Llevamos cuarenta años de barra libre en mentiras sobre el régimen que recompuso a España del caos y miseria del Frente Popular. Es hora de contrarrestar la marea de la falsedad, y eso depende de que cuantos respeten la verdad. La pasividad no es admisible:
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Dejando aparte al votante iluso, considerarse socialista hoy solo puede hacerlo un estafador o un ignorante voluntario de la historia de su partido. El Doctor, desde luego, es de los primeros. Y lógicamente, por su espíritu de estafador, tan manifiesto en su doctorado como en sus pretensiones de demócrata, tiene que odiar a Franco, ya que este representa todo lo contrario.
Franco no derrotó a ninguna democracia, sino a un conglomerado de totalitarios y separatistas. Por eso lo odia el Doctor Democracia.
Franco no tuvo oposición democrática sino comunista, a la que venció siempre, mientras el PSOE se dedicaba a disfrutar en el exilio de los bienes robados masivamente a media España. Por eso lo odia el D. D.
Franco libró a España de la II Guerra Mundial y de sus tremendos destrozos, superiores a los de la guerra civil, pero el D. D., como buen socialista, habría deseado que los nazis hubieran entrado en España y los aviones useños o nazis masacraran a fondo las ciudades españolas y sus tanques hubieran traído de vuelta a sus colegas del PSOE. No lo consiguieron y por eso guardan un odio feroz a quien lo impidió.
Franco libró a la Iglesia del genocidio perpetrado por los socialistas y sus socios del Frente Popular en media España. Se piense lo que se piense de la Iglesia, en el cristianismo se encuentra la raíz de la cultura europea, y solo personas afectas a doctrinas genocidas pueden olvidar o mostrarse satisfechas de aquel crimen. Así el Doctor Democracia.
Caso único en Europa, la España de Franco se reconstruyó con sus propias fuerzas sin deber nada a las finanzas useñas ni al ejército useño ni indirectamente al soviético, y afrontando una criminal hostilidad exterior que pretendía hambrear a los españoles. El Doctor considera eso un crimen que Franco debe pagar en retrospectiva.
Con Franco, España superó el hambre, el analfabetismo y la miseria que venían de la república, desarrolló una importante cultura en todos los terrenos, la gente disponía de una libertad personal y en parte política, que hoy día se pretende aplastar con el miedo y leyes totalitarias como las de memoria histórica o de género.
Nada más significativo que las medidas ilegales y antidemocráticas con las que el Doctor pretende profanar la tumba de Franco y borrar de la memoria de los españoles los grandes logros de su gobierno. Y hacerlo, fraudulentamente una vez más, en nombre de la democracia.
El Doctor no representa ninguna democracia. Representa el fraude, empezando por su título, el mismo fraude y tradición de un partido que se pretende orgulloso de su historia. La historia de la sangrienta insurrección de 1934 contra la república, del fraude en las elecciones del 1936, verdadero golpe de estado, de los asesinatos masivos con extremo sadismo en la guerra civil, de la sujeción a Stalin enviándole fraudulentamente el oro del Banco de España, de enormes destrucciones culturales y del robo del tesoro histórico artístico perteneciente a todos los españoles, y hasta de las alhajas depositadas por la gente pobre en los montes de piedad, de la corrupción masiva reintroducida al volver al poder en una democracia que nada le debe ni le debió y a la que parasita. De esto se siente orgulloso el Doctor.
El Frente Popular se declaró demócrata en su propaganda. Con ello desprestigió para muchos años la idea de democracia en España, pues nadie quería volver a algo así. Algo que vuelve a suceder con este nuevo frente popular. La democracia debe permitir la convivencia en libertad, algo que jamás facilitó el PSOE ni antaño ni actualmente. Este sujeto gobierna España después de echar por corrupción a Rajoy, siendo el PSOE mucho más corrupto, un dato que ya define la situación política a la que hemos llegado. Y lo ha hecho en colaboración con los mismos separatistas que tanto hicieron por llevar al país a la guerra civil y lo han llevado ahora al golpe de estado permanente
El doctorado del Doctor es un fraude. Su democracia una farsa.
Es asombroso hasta qué punto el análisis político prevalente olvida los puntos esenciales en cuestión para degenerar en puro cotilleo político. Hoy parece todo el mundo preocupado por las maniobrillas de tal o cual fulano de tal o cual partido. El único elemento importante de la situación es lo que haga VOX, que ha irrumpido como una alternativa a tanta podredumbre. ¿Lo está haciendo bien? Creo que no del todo, pero también está empezando.
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¿Qué papel tuvo la democracia en la guerra civil? ¿Y en el franquismo? La transición se hizo a una democracia desde y no contra el franquismo, pero la misma ha degenerado de forma peligrosa por obra de un antifranquismo extraño. Unos problemas clave que es preciso abordar.
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Feminismo, una plaga de nuestro tiempo: https://www.youtube.com/watch?v=kCLVsOVtTUE
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En el blog, hace seis años
Probablemente Los mitos de la guerra civil ha sido el libro de historia más vendido en España en los últimos diez años, fecha que precisamente se cumple en este. Vale la pena recordar brevemente su acogida porque constituye un retrato del páramo cultural que hoy sufre España.
Como recuerda Stanley Payne, la parte izquierdista y “progre” del mundo intelectual recibió el libro con auténtica furia, mezclando la descalificación personal, la injuria y la exigencia de censura. Los medios de masas y partidos contribuyeron, y los sindicatos fueron a las Cortes a exigir la prohibición de semejante “revisionismo” (la revisión es parte esencial del trabajo científico). Cuando todas esas medidas fracasaron, optaron por el ninguneo. Como advirtió alguien en la SER, “¿por qué no dejamos de hablar del libro de Moa? Le estamos haciendo propaganda”. Lo que no lograron en ningún momento fue rebatir algún punto importante de su libro odiado.
Hay que comprenderlo: todos ellos habían edificado sus políticas, sus carreras, sus prestigios, sus famas sobre la falsificación sistemática de la guerra civil. Falsificación basada, no por casualidad, en las lucubraciones “científicas” de la propaganda marxista a partir de Tuñón de Lara. Estoy convencido de que los historiadores de izquierdas, profesores muchos de ellos, son conscientes del fraude que enseñan a sus alumnos, pero ¿cómo echarse atrás a estas alturas?
¿Y el sector más conservador de la intelectualidad? Como es tradicional en él, y salvo contadísimas excepciones, se hizo el sueco, cuando no contribuyó a la campaña con alguna puñalada de pícaro. Son gente timorata y aman la verdad solo si ello no les causa alguna molestia o les supone algún peligro. De modo revelador, los grandes medios de la derecha silencian por sistema mis libros (últimamente, Sonaron gritos y golpes a la puerta, España contra España, Ensayos polémicos y El derrumbe de la II República), mientras que los de izquierda reconocen al menos mi existencia, aunque sea para seguir con sus ataques de mala fe. Entre los políticos, Aznar expresó su intención de leer en vacaciones Los mitos, entre otras lecturas. La izquierda se le echó encima afirmando que yo era su autor de cabecera. La cosa tuvo efecto: ni una alusión más de ningún político. No hace mucho Esperanza Aguirre desmintió en el parlamento madrileño la visión beatífica de la república difundida por la izquierda. Inmediatamente la acusaron de leer mis libros y ella, modosita, aseguró que se basaba en otros, no recuerdo cuales.
¿Qué queda? Muchos lectores antes influidos por las versiones de izquierda me han dicho que Los mitos les había abierto los ojos y permitido comprender la guerra, sus causas y consecuencias. Como digo, los adversarios a las tesis del libro nunca han podido rebatirlas, mientras que yo he rebatido a fondo los enfoques de ellos. Por esa razón, en el décimo aniversario, no estaría de más que se recordara y que otra mucha gente lo leyese. Porque del pasado podemos aprender, pero no veremos nada mirando al futuro, como pregonan muchos con frase tan sugestiva como vacua En twitter difundo que la lectura de este libro y, en novela, de Sonaron gritos y golpes a la puerta, suministra una visión suficientemente clara de aquellos tiempos cruciales, de los que en cierto modo aún vivimos.
Por supuesto, lo del cambio climático es un pretexto para ir imponiendo más medidas totalitarias, ahora quieren que comamos menos carne, subiendo su precio, “para luchar contra el cambio climático” ….
Último día de vacaciones …. estoy deseando volver el lunes, de 8 a 15h por horario de verano … ya me aburro, no sé qué hacer por las mañanas … ir a por el pan, después a la tintorería, después al bar, después a comer, después a la piscina …
Por cierto, hay una pequeña feria del libro en Guadarrama, 3 casetas …. ayer tenían “Los mitos de la guerra civil” … a lado de otro libro “Falacias de la guerra civil – Un homenaje a la causa republicana”, de un tal Escolá …
El jilipolla de Rosendo Porlier un día de regatas en el verano valenciano….se perdió en el atlantico y su embarcación (pequeñita) se avería y…..por casualidad……descubrió la Antartida….más información aquí:https://www.elmundo.es/cronica/2019/08/09/5d441d30fc6c830f2e8b4572.html
Pues salía un viejo histérico en la tele “¡yo soy socialista de toda la vida!” … una virtud …
“Yes future, CaixaBank”:
https://efectopositivo.elmundo.es/comprometidos/yes-future-el-primer-supermercado-sin-plasticos-de-espana?follow=1
Se ve que el español no mola.
La Caixa es una de las patas de banco de las construcción nacional de Cataluña, y aunque después de las crisis de las Cajas de Ahorro, ha procurado ocultar sus manejos, a nadie pueden engañar. Al menos, a nadie que conozca el problema…
El español no es cool, que diria un progre.
Podemos dar otros ejemplos de empresas relacionadas con la construcción nacional de Cataluña, por el ejemplo el RACC, el Hospital General de Catalunya, que al menos al principio, era un empresa privada, que se supone que todos las catalanes de bien, o sea los nazis, debían de colaborar haciéndose socios. De hecho, solamente ellos podían hacerlo, porque el resto de catalanes no teníamos el nivel económico suficiente. Señores, Cataluña es mucho peor que la Alemania nazi, no se hacen ustedes ni la menor idea. Y por supuesto, los gobiernos de Madrid son cómplices…
El régimen nazi de Cataluña además, tiene mucho que ver con el apartheid sudafricano…
No habemos de TV3 por supuesto…
El concepto es: 1 banco para los nazis catalanes, 1 hospital, 1 Compañía de seguros (Catalana-Occidente, relacionada con el Hospital General de Cataluña) Una televisión, etc…
Una radio nacional, Cataluña Radio, una radio privada, RAC1. Todo al más puro estilo nazi…
T-System, de Deutsche Telekom cuyo 32% está en manos del estado aleman tambien colabora con los separatistas.
La Generalidad compró unos trenes de cercanías que corrían por la comarca del Vallés hacia Barcelona, también había un ramal hacia Igualada, y esos se convirtieron en el los trenes oficiales de la Cataluña independiente de facto. Igual que 1 televisión, etc, etc, también unos trenes que se llamaban, y se llaman, los Catalanes. Pronto eso no les basto y ahora se han quedado con la Renfe que tiene que ver con Cercanías, gracias la traición de Madrid. Desde la Zarzuela hasta la Moncloa por supuesto, todos traidores…
Por supuesto Manolo, ellos ha utilizado el dinero de todos los españoles para comprar voluntades…
La situación en España es de pre-Guerra civil, si hubiera quienes defendieran realmente a la nación. Ahora mismo España está en el mismo abismo, ya no al borde, como se suele decir, sino en el mismísimo abismo…
En una palabra, y volviendo al tema de antes. Los nazis catalanes han creado un estado dentro del estado con la complicidad de la Zarzuela y la Moncloa, y la única forma de rescatar a España, es acabar con el propio régimen que sufrimos… Esa es la pura verdad. Lo que se constituyó después de la muerte de Franco fue una monarquía parlamentario, pero de antiEspaña, no de España…
¿Fue democrática la república?
La legitimidad de la república descansaría ante todo en su ejercicio como democracia liberal, es decir, de libertades y limitación del poder mediante las elecciones y la independencia de sus tres componentes, ejecutivo, legislativo y judicial. Así aparece en su Constitución y así la presentan los defensores del Frente Popular. Esto haría de la república un caso especial, pues la tendencia en gran parte de Europa era a gobiernos conservadores más o menos dictatoriales, o fascistas. Según sus políticos e intelectuales, el nuevo régimen proporcionaría a España una época histórica de libertad y progreso mediante transformaciones sociales y políticas en profundidad; reforma agraria, reforma militar, lucha contra el analfabetismo con atención especial a la enseñanza, y estatutos de autonomía.
La reforma agraria debía acabar con la miseria de los jornaleros en Extremadura, Andalucía y Castilla la Nueva, mediante el reparto de tierras. Pero, aun con repartos, la excesiva población agraria solo podría absorberse con una industrialización por entonces imposible debido a la crisis mundial y a la propia política republicana, que incentivaba los conflictos laborales. Los logros de la reforma en aquel bienio fueron irrisorios: unos 4.400 campesinos asentados en precarias parcelas de 6 hectáreas de tierra más bien pobre. Otros miles de yunteros extremeños fueron instalados en tierras no expropiadas, de modo provisional y contra el derecho de propiedad, con unas tres hectáreas por cabeza. Algunas leyes, como la de términos municipales, obligaban a contratar a todos los jornaleros de un municipio antes que traer a otros de fuera, para evitar la rebaja en los jornales, pero se tradujeron en la práctica en mayor miseria para los que se quedaban sin contrato. La reforma fue acometida con gran dosis de chapucería en opinión de Azaña, que le dedica comentarios sarcásticos en sus diarios, no sacó a nadie de la pobreza y sus promesas exacerbaron la conflictividad agraria.
La reforma militar fue emprendida por Azaña para disminuir el número excesivo de generales y oficiales, y republicanizar un ejército de tradición monárquica. Fue bien acogida en general, en las propias fuerzas armadas. Pero su realización se hizo con altas dosis de sectarismo y en un ambiente social de agitación antimilitar propiciado por las izquierdas y lamentado por el propio Azaña, que provocó malestar y divisiones en el seno del ejército.
Los avances en la instrucción pública, muy aireados entonces y hasta ahora por los apologistas de la república, había sido más anticatólica que eficaz. El analfabetismo, aproximadamente un 26% a la llegada de la república, bajó a 18,7% al final de la guerra civil, un descenso modesto de 7,2% .Según la propaganda se construyeron 13.000 escuelas nuevas, aunque en realidad fueron 3.600, sobre un número previo de 33.450. Éxito estimable pero neutralizado por la prohibición de la enseñanza a las órdenes religiosas, que afectó a cientos de miles de estudiantes, con pérdida de centros de calidad, bibliotecas, laboratorios, observatorios astronómicos y el mencionado y único centro superior de economía (no obstante siguieron funcionando escuelas religiosas de modo semilegal). Fue preciso improvisar en rápidos cursillos a miles de maestros, a menudo más politizados en sentido marxista o anarquista que pedagógicamente preparados. Los presupuestos para la enseñanza aumentaron con respecto al período anterior, pero sin pasar de un 6% del presupuesto general del estado, cifra todavía muy baja.
Las autonomías debían desarrollar un estado más flexible y en definitiva más integrado admitiendo grados de autogobierno en varias regiones. Se empezó por Cataluña porque allí el separatismo era de izquierda, y se le negó a Vascongadas por ser de derechas. El resultado no fue el esperado, pues la agitación separatista denigrando sin tasa la idea de España, se multiplicó[1], utilizando los recursos cedidos por el estado y contribuyendo a una creciente polarización social.
Los resultados, por tanto, sin ser en principio desdeñables, distaban mucho de satisfacer las expectativas, un tanto desmesuradas inducidas por los propios políticos y partidos republicanos. Lo cual provocaba una decepción fácilmente transformada en irritación y odio social.
[1] Ver el capítulo sobre los separatismos en la cuarta parte.
Alguna pudiera pensar que también la opción de crear una especia de República Ibérica de estaditos sería una solución, ya que la gente en su ignorancia estoy seguro que defiende el Estado de las Autonomías por mayoría. ¡¡¡Hay mucho provincianismo en España!!! Pero, esto no va a ser como piensa la gente una mosaico de repúblicas algo más empobrecidas que el conjunto de la nación, ni mucho menos…
Esto, y Pío Moa lo ha dicho alguna vez, o eso creo, acabará como Yugoslavia, aunque en principio el ejemplo no es el mismo. Pero ni se crean que esto sería un proceso pacífico para nada. Nadie puede odiarse tanto, ni llegar tan lejos, como la propia familia. Y España es como una gran familia, que si hubiera una división provocaría las peores violencias, y los crímenes más terribles. De eso no tengo ninguna duda.
Y al lado de las promesas había otras realidades. Debe señalarse, de entrada, una muy fuerte impronta masónica en los partidos republicanos, hasta el punto de que la masonería llegó a estimar como propio el nuevo régimen. Lo que sugería, a juicio de sus críticos, un poder secreto detrás del poder exterior con formas democráticas.
Se reconoce hoy que la república empezó mal, antes de un mes de inaugurada, con la “Quema de conventos”, protegida de hecho por el gobierno[1]. El suceso tuvo máxima significación, porque el régimen había llegado por iniciativa, como quedó indicado, de ex monárquicos católicos y en el fondo conservadores, y se esperaba que tomase un carácter políticamente neutro, respetuoso con diversos partidos y tendencias; en cambio, los incendios revelaban que el nuevo régimen estaba siendo copado por iniciativas izquierdistas radicalizadas, anticatólicas (la masonería lo era) y antiderechistas, pues la derecha se seguía identificando con su proximidad a la Iglesia, y nostalgia monárquica. Los “padres espirituales de la República”, muy alarmados, diagnosticaron en aquellas acciones “un fetichismo primitivo o criminal”. Casi nadie les hacía caso. La “Quema” motivó gran inquietud en la mayoritaria opinión católica, unos primeros esbozos de conspiraciones monárquicas, sin efecto real, y protestas de gobiernos democráticos
Las subsiguientes elecciones a Cortes constituyentes dieron amplia mayoría a las izquierdas, vuelco común en los cambios de régimen, y la Constitución resultó poco democrática: se impusieron las tendencias radicales contra la derecha y en especial contra los católicos. Azaña, su máximo promotor, declaró que España había dejado de ser católica, contradiciendo la realidad más evidente; fue expulsada la orden de los jesuitas, con grave perjuicio para la enseñanza, y prohibida a la Iglesia cualquier actividad de enseñanza o práctica, incluso la beneficencia, reduciendo a la pobreza a gran parte del clero. La Constitución, decidida por la mayoría socialista-republicana de izquierdas, no fue sometida a refrendo popular. Alcalá-Zamora, ex ministro de la monarquía y que, como el político más prestigioso e impulsor de la república, fue nombrado presidente de la misma, calificó aquella Constitución de “invitación a la guerra civil”. Una vez aprobada procedía convocar nuevas elecciones concordes con sus normas, pero las izquierdas querían conservar su mayoría lograda en el clima de “vuelco” político anterior. Largo Caballero amenazó con guerra civil si se intentaban nuevos comicios.
Según la propaganda habitual, la monarquía habría sido saboteada desde el principio por una derecha retrógrada y brutal, pero en realidad sus enemigos mayores no fueron los difusos conspiradores monárquicos, sino los anarquistas y, con mucha menor potencia, los comunistas. Los primeros, inactivos salvo en la propaganda bajo Primo de Rivera, gozaron de un rápido crecimiento, y aunque entre ellos surgió una pequeña facción partidaria de no hostigar al nuevo régimen, se impuso la contraria. Aparte de numerosas huelgas salvajes, la CNT lanzó tres insurrecciones en los primeros tres años, causando unos 200 muertos. También proliferaron actos de terrorismo, con asesinatos, incendios y colocación de explosivos. A su vez, los separatismos vasco y catalán se reorganizaban y desplegaban una activa propaganda racista y antiespañola; y en Cataluña trataban de atraerse a la CNT facilitándole el asesinato de sindicalistas opuestos.
Nada remotamente semejante provino por entonces de la derecha. El general Sanjurjo protagonizó en agosto de 1932 un intento de golpe militar para desplazar a Azaña y llevar a la presidencia del gobierno a Alejandro Lerroux. Ni la derecha ni el ejército lo apoyaron, y el gobierno, que controlaba a los conjurados, lo desbarató fácilmente, dejando una decena de muertos. Las izquierdas lo presentaron como una intentona monárquica, cuando Sanjurjo había sido clave en la llegada de la república: jefe de la Guardia Civil en abril del año anterior, se había puesto a las órdenes del comité republicano.
Por entonces la derecha se hallaba desmoralizada y en proceso de reorganización dirigido por José María Gil-Robles, que culminaría en el primer partido importante de derecha, la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) tan tarde como marzo de 1933. Este partido aceptaba la república sin declararse republicano, y tendría el mayor protagonismo en la oposición a la izquierda, muy por encima de los partidos monárquicos, agrario o Falange.
[1] Ampliaremos la referencia en el capítulo sobre el terror.
Aun más peligrosa para el futuro de la república resultaba la actitud del PSOE. Este, muy fortalecido por su colaboración con Primo de Rivera, constituía el partido más potente y organizado y con el sindicato (UGT) más nutrido. Por tanto iba a ser el árbitro del régimen. Tras algunas reticencias había aceptado colaborar con los republicanos de izquierda y gobernar con ellos. Pero lo hacía con un doble fin: asentar la república, y entenderla como fase preparatoria para alcanzar un poder socialista, cuyo modelo por entonces era la Unión Soviética. El gobierno republicano-socialista duraría un año y diez meses desde diciembre del 31, pero en medio de crecientes disputas a partir de enero de 1933, cuando, con motivo de una insurrección anarquista, la policía republicana asesinó a 14 campesinos en Casas Viejas (Cádiz), causando recriminaciones mutuas entre los socios del gobierno. Siete meses después, en la Escuela socialista de verano ya se planteó abiertamente la tesis de que la labor republicana del PSOE había concluido y debía prepararse el paso a la dictadura del proletariado, es decir, del propio PSOE. Tesis abanderada por Largo Caballero, el principal y más popular dirigente del partido.
Dado el fuerte retroceso de las izquierdas en elecciones parciales, el presidente Alcalá-Zamora decidió suspender las Cortes y convocar nuevas elecciones para noviembre. El balance de los dos años republicanos-socialistas incluía hechos como estos: un mínimo de 280 muertos en disturbios o asesinatos políticos, cifras altísimas nunca alcanzadas en la monarquía y casi todas ellas de origen izquierdista. La delincuencia común también había crecido mucho. El número de huelguistas, 236.000 en 1931, había llegado a 843.000; los parados habían pasado de 390.000 a 618.000. Los ingresos per capita bajaron de casi 1.100 pesetas en 1929 a 1078 en 1933, con un aumento de la desigualdad social, manifiesto en la miseria extrema que hizo casi duplicar el número de muertos por hambre, 260, en comparación con la etapa de Primo de Rivera[1]. Además, la azañista “Ley de defensa de la República” permitía al gobierno suspender garantías y derechos constitucionales y había sido aplicada abundantemente con detenciones arbitrarias, destierros sin juicio y una censura de prensa bastante más frecuente que en la monarquía.
Estos datos distaban de confirmar las afirmaciones izquierdistas de representar la defensa los intereses y bienestar de los trabajadores, a quienes parecían aportar más agitación y violencia que beneficios tangibles. La campaña electoral para las elecciones del 19 de noviembre de 1933 fue muy violenta, con 26 muertos, casi todos a manos de socialistas, pero los resultados no les favorecieron: las izquierdas lograron 3 millones de votos frente a 5 de la derecha. El partido de Azaña cayó de 26 a 5 diputados; el Radical-socialista de 56 a 5; el PSOE de 113 a 59; la Esquerra de 36 a 19. La CEDA, que se presentaba por primera vez, fue la más votada y obtuvo 115 escaños, seguido del Partido Radical, republicano de centro derecha de Lerroux, con 102. Los monárquicos en sus dos ramas obtuvieron 38, etc.
[1] En S. Payne, La primera democracia española, 1995, pp. 112 y 404. Memoria del Fiscal General de la República, 1935. Muertos por hambre, en Movimiento natural de la población, 1931 a 1935
…Y el 30 de mayo de 1969, al cumplirse el quincuagésimo aniversario de aquel acto, Franco convocó a las mismas personalidades con idéntica solemnidad y leyó personalmente la siguiente oración:
«Sagrado Corazón de Jesús, Corazón del Dios-Hombre, Redentor del mundo, Rey de reyes y Señor de los que dominan.
»España, pueblo de tu herencia y de tus predilecciones, se postra hoy reverente ante este Trono de tus bondades que para Ti se alza en el centro de la Península. Todas las razas que la habitan, todas las regiones que la integran han constituido en la sucesión de los siglos y a través de comunes azares y mutuas lealtades esta gran Patria española, fuerte y constante en el amor a la religión y en su adhesión a la Santa Iglesia.
»Siguiendo la tradición católica de nuestro pueblo y continuando gozosos la historia de fe y devoción a Vuestra Divina Persona, confesamos que Vos vinisteis a la Tierra a establecer el Reino de Dios en la paz de las almas redimidas por vuestra Sangre y en la dicha de los pueblos que se rijan por vuestra Santa Ley; reconocemos que tenéis por blasón de vuestra Divinidad conceder participación de vuestro poder a los gobernantes de los pueblos, y que de Vos reciben eficacia y sanción todas las leyes justas, en cuyo cumplimiento estriba el imperio del orden y de la paz. Vos sois el camino seguro que conduce a la posesión de la vida eterna; luz inextinguible que alumbra los entendimientos para que conozcan la verdad y el principio propulsor de toda vida y de todo legítimo progreso social, afianzándose en Vos y en el poderío y suavidad de vuestra gracia todas las virtudes y heroísmos que elevan y hermosean el alma.
»Venga, pues, a nosotros vuestro Santísimo Reino, que es Reino de justicia y de amor. Reinad en los corazones de los hombres, en el seno de los hogares, en la inteligencia de los sabios, en las aulas de la ciencia y de las letras y en nuestras leyes e instituciones patrias.
»Gracias, Señor, por habernos distinguido como defensores de tu fe y misioneros de tu Evangelio por los confines del mundo. Que tu Providencia amorosa nos conserve la integridad de nuestras creencias, la sed amorosa de evangelización y la unidad religiosa de nuestra Patria.
»Desde estas alturas que para Vos ha elegido España como símbolo del deseo que la anima de que presidáis todas nuestras empresas, bendecid al mundo del trabajo para que reinen en él la armonía, el bienestar y la paz, con la implantación de la justicia social y el triunfo de la caridad entre todos.
»Bendecid a los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, brazos armados de la Patria, para que en la lealtad de la disciplina y en el valor de sus armas sean siempre salvaguarda de la nación y defensa del Derecho.
»Bendecid a todos los españoles que, unidos en la cordialidad de unos mismos santos amores a la religión y a la Patria, queremos renovaros la consagración de nuestra vida, pidiéndoos, como premio de ella, el morir en la seguridad de vuestro amor y en el regazo de vuestro Corazón adorable».
https://fnff.es/historia/597432072/La-oracion-de-Franco-al-Sagrado-Corazon-de-Jesus-por-Carmelo-Lopez-Arias.html?utm_source=boletin&utm_medium=mail&utm_campaign=boletin&origin=newsletter&id=35&tipo=3&identificador=597432072&id_boletin=176507219&cod_suscriptor=542957898
Miguel Ángel 13.50, los separatistas actúan como en aquella serie, de TV, sobre la Mafia: “La piovra” (El pulpo), extienden sus tentáculos por doquier.
Así es, LeonAnto…
La reacción de las izquierdas ante las urnas fue de extremada virulencia. Alcalá-Zamora tuvo que resistir las presiones de Azaña y varios políticos más para que las anulara y convocara otras con garantías de triunfo para la izquierda. Los separatistas catalanes se declararon “en pie de guerra” y el PSOE, con la excepción de Besteiro, consideró que se habían reunido las condiciones para asaltar el poder e imponer su dictadura socialista. Se trataba de organizar, textualmente, una guerra civil, y a ello se aplicaron los siguientes meses con declaraciones incendiarias y bajo ellas preparando milicias, complicidades en el ejército, acopio de armas, huelgas y maniobras desestabilizadoras. El pretexto era un “peligro fascista” que los dirigentes sabían inexistente, pero que les servía para enconar el clima social ( por otra parte, los socialistas podían llamar entonces “fascista” hasta a sus anteriores socios republicanos del gobierno). La CEDA, amilanada, prefirió ceder el gobierno al segundo partido más votado, el de Lerroux. Los monárquicos, máximamente alarmados, llegaron en marzo a un acuerdo con Mussolini por el cual este les suministraría armas y dinero para una revuelta. Plan que quedó en nada, haciendo al Duce desconfiar de conspiradores tan ineptos.
Y a ante la creciente agitación descubrimiento de armas, etc., a principios de octubre la CEDA exigió participar en el gobierno con tres ministerios secundarios.. El PSOE vio en ello la oportunidad de desatar su insurrección, precaviéndose con que si fallaba, afirmarían no tener nada que ver en ella. El asalto a la legalidad republicana tuvo lugar en octubre de 1934, en combinación con un golpe separatista en Cataluña. Solo obtuvo apoyo popular en la cuenca minera asturiana, donde se mantuvo dos semanas. Con todo, dejó más de 1.300 muertos en 26 provincias, grandes destrucciones en edificios –sobre todo en Oviedo–, y fábricas, obras de arte y bibliotecas, numerosos asesinatos de sacerdotes y personas tildadas de “fascistas”, y robo de fondos bancarios.
Los derrotados PSOE y Esquerra alegaron inocencia declarando que el movimiento había sido “espontáneo”. Y los socialistas pasaron a la contraofensiva con una descomunal campaña de acusaciones al gobierno por supuestas atrocidades en Asturias. El análisis de esta campaña demuestra fehacientemente que se trató de una mezcla inextricable de exageraciones y puras invenciones, las cuales se difundieron por todo el mundo con apoyo de las dos Internacionales, socialista y comunista, así como de la masonería, según testimonia uno de sus principales impulsores, Juan Simeón Vidarte. En realidad, la represión, comparada con la aplicada a sucesos similares en Alemania, Francia y otros países fue de una extraordinaria suavidad. Hubo 15.000 detenidos en un primer momento, solo dos implicados, de bajo nivel fueron ejecutados por crímenes concretos, los jefes fueron condenados a penas que iban a durar poco más de un año (y el principal de ellos, Largo Caballero, sería absuelto) y los partidos golpistas continuaron en la legalidad, con su propaganda masiva, sin mostrar el menor remordimiento o autocrítica por sus hazañas. La insurrección de octubre, en particular la asturiana, fue glorificada sin tasa dentro y fuera de España. Y lo ha seguido siendo hasta hoy por el PSOE.
Ha solido subestimarse el efecto de la campaña de atrocidades como algo secundario, pero debe subrayarse su auténtico efecto histórico: en casi ningún lugar de España había seguido la población los llamamientos de los golpistas, prueba de que la polarización social no había alcanzado aún el nivel de odio suficiente para una guerra civil. Fue la mencionada campaña la que exacerbó los odios al nivel conocido cuando la derecha se rebeló a su vez un año y diez meses más tarde.
Esta serie de sucesos está absolutamente documentada y cuantificada, y sin embargo no afectó ni afecta hoy a la presunción de las izquierdas como representantes de la democracia, la libertad, el progreso, los intereses de los trabajadores, del pueblo, etc. Precisamente esa presunción les permite considerarse con derecho permanente a rebelarse contra cualquier poder que no sea el suyo propio, pues sus adversarios quedan automáticamente marcados como explotadores, retrógrados, fascistas, etc. Al margen de ello, quienes entonces salvaron la república fueron las derechas, destacando el mismo Franco, que defendieron la legalidad frente a un asalto totalitario-separatista.
Persiste, no obstante, una gruesa bibliografía que distorsiona los hechos y justifica o encubre el asalto. Obviamente, sus autores también creen a las izquierdas legitimadas para rebelarse en nombre de la democracia, o los trabajadores. Aquí entramos en la cuestión de lo que se quiera entender por democracia una vez más. Para todos ellos, la democracia consiste en que manden ellos, con urnas o sin urnas, debido a su metafísica identificación con el pueblo.
Miguel Ángel 14.03, no hay muchos compatriotas dispuestos a defender a España:
https://www.abc.es/internacional/abci-espanoles-entre-menos-dispuestos-guerra-marroquies-mas-201908070130_noticia.html
Nada nuevo bajo el Sol, siempre he dicho que los que han salido a partirse la cara por España, invariablemente han sido una minoría, desde D. Pelayo hasta dos capitanes, un teniente, las manolas y los chisperos, el 2 de Mayo de 1808.
También como hace años, ya, nos recordó manuelp, el embajador florentino le preguntó a Fernando el Católico: “¿Cómo es posible que un pueblo tan belicoso como el español haya sido siempre conquistado, en todo y en parte, por galos, romanos, cartagineses, vándalos, moros?”,
A lo que el Rey le contestó: “La nación es bastante apta para las armas, pero desordenada, de suerte que sólo puede hacer con ella grandes cosas el que sepa mantenerla unida y en orden”.
No es preciso entrar aquí en detalles sobre el que los levantiscos de octubre llaman “bienio negro”, que fue también el de mayor atención a la enseñanza, reparto de tierras, disminución del paro y de la miseria (muertes por hambre), mejoras todas ellas en pequeña pero significativa escala, con 1935 como el año de mayor prosperidad de la república. Baste recordar que la victoria del centro-derecha fue esterilizada fundamentalmente por el presidente Alcalá-Zamora, que intrigó y saboteó a los vencedores, contribuyó a hundir a Lerroux y su partido y expulsó a la CEDA del gobierno, con una osadía que jamás había mostrado con Azaña y las izquierdas. Creía que después del bandazo izquierdista del primer bienio y el a su juicio bandazo derechista del segundo, era la hora de un “verdadero centro” a su gusto. Para ello adoptó medidas de dudosa legalidad, suspendió las Cortes, impuso un jefe de gobierno, Portela Valladares, sin apoyo parlamentario, y prorrogó ilegalmente los presupuestos. Ante la amenaza de ser procesados él y Portela por la Diputación permanente de las Cortes, se apresuró a disolver estas y convocar nuevas elecciones en febrero de 1936, en un momento álgido de los odios políticos.
La derrota de la insurrección movió a uno de sus líderes, Prieto, y a Azaña, a formar una coalición de izquierda con vistas a unas elecciones cuya fecha no sabían y que les sirvió en bandeja Alcalá-Zamora. Estos comicios decidieron definitivamente el destino de la república. La primera cuestión es: ¿fueron democráticos? Fueron Desde siempre he sostenido que no lo fueron por las siguientes razones:
1.- La izquierda y los separatistas realizaron su campaña sobre la base de la exaltación de la insurrección revolucionario-separatista de octubre, y sus líderes (Azaña o Largo Caballero, por ejemplo) advirtieron que no reconocerían un resultado adverso. Largo llevó la voz cantante con su discurso habitual contra la “democracia burguesa” y a favor del socialismo. Es decir, lo que se jugaba en aquellos momentos era precisamente si la democracia iba a mantenerse o a hundirse. Si iban a imponerse “los de octubre” o quienes los habían derrotado y salvaguardado la legalidad republicana. Esto, a mi juicio, no puede pasarlo por alto ningún historiador solvente.
2.- Realizada la primera vuelta de las votaciones en un clima exacerbado, los recuentos no contaron con suficientes garantías. Apenas publicados los primeros resultados que favorecían a las izquierdas, sus masas se echaron a la calle y, como escribirá Azaña “los gobernadores de Portela habían huido casi todos. Nadie mandaba en ninguna parte y comenzaron los motines”. Según Gil-Robles, algunos gobernadores “toleraban los desmanes y coacciones de las turbas, cuando no colaboraban descaradamente con ellas”. El propio Portela, presa de pánico, huyó literalmente, dejando el gobierno en manos de Azaña y los suyos, los cuales llevaron a cabo la segunda vuelta. Es obvio que aun si no se hubiera falsificado ninguna acta, unas elecciones en esas circunstancias no pueden definirse como democráticas, y recientes investigaciones han demostrado que cierto número de actas fue falsificado, falseando así las elecciones. Un verdadero golpe de estado encubierto[1].
3.- Dadas estas circunstancias tiene escasa relevancia debatir sobre el número de diputados conseguidos por unos y por otros. Por lo demás, el proceso electoral no concluyó con la segunda vuelta. Decididas a privar a las derechas de cualquier posibilidad de influencia parlamentaria, aprovecharon la mayoría así lograda para llevar adelante en marzo una “Revisión de actas”, en la que eran juez y parte. De esa revisión el Frente Popular crecía en escaños y la derecha perdía varias decenas, nuevamente. Se trataba indiscutiblemente de un paso más en la destrucción de la legalidad parlamentaria de la república.
4.- El proceso electoral no concluyó hasta la destitución de Alcalá-Zamora, el 7 de abril. Las izquierdas lo expulsaron pasando por encima del Tribunal de Garantías Constitucionales, al que en condiciones normales correspondería el dictamen. Esto indicaba la farsa en que se había convertido la legalidad, y ello hasta el nivel grotesco de que destituyera al presidente por haber disuelto innecesariamente, esto es, ilegalmente, las Cortes: ¡disolución gracias a la cual estaba el Frente Popular en el poder, que así se declaraba implícitamente “innecesario” a su vez! Pero en una situación de creciente tiranía, estas “menudencias” legales no pesaban. Poco después Azaña dejaba la presidencia del gobierno para sustituir a Alcalá-Zamora en la presidencia del estado. Un estado que ya tenía muy poca relación con la república de 1931 y con su Constitución.
Con todo, la destitución de Alcalá-Zamora tuvo un matiz de justicia poética: él había anulado la victoria de octubre del 34, destrozado a la derecha con intrigas y arbitrariedades, y abierto el camino a la imposición de los insurrectos derrotados. Y estos, muy lejos de agradecérselo, le pagaban con una expulsión ignominiosa.
[1] El libro de M. Álvarez Tardío y R. Villa Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular 2017, demuestra concretamente que las elecciones no solo no fueron democráticas sino también fraudulentas. Muestra del clima creado en estos años por la ley de memoria histórica, asimismo antidemocrática, de tipo norcoreano, los autores del libro se negaban pusilánimemente a plantear debate sobre unos hechos de tal transcendencia.
https://www.europapress.es/nacional/noticia-vox-reclama-gobierno-censo-trabajadores-cruzan-gibraltar-sospechar-irregularidades-20190807123609.html
Encontré la entrevista de Pío Moa en el programa “El Tercer Grado” de TVE (20 FEB 2003):
https://youtu.be/OQOVysC3MzQ
La pandilla de troleros puso el grito en el cielo… el Tusell la calificó de bochornosa:
https://elpais.com/diario/2003/02/22/espana/1045868420_850215.html
O sea, la entrevista sobre “Los mitos del Franquismo”..
No, “Los mitos de la guerra civil”…
No me había enterado de la publicación de “Qué es España”, lo acabo de comprar:
https://www.amazon.es/Qu%C3%A9-es-Espa%C3%B1a-P%C3%ADo-Moa/dp/8409097028
ACOSO A ESPAÑA
Aquí vemos un claro ejemplo empresarial de lo que se está haciendo contra España: acoso con diversas medidas perversas y sibilinas, no violentas (en el caso de España, creación de paro y desgobierno, inmigración salvaje, deuda galopante) con el fin de arruinar España y asi hacerse a precio de saldo con el control absoluto y la propiedad de nuestro país, y la sustitución de los españoles por africanos gobernados por los buitres internacionales. Sólo es la versión de oficina y moqueta de la invasión del año 711. Se necesitan las adecuadas contramedidas de oficina y moqueta que detengan esta sangría lo antes posible.
https://www.libremercado.com/2019-08-07/la-audiencia-nacional-imputa-a-fridman-maximo-accionista-de-dia-por-la-quiebra-del-grupo-zed-1276643006/
HACIA EL CAMPO DE CONCENTRACION MUNDIAL
https://okdiario.com/espana/sanchez-quita-policia-gestion-datos-pasajeros-aviones-da-empresa-privada-4456065/
Serco es el embrión de eso, una empresa multinacional que controla armas nucleares, ferrocarriles, aeropuertos y prisiones, para convertir el mundo en un campo de concentración de propiedad privada en manos de los buitres internacionales
https://youtu.be/szNLMtgI7hU
Nuevo hilo
Tusell era un imbécil.