Consigna electoral / La mesa y los clavos / Marx (X) Frente al liberalismo

 ¿Qué consigna electoral?

**He visto una consigna de VOX, que no sé si será para las elecciones: “Decide lo que te importa”. Difícil imaginar una consigna más floja y pobre. Sugiero la siguiente: “Recuperar España. Recobrar la democracia”. Pues de esto y no de otra cosa se trata, y esa es la razón de ser de VOX.  Ruego a los lectores militantes de ese partido lo hagan saber en él.

**Entre tanta farfolla de políticas menores de “lo que (supuestamente) interesa a la gente” se suelen olvidar las cuestiones principales. De ahí la importancia de centrarse en ellas, en la Gran Política, a la que deben referirse los asuntos secundarios, y no simplemente citar estos como una cosa más. Por ello insisto en la difusión lo más masiva posible, en redes, en foros, en todas partes, de las cartas al Dotor y a Feijóo.

**Un asunto importante, aunque se mantenga en segundo plano, es el de la monarquía. Su legitimidad procede en la legitimidad del franquismo. Si se niega  la segunda se niega la primera. No procede, como dicen, de la Constitución, que simplemente refrendó la decisión de Franco y que no fue jurada por Juan Carlos. Y menos aún depende de la “excelente relación” con la monarquía inglesa, la de Gibraltar. En la medida en que los monarcas olvidan su verdadero origen actual, se deslegitiman.

**No suele repararse en que las leyes sexuales, mal llamadas de género, implican la creencia en una superioridad moral e intelectual  del varón, y de ahí que un mismo delito puede reportarle mayor castigo que a la mujer. Pues esta encontraría un atenuante en su atribuida mayor inestabilidad emocional y debilidad lógica, mientras que en el varón sería un agravante precisamente porque esa superioridad le otorgaría responsabilidad mayor.

**En cuanto a la inestabilidad emocional y escasa lógica, están bien de relieve en las monteros, las bularras, las pames, la robles y tantas más. Sería terrible que representaran realmente a la mujer, como pretenden.

**Hace trece años publiqué en Libertad digital este artículo: “Soy homófobo,naturalmente”: https://www.libertaddigital.com/opinion/presente-y-pasado/soy-homofobo-naturalmente-asesinatos-en-masa-6642/ 

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La mesa y los clavos

Leo que un historiador inglés “desmiente que la derrota alemana en Stalingrado se debiera al invierno. Se debería sobre todo a la ayuda de EEUU”. Se ha solido achacar la derrota de Moscú (no la de Stalingrado) al “general Invierno”, que en realidad consistió en un grave fallo de previsión del mando alemán. Aunque no fue ese general, sino los generales soviéticos los que derrotaron masivamente, por primera vez, a la Wehrmacht. Y en Stalingrado ocurrió lo mismo: fue el movimiento estratégico y táctico diseñado por el Stavka el que derrotó a Paulus.

Este tipo de argumentación pueril se está aplicando constantemente, y más en relación con la contienda de Ucrania. Recuerda al que atribuye el mérito de la construcción de una mesa, no al carpintero que la ha diseñado y trabajado, sino al que le vendió clavos y cola de pegar…Pero es una “argumentación” extendidísima, también en torno a la guerra de España. Por eso, aunque parezca increíble a estas alturas y después de miles de títulos, son necesarios libros como La II Guerra Mundial y el fin de la Era Europea o Los mitos de la Guerra civil. 

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Marx (X) Su crítica al liberalismo

Volviendo atrás de nuevo, debemos  Marx establecía un supuesto sentido de la historia mediante la crítica al liberalismo, la ideología capitalista por excelencia. La visión liberal, “burguesa”,  desde Adam Smith y aun desde antes, se basaba en el “douce commerce”, la colaboración interhumana, por naturaleza pacífica y  que satisfaría a todos.  Para que así fuera, el intercambio debía darse entre  individuos libres e iguales (iguales ante la ley). La  universalidad del comercio dataría de  tiempos históricos relativamente recientes, como una evolución desde los intersticios del rígido sistema feudal. De modo que el liberalismo culminaría la evolución social, que en adelante correría  ya por sus cauces racionales y beneficiosos para todos (o al menos para la gran mayoría).

Sin embargo, Marx mostró que el capitalismo no había surgido de manera amable, sino violenta y “chorreando sangre”. Ya en la Inglaterra de Enrique VIII e Isabel I una verdadera revolución había expropiado las tierras comunales y  eclesiásticas, en las que vivían masas de campesinos, de pronto  despojados. Aquellas tierras se dedicarían en especial a criar ovejas,  cuya lana era precisamente uno de los principales y más rentables objetos de comercio en  Europa. El despojo se realizó en Inglaterra e Irlanda, y duró hasta el siglo XIX, notablemente en las “limpiezas de las Highlands”, “limpiando” de campesinos las tierras en que estos habían vivido, aun si  pobremente, desde tiempos remotos. ¿Qué hacer con aquellas decenas o cientos de miles caídos  en la indigencia o reducidos a una dieta de patatas, como en Irlanda? Las leyes isabelinas fueron drásticas: había que sujetar a tanto vago y vagabundo a su pesar. Hasta la mendicidad les fue prohibida, salvo a los manifiestamente inútiles, y su castigo iba desde perder las orejas a la horca, medidas  aplicadas a fondo. Otros fueron  contratados como jornaleros en pésimas condiciones, o reclutados para el ejército o la armada (y recuérdese  cómo fueron tratados los que lucharon contra la Gran Armada española o  en la desastrosa Contraarmada).

En otras palabras, el capitalismo habría nacido del despojo de masas humanas, en un proceso acentuado aún con la Revolución industrial, en la que otros millones se verían sujetos a un peculiar intercambio comercial con los patronos, en el que la igualdad de condiciones y derechos era, digamos, muy relativa. Además, el intercambio suponía una lucha por las fuentes de mercancías a intercambiar, que no siempre ni mucho menos era pacífica, según demostraba la historia.

Así, el  comercio no se ejercería entre individuos iguales, sino entre oligarquías  que defendían sus privilegios con las uñas y dientes del estado y sus leyes. Por otra parte, la idea de que el comercio satisfaría por igual a sus participantes sería real  solo en cuanto a los subjetivos valores de uso, pero con los de cambio surgía un problema: ¿de dónde provenía la ganancia si, a menos que hubiera engaño, el intercambio debía producirse entre valores iguales?  Sin embargo, la ganancia era el objetivo esencial de un sistema dedicado al comercio, es decir, a la producción y venta de  mercancías.

Otro problema surgía del interés individual.  El sistema no funcionaba por buenos sentimientos sino por los intereses particulares. Adam Smith había explicado que la concurrencia de unos y otros no generaba, como cabría esperar, una anarquía incontrolable,  sino que la concurrencia libre entre miles de interesados generaba una “mano invisible”  que corregía los desequilibrios. Pero entonces,  ¿de dónde venían las crisis recurrentes del sistema?

Finalmente, concluía Marx, no solo lo que llamaba capitalismo había nacido en el tiempo  y de un modo violento, sino que estaba destinado a perecer lo mismo que otros sistemas explotadores que le habían precedido, básicamente el feudalismo y el esclavismo.

Al abordar el  marxismo es preciso entender los problemas generales a los que se enfrentaba y que criticaba. Ahora bien, una crítica, por aguda que sea, no implica que la alternativa propuesta sea válida.

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En contra de una bibliografía tan voluminosa como irrisoria, la república no cayó por el alzamiento de julio del 36, sino por el doble golpe izquierdista-separatista de octubre del 34 y del fraude electoral del 36.  280 – Las izquierdas aplastan a la república | Carta abierta a Núñez Feijóo – YouTube

 

 

 

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59 Respuestas a Consigna electoral / La mesa y los clavos / Marx (X) Frente al liberalismo

  1. Estoy de acuerdo con usted don Pïo. Imprescindible la palabra España dentro del lema de campaña…

  2. Pío Moa dice:

     

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    Marxismo (y XI) Falsedad de la Ley e inutilidad de la teoría del valor-trabajo

    8. Aumentar el capital constante (C) no es más que aumentar el variable (V) y la plusvalía (Pl)…

     ¿Por qué? El aumento de C, en un sentido marxista, solo nos interesa como aumento de valor de la producción. Ahora bien, todo aumento del valor global se puede descomponer en sus dos términos, salarios y plusvalía. La masa física de C no influye para nada en esto. Lo que influye es que aumentar las mercancías significa agregar nuevas cantidades de V y de Pl, componentes del valor de toda mercancía. Llevar al mercado tornos, como llevar patatas fritas, es arrojar al proceso de cambio V + Pl. Lo que para el comprador del torno es un gasto en C, para el vendedor es una realización neta de V + Pl.


       
    Por tanto, todo aumento del valor total de C consiste exclusivamente en esto: en un aumento del conjunto de C + Pl. Así,  aunque cada empresa  particular  considere C como un gasto de inversión,  en el conjunto de la economía aparece como una cantidad de salarios y plusvalía.


       
    De modo que el alza de C no alterará la tasa de ganancia global, por cuanto dicho aumento entraña otro exactamente igual de los elementos del valor citados.

     

    9. …por lo que la fórmula de la tasa de ganancia es falsa

       Ya que C se descompone a su vez en V + Pl, la fórmula marxiana de la tasa de ganancia, TG = Pl / (C + V), es falsa. Siendo C igual a V + Pl, la fórmula de Marx equivale a la siguiente: TG = Pl / (Pl + V) + V, lo cual muestra su carácter artificioso. Aunque un empresario particular no ve en C esa suma de Pl + V, en la realización total del mercado lo es, por lo que la Pl de C, en su calidad de ganancia, debe entrar en el numerador, y V sumarse a la V del denominador. La fórmula de la ganancia sería, finalmente, la misma que la fórmula de la tasa de explotación o de plusvalía: Pl / V. Al establecer su fórmula de la tasa de ganancia, Marx es inconsecuente con su propia teoría, y confunde el aspecto que ofrece la inversión C al empresario particular con el valor del conjunto de una economía local o nacional.


       
    Esta última aproximación crítica bastaría a efectos demostrativos y podría habernos ahorrado en gran parte las aproximaciones anteriores, pero me parece más ilustrativo mostrar la incoherencia de la Ley desde distintos ángulos.

     

    10.   La teoría del valor es inútil

      Dice muy bien Sweezy, aunque se queda corto, que si bien en términos físicos la cantidad de ha crecido inmensamente, no está tan claro un aumento parejo en términos de valor. En realidad, el problema básico nace precisamente de la propia concepción del valor marxiano, que ni en los países capitalistas ni en los socialistas ha tenido hasta ahora la menor utilidad como instrumento de medición económica.


       
    No obstante, en apariencia la concepción del valor-trabajo nos proporcionaría un instrumento objetivo de  medida de la economía, por encima de las fluctuaciones y distorsiones causadas por las maquinaciones del mercado. Pero resulta no ser así. Como sabemos, el valor de las mercancías consistiría en la cantidad de trabajo humano que contienen, cantidad medida en tiempo. Por tanto, el valor puede expresarse en horas de trabajo, y así lo hace Marx. Ahora bien, obviamente no todos los obreros rinden por igual, y hay diferencias importantes entre un obrero especializado y el simple peón, o existen muchos trabajos mal orientados que no producen valor alguno, sino mera pérdida de energías. O, en otro sentido, de ser así, la producción de la India valdría mucho más que la de Usa, o la de Indonesia más que la de Alemania, idea disparatada.


       
    Para sortear este escollo,  Marx postuló que no se trataba de tiempo de trabajo sin más, sino de “tiempo de trabajo socialmente necesario”, es decir, el tiempo medio empleado de acuerdo con unas condiciones técnicas dadas (“En las condiciones normales de la producción y con el grado medio de habilidad e intensidad corrientes en un momento dado”). Esto parece una salida, pero conduce a un embrollo mayor,  al ofrecernos una medida de goma, inaplicable. Pues entonces no tendrían la misma capacidad de crear valor  las horas de un indio que las de un californiano, y variaría también esa capacidad dentro de cada país o región algo amplia, pues en ninguno de ellos son homogéneas las condiciones técnicas y sociales. Y variarían también de año en año, porque las condiciones de lo “socialmente necesario” cambian con el tiempo. ¿Cómo medir el valor de nada, en esas condiciones?  ¿Y cómo sería posible el intercambio de mercancías entre China y Suecia, o entre España y Filipinas? ¿Sobre cual valor “socialmente necesario”? El tiempo de trabajo sin más podría ser una forma objetiva de medir el valor (si no chocara con obstáculos como los señalados), pero al añadirle los rasgos de “socialmente necesario” pierde toda utilidad como instrumento de comparación y medida.


      
    (Además, entraña una contradicción básica en la teoría. La expresión “socialmente necesario” no es otra cosa que la introducción inconfesada de la productividad, de “C”, en definitiva, en la formación del valor. Al introducir la condición “socialmente necesario”, Marx admite, contra el fundamento de su teoría, que “C” crea valor. Entendemos así los embrollos, contradicciones y tautologías de la Ley, algunas de las cuales hemos examinado)


      
    Esto, y no la falta de apoyo institucional a las investigaciones sobre el valor, como pretendía Manuel  Castells, es la causa de que el valor marxiano resulte inútil para medir y  analizar la economía o la sociedad. Y siendo falsa la concepción marxiana del valor y la plusvalía, base de todo su sistema, el edificio teórico construido sobre ella se viene abajo.

     

                                            ***

     

       La crítica a una teoría puede hacerse comparándola con otras, o comprobando sus pronósticos y los hechos reales que aspira a explicar, o bien examinando su coherencia interna. Aquí hemos seguido esta última vía, por parecer la más decisiva. La comparación con otras teorías suele dejar un margen de incertidumbre, pues no existen teorías absolutamente certeras. La comprobación en los hechos o la historia real ha sido, desde  luego, muy desfavorable al marxismo, pues ni el descenso de la tasa de ganancia  ni ninguna o casi ninguna de sus predicciones se ha cumplido, pero queda la duda de si se cumplirían en el futuro. En cambio, si el examen de una doctrina deja en claro su carácter íntimamente contradictorio o incoherente, se vuelve  innecesario comprobarla  con la práctica o compararla con otras teorías para determinar su validez. Tratándose de una doctrina política y social, sus consecuencias solo pueden ser nefastas, como efectivamente lo han sido. Si este ensayo tiene alguna dosis de acierto, algo habrá contribuido a aclarar el carácter de la doctrina marxista, que un tiempo me subyugó, como a tantos

  3. Pío Moa dice:

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    La piedra angular del marxismo

     

    El marxismo explica la historia por la lucha de clases y la economía, que en realidad vienen a ser lo mismo. Las clases sociales, divididas básicamente en explotadoras y explotadas, se definen por su posición en el proceso económico.  La insuficiente capacidad productiva del hombre  a lo largo de la historia  imponía la explotación  de los muchos por los pocos.  Este punto clave, la explotación,  explicaría el resto de la actividad social: el derecho, la religión, el arte o la política , a ciertos niveles la misma ciencia… solo expresarían los intereses de las minorías explotadoras.  Pese a que la ideología de los explotadores impregnaba también a los explotados, la lucha por la vida se manifestaría  en una espontánea lucha entre las clases, y en una rebeldía natural de los explotados que obligaba a los explotadores a desarrollar un aparato de opresión, el estado,  para mantener sometidos a aquellos.  El impulso productivo, aunque muy lentamente, socavaba las constricciones ideológicas hasta quebrar revolucionariamente la vieja sociedad, permitiendo el paso a otra superior, basada en un nuevo tipo de explotación (la sociedad esclavista, por ejemplo, daba paso a la feudal). Este proceso habría culminado en la sociedad capitalista o burguesa, la cual desarrolla la producción en un grado tal que hace posible la sociedad de la abundancia, en la que, por primera vez en la historia, la explotación del hombre por el hombre se vuelve superflua.

      
    Pero el capitalismo, al mismo tiempo que coloca a la humanidad en el umbral de la abundancia y la igualdad, le impide traspasarlo, pues su sistema se basa en la apropiación privada de los medios de producción y del fruto del trabajo colectivo. Los beneficios de una producción altamente socializada recaen sobre una ínfima minoría de explotadores burgueses. Afortunadamente, el sistema produce también sus propios enterradores, las masas de trabajadores asalariados, es decir, la clase obrera o, más ampliamente, el proletariado, condenado a una vida cada vez más miserable y forzado por ello a rebelarse. El capitalismo es así el último régimen de explotación del hombre por el hombre. Los revolucionarios conscientes, conocedores de la dinámica histórica, deben encauzar la enorme fuerza de la rebeldía espontánea o latente de las masas para destruir el aparato de dominación (el estado) de la burguesía, abolir la “esclavitud asalariada” y “expropiar a los expropiadores”. Tarea, como se ve, noble y magnífica como no cabe concebir otra, alumbradora del horizonte más espléndido jamás soñado por la humanidad, justificadora de cualquier esfuerzo y sacrificio, propio o ajeno.

      
    Todo lo anterior no pasaría de palabrería más o menos inspirada si no fuera porque Marx, con espíritu más científico que el de muchos de sus seguidores, trató de probar sus tesis  mediante el estudio de la sociedad llamada burguesa, que tenía a mano sin necesidad de especulaciones sobre el pasado, aplicando una serie de razonamientos ingeniosos. El capitalismo es un modo de producción de mercancías, esto es, de bienes destinados al cambio antes que al consumo útil. Bienes como peines, casas y periódicos, por ejemplo, pueden cambiarse en determinadas proporciones, a pesar de su utilidad tan diversa. ¿Qué tienen en común, para poder cambiarse?  Según Marx, el trabajo humano que cuesta producirlos. Luego la cantidad de trabajo humano contenida en ellos y medida en horas de labor, es la base del cambio, la sustancia del “valor de cambio” o valor propiamente dicho, a distinguir del valor de uso o utilidad. El tiempo de trabajo humano necesario para fabricar las mercancías es lo que permite cambiarlas entre sí, por muy diferentes que sean en aspecto y utilidad.


       
    Esta concepción del valor fue empleada marginalmente por Adam Smith y desarrollada por Ricardo, pero Marx le dio una derivación original al aplicarla a un tipo de mercancía particular: la “fuerza de trabajo humana”. La fuerza de trabajo se convierte en mercancía cuando es objeto de compraventa, y eso ocurre cuando una multitud de personas carecen de otra propiedad significativa que esa fuerza, su capacidad para trabajar, por lo cual deben venderla, para subsistir, a los propietarios de los medios de producción, a los capitalistas. La venta se hace, como con cualquier otra mercancía, por su valor. ¿Y cuál es el valor de la fuerza de trabajo? El representado por el conjunto de bienes (alimentos, vestido, alojamiento, etc.)  precisos al obrero para vivir, y que le paga el capitalista en forma de salario.

      
    Aquí surge un problema: si las mercancías se cambian a su valor, ¿qué beneficio extrae de ello el capitalista? Evidentemente, ninguno: los elementos comprados para elaborar la mercancía  y el precio de venta de esta serían equivalentes, y así el cambio sistemático propio del régimen burgués sería un ejercicio absurdo, sin pérdidas pero también sin ganancias. Marx encuentra la clave de la ganancia en esa mercancía particular, la fuerza de trabajo, la cual crea  el valor de las demás mercancías, y puede ser empleada durante más tiempo que el equivalente al salario pagado por ella. Si el obrero trabajase solo las horas equivalentes a su salario, su empleador no ganaría nada. Si este gana algo es porque el obrero sigue trabajando, produciendo nuevo valor durante varias horas más. Ese valor extra o plusvalía, del que su productor es despojado por el empresario, constituye el índice de la explotación del obrero, la sustancia del beneficio y el motor del sistema.  El capitalismo puede definirse entonces como el régimen de extracción sistemática de plusvalía. De ahí derivan  fenómenos expuestos en  El Capital, como la formación de un “ejército industrial de reserva” de desempleados, que permite aumentar la explotación, la tendencia a la concentración de capital y la consiguiente ruina y proletarización de los pequeños propietarios, etc. , ideas conocidas y que aquí no trataré.

     
      
    Además de motor del capitalismo, la plusvalía también mueve la lucha de clases en esta época histórica: el propietario busca aumentar su ganancia al máximo reduciendo el salario y/o  aumentando la duración de la jornada, y ello obliga al obrero a oponerle una tenaz resistencia natural, la cual se convertirá en rebelión liberadora una vez penetran en él las ideas revolucionarias y la conciencia de su posición y misión histórica.

      
    El concepto de plusvalía es ciertamente, como explicaba Lenin, la piedra angular de la construcción teórica marxista. Con ella queda demostrada brillantemente, en principio, la realidad de la explotación, que pasa de ser un hecho posible pero ocasional, o una impresión subjetiva, quizá caprichosa o resentida, como podía pensarse de los utopismos anteriores, a convertirse en un concepto científico, mensurable, esencial y definidor de una realidad histórica: la explotación del hombre por el hombre, propia de todas las sociedades de clases, se realiza de manera particular y discernible bajo el poder burgués. El concepto de plusvalía permite pasar “de la utopía a la ciencia”. Nunca antes había logrado el pensamiento revolucionario dotarse de una herramienta de interpretación histórica y económica tan consistente y demoledora frente a las resistencias de la sociedad tradicional, frente a sus teorías  y explicaciones del mundo o de la sociedad, descartadas definitivamente como encubrimiento de la explotación, como ideologías al servicio de la clase dominante.

  4. Pío Moa dice:

    Marxismo (III) La cuestión del derrumbe

     

       Sin embargo, la existencia de la explotación, por injusta que parezca, no determina la necesidad de la caída del régimen burgués. En realidad, las ideas mismas de justicia, libertad, etc., proceden de la sociedad de clases y carecen de entidad científica. El sistema esclavista, por ejemplo, mantenía a grandes masas sometidas a una explotación que hoy nos parece inicua, y sin embargo persistió largos siglos. Con el capitalismo podría ocurrir algo peor, como observa Rosa Luxemburg: “Si la producción capitalista es capaz de asegurar el crecimiento ilimitado de las fuerzas capitalistas y el progreso económico, entonces es invencible”, con lo que “el socialismo deja de ser una necesidad histórica”.

      
    Por tanto, el marxismo debe demostrar la necesidad del ocaso capitalista, y hacerlo a partir de las condiciones de desarrollo del sistema o, si se prefiere otra expresión, a partir de sus contradicciones internas. Esto es preciso por razones decisivas de concepción y método, reforzadas por la evidencia de que no existe, o no existía entonces, un sistema económico y social de amenazar al mundo burgués. Y tampoco vale contrastar al capitalismo con las ventajas de un sistema imaginariamente más justo, como hacían los utopistas. El socialismo ha de resultar, por tanto, del mismo desarrollo burgués. El capital debe crear, a su pesar y por su propia dinámica, las condiciones materiales adecuadas y chocar con ellas al mismo tiempo, para que el socialismo tenga su oportunidad y la burguesía deje de ser “capaz de seguir desempeñando el papel de clase dominante de la sociedad, o de imponer a esta, como ley reguladora, las condiciones de existencia de su clase”; que llegado un momento no pueda “dominar porque no puede asegurar la existencia de su esclavo”. Situación que a Marx se le antojaba “evidente” ya en 1848, cuando redactaba el Manifiesto Comunista.  

      
    La necesidad teórica de que el capitalismo fenezca víctima de sus contradicciones ha sido llamada “teoría del derrumbe”, y ha provocado largas y confusas polémicas en el movimiento comunista. Por ejemplo, si la dinámica burguesa llevaba a su propia extinción, ¿qué papel tocaba entonces a la “conciencia”, al “sujeto revolucionario”, esto es, a la clase obrera y su “vanguardia”? ¿Para qué esforzarse y sufrir por la revolución si el capitalismo ha de desplomarse por su propio peso? Además, sería inútil adelantarse a la maduración de las condiciones “objetivas”, como demostraba el análisis de otros movimientos sociales del pasado, fracasados por “adelantarse a su tiempo”.


       
    Sin embargo, existe algo parecido a una respuesta. Marx observó en el Manifiesto que la lucha de clases puede no terminar en revolución sino en “el hundimiento de las clases beligerantes”. Si la clase obrera no se prepara, organizándose y combatiendo, pueden ocurrir derrotas innecesarias y la lucha espontánea concluir en una catástrofe final para proletarios y burgueses. Además, la organización revolucionaria tiene por misión “acortar los dolores del parto” de la nueva sociedad (liquidando a la parturienta, curiosamente). Y viceversa: las tareas de organización y combate adquieren su pleno sentido solo cuando se orientan por la teoría científica del desarrollo social, por la “conciencia” de la historia.

      
    Por otra parte, oponer la economía al sujeto humano carece de sentido claro en el marxismo. El sujeto solo opera en su condición de factor económico: como clase social, es decir, como colectividad determinada en su vida y acción por su posición en el proceso productivo. Sus intereses “reales” y comportamiento parten de dicha posición, y no ideas abstractas de justicia o libertad. La política es la esencia concentrada de la economía.

      
    Este enfoque no resuelve en el fondo el dilema sobre el papel de la conciencia y la actitud personal ante una evolución histórica prefijada, pero en el terreno del marxismo militante tiene coherencia suficiente. Llama la atención cómo, a pesar de ello, emergen (emergían) continuamente entre los comunistas  problemas de este género, tan “metafísico”. Para salvar la conciencia amenazada (y no menos para congraciarse con los hechos, tan poco tolerantes con las previsiones doctrinarias), muchos teóricos han querido negar la existencia en Marx de algo como la tesis del derrumbe. Pero quienes niegan estas necesidades teóricas caen por fuerza en un moralismo arbitrario o en incertidumbres como la expresada por G. Hodgson en una crítica  a la ley del descenso de la tasa de ganancia: “El prólogo de Marx a la Contribución a la crítica de la economía política puede ser, y de hecho ha sido, interpretado de forma groseramente mecanicista, aunque su verdadero significado resulte un tanto ambiguo u oscuro”. Conclusión poco promisoria.


       
    Desde luego, demostrar el carácter pasajero del capitalismo es una necesidad absoluta de la concepción de Marx, y en realidad el objetivo de sus teorías. Sin ello, su concepción global, filosófica y política, se diluye en una pura especulación quejumbrosa. La crítica clave dirigida por aquel a los “economistas vulgares” o burgueses, es que tratan al capitalismo como eterno, o como culminación de la historia. Aquí no vamos a discutir ese carácter pasajero del capitalismo, sino solo la forma como Marx lo trata en su formulación más lograda: la aludida ley del descenso de la tasa de ganancia (en adelante “la Ley”), cuyo nombre ya indica su trascendencia, al ser la ganancia (esto es, la explotación) el objetivo principal del capitalismo.

     

  5. Pío Moa dice:

    Marxismo (IV) Formulación de la Ley

     

       La ganancia capitalista, pues, consiste en la plusvalía, es decir, en la diferencia entre el salario pagado al obrero y el valor total de la producción de ese obrero, diferencia que se apropia el patrón. Así, la tasa de ganancia parecería equivaler a la relación entre plusvalía y salario, pero no es así, porque  esa relación  solo expresa la tasa de explotación. La tasa de ganancia debe tener en cuenta, además de los salarios, la suma invertida en maquinaria, materias primas, instalaciones, etc. Por tanto se manifiesta en la relación entre plusvalía e inversión total (salarios más maquinaria, materias primas, etc.) A los salarios los llama Marx capital variable, y a las demás inversiones capital constante, y de ahí la fórmula de la tasa de ganancia: TG =Pl / (C+V), donde Pl es plusvalía, C capital constante y V capital variable o salarios.

      
    Si la plusvalía permanece estable, pero aumenta la suma de capital constante y variable, entonces la tasa de ganancia baja, como exige la teoría.  Ese descenso podría deberse a una tendencia al aumento de los salarios, V, lo cual significaría a su vez una baja en la tasa de explotación, al aumentar los salarios frente a la plusvalía. Pero eso no ocurre, en general. El capital marxiano no tiene la menor veleidad de disminuir la explotación. Muy al contrario.

      
    La tendencia real es al aumento de C, es decir, del gasto en maquinaria etc., el cual crece mucho más que los salarios. La relación entre capital constante y variable se llama “Composición orgánica del capital” (CO), con lo que CO= C/V. Tenemos entonces que la Ley (del descenso de la tasa de ganancia)  descansa en la tendencia a incrementar la CO, la composición orgánica, o sea, la cantidad de maquinaria y demás capital constante por cada obrero. Para contrarrestar esa tendencia al gasto creciente en C, que deprime la tasa de ganancia, el capitalista puede aumentar la tasa de explotación, bajando los salarios, por ejemplo. Pero eso a la larga no le vale, porque dicha explotación encuentra límites naturales (el obrero no rinde si no come), mientras que la expansión de C no encuentra límites en principio.

      
    Podría pensarse que el aumento del capital constante debiera redundar en un aumento de la plusvalía pero, según Marx, eso no es así. La plusvalía proviene exclusivamente de la fuerza de trabajo humano empleada, y no de la maquinaria y demás. Esta se limita a transmitir su propio valor al producto final, pero sin aportarle valor nuevo como hace, en cambio, el obrero. Por eso Marx llama a C  “trabajo muerto”, y al esfuerzo del obrero “trabajo vivo”. La pregunta es: si el aumento de  deprime la tasa de ganancia, ¿por qué lo emplea el capitalista en cantidad creciente?  Pues porque el aumento de C,  al aportar  al producto final su propio valor, le permite aumentar la masa de ganancia. Así, un burgués pequeño puede sacar beneficios muy altos por relación a su pequeña inversión, pero un gran burgués, con una ganancia inferior por capital invertido, obtendrá sin embargo una mayor ganancia total.

      
    Ello permite que “en determinadas circunstancias el gran capitalista, cuando quiere desplazar a sus competidores de menor importancia, en período de crisis, por ejemplo, pone en práctica la Ley: voluntariamente reduce su tasa de ganancia  para eliminar a las empresas de menor envergadura”. Cada  empresario, presionado por la competencia y el afán de beneficios, emplea más y más capital constante, sin reparar en que la masa de ganancia así obtenida hace disminuir la tasa, dado que la plusvalía extraída a los obreros no puede aumentar indefinidamente, y ello a la larga tendrá consecuencias desastrosas, hasta impedir toda ganancia.

      
    Y así, la carrera por una mayor masa de beneficios acrecienta la composición orgánica del capital y la correspondiente baja en la tasa de ganancia, hasta destruirla y empujar al sistema a la crisis y, finalmente, al derrumbe. Esa tendencia, por su carácter ineluctable en el largo plazo, se formula como la Ley del descenso de la tasa de ganancia, según vimos.

      
    La Ley expresa la compulsión del capitalismo por acumular capital. La acumulación consiste, por tanto, en la sustitución creciente de trabajo vivo por trabajo muerto, de V por C. Conforme se acumula, disminuye la proporción de trabajadores empleados y con ella la base y fuente de la plusvalía, es decir, de la ganancia capitalista. “Los muertos matan a los vivos”, como en la obra clásica.

  6. Pío Moa dice:

    Vistos los méritos de la Ley, resulta misteriosa su no excesiva popularidad entre los seguidores de Marx. Una causa es que, como ocurre con otras predicciones, sus efectos no se han comprobado fehacientemente, de modo que unos, como hemos visto, han hablado de crisis derivadas de la Ley como un caso entre otros, actitud intolerablemente ecléctica para el marxismo; y otros se han remitido a la situación de borrador en que Marx dejó los escritos con los que Engels compuso el tomo III de El capital, donde expone la Ley. Pero esta excusa tampoco vale mucho, porque la Ley queda allí bien desenvuelta y no se observan en ella, en principio, fallos formales ni incoherencia interna o con el resto del pensamiento marxista. Se menciona que Marx habría escrito los papeles del tomo III antes de escribir el II, siendo enigmática la razón de ese aplazamiento. Pero esa razón es solo especulable, tanto si se quiere creer que el autor estaba inseguro de sus tesis como si se prefiere  opinar que las reservaba para  asestar el golpe de gracia teórico a la burguesía y sus economistas, habiéndole sorprendido la muerte antes de rematar la obra.

       
    Una tercera y divagante excusa sostiene que la Ley explicaría el funcionamiento del capitalismo del siglo XIX, sin ser necesariamente válida para una época posterior. Tal argumento ha tenido mucha circulación, pero las previsiones del autor de El capital  tampoco se cumplieron en el siglo XIX, y por entonces ello se explicaba arguyendo que hacía falta más tiempo para que las leyes y tendencias descubiertas se manifestaran con toda su fuerza. ¡Ahora se pretende justamente lo contrario!

     

     
     
     

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    Otros creen que, en fin de cuentas, nada se perdería con extirpar la Ley del cuerpo doctrinal marxista. Sin embargo, lo ya visto permite comprender que sin la Ley el marxismo se tambalea, a no ser  que se la sustituya por otra equivalente y más perfecta, capaz de explicar mejor el necesario derrumbe burgués. Pero nadie ha realizado esa tarea, pese a la insistencia, desde hace algún tiempo, en un marxismo “creativo”, que en la práctica se ha mostrado más bien estéril.

      
      
    La primera observación crítica a la Ley la hacía el propio Marx hacia 1865: “Si se considera el enorme desarrollo productivo (…) en los últimos treinta años, en comparación con todos los períodos precedentes –en especial si se tiene en cuenta la enorme masa de capital fijo que entra, además de la maquinaria propiamente dicha, en el proceso social de producción–, la dificultad que se nos presenta no es ya (…) explicar la baja de la tasa de ganancia, sino la inversa: explicar por qué no es mayor o más rápida dicha baja”.

      
    No sabemos qué diría Marx al contemplar la masa de capital constante hoy existente, si la de su tiempo ya le asombraba. En todo caso percibió que la Ley, expresada tal cual, no podía funcionar, pues condenaba al capitalismo al derrumbe desde sus propios comienzos: si suponemos una situación de tasa de ganancia suficiente para proporcionar al capital un funcionamiento “sano”, nos encontramos con que, a partir de ahí, cada paso adelante en la acumulación ocasiona una contracción del mercado y otros efectos a cual más lamentable, creciendo en espiral. Y así, apenas roto el equilibrio de una supuesta composición sana,  el capital se precipitaría al desastre. La tasa ideal no admitiría ninguna modificación no catastrófica. Cada aumento en la producción iría acompañado de una dificultad acrecentada –imposibilidad, más propiamente—de realizar el valor en el mercado.

      
    Por ello Marx concluye: “Deben actuar influencias contrarrestantes que interfieran en la acción de la ley general y la anulen, dándole solamente el carácter de tendencia, razón por la cual también hemos calificado de tendencial a la baja la tasa general de ganancia”.

      
    Existen por tanto, contratendencias capaces de aplazar el triunfo del mortal peso de la Ley. Esta sólo se impondría a largo plazo como la tendencia más fuerte. Así, la evolución capitalista resultaría del juego entre la Ley y las contratendencias. No es difícil pensar que este juego engendra ciclos: los momentos de predominio de la Ley serían las crisis, las cuales, mediante variados procedimientos traumáticos, limpiarían el terreno para una nueva acumulación y el predominio pasajero de las contratendencias. Todo ello dentro de una orientación fundamental al estancamiento y el derrumbe.

     

  7. Putin, ¿debilitado o fortalecido? La respuesta de Lorenzo Ramírez a «la gran duda» tras la rebelión.
    https://www.youtube.com/watch?v=CScJnMH9BnQ&ab_channel=NegociosTV

  8. Manolo dice:

    Toda la economía es economía política en última instancia. Mucho intento de establecer leyes pero el estado puede expulsar del mercado a una compañía extranjera por razones no contempladas en esas supuestas leyes de la economía. Vamos como si en la ley de la gravitación de Newton apareciera Dios y decidiera que un planeta en particular no sigue esa ley por averigua tú las razones de Dios para hacer eso.

  9. Alvo dice:

    Mcgregor sobre el motín de Prigozin …. cree que se debe a que él y otros están hartos de que la guerra dure tanto y Moscú sea tan cauta antes de lanzar un ataque a gran escala … cree que el efecto será precisamente ese, un fuerte ataque de los rusos después de cierta reorganización en el ministerio de defensa…

    https://youtu.be/BZoS9fVX20I

  10. Puede que sea así Alvo, pero el problema es que estos «comandantes» por decirlo así, no tienen una visión completa del Estado como tiene el presidente. No es que Putin sea infalible, pero estos militares no tienen los elementos de juicio que maneja el presidente. Esto lo explica muy bien Viktor Ternovsky en su último vídeo. A Kadyrov le pasaba lo mismo al principio. El criticaba y maldecía hasta que le hicieron ver, esta realidad que te cuento. El presidente no actúa por capricho, si sigue una estrategia, es porque considera que es lo mejor para el país. Puede equivocarse, pero siempre tendrá una visión más completa que nadie. Eso sin contar con que existe algo que se llama disciplina y jerarquía. Si aquí cada uno actúa por su cuenta, pues sería un caos. 
    Hay otros, como mi mujer que piensa que hay que relevar a Shoigú, porque ha sido un buen elemento, pero ha quedado un poquito obsoleto. De hecho, han habido rumores de que iba a se cesado, pero al final no ha sido así, porque hoy estuvo pasando revista a unas tropas.
    Como dice el vídeo de Negocios tv, evidentemente esto ha debilitado a Putin, pero al mismo tiempo le ha dao la oportunidad de conocer a sus enemigos. Ahora sabe, mejor que hace unos días, quienes no están con él. Y eso, también es una ventaja.
    En cualquier caso, el Kremlin tiene que reflexionar sobre lo ocurrido porque cuando ocurren estos desencuentros todos tienen parte de culpa…

  11. Pío Moa dice:

    Es cierto que el gobierno interviene en la economía. Pero no puede hacerlo demasiado arbitrariamente, porque podría hundir la economía y socavar su propia supervivencia. También es verdad que cualquier política económica tiene sus riesgos, porque la economía no es una ciencia real. Decía Churchill: cuando tengo un problema económico consulto con cuatro economistas, y cada uno me da una solución distinta. Algo así.

  12. En la noche del 26 de junio, dos Su-27 rusos interceptaron un avión de reconocimiento Boeing RC-135 y dos cazas Eurofighter Typhoon. Según el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa, los aviones británicos se acercaban a la frontera rusa sobre el Mar Negro. «Cuando se acercaron los combatientes rusos, los aviones militares extranjeros dieron un giro en U: no permitieron la violación del espacio ruso. El vuelo del Su-27 se llevó a cabo en estricta conformidad con las normas internacionales», dijo el ministerio. 
    https://regnum.ru/news/3815819

  13. ÚLTIMA HORA | Prigozhin habla por primera vez tras la rebelión: «No queríamos derrocar a Putin».
    https://www.youtube.com/watch?v=T6ixjMY0r1s&ab_channel=NegociosTV

  14. Historiadoradomicilio dice:

    Es poco probable que la “cautela” de Putin sea la causa de la parálisis rusa. Es mucho más probable que se deba a la falta de municiones, debido al desgaste constante, y a la necesidad de evitar pérdidas graves entre el personal de tropa que conlleve nuevas e impopulares movilizaciones. 

  15. Historiadoradomicilio dice:

    Además, las nuevas armas hacen extremar la cautela. Con la provisión de armas de misiles de la OTAN se pueden destruir fácilmente tanques, aviones o helicópteros, muy caros, y sobre todo a su personal; que se tardes meses en entrenar. Es poco probable que a Putin le interese arriesgar pérdidas difícil de reponer. 
    Clsro que sin esas armas pesadas es difícil de avanzar, o de consolidsr sus avances. Cómo Ucrania no las tiene o en número insuficiente (y no las puede reponer) eso explica la parálisis del frente actual. Y las tablas sangrientas que arrastramos desde la estabilización del frente.
    Por supuesto, puedo estar equivocado. El tiempo está y quitará razones.

  16. Pablouned dice:

    Si el lema electoral es bueno o malo, no lo sé. No soy ningún experto. Cuando reactive mi afiliación, trasladaré estas objeciones. Tengo muy poco tiempo y empleo parte de él en distribuir las cartas del Doctor y Feijóo y en desmontar en sus canales de youtube, a Federico Jiménez Losantos. No por el tipo en sí, sino por lo peligroso de su demagogia. 

    El lema es individualista y ambiguo, por un lado, pero por el otro, pone al ciudadano en un papel protagonista por un lado necesario y por el otro, ilusorio. 

    Es una pena que haya borrado el comentario de Historiadoradomicilio, que decía que con lo que se ha fumado Putin, podría hacerse hospitales en Ucrania. Le diría que tendrían cierto sentido esas críticas, si se tratara de un habitante ucraniano o ruso. Porque ese es un problema de Ucrania y Rusia, no de España. Y no comprendo que le preocupe lo que se hayan fumado Rusia o Ucrania, y no así lo que se han fumado España y la UE: centenares de miles de millones que no tenemos, para jugarnos el pellejo nada menos que contra Rusia, China, la India, Irán, Pakistán, buscándonos ahí enemigos aún más poderosos que Marruecos, Francia o Inglaterra, que nos pueden invadir y de hecho nos invaden, USA, que apoya a todos los invasores de España o Argelia, que no solo nos puede invadir, sino además cortarnos el gas. Aparte de que, comprometer la independencia, la paz y la neutralidad de España, no sólo son delitos de por sí, sino que además integran el de alta traición. ¿De verdad no le preocupa el riesgo que está corriendo España por su cuenta y sí el que están corriendo Rusia y Ucrania? 
     

  17. Alvo dice:

    … ¿la falta de municiones? … jaja .. lo raro es que Putin no se haya muerto ya de esa grave enfermedad …. 

  18. Pío Moa dice:

    “Con la provisión de armas de misiles de la OTAN se pueden destruir fácilmente tanques, aviones o helicópteros, muy caros, y sobre todo a su personal; que se tardes meses en entrenar.”
    Se ve que no tienen muy buena puntería. A Rusia, los misiles y municiones se les han agotado ya veinte veces, según “la inteligencia británica”. Claro que Rusia perdió la guerra hace  ya más de un año. Y que la economía rusa está en ruinas, por las sanciones. Y que Rusia ha quedado reducida a un estado paria y aislado del resto del mundo.Etc.

    La verdad es que nada de eso ha sucedido, aunque podría suceder en el futuro, eso solo lo sabe la “inteligencia británica”..

    Lo contentos que estaban muchos analistas, la OTAN y Zelenski con la perspectiva de una guerra civil en Rusia…

  19. Alvo dice:

    Expertos hablan del futuro del líder Wagner: “Acabará ‘tirándose’ de un tercer piso o con dolor de cabeza por polonio”

    … los expertos ingleses …

  20. Vladimir Putin acaba de dirigirse a la nación, pero Elena estaba muy ocupada. Lo primero que ha hecho es quitarme el aire acondicionado y después se ha metido en la cocina. Sólo he conseguido averiguar que agradecía a las fuerzas que se habían declarado en rebeldía que desistieran de su error. Más tarde, os subiré el discurso subtitulado…

  21. Alvo dice:

    Nadie cambia, salvo casos extremos,  un objeto que valga en el mercado cien euros por uno que valga veinte…

    Bueno, y salvo casos extremos casi nadie practica el trueque ….

  22. Alvo dice:

    …. y un precio en sí tampoco es un valor objetivo … 1000€ no significan lo mismo para dos personas con psicologías distintas … lo único que hay ahí de objetivo es el número 1000 …

  23. Alvo dice:

    … se supone que los números son los mismos para todo el mundo … pero una vez que añades cierta moneda, el significado es muy distinto de unas personas a otras …

  24. Manolo dice:

    - Oye, ¿te has anterado de que van a subir la gasolina?
    – a mí me da lo mismo. Siempre le echo 20 euros.

  25. Pablouned dice:

    No sé. Es un triángulo vicioso, liberalismo, comunismo, anarquismo. 

    Porque sí, ciertamente las periódicas crisis del liberalismo, parecen dar la razón a Marx, lo que no quita lo inviable del comunismo. Y al mismo tiempo, las críticas anarquistas al comunismo,  decían mucha verdad acerca de en qué podía realmente convertirse, lo que no quita que el anarquismo sea aún más inviable. 

    Y todo este tema del globalismo, la crisis del COVID, lo que vino después y la nueva implosión del liberalismo, a lo que me lleva es a una pérdida de fe en la política, en todo sistema político, aunque reconozco que la falta de sistema político, es aún más inviable. 
     

  26. Pablouned dice:

    No sé. Las armas de USA están siendo pulverizadas por otras mucho más baratas. Es decir, que a veces, sí que lar armas de USA destruyen otras más caras, como sucedió en la guerra de la URSS en Afganistán, con un helicóptero soviético caro y los baratos misiles Stinger, pero otras veces es al revés. Es más: que pase una cosa en un sentido, es prueba de que puede suceder en sentido contrario, de igual modo que el hecho de que se gane es prueba de que se puede perder. 

    Y sí, donde las dan, las toman. 

  27. Sputnik ya ha sacado el mensaje subtitulado, aunque está incompleto. En cualquier caso es un mensaje breve…
    https://sputniknews.lat/20230626/putin-realizara-importantes-anuncios-en-breve-informa-el-kremlin–1140966185.html
     

  28. Nebredo dice:

    “Aquí surge un problema: si las mercancías se cambian a su valor, ¿qué beneficio extrae de ello el capitalista? Evidentemente, ninguno: los elementos comprados para elaborar la mercancía  y el precio de venta de esta serían equivalentes”
     
     
     
    Efectivamente, es lo que según el marginalista liberalismo “neoclásico” ocurre  en mercados competitivos, a cero tender  el beneficio empresarial computando los costes implícitos o sea, los de oportunidad o sea, lo que el empresario pierde por no dedicarse a otros quehaceres en vez de a la empresa:
     
    EXPLICACIÓN TEXTUAL ECONÓMICA LIBERAL NEOCLÁSICA DE QUE MERCADO COMPETITIVO O SEA, NO OLIGOPÓLICO  NI MONOPÓLICO, IMPLIQUE SER PROMEDIALMENTE NULOS LOS BENEFICIOS EMPRESARIALES:
     
     
    “En particular, si las empresas son competitivas y maximizadoras de los beneficios,el precio de un bien es igual al coste marginal de producirlo.”
     
     
     
    “El proceso de entrada y salida” (de empresas) “sólo concluye cuandoel precio y el coste total medio son iguales”
     
     
     
    “A largo plazo, entran y salen empresas del mercado hasta que los beneficios son nulos,por lo que el precio es igual al coste total medio mínimo.”
     
     
     
    “el número de empresas se ajusta para asegurar que se satisfaga toda la demanda a este precio.” (…) “por lo cual los beneficios son nulos.”
     
     
     
    “A la larga, el número de empresas que hay en el mercado se ajusta de tal manera que el precio es igual al coste total medio
     
     
     
    mínimo.”
     
     
     
    “¿Por qué no cierran las empresascompetitivas aunque sus beneficios sean nulos?”
     
     
     
    “Recuérdese que los beneficios son iguales a los ingresos menos el coste total, y que el coste total incluye todos los costes de oportunidad de la empresa. En concreto, el coste total incluye todo el tiempo y todo el dinero que dedican los propietarios de la empresa al negocio.
     
     
     
    En el equilibrio de beneficio nulo,el ingreso de la empresa debe compensar a los propietarios por estos costes de oportunidad.
     
     
     
    Veamos un ejemplo:supongamos que para poner en marcha una explotación agrícola, un agricultor hubiese de invertir un millón de dólares que si alternativamente los depositase en un banco le rendirían cincuentamil dólares al año en intereses. Además habría de renunciara un puesto de trabajo en el cual ganaría treintamil dólares al año.
     
     
     
    en tal caso, el coste de oportunidad de la agricultura
     
     
     
    para este agricultor comprende tanto los intereses que alternativamente podría obtener cuanto el salario que dejaría de ganar: 80.000 dólares en
     
     
     
    total.”
     
     
     
    (Lo cual significa que solamente si en mercado perfectamente competitivo el agricultor obtuviese exactamente ochentamil dólares de ingresos en el primer año dedicándose a la agricultura y solamente si el precio de equilibrio del mercado coincidiese conque tal agricultor obtuviese de ingresos dichos ochentamil dólares, ni uno más asimismo que ni uno menos, no habría “pérdida irrecuperable de eficiencia”.)
     
     
     
    “Conviene tener en cuenta que contables y economistas miden de modos respectivos distintos los costes.”
     
     
     
    “Los contables llevan la cuenta de los costes explícitos, no de los implícitos. Miden los costes que exigen que de la empresa salga dinero pero no miden los costes de oportunidad de la producción, los cuales ocurren sin que de la empresa salga dinero. El
     
    el el equilibrio de beneficio nulo  por lo tanto, el beneficio contable es positivo a la vez que resulta nulo el beneficio económico.
     
     
     
    Por ejemplo, el contable de nuestro agricultor llegaría a la conclusión de haber sido obtenidos ochentamil dólares en concepto de beneficios” (si   los economistas concluyesen no haber habido ganancias ni pérdidas).
     
     
     
    (De las conclusiones del capítulo XIVº de Principios de economía, autor Mankiw)
     

     

     
     

  29. Nebredo dice:

    “y un precio en sí tampoco es un valor objetivo … 1000€ no significan lo mismo para dos personas con psicologías distintas … lo único que hay ahí de objetivo es el número 1000 …”
     
    ¡Claro! Psiques hay propensas a dar euros a cuatro pesetas… y no tardan mucho en hacerse efectivos los resultados objetivos.
     
    (Para lasperio: el duro constaba de cinco pesetas, peseta la moneda oficial española que el euro substituyó.)

  30. Nebredo dice:

    “y un precio en sí tampoco es un valor objetivo … 1000€ no significan lo mismo para dos personas con psicologías distintas … lo único que hay ahí de objetivo es el número 1000 …”
     
    ¡Claro! Psiques hay propensas a vender  duros  a cuatro pesetas… y no tardan mucho en hacerse efectivos los resultados objetivos.
     
    (Para lasperio: el duro constaba de cinco pesetas, peseta la moneda oficial española que el euro substituyó.)

  31. comino dice:

    Esta píldora de Pío Moa debería divulgarse, y generar debates: los símbolos españoles, la creación artística, la colonización cultural, la monarquía actual sumisa a Inglaterra… son temas fundamentales. La apertura del nuevo museo es una ocasión idónea. No son temas menores.

    El nuevo museo es un monstruo arquitectónico, como se aprecia desde el otro lado del río: destroza la elevación de la catedral, que junto con el Palacio creaba una semejanza espectacular con la acrópolis de Atenas. En https://piomoa.es/?p=20288

  32. Nebredo dice:

    “los elementos comprados para elaborar la mercancía  y el precio de venta de esta serían equivalentes, y así el cambio sistemático propio del régimen burgués sería un ejercicio absurdo, sin pérdidas pero también sin ganancias.”
     
    Nada de absurdo hay en intercambiar arroz por trigo de modo que la parte que dé arroz lo haga en cantidad cuyovalor medido en precio sea igual al del trigo que reciba a cambio.
     
    Tengamos presente que fue como medida de valor cómo surgió el dinero. por ello vacas y ovejas fueron en tiempos dinero medida de valor para tener criterio objetivo para trocar, siguiendo con el ejemplo, arroz por trigo.
     
    La misma función, ser medida objetiva del valor  económico, continuaba siendo la primordial  milenios después según  todo  el espectro de los economistas, incluidos Marx y los a ultranza liberales Háyek, de la escuela austríaca, y Friedman, mascarón de proa de la “neoclásica”.
     

  33. Burbul dice:

    Lo de las leyes estas de género es exactamente así; consideran a la mujer un ser inferior digno de protección (como a muchos reptiles en España o a los gorilas en el Congo): ese es el verdadero significado de «igualdad» en esa clase abyecta de legislación.

  34. Nebredo dice:

    Independiente de que el criterio último de valorr fuese  quier el tiempo de trabajo socialmente requerido quier la utilidad marginal, el dinero era la  unidad de medida equivalente objetiva de tales valores últimos  tanto según Marx cuanto para Háyek.

  35. Burbul dice:

    Tras la retroespantada de la Guardiole, vox tiene una oportunidad de oro para subir la exigencia: educación, que el pp la querrá no por lo que implica, sino por el presupuesto que mueve, la tiene más cerca que en ninguna otra comunidad.

  36. Nebredo dice:

    Dinero unidad de medida de valor para medir respectivamente el valor económico del tiempo de trabajo y el de las “utilidades”.
     
     

  37. Nebredo dice:

    Asimismo también nada de absurdo tiene vender algo por el dinero al cual equivale realmente  pues la venta es lo que realiza el valor, tanto en términosmarxianos cuanto en liberales.
     

  38. Un comandante de las Fuerzas Armadas de Ucrania hizo estallar a sus soldados con una granada. Resumen de la OME del 26 de junio de 2023.
    https://aif.ru/politics/world/komandir_vsu_vzorval_granatoy_svoih_soldat_svodka_svo_za_26_iyunya?fbclid=IwAR22BAjXyFE7QengRcM8jbS_QtvfdJfxSPbt-05oRgWLKC-TxYNb63xeY7g

  39. El Partido Liberal Democrático insiste en la creación de un ejército contratado de al menos 7 millones de personas.
    https://tass.ru/politika/18124343?fbclid=IwAR2b7LEnX94mC3H2UEpHEKxZ_fv3YKiTsQk8i4xItKuW99I9MWSVJM7qY70
     

  40. Nebredo dice:

    Asimismo también nada de absurdo tiene vender algo por el dinero al cual equivale realmente  pues la venta es lo que realiza el valor, lo que lo hace efectivo, tanto en términos marxianos reeferidos al capitalismo cuanto en marginalistas.
     
     

  41. Esto viene a cuento porque el otro día había quien consideró que el pueblo ruso, estaba muy cerca de la barbarie. Que eran hordas mongólicos, y no sé cuántos disparates más. Entonces, ¿estos que son?
    This is America!
    El Ku Klux Klan (KKK) es un grupo de carácter supremacista blanco estadounidense, conocido por promover por medio de actos violentos y propagandísticos el racismo. Creado en el siglo XIX, inmediatamente después de la guerra de Secesión por confederados afines al Partido Demócrata del sur, agrupa a varias organizaciones estructuradas a modo de sociedad secreta, que con frecuencia han recurrido al terrorismo, la violencia y actos intimidatorios —el más famoso quizá sea la quema de cruces, y el más truculento y criminal el ahorcamiento de negros en árboles— para imponer sus criterios y oprimir a sus víctimas.
    https://www.arte.tv/es/videos/092135-001-A/ku-klux-klan-una-historia-americana-1-2/?fbclid=IwAR3nZ1KMZt9fS_OMFhSQNe_ZUWZwmQ5wk82b15SqA5_D4r8DJAgbQQvAxMM

  42. Caza de brujas en NY, ¡genuinamente americano!

    Las agencias de inteligencia estadounidenses están ejerciendo presión psicológica sobre los empleados de la misión permanente rusa ante la ONU, los enfoques de reclutamiento se han intensificado. Esta declaración fue hecha por la Representante Permanente Adjunta de la Federación Rusa ante la ONU, Maria Zabolotskaya, informa TASS. Según ella, Washington sigue aplicando a la misión rusa y a sus empleados todo un abanico de medidas y restricciones destinadas a reducir la eficacia de la interacción de Rusia con la ONU.
    «¿De qué otra manera explicar los enfoques de reclutamiento cada vez más intrusivos de las agencias de inteligencia locales que se acercan a los empleados en la calle y en el aeropuerto», dijo Zabolotskaya. Según aclaró la mandataria, Estados Unidos utiliza publicidad contextual en motores de búsqueda y redes sociales, para extender llamados a cooperar con el FBI.
    Además, periódicamente se colocan folletos de propaganda en la Misión Permanente de la Federación Rusa, su complejo residencial y las rutas de los diplomáticos rusos hacia y desde su lugar de trabajo. Más temprano, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zajárova, dijo que los ataques, la presión psicológica y los intentos de reclutamiento son lo que deben enfrentar los diplomáticos rusos en el extranjero.

    https://aif.ru/politics/v_postpredstve_rf_pri_oon_zayavili_o_psihologicheskom_davlenii_so_storony_ssha
     
     

  43. La misión permanente de Rusia ante la ONU anunció los intentos de EE.UU. de reclutar diplomáticos.
    https://regnum.ru/news/3815899

  44. Tiene toda la razón don Pío, pero además echar a Sánchez no va a solucionar los problemas de España, porque queda el PP. El Partido Popular es la otra cara de la moneda de la decadencia de España, luego o nos deshacemos de toda la moneda, o no hay solución que valga. Al contrario, VOX los está «blanqueando» con sus pactos. Contribuye sin querer a extender en el tiempo el sistema mentiroso que sufrimos. Y una cosa es pactar a nivel local o regional, en un momento dado, y otra cosa es defender el concepto de que hay que «echar a Sánchez». Eso es «gatopardismo» que todo cambie, para que no cambie realmente nada…

  45. …En cuanto a decisiones inmediatas, escribí en mi artículo que Putin nunca hace los movimientos que se esperan de él. Al menos en el momento que esperamos todos. En 2015, estábamos en Damasco, y Putin habló en la Asamblea General de la ONU, y todos estábamos esperando que anunciara el inicio de nuestra operación militar en Siria (ya sabíamos que nuestros aviones estaban estacionados en el aeródromo de Jmeimim). Pero no dijo ni una palabra en aquellos momentos. Las hostilidades comenzaron una semana después cuando nadie lo esperaba. Por lo tanto, ayer noche no valía la pena esperar ninguna decisión importante. Tal vez se produzcan más tarde o se sirva de una vía diferente.
    https://www.kp.ru/daily/27521/4784628/

  46. La encuesta de Sociométrica, que en las municipales acertaron al 92,4% todavía dan margen al binomio PP-VOX, el problema es que eso no nos soluciona nada. Todo lo contrario. Si resulta que VOX pasa de 52 escaños a 44 maldita sea la gracia. Muchos dirán que triunfa la derecha, ¿qué derecha? No hay más que la comparación que ha hecho don Pío, para darse cuenta que el PP de derecha nada…
    https://electomania.es/encuesta-sociometrica-26j-subida-del-psoe/

  47. El Ministerio de Defensa de Rusia anunció la preparación de la transferencia de equipo militar pesado PMC «Wagner» a las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa.
    https://tass.ru/armiya-i-opk/18126467

  48. Alvo dice:

    Bueno, pero es que lo de la guerra civil en Rusia con la que sueñan lo vienen anunciando desde antes del motín del de Wagner.

  49. Alvo dice:

    ¿Y el PP y Psoe de la okupación?

  50. Nebredo dice:

     
    “Al establecer su fórmula de la tasa de ganancia, Marx es inconsecuente con su propia teoría, y confunde el aspecto que ofrece la inversión C al empresario particular con el valor del conjunto de una economía local o nacional.”
     

    Es decir: crecimiento económico general simultáneo a decrecimiento de las tasas de ganancia empresariales; precisamente lo que diagnosticaba Marx y le hacía prognosticar que el crecimiento económico mismo en mercado competitivo tendiese a finiquitar al empresariado: Crític que no refuta sino que corroboría.
     
     

  51. Nebredo dice:

     
    (…) sino que corroboraría.
     
     

  52. Por lo menos, es sincera y después nadie podrá alegar desconocimiento…

    La ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Burbock, prometió firmemente dejar a los alemanes «sin pantalones” por el bien de Kiev.
    https://rg.ru/2023/06/27/glava-mid-germanii-annalena-berbok-tverdo-obeshchala-ostavit-nemcev-bez-shtanov-radi-kieva.html

  53. Pío Moa dice:

    Nuevo hilo