Poder y democracia (I) / Cultura y política/ No sabemos quienes somos / Mitos políticos / Pancho no viene a España
Poder y democracia (I)
En Nueva historia de España y en La guerra civil y los problemas de la democracia he esbozado una teoría sobre el poder y la democracia, que aquí resumo.
1. El ser humano es necesariamente social y sociable, pues no puede subsistir en soledad, pero al mismo tiempo sus sociedades son conflictivas, internamente y unas con otras. Esto ocurre desde las familias hasta las naciones e imperios, pasando por cualquier otro tipo de asociación.
2. La causa de la conflictividad puede encontrarse en la fuerte individuación del ser humano, manifiesta en la gran diversidad y a menudo oposición de intereses, sentimientos, ideas, aspiraciones y egos. El término individuación no es muy adecuado, pues el individuo, en el sentido de átomo o indivisible, no existe. En los llamados individuos también se da el conflicto entre contradictorios deseos, intereses, etc., que exige un esfuerzo permanente de equilibrio en la persona misma. Pero el término puede servir como contraste con la sociedad.
3. La conflictividad interna distingue profundamente a las sociedades humanas de las animales. En estas las conductas sociales se rigen por el instinto y la conflictividad es mínima y elemental comparada con la humana. Por eso las conductas animales se reproducen de generación en generación, y en ese sentido los animales no tienen historia. En el hombre, el instinto, sin desaparecer, ha perdido gran parte de su fuerza, y esa conflictividad es un motor de su evolución cultural o historia.
4. La conflictividad humana puede volverse autodestructiva, como se aprecia en todas sus sociedades, desde las familias a los imperios, dándonos la historia un amplio muestrario de tales sucesos. Mantener la estabilidad social exige fuerzas contrarias, principalmente la moral y el poder. Dejaremos aquí la moral para examinar el poder.
5. El poder, aunque puede revestir muchas formas, surge de modo natural y espontáneo en las sociedades humanas para encauzar y controlar la conflictividad y evitar su potencial destructivo. Sin embargo nunca lo consigue del todo ni permanentemente (como ocurre con la moral).
6. ¿Puede concebirse una sociedad humana sin poder? El término anarquía, como el de democracia, no puede significar lo que indica su etimología. En la práctica significa disolución de un poder amplio en una multiplicación de poderes arbitrarios. Para que fuera de otro modo, las sociedades tendrían que homogeneizarse en intereses, sentimientos y demás, los egos perder mucha de su potencia, y la moral sustituir al instinto, comportándose los seres humanos al modo de las hormigas o las abejas. La anarquía significa así la destrucción de lo propiamente humano, un intento imposible de volver a la vida instintiva.
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Cultura y política
Nos ilustran en ABC: “Cuba, como cualquier dictadura, ha sido hostil a la cultura”. ¡Hombre…! Por poner algunos ejemplos, en el franquismo hubo una cultura muy importante, digan lo que digan los charlatanes que, como el propio ABC, la han envilecido en democracia. La célebre “generación del 27″, en España, es precisamente la de la dictadura de Primo de Rivera. Nuestro Siglo de Oro se dio en una sociedad escasamente democrática. La Rusia del siglo XIX, bajo una autocracia, produjo una cultura de élite en muchos aspectos la mejor de Europa… La democracia actual en España, si así queremos seguirla llamando, ha resultado extraordinariamente mediocre, y el propio ABC y su tinglado “cultural” da buena muestra de ello. Es decir, que lo que llamamos alta cultura o cultura de élite, es independiente del régimen político: puede florecer o estancarse en uno u otro.
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No sabemos quienes somos
Uno puede recordar la mezcla de inquietud, incertidumbre y esperanza de finales de la adolescencia y primera juventud, y da por supuesto que a todo el mundo ha tenido esa experiencia. Es, en parte, lo que he querido transmitir en Cuatro perros verdes. La discusión entre Santi, Moncho y Javi, en la que cada uno expone sus posturas: ¿hasta qué punto se cree cada uno de ellos lo que dice? ¿Tienen acaso experiencia vital para sostener sus puntos de vista? No la tienen, son posturas tomadas un tanto a priori, en las que entran por una parte lecturas, por otra unas experiencias demasiado verdes, y también el temperamento y carácter de cada uno. Leo que José María Merino, premio nacional de letras de este año, afirma refiriéndose a la Pardo Bazán: “Sin ficción no sabríamos quienes somos”. Bueno… Con ficción tampoco lo sabemos. A lo largo de una jornada corta y singular, cada uno de aquellos estudiantes vive unos sucesos particulares, que, se adivina fácilmente, marcarán su vida o parte de ella. Uno puede imaginar a Javi siendo asesinado por la ETA; a Chano quizá superando su accidente, casándose con Mariantonia y olvidando sus aspiraciones políticas; a Santi disfrutando de una vida familiar tranquila y equilibrada; a Moncho trabajando como médico, debatiéndose siempre con impulsos suicidas. Claro que nada de eso tiene por qué suceder, pero es imaginable. Solo sabemos el destino de Diego, por el epílogo de la novela anterior: sus detenciones por la policía, su exilio en Francia, su vuelta a España en la transición presto a convertirse en un dirigente en el nuevo régimen, y sus progresivos desengaños hasta medio hundirse en un mediocre trabajo de profesor, con una mediocre relación con su pareja y un resentimiento sordo hacia su propia vida.
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Observaciones sobre Los mitos de la guerra civil
Entre otras:
1. Deja claro que lo que tenía de demócrata la república fue arrasado en dos movimientos: la insurrección socialista-separatista de octubre de 1934, y las elecciones fraudulentas del 36. La potencia de los partidos destructores desprestigió a la democracia y la hizo inviable para mucho tiempo.
2. Deja claro, de forma indudable, que la guerra no fue de demócratas contra fascistas, sin de un frente popular compuesto de sovietizantes y separatistas contra defensores de la unidad nacional y de la cultura occidental de base cristiana.
3. Deja claro que el frente popular atacó mediante la destrucción y el saqueo, gran parte del patrimonio histórico-artístico español, además de propiedades de particulares.
4. Deja claro que el terror no solo se ejerció en uno y otro bando, sino también entre los propios partidos del frente popular
5. Los mitos de la guerra civil no ha sido rebatido en ningún aspecto importante a lo largo de estos dieciocho años.
6. Por el contrario, el libro ha suscitado exigencias de censura y luego una campaña de silencio y finalmente leyes totalitarias de “memoria” que conducen a una democracia fallida.
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Crónica Pancho I no viene a España
** Pancho I de la Pampa y la Pachamama dice que piensa venir a Santiago de Compostela, pero no a España. No es fácil soltar una provocativa gilipollez mayor.
**El gobierno trata de atar de pies y manos a la policía frente a la delincuencia. Es normal, un gobierno delincuente se solidariza con sus iguales.
**Colonización cultural: el useño The Huffington Post transmite su basura tipo El País en su edición española. Ha salido otra cosa parecida, directamente en España, bajo el título The Objective. Se ve que el español no sirve para estas cosas.
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Pues si el Papa no viene a España este hace paralelismos….https://www.libertaddigital.com/opinion/santiago-navajas/estado-de-excepcion-6836586/
Uno de los recogidos en “Escritores conversos” fue Roy Campbell, apropósito de que Jaquejaque lo ha mencionado.
Se trataba de escritores británicos convertidos al catolicismo en su mayoría durante la primera mitad del siglo pasado.
Cómo Jaquejaque lo mencionaba me ha espoleado la intención que tenía de leer dicho libro obra de Joseph Piarce.
Uno de los otros aspectos a los cuales Jaquejaque alude parece ser haber participado crucialmente en salvar manuscritos de San Juan de la Cruz, nada menos.
Según wikipedia:
“Cuando el 18 de julio de 1936 tuvo lugar el alzamiento de los militares, Campbell se encontraba en Toledo; vivía junto a un convento de la Orden carmelita con cuyos religiosos mantenía una muy buena relación. Tanto, que temiendo lo que iba a pasar y pasó, los frailes le confiaron los manuscritos originales de las obras de san Juan de la Cruz guardados en un arcón de madera. Campbell tuvo el acierto de esconderlo en su casa cuando el Frente Popular se hizo con el control de la situación en la Ciudad Imperial. Los quince carmelitas amigos de Campbell fueron sacados del convento y fusilados en la plaza uno a uno. Los milicianos, que sabían de su amistad con el poeta, registraron también la casa de Campbell, pero milagrosamente no encontraron el arcón, aunque destrozaron otras de sus pertenencias[cita requerida].”
¡Gracias!
Los católicos españoles que se /nos sintamos nacionalmente españoles deberíamos oponernos a que el papa visitase Santiago si lo hiciese negando estar visitando España.
Más aun, deberíamos oponernos todos los españoles que estimásemos en algo nuestra dignidad nacional puesto que el papa es jefe de estado.
Enemigo de España sería papa que negase que visitar santiago de compostela fuese visitar España.
De hecho cabe considerarlo enemigo del español en tanto en cuanto recorre el mundo en italiano, Corea incluída, pese a que muy pocos no_italianos saben italiano , asimismo a despecho de que la mayoría relativa de católicos hablamos en español, de que el español es oficial en la ONU, a diferencia del italiano, y de que el español es el idioma oficial del país natal del papa mismo.
¿En qué hablará pues en Santiago de compostela?
Cismáticos deberíamos plantearnos hacernos los católicos españoles nacionalmente conscientes, y los hispanoamericanos no hispanófobos, entretanto no haya otropapa ni éste haya rectificado.
Nos va urgiendo naciionalcatolicismo realmente tal que, análogo al galicanismo francés, hubiera pintado algo en el vaticano segundo y no dejado espiritualmente inerme al franquismo ni dejado expedito sin diisputa el terreno a tantas falsedades y a que Eta y el pujolismo se incubasen en organizaciones católicas.
Intolerable es que la universalidad de la Iglesia prosiga instrumentalizada contra España y el español.
Deberíamos aprovechar reuniones parroquiales presinodiales para manifestar conminatoriamente nuestra repulsa. Va a haberlas inminentemente por toda España para recabar opiniones para el convocado sínodo universal.
Otra opción sería promover recogida de firmas contra que el papa visitase España negando ser España lo visitado.
Vos deberíaprotestar vehementemente.
A los hispanoitalianos se les presentaba la ocasión de explotar su victoria, pero no estaba claro cómo. La flota debió replegarse ante la inminencia de la estación tormentosa, y hasta el año siguiente no pudo hacerse nada. El papa deseaba una ofensiva por los Dardanelos, cerca de Constantinopla, que teóricamente habría estrangulado al Imperio enemigo, y que los otomanos temieron seriamente. Felipe estaba inquieto ante probables nuevas ofensivas calvinistas en Flandes — que pronto tendrían lugar–, o por parte de Francia, que armaba una flota de altura en Burdeos, y desconfiaba de una empresa tan lejana de sus bases. Prefería tomar Argel, para acabar con las incursiones berberiscas y el tráfico de cautivos. Venecia quería recuperar Chipre y zonas de Grecia, y al mismo tiempo pensaba en volver a la situación anterior de entendimiento con la Sublime Puerta. La insistencia papal y veneciana derivó al año siguiente a un ataque por el Peloponeso, que el rearme naval turco hacía muy peligroso y quedó en inútiles desembarcos en la región, donde quedaron algunos destacamentos españoles con vistas a operaciones posteriores que no tendrían lugar. Por su parte, Francia presionaba redobladamente a Venecia, aprovechando las dificultades económicas de esta, para que desertase de la anterior alianza. De modo que en 1973 reconocía, en un humillante tratado, la posesión turca de Chipre y además indemnizaba a la Sublime Puerta con la fuerte cantidad de 300.000 ducados. Un alto precio por algunas ventajas comerciales.
La defección de Venecia fue un duro golpe moral para los demás, pero a Felipe II de dejaba manos libres para desentenderse de las aspiraciones orientales de un aliado poco fiable y concentrarse en su objetivo clave en el Mediterráneo occidental, tomando Argel, punto principal de la actividad pirática. Bazán coincidía con él, pero Juan, en la cumbre de su gloria y quizá tentado por las promesas del Pío V, mantenidas por su inmediato sucesor Gregorio XIII, de hacerle rey de Túnez, desobedeció a su hermanastro y en 1573 optó por Túnez, que había tomado Uluch en 1570. La ciudad fue prontamente recuperada. Felipe había pensado en dejarla inútil desmantelando sus defensas, pero Juan las reforzó, en la ciudad y en la próxima La Goleta. El sostenimiento de aquellos puntos fuertes resultaría muy costoso económicamente. Estas desobediencias, junto con intrigas cortesanas, darían lugar a desconfianzas del rey hacia su hermanastro.
Sintiendo la ofensa de Túnez, al año siguiente Uluch, con otro almirante célebre, Sinán, volcó la recompuesta escuadra otomana para reconquistar la ciudad, con una fuerza no inferior a la de Lepanto, contra los 7.000 defensores españoles, bien parapetados y artillados. La enorme superioridad material de Uluch le permitió lograr su objetivo, pero a un coste en vidas tan desmesurado (25.000 muertos, según cifras conservadoras, entre ellos muchos capitanes y gente importante, y hasta el doble, según un agente francés), que ni siquiera Constantinopla, con todos sus recursos, podía permitirse más victoria parecidas.
”
Es decir, que lo que llamamos alta cultura o cultura de élite, es independiente del régimen político: puede florecer o estancarse en uno u otro régimen.
”
No sé. No es decisivo tanto el que haya dictadura o democracia, como el que la dictadura sea efectivamente una tiranía o que la democracia, sea tiránica. Donde hay tiranía, se emplean todos los resortes para sofocar todo desarrollo cultural, salvo el de los tiranos.
Lepanto, vale la pena insistir en ello, no significó la caída del Imperio otomano, pero salvó a las dos principales potencias católicas y al Mediterráneo occidental para ellas. Hay una línea estratégica que pasa por Malta y las Alpujarras hasta Lepanto, no desmentida por los fracasos de Chipre y Túnez, esta en realidad una seudoderrota. La era, prácticamente un siglo, comenzada en 1480 con las matanzas de Otranto, había tocado a su fin en lo esencial. Se abría una nueva época en el Mediterráneo, y Francia y los protestantes perdían un poderoso aliado que, oficial u oficiosamente, tantas ventajas les había reportado.
La destrucción de la monarquía y de la iglesia es una pena. Pero realmente se están autodestruyendo. Y su autodestrucción está tan avanzada, que es imparable. El Papa es una marioneta del poder maligno y lo único que procede es un olímpico desprecio hacia él. Hay una manía de acompañarlo para abofetearlo con un abucheo, cuando lo que habría que hacer es abandonarlo. Y lo mismo pasa con la Iglesia. Lo que hay que hacer es desertar, dejar de ir a misa.
Pues ayer en reportaje de La 2 se referían a la II República como “edad de plata”…
Otra locura de película en Canal 8, “La cera virgen” (1972)..
Y anuncian en su siguiente espacio “lo mejor del cine español”, una película que se titula “Entre las piernas”…
Nos ilustran en ABC: “Cuba, como cualquier dictadura, ha sido hostil a la cultura”
Equiparar a todas las dictaduras es igual de estúpido que equiparar a todas las democracias.
… los egos perder mucha de su potencia, y la moral sustituir al instinto, comportándose los seres humanos al modo de las hormigas o las abejas…
Será más que sustituir, controlar al instinto… un mismo instinto puede ser moral es cierto momento, e inmoral en otro…
“La cera virgen” está muy bien.
Quosque tandem, Alvus, tocare coglionum nostrum?
Emplea mejor tu tiempo, anda.
Carlos V provocó un episodio curioso de la historia de España pocos años después de poner los pies aquí, si saber, siquiera, hablar castellano: la revuelta comunera.
Carlos se españolizó, aprendió el castellano, hizo de la lengua española un gran elogio y una gran defensa; empezó siendo un traidor como su padre, pero reaccionó y convirtío a España en el centro de su imperio. Se hizo enterrar aquí. Los intereses de España entonces eran vastísimos por toda Europa y los nuevos mundos que se estaban decubriendo y explorando y no podía desatenderlos. El trono de España era suyo, por herencia de su madre. Lain como tantos otros, se fija en la pasta, el espíritu pesetero, y deja de lado la cultura, que es lo grande que nos dejaron aquellos siglos.
“De hecho los romanos llamaron germanos a los pueblos al norte del Rín y del Danubio quienes, al menos hasta la llegada masiva de lDe hecho los romanos llamaron germanos a los pueblos al norte del Rín y del Danubio quienes, al menos hasta la llegada masiva de los despojos de las primaveras árabes eran modelo de eficiencia. eran modelo de eficiencia.”
¿Modelo de eficiencia? El motor de una UE despótica que precisamente ha dejado entrar a “los despojos de las primaveras árabes”. Nazismo y campos de concentración hace cuatro días. Dos guerras mundiales perdidas. Guerras civiles de religión. Matanzas de campesinos. Imperios mediavales inoperantes. Derrotas ante Roma. Barbarie.
Es cierto que la cultura alemana ha sido extraordinaria, debido a su dedicación a la alta cultura, no a ser una raza superior. Raza superior mezclada ya con “despojos de las primaveras árabes”. O sea que, Lain, se te jodió tu paraíso.
Este Lain ya resulta cargante con su mezcla de nazismo y enfoque cotilla o chismoso de la historia, esto último algo muy extendido también en la izquierda. Pero no podemos rebajar la discusión a ese nivel, como si no se hubieran explicado las cosas a otro un poco superior.
La cuestión de la imposible o casi imposible traducción de Los mitos de la guerra civil a otros idiomas europeos destapa algunas otras cuestiones, en particular la del antifranquismo europeo, que tanto influyó desde la transición para distorsionar nuestra historia reciente y paralizar una respuesta. Ya bastante antes de la transición se había impuesto un “europeísmo” ignorante y bastante palurdo, según el cual España no era Europa, o lo era de modo muy deficiente, y debía entrar en ese presunto paraíso para salir de su atraso y miseria histórica. Por lo tanto, las opiniones e impresiones que vinieran de allí eran aceptadas con algo parecido a la fe del carbonero. Y cuando unos políticos corruptos e incultos nos hicieron “entrar en Europa”, parecía que España había llegado a la culminación de su carrera histórica.
Ya he señalado que los mitos o seudomitos de la guerra civil pesan como dogmas en esos países, mucho más que en la propia España. Y no es difícil entender por qué. La II Guerra Mundial fue una especie de suicidio de Europa, en el que España, casualmente, no participó, gracias a Franco y su régimen. Se ve que no acabábamos de entrar en el paraíso. Y el dato crucial de la abstención de aquella guerra (en la que solo podría entrar como carne de cañón de otras potencias), resulta en esos países un pecado imperdonable. La idea básica es que la guerra fue una especie de cruzada contra el nazismo, como si este fuera ajeno a Europa, y lo más desconcertante para ellos es que la España de Franco, a la que tozudamente quieren identificar con la Alemania de Hitler, no participara. Eso les parece tal injuria que diversos “hispanistas” se han especializado en “demostrar” que España tenía que haber entrado al lado de Alemania, que Franco quería entrar, pero de algún modo extraño, no lo consiguió.
Esta falsificación de la historia tiene otro trasfondo: el hecho es que en los países ocupados por Alemania, sean Noruega, Dinamarca, Holanda, Bélgica o Francia, la colaboración con los nazis fue mucho más amplia que la resistencia a ellos, y que no se liberaron por sus esfuerzos, sino por el ejército useño, e indirectamente, pero aún más importante, por el soviético. Deuda moral, histórica y política impagable que España no tiene: ¿cómo podía tolerarse tamaña insolencia? Y el ejemplo de la resistencia inglesa no debe hacer olvidar que fue la URSS de Stalin quien, en definitiva la salvó cuando se encontraba muy cerca del colapso. Stalin y, casualmente, la neutralidad de Franco. Una deuda tan evidente que simplemente no puede ser reconocida. Para colmo, el franquismo salvó de la persecución nazi a muchos miles de judíos, mientras las democracias anglosajonas se desentendían de su suerte… ¡Intolerable!
España , pues, al revés que casi todo el resto de Europa, no tuvo que ser liberada por nadie, y llegó a la democracia (hoy degradada por el antifranquismo) por su propia evolución, no por bombardeos de otros países. Por tanto, ha sido el garbanzo negro en los guisos de posguerra. En los que el país tuvo que soportar un aislamiento criminal montado al alimón por los soviéticos y por los países europeos liberados por otros ejércitos. Y derrotó esos intentos como había derrotado la sovietización y disgregación del país. Nunca tuvimos necesidad de “entrar en Europa” porque, para bien y para mal, siempre estuvimos en ella, y como una parte no insignificante. Claro que eso los desdichados políticos desde la transición nunca lo han entendido. Pero ellos son precisamente el elemento no europeo del país: nos han metido precisamente en la bananolandia de Latinoamérica, como gustan llamar a la América hispana.
Volviendo al principio: la enorme dificultad para traducir Los mitos y otros libros míos a otras lenguas europeas reside en un antifranquismo prevaleciente en ellos, que, como decía Aquilino Duque, es la penúltima manifestación de la leyenda negra.
Entre las muchas paradojas de la guerra mundial está el que Stalin posiblemente salvase a España de una invasión anglouseña
UNA HORA CON LA HISTORIA
205 – El franquismo se consolida frente a amenazas internas y externas
https://www.youtube.com/watch?v=F2lsG2-KCcs
(sábado 13 nov 21h)
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UNA HORA CON LA HISTORIA
206 – ¿Salvó Stalin a España de una invasión anglouseña? | Los “Mitos de la guerra civil” en francés
https://youtu.be/8rhUPOY_v48
(sábado 20 nov 21h)
Rápidamente. Felicito a D. Pío por haber roto la barrera de la traducción al francés de su obra. Esperemos que sea el primer paso de otra traducciones por venir, y a las lenguas más extendidas. Enhorabuena.
“La cuestión de la imposible o casi imposible traducción de Los mitos de la guerra civil a otros idiomas europeos”
No le hayan surgido más adversidades a la preventa ni le esté yendo mal.
Ojalá no se malogre.
Globalismo Financiero, con Jorge Buxadé y otros,
https://youtu.be/n3jeRNIc8hg
Los instintos ni son buenos ni son malos… dependen de cómo, cuándo y dónde ocurren… es la moral que los debería controlarlos…. a veces un mismo instinto hay que permitirlo y otras veces suprimirlo…
En en ciertas ocasiones lo moral es liberar el instinto sexual (unos recién casados) … y en otras lo moral es suprimirlo (para no ir por ahí molestando a las mujeres)…
Entonces yo creo que no se trataría de sustituir la moral por los instintos, que en sí no son buenos ni malos, si no, simplemente de eliminar la moral, que es la que debe controlarlos…
A veces es moral preocuparse por la supervivencia de uno mismo… y otras veces lo moral es suprimir el instinto de conservación…
Si en una situación normal alguien te pide ayuda… lo moral es hacerlo aunque pongas en riesgo tu propia vida.. normalmente los padres suelen hacer lo segundo…
Los padres suelen olvidarse de sí mismos en ciertas situaciones… y es moral… en otra situación puede ser inmoral…
“Al uso de un infinitivo como verbo principal sin ningún auxiliar se le llama “tarzanismo” precisamente por el uso preponderante del infinitivo. Que Tarzán usara el sujeto o no es irrelevante. En las frases que tú pones como ejemplo, el infinitivo es el sujeto y, por lo tanto, no depende de verbo alguno. Pero utilizar el infinitivo en lugar de una persona verbal (por ejemplo, “deciros que…” en lugar de “os digo que…” o “quiero deciros que…”) es un atentado de lesa lengua.
Ésta es una peste que contamina la lengua española desde hace ya más de treinta años y, por desgracia, no lleva trazas de remitir.
Y el uso del infinitivo en lugar del imperativo ya es la leche. ”
¡Heródoto, Tucídides, Jenofonte, cicerón, Salustio y tácito, César inclusive, habrían sido “tarzanistas” en consecuencia!
Además, a menos infinitivos en función de núcleo de frase principal, más infinitivos confundidos con imperativos de plural.
Algo similar aqueja al inglés, idiioma que, carente de infinitivos propiamente dichos, recurre auxiliarmente a la preposición “to”, lo cual hace que únicamente el contexto permita distinguir entre “to live” que signifique vivir y “to live que signifique “a vivir” en unos casos , “para vivir en otros, y “que vivir” (A life to live)en los temás, mientras que “live” a secas equivale ora a los imperativos “vive” y/o “vivid”, ora equivale ordinalmente a infinitivo en los diccionarios.
Otro efecto adverso de motejar de “tarzanismos” los infinitivos sin sujeto explícito es el empobrecedoe anglicismo de usar gerundios en vez de infinitivos para enunciar asuntos:
“Asunto: Convocando reunión”, en vez del cabal “convocar reunión”.
Lo empobrecedor estriba en desvirtuar que “convocando” que no sea abreviación de estar convocando designa el cómo (adverbio), no el qué (nombre) de la acción verbal.
Respuesta cabal a “Asunto: convocando reunión” sería:dicho el cómo del asunto, ¿De qué asunto se trata?No son lo mismo ir andando que venir andando, hacer convocando que deshacer convocando.
Los infinitivos son lo máximamente abstracto de los verbos. Son acciones verbales puras. Mutilaría el idioma desusarlos de la función de núcleo de frase principal.
Nos pondría en el disparadero que al griego moderno le ha hecho perder los doce infinitivos que tenía el griego clásico: de presente, de futuro, de aoristo y de perfecto, los cuatro con sendas formas en activa, media y pasiva.
Recíprocamentecon ánimo de no ofender, sí que toda una peste son las ííes griegas finales que imitan las que en inglés hacen veces de terminación de diminutivo en nombres propios.
Diez en general, más exactamente y rectificándome, que no doce, eran los infinitivos del griego clásico puesni el de presente ni el de perfecto difeeenciaban entre media y pasiva.
Nebredo: no es lo mismo el español que el latín. Y no es lo mismo el lenguaje de un texto largo que el de una notita.
Cuando se quiere expresar un sujeto, hay que expresarlo, no dejar al infinitivo en pelota, que es a lo que se le llama “tarzanismo”.
¿Por qué se defiende siempre lo indefendible? Lee a Lázaro Carreter, por favor.