
Se me dirá que en Europa desde los cincuenta los estados protestantes europeos han colaborado…..hombre despues de dos guerras mundiales….lo que han acabado es exhaustos….sin ningún otro remedio de pactar la paz…..pero si se fijan ya empieza a aparecer el rabillo protestante….si se dan cuenta poco a poco se van conformado dos grandes bloques en Europa….los estados globalistas casi todos protestantes….o paraprotestantes como Francia….y los antiglobalistas como Hungría, Polonia e Italia….todos católicos….(llamo a Francia paraprotestante no tanto por sus iglesias protestantes como por sus comportamientos hoy pateticamente oligarquicos….)
Las referencias del Ingles a Roma , ha Enrique VIII, o a líderes mundiales….no es banal, es muy potestante….muy supremacistas….se van porque son muy líderes…se les queda corta Europa…..
Un español descubrió las fuentes del Nilo…hace 400 años…
https://www.abc.es/cultura/cultural/abci-descubrimiento-espanol-fuentes-nilo-201804240128_noticia.html
Chocante. Ayer en el Telediario de la Cheka de TVE ofrecieron un tiempo de propaganda “antifranquista” sobre la represión franquista en la postguerra. Se trataba de hallar los restos de una maestra de León fusilada en el 41. Han empezado a cavar en una fosa común del propio cementerio de León y, lo que me ha chocado, es que los financia y creo que dirige, una parte, unos sindicatos holandeses o noruegos dedicados a que Europa no olvide lo que ha significado el “fascismo”. Y para recordar a la gente de Europa lo que fue el fascismo, vienen a España.
Luego salían gente del CSIC hablando de la memoria Histórica que sirve para “reconciliar a la gente” de una forma muy peculiar que consiste en ensalzar a unas víctimas, las de un bando, olvidando a las otras, las del otro bando. Unos eran muy buenos, y por eso no hay que olvidarlos, y los otros, pues ya les dieron homenajes de sobra los otros. Esta es la sectarización y la tergiversación de la Memoria Histórica, una aberración moral que se esconde en una ley totalitaria y antidemocrática que oculta los crímenes de los otros, de los que pasan por buenos. Si se quiere Memoria, que sea en su integridad porque tanto mataron unos como otros y encima, los que pasan por buenos, en muchos más casos, asesinaron con más saña y odio.
Hegemon que raro una maestra fusilada por los nacionales…..¿no sería una maestra miliciana radical y asesina la fusilada?….
Bueno Hegemon, debe ser la internacional masónica, comunista o como diablos sea. Pero el caso es que esta gentuza pertenecen a una organización supranacional, y eso es evidente, que alcanza a todos los países de Occidente. Bueno, ya en su día, el frentepopulismo bolchevique recibió muchos apoyos de gente muy democrática ella…
Rasgo clave de los totalitarios era su “Insistencia casi exclusiva en la profecía científica, diferenciada del anticuado recurso al pasado”. La novedad con respecto a utopismos mesiánicos anteriores, basados en una ética igualitarista, consistía en su cientifismo. Para los nazis la sociedad, por su propio bien debía regirse por “las leyes de la naturaleza y de la vida”, que determinaban, según estableció Darwin, la primacía de los mejor adaptados en la lucha por la existencia, el dominio de la “raza superior”. Para los comunistas, las “leyes de la historia” manifiestas en la lucha de clases determinaban la victoria del proletariado y la extinción de sus enemigos. Engels llamaba a su amigo Marx el Darwin de la teoría social. De todas formas, Mussolini buscaba inspiración en la antigua Roma, y los nazis en el viejo Imperio más germánico que romano. El marxismo, más radical, condenaba en bloque el pasado, salvo ligeros atisbos en él valorables como premarxistas.
Es llamativo que noruegos yholandeses colaborasen tanto con los nazis. Su resistencia se aproximó a la nulidad.
La identificación corriente de fascismo y comunismo como regímenes totalitarios se presta a distorsiones. En la URSS el partido ocupó realmente el estado y el estado la sociedad, mucho más sistemáticamente que en Alemania, no digamos Italia. Estas dos admitían la propiedad privada y un concepto de libertad personal, ligado a dicha propiedad o al cristianismo, que en la URSS quedó abolido. Los fascismos, aun si ajenos al cristianismo, no lo persiguieron, y las tensiones mutuas no pasaron de ahí, mientras que en los sistemas de tipo soviético, especialmente en el Frente Popular español, la persecución religiosa llegó a extremos inauditos desde el Imperio romano. El comunismo ejerció además un terror masivo contra decenas o cientos de miles de sus propios militantes, cosa que solo se dio excepcionalmente en el partido hitleriano (“Noche de los cuchillos largos”) y nunca en el de Mussolini. Y debe recordarse, una vez más, que la ayuda alemana a Franco se produjo antes de los actos genocidas nazis, que ya caracterizaban al régimen de Stalin. No son diferencias banales.
https://youtu.be/gZ6Oq9F3ho0
Que se van a gastar 200 millones, creo.
Nuevo hilo