Novela e historia
“Si sus novelas no son históricas, como dice usted, ¿que pretende con una trilogía que, según también dice, aspira a retratar la evolución de España desde la guerra civil?” Esta pregunta me la han hecho algunas veces.
Depende de lo que se entienda por novela histórica. Desde el momento en que la mayoría de las novelas se sitúan en algún tiempo identificable, incluso futuro, todas resultan “históricas” en ese sentido, y una gran parte de la crítica o análisis literario, no solo marxista, tiende a analizarlas desde ese aspecto sociológico-histórico. Sin embargo, para estudiar una época está la historiografía, con sus elementos ideológicos, sociológicos, económicos, etc. En la que entra también el elemento literario o artístico, aunque sea mediante una simple enumeración de obras de tal o cual período. Lo cual nos permite entender, por ejemplo, que la literatura y artes españolas alcanzan sus cumbres en originalidad y fuerza espiritual en los siglos XVI-XVII, y que luego decaen.
Manteniéndonos en la perspectiva histórica, una descripción o análisis somero de las obras más destacadas de una época nos permite entrever la mentalidad reinante entonces, incluso mejor que una descripción sociológico-histórica. Pero tomemos el ejemplo tópico del Quijote: ¿responde verdaderamente al espíritu o mentalidad de su tiempo? En alguna medida sí. Pero en mayor medida lo representan obras menores, como los libros de caballerías, pastoriles o la picaresca, muy populares entonces, aunque la mayoría de ellos estén olvidados o resulten hoy poco legibles. El Quijote, en cambio, es al mismo tiempo un producto de época, que nos dice bastante sobre ella, y al mismo tiempo un contraste con ella; pero sobre todo tiene un valor permanente, por encima de tiempos y espacios, y hoy podemos valorarlo incluso más que cuando fue escrito, pues las sucesivas interpretaciones, a veces opuestas, nos permiten entenderlo mejor que sus coetáneos. Sus personajes y actos son de época, sin duda, pero van mucho más allá de ella.
Hoy observamos el mismo fenómeno, más acelerado: obras literarias de los años 20, o 50 o, casi ahora mismo, en los años 90, o comienzos del siglo actual, que en su momento obtuvieron gran éxito, con el que reflejaban mentalidades y valoraciones extendidas, caen fácilmente en el olvido como parte de mareas y modas literarias o artísticas mayormente triviales que a su vez quedan “desfasadas” en pocos años. Para un sociólogo o historiador, son fenómenos muy interesantes, pero apenas lo son desde el punto de vista literario.
Ahora bien, la historia puede decir que tal personaje histórico hizo tales o cuales cosas, pero, aun de los políticos actuales, no puede penetrar gran cosa en su psique, pese a su evidente relación con sus actos. Si queremos escribir historia en serio, solo podemos arriesgar algunos apuntes superficiales al respecto, pues la psicología y prejuicios del propio historiador vuelve poco fiables sus juicios sobre los personajes. Incluso sus memorias son testimonios poco fehacientes. Por eso, para cubrir imaginariamente esta laguna, ha cundido tanto la llamada “novela histórica”: un escritor más o menos perspicaz toma a unos personajes históricos y maneja su intimidad psíquica según mejor le suene. Siempre me ha parecido un ejercicio un tanto fraudulento. Pienso en obras de gran éxito como Yo, Claudio: hay infinidad de ellas por el estilo.
Por lo que respecta a mi trilogía, por el momento solo bilogía, podemos considerarla histórica por su claro y acentuado trasfondo epocal, tratado sin concesiones fantásticas. aunque con algunas licencias cronológicas. Pero los personajes y las acciones, tanto en Sonaron gritos como en Cuatro perros verdes, responden a actitudes que se dan siempre, y podemos encontrar en cualquier época. Lo que varía con las modas literarias son los enfoques y la mayor o menor agudeza psicológica, y ninguna de las dos sigue una moda o tendencia de las que se han sucedido desde la posguerra. Por eso digo que no son lo que suele entenderse por novela histórica.
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Crónica. La UE no nos conviene
**El Doctor tiene una personalidad típica de estafador psicopático. No ha cesado de mentir, no ha cesado en sus osadías contra la integridad de España y la libertad. Ha intensificado la línea de Zapatero y Rajoy. Y ha llegado el gran momento de pararlo.
**Hay quien sostiene que el rey es un pelele. En 2017 demostró no serlo. Ahora tiene la mayor ocasión de su vida de volver a demostrarlo. Por el bien de España, de la democracia y de él mismo.
**Dice Abascal que “Sánchez se arrodilla ante el separatismo”. Creo que se equivoca: se abraza a él, es su gran cómplice.
**Dice Ayuso que cree en Casado. Si es sincera, pésimo augurio.
**El del Máster dice que los indultos pretenden que España y el PP dejen de existir. Que el PP deje de existir es condición necesaria para que España continúe.
**El Consejo de Europa” (quiere decir de la UE) contra España y a favor del despotismo separatista. La UE no nos conviene. Fuera de ella fuimos más independientes y nos desarrollamos mejor en todos los sentidos. Dentro de ella nos convertimos en satélites y vamos a nuevos totalitarismos.
**Salir de la UE no es salir de Europa. Ningún país más europeo ahora mismo que Suiza.
**En algo tenía razón Ortega: en que España apenas ha dispuesto de lo que llamaba “minorías selectas”, o simplemente serias políticamente. Esto ha ocurrido desde la invasión francesa, y no desde siempre, como él pretendía. Él mismo era un exponente de esa penuria en lo que se refiere a sus ideas políticas o históricas, demasiado a menudo simples ocurrencias. La excepción que fue el franquismo, no tuvo continuidad por identificarse demasiado con la Iglesia, que le dio la puntilla.
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Galería de charlatanes (XII) La arrogante ignorancia de Malefakis.
Malefakis fue un autor useño famoso por su apreciable obra Reforma agraria y revolución campesina en España. Fuera de eso, no dejó de desbarrar en plan progre. También recomendó la “devolución” de los papeles de Salamanca a los separatistas catalanes, entre otras hazañas. Decisión que amparó el llamado tribunal constitucional.
Algunos autores españoles, anglosajones y franceses han hecho su carrera atacando al franquismo y defendiendo la república –a la que no han logrado distinguir del Frente Popular–, y difícilmente darán marcha atrás, por muchos datos y argumentos que se les opongan. Se comprende: va en ello su prestigio, su propia carrera. Así el señor Malefakis, que, muy optimista, da por superado el “revisionismo” que me achaca. En su defensa de la república admite que aquel régimen “en ocasiones se comportó de forma antidemocrática”. El aserto es ridículo. No fue ni pudo ser “la república” la que se comportó de forma antidemocrática, sino algunos de sus componentes, en concreto los partidos de izquierda, en especial el PSOE, que respondieron a la derrota electoral del 33 con golpismo y guerracivilismo (nimiedades, para Malefakis).
Y menciona algo que yo he demostrado, pero lo interpreta mal: “La revolución de octubre de 1934, en especial, fue catastrófica porque dañó gravemente las credenciales democráticas del régimen y sentó un precedente que los conspiradores militares de 1936 utilizaron para justificar su propia insurrección”. Falsedad flagrante: las –poco firmes– credenciales democráticas del régimen fueron atacadas por la izquierda y defendidas por la derecha que, empezando por Franco, mantuvo la legalidad republicana frente a aquel brutal ataque izquierdista. Y no fue utilizada por la derecha para justificar la rebelión del 36: esto fue una idea de Madariaga, no muy afortunada, como he explicado alguna vez. Malefakis da al asunto el toque neostalinista al justificar así la insurrección socialista-nacionalista catalana: “En 1934, parecía que estaban ganando las fuerzas fascistas, que acababan de destruir la democracia alemana y la austriaca por medios pacíficos y legales”. Nueva falsedad, porque él no ignora que Araquistáin y Largo Caballero sabían perfectamente que no había peligro de fascismo en España. Y que así lo decían de cara al exterior, mientras que en el interior excitaban a las masas hablando de una amenaza inexistente. Porque estaban decididos desde muchos meses antes a destruir la república e implantar un régimen al estilo staliniano, y les venía bien el argumento.
Resume Malefakis:
La República censuró la prensa opositora varias veces, pero también construyó la primera democracia auténtica de España. Primero, con la celebración de elecciones honradas, libres de las prácticas caciquistas que las habían corrompido bajo la monarquía. Segundo, ampliando enormemente el electorado, al hacer de España el primer país de mayoría católica que permitió el sufragio femenino. Tercero, la República acercó el Gobierno al pueblo al darles más dimensión a los Gobiernos regionales. Cuarto, todas las leyes importantes fueron aprobadas por el Parlamento, no impuestas por decretos. Quinto, la República debilitó las fuerzas extraparlamentarias -los círculos cortesanos y el Ejército- que en el pasado habían anulado a menudo las iniciativas democráticas. Desde esta perspectiva (…) la República fue un régimen excepcionalmente democrático.
Para entender lo que fue la república es indispensable recurrir a los diarios de Azaña y a las memorias de sus líderes, que demuelen del modo más completo las falacias de Malefakis. Me permito recomendarle mi estudio Los personajes de la República vistos por ellos mismos. Creo que le ayudará a salir de sus embrollos. Lo más sorprendente es la osadía con que Malefakis exhibe su llamémosla ignorancia: sabe que El País, donde escribe, sigue el ejemplo de la izquierda republicana: censura cualquier réplica. En definitiva, la república fue un régimen viable que llegó sin oposición y fue sistemáticamente destruido por las violencias y demagogias izquierdistas. El Frente Popular, precisamente, le dio la puntilla, pero Malefakis y tutti quanti insisten en presentar sus fechorías, oleada de crímenes, incendios y destrucción de la justicia como “cosas de la democracia”.
En cuanto a la Transición posfranquista, no tuvo nada que ver con la república y provino, aunque le cueste creerlo a Malefakis, de la legitimidad franquista, de ningún modo del rupturismo que quería enlazar con “la república”, como llaman al Frente Popular que la destruyó.
(En LD, 17-6-2011)
Preciosidad de música.
https://www.piomoa.es/?p=16564#comment-247323
**Dice Abascal que “Sánchez se arrodilla ante el separatismo”. Creo que se equivoca: se abraza a él, es su gran cómplice.
así es ..
Dice Ayuso que cree en Casado. Si es sincera, pésimo augurio.
Ayer dijo uno en EsRadio, que se identificó como militante y votante de VOX”, que si Ayuso se presentara a las elecciones generales él la votaría. Esto es lo que destroza a VOX. Hay mucho pepearín en VOX que está desesperado por volver al redil del PP.
Nunca dijo Lutero que la fe no debía producir obras. Lo que afirmó, siguiendo el apóstol Pablo es que no se podía salvar sólo por las obras. Cf Efesios 2:8 ‘pues de gracia habéis sido salvados por la fe, y eso no os viene de vosotros, es don de Dios; no viene de las obras para que nadie se glorie’ (traducción católica Nacar-Colunga)
La Iglesia Católica llevaba siglos diciendo que las obras sin fe ni valen nada. El Concilio de Trento lo admite.
LUTERO: Si eres predicador de la gracia, predica una gracia verdadera y no ficticia; si la gracia es verdadera, debes llevar un pecado verdadero y no uno ficticio. Dios no salva a los que son solamente pecadores ficticios. Sé un pecador y peca audazmente, pero cree y alégrate en Cristo aun más audazmente… mientras estemos aquí [en este mundo] hemos de pecar… Ningún pecado nos separará del Cordero, aunque forniquemos y asesinemos mil veces al día
CONCILIO DE TRENTO: Cuando dice el Apóstol que el hombre se justifica por la fe, y gratuitamente; se deben entender sus palabras en aquel sentido que adoptó, y ha expresado el perpetuo consentimiento de la Iglesia católicaa; es a saber, que en tanto se dice que somos justificados por la fe, en cuanto esta es principio de la salvación del hombre, fundamento y raíz de toda justificación, y sin la cual es imposible hacerse agradables a Dios, ni llegar a participar de la suerte de hijos suyos.
Ni siquiera es su cómplice, sino coautor de un proyecto destructivo, junto con el PP.
Sí, Hegemon. Desgraciadamente las fuerzas involucionistas son tan fuertes que será difícil vencerlas. A la gente no le repugna ni la corrupción del PP, ni que el PP pretenda como el PSOE destruir España, quemar los libros de Pío Moa, dificultar el desarrollo de los valores superiores como el conocimiento, el progreso y el bienestar social. Si resisten todavía, es porque en VOX están muy presentes, muy fortalecidas y favorecidas por la derecha mediática, el miedo al comunismo y el hecho de que los de VOX vengan del PP. El que vengan del PP influye más de lo que sería deseable, porque lo quieran o no, se les habrán pegado muchos de los vicios del PP. Y tanto peor si no son conscientes de ello, porque entonces no podrán corregirlos.
“Un cosmopaleto quiere que todo sea en inglés”. Se lo acabo de escuchar a Federico en las 8, hablando de los empresarios y de Albert Rivera, que quería convertir el Valle de los Caídos en un Arlington.
Lutero incidía en un disgusto extendido por toda Europa por la baja calidad moral y cultural de numerosos clérigos, por las contaminaciones supersticiosas de una religiosidad popular demasiado ritual y superficial, y sobre todo por la conducta escandalosa y mundanamente intrigante de los papas o varios de ellos, y la curia romana. A León X se atribuyen frases cínicas como “Disfrutemos del papado, ya que Dios nos lo ha dado”, o “Ya sabemos cuán provechosa ha sido esa fábula de Cristo para nosotros y los nuestros”. Frases probablemente apócrifas, pero que resumen la impresión que la conducta papal causaba en algunos fieles y en los escépticos. Y planteaba una seria cuestión: ¿qué valor real podrían tener para el pueblo la doctrina evangélica si la cabeza de la Iglesia, que debía conocerla en profundidad, obraba al margen o contra ella?
De ahí la necesidad de una reforma, que estaba en curso en España sin afectar al dogma. Los reformistas eran clérigos e intelectuales humanistas, con Erasmo de Róterdam como figura más prestigiosa. Claro que desde una perspectiva humanista no era fácil criticar la afición de varios papas al arte, la belleza, la cultura clásica, incluida la vulneración del celibato y manejos políticos de estilo maquiavélico. La cultura cristiana combinaba con gran dificultad la herencia judía de la fe y la grecolatina del ejercicio de la razón, y las contradicciones se hacían muy patentes en aquella época llamada Renacimiento. La propia Iglesia se había desarrollado en un proceso de crisis y reformas. Como ocurre siempre, una idea no sigue una sola línea de consecuencias lógicas, sino varias posibles, y así el humanismo, con su atención a las cosas de este mundo, impulsaba por un lado el lujo y hedonismo renacentistas y por otro la crítica a tales cosas. El equilibrio que intentaba Erasmo y otros era ciertamente difícil. Tampoco se podía preconizar para la sociedad la búsqueda del placer y el refinamiento, y negárselos a los clérigos, empezando por el mismo papa.
La reforma española de Cisneros no cuestionaba en absoluto el dogma y reconocía la autoridad espiritual del papa, aunque manteniendo hacia ella una notable independencia política, e imponía al clero unas mayores exigencias intelectuales y de conducta personal y sexual. Pero no era tomada, en general, como modelo. En el resto de Europa occidental, unos reformismos cuestionaban o negaban la autoridad de los papas, poniendo a los concilios por encima, o negaban también los concilios (como hacía el propio Lutero), o ponían al poder político por encima de la jerarquía eclesiástica, como de hecho ocurría en la Iglesia ortodoxa; o rechazaban a la Iglesia como organización y jerarquía, preconizando una pureza literal del mensaje evangélico que cada cual debería interpretar. La raya entre el reformismo y la herejía siempre había sido poco clara, y de ahí los constantes esfuerzos de definición dogmática.
Erasmo aceptaba tanto la doctrina como la organización de la Iglesia, pero pedía un examen más libre de los textos, una actitud más crítica frente a la autoridad, el retorno a la Biblia y los Evangelios como fuentes suficientes, purificando el cristianismo de adherencias poco ortodoxas. Al efecto escribió comentarios al Nuevo Testamente muy apreciados, traducidos del latín a las lenguas vulgares. Denunciaba el formalismo rígido, la ostentación del alto clero, la simonía y la conversión en negocio del ansia común de salvación por medio de las indulgencias. Pensaba que esos vicios debían corregirse dentro de la Iglesia y, como mucha gente por entonces en Europa, y desde luego en España, creía que se acercaba una especie de edad de oro asegurada por la paz general entre los cristianos.
En España ganó Erasmo vasta popularidad con sus libros. Cisneros le invitó a enseñar en Alcalá de Henares, pero él lo rechazó explicando a su amigo Tomás Moro que no le gustaba España (non placet Hispania. También detestaba a los franceses). La frase se ha tomado como rechazo a la Inquisición, cuando era lo contrario: su disgusto venía de haber “demasiados judíos en España”, como en Italia, y afirmaba que en la primera “apenas hay cristianos”. Tras la expulsión de 1492, y puesto que su amigo Luis Vives procedía de familia conversa, Erasmo solo podía referirse a los conversos judaizantes. En otras ocasiones se refiere a la Universidad Complutense como inigualable, y a España como ejemplo y envidia de los demás, o “Debo a España más que a los míos ni a otra nación alguna».
Lutero y Erasmo habían sido amigos, pero el distinto enfoque de la reforma llevó a una dura polémica entre ellos. Lutero no solo rechazó las indulgencias, sino el purgatorio, los sacramentos excepto el bautismo y la eucaristía, el papado y la organización del clero, incluso los concilios, pues la relación entre Dios y el cristiano se establecía de modo individual, a través de la libre y personal interpretación de las Escrituras y por medio de la fe, anulando el magisterio de la Iglesia. Solo la fe, don de gracia divina, salvaba al hombre. Alguna de estas ideas estaban esbozadas por nominalistas como Occam o Marsilio de Padua en las disputas escolásticas.
Las ideas que iba desarrollando Lutero ya no constituían una reforma, como decimos, sino una revolución, que intentaba volver la cristiandad a lo que se entendía como su pureza original. En cierto modo era la condena del humanismo, no solo en relación con la conducta de la curia papal, sino con la cualidad más apreciada por el humanismo, la razón, cuyo peligro para la fe percibió agudamente. Replicando a Erasmo afirmó: “La razón es la ramera del diablo, que solo calumnia y perjudica las obras de Dios (…) Debería ser pisoteada y destruida, ella y su sabiduría (…) Es y debe ser ahogada en el bautismo”. Aunque sus controversias no dejaban de ser razonamientos.
Con respecto a la salvación, el tomismo hegemónico en la Iglesia establecía que la razón, junto con la gracia, era un potente medio de comprensión de la voluntad divina y una guía en la práctica religiosa, y que las obras deben acompañar a la fe. Para Lutero, el hombre, pecador y corrompido en su razón y voluntad, no puede siquiera apreciar el valor de sus obras piadosas, que serían pura vanidad, como indicaba San Pablo. La salvación o la condenación están decretadas por Dios desde la eternidad y es inútil pretender salvarse por supuestos méritos de las obras. Contra Erasmo decía: “¿Quién creerá, preguntas, que Dios le ama? Te respondo: ningún hombre lo creerá ni podrá creerlo [por la razón]; los elegidos empero lo creerán, los demás perecerán sin creer, entre reproches y blasfemias, como tú aquí”; “Nuestra salvación está fuera de nuestras propias fuerzas e intenciones y depende solo de la obra de Dios. ¿No sigue de ahí claramente que, cuando Dios no está en nosotros con su obra, cuanto hagamos es por fuerza malo y sin provecho para nuestra salvación?”; “Si Dios obra en nosotros, entonces nuestra voluntad, cambiada y suavemente tocada por el hálito del Espíritu de Dios, nuevamente quiere y obra [el bien] por pura disposición, propensión, y en forma espontánea”.
Los alemanes, el fútbol y la bandera del arcoíris.
https://www.eldiario.es/internacional/uefa-prohibe-iluminar-estadio-bandera-lgtb-partido-alemania-hungria_1_8062357.html
Veo argumentos de peso por las dos partes.
Aunque no puedan poner la bandera arcoíris en el campo lo que si puede hacer el equipo alemán como protesta es restregare los unos con los otros en las duchas. Nadie les va a prohibir eso. Que hagan fotos para que quede constancia.
Algunos consideran que eso de la bandera del arcoíris no es un rollo político, sino que una cosa a nivel meta, de modo que tanto la UEFA como los del comité olímpico son unos fachas de mierda por no permitir expresarse en demasía.
A saber cómo vaya lo de los juegos olímpicos. ¿Ya pueden competir todos contra todos o cómo?
La otra vez leía que un tipo se hizo reconocer como mujer en un juicio en USA. Así que lo mandaron a la prisión de mujeres cuando lo declararon culpable y nomás llegó a violar a las reclusas. Los medios ocultaron esto lo mejor que pudieron.
Desaparecerán todas las competiciones deportivas en poco tiempo. Ni siquiera quedarán las displicinas que no distinguen entre hombres y mujeres como el ajedrez ya que el juego tiene implicaciones bélicas y aspectos problemáticos como el color de las piezas. Y hablando de ajedrez el rey no da señales de vida.
En noticias Tele5 anuncian que no sé cuál periódico inglés (creo que han dicho The Guardian) dice que los indultos servirán para la reconciliación en Cataluña…
Ha sido Financial Times.
Lo que no sé es si la firma del rey (el ministro de justicia creo que también firma) es algo simbólico o efectivamente el rey tiene que estampar su firma en un documento. ¿No se trata de un sello con la firma que lo estampa un funcionario entre cuyas tareas esté esa?. Con las moderneces actuales ¿no se trata de un procedimiento criptográfico que se activa cuando sea necesario?. Lo pregunto porque si el rey tiene que firmar físicamente se puede dar que no lo pueda hacer porque salga con una muñequera y diga que no puede firmar que ya se verá la siguiente semana. O puede firmar con una rúbrica que no es la habitual suya, podría firmar con un punto simplemente. ¿Alguién sabe cómo es exactamente el procedimiento a seguir?
Mario Conde comentaba que el rey podría haber solicitado al presidente del gobierno su asistencia al consejo de ministros de hoy. Por lo menos lo que hubiera dicho habría quedado en el acta del consejo de ministros.
Fortunata y Jacinta
https://youtu.be/YWjzk8Y95Mo
Los de Tele5 creen que sus espectadores son unos palurdos gilipollas… que basta con poner que un periódico inglés apoya los indultos para convencerles….
https://www.libertaddigital.com/opinion/luis-herrero/el-bienio-prodigioso-6792040/
https://okdiario.com/opinion/mucha-ayuso-tan-poco-redondo-7403607
Vean aquí el desden y superioridad intelectual respecto a Ayuso de Luis Herrero y el de Oky Diario
El tema de Las Iglesias en general son más situaciones de poder que el Dogma…..El protestante en el fondo es una obviedad….es necesaria la fe…lo que ocurre es que despues justifica las pajas mentales y de otra cosa de Lutero….y lo de la Ortodoxa es una una virgería risible….¿El Espiritu Santo, Jesus y Dios que son? tres dioses, los católicos y los ortodoxos dicen lo mismo ..pero…los católicos añaden: “En uno solo”….Lo que digo situaciones de poder…..
El culpable de los indultos es Sanchez lo dice él…punto….
En el fondo y se dice muy bien aquí, el protestantismo revive lo del Pueblo Elegido…para tener “El destino manifiesto”….
todas las demás virgerías son justificaciones de situaciones de poder…
El capote que le ha echado El Papa Francisco a los protestantes….. desde la dogmatica católica es impecable…si entran en La Iglesia…dentro de la Iglesia los venidos del protestantismo digan lo que digan seran católicos….salvo que sean tan brutos como Lutero…
que absurdamente y contra todo criterio de razonamiento justifican las malas obras….
Una dificultad de la nueva doctrina la expuso el propio Lutero con sarcasmo: de pronto resultaba que nobles, ciudadanos y campesinos “entienden el Evangelio mejor que yo o San Pablo; ahora son sabios…”. “Algunos enseñan que Cristo no es Dios, otros enseñan esto y aquellos lo otro (…) Ningún patán es tan rudo como cuando tiene sueños y fantasías, cree haber sido inspirado por el Espíritu Santo y ser un profeta”.
Pero, llevada la teoría a sus consecuencias lógicas, las interpretaciones bíblicas de cualquier patán valían tanto como las del mismo Lutero, pues bastaba que fueran sentidas con sinceridad, y ¿quién podría decidir si lo eran o no? Por eso las tendencias disgregadoras en el protestantismo fueron siempre muy potentes, y de ahí las polémicas en las que el esfuerzo de la denostada razón jugaba el papel determinante; y de ahí los organismos e inquisiciones contra los disidentes, para evitar la disolución general.
Pero había más: sobre esas bases, la interpretación de las Escrituras por la Iglesia católica debía ser reconocida tan buena como cualquier otra. Y aunque podía argüirse que muchos la aceptaban no por convicción ni con sinceridad, sino por temor a ser considerado hereje y castigado, lo cierto es que otros muchos lo hacían con plena convicción y un sentimiento de identificación con Dios no menos intenso que el que pudieran exhibir Lutero, Calvino u otros dirigentes protestantes.
Otro aspecto problemático con la razón y la fé en los protestantismos es que para leer la Biblia y darle una interpretación, aunque esta sea la literal, es necesario usar la razón. Si te quieres quedar solamente con la fé entonces fíate de la interpretación de una autoridad pero en ese caso estamos en el Catolicismo.
Comparado con el cisma de la Iglesia griega cinco siglos antes, la escisión luterana fue mucho más radical. Presentándose como reforma, era una ruptura revolucionaria con respecto a cuestiones esenciales, dogmáticas, litúrgicas y de procedimiento. Sustituía la Iglesia asentada mil quinientos años antes por una probable diversidad de iglesias según las preferencias por unas u otras comprensiones de la Biblia. Salvo por la invocación a Cristo y los Evangelios, venía a ser una nueva religión. La cual atraía a muchos por la libertad que otorgaba para interpretar la Biblia prescindiendo de las imposiciones de un clero en parte corrupto y escandaloso; además reforzaba un sentimiento nacional alemán opuesto al latino de Roma. Por su impacto espiritual y material, el protestantismo cundiría pronto por todo el norte de Europa.
En el pasado, otras rebeliones dogmáticas habían sido disueltas o aplastadas con bastante facilidad por el poder del Papado y el de los reyes, pero en esta ocasión no fue así. Lutero fue protegido por diversos príncipes alemanes (según los católicos, para apoderarse impunemente de los bienes eclesiásticos), que llegarían a formar una poderosa alianza armada (la Liga de Esmalkalda, de 1532). El emperador Carlos no pudo dedicar todo su esfuerzo a combatirlos, debido a las guerras con Francia y al peligro turco.
Por ello Erasmo acusó a Lutero de auspiciar el motín y la disgregación de la cristiandad. Cosa que no le arredraba, e invocaba en su favor los Evangelios: “No he venido a traer la paz, sino la espada”; “He venido a echar fuego a la tierra”; “Lee en los Hechos de los Apóstoles los efectos en el mundo de la palabra de Pablo (…), cómo él solo excita a gentiles y judíos o, decían entonces sus mismos enemigos, “trastorna el mundo entero”. “El mundo y su dios no pueden ni quieren tolerar la palabra del Dios verdadero, y el Dios verdadero no quiere ni puede callar. Y si estos dos Dioses están en guerra entre sí, ¿qué puede producirse en el mundo entero sino tumulto? Querer aplacar estos tumultos significa querer abolir la palabra de Dios e impedir su predicación”. Con ello contrariaba el anhelo de paz entre cristianos de Erasmo, Vives y tantos otros, a quienes advertía “No ves que estos tumultos y facciones infestan el mundo de acuerdo con el plan y la obra de Dios, y temes que el cielo se venga abajo; en cambio yo, a Dios gracias, entiendo las cosas correctamente, porque preveo tumultos mayores en el futuro, comparados con los cuales los de ahora semejan el susurro de una ligera brisa o el quedo murmullo del agua”. El emperador Carlos había declarado: “Me arrepiento de haber tardado tanto en adoptar medidas contra él”.
Olona, “la historia nos observa, la historia nos juzgará”…. si lo dice ella..
Esta resolución no dejó de flaquear en ocasiones, dados ciertos efectos indeseados de sus doctrinas: “Cuanto más se avanza, peor se torna el mundo (…). Bastante se ve cómo el pueblo es ahora más avaro, más cruel, más impúdico, más desvergonzado y peor de lo que era bajo el papismo”. No obstante, su determinación persistía: “¿Quién se habría puesto a predicar, si hubiéramos previsto que de ello resultarían tantos males, sediciones, escándalos, blasfemias, ingratitudes y perversidades? Pero ya que estamos en ello, hay que tener buen ánimo contra la mala fortuna”.
— Es un orgullo para nosotros tenerla aquí, señora ministra de defensa..
— Gracias almirante, para mí también… es todo un placeeeeeer…
Pareció por un momento que la ministra se quedó en blanco… como si no recordara algún guión…
— Ah bueno… ¿y cuántos cazas dice usted que hay en este portaaviones?…
— 15 cazas de ataque y otros 15 cazabombarderos…
— ¡Qué interesante!… Desde luego este buque es el orgullo de la armada…
— De hecho el buque con más poder destructor que tiene España..
— ¿A prueba de exocets putos franceses? ..
— Sí, gracias al sistema de ametralladoras por radar APM..
La ministra se dio un paseo por el puente de mando, y el almirante la seguía…
— ¿Y esto qué es?..
El almirante no daba crédito a la pregunta… ¿es que es tonta?, pensó…
— El timón del barco, ministra…
— ¿Y esto otro?…
— ¡Mi timón!…
La minsitra se quitó las bragas, y aprovechando que tenían elástico las usó para recogerse el pelo y hacerse una coleta…
¡CORTEN!
Toma válida.. Muy bien, miy bien..
— Escucha Sandro… ¡estoy harta de los guiones de ese chalado! ¡que si esto, que si lo otro, que si lo de más allá! ¡no me acuerdo de los diálogos!…
— Vamos a ver Felisa… pero si son 4 frases de nada… hija, que no es para tanto…
— Es que me quedo en blanco, y no me concentro…
De pronto se fueron las luces del estudio…
Comentan de Biden, que el hombre ya tiene su edad, que hay momentos donde aparece como desconcertado y no sabe muy bien donde estå. Parece extraño que estas personas, como Trump, puedan aguantar todo el esfuerzo físico que su puesto requiere. A lo mejor utilizan dobles para que no viajen tanto.
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La ministra de defensa se fue a zorrear al nuevo portaaviones Juan Carlos I…
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Llegó en un helicóptero de la armada… Vestía de una forma quizá no muy apropiada para el cargo, pero sí para el nombre del buque…una minifalda de esas que parecen un cinturón… vamos, de esas que se suben solas, como las que usaba la Sabrina cuando actuaba….
Nuevo hilo
https://youtu.be/Kg47BeCINo0
jajaja… joder con la minifalda esa… ¿quién será el inventor?…