Blog I: Miserias del europeísmo (I): http://www.gaceta.es/pio-moa/miserias-europeismo-i
Ucrania es una nación dividida, con una población en acusado descenso (volviendo a niveles de casi 50 años atrás) y una corrupción e ineficiencia económicas muy extendidas. En cierto modo es la madre de Rusia (la Rus de Kíef, de origen sueco), pero la mayor parte de ella habla ucraniano, muy emparentado con el ruso, tiene una larga tradición de lucha independentista y antisoviética, es abiertamente antirrusa y trata de acercarse a la UE y la OTAN, incluso integrarse en ellas, cosa que Moscú mira con extremo recelo. Otra parte muy considerable del país –no solo Crimea, región rusa regalada a Ucrania por el ucraniano Jruschof cuando el Imperio soviético parecía destinado a durar indefinidamente, sino gran parte del sur y el este– habla ruso y se siente pro rusa. Las zonas más ricas parecen también, en general, las más rusificadas. Por consiguiente, el país siente una fuerte tensión entre la UE y Moscú. Ambas poblaciones podrían convivir pasablemente, pero ello, que nunca fue fácil, se vuelve cada vez más difícil después de las jornadas de motines populares que han llevado a la expulsión del pro ruso Yanukóvich. La acción no tiene mucho de legal ni de democrática, tiene algo de golpe de estado, y hoy es claro que las dos partes del país se sienten mutuamente amenazadas.
¿Se desgarrará Ucrania? Cuando se desatan acciones de este género, se vuelven difíciles de controlar. Pero por medio están los intereses de la UE y de Rusia. A la primera no le interesará demasiado integrar a un país muy grande y poblado pero acremente dividido, máxime cuando al lado está una potencia, Rusia, que va tomando auge y confianza en sí misma, y de la que varios países de la UE dependen fuertemente en asuntos de tanto peso como la energía. Una presión excesiva –muy dudoso que se dé— sería costosa para la UE y podría aumentar todavía la división emocional en Ucrania, lo que haría de esta un miembro incómodo y peligroso. No creo que a Moscú le interese tampoco dividir el país. Su política mira a más largo plazo, y probablemente preferirá mantener la unidad nacional, utilizando la presión de los amplios sectores pro rusos e incluso la ocupación de Crimea como moneda de cambio para provocar un mayor acercamiento a Rusia y alejamiento de la UE (y de la OTAN). No debe olvidarse, por otra parte, que Rusia es parte de Europa, y que la UE suele emplear el calificativo de “europea” de forma algo usurpatoria.
En cuanto a Usa, cuya intervención armada reclaman muchos, culpando a Obama de tibieza, solo puede moverse con pies de plomo. Pese a disponer de unos gigantescos presupuestos militares, sus intervenciones (y las de países europeos) en Irak, Afganistán, Libia y otros lugares, han terminado en fracasos o semifracasos muy costosos en dinero y prestigio; y de Rusia dependen también en gran medida sus abastecimientos en Afganistán. En Siria, Usa ha ayudado a provocar una guerra civil cuyo resultado solo puede ser la victoria de Asad o un nuevo caos al estilo de Egipto. En fin Rusia es mucho más que Siria, Irak, Afanistán, etc., juntos. No es probable, por tanto, que las sanciones useñas o de la UE a Rusia vayan mucho más allá de la retórica, lo que sería un golpe a su prestigio, pero un coste inevitable si quieren evitar males mayores.
Como digo, estos sucesos se sabe como empiezan pero es difícil prever cómo acaban. Con todo, mi impresión es la arriba indicada: Rusia ganará la partida con algunos costes menores y sin dividir a Ucrania.
Sobre la imposibilidad de entrar a comentar, me dice el técnico: “eso es un tema del ordenador del usuario, o nos deja o no nos deja, pero no nos da mensajes, ni nos redirige a ningún lado”. Y sigue habiendo problemas también para mí.