Imágenes 5/ Devoción y talento / Falseamiento del hombre / Guerra evitable

Imágenes, 5.

El aire está frío y el suelo duro; al amanecer, los campos estaban blancos de helada que se ha ido disipando. Es mediodía y los trabajadores, en su mayoría jóvenes de distintos países, se sientan en la tierra  ni muy juntos ni muy separados, abrigándose cuanto puede, sacando sus paquetes de  sánduiches y  calentándose con el té con leche de sus termos. Hay también una mujer mayor, inglesa, que fuma. El terreno baja suavemente hacia los campos donde han pasado varias horas inclinados para recoger  a destajo las patatas que las palas de un tractor sacaban a la superficie deshaciendo los surcos.  Todos están cansados y hablan poco entre ellos, en diversos idiomas, con las manos sucias de sudor por los guantes de trabajo, de grueso plástico rojo que apenas dejan transpirar. Más allá de los patatales, la campiña de Lincolnshire, hace unas cuantas semanas verde y amena, ha tomado el aire gris y pardo  cadavérico del otoño avanzado. Algunos caserones dispersos sugieren crímenes de típicas narraciones policíacas. El paisaje está limitado por nubes bajas, aunque no ha llovido en todo el día. Con todo, los jóvenes se sienten a gusto, con una impresión de libertad y una especie de alegría épica. 

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Adiós a un tiempo

La devoción y el talento

Volviendo a la novela y la autobiografía, en las memorias de Pío Baroja encontramos estas frases: “Al pensar en muchos de aquellos tipos que pasaron al lado de uno con sus sueños, con sus preocupaciones, con sus extravagancias, la mayoría tontos y alocados, pero algunos, pocos, inteligentes y nobles, siente uno en el fondo del alma un sentimiento confuso de horror y de tristeza”.  Creo que se refiere sobre todo a los personajes de la bohemia,  que a principios de siglo y entreguerras cundieron por España, por imitación de los franceses: escritores y artistas que “por amor al arte” aceptaban, incluso buscaban,  la pobreza, hasta la miseria y malvivían a base de cafés y  “sablazos”.  Baroja no los estimaba ni le parecía que, salvo alguno que otro, valieran gran cosa en sus pretendidos oficios. Escribió  breves semblanzas de varios de ellos, que terminaron sus días  solos, en sórdidos tabucos o buhardillas, o en hospitales  de caridad. Y sin embargo, qué relatos podría extraer de sus biografías alguien con agudeza y simpatía por ellos: tienen  algo de trágico el poeta, el escritor, el músico, a cuya sensibilidad, devoción y sacrificio no acompaña el talento.

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Una hora con la historia:   347 – La nueva invasión islámica | PPSOE y Marruecos – YouTube

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Falseamiento del hombre

Desarrollando el pensamiento genialmente condensado por Omar Jayam en unos pocos versos, hemos apuntado  cómo el hombre se desenvuelve, en realidad es creado, por una naturaleza que al mismo tiempo le acoge, le permite vivir, le amenaza  y termina matándolo. Una naturaleza cuya inmensa fuerza sin aparente objeto le inspira admiración, amor y terror

   Análogamente puede decirse lo mismo  del ámbito social que también crea al hombre, le protege y permite desenvolverse;  y al mismo tiempo  le constriñe, le conmina, puede matarlo y despierta en él los mismos sentimientos ambivalentes.

  Así que puede entenderse que esencialmente el hombre, la persona, el yo, se oponen a la sociedad y a la naturaleza amenazantes Pero  no es así, porque la persona no es en absoluto un individuo, es decir, un ente indivisible e igual. Por el contrario, está internamente, íntimamente dividido entre sentimientos, deseos e intereses contradictorios. División que se proyecta asimismo a la vida social: se ha invocado ideológicamente a un “pueblo” con intereses homogéneos, indivisibles y opuesto al poder, cuando en realidad el poder emana precisamente de la división del pueblo en grupos de intereses, aspiraciones, etc.

  El hombre, pues, ha de orientarse no solo  en el doble medio físico y social, sino dentro de sus  propias contradicciones y ambivalencias internas, que pueden hacerse caóticas o paralizantes. Cuando se invoca al “Hombre”, la “Humanidad” o el “Pueblo” como abstracciones homogéneas se falsea radicalmente la realidad. Esta falsificación es una característica definitoria de la ideología y la demagogia.

La Segunda Guerra Mundial: Y el fin de la Era Europea (HISTORIA)

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Una guerra evitable

**Me dice alguien: “¿Por qué habla usted tanto de colonización cultural por el inglés, cuando nadie habla de ella ni le interesa a nadie?” Pues por eso mismo.

**Los rusos han desarrollado una ciencia y una técnica de primer nivel en ruso, no en inglés. ¿600 millonea de hispanohablantes no serán capaces de hacer lo mismo en su propio idioma? He aquí una cuestión del máximo alcance cultural.

**Con solo que Zelenski hubiera aceptado la neutralidad de Ucrania, la guerra se habría cortado apenas empezada. Lo aceptó en Estambul, pero de inmediato cayó en la trampa de las promesas y presiones de Usa e Inglaterra,  que le hicieron creer que derrotaría a Rusia. El resultado es que ha destruido prácticamente su país. Y que la guerra puede extenderse al resto de Europa

**A su modo resulta admirable que el PSOE, que no luchó contra el franquismo, haya construido con el antifranquismo una industria política tan productiva para él y tan demoledora para la democracia. A esto se llama inventiva y talento innovador

**El tripartito PP-PSOE-Separatistas se fue configurando en la transición, ha evolucionado hasta convertirse en un grupo de mafias desde 2002, y ha terminado por destruir el régimen en que él mismo tomó forma. Superar la actual putrefacción político-histórica exige la desaparición o marginación de esas mafias y una nueva Constitución que corrija los errores de la del 78.

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