La herida que fluye / Abascal / ¿Al basurero de la historia?

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europa: introduccion a su historia-pio moa-9788490608449Nueva historia de España: de la II guerra púnica al siglo XXI (Bolsillo (la Esfera))

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“La herida que fluye”

Pío Baroja expone en sus memorias dos ideas importantes, entre otras: “El consejo griego Conócete a ti mismo es imposible; y “los que escriben recuerdos mienten, consciente o inconscientemente”. Dichas así, resultan  algo excesivas: algo conocemos de nosotros mismos aunque se nos escape inevitablemente  lo esencial:  para qué estamos aquí y otras cuestiones derivadas. Y de la mentira se excluye a sí mismo, pues afirma ser veraz. Pero, dejando aparte los fallos y trampas irremediables de la memoria, que no suponen mentir, es cierto que en la mayoría de los casos los recuerdos y autobiografías tienen un doble componente: no solo el mencionado ayer, el empeño por discernir un orden y un sentido en la propia vida, sino también el de justificarse, que casi siempre obliga a retorcer la verdad, y más aún el vanidoso motivo de impresionar a los demás: “Mirad qué gran vida he tenido”, o  “qué vida tan horrible”, para el caso es lo mismo.

Por lo que respecta a De un tiempo y de un país, tiene para mí el interés de haber sido escrito a pocos años de los hechos relatados, por lo que la memoria estaba muy  fresca. Hoy no podría escribirlo, simplemente porque he olvidado multitud de detalles.  No creo haber mentido en nada significativo, y por lo demás la motivación del libro no fue demasiado personal: poner en claro lo que fue el PCE(r)-GRAPO contra la falsificación sistemática de la que llamábamos  “oposición domesticada” al franquismo, siempre marrullera y falsaria. Tampoco está escrito desde el resentimiento. El reportaje Asaltar los cielos, sobre Ramón Mercader, el asesino de Trotski, incluye una conversación final en que un ex comunista de la guerra comenta: “¡Cómo nos han engañado!”, y Mercader responde: “A unos más que a otros, a unos más que a otros”. Considero que a mí nunca me ha engañado nadie ni reprocho a nadie mis actos.

Otra cosa ocurre con Adiós a un tiempo: son recuerdos mucho menos inmediatos, por lo tanto más expuestos a errores de memoria, pero afortunadamente tampoco tienen carga justificativa. Me cuesta releerlos, y me producen una curiosa sensación de  extrañeza  de mí mismo.  Quizá se deba a que al envejecer se siente uno muy distinto de cuando era joven o niño.Se siente más débil y temeroso, las ilusiones e impulsos de la juventud se han desvanecido, y la sensación del pasado puede convertirse, si no se le opone resistencia, en esa herida que, decía Baroja, “fluye constantemente”. Por tanto, se hace preciso un esfuerzo por no sentirse demasiado afectado personalmente, aunque se trate de  la propia biografía, o de aspectos de ella.

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Abascal

**Oigo la última intervención de Abascal en las Cortes y constato, no por primera vez, que se trata de un líder con tres virtudes prácticamente inexistentes en los demás partidos: suficiente claridad de ideas, también claridad de expresión, y valor moral y físico. A su lado, los jefecillos del PP, del PSOE y los separatistas no pasan de mindundis y pequeños mangantes. Pequeños,  aunque roben mucho y hagan mucho daño.

  **Una persona con dos dedos de frente ha de preguntarse por el carácter o calidad de quien opina. Si quienes condenan la invasión de Ucrania son los que han invadido y destruido ya unos cuantos países y causado cientos de miles de muertos y millones de desplazados, les dará poco crédito. Algo así con el franquismo: si quienes le atacan furiosamente son los asesinos etarras y sus simpatizantes corruptos socialistas, más los separatistas y los señoritos del PP, cualquiera sacará de ahí algunas conclusiones. Pero ya lo dice la Biblia: “el número de necios es infinito”

**Debe entenderse que los gobiernos que convirtieron a Gibraltar en un emporio parasitario y metieron a España en la OTAN son los mismos que fomentan la islamización de Ceuta y Melilla, que han apoyado y financiado los separatismos, que rescataron a la ETA del derrumbe  y promocionan el  “orgullo” lgtbi. Si no se entiende esto, no se entenderá nada.

Adiós a un tiempo

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¿Al basurero de la historia?

El entusiasmo español por “Europa”, mezclado con la ignorancia y desinterés por ella, revela que el europeísmo hispano constituye más bien una enfermedad del espíritu. Bien plasmada en aquella obsesión de “entrar en Europa”  por parte de los políticos de medio pelo de la transición. Indudablemente estaban convencidos de que España nunca había participado de aquella suma imaginaria de bienes que era lo que entendían por la palabra Europa. Pero hoy, en la UE, que usurpa un tanto el nombre, nos encontramos con un problema de supervivencia cultural que recuerda, aun con las grandes y evidentes diferencias, a la llamada alta edad media, como decía ayer. La guerra de Ucrania,  cuyo contenido histórico es el rechazo a Rusia como potencia occidental, está afectando a todas las expectativas con que se ha querido superar el hecho de que en la SGM Europa perdió su protagonismo de cuatro siglos y medio, estrenado por España.

Por ello cobra especial relevancia, a mi juicio, la neutralidad de España en las dos guerras mundiales, tan lamentada por todos los “europeístas”: ¿se encuentra en esa abstención bélica el germen de una solución propia a una decadencia más general  que parece imparable? Tanto en Europa, introducción a su historia como en La II Guerra Mundial y el fin de la Era Europea, me he planteado el problema de esta decadencia. No pretendo haberlo resuelto, solo ponerlo sobre la mesa, por así decir, suscitar un debate a mi juicio absolutamente necesario. A menos que realmente no haya nada que hacer, y que la inercia nos conduzca a lo que los marxistas llamaban “el basurero de la historia”

 

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