A las órdenes de Mohamed
**Los mandos del ejército cipayo español no celebrarán el brillante desembarco en Alhucemas, por orden de Mohamed VI a través del Saunas y de la Robles
**Israel no es amigo de España, tampoco enemigo. Es socio comercial, como de otros muchos países. Pero es también un enclave de cultura occidental asediado a muerte por un entorno islámico fanático que sí es enemigo también de España. Por esta razón debemos apoyar a Israel.
**Existe una mitología antisionista y de fondo nazi que desearía que las matanzas de Siria se reprodujeran multiplicadas en Israel. Una mitología realmente criminal. Israel no es un peligro para España (le debemos muchos inventos, entre otras cosas) y sí el islam.
**En el siglo XVI, España defendió a la Iglesia política, militar e intelectualmente frente a la revolución protestante. Si hoy el catolicismo es la religión más numerosa, se debe a España. Pero después de Trento, el catolicismo español se anquilosó, cobró algunas formas grotescas, y en el Vaticano II fue irrelevante.
**Creo que la época intelectualmente más interesante–y mal estudiada- de la cultura del franquismo fueron los años 40. Luego se volvió progresivamente pesada y roma, con pocas excepciones. Lo cual explotaron sus enemigos para aparentar otra cosa, pese a no ser menos pesados.
**España tiene una democracia de chiste, si se la puede llamar democracia. Y la UE va por el mismo camino. Sin embargo aquí todos quieren juzgar al resto del mundo sobre la base simplona de “dictadura o democracia”.
**Me asombra la furia con que los partidarios de Zelenski reaccionan ante cualquier explicación sobre la política de Putin. Se pensaría que en cualquier momento van a luchar a Ucrania. Pero no salen de sus cómodos sofás. Eso sí, dispuestos a luchar hasta el último ucraniano
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353 – La paz, logro clave de Franco | Los datos de la amenaza rusa – YouTube
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Vizcaíno Casas y yo (y II)
Así pues, Vizcaíno Casas –como Ricardo de la Cierva y otros muchos autores de mérito–, ha sufrido la “cancelación” impuesta por la amplia chusma de mediocres falsarios que muy pronto se adueñaron fraudulentamente de la bandera de la democracia para, amparándose en ella, cometer mil fechorías. Ayudados, es verdad, por una derecha opuesta a la democracia y otra más amplia avergonzada de su franquismo de origen, que daba todas las facilidades a aquellos usurpadores. Esta segunda derecha fue la “canceladora” más eficaz. La “cancelación” persigue ejecutar sobre sus víctimas la muerte civil o al menos la muerte literaria o intelectual, y debe reconocerse que en muchos casos lo ha logrado: pese a sus éxitos literarios, Vizcaíno padece actualmente un olvido muy mayoritario.
En mi caso también la cancelación ha tenido sus efectos y daños evidentes, y también ha sido la de derecha la más efectiva. Con todo, sigo en la batalla. A diferencia de Vizcaíno, que evidentemente se siente dolido por tanta injusticia y abuso, yo pronto entendí que de esa gente no se puede esperar otra cosa, la desprecio con moderación así como a los ambientes creados, y me limito a defender ciertas verdades en lo que está a mi alcance. Comprendo que esos intelectuales y políticos de poco fuste y mucho mando han hecho su carrera con tales falsedades que cambiar a estas alturas les sería demasiado ruinoso.
En sus memorias –y partiendo, como decía Pío Baroja, que es imposible conocerse bien a sí mismo–Vizcaíno se presenta como un español muy típico: aficionado al fútbol, a los toros, a la buena mesa, a las anécdotas, sociable, amistoso, familiar, bienintencionado, de sólidos — aun si algo estrechos– sentido común y humor. Las virtudes que permiten la estabilidad social. Por lo que puedo saber de mí, soy distinto: sin esas aficiones, sin ser muy sociable, con un toque de lobo solitario, incluso con cierto patriotismo no habitual: el español corriente es poco patriota, se siente por encima de su país, cuya historia ignora en general: “¡Esto (algo malo) solo pasa en España!”, una frase frecuente.
Por lo que Vizcaíno cuenta, su vida, llena de éxitos debidos a su talento y no a causas turbias, no es, con todo, muy interesante: una trayectoria previsible siguiendo una línea trazada en su juventud y muy adaptada a su ambiente. Poco semejante a la mía: he vivido como tres vidas muy distintas y solo en la última he conocido un éxito relativo, menguante por la dichosa cancelación. De joven tenía gran interés por viajar, conocer gente y tener experiencias, y el tiempo y las experiencias me han vuelto levemente misántropo. Y también sabio, si es cierto el dicho — creo que de Lao Tse– “El hombre sabio, sin salir de casa, conoce el mundo”. En fin, de todo tiene que haber en la vida.