Ante un fin de régimen / Un Gibraltar de saunas / (Jayam (III) Trabajo de Sísifo
Ante un fin de régimen
La firma de la seudoamnistía por Felipe VI es uno de esos hechos de máxima transcendencia histórica cuyo alcance pasa sin embargo inadvertido para la gran mayoría: no es un ultraje más de los muchas que ha sufrido la Constitución de 1978, sino la liquidación de la Constitución misma y del régimen correspondiente.
La Constitución ha llevado una vida azarosa, entre muy graves quebrantamientos, empezando por la imposición del hecho consumado de las preautonomías, que teóricamente debían proceder de la propia Constitución. La elaboración de esta tampoco fue ejemplar, introduciendo ambigüedades y términos como “nacionalidades” que chocaban con la declaración principal de la unidad nacional. Unidad nunca aceptada por el PSOE y los separatistas, que si se acomodaron provisionalmente a ella se debió a su debilidad frente a la herencia del franquismo. Pues para ellos España no era una nación sino un estado impuesto sobre varias naciones que tendrían derecho y hasta el deber de separarse de una España cuya idea, historia, lengua y cultura odiaban y denigraban sin tasa. De ahí la progresiva corrosión de la unidad y del propio estado central a lo largo de décadas, como pasos a una final disgregación.
Tampoco el concepto constitucional de democracia era compartido por el PSOE y los disgregadores. El PSOE nunca renunció a su historial que, si por algo se ha distinguido ha sido por destruir el régimen liberal de la Restauración y a continuación la República en lo que esta tenía de democrática; mientras que la sustancia de los separatismos, hoy ocultada pero siempre actuante, consiste en un racismo, sin duda pintoresco pero no por ello menos peligroso. De ahí vienen ataques a la democracia como la eliminación de la independencia judicial, las “inmersiones lingüísticas”, las connivencias con la ETA, etc; y sobre todo las leyes de “memoria” y las de “género”, que agreden directamente las libertades personales y políticas.
Ahora bien, esas vulneraciones, con todo su daño, permitían mantener el régimen, aun si a trancas y barrancas: no suponían una embestida directamente golpista, como lo fue el seudorreferéndum de 2017. El rey lo contuvo entonces temporalmente, para después firmar una amnistía que no es el perdón del golpe sino su apoteosis, con el agravante de que los supuestos amnistiados se jactan de haberla impuesto al estado y proclaman su intención de persistir en su designio demoledor de la nación española. Una amnistía no es solo anticonstitucional, sino que entraña un cambio de régimen. Es la destrucción de aquella Constitución, empeorada por el carácter burlesco y despreciativo como se ha realizado. Y el rey constitucional, última defensa legal contra aquel golpismo, lo ha refrendado, sean cualesquiera los pretextos o excusas.
¿Qué se presenta entonces? Un vacío legal en que las fuerzas antidemocráticas y antinacionales aún no tienen fuerza suficiente para imponerse de lleno, ni las instituciones la tienen, política o moral, para cortar el proceso. Se abre un período en que los principales partidos, convertidos en mafias al margen de la ley, concentrarán sus esfuerzos en repartirse el poder y mantenerse en él a toda costa, disfrazando como puedan, con demagogia y lenguaje pervertido, el empuje destructivo en que están inmersos. Salvo que se produzca un derrumbe repentino, creo que esta será la tónica para los próximos meses, incluso para algún año. En medio de una acelerada preparación europea para una nueva guerra en la que España serviría de carne de cañón.
La alternativa solo puede ser un programa claro y centrado en lo esencial, de abolición de todas las leyes antidemocráticas de estos años nefastos, con posturas inequívocas contra la disgregación de España y contra la invasión inmigratoria, en especial la islámica. Más una política exterior neutralista que impida que nos arrastren a una matanza ajena y contraria a nuestros intereses nacionales y a nuestra misma supervivencia. Este es el desafío que a mi juicio debería arrostrar VOX, de modo incluso obsesivo, sin perderse en problemas políticos menores.
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Un Gibraltar de saunas
**Las oligarquías PP y PSOE han convertido a España en una especie de sucursal gigantesca de Gibraltar: culturalmente colonizada, políticamente satelizada, militarmente cipayizada. A esta realidad se ha añadido la de las saunas.
**Ha fallecido el amo de la prostitución homosexual en Madrid, parece que su yerno en la Moncloa se halla muy entristecido. La muerte de un pariente es siempre triste, pero en este caso tiene una perspectiva política mucho más amplia.
**Me cuesta trabajo creer que un personaje con un doctorado más que dudoso, yerno además de un empresario de la prostitución homosexual, pudiera hacer carrera política en una democracia. En España ha llegado a jefe de gobierno. Un adelantado, cabría decir.
**Sin duda el personaje aludido ha hecho grandes cosas: profanó la tumba del mayor estadista español en siglos, impuso el golpismo separatista y el suyo propio desde el poder, hizo firmar al rey el fin de la Constitución… Eso no lo hace cualquiera: requiere, por lo pronto, un doctorado y unas saunas.
**Ni la Iglesia, salvada del exterminio por Franco, ni la monarquía, recuperada por Franco, ni casi ningún “profesor” o político de una democracia debida finalmente a Franco, protestó ante la profanación de su tumba por el Doctor. Así, este ha logrado convertir al país en una enorme Sauna. Muy en armonía con la gibraltarización. Admitamos que la hazaña no está al alcance de cualquier mindundi. “El Gran Doctor” podría llamársele.
**El PP no ha cesado de hacer negocios con el Gran Doctor. Se nota una comprensión mutua de fondo, bajo querellas menores.
**Me dice un amigo ultraliberal que el negocio de la prostitución, homosexual o de la otra, del suegro del doctor, es un negocio legal como cualquier otro, y además uno de muy alta productividad. “Pues no me extrañaría nada”, le digo. “Hay que europeizarse”, me critica.
**Dice OK diario que el negocio “gay” del suegro del presidente era tan productivo que con él se pagó el piso en que vivió varios años su yerno. Si es así, se demuestra que, contra un tópico muy extendido, el socialismo no está reñido con la productividad
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La España de los años 6o:
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Jayam (III) El trabajo de Sísifo
El misterio sobre la causa, fuerza o impulso general que nos trae, y a cada uno, a la vida, se extiende a muchas condiciones concretas. No solo nadie decide su propia existencia, tampoco si emergerá al mundo como varón o mujer, ni en qué medio social o cultural, ni en qué época histórica, clase de familia o de padres; ni con qué capacidades físicas y mentales… Estos datos cruciales quizá no determinen por completo a la persona, pero desde luego condicionan su vida de modo profundo, sin la menor relación con cualquier elección o consentimiento de ella.
Normalmente no se repara en estas evidencias: por tantas causas, pues, la razón y el sentido de la vida humana son un misterio radical y angustioso para el propio ser humano. Si bien casi todo el mundo se adapta a sus condiciones mejor o peor, sin mucha pregunta. En Cuatro perros verdes, que describe las expectativas y esperanzas de juventud de varios personajes, uno de ellos se burla de las preocupaciones de sus compañeros entonando una canción de los años 40: Tomar la vida en serio /es una tontería / No es un misterio, hay que vivir. Más apropiado habría sido: Es un misterio, PERO hay que vivir. La mayoría entiende además que para vivir no conviene dar muchas vueltas a tales enigmas, de los que teme un efecto deprimente sobre el ánimo necesario ante las exigencias prácticas del cada día. Tales exigencias se imponen por sí mismas, absorbiendo casi por completo las energías anímicas de la gente. Y después de todo, muchas grandes mentes a lo largo de la historia han tratado de penetrar esos misterios, y cierta sabiduría algo pedestre nos induce a pensar que han fracasado al proponer conclusiones diversas y contradictorias, por lo que no valdría la pena “tomar en serio” el asunto.
A pesar de todo, el misterio permanece ahí, como la esfinge de Edipo, sin que nadie consiga despeñarla. Y el personal corriente que evita mirarla, no deja de procurar gobernar sus actos y problemas o problemillas cotidianos por propuestas (religiosas, morales, ideológicas…) nacidas de aquellos esfuerzos de unos pocos, y que intentan darle una idea general sobre su vida y sentido, en la que encuentran de forma semiconsciente cierta calma a la inquietud esencial de su vida. Visto desde fuera, ese esfuerzo ancestral de filósofos, moralistas o fundadores de religiones parecería algo semejante al trabajo de Sísifo, y pese a ello es parte esencial de la condición humana condensada en su historia.
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**Con Rusia, no tenemos ningún conflicto, salvo los que nos está buscando una oligarquía sometida a Anglolandia. El sistema ruso no puede servirnos de modelo, como tampoco el LGTBI-climático que se está imponiendo en la UE. La neutralidad exige un nuevo modelo, una vez el de 1978 se ha agotado.
**Millones de idiotizados con la estafa climática exigen a los gobiernos medidas drásticas para estabilizar el clima. ¿Qué hay detrás de esa histeria programada?
**Una historia que llama “bando republicano” precisamente al que destruyó la república es ya de entrada una historia de chiste. Y es la historia dominante, que ha ido convirtiendo a España en un país de chiste, apto para cualquier tiranía: la que ya se impone ante nuestros ojos
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