Los terrorismos
El terrorismo es fenómeno bastante frecuente en la historia de las luchas por el poder. Cabe distinguir entre el practicado desde el poder y el practicado contra el poder. Muestras clásicas del primero, entre bastantes más, el Terror de la Revolución francesa, el soviético o, en España, el del Frente Popular. De la segunda clase, tenemos, entre muchos otros, el del IRA o el de varios grupos sionistas, ambos contra la dominación inglesa; y en España el maquis, ETA, FRAP o GRAPO. El terrorismo desde el poder se suele justificar en la defensa del orden o en la imposición de un orden nuevo, y en el caso contrario en la lucha contra un poder acusado de tiránico y brutal o sanguinario. Los enfoque varían: para Londres, el IRA, el Irgún, etc., eran grupos terroristas; para la mayoría de los irlandeses o los sionistas se trataba de héroes que luchaban por la libertad de sus pueblos contra unos gobiernos tildados a su vez de despóticos o terroristas.
Iré a un suceso en que estuve involucrado. En primavera-verano de 1975, la ETA y el FRAP emprendieron una ofensiva contra el franquismo matando a algunos policías. En respuesta, la policía desmanteló casi por completo a ambos grupos, y tres miembros del FRAP y dos de la ETA fueron ejecutados el 27 de septiembre. Las ejecuciones despertaron en toda Europa occidental y países de América una oleada de protestas violentas, boicots y sabotajes contra intereses españoles y en abierta simpatía hacia los terroristas. Destacaron los gobiernos de Holanda y Suecia (incidentalmente, países en los que el nazismo había encontrado vasta colaboración). El primer ministro sueco, Olof Palme, se hizo notar especialmente, y moriría más tarde en atentado nunca resuelto. Vemos, pues, que el terrorismo en España gozaba de fervorosos apoyos y solidaridades en toda Europa, donde la ETA encontraba cobijo, sobre todo en Francia. La razón era que las izquierdas y algunas derechas denostaban al franquismo como dictadura fascista equiparable incluso al nazismo.
En España, en cambio, apenas hubo protesta popular, y casi toda la oposición, asustada por el éxito del régimen, se escondió bajo la cama, por así decir. Yo era entonces uno de los dirigentes del PCE(r) (Partido Comunista Reconstituido), conocido más tarde por las siglas de su organización armada, GRAPO. Entendimos que si las ejecuciones citadas no tenían una réplica a su nivel, el “fascismo” se reforzaría y continuaría indefinidamente, por lo que consideramos nuestro deber replicar con otras tantas “ejecuciones”. Solo disponíamos de cuatro pistolas, dos de ellas poco fiables. Sería un atentado simultáneo en cuatro puntos de Madrid, de un tipo que nunca se había dado (ETA y FRAP mataban cada vez a una sola persona aislada), para el que no teníamos experiencia y que podía terminar en desastre. En la acción se comprometió la dirección en pleno, en cuatro grupos de tres, aparte del secretario general, pues si todo salía mal, alguien debía quedar para reorganizar el partido. Salió bien, y consideramos haber cumplido un deber revolucionario y salvado el honor de la oposición antifranquista.
Todas estas cosas están expuestas con detalle en mis memorias de entonces De un tiempo y de un país. En ellas no pretendí justificarme ni desvirtuar los hechos ni la doctrina en que nos inspirábamos. Sobre aquellos sucesos se ha mentido mucho, y quien quiera informarse deberá leer el libro. También otros, por supuesto, pero este de modo necesario.
En resumen, para la izquierda antifranquista, es decir toda, confesada o inconfesablemente, nosotros solo podíamos ser héroes, aunque molestos, que habían luchado cuando los demás se habían acobardado. Y también para la derecha (PP) con Aznar, desde el momento en que esta condenó el franquismo, después de ensalzar a las Brigadas Internacionales. El secreto de tal enfoque radica en lo mismo que las simpatías internacionales a los terroristas en España: ¿no combatían estos a una repugnante y sanguinaria tiranía fascista, que había matado hasta el final a luchadores por la libertad? Con este criterio, la conclusión cae de su peso. Claro que estaba la parte trágica de las víctimas, y por mi parte he pedido perdón. A ellas, entiéndase bien, no a los políticos y periodistas que hacen demagogia con ellas, ni a una sociedad harto envilecida.
Y aquí llegamos a los principal: ¿era el franquismo ese régimen siniestro, opresivo y sanguinario que pintan unos y otros? Por mi parte, tras un largo período de investigación y reflexión, llegué a la conclusión contraria: fue un régimen históricamente necesario para reponer la nación y garantizar su continuidad frente a las amenazas de sovietizarlo o disgregarlo por el frente popular. Amenazas que han vuelto. Por tanto, nuestros objetivos eran incluso peores que los métodos. Objetivos que han renacido hoy ante nuestros ojos.
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De macarras
**Liquidado el régimen del 78 (con firma del rey), el Doctor Saunas empuja al país a un régimen a la bolivariana. La cuestión es: ¿quedan en las instituciones (jueces, militares, empresarios, sindicatos…) personas no corrompidas? ¿Queda en el pueblo fuerza para impedirlo?
**Todo lo que pasa en el país tiene su raíz en la guerra civil. La guerra solucionó los grandes problemas que se arrastraban desde principios del siglo XX, derrotando a sovietizantes y separatistas, y cambió la sociedad. Sin embargo los viejos “demonios familiares” han resurgido, debido sobre todo al impostado antifranquismo del PSOE (que no luchó contra Franco), y de un PP que procede directamente del franquismo. La política convertida en una farsa, cómica de no ser por sus efectos.
**¿Odian a Franco porque venció a sovietizantes y separatistas, salvó a España de la guerra mundial y dejó un país reconciliado y próspero? No: lo odian precisamente por todo eso.
**Al profanar la tumba de Franco, el Doctor Saunas lanzó un mensaje: vamos a destruir la herencia del franquismo: la unidad nacional, la monarquía y la democracia salida del referéndum del 76. Con colaboración de obispos, monárquicos, mandos militares cipayos y jueces. ¿Se entiende o no?
**Obispos, el rey, altos mandos militares cipayos y jueces colaboraron en la profanación de la tumba de Franco. ¿Es porque se acobardaron ante un macarra indecente o porque ellos mismos son unos macarras?
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O. Jayam, c) La angustia esencial.
El choque entre la necesidad de sentido y orden en la vida, y la imposibilidad de captarlo o entenderlo, definen una esencial situación angustiosa del ser humano. La concreta expresión de Jayam la encontramos en la historia de Adán y Eva en la Biblia, en el Eclesiastés y en tantos otros textos, en Pascal o en el citado de B. Russell.
Cabría objetar que la mayoría de la gente no se preocupa de tales cuestiones ni siente esa angustia, sino en todo caso angustias más triviales relacionadas con el esfuerzo cotidiano por vivir o sobrevivir. Pero a casi todo el mundo se le ha presentado en ocasión de algún suceso especial, como la muerte de alguien querido, o un peligro propio y extremo de muerte. Además, si cada cual se enfrenta a las dificultades de la vida sin pensar en más o buscando el placer posible, se debe a que la angustia esencial se ha calmado lo suficiente mediante creencias de tipo religioso, filosófico o ideológico. La llamada angustia vital o existencial, que sufren algunas personas, prácticamente les imposibilita disfrutar o abordar las necesidades corrientes. Además, es una angustia que se sufre de distintos modos, en algunas personas es más aguda y paralizante o, al revés creativa, motor de grandes intentos de explicación.
Como quedó indicado, si observamos las religiones, las filosofías y las ideologías, vemos que todas ellas aspiran a encontrar y explicar el sentido de la vida, si bien por distintas vías. Reflejan el inmenso, heroico esfuerzo humano por poner orden y sentido en la existencia. Parece obvio que tales esfuerzos intelectuales serían innecesarios en caso de que ese sentido fuera manifiesto para nosotros.
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Guerras rusas
**La guerra de Rusia fue sin duda la más dura y feroz de la SGM. Voces de la División Azul, de Carlos Caballero Jurado, recoge los testimonios de los soldados: la descripción más vívida, más que cualquier novela o película de guerra. No puede dejar de leerse.
**Ante el peligro de guerra europea, al PP no le conviene la neutralidad; al PSOE no le conviene la neutralidad. A España le conviene la neutralidad.
**Alarmados por la posibilidad de que Trump gane las elecciones y cumpla su promesa de terminar la guerra de Ucrania, los gerifaltes de la UE ya planean aumentar las sanciones y provocaciones a Rusia. Está claro que quieren la guerra. ¡España neutral!
**¿Qué interés tenía la UE en Irak, etc.? ¿Defender la democracia? ¿De verdad lo creen? Hacia Rusia también es una mezcla: la democracia y que Rusia quiere conquistar Europa. Recuerden las “armas de destrucción masiva” de Irak.
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Indalecio Prieto
Repasando la historia del PSOE, percibo un personaje merecedor de una buena biografía: Indalecio Prieto, una figura propia de la literatura picaresca al más alto nivel de la irresponsabilidad, la provocación y la marrullería. Dos máximos ejemplos: estuvo sin duda detrás del asesinato de Calvo Sotelo, y expulsó del partido a Negrín, después de birlarle limpiamente gran parte del tesoro que este supo amontonar –por declaración propia– durante la guerra. Otra de sus hazañas, entre bastantes más, fue la intriga, en colaboración con Azaña y Strauss — el delincuente creador del “straperlo”–, que dejó tambaleante a la república vencedora en octubre del 34, al hundir a los republicanos de centro derecha (Lerroux), valiéndose de Alcalá-Zamora. Durante la guerra creó el terrorista SIM, participó en el envío del oro a Rusia e intrigó hacia Inglaterra ofreciéndole varios nuevos Gibraltares si le ayudaban contra Franco. Sin embargo ha pasado por moderado, competente, demócrata, incluso patriota, ganándose hasta la simpatía de la Falange. Una estatua conmemora su notable historial en el Madrid, de donde se ha desplazado la de Franco. Otra de sus habilidades fue la de escurrir el bulto hacia el extranjero (Francia o Hispanoamérica) cada vez que amenazaba fracasar alguna de las aventuras de su partido, en las que participaba al máximo grado. Una verdadera mina de sucesos a su manera apasionantes.
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