Memoriadores sobre la república
El diario El mundo (papel) del pasado día 11 dedicó una página a la república, con preguntas a varios historiadores , aunque al final también me citan brevemente. Observen:
a ) ¿Qué supuso la república? Moradielllos: “El primer ensayo español de democracia”. Preston: “Una inmensa esperanza de liberación de décadas de gobierno incompetente y corrupto”. Casanova: “Desaparición de una monarquía que se había mostrado incapaz de ensanchar la base política (…) Un maravilloso sueño”. S. Payne: “Un régimen liberal democrático más o menos. Pronto resultó menos que más”. F. del Rey: “Abrió un tiempo de esperanza y de ilusión”. Pío Moa: “Supuso la entrada en un período de caos, ya desde la quema de iglesias, bibliotecas y centros de enseñanza”. Álvarez Junco: “Suscitó una gran ilusión política. Fue recibida con gran fiesta popular”.
b) ¿Qué se logró? Moradiellos: “6.500 escuelas en tres años (no dice cuántas había ya ni las escuelas católicas que se cerraron) y afrontó con más tesón que fortuna la resolución de problemas estructurales…”. Casanova: “República parlamentaria y constitucional (…) Nunca en España se había asistido a un período tan intenso y acelerado de (…) avances democráticos y conquistas sociales”. Payne: “Nunca hubo un solo proyecto republicano, sino varios (…) Solamente el plan de obras públicas y posiblemente la reforma del ejército estaban relativamente bien planteados”. Rey: “no hubo tiempo humanamente posible para que se hicieran realidad las ambiciosas reformas”. Moa: “Se pretendía una democracia que no funcionó ya desde una Constitución anticatólica que, como dijo Alcalá-Zamora, invitaba a la guerra civil”. Álvarez Junco: “Se lograron algunos, como grandes avances en el terreno educativo. Aunque ni siquiera en este se alcanzaron las ambiciosas metas propuestas”.
c) ¿Fracasó? Preston: “Fracasó por la inmensa hostilidad de la Iglesia Católica, de los altos militares, de los terratenientes, de los industriales y banqueros…” Moradiellos: “Sufrió profundos reveses en su efectividad y estabilidad a la altura de octubre de 1934 y dejó de existir de facto en la tormenta bélica de julio de 1936″ (¡vaya!). Casanova: “La hicieron fracasar, y el golpe de estado de julio de 1936 fue decisivo”. Payne: “fracasó por la división entre republicanos y socialistas, y por su exclusivismo e insistencia en excluir los intereses católicos…” Rey: “No se puede decir que fracasara. No hubo tiempo para ningún fracaso”. Moa: “Fracasó porque la izquierda, desde Azaña a Largo Caballero, rechazaba que la derecha gobernara aunque ganase las elecciones. De ese modo rechazaba también la democracia”. Junco: “Las expectativas defraudadas hicieron que se produjeran levantamientos y protestas, y ello dio pie a la idea de que la república significaba desorden y caos”
d) ¿Causó la república la guerra? Preston: “La única causa fue la conspiración militar del 17 y 18 de julio”. Moradiellos: “hay que superar la perspectiva maniquea (…) de una división dicotómica de la sociedad española”. Casanova: “Rotundamente no”. Payne: “A largo plazo, la verdadera causa de la guerra civil fue el proceso revolucionario”. En la fotocopia que me envían no veo mi respuesta, que fue esta: “La causa no fue la república, sino su destrucción en dos fases: la insurrección izquierdista del 34 y las elecciones fraudulentas del 36 seguidas de cinco meses de terrorismo (cientos de asesinatos, incendios, etc.)”
Como puede observarse, salvo Payne ninguno de estos supuestos historiadores menciona nada concreto: todo son “ilusiones”, acusaciones puramente ideológicas y contradicciones. Es la historiografía de la “memoria histórica”, que tiene que parapetarse en una ley totalitaria. Me ha sorprendido que me hayan dado cancha en El Mundo, es de suponer que debido a que La esfera de los libros pertenece a la misma empresa.
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Curioso comentario en Amazon a Cuatro perros verdes, desde Alemania:
Los vinos californianos empezaron a ganar en los concursos a los vinos franceses cuando las catas se hicieron ciegas. Hay que leer la novela independientemente de la opinión que se tenga del autor. Los profesionales seguimos ciertos criterios para valorar una obra literaria: personajes, tema central, arquetipo, lenguaje, estilo, narrador, estructura, ritmo, intención, instinto, novedad, conocimiento y por último la revisión. En todos los puntos la novela se merece un notable alto. Para un lector menos versado, simplemente recomendarle su lectura, la va a disfrutar.
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Otro texto que envié al periódico fue este:
“Los republicanos intentaron primero un golpe militar en diciembre de 1930 y después perdieron las elecciones municipales del 12 de abril del 31, aunque ganaron en las principales ciudades. Sin embargo la monarquía, resuelta a suicidarse, les entregó el poder. La república fue recibida con gran euforia… por los republicanos. La derecha (Alcalá-Zamora) quería una república “no epiléptica”, pero las epilepsias comenzaron antes de un mes: incendio de más de cien iglesias, bibliotecas y centros de enseñanza. Después siguieron insurrecciones anarquistas, el golpe de Sanjurjo, violencias y aumento de la miseria. En 1933, la mayoría, harta, votó a la derecha, y al año siguiente el PSOE y los separatistas catalanes se lanzaron a la insurrección. Fueron vencidos pero volvieron a unirse en al Frente Popular y en las elecciones de febrero del 36, demostradamente fraudulentas, volvieron al poder, instaurando un período de terror con más de 400 muertos y centenares de incendios en solo cinco meses, hasta provocar la guerra civil, o más bien su reinicio. La república fracasó porque izquierda y separatistas no admitían la democracia, es decir que gobernase la derecha si ganaba las elecciones. Realmente fue el Frente Popular, (una alianza de separatistas y totalitarios) el que destruyó la república en 1936, transformándola en un régimen distinto. Podríamos calificar la república como un régimen caótico, y el Frente Popular como un régimen criminal.
Sobre la república se ha mitificado y mentido tanto que es imprescindible ir a las fuentes de la época y a las opiniones de sus dirigentes. Por poner dos ejemplos, Gregorio Marañón la resumió en “estupidez y canallería”, y el propio Azaña como una política “tabernaria, incompetente, de amigachos, de codicia y botín sin ninguna idea alta”. En mi reciente libro sobre la República he hecho eso, precisamente, ir a las fuentes y dejar de lado las mitificaciones interesadas.
Sobre Preston, entre otros: Pío Moa – Preston, o la historia como fraude – Libertad Digital
Sobre Junco: Pío Moa – Naciones y nación española – Libertad Digital
Sobre Casanova:Pío Moa – Historia neochekista – Libertad Digital
Sobre Moradiellos: Los casos de Moradiellos y Viñas – Pío Moa – Libertad Digital
Sobre Fernando del Rey no tengo nada, pero por sus respuestas parece más tonto de lo habitual. Heredan aquellos rasgos de la república tan bien señalados por Gregorio Marañón.
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Crónica. España contra Al Ándalus
**El libro de Preston sobre Franco retrata a Preston, no a Franco.
**Ángel Viñas fue funcionario de la dictadura franquista. Oportunamente se hizo antifranquista. ¿Fingía cuando servía a la dictadura? ¿Finge después?
**Pedro J. explica la guerra civil como una reyerta entre “canallas y sádicos sayones”. Sádico sayón de la historiografía, este Pedro J.
**Antony Beevor quería ser objetivo e imparcial con la guerra civil española. ¿Se habrá preguntado por qué está tan lejos de conseguirlo? Una clave: sus “análisis de clase”.
** Paco Álvarez nos informa de que “la línea histórica española entronca más con Roma que con Al Ándalus”. No solo no entronca más sino que continúa desde Roma y los visigodos CONTRA, precisamente, Al Ándalus. Pero el nivel de la historiografía hispana es esa.
**Dice también Álvarez que quienes reivindican la bandera republicana también están reivindicando España. Y tanto, como que con esa bandera casi consiguen descuartizar o sovietizar al país. Si es que de donde no hay… España se salvó contra la bandera republicana. Como contra al Ándalus.
**Una tal Adriana Lastra, del PSOE, se hace la virtuosa acusando al PP de “mentir y manipular”. Esta señora es una cómica. ¡Pero si ustedes y los peperos han sido amamantados en lo mismo!
**Hace bien Ayuso en advertir a Casado que ella sigue una línea independiente. Solo que con eso no impedirá que Casado saque las ganancias de su independencia, pues son él y los suyos quienes mandan en el PP.
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La Reconquista: herencia hispanogótica e influencia franco-papal
Dejando a un lado a los botarates que niegan la Reconquista o la denigran, un error generalizado en las historias de la misma ha sido identificar en un bloque el aspecto religioso y el político; la herencia hispanogótica y la presión franco-papal; la tendencia a la disgregación dentro de una orientación general contraria, a veces casi desaparecida; el significado hispanogótico de los Reyes Católicos; el supuesto final de la Reconquista con la toma de Granada… En todos estos terrenos fueron muy fuertes las tensiones a lo largo de aquellos siglos (a contrastar con el antagonismo, que no tensión, con Al Ándalus). En mi opinión, estos fallos, aparte de hacer algo pesado un relato tan lleno, sin embargo, de drama humano, han inducido a una mala comprensión de la propia España y las políticas actuales. Me interesa destacar particularmente la tensión hispanogótica-francopapal, porque va muy relacionada con las demás. Como he señalado, el reino godo, desde Leovigildo, se identificó con España y la cultura romana, desarrolló formas políticas preparlamentarias y de derechos, y tendió fuertemente a asegurar una unidad nacional. Estas cosas no ocurrieron con los francos, que además tendían a la disgregación al repartir los territorios entre los hijos de los reyes.
No obstante, a partir del siglo XI, Francia iba a convertirse en la primera potencia europea, ejerciendo un fuerte influjo sobre España, que tuvo un alto coste sobre el proceso de la Reconquista, desvirtuándola en parte.
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Payne: “A largo plazo, la verdadera causa de la guerra civil fue el proceso revolucionario…
¿A largo plazo? Pero si fue cosa de pocos años…
“Una inmensa esperanza de liberación de décadas de gobierno incompetente y corrupto”
Una respuesta más propia de un político de tres al cuarto que de un historiador.
“Desaparición de una monarquía que se había mostrado incapaz de ensanchar la base política (…) Un maravilloso sueño”
Parece una frase de ZP….
“Abrió un tiempo de esperanza y de ilusión”
Que la tasa de suicidios fue la más alta del siglo fue una casualidad.
Este es el nivel de nuestros “historiadores”.
Preston: “Fracasó por la inmensa hostilidad de la Iglesia Católica, de los altos militares, de los terratenientes, de los industriales y banqueros…”
Parece una frase del coletas.
https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=40301
Una de cada tres eutanasias en Bélgica no se declara al organismo oficial de control
En Payne asoma tímidamente la verdad, en Preston y compañía no se reconoce ni un átomo de verdad. Sólo se puede debatir sobre lo que dice Moa, porque sólo en lo que dice Moa puede reconocerse lo que fue la república. Cuando los otros hablan de la ilusión, la esperanza, o la realización plena de la democracia, que según ellos supuso la república, se diría que hablan de otros mundos, de otras especies, de otros tiempos y de otros lugares, pero no desde luego de la experiencia humana y política que fue la II república española 1931-1936. Es normal que le hayan llamado a Moa, porque tiene más influencia y veracidad que todos los anteriores juntos. Dado que a día de hoy, es el único discurso reconocible sobre la república.
Las “milicianas heroínas de la república”, que no eran de la república sino del Frente popular, causaban más bajas que los enemigos en sus propias filas, por enfermedades venéreas. Según Líster, los anarquistas las reclutaban en los burdeles.
Las milicianas vestidas con mono y con el puño en alto defendían la república. Seguro. Cepillándose a los mozalbetes rojos la defendían. No recuerdo bien ahora a quien le he leído que jamás chingó tanto en su vida como en aquellos años 36-37. Fernando del Rey es representante genuino de la “corriente historiográfica” sentimentaloide dentro de la guerra civil, y es más tonto que los lysenkianos, con lo difícil que es eso.