Blog I. Recuerdos (20) Campana de mi lugar: http://www.gaceta.es/pio-moa/recuerdos-20-campana-lugar-22082015-0839
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(Siguiendo con la mitología separatista y las heroicidades de Companys)
La gran victoria electoral de la derecha en noviembre de 1933, después de un bienio izquierdista desastroso, provocó un verdadero terremoto en las izquierdas y los separatistas. Companys, a través de su periódico La Humanitat, se declaró “en pie de guerra”, Azaña propició un golpe de estado y el PSOE, que ya había roto con las izquierdas “burguesas”, se dispuso a organizar la insurrección armada para imponer la “dictadura del proletariado”, es decir, del propio PSOE. Y, a pesar de que el partido más votado, la CEDA, renunció tímidamente a gobernar, enseguida comenzaron las maniobras desestabilizadoras contra el gobierno del Partido Radical de Lerroux.
El primer ataque en regla fue la huelga general agraria promovida por el PSOE para impedir la cosecha de trigo, lo que habría causado una hambruna. El gobierno consiguió abortarla, y a continuación le tocó el turno a Companys y su Esquerra, que había perdido muchos votos pero aún gobernaba en Cataluña. El conflicto surgió con una ley de contratos de cultivo, que según el partido de Cambó, la Lliga, vulneraba principios constitucionales. El Tribunal de Garantías Constitucionales dio la razón a Cambó, pero proponiendo solo algunos cambios insignificantes que Companys se negó en redondo a admitir, declarándose prácticamente en rebeldía (como ha pasado recientemente).El jefe del gobierno, el débil Samper, advertía: “La República lo será mientras se cumplan estos tres principios: el respeto al sufragio, el respeto a la ley y el respeto a las sentencias de los tribunales. En cuanto uno de estos tres principios falle, no habrá República, ni siquiera convivencia social”.
Era en vano: las izquierdas apoyaron a los rebeldes y chantajearon al gobierno sin el menor freno. Prieto declaró: “Tenemos la sospecha intuitiva de que este conflicto va a adquirir proporciones gigantescas. Cataluña (obviamente quería decir la Esquerra) tiene razón. Tened por seguro —advirtió al gobierno— que si vosotros llegáis a pelear con Cataluña, Cataluña no estará sola, porque con ella estará el proletariado español”. Azaña amenazaba a su vez a Samper: “Caerá sobre Su Señoría y sobre quien le acompañe en esa obra toda la responsabilidad de la inmensa desdicha que se avecina”. El diario El socialista afirmaba: “o se somete el Gobierno, o surge la guerra civil”. Los republicanos de izquierda presionaban al presidente de la república, Alcalá-Zamora, para que hundiese al gobierno y les diese a ellos el poder, como medio de zanjar el conflicto. En sus diarios robados por el Frente Popular, y publicados parcialmente durante la guerra, Alcalá-Zamora escribía: “Apena presenciar todo esto y seguir rodeado de gentes que constituyen un manicomio no ya suelto, sino judicial, porque entre su ceguera y la carencia de escrúpulos sobre los medios para mandar, entran en la zona mixta de la locura y la delincuencia”.
Companys predicaba abiertamente la guerra civil en Cataluña con declaraciones explosivas. Una delegación del PNV visitó Barcelona, siendo acogida en triunfo. En los edificios oficiales había desaparecido la bandera republicana, y ondeaban sólo la catalana y la del PNV. Companys advirtió: “Cuando nosotros decimos que estamos dispuestos a dar la vida, no lanzamos al aire una palabra vana, una frase de mitin. Hemos de esperar el momento que nos convenga para el gesto definitivo”.
Mientras, Dencàs creaba un Comité Militar, dedicado a instruir a las milicias, a organizar una trama golpista entre los oficiales de izquierdas y nacionalistas en las guarniciones, y a hacer planes concretos, hoy bastante bien conocidos y que he expuesto en Los orígenes de la guerra civil.
El gobierno ignoraba a medias lo que ocurría, y prefería cerrar los ojos. En las Cortes, los monárquicos denunciaron que la Esquerra se estaba armando, y un Samper demasiado ingenuo replicó: “¿Contra quién? ¿Contra el Poder público del Estado español? Yo no seré capaz de inferir semejante injuria a los representantes de la Generalidad. Eso sería incubar una catástrofe”. El ministro de Marina, el radical Rocha, acusó a su vez a los que tales cosas denunciaban, de soliviantar a la gente con frases alarmistas y “separadoras”, simétricas de las de los “separatistas”. Y terminó, con falso optimismo: “El problema hay que resolverlo con cordialidad”.
La tensión en el Parlamento creció de tal manera que la sesión del 4 de julio estuvo a un paso de terminar en sangre. Gil-Robles denunció indignado: “¿Es que no se han hecho concesiones a la Generalidad cuantas veces el señor Azaña necesitaba los votos de la Esquerra para mantenerse en el poder? ¿Es que en los momentos actuales persistiría la rebeldía de la Generalidad si no tuviera la evidencia de que cuenta con cómplices y encubridores en partidos que aquí tienen representación?” Las izquierdas se levantaron furiosas y se armó una batahola, que describe Josep Pla: “Los diputados se insultan, llegan a las manos; las bofetadas, las coces, los puñetazos, llueven. De pronto, bajo la deslumbradora luz del salón, un diputado hace relucir la pistola que empuñaba. Prieto, con gesto violento, saca la suya y la empuña a su vez. Los diputados, el público de las tribunas, los periodistas, tenemos la sensación de estar a un milímetro de la tragedia. En un momento determinado el número de armas que se esgrimen pone un escalofrío en el hemiciclo. Pero la catástrofe no se produce. Quizá la misma profusión de armamento aconsejara prudencia a todo el mundo”.
En Cataluña, las proclamas de Companys, cada vez más salvajes —aunque él mismo corregía las versiones aparecidas en los periódicos, según señala Dencàs, para quitarles algo de hierro y que no terminasen de alarmar a Madrid—, ponían a la opinión, al menos en apariencia, al rojo vivo. Uno de sus partidarios, Jaime Miravitlles, lo describe así: “Cada discurso de Companys era un toque de atención. Cada viaje, una concentración popular. Cada inauguración, una revista. A medida que pasaban los días, la figura del President adquiría proporciones épicas, de leyenda, mientras que Samper, Lerroux, Salazar Alonso, aparecían en su miserable minusculidad”.
Claro está que no todos los catalanes, ni mucho menos, pensaban igual. El influyente periodista Agustín Calvet, Gaziel, predicaba la sensatez desde el periódico La Vanguardia, el más importante de la región: “¿Ahora ha de ir a tiros todo el mundo? El catalanismo de antaño había usado y abusado en gran escala de la táctica de la intimidación. El “todo o nada”, el “si no nos la dan, nos la tomaremos” y bravatas parecidas, como un posible alzamiento de Cataluña. Trucos manejados, hay que reconocerlo, con gran habilidad, pero perfectamente irreflexivos e irrealizables. Las armas eran todas imaginarias, y la pólvora se iba por completo en salvas. Pero hoy es otra cosa”.
Era otra cosa por la aparente expansión del victimismo nacionalista a amplias capas sociales, pero sobre todo por los preparativos reales para la acción, que, informa Amadeu Hurtado, debía estallar en toda Cataluña simultáneamente: “En todas las emisoras de las radios locales se hacían sonar al final unos golpes secos y acompasados que significaban que no había llegado la hora del alzamiento, pero se sabía la consigna de aquellos golpes que, cuando fuesen seguidos y rápidos, serían la orden de insurrección inmediata”. Y era otra cosa cuando, simultáneamente, los socialistas se aprestaban a la revolución, que en sus papeles aparece sin ningún eufemismo como un llamamiento a la guerra civil; y cuando Azaña y los republicanos de izquierda intentaban poner a punto, a su vez, un golpe de estado, mientras el PNV daba los primeros pasos para una maniobra desestabilizadora muy semejante a la de la Esquerra.
Todos estos movimientos iban a confluir entre julio y agosto, pero, como veremos en la próxima entrega, los implicados no lograrían ponerse plenamente de acuerdo en aquel verano, dando lugar a un fracaso parcial de las maniobras y ataques. El aspecto de mayor interés, por desconocido hasta fechas recientes, es la implicación de Azaña, de la que él intentó borrar luego los rastros , en su libro Mi rebelión en Barcelona, tenido por verídico durante muchos años.
Los hechos que aquí vamos relatando están muy olvidados o tergiversados por la historiografía al uso, pero creo que suministran alguna lección para la actualidad. Evidentemente la conjunción de los nacionalismos y las izquierdas en maniobras contra un gobierno de centro derecha salido de las urnas, contra la Constitución (¡una Constitución elaborada por los mismos que en 1934 la estaban echando abajo!) y contra la unidad de España, tenían entonces un carácter mucho más violento que ahora.
Pero vale la pena reflexionar en el hecho de que hoy se está gestando una nueva alianza más o menos clara entre las mismas o muy parecidas fuerzas políticas, también en contra de la unidad de España y la Constitución, que no vacila en desobedecer a los tribunales u organizar, si la ocasión se presenta, movimientos desestabilizadores como los del Prestige y la guerra de Irak, o en explotar para sus fines el terrorismo etarra. Ni faltan quienes acusan de “separadores” a quienes denuncian estas peligrosas maniobras. Cuando Maragall habla hoy de crear “un drama” o de una vuelta a 1936, sus palabras no debieran ser tomadas por meras chifladuras.
(En LD, 16-12-2012)
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¿Fue legítimo el alzamiento de julio de 1936?: http://citaconlahistoria.es/2015/07/26/la-legitimidad-del-alzamiento-nacional-de-18-de-julio-de-1936/
La traición es la norma, no la excepción…
Varoufakis: “Syriza ha traicionado al pueblo griego”
No se si el Sr. Moa a leído una conversación que mencionaba ayer entre Tarradellas y Juan Gª Oliver. ¿Habrá algo de cierto en ello?
Un saludo y gracias de antemano por su respuesta
(sigue 9:43)
Según se comenta aquí, parece que el tema es ya bastante conocido. Aunque no excesivamente divulgado.
““Las pruebas reunidas son lo suficiente elocuentes para afirmar que algunos gobernantes de la Generalitat de Cataluña estaban al cabo de la calle de la persecución y el chantaje de doscientos mil francos que los dirigentes de la CNT-FAI -con cargos de responsabilidad a la Conselleria de Interior de la Generalitat de Catalunya- hacían a la Institución Marista, y que este dinero cobrado por Aurelio Fernández fue entregados a Josep Tarradellas, que a su turno los entregó a Josep Asens para ser trasladados y depositados en Suiza”, acaba el libro (El precio de la traición (Portico) pág. 250).”
Un saludo
Probablemente tiene razón García Oliver, excepto en eso de que los maristas fueron asesinados “por una patrulla irresponsable”. Todos estaban metidos hasta el cuello en aquellos negocios.
Su nombre era: María de los Ángeles López Segovia.
Morgan era un primitivo modelo de coche deportivo inglés.
Esto es para doiraje. Aunque siento respeto por las creencias religiosas también creo que no pueden quedar exentas de la crítica racional y humanista , aplicando los criterios con que juzgamos cualquier doctrina o hechos humanos. Viene esto a cuento de esta parabola evangélica que siempre me ha resultado de las más incoherentes, crueles e indigestas de las pronunciadas por Jesucristo:
“En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: “Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda.” Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: “La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda.” Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: “Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?” El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: “Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.” Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.»”
El comportamiento de este rey y el compararlo con el reino de los cielos se me antoja humanamente lamentable. De entrada se nos dice que los invitados que rehusaron ir a la boda y encima asesinaron a los mensajeros del rey fueron castigados con la muerte y el incendio de su ciudad, lo que sugiere un genocidio. Por mucho que fuese condenable el asesinato de los mensajeros no deja de ser chocante que Jesucristo no parezca condenar para nada el asesinato e incendio vengativos posteriors. Es más, los asemeje al Reino de los Cielos. Pero aún resulta más antipático el comportamiento posterior del rey, que invita a todo el que pasa por la calle, pero se indigna y expulse a un pobre invitado casual por no ir vestido como es debido. Uno no puede por menos que simpatizar totalmente con el invitado y despreciar la conducta cruel y arbitraria, amen de mezquina, del rey Termina la parabola infundiendo terror en el oyente al anunciar que “muchos serán los llamados y pocos los elegidos”.
¿Es esto una expresion de la maxima sabiduría moral posible, la revelada por Dios? Si lo es , más parece la expression de un dios cruel y veleidoso que de uno compasivo y amoroso.
Naturalmente los exégetas podrán hacer acrobacias hermenéuticas con esta antipática parábola para hacerle decir lo que no dice, pro a mí no me convencen.
Evidentemente lo de “patrulla irresponsable” es un eufemismo. Lo importante es la catadura que se revela del Sr. Tarradellas y la ignorancia, real o fingida, de los que lo propiciaron como presidente de la Generalidad.
Un saludo Sr. Moa
Tarradellas fue de los pocos exiliados que reflexionaron y cambiaron realmente de política. El verdadero mal de la transición en Cataluña, el que reconstruyó el separatismo, fue Pujol.
[Hacia la mitad del siglo XIX: comienza el desarrollo económico moderno español]
CCURIOSO en 23:54 del 21/8, hilo “La misa…”:
{ creo que lead y yo , hemos puesto muchas veces en el blog que España ya era un país ya bastante desarrollado e industrializado en el S.XIX.}
En efecto, yo también he comentado en numerosas ocasiones acerca de este asunto. El error habitual sobre el desarrollo económico español se basa (1) en desconocer la situación comparada, y (2) en centrarse en la descripción de las áreas pobres españolas que –también, por ignorancia de la situación comparada– no eran esencialmente diferentes de las áreas pobres de otros países que entonces se estaban desarrollando (o habían comenzado unas décadas antes); ¿o es que, por ejemplo, el Mezzogiorno italiano o los Estados del Sur de los EE.UU. –y éstos todavía en la primera mitad del siglo XX– no se encontraban en una situación mísera?:
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lead dijo el día 25 de Octubre de 2009 a las 21:00:
[Economía y tiempo del 98]
Artículo de Martínez Soler (con referencia a varios economistas españoles) sobre la evolución de la economía española a finales del XIX y principios del XX, economía que no es tan diferente de la de los países de su entorno. España, como acabo de señalar, era en 1900 la 10ª economía del mundo, hecho objetivo desconocido por nuestros egregios ignorantes e irresponsables de la generación del 98:
http://www.matices.de/17/17secono.htm
NOTA a CCURIOSO @0:02 del 22/8:
…y no sólo los ensanches de finales del XIX y comienzos del XX de Madrid y Barcelona sino de otras varias ciudades españolas como Valencia (con un notable ensanche modernista, parecido al de Barcelona), o Bilbao o San Sebastián; no estaba muy lejos en el tiempo el desarrollo del Plan Hausmann de la modernización de París, llevada a cabo durante el Segundo Imperio bajo Napoleón III (entre 1852 y 1870). En efecto, esas ciudades españolas no eran el escaparate de una nación mísera y atrasada.
Obras como la Ilíada también merecen una buena crítica humanista. Matan mucha gente en el libro ese. Y es claro el propósito genocida de los aqueos por mucho que el infame de Homero trate de que parezca que todo el lío fue por una tía buena.
[Hacia la mitad del siglo XIX: comienza el desarrollo económico moderno español](II)
Como señala Martínez Soler, citando al profesor Carreras:
{ Lo que hay en los noventa años anteriores a la Guerra Civil [inicio hacia 1846] (…) es un largo período de crecimiento, unas veces algo más rápido, otras algo más lento, que da a entender que la tradición industrializadora es larga en España.”}:
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lead dijo el día 6 de Diciembre de 2008 a las 15:54:
[Desarrollo económico español](II)
[Economía española en 1900](II)
Reproduzco unos párrafos de un libro de historia de la economía española cuyo enlace pongo en el siguiente post: [[es el trabajo de Martínez Soler que acabo de enlazar en el comentario anterior]]
¿Es España económicamente diferente?
El profesor Gabriel Tortella se pregunta “¿por qué, tras un siglo de inquietante arcaísmo, comienza a modernizarse aceleradamente la población española precisamente con el cambio de siglo?” Desde luego, los datos prueban que “la natalidad y la mortalidad comienzan a caer de modo paralelo hacia 1900 hasta colocarnos hoy cerca de la norma europea”. Pero como dice Joaquín Arango: “La demografía se nutre de los dos principales ingredientes de las novelas policíacas, sexo y muerte”. Y muchas veces lleva también ciertas dosis de misterio.
A la pregunta ¿es España económicamente diferente del resto de Europa?,Gabriel Tortella nos responde que “la historia económica española presenta peculiaridades, pero, en conjunto, se ajusta bastante al patrón de la Europa occidental meridional”. Vicens Vives resume con gran precisión los rasgos característicos de la economía española en el salto del siglo XIX al XX que nos pueden servir de guía: “Un caso típico de industrialización en un área mediterránea con escasa densidad demográfica, defectuoso reparto del suelo agrícola, débil capacidad de consumo, bajo nivel técnico y notoria deficiencia del sentido económico moderno, en gran parte del pueblo español y en las altas esferas de la Administración.” Que España no es un caso extraordinario o exótico en su desarrollo económico a largo plazo lo muestra la evolución casi paralela de las curvas de renta por habitante de España, Italia y Francia durante los últimos decenios del siglo XIX y primeros del XX. También podemos tomar una foto fija en el cambio de siglo o, si queremos, dos años antes, en pleno desastre del 98. Si tomamos la renta por habitante de Gran Bretaña como punto de referencia, igual a 100, la renta per capita española en 1900 era de 41,2 equivalente a la de Italia, con 41,9, y casi el doble que la portuguesa, con 25,4. Estados Unidos tenía entonces una renta por habitante de 96,7, acercándose a la de Gran Bretaña, seguido de Francia, con un 62,4 y Alemania, con un 59,1 (Prados de la Escosura, 1993).
Si recurrimos a la autoridad del profesor Carreras, la evolución del índice de producción industrial y el proceso de desarrollo económico (antes de la guerra civil y de la “larga noche de la industrialización” que supuso la autarquía de postguerra) apenas se vieron alterados por el desastre del 98. ”No existe” – según Carreras – “discontinuidad alguna en el ritmo de crecimiento industrial en torno a 1900, ni en torno de 1890 o 1906. (…) Lo que hay en los noventa años anteriores a la Guerra Civil (…) es un largo período de crecimiento, unas veces algo más rápido, otras algo más lento, que da a entender que la tradición industrializadora es larga en España.” Los datos económicos, antes y después del 98, muestran una evolución de la economía española con peculiaridades propias pero, en general, muy semejante a la de sus vecinos e igualmente sensible a la influencia de los ciclos y tendencias del exterior.¿Qué es lo que nos diferencia tanto de los demás países en el fin de siglo? A primera vista, podría ser el llamado Desastre del 98, la “quiebra del 98” – como la llamó Tuñon de Lara – que dejó a España moribunda o “sin pulso”, como la describió el conservador Francisco Silvela, tras la derrota militar frente a los Estados Unidos y la pérdida de los últimos restos del imperio colonial.
Pero ya se encargó Jesús Pabón de recordarnos que el 98 tampoco es algo exclusivamente español sino que es “un acontecimiento internacional” y que, en años distintos y próximos, muchos países sufrieron fenómenos semejantes al nuestro. Basta con citar el reparto de las colonias portuguesas entre Francia y Gran Bretaña poco antes del 98: el desastre de Italia en Abisinia en 1896; el de Francia en Egipto en el mismísmo 1898, y que también conmocionó a todo el país; el de Rusia con la guerra de Crimea o el fin de shogunato en Japón. Se mire por donde se mire, la revisión histórica reciente del salto económico del siglo XIX al XX, realizada con datos estadísticos cada día más elaborados y ajustados a la realidad, nos permite aventurar que España no fue un caso anómalo y excepcional sino muy semejante al resto de Europa y más parecido aún a los países de su ‘variante mediterránea’.
En realidad no. Más bien la obra trata de Aquiles.
Todo eso se me está olvidando muy pronto. ¿De qué trata Las suplicantes? ¿En esta obra aparece Ío o sólo la mencionan? ¿Qué no era ella la que sale quejándose en Prometeo encadenado que porque, convertida en vaca, la va picando una moscota?
No tiene nada que ver, pero se me ocurre que con algo de tiempo adicional a Freud muy bien pudo habérsele ocurrido el complejo de Gilgamesh. El nombre suena estúpido, pero deja platicar un rato.
Saludos.
Lecturas del día:
http://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/hoy
# jaquejaque:
Hola, jaque. Bueno, yo aún te convenceré menos, dado que ni soy exégeta que merezca tal honor, ni tampoco acróbata con mis dos operaciones de columna, pero ya que quieres saber mi punto de vista, te la daré como feligrés de a pie que soy.
Quizá lo primero que habría que señalar es que la antipatía que despierta el texto hoy, se los despierta a los hombres de hoy. No resultaba este texto antipático a hombres de otro tiempo, ni tampoco se lo resulta a todavía no pocos católicos. Digo esto porque es importante resaltar que la antipatía no es una verdad objetiva que sea causada por un texto, en este caso, sino que viene suscitada por una cierta sensibilidad particular muy promovida en estos tiempos en que la autoridad y el castigo están muy muy relativizados, por decirlo eufemísticamente.
El texto, sin embargo, es cierto que resulta duro, pues trata del poder de Dios no sólo para amar o salvar, sino también para condenar y maldecir. Dios es amor, misericordia, gratuidad; pero también es un Dios exigente, que nos pide que le amemos, aunque sea con un amor parcial, frgamentario, débil, pecador. Los comensales invitados que desprecian la comida de su Señor, como aquel que no siendo invitado acude como si fuera a cualquier otro lugar, denota el desprecio que la criatura puede expresar y ejercer hacia el Creador; en los invitados este desprecio se expresa no acudiendo, y en el comensal mal vestido, en su apariencia denota que tal comida es una más para él, o incluso algo peor: que el Señor está por debajo de él, y por tanto debe ser el Señor y no él quien se deba vestir bien. La parábola viene a indicar que aquel que con plena consciencia niegue o desprecie el amor de Dios será condenado.
Por supuesto, todo esto está expresado en parábola. Ni el Reino de Dios es una comilona; ni el infierno un lugar donde se llore, se rechine los dientes o crujan los huesos, pues cielo e infierno son “lugares” eminentemente espirituales. Pero de algún modo se ha querido expresar que estar con Dios es un gran gozo (el banquete donde Dios se da y comparte -la Eucaristía-), y estar sin Dios por siempre jamás es la desolación más absoluta (el reino del llanto, etc.).
Que esto te resulte antipático ya es otro tema. Comprendo que es difícil para quien no cree, o que cree a su manera, que el mundo obedece a un orden que Dios ha prescrito, y que no obedecer ese orden tiene sus consecuencias. Ese orden, fundado en el amor de Dios por el hombre, está dirigido a la salvación de su criatura preferida, pero ha permitido que ese amor pueda ser libremente correspondido por el hombre. Y, en efecto, el hombre es tan esencialmente libre que puede negar a Dios y a sus leyes. En correspondencia, si su decisión es esa, Dios le negará la vida eterna y su presencia tras su muerte en la tierra.
Para mí el orden de Dios no es antipático, sino profundamente justo.
[PIB y PIB per capita: Angus Maddison]
El PIB da una medida de la importancia absoluta de una Economía en el panorama internacional; así, cuando Angus Maddison señala que en el cambio de siglo XIX al XX España era la 10ª Economía del mundo está señalando la importante obviedad de que, en esos años, sólo 9 Economías eran más grandes que la española, lo que es un DATO muy relevante sobre lo que era ya España en aquellos años, dato que, cuando lo comenté en su día entre amigos y familiares, causó sorpresa general (e incredulidad, al principio); desde luego, nuestros egregios intelectuales de las generaciones del 98, del 14 y del 27 (éstos en plena Dictadura de Primo de Rivera, con España creciendo a ritmos de récord mundial) manifiestamente desconocían este dato (como desconocían, por lo que decían, la situación de “lacerante miseria” de…los Estados del Sur de los EE.UU. o del Sur de Italia, por ejemplo, a la hora de hablar de nuestras miserias, como si fueran las únicas del mundo; como Ernest Hemingway hablaba de la España pobre –casi toda, para él– desconociendo como eran vastas áreas de su propio país en aquellos mismísimos años).
Para tener una medida del desarrollo social, el PIB per capita nos da una primera aproximación (ya que esa cifra es una media que necesitaría de otras cifras estadísticas –dispersión y desviación típica– y de otros índices –mortalidad infantil, esperanza de vida, tasa de escolarización, sanidad, infraestructuras, etc.– para hacerse una idea más precisa de ese desarrollo). Sobre PIB per capita Maddison dio estas tablas:
https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_regions_by_past_GDP_(PPP)_per_capita
…Otra cosa cosa es que sea sencillo de seguir y obedecer. Pero Dios también nos asiste para que lo logremos. Ahora bien, si no reconocemos o ignoramos su orden, es muy difícil que podamos recurrir a los auxilios que nos presta a los que sí lo aceptamos.
Esto también parece esencialmente justo.
http://m.ascodevida.com/familia/1847640
Lead Hay grandes disparidades entre las estimaciones de los economistas sobre el PIB y su evolución. Seguro que asistiremos a nuevas estimaciones. Aparte de que el PIB es un concepto que admite diversas formas de medición. Y en países como Suecia, por ejemplo, la gente tiene que gastar grandes cantidades en calefacción, que entran en el PIB, mientras que en España ese gasto es muy inferior simplemente porque el clima es más benigno, y por tanto no produce PIB en ese sentido.
Hay además otras cuestiones: un país que basara parte importante de su economía en el juego o la prostitución, podría tener un PIB muy distinguido, aunque su salud social fuera muy mala. Lo notable del franquismo es que consiguió desarrollarse de forma socialmente sana y a gran ritmo. Los años 40, contra lo que se dice, deben observarse como excelentes: España se libró en su primera mitad, de las catástrofes de la guerra mundial, y en su segunda mitad logró ir superando el criminal aislamiento al que fue sometido, sin ponerse de rodillas ante los vencedores de la guerra.
Sobre lo “perdidos” años 40 y 50 y “la noche de la industrialización”, partiendo de una economía destrozada por el Frente Popular y del semiboicot inglés, expongo algo en “Los mitos del franquismo. También lo traté en un artículo: http://www.libertaddigital.com/opinion/historia/los-40-y-50-anos-perdidos-del-franquismo-1276239136.html
Anselmo, en estos casos siempre mi mujer dice: “Dios da mocos a quien no sabe sonarse.”
Por ejemplo, si no aceptamos el orden Dios referido al matrimonio, no podemos buscar su aprobación comulgando:
http://infocatolica.com/blog/puertadedamasco.php/1508211054-y-tu-mas
…el orden DE Dios…
En ese sentido habria que tomar en cuenta como el PIB esta distribuido entre los habitantes de un pais. De nada sirve que un pais tenga un PIB alto si el dinero esta en manos de un porcentage reducido de la poblacion. O en el caso de Espanha, de que nos vale tener un PIB superior al que se tenia en la epoca franquista, si la riqueza se disipa en pagar sueldos a mas de 3.000.000 de funcionarios, a millones de desempleados, a multitudes de politicos corruptos que hacen el agosto con su “arca abierta”, y su impunidad a la hora de construir obras millonarias de las que se inflan de cobrar comisiones, cuando estas terminan por ser inservibles para el pais. Y si nos referimos al nivel social, A un pais no le sirve de mucho tener un PIB alto cuando no hay buenas perspectivas para el futuro, cuando las generaciones venideras tienen su fecha de caducidad por el cese o drastica disminucion de nacimientos. Y cuando el resultado final de esta experiencia “democratica” ha sido la vuelta al pasado a la epoca anterior a la guerra civil. Como si tuvieramos que repetir la historia, porque a los mismos que provocaron aquella guerra, se les ha dado la oportunidad (por arte de urnas) de volver a las andadas.
Amen del pago de los intereses de la deuda publica, que no para de crecer.
Traigo aquí mi último comentario en el blog de César Vidal a cuenta de su análisis de Franco y el franquismo, al que no creo que don César hacer ningún tipo de contestación:
“Creo sinceramente -es mi opinión, naturalmente- que este análisis de César Vidal sobre Franco y el franquismo es más flojo que los anteriores sobre otros personajes de la II república, que me parecen buenos análisis. Al igual que la guerra no se puede explicar sin explicar con objetividad la II república, porque están entrelazados, el franquismo tampoco se puede explicar sin explicar la guerra a fondo, sus causas, orígenes y naturaleza, lo que lleva a que también esté algo mezclado de la II república.César Vidal dice que “Si para unos fue el salvador de España de una revolución comunista, para otros, no pasó de ser un dictador que conculcó las libertades más elementales. En ambas afirmaciones hay parte de verdad..”. El error parte de aquí, de la equidistancia con que se aborda desde el inicio, y que no tiene en cuenta los antecedentes. La ecuación tiene dos polos muy desiguales, aunque se pretendan igualar y equidistar. El primer polo era absolutamente cierto, no parcialmente sino totalmente, lo que pasa es que no se puede hacer al modo prestoniano, según el cual como no hubo plan de insurrección comunista, pues ya está, no iba a haber revolución comunista. La revolución seguía otras vías y era claramente socialista y anarquista en sus inicios, pero los socialistas estaban actuando -el caballerismo- muy intrincado en las estrategias comunistas, que a su vez claro que querían hacer la revolución, pero seguía vías más indirectas, y que tras el golpe que dan en la mesa en mayo del 37 se van haciendo con el control poco a poco y disimuladamente del régimen frentepopulista. El final claramente era una república popular del estilo de la húngara o la alemana del este, como les enseñaban en los colegios a los niños alemanes del este, de todo lo cual España quedó en prototipo.El segundo polo de la ecuación hay que explicarlo porque si no, se queda en el clásico tópico de la historiografía de las apariencias que tanto gusta a nuestras izquierdas. Y parece que lo que se está diciendo es que Franco destruyó la democracia. Franco fue un dictador porque no había otra posibilidad con la democracia destruida y los odios a flor de piel tras una guerra civil revolucionaria muy cruel. Franco y con él la media España que no se resignaba a morir no estaban pensando ni por asomo en democracias en las cuales no confiaban porque veían -con más o menos razón- a donde había llevado. La media España que no se resignaba a morir y gran parte de la otra, daban gracias al cielo de aquello hubiese acabado y de que el frente popular ya medio asido por los stalinistas no se hubiera hecho con el poder. Porque sí, Franco fue un dictador que nos libró de una dictadura bastante peor: totalitaria. De ahí que Franco en realidad no conculcase libertades que en la primavera-verano del 36 no estuviesen ya conculcadas para media España. Stanley Payne ha repetido hasta la saciedad con toda la razón que Franco no destruyó la democracia en España, y con él, algún otro autor…”
Meditación del Papa Francisco
Ante todo la esencia cristiana es una invitación: solo nos convertimos en cristianos si somos invitados. Se trata de una invitación gratuita, a participar, que viene de Dios. Para entrar en esta fiesta no se puede pagar: o estás invitado o no puedes entrar. Si en nuestra conciencia no tenemos esta certeza de ser invitados entonces no hemos entendido qué es un cristiano.
Un cristiano es uno que está invitado. ¿Invitado a qué? ¿A una tienda? ¿Invitado a dar un paseo? El Señor nos quiere decir algo más: ‘¡Tú estás invitado a la fiesta!’ El cristiano es aquel que está invitado a una fiesta, a la alegría, a la alegría de ser salvado, a la alegría de ser redimido, a la alegría de participar de la vida con Jesús. ¡Ésta es una alegría! ¡Tú estás invitado a la fiesta! Se entiende, una fiesta es una reunión de personas que hablan, ríen, festejan, son felices. (Cf. S.S. Francisco, 5 de noviembre de 2013, homilía en Santa Marta).Reflexión¿Ya te enteraste de la gran noticia? ¡Se casa el hijo del rey!… Pero, ¿de cuál rey? Se trata de un rey muy especial. Hablamos del Rey de reyes, de Jesucristo, el Hijo de Dios.Nuestro Señor nos narra hoy la parábola de las bodas del hijo del Rey y del espléndido banquete que organiza en esa ocasión: “El Reino de los cielos –nos dice– se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo”… Jesús vuelve a usar ahora otra de las historias con que solía explicar a la gente el mensaje del Reino de Dios. Y también en esta ocasión se dirige a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo. Es una de esas parábolas que podemos llamar “históricas” porque lo que dice a modo de cuento sucedió realmente al pueblo de Israel o está para suceder a sus oyentes. Veámoslo con más calma.El rey celebra la boda de su hijo. Y manda a sus servidores a avisar a los convidados para que vengan al banquete. Pero los convidados no vienen: uno se va a sus campos, otro a sus negocios, y otros maltratan a los enviados hasta matarlos. Entonces el rey, enfurecido, manda sus tropas contra esos asesinos y prende fuego a su ciudad. Luego vuelve a mandar más siervos a invitar a gente de todas partes para que vengan al banquete de su hijo. Y acuden pobres y ciegos, lisiados y mendigos, buenos y malos, hasta que la sala se llena de comensales. ¿Qué significa todo esto?Creo que ya lo intuimos: el rey, obviamente, es Dios. Y su hijo, nuestro Señor Jesucristo. Los servidores son los profetas, que invitaban constantemente al pueblo de Israel, de parte de Dios, a entrar en su banquete; es decir, a ser fieles a la alianza que Él había pactado con ellos desde los tiempos de Abraham y de Moisés. Muchas veces en la Sagrada Escritura aparece la imagen del banquete como signo de la comunión de Dios con el hombre. Pero los convidados –o sea, el pueblo de Israel– no hacen caso a Dios y no le obedecen; algunos incluso llegan a matar a los profetas. Dios también castiga a su pueblo con el exilio y con la destrucción de Jerusalén, primero en tiempos de Babilonia y, después de la muerte de Cristo, bajo el poder de los romanos. Es entonces cuando Cristo funda su Iglesia convocando a los gentiles de todas las naciones, –son estos los invitados de los “cruces de los caminos”, como dice la parábola–. Y acude toda clase de gente, ricos y pobres, malos y buenos.Pero… ¡ojo! No basta haber sido invitado. Se necesita venir en traje de fiesta. ¿Y cuál es ese traje de fiesta? La vida de gracia santificante. Que el vestido de nuestra alma se encuentre tan limpio y tan blanco como el día de nuestro bautismo. Sólo así participaremos en el banquete del cielo.Pero, ¿por qué nuestro Señor compara su Reino a un banquete de bodas? Creo que la pregunta no es muy difícil. En la vida de los hombres una boda es siempre un gran acontecimiento. Basta ver con cuánta emoción prepara un padre o una madre de familia las bodas de sus hijos… Todos tenemos esta experiencia. Una boda es una fiesta magnífica, llena de júbilo y regocijo para todos: para los novios, obviamente, que ven cumplidos los sueños de su amor –al menos hasta este momento–; alegría para los papás, para los familiares, para todos los amigos y allegados de los novios, para todos los convidados al banquete. Además, un matrimonio siempre marca un antes y un después en la vida de los desposados: es una alianza de amor para siempre. Por eso Cristo quiso comparar su venida mesiánica a la tierra y su redención con una boda. Así comenzó la era de la “Nueva Alianza”, del Nuevo Testamento: son las bodas místicas de Cristo con su Iglesia.Pero, ¡cuidado! No seamos nosotros como los primeros invitados al banquete que, por atender a sus propios negocios o intereses egoístas y particulares, no obedecieron la voz de Dios. También a nosotros nos puede pasar lo mismo si preferimos nuestro descanso, caprichos y comodidades personales antes de venir al banquete de Cristo. Y, ¿sabes cuál es ese banquete? La Iglesia y la fe, por supuesto. Pero seamos más concretos. Ese banquete es también la Sagrada Eucaristía. ¿Cuántas veces no acudes a la Misa dominical por preferir “tus campos, tus bueyes y tus negocios personales”? Cristo te está invitando a su banquete de bodas. ¿Aceptarás o rechazarás su invitación?
[Mensaje externo al blog. Lamento abusar tanto de este espacio, pero las circunstancias, que no mi voluntad, mandan y obligan. Muchas gracias como siempre a la infinita paciencia del Sr. Moa]
# Para mis “amigos” ferroviarios o del transporte irresponsable:
¿Volvemos al reloj? ¿Eso queréis? Yo no, pero si volvéis a las andadas, volvemos TODOS a ellas. Fijaos en dos cosas, sólo en dos. Creo que vuestra muy limitada inteligencia puede albergar dos ideas a la vez:
1.- Os estamos observando atentamente lo que hacéis o dejáis de hacer. Y os observamos no sólo en los andenes, sino también en donde vivís, pues vivís entre nosotros ¿verdad?
2.- Y dado que vivís entre nosotros, usuarios del transporte público, ¿qué os parecería que os controlásemos cuando vais a la compra, entráis en un bar, paseáis por vuestra localidad, o practicando vuestro hobbies en público? ¿Qué os parece el reloj persiguiéndoos a, nunca mejor dicho, todas horas, no sólo mientras trabajéis?
¿Es que no entendéis, pedazos de gilipollas, que vuestra actitud es indefendible? ¿Quién puede estar orgulloso de ser ferroviario si os comportáis como vulgares gamberros, insisto, bastante gilipollas? ¿Todavía creéis que tenéis mucho poder porque manejáis una máquina o muchas máquinas? Sacad las conclusiones apropiadas con lo que les ha pasado a los otrora “poderosísimos” pilotos de aviación civil. Con la competencia y la crisis, sus sueldos han bajado ¿cuánto?: ¿un 50%, 60% tal vez? ¿Más quizá? ¿Qué creéis que os va a pasar cuando se libere el mercado del transporte ferroviario y deje de ser el monopolio franquista que todavía es? ¿Cuántos creéis que váis a seguir trabajando en las condiciones laborales y salariales que hoy tenéis, inmerecidas, pues no se corresponden con vuestra pobre cualificación? Y esto va ocurrir tarde o temprano. Más temprano que tarde. ¿Y qué haréis? ¿Lo de siempre? ¿Lo que os llena de dignidad ferroviaria?
Bueno, de momento hay alguna esposa de ferroviario que lucha denodadamente por tender una toalla que pone Renfe.
En vosotros está…
[Continuación]
# Y a los autobuseros:
No os metáis en esta feria, que nadie os ha invitado. No os equivoquéis. No cometáis el error de solidarizaros con aquellos que os van a llenar de mierda si lo hacéis. Vuestra posición es muy distinta, aunque os dediquéis al transporte. Larrea es una empresa privada que depende por completo de las concesiones que la Comunidad de Madrid os concede. Quiero decir, estáis en la selva del mundo privado con el sólo sostén de estas licencias temporales. Ellos son funcionarios, y porque se saben intocables actúan como actúan. Vosotros no disfrutáis de este privilegio. Estáis vendidos como lo estamos todos los que trabajamos en el sector privado que dependemos de nuestra competencia.
Saludos.
# Gustavo:
Muy acertadas, por supuesto, las palabras del papa Francisco. Pero es notable que en su reflexión apenas incida en el aspecto central de la parábola: la capacidad de Dios para condenar, que era lo que escandalizaba a jaque. Ciertamente es un mensaje más fácil de aceptar y digerir el de la misericordia divina, que es lo que desencadena la parábola misma (la invitación al banquete). Pero quedarse sólo en este aspecto es dar una imagen incompleta de lo que Jesús quería transmitir con ella.
…Y se evangeliza hablando de todo, no sólo de lo más agradable.
El economista Roberto Centeno es muy suspicaz con las formas que existen a la hora de calcular el PIB. Él se fija, entre otras cosas, en las desigualdades hasta el punto de que paises con un PIB muy alto sufren desigualdades muy acentuadas. La España actual, denuncia Centeno, tiene un PIB mucho más alto que en los años 60 y por supuesto muy cercano al de otros paises desarrollados con lo que las distancias se han reducido con respecto al PIB, en cambio las desigualdades entre españoles son mucho más grandes que cuando el franquismo. Podemos decir que el desarrollo económico del franquismo fue muy equilibrado y progresivo evitando desequilibrios muy altos entre unas clases y otras. Es decir, el porcentaje de población española durante el franquismo fue muy alto a la hora de adquirir y disfrutar de vivienda, educación, sanidad y estar bien alimentado en cambio nuestro PIB no era como el actual y existía una distancia notable comprándonos con el PIB francés, según el estudio que criticamos.
A Jaque la parábola que expone peude parecerlo escandaloso porque él no está inviatdo a ser cristiano como Gustavo ha explicado muy bien apoyándose en las palabras de Papa Francisco. Sin conocimientos ni consciencia ni reflexión las parábolas no se entienden o se interpretar de mala manera. Desde luego no se pueden tomar literalmente.
Es difícil superar a Zapo en su idiocia pero creo que Sánchez pretende eso mismo, superarlo. Cuidado con el nuevo iluminado sociata.
A mí me parece que la parábola a la que se refiere Jaque, es una genial exposición del Maestro : Brillante, certera, oportuna y actual. Sirve para aquellos tiempos y para hoy. Y no tiene nada que ver con la muerte física de nadie. Y en el fondo Jaque lo sabe. Desde luego yo no se lo voy a explicar…
Quien se mete con mi Maestro, se mete conmigo, porque yo soy su discípulo. El único sentido de mi vida es Él. Por cierto, estamos todos invitados a la boda. Leed con cuidado…
Nuevo hilo
# Catlo:
Sí, ya sabemos que Lina Morgan se llamaba en realidad María De Los Ángeles López Segovia.
Y Tony Leblanc se llamaba en realidad Ignacio Fernández Sánchez, y Jorge Mistral se llamaba en realidad Modesto Llosas Rosell. ¿Y qué?