Crónica. El odio de la izquierda a la cultura
**España es el único país del mundo cuyos gobiernos, sean del PP o del PSOE, han animado y financiado los separatismos, han entregado la soberanía nacional “por toneladas” y se declaran “amigos y aliados” de la potencia que invade el país. Si no denunciamos y acabamos con esa basura, terminarán por deshacer la nación, la obra política y cultural de muchos siglos.
**Para entender el odio de la izquierda al Valle de los Caídos debe entenderse también su odio al arte y la cultura. En la república empezaron quemando obras de arte y bibliotecas cuando la quema de conventos. Siguieron con la labor en la insurrección del 34. Luego, con más furia tras las elecciones del 36. Y, ya en la guerra, en una orgía demente de destrucción y saqueo. Las asechanzas contra el Valle de los Caídos entran, pues, en una tradición criminal que prosigue. Su veneración por Largo Caballero, Prieto o sobre todo Negrín, su exaltación de los chekistas como “víctimas”, son una confesión de intenciones.
**Decía Julián Marías que el problema del PSOE es que tiene una idea negativa de la historia de España. En cambio tiene una idea muy positiva de su propia historia criminal. Nada más lógico.
**Según algunos que se dicen liberales, España no existe “como nación” hasta la Constitución de 1812. Lo que quiere decir que sigue siendo inexistente, pues esa constitución nunca se aplicó. Ni las otras que siguieron, hasta la actual.
**La banda de estafadores que dirige el país habla de cumplir la Constitución mientras se asocia con etarras, separatistas y comunistas. Es capaz de hablar de “ejemplaridad de la monarquía” mientras la socava sin cesar. Es obvio que el Pollo Doctor y su banda toman a los españoles por idiotas. Y lo malo es que tienen razón con respecto a gran parte de ellos.
**En VOX hay algunos empeñados en la colonización cultural. La última es una denuncia a no sé qué medio por publicar “fake news”. La estupidez y el servilismo no tienen límites.
*************************
Nostalgia por un tiempo ido
Un aspecto de Cuatro perros verdes es la nostalgia. Fukuyama trazaba un paisaje más bien sombrío del mundo que presuntamente vendría tras la caída de la URSS: las nociones y valores de bravura, coraje, imaginación e idealismo, la capacidad de arriesgar la vida por un fin abstracto, serían sustituidos por “los cálculos económicos, la eterna solución de los problemas técnicos, las preocupaciones acerca del medio ambiente y la satisfacción de demandas refinadas de los consumidores”. Como sabemos, las cosas se han complicado mucho desde el ensayo de Fukuyama, pero su descripción de la nueva sociedad encaja en gran medida en lo que hemos venido viendo y viviendo estos años en los países “desarrollados”. Quienes hemos vivido otras cosas podemos –no todos– sentir esa “saudade”. Aunque hoy no para de crecer la angustia por peligros reales o imaginarios (¡el cambio climático! ¡El poderío chino! ¡Los proyectiles hipersónicos!…) y por la posibilidad de que la satisfacción de los consumidores decaiga…
Pasaron solo 23 años desde 1967, año de la novela, hasta el derrumbe de la URSS, y el cambio en el ambiente nacional y mundial fue inmenso. Desde el fin de la URSS hasta la actualidad, 30 años, los cambios han sido incluso mayores. Y sin embargo los rasgos básicos de la condición humana permanecen tal cual, justificando el dicho francés “cuanto más cambia la cosa, más igual sigue”. Pero tanto el cambio como la igualdad coexisten de un modo oscuro. Recuerdo bastante bien aquella época, cuando entré en la escuela Oficial de Periodismo, y su amiente, o mejor dicho sus ambientes, tan diferentes de los de “el tiempo extraño” de la transición, iniciado solo ocho años más tarde. En la novela, aparte del carácter y expectativas de los protagonistas, hay un recuerdo ni vindicativo ni crítico de la sociedad en el último franquismo, un intento de rehacer con la memoria un mundo ido, imposible saber adónde.
***********************
Baroja-Ruano ( IV) El amor
Con respecto al amor, Baroja y Ruano coinciden en la increencia o rechazo de él según se reflejarían en Dante, en Tristán e Isea, en tantas obras literarias o musicales. Pero coinciden de manera opuesta. Baroja no habla del amor porque afirma no verlo en ninguna parte: Yo no he tropezado más que con matrimonios en gran parte de conveniencia y con amores un poco bajos, de prostitución y donde ha jugado un papel importante el dinero“. En su “Elogio sentimental del acordeón”, canta a La enorme tristeza de la voz cascada, que sale del pulmón de ese plebeyo, de ese poco romántico instrumento (…) ¡Oh modestos acordeones! (…) Vosotros no contáis grandes mentiras poéticas (…) Vosotros sois de nuestra época: humildes, sinceros, dulcemente plebeyos, quizá ridículamente plebeyos; pero vosotros decís de la vida lo que quizá la vida es en realidad: una melodía vulgar, monótona, ramplona, ante el horizonte ilimitado. O expone su escepticismo al respecto a una rusa que no está de acuerdo porque todas las mujeres y muchos hombres viviremos siempre pensando en que hay un mundo de color de rosa sonde se vive feliz, el mundo del amor. Quizá estas referencias resuman el tema en Baroja
Ruano hace en sus memorias y diarios ligeras y convencionales referencias al amor, pero dedica su biografía de Baudelaire a los hombres de personalidad bella e inútil; a los que devorados por apetencias inconfesables, ruedan cuesta abajo, lívidos y silenciosos, en la aguda noche del alma; a los aprendices de diablos con temor de Dios; a los suicidas… Sin duda encontró o creyó encontrar en el autor francés un alma gemela: ¡Dios mío, qué sorprendente, mágica y llena de fe hacia ti es la gran blasfemia de este libro, continuación de las católicas blasfemias de Carlos, de Barbey, de Huysmans, de tantos otros como querían encontrarte en la negación, en lo sombrío, en el devoto ejercicio del pecado, en el misterio eucarístico del análisis, en el placer sospechoso de escupir hacia arriba e en la angustia de allá abajo! Ruano era especialista en estas salvas de palabras, que, hay que suponer, sonarían ridículas al tal vez demasiado sobrio Baroja.
“Apetencias inconfesables”, “devoto ejercicio del pecado”, que Ruano encuentra bello, la paradójica belleza del mal y la fealdad. En la vida real, Ruano tuvo poco de Baudelaire, excepto en algunos vicios, pues, salvo algún período de constante borrachera, procuró cuidar su salud, asustado por algunos peligrosos golpes de enfermedad. Y su economía, eso sí, poco regular.
En las expresiones de Baroja se percibe un profundo pesar por el supuesto hecho de que las cosas sean así, y el amor idealizado un engaño, y de ahí probablemente su ausencia de aventuras amorosas. En Ruano viene a ser lo contrario: sin duda hizo sus pinitos de maldad baudelairiana, pero sobre todo nunca tuvo inhibiciones para ese tipo de “ligues” un tanto convencionales. Se le daba bien, pues su prosa o más directamente su conversación enamoraban, literalmente, a muchas mujeres. Pero prosa y conversación requieren otro comentario, aunque el tema del amor exija mucho más de lo aquí vagamente esbozado.
********************
Los anglosajones, Churchill especialmente, querían atacar a Alemania desde el sur, Italia o mejor aún los Balcanes, porque, evidentemente, podrían cortar de paso el avance soviético. Ello disgustaba a Stalin, que quería que la ofensiva fuera por Francia. De paso se oponía a cualquier nueva aventura por España, la solución de cuyo “problema” reservaría para el final de la guerra. Sin duda a Stalin le satisfizo la gran dificultad de sus aliados en su ofensiva por Italia, cuyo símbolo más claro fue la batalla de Montecasino. 208 – De Montecasino a Normandía | Carta abierta a unos historiadores liberticidas – YouTube
«
Como para que el gilipollas del Trillo se fuera corriendo a protestar y exigir una disculpa pública a la cadena inglesa por mofarse de la familia real española…
Hace pocos días, con lo de la sucesión de Amancio Ortega por su hija Marta, dejaban bien claro que la hija había trabajado de dependienta en una tienda Zara… pero eso sí, de Londres…
Pues eso, que fue sólo Coll… Vale, ya digo que hablo así de memoria.. Pero la cosa es que en Inglaterra se ríen de todo el mundo, y nada, aprovechando que ya no está Franco, a exigir disculpas a TVE…
**Según algunos que se dicen liberales, España no existe “como nación” hasta la Constitución de 1812.
Se lo habrán dicho sus amigos ingleses…
La Soraya del PP tardó cero coma en levantarse y abrir el micrófono,
— No me haga reír señoría…. O sea, que duda de que me haya leído el informe del banco de España…
{abrió una cartera de cuero y sacó el informe de una 10 hojas grapadas}…
— ¡Pues mire señoría lo que hago con el informe! .. ¡ras res ris ros rus!..
Lo hizo pedazos con las manos y los lanzó al aire…. Los trozos dieron una vuelta completa al hemiciclo como si una fuerza misteriosa los empujara y entonces caheron al suelo como si fueran de plomo… Se oyó cierto rumor, la Soraya del Psoe se mosqueó: esa forma de volar de los papeles no parecía muy natural que se diga.. Mientras tanto la Soraya cerró el micrófono empujándolo con violencia y de una saltito atrás se sentó en su escaño y le dijo algo al Rajoy,
— Ja ja ja… de ha quedado más pegada que un sello, ¿verdad?..
— Así se hace Soraya… no hay quien pueda contigo… y con..
— Ssssssssssssssssssss
(continuará)
*****
— ¡Pues mire señoría lo que hago con el informe! .. ¡ras!…….. ¡res!…….. ¡ris!…….. ¡ros!…… ¡y rus!…. {decía con parsimonía y mofa}…
— Así se hace Soraya… no hay quien pueda contigo… y con..
— Ssssssssssssssssssss… cuidado… que te pueden oir, Mariano..
A unos 5 escaños más a la izquierda la Cospe los observaba, y empujando su oreja izquierda con el dedo índice, haciendo que pareciera una antena parabólica que con su sonotone especial podía escuchar conversaciones ¡hasta a 80 metros de distancia!, y por tanto escuchar lo que hablaban esos dos…
— Luego te cuento, cuando lleguemos a Moncloa… ¿has puesto el huevo debajo de tu cama, como te dije?…
La nueva mentalidad hipercientífica de la Cospe no podía aceptar lo que acababa de ver con sus ojos en el congreso,
— No pueder ser, debe tener una explicación natural..
Y se puso a pensar esto y lo otro… entonces, de repente sacó una calculadora de su bolso y se puso a teclear,
— Si los papeles pesan A, y la velocidad del aire es B, y las ventanas están cerradas, la fuerza del impulso es C… entonces… la temperatura del aire de la sala debe ser…. tic tac tic toc… {dio a la tecla =}… ¡7000 grados Kelvin!…
Negó con la cabeza, moviendola de derecha a izquierda y de izquierda a derecha…
Una cosa buena tenemos los españoles, y es la condescendencia con la mediocridad. Como la mayoría somos mediocres, o muy mediocres, ese rasgo de nuestro carácter nos quita un montón de angustia…esa falta de angustia que nos aparta de la excelencia.
Y hoy en España se pueden encontrar calles dedicadas a Bolívar a San Martín, Fernando VII…creo que hasta a Aguinaldo.
Es verdad que en España hay mucho simplón pretencioso tipo Laín. Pero ocurre en todos los países, cada uno con su peculiaridad nacional
“en Inglaterra se ríen de todo el mundo, y nada”
También se ríen de ellos mismos sin por eso deprimirse. Es una buena virtud. Por lo demás, con una chusma política como la española es imposible no reírse cuando no hay que soportarla.
**Los brillantes analistas políticos asombrados de la pela entre Ayuso y el del Máster: “¿Pero por qué no se ponen de acuerdo? ¿Son idiotas? Van a perder las elecciones”. Pero los idiotas son esos analistas. Ayuso es más VOX que PP, y el PP es lo que ha sido desde la condena de Aznar al 18 de julio: auxiliar de PSOE y separatistas.
**La victoria electoral de Ayuso tuvo un lado malo: recogió para el PP muchos votos que deberían haber ido a VOX. Y un lado bueno: introducía en el PP una grieta. Si el PP no lograba absorber a Ayuso, la grieta no cesaría de ampliarse. Y eso es muy bueno.
**Se habla del golpismo de los separatistas catalanes. Pero la complicidad del gobierno con ellos es parte del golpe, ampliado con los manejos para dominar el poder judicial, las fuerzas armadas y la política de disgregación nacional. Con lo que abonan la posibilidad de un contragolpe si no se les frena a tiempo.
**Una de las cosas más cómicas del cacareo político es la pretensión socialista de negar cultura a Ayuso. Como si el PSOE no hubiera sido el mayor enemigo de la cultura española. Es como lo de los cien años de honradez. estos estafadores nunca se han cortado un pelo
**Los que dicen que o España es católica, o no es, deberían abrir los ojos a los manejos de la Iglesia para fomentar los separatismos. Y dejar de confundir a Dios con el César
Lo que yo quería señalar la profunda hipocresía del gobierno inglés, ellos se ríen de todo el mundo, incluso de su fmailia real…. y denla española…. pero luego, si pueden, exigen disculpas a TVE por meter a su reina en un chiste….
La cosa es someter a España… con el pretexto que sea…
¿Leyó usted lo que puse sobre Thatcher y el 12 de octubre?
La Tania encendió con un mechero el petardo que había puesto debajo de la cruz de madera que había robado de una pared de la facultad y que había pinchado en un montoncito de arena,
¡PUM!
Las perras dieron un respingo: el ruido había sido mucho mayor del que esperaban de un simple petardo. La Manuela fue la primera en decir algo,
— Joder, con un petardo de esos podríamos volar un coche…
— O una de esas barcas del estanque..
— O la fuente de la alcachofa..
— O la puerta Alcalá.. jajaja
— O la caseta de los gansos..
— O..
La Tania se cabreó y cortó el concurso de voladuras que se traían la Manuela y la Rita,
— ¡Ya está bien, coño! ¡Dejad ya de hacer el tonto! ¡Que esto va en serio!…
La Irene se cruzó de brazos,
— Bueno, qué… ¿esto es todo Tanía? ¿Nos has hecho venir hasta aquí sólo para esto?…
— No, no es todo… Mirad..
Y se fue andando hasta donde había caído un trozo de la cruz,
— ¡Exacto! Ha caído justo donde yo quería… {puso de cara de científica}..
— Joder, ¿y eso qué quiere decir?..
— Muy sencillo..
Cogió un palo y dibujó algo en el suelo,
— Según mis cálculos matemáticos si ponemos las bombas aquí, aquí y aquí… {sonrió}… mataremos dos pájaros de un tiro… Saldrá en toda la prensa internacional: ¡el dictador la espicha de un infarto!, jajaja..
Las otras tres perras miraban su croquis como absortas, intentando descifrar ese lenguaje matemático que sólo la Tania entendía, que esperó unos segundos… pero como ninguna de ellas le tiró de la lengua, añadió,
— ¿No lo véis?.. ¿En serio?..
— Joder, ¿ver qué?..
Protestó la Manuela, que se estaba cabreando.. esas situaciones la ponían nerviosa. La Tania dibujó una parábola hacia el sur del valle de los Caídos, y una X al final de la misma… y dijo toda solemne y triunfante,
— la ciencia ha hablado… la parte superior de la cruz caerá encima… ¡del monasterio del Escorial!…
Dando saltitos..
— Joder… Pues ya de paso,……. ¡por qué no haces que caiga en el Pardo!..
— Joder… Pues ya de paso,…… ¡por qué nl haces que caiga en el Pardo!..
La Tania cambió de semblante,… en serio, la Manuela ya la estaba tocando los cojones,
— ¡Mujer! ¡No seas tan fantástica, coño! ¡Una cosa es la ciencia y otra la fantasía! …
Le contestó mientras las cuatro se alejaban del lugar… y alguien, de entre las sombras, con forma femenina, salió detrás de un arbusto y las fotografió a ellas… fotografió el croquis que la Tania había dibujado en suelo…
https://www.infocatolica.com/blog/caballeropilar.php/2112030644-espectacular-testimonio-de-un
Al miércoles siguiente, y como todos los miércoles, la Soraya entró en el hemiciclo, dispuesta a todo… Se notaba cierto revuelo, algo pasaba…. ¿sería su nuevo peinado lo que llamaba la atención?… ¿sería que iba en chándal y con zapatos?… ¿o sería que agarraba con la mano izquierda un escobón?… Justo antes de las esleras va subir a su escaño se paró, dio media vuelta, y como siempre se encaró con la Soraya del Psoe que la esperaba como de costumbre,
— ¡Te destruiré!
Leyó la socialista en sus labios,… y al poco notó una escalofrío por la espalda, y una manos invisibles heladas alrededor de su cuello. La ministra le sonrió con desprecio, y se sentó en su sitio, a la espera de que comenzara la sesión de control al gobierno… se lo pasaba pipa, dando contestaciones de infarto hasta al apuntador…
Esa mañana el grupo socialista iba a presentar a su nueva diputada que iba a sustituir a uno que se murió después de que la ministra le contestara,
— Sí… haría bien su señoría en cuidar su salud… se lo digo yo.. en lugar de venir aquí ha hacerme perder el tiempo… ¿sabe?, algunos trabajamos.. ¡para solucionar los problemas de este país! ¡no como otros! ¡cabrones! ..
La Soraya no se había enterado todavía, pero fue fácil encontrar a la nueva diputada sorpresa por el remolino de periodistas…. La Cospe se quedó estupefacta también, tanto o más que cuando el historias se enteró de lo de la contraarmada inglesa… Le sonaba esa cara… ¡Por Dios!.. era… era… era…
**Es lógico que la Thatcher fuera poco amiga de España (“¡Bombardeemos Madrid!”) y defendiera los intereses ingleses. Lo que no es lógico es que los infames políticos españoles defiendan también los intereses ingleses.
**El Doctor envía al Vaticano a la ministra que se cargó la religión. Hay que suponer que Pancho quedará encantado. De momento ya ha aparcado a uno de los poquísimos obispos, casi el único un poco decente.
Bueno, eso está claro… yo no culpo a Inglaterra de hacer sus deberes,… los que no hacen sus deberes son loa gobiernos españoles..
Al parecer sobre 1987 comenzaron congresos internacionales sobre el descubrimiento… y volvieron a la carga para revitalizar la leyenda negra contra España… el gobierno español no hizo nada en absoluto contra eso…
(con motivo del quinto centenario)
— Luego te cuento, cuando lleguemos a Moncloa… ¿has puesto el huevo debajo de tu cama, como te dije?…
La nueva mentalidad hipercientífica de la Cospe no podía aceptar lo que acababa de oir a través de su sonotone de última generación,
— ¡Que están haciendo brujerías, hechicerías o como se llamen! ¡No puede ser! ¡Estamos en 2018!..
Pensó…
Estoy en el hospital, de visita, me parece que hay mucha gente con tos seca…dentro y fuera…
Don Pío, es usted el que confunde a la Iglesia (con mayúscula) con la triste y patética iglesia actual, que está en las antípodas de la que Cristo fundó y pretendió.
Si España deja de ser católica, España se va a la mierda. Sin Dios no somos nada.
Deje ya eso, por favor.
China contra la Hispanidad,
https://youtu.be/Dzso9djyNcI
El momento culminante de la magna empresa fue el ataque a Lisboa. El 25 de mayo, la flota echó el ancla en la bahía de Peniche, 100 kilómetros al norte de la capital, y el ejército de 12.000 hombres al mando de Norris, se puso en marcha, mientras la flota se dirigía a la salida del Tajo. La idea era ir recogiendo por el camino la adhesión popular a Crato, a fin de llegar con fuerza multiplicada a la ciudad, a la que, se suponía, atacaría Drake por mar, con lo que la victoria parecía segura. Cabía contar con desavenencias y rivalidades entre los mandos españoles y portugueses, y Crato contaba además con partidarios entre la nobleza y el funcionariado, que debían abrirles las puertas de la ciudad. La guarnición lusohispana sumaba 7.000 hombres bajo el mando inmediato del Conde de Fuentes, uno de los más acreditados jefes de los tercios, bajo la dirección del virrey de Portugal Archiduque Alberto. Estos tenían la muy complicada tarea de atender al mismo tiempo al ejército de Norris, a la escuadra de Drake, a la previsible actividad de los partidarios de Crato y a la desmoralización de los lisboetas ante un enemigo tan fuerte.
El plan de Norris-Crato tenía un punto débil: quizá los portugueses no mostrasen mucho entusiasmo por unas tropas a las que consideraban herejes y piratas. En todo caso, el apoyo popular esperado brilló por su ausencia, mientras destacamentos españoles retiraban al paso de los invasores provisiones y útiles, y los hostigaban con emboscadas y acciones repentinas, causándoles cientos de muertos. Y así la esperada marcha triunfal se transformó en una lenta pesadilla de inquietud y hambre hasta que, al cabo de una semana hasta que entre el 2 y el 4 de junio pudieron ocupar unos barrios en los arrabales de la ciudad, inmediatos a las murallas. Sin embargo, no les llegó el descanso apetecido, porque su campamento atrincherado estaba al alcance de la artillería portuguesa, y los españoles lanzaron varios ataques de improviso y alguna “encamisada” que les ocasionaron nuevos cientos de bajas mortales. Y fueron descubiertos a tiempo dos intentos de los partidarios de Crato, con lo que desapareció la esperanza de conseguir así un fácil y poco costoso acceso. Por otra parte, Drake no daba señales de acercarse a Lisboa, mientras que desde el mar inmediato un grupo de galeras lusoespañolas disparaba contra los de Norris, alejándoles de la orilla, lo que impedía otra maniobra conocida de los tercios: aprovechar la marea baja para superar la muralla, pues la ciudad tenía poca defensa frente al mar.
Asi, el campamento inglés se convirtió en una trampa letal, con la gente hambrienta y gran número de heridos y enfermos. Norris se creyó en el caso de ordenar una retirada nocturna. Para engañar a sus contrarios, se mantuvieron numerosas hogueras encendidas, pero el engaño duró poco. Advertida la retirada, destacamentos españoles y portugueses se lanzaron en persecución de los que huían, causándoles nuevas bajas, hasta el punto de que el grueso del ejército se apresuró, abandonando a heridos y enfermos, hacia Cascaes, a 30 kilómetros. Allí permanecía Drake, el cual no había hecho otra cosa que capturar mercantes neutrales, principalmente holandeses y de la Liga Hanseática. Esta nueva marcha infernal y no especialmente honrosa, sería disimulada en los informes, como el del capitán Wingfield, cuya crónica inventa acciones bélicas en Lisboa los días del 5 al 9, cuando ya el ejército había desaparecido de allí. No obstante, como señala el historiador Luis Gorrochategui, ese documento ha recibido crédito de prácticamente todos los que se han ocupado del tema, sin consultar la documentación española y portuguesa
Canción
https://youtu.be/Re5dr5qD1NI
orris tardó solo dos días en comprender que su campamento se había convertido en una trampa mortal: los portugueses no les ayudaban, los agentes de Crato habían sido neutralizados, tenía gran número de heridos difíciles de atender, y la tropa hambrienta y desanimada. Además se le acumulaban los enfermos por una epidemia, probablemente de disentería, por la mala alimentación o haber bebido algunos de los charcos. Y, lo peor, Drake no daba señales de querer acercarse desde Cascaes, donde se había establecido dedicándose a capturar mercantes de países neutrales, sobre todo holandeses y alemanes de la Liga Hanseática, que comerciaban habitualmente con Portugal.
En consecuencia, Norris creyó oportuno ordenar el día 5 una retirada nocturna “a la sorda”, prácticamente una huida hacia Cascaes, a 30 kilómetros de distancia. Para hacer creer que seguía en el campamento, mantuvo en él numerosas hogueras encendidas, pero sus contrarios pronto advirtieron el engaño y lanzaron destacamentos en su persecución. El acoso causó a los ingleses cientos de nuevas bajas, hasta el punto de que medio se desbandaron, abandonando a heridos y enfermos. No obstante, el grueso de la guarnición no abandonó Lisboa, por cautela de que la retirada fuese una añagaza para dejar desprotegida la ciudad. Esta nueva marcha infernal y no especialmente honrosa, sería disimulada en los informes, como el del capitán Wingfield, cuya crónica inventa acciones bélicas en Lisboa los días del 5 al 9, cuando ya el ejército había desaparecido de allí. No obstante, como señala el historiador Luis Gorrochategui, ese documento ha recibido crédito de prácticamente todos los que se han ocupado del tema sin consultar la sobria documentación española y portuguesa.
Drake había permanecido dedicado a pequeñas actividades piráticas, con las que había engrosado su flota, que quizá se aproximara a las 200 embarcaciones, y aunque no había prestado la menor ayuda a Norris, no había permanecido inactivo: había enviado emisarios al sultán de Marruecos para que le ayudase atacando a su vez a España y también escrito a Londres pidiendo más ayuda a Isabel. El sultán no cumplió sus obligaciones de aliado, y la reina se limitó a mandar una carta y una flotilla con abastecimientos y con la misión de hacer volver a Essex a Londres. La carta contenía airados reproches a los dos jefes de la expedición por no haber atacado Santander, como se les había ordenado. La petición de refuerzos hacía sospechar a la reina que las cosas habían ido mal, pero seguramente no sospechaba hasta qué punto. Norris y Drake lo sabían y debieron de pasar horas angustiosas ante la perspectiva de afrontar la furia regia a la vuelta.
Y, aunque aplazada por vientos contrarios, la vuelta era obligada, con preocupación por cada día que pasaba. Portugueses y españoles contemplaban el enorme número de barcos y pensaban que tenía que haber nuevos intentos contra Lisboa, pero aquella fuerza era ilusoria. El hambre y la enfermedad hacían presa en las tripulaciones y sobre todo en los soldados, que eran peor alimentados. Las presas de mercantes habían provisto a la flota de bastante trigo, pero debían consumirlo cocido, sin moler, porque los españoles habían destruido todos los molinos próximos. Y este consumo aumentaba el malestar intestinal y la mortandad consiguiente. Llegaría un momento en que las dotaciones de muchos barcos eran insuficientes para hacerlos navegar. Por otra parte, los ingleses estaban sitiados por tierra en Cascaes, mientras llegaban a Lisboa cuantiosos refuerzos, también de galeras, y había noticias de una flota española aproximándose, con lo cual pronto los hostigamientos serían sustituidos por una ofensiva en toda regla.
Cada día que pasaba crecía el peligro para la expedición, y por fin, el 19 de junio se hizo al mar la Contrarmada pese a que los vientos no empujaban hacia el norte, como deseaba perentoriamente, sino hacia el suroeste. Previamente los ingleses saquearon cuanto pudieron de Cascaes y quemaron minuciosamente la pequeña ciudad. Las galeras, advertidas, emprendieron la persecución acosando a las naves rezagadas. Nueve de ellas fueron hundidas, capturadas al abordaje o incendiadas, causando a Drake nuevos centenares de muertos y prisioneros, y sobre todo un agobio que tendía a desbandar al conjunto. Drake había destacado en sus ataques por sorpresa y con pequeñas flotas, pero como almirante de una gran escuadra había demostrado mucha menos capacidad.
Cuando el viento se hizo más propicio, la vuelta a Inglaterra aumentó la catástrofe. La Contrarmada se dividió entre la fracción menor que debía llevar a Inglaterra a los heridos, a los holandeses y a Essex, y el grueso que siguió con Drake y Norris, cada vez más desorganizado. Agobiados por la necesidad, los barcos arribaron a Vigo, puerto pesquero indefenso. Los vecinos se retiraron al monte llevándose cuanto podían, y los ingleses quemaron el pueblo y otros de la ría, destrozando en especial las iglesias. Los vecinos espiaron a los grupos que buscaban botín por los alrededores y mataron a un número de ellos. Llegaron enseguida algunas tropas que ocasionaron más bajas y prisioneros a los ingleses. Drake ofreció retirarse sin hacer más daño si le devolvían los prisioneros. El jefe español, indignado por la destrucción causada, respondió ahorcando a los prisioneros a la vista de los barcos e incitando a Drake a que le enviara más de los suyos para darles la misma suerte.
La batalla de Lisboa, unida a la de La Coruña, fue básicamente por tierra y no tuvo la espectacularidad de la de Lepanto, pero su transcendencia no fue menor para España. Mantuvo la unión ibérica e impidió la posible toma de las Azores, lo cual habría tenido consecuencias catastróficas sobre el Imperio hispano y en los demás teatros bélicos. Basta recordar la euforia del mundo protestante por el desastre de la Gran Armada para entender lo que habría supuesto un segundo golpe mucho más demoledor. Por parte inglesa la expedición fue planteada con gran ambición, pero en principio no tenía nada de inviable, y las fuerzas dedicadas a ella eran suficientes. La clave de su derrota –que no simple fracaso como en el caso de la “invencible” radicó en la falta de entusiasmo de los portugueses por Crato y sus acompañantes; o, a la inversa, en la destreza política de los mandos españoles que evitó posibles y aun fáciles confrontaciones con los portugueses. En conjunto, el fallo inglés de Santander fue un factor secundario. Desde luego, de haber tenido éxito habría causado serios daños al poder naval español, aunque ya se estaba construyendo una nueva flota en otros puertos. Y no habría evitado el desbarate en Lisboa, causado por la excelente conducción de Fuentes y Alberto, cuya hábil y eficaz táctica de hostigamiento fue agotando y hambreando a los enemigos, y al mismo tiempo neutralizó a los agentes de Crato, evitó posibles desavenencias entre españoles y portugueses, y elevó la moral de la población, que de otro modo podría haber generado reacciones imprevisibles. Por la parte contraria no deja de ser un enigma la falta de colaboración entre Drake y Norris, pues la presencia de la Contrarmada ante Lisboa habría podido muy bien cambiar el cariz de la campaña. Luego, la epidemia, posiblemente causada por el hambre y la sed provocadas por el hostigamiento hispano, remató la expedición del modo más catastrófico.
La victoria hispana supuso una catástrofe para Inglaterra. El recuento, en septiembre, dio 102 barcos de los más de 180 iniciales, que llegaron a pasar de los 200; y 3.722 hombres de los 27.600 iniciales. Con algunos otros, el total de supervivientes no pasaría de los 5.000, y bastantes de ellos fallecerían luego en los puertos, contagiando de paso la enfermedad y la mortandad a los habitantes de Plymouth y otros lugares. De los barcos, aparte de los perdidos en combates, la gran mayoría de ellos desapareció probablemente al ser abandonados por falta de tripulación suficiente.
No acabaron ahí las desgracias para quienes con tanta esperanza de botín se habían alistado. Las finanzas de la reina estaban bajo mínimos y Norris, bien consciente de ello, sugirió que fuesen pagados con la venta de las mercancías capturadas a los mercantes apresados ilegalmente por Drake, pero los propietarios, sobre todo alemanes, reclamaron la devolución, que tampoco pudo hacerse. Así, los supervivientes recibieron cinco ridículos chelines por cabeza, al paso que Burghley les prohibía entrar en Londres. Surgieron protestas violentas, sofocadas manu militari, algunos desafiaron la prohibición de ir a Londres y fueron allí a protestar, recibiendo castigos y siete de ellos la horca.
Norris volvió a acusar a Drake por la derrota, y en una discusión entre los dos estuvieron a punto de emplear las armas. Los dos, sin embargo, supieron amañar informes exculpatorios, admitiendo solo fallos menores. Hábilmente, Norris sugirió en la corte que “en nombre del honor de Su Majestad y de la reputación del país, creo que no debe encontrarse ninguna falta en nuestras acciones (…) Y si nos lamentamos de nuestros propios hechos, somo indignos del éxito”. En otras palabras, por el prestigio de Inglaterra y del propio Norris, convenía no ahondar en el asunto. La reina, bien sea porque captó el mensaje o porque se dejó engañar inicialmente, se felicitó del “feliz triunfo” sobre España. Pero, cuando la verdad se fue haciendo, comprendió que lo mejor era disimularla y hablar lo menos posible de ella. Norris y Drake fueron relegados a puestos inferiores, pero sin ser realmente castigados, y volverían más tarde a servir a Su Majestad, para su perdición en el caso de Drake. Essex fue perdonado y readmitido al favor de Isabel, seguiría participando en acciones bélicas y desobedeciendo y siendo perdonado varias veces por la reina, hasta que, ya en 1601, sería acusado de traición y decapitado junto con cuatro amigos suyos.
El olvido internacional en que consiguió la corte inglesa sepultar su calamitosa aventura, junto con sus exageraciones sobre la “invencible” revelan tanto su pericia propagandística como la mediocridad de la historiografía española hasta prácticamente la actualidad
Nuevo hilo