Cómo la Iglesia se convirtió en el enemigo más peligroso de un régimen que se declaraba católico: 332 – La Iglesia condena al franquismo | Nueva situación histórica – YouTube
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La “cancelación”, GULAG moderado
Cuando Aznar condenó el franquismo, entregándose ideológicamente, con armas y bagajes, al PSOE y a los separatistas, estos parecían haber ganado definitivamente una batalla cultural que la derecha apenas había dado. Esto ocurrió en 2002, y al año siguiente se publicó Los mitos de la guerra civil. El libro no habría preocupado a la izquierda, si no fuera por su éxito de ventas por completo inesperado y que revelaba un descontento difuso hacia la versión triunfante de la guerra y sus consecuencias políticas. Los partidos tardaron algo en reaccionar, pero había que hacer algo contra ese peligro, y ese algo consistió, de un lado, en una campaña de silenciamiento y exclusión de la obra y su autor en la universidad y en los medios, y de otro lado en dos medidas sucesivas: en 2006, un manifiesto Con orgullo, con modestia, con gratitud demencial o puerilmente encomiástico de la caótica república, confundida con el Frente Popular, y radicalmente acusatorio contra el franquismo. Lo firmaban cientos de profesores, artistas e intelectuales, gente parecida a la que Azaña calificaba ajustadamente de “ligera, sentimental y de poca chaveta”; además de malintencionada.
El manifiesto sirvió de cobertura digamos intelectual a la ley de memoria histórica del año siguiente, una ley a la soviética, tiránica y anticonstitucional, por la que unos políticos por lo demás notoriamente corruptos e ignorantes, se permitían imponer a los españoles lo que debían pensar de su historia reciente. Aquella ley, so pretexto de resarcir a las víctimas, dejaba de lado a las causadas por el Frente Popular, y entre las castigadas en la posguerra no distinguía entre las inocentes, sin duda muy pocas, y los brutales asesinos abandonados por sus jefes, que fueron fusilados (unos 15.ooo). Claramente, la ley se identificaba con los asesinos, a quienes exaltaba al nivel de los inocentes.
Por supuesto, la ley fue aceptada por el PP y aplicada, incluso con entusiasmo especial por dirigentes del PP tipo Feijóo o Moreno. Al no haber oposición política, la “cultura” del PSOE volvió a ganar la partida. Por lo que a mí respecta, pronto sufrí, entre otros, la llamada “cultura de la cancelación”, intento de muerte civil, una forma no sangrienta de GULAG. Mis libros dejaron de recibir atención en los grandes medios y en una universidad envilecida (de ella había salido el mentado manifiesto). Incluso muchos clérigos se sumaron a la faena. Mientras el proceso de destrucción de la unidad española y de la propia Constitución iba acelerándose hasta el golpe abierto de 2017, rematado en 2024 por una amnistía que pone punto final al régimen del 78, en momentos, para más peligro, de preparación abierta de una nueva guerra europea:
*Por mucho que sorprenda a algunos, el nivel intelectual y político del PSOE, con ser bajo,es bastante superior al de la derecha. Por algo ha sido y es el partido más influyente. Sirviendo bien a mala causa, como otros sirven mal a una causa mejor. “El PSOE en la historia de España”
*No es el PSOE el que copia al PP, sino el PP al PSOE (y a los separatistas) ¿Por qué? Porque, con todas su bajezas, el PSOE es intelectualmente superior al PP. Este ha abandonado a la izquierda y los separatistas el terreno de la cultura, porque, entre otras cosas, los señoritos del PP son muy incultos
*Marruecos, protegido por la OTAN, quiere ocupar Ceuta y Melilla, invadió el Sahara exespañol, nos envía masas de ilegales y hostiga nuestros intereses. Pero PP y PSOE rivalizan en “amistad” hacia él. Y –por cuenta de la OTAN– en hostilidad hacia Rusia, con la que no tenemos conflicto
*PP y PSOE, amigos de Marruecos, que amenaza y hostiga constantemente a España, están muy dispuestos a usar a los españoles de carne de cañón en la guerra que la OTAN y la UE –salvo Hungría– preparan en Europa. Debe crearse opinión pro neutralidad y contra esos partidos.
*La palabra “fascista” ha dejado de tener cualquier contenido intelectual para significar solo dos cosas: “persona violenta y despótica, y que no comparte mis ideas”. En ese significado, nadie hay hoy más fascista que los que se llaman “antifascistas”.
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El dolor del recuerdo
Es sabido que con la edad disminuye nuestra memoria inmediata, mientras que nos vienen a la mente sucesos o canciones antiguas, incluso de la temprana niñez. El otro día me vino una canción que a veces cantaba mi padre: “Recordar / las dulces horas del ayer… Es placer /que aromará nuestra vejez…”, lo que la memoria enlazó con otra: “Recuérdame, que recordar es volver a vivir / el tiempo que se fue…”
Me parece que nada de eso es verdad. Los recuerdos malos duelen, y los buenos duelen más aún, porque el tiempo ha sepultado inexorablemente su realidad, que se vuelve nebulosa en la memoria. A ese dolor, cuando es suave, se le llama saudade o morriña, pero puede ser más intenso. Creo que en Adiós a un tiempo menciono en algún momento esa intensidad desesperada.
Hace algún tiempo, para la edición del libro en papel, releí aquellos recuerdos sueltos, y tuve la sensación de que los momentos y situaciones que relata solo los había vivido parcialmente, como si cuando actuaba o me sucedían tales cosas yo no estuviera del todo en ellas, como si de un modo extraño, estuviera también en otra parte, o como si parcialmente las hubiera vivido otro. Es cierto que el individuo no existe: el así llamado es muy dividido y complicado por dentro.
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¿Era Marx judío?
**¿Era Marx judío? Sus padres se habían convertido al protestantismo, él era ateo, detestaba a los judíos y estaba empapado hasta el tuétano de cultura alemana, de la que se sentía orgulloso. Culturalmente –que es lo definitorio– Marx no era judío, sino alemán.
**Admitiendo la propia superstición hebrea, aducen muchos que el judaísmo no es una religión o una cultura, sino un ADN especial, transmitido en exclusiva por la madre (¿seguiría siendo judía la de Marx al bautizarse?). Genéticamente los judíos son semitas, como los árabes, aun si muy mezclados por los duros avatares de su historia. Los antijudíos parecen ansiar para Israel un segundo holocausto, este a manos de sus hermanos árabes.
**Como es sabido, entre los dirigentes bolcheviques hubo un predominio de judíos. Los cuales persiguieron sañudamente las religiones, también la judía, y se opusieron al sionismo. Pero lo que cuenta para los neonazis es que tenían madre o parientes judíos, por lejanos que fuesen. Y como en ese judaísmo más o menos genético radicaría la fuente de todos los males, la consecuencia es fácil de suponer.