Jayam (X) Conocimiento y vida / Manifiesto / “Barbarroja” y era europea / Batalla crucial / Falange y franquismo

 

O. Jayam (X): conocimiento de la vida

Los versos citados de Jayam resumen el objetivo de la filosofía expuesto en la célebre frase “Quiénes somos, de donde venimos y adónde vamos”. Dejan claro que las dos últimas cuestiones caen fuera de las capacidades humanas, salvo la constatación lamentable de la muerte, aunque ignoremos en principio  su cuándo y cómo. Estas limitaciones esenciales y hacen inútil el esfuerzo por entender el sentido de la vida. Ante lo cual Jayam propone, contradictoriamente, un sentido como conducta a seguir en la vida, un hedonismo amoral, escapista y desesperado. No obstante, el segundo verso,  “la vida no ha dejado de asombrarme”, insinúa algo más.

 Pues, en fin, si de la vida misma podemos asombrarnos es porque podemos conocer algo, al menos, sobre ella y sobre nosotros mismos, sobre quiénes somos. ¿Quizá lo que podamos saber de quiénes somos nos permitiría discernir el misterioso sentido de la vida, su origen y destino? Pero puede asombrarnos, de una parte, el volumen de conocimientos obtenidos socialmente, que ningún yo particular lograría almacenar en su mente, y  de otra lo insuficiente y parcial de ese conocimiento, que no permite conocer su sentido  Así, la vida transcurre en una mezcla inextricable de voluntad, imposición externa y azar. Por ello escapa en medida muy grande — si medirla tiene algún sentido–, a la voluntad y al  deseo que caracterizan al yo. De ahí la necedad pretenciosa de consignas habituales como “hacernos dueños de nuestro destino (hacerme dueño de mi destino)”, “seguir los propios sueños” y similares. Majaderías que, no obstante, revelan una aspiración del yo, la aspiración  a dominar el azar y las imposiciones de la sociedad y del propio mundo físico por medio de la voluntad.

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Difunda este manifiesto

**Se entiende el odio del patriota Losantos a Putin. Pues Putin invade España por Gibraltar, tiene aquí bases militares que nos hacen blanco en un conflicto europeo, ampara la democracia marroquí y planea entregarle Ceuta y Melilla, como el Sahara…¿No es para cabrearse con Putin?

**¿Quiere usted hacer algo práctico por su país? Difunda el manifiesto por la neutralidad de España: https://piomoa.es/?p=21658

**¿Es usted partidario de que España siga satelizada políticamente, cipayizada militarmente y colonizada culturalmente? Si está en contra, difunda este manifiesto: https://piomoa.es/?p=21658

**Los corruptos partidos y políticos de la chorizosfera están muy interesados en que no se ponga sobre la mesa la opción política de la neutralidad de España, cada vez más necesaria. Deles un disgusto, difunda este manifiesto: https://piomoa.es/?p=21658

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La Segunda Guerra Mundial: Y el fin de la Era Europea (HISTORIA)

Barbarroja y fin de la era europea

Aunque el comienzo y el fin de la Era Europea constituyen procesos que responden a muchos factores, siempre pueden condensarse y simbolizarse en alguno especialmente relevante. Así, el cruce del Atlántico y el Pacífico, el descubrimiento de un gigantesco continente antes ignorado y la primera vuelta al mundo señalan decisivamente dicho inicio. La Era que entonces comenzaba ha solido denominarse “Edad Moderna”, nombre algo torpe, y se ha solido fechar su comienzo en una gran derrota europea, la caída de Constantinopla, cuando lo que empieza realmente es la gran expansión política, militar y cultural de Europa, que caracterizaría los siglos siguientes.

He propuesto que la II Guerra Mundial constituye el fin de la hegemonía mundial, y dentro de ella la Operación Barbarroja, partiendo del estudio de Fernando Paz al respecto. Cabría identificar la caída de Europa con la de la Alemania nacionalsocialista pero no es el caso. Barbarroja  enfrentó a muerte no solo dos potencias, sino ante todo dos ideologías, las dos europeas, productos de la evolución cultural e intelectual de Europa en los anteriores dos siglos largos. A lo cuales cabría definir como los siglos de las ideologías, en el sentido preciso en que las he definido: concepciones del mundo y del hombre que tratan de basarse en la razón (y la ciencia), prescindiendo de la religión que había moldeado a Europa desde el final del Imperio romano.   Sobre ello y sus contradicciones  me he extendido en La II Guerra Mundial y el fin de la Era Europea, y también en el blog.

¿En qué sentido cabe oponer Barbarroja al cruce del Atlántico, etc.? Tanto en su fracaso –prólogo a una fracaso general de la Alemania hitleriana– como en su propia concepción: el intento de colonizar Rusia degradando a los eslavos al papel de siervos. Parece que Hitler obtuvo cierta inspiración en el exterminio de los pieles rojas en Usa y el de los armenios en Turquía: una “necesidad histórica” cuyos aspectos criminales luego se olvidan. Sin embargo existía la diferencia, que multiplicaba los rasgos criminales, de que  Usa se extendió sobre enormes territorios poco poblados, mientras que en Rusia vivían más de dos veces la población alemana. Lo cual no tendría excesiva relevancia frente a dicha “necesidad histórica”.

Las ideologías tienden a abolir la moral, en este caso la moral cristiana que, de un modo u otro y mal que bien, ha caracterizado a la civilización europea. Los nazis pretendían basarse en la ciencia, y más concretamente en Darwin, la inspiración y respeto al cual compartían con las otras dos ideologías en pugna: la marxista y la liberal. Esta es una cuestión que cabría desarrollar más a fondo. En todo caso, la ciencia no parece ser capaz de fundamentar una moral;  ni siquiera se lo propone.

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Batalla crucial

 **Presentar al frente popular como “bando republicano” es una patraña propagandística  y una estupidez intelectual. Fue el frente popular el que destruyó la república en el doble golpe de la rebelión del 34 y el fraude electoral del 36.

 **Se quejan de que la izquierda invoque la guerra civil. Pero la izquierda acierta, aunque mienta: aquella guerra es el origen del franquismo, la transición y la democracia, que ella detesta. La derecha, intelectualmente nula, quiere “olvidarse” de ella, como si no hubiera existido

**En el ataque del Saunas a los jueces se está jugando el futuro próximo del país. Es precisa una reacción política fuerte.  Una batalla crucial. Apoyar a VOX

**45.000 policías y 10.000 soldados para proteger unos juegos olímpicos basura. Y todavía sin indicios oficiales sobre los autores de los sabotajes a los trenes. Todo un retrato de época.

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los mitos del franquismo-pio moa-9788490603499    Nueva historia de España: de la II guerra púnica al siglo XXI (Bolsillo (la Esfera))

¿Fue falangista el franquismo?

Un amigo  falangista  critica mi versión de la transición. En resumen: “El franquismo se mantenían invicto y  podría haber continuado de no haber sido por el asesinato de Carrero Blanco y  la traición de Fernández Miranda, Suárez,  Juan Carlos y otros, que seguían las directrices de Usa y probablemente de la masonería. Y la culpa de todo la tiene la propia democracia, que no es apropiada para España”. Le digo que si el régimen estaba tan fuerte, cómo pudo ser que su continuidad dependiera de un político (Carrero), desde luego muy inferior a Franco; y cómo pudo ser desmantelado con tanta facilidad por unos cuantos traidores. Es cierto que las traiciones existen siempre, en todo los regímenes, y el franquismo afrontó y resistió a bastantes. Pero su efecto depende de la fortaleza o debilidad del sistema o gobierno traicionados, a veces de una coyuntura momentánea.

“Tú crees, sin decirlo, que el régimen era falangista, por lo menos en lo esencial, pero no era así. La Falange era solo una de las familias del régimen, y no la principal. Los carlistas, los monárquicos, eran enemigos suyos y también la Iglesia, el más peligroso, que siempre la derrotó en los numerosos encontronazos que hubo entre ellas. Tampoco Carrero era amigo de la Falange. El régimen se declaró católico, no falangista ni cosa parecida,  pero según tú, el Vaticano II no tuvo mayor importancia, y después de él, el franquismo seguía tan fuerte como antes, o poco menos, cosa que me parece fuera de la realidad.

“No digo que no puede haber alternativas viables a lo que hoy se entiende por democracia, pero diseñarlas intelectual y políticamente resulta muy difícil sin imponer alguna forma de tiranía. El franquismo, es cierto, trató de convertirse en tal alternativa, y durante varias décadas obtuvo extraordinarios éxitos. Y sobre todo cumplió la misión histórica de rescatar la unidad nacional, la convivencia reconciliada entre los españoles y  la continuidad cultural de la propia España partiendo de  una previa crisis gravísima. Perot ras el Vaticano II, el franquismo se encontró por así decir  “en el aire”, y la decrepitud física de Franco acompañaba a la decrepitud del propio régimen, cuyas “familias” estaban cada vez más enfrentadas entre ellas y divididas internamente. Ignorar esto es ignorar la realidad histórica. No obstante, la herencia del franquismo, es decir, la unidad nacional, la continuidad cultural y la reconciliación, se mantuvieron en lo esencial  en la democracia, hasta encontrarse hoy nuevamente en serio peligro.

“Sin duda la Falange desempeñó un gran papel con su defensa combativa de algunos principios esenciales, pero en definitiva quedó reducida al Movimiento, un ministerio con pocos medios, que resultó muy fácil echar abajo en la transición. Más aún, el Movimiento constituyó la base de una transición dominada en la cumbre por los democristianos.  Y esto, si demuestra algo, es una clara debilidad ideológica de la propia Falange. ¿Puedes creer  hoy, seriamente, en un estado nacionalsindicalista, por ejemplo? En todo caso, la elaboración teórica al respecto está muy por hacer y no veo trazas de que alguien la emprenda

“Esa debilidad intelectual está clara en tu propia interpretación de la transición como una suma de traiciones,  de la figura de Carrero como alguien que mantendría el régimen según lo concebían los falangistas, y en la propia crítica a la democracia partiendo de su sentido etimológico (poder o gobierno del pueblo), que en sí mismo es un oxímoron. Esas críticas ya empiezan por errar el blanco. El régimen que llamamos democracia es, como todos el poder de pequeñas minorías, pero regulado para evitar que estas se transformen en tiranías. Es una bandera muy sugestiva, y vosotros habéis cometido el error de  abandonarla o entregarla a partidos que históricamente han sido los mayores enemigos de ella. Son esos partidos los que han degenerado la política española hasta la abyección actual”.

 

 

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