¿El doctor como al Capone?
La carta del doctor es la prueba de que las acusaciones son ciertas, de que se siente amenazado y por ello, en lugar de esperar tranquilo la sentencia de la justicia, se revuelve como gato panza arriba. Hay al menos un precedente similar, cuando los chanchullo de Pujol en Banca catalana salieron a la luz y montó una gran escandalera y movilizaciones, clamando que se atentaba contra Cataluña. Ahora es lo que él llama extrema derecha la que atenta contra su persona, no la justicia, y llama a movilizarse para impedir que la “extrema derecha” le obligue a él y a su mujer, a responder ante los tribunales. A Pujol le salió bien bien el invento, no sabemos cómo le saldrá al doctor: todo depende del temple de los jueces y de la oposición para sentar a él y a su esposa en el banquillo. Y a decir verdad, nunca hasta ahora han demostrado el temple necesario en defensa de la ley, más bien al contrario.
El caso recuerda también a Al Capone, que después de pisotear las leyes y cometer varios asesinatos, solo pudo ser pillado por los impuestos. Los negocios o chanchullos del doctor y su esposa, caso de probarse –y la carta del doctor indica que tiene miedo a que se prueben–, no dejan de ser un asunto menor comparado con las tropelías cometidas por el fulano, y que no voy a recordar aquí. Pero si por ahí le llegara la justicia, como a Al Capone, estaría muy bien.
Me parece muy improbable que dimita. Si lo hace perdería posibilidades de imponer sus intereses, mientras que desde el gobierno tiene un gran margen de maniobra con políticos, medios de masas y jueces corruptos. Oigo decir a Luis del Pino que el juez al que ha correspondido el caso es bastante sospechoso. Hay también otro elemento y es la reapertura del asunto Pegasus, que, se rumorea, sería una venganza de Israel por el apoyo del doctor y su mafia a Hamás. Lo veo como una posibilidad, simplemente.
Queda otra posibilidad, conociendo al personaje: que, creyéndose a salvo por la denuncia al parecer no del todo bien planteada, y por el juez que le ha correspondido, haya hecho una gran escenificación para llamar a rebato contra la “extrema derecha”, es decir, contra VOX y neutralizar de paso a un PP que no desea otra cosa que seguir con sus “diálogos”, como llama a los chanchullos entre políticos a costa de la democracia y la unidad de España. Ilegalizar a VOX es sin duda un sueño del doctor, y sospecho que el PP solo se opondría por guardar las apariencias. No sabemos qué va a hacer ese individuo, pero conviene atender a los posibles escenarios.
Finalmente, debe recordarse en todo momento que el fulano no es simplemente un psicópata del poder. Tiene un proyecto que cree que le hará pasar a la historia, como él mismo ha explicado: “seré recordado como el que exhumó a Franco” o algo por el estilo. El Valle de los Caídos condensa, política e históricamente, la misión que se ha impuesto: destruir la herencia de Franco, desde la unidad nacional a la democracia, desde la paz social a la monarquía. Y es lo que hay que impedir antes de que llegue demasiado lejos en su carrera delirante.
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Nunca hubo una “tercera España”
Las nuevas derechas desde la transición fueron aceptando la versión de la izquierda según la cual los vencedores de la guerra civil habían sido, dicho en una palabra, unos criminales. La aceptaron por disimular su parentesco con aquellos “criminales” , pero la tesis no dejaba de incomodarles porque el parentesco era indisimulable y se lo recordaban constantemente las izquierdas, así que completaron esa tesis con otra: también los vencidos habían cometido innumerables crímenes, por lo tanto era iguales unos que otros. todos cainitas. Por lo tanto, lo mejor era olvidar aquello, ya que, desde la transición, todos se habían vuelto (misteriosamente) buenos y demócratas, deseosos de mirar al futuro y de entrar en Europa, que era lo que importaba. El análisis de las causas de la guerra, de los hechos que llevaron a ella y de los objetivos políticos de los dos bandos quedó sustituido por una vacua e impostada ostentación de enojo seudomoralista contra “los hunos y los hotros”, siguiendo una expresión igualmente vacua de Unamuno .
Según estas cucas lumbreras habría existido también una “tercera España”, en la que buscan consuelo, olvidando que esa tercera había contribuido al desastre con una abundante mezcla de frivolidad y demagogia, y que a la hora de la verdad simplemente había salido o intentado salir por piernas del país. Bastantes historiadores de derecha revelan esa mezcla de quiebra intelectual y cuquería. En Galería de charlatanes incluso a García de Cortázar, a Pedro Corral, a Pedro J. a J.Cervera y no sé si a algún otro.
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Preguntas sin respuesta
El primer recuerdo de Adiós a un tiempo está dedicado a Delgado de Codes, cuya foto aparece en la portada de De un tiempo y de un país, el tercero por la derecha de la fila superior, los tres muertos por la policía. Era un hombre valiente, de espíritu romántico y personalmente buena persona, y éramos buenos amigos, y uno se pregunta cómo, siendo así, encontraba –encontrábamos– un sentido de la vida, un sentido a nuestra vida, en luchar sin reparar en muertes ajenas y propia, por una causa terrorífica. ¿Por qué nos parecía tan atractiva y merecedora de esfuerzos y sacrificios la causa comunista a pesar de que ya entonces habríamos visto las cosas de otra manera si hubiéramos abierto bien los ojos y derrochado respecto de ella el análisis obsesivo que dedicábamos al “fascismo” y al “capitalismo”? Es una pregunta que me he hecho muchas veces. Un día, hace bastante años, después de venir a pie desde Peñafiel hasta Sepúlveda, me acerqué a su tumba en Segovia y no tuve más remedio que hacerme varias de esas preguntas que nos hacemos a pesar de que no tienen respuesta.
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En los años 40, el PCE intentó derrocar a Franco mediante el maquis, luego pasó a la infiltración en la universidad y los sindicatos, en los años 50 a la Reconciliación nacional y a la Huelga Nacional Política. Todo fueron grandes fracasos. Es fácil entender por qué, pero casi todas las historias lo ignoran. 315 – El gran fracaso de los comunistas en los años 50 | Nada más necio… (youtube.com)