La cultura democrática y una universidad basura.

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P. Ud insiste mucho en el discurso como elemento necesario para superar la actual situación.

–Bueno, se ha puesto de moda llamar discurso a una doctrina general bien articulada. Esto tiene dos niveles, uno inmediatamente político y otro más en profundidad, más ampliamente cultural. Si la oposición al actual frente popular se limita a la protesta y la denuncia, no irá muy lejos y puede provocar un caos. A propósito, quiero insistir en ciertas similitudes de fondo con el 36. Entonces el frente popular tomó el poder mediante unas elecciones fraudulentas, que fueron realmente un golpe de estado, y a continuación cambió radicalmente el régimen de la república, cosa que casi ningún historiador ha sido capaz de percibir. Zapatero llegó al poder explotando fraudulentamente un tremendo atentado, aunque debe decirse que ya la campaña electoral de Rajoy le estaba facilitando las cosas. Y desde el poder empezó a liquidar el legado de la transición, imponiendo leyes incompatibles con la democracia y llevando a cabo la ruptura que no pudieron lograr en 1976. Siempre y básicamente en alianza de hecho con los separatistas, como en 1936. Y ahora el Doctor Profanatumbas, sin pasar por las urnas, quiere llevar el proceso hasta el final, un verdadero cambio de régimen que nos acerca al actual de Venezuela, y en todo caso acaba de demoler lo que se votó por enorme mayoría en 1976. Tampoco entre nuestros analistas e historiadores parece haber nadie capaz de verlo en su proyección general, en su significación histórica. Apenas se va más allá del chismorreo político y la denuncia de detalle. Que por cierto es necesaria, pero muy insuficiente.  El discurso tiene que partir de ahí y plantear una alternativa radical, porque realmente se está cercenando la libertad de los españoles y liquidando la democracia.

P. ¿Qué elementos cree ud que compondrían ese discurso?

–Si digo que debe ser radical me refiero a que prácticamente todas las instituciones y actitudes políticas están viciadas. No existe una cultura democrática  en nuestros partidos e intelectuales.  Fíjese en esto: los actuales gobernantes, realmente golpistas, pretenden profanar la tumba de Franco, en una revancha grotesca propia de delincuentes, y he aquí que ningún partido, ni la Iglesia ni la monarquía, se oponen. Pero esa profanación va más allá: va acompañada de un proyecto de ley para suprimir, so pretexto de antifranquismo, las libertades básicas de opinión, expresión asociación, investigación y cátedra. Este plan, en el que van avanzando, tendría que haber despertado la rebeldía total en una sociedad con un mínimo de cultura democrática, tendría que haber provocado especialmente la indignación de la universidad. Como ud recordará, el PP aparcó el proyecto alegando falta de presupuesto, demostrando con ello  que los elementos básicos de la democracia le importan muy poco. Yo propuse un manifiesto de intelectuales y políticos,  que terminó saliendo, modificado, y consiguió cierto número de adhesiones significativas, que lo fueron tanto por la relevancia de los firmantes como por su número relativamente escaso. Este hecho, entre tantos, lo dice todo. En la inanidad intelectual y cultural a que ha llegado el país, cualquier fechoría de ese tipo se vuelve posible. Es más, llevamos ya una buena serie de ellas desde la ley de memoria histórica y las de género, “ante los ojos estúpidos” de la mayoría.

P. Tal como lo plantea, parece no haber solución

–Tal como están las cosas, no la hay. Tenemos la alternativa, no muy articulada, de VOX,  que suscita esperanzas, pero que debería dar lugar a un auténtico vuelco social, de lo que está aún lejos, y el tiempo se vuelve ya muy importante, apremia. Algunos creen que no pasa nada especial, que efectivamente VOX llegará al Congreso con uno o cinco diputados y empezará a cambiar las cosas poco a poco. Insisto en que estamos en un cambio de régimen, cambio realmente golpista, y las cosas van muy deprisa. Ya hablaremos más de eso. Tengo esperanza porque a menudo sucede lo inesperado… Pero volviendo al principio, he señalado la universidad como un elemento especialmente degradado. La universidad es, desde la Edad de Asentamiento, la columna vertebral de la cultura europea y por supuesto española. Pero en la actualidad, y con las excepciones de rigor, ha caído en una degradación realmente infame, una de cuyas muestras es la ya señalada. No me refiero a los centros técnicos y científicos, que son bastante buenos, sino a aquellos que recogen y promueven  los elementos culturales e ideológicos. Una universidad que acepta sin rechistar la enseñanza de la historia según la ley falsaria y totalitaria de Zapatero y Sánchez (mantenida por Rajoy), es simplemente una universidad basura. Y realmente es lo que hay. De ahí pueden salir sujetos y grupos políticos semidementes como los de Podemos o del propio PSOE o los separatistas. O los falsarios de derecha, ya hablé de ellos en el caso de Soledad Becerril, que son los peores, porque bloquean cualquier resistencia, impiden el esfuerzo o la lucha por la verdad, que debiera ser la característica más propia del mundo universitario. Rescatar la historia es una clave esencial  de cualquier alternativa. Y sin un discurso cultural, el discurso político flojeará siempre.

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En “Una hora con la Historia”,  recapitulación de las cuatro grandes etapas de la Reconquista, la dialéctica integración-disgregación, y las causas de la lentitud del proceso.

https://www.youtube.com/watch?v=an8bIhYnN38

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*El libro “Los mitos de la guerra civil” despertó un cabreo impresionante en izquierda y separatistas. No fueron capaces de un mínimo debate intelectual. Y la derecha (PP) lo boicoteó en la práctica.

*Si la Iglesia no hace nada para impedir la profanación de la tumba de quien la salvó del exterminio, caerá en la mayor humillación y descrédito.

*Las mujeres normales NO son lesbianas. Los hombres normales NO son maricas. Sin embargo lesbianas y maricas pretenden representar a las mujeres, a los hombres, a la libertad y al progreso. La usurpación.

*Los corruptos partidos actuales están muy interesados en mantener en sordina la cuestión de Gibraltar. Por esa razón los españoles debemos interesarnos en entender lo que significa el peñón y esa actitud de los políticos Los lunes en

*Los lunes dedicaré mi blog (https://www.piomoa.es ) a la cuestión de Gibraltar, que condiciona toda la política exterior (o ausencia de ella) de España, y cuya gravedad ocultan la práctica totalidad de los políticos

*Uno se pregunta qué intereses tendrán nuestros políticos en Gibraltar para que se sientan “aliados y amigos” de la potencia que invade nuestro territorio en un punto estratégico clave

*En “Los mitos del franquismo” explico con mil datos por qué el franquismo fue un régimen históricamente necesario y extraordinariamente fructífero. Y por qué el antifranquismo miente sistemáticamente sobre él. Y por qué esa mentira envenena la convivencia y destruye la libertad de los españoles.

*Pablo Casoplones es tan cretino como ud, d. Luciano. Solo promocionado por el PP y en un medio político tan degradado como el español puede ese memo haber prosperado tanto.

*Como he explicado cien veces, la democracia vino del franquismo y no podía venir de su oposición, que fue comunista y terrorista. Pero otros quieren atribuírsela y no son más que parásitos y vividores corruptos de la democracia, a la que arruinan.

 

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60 Respuestas a La cultura democrática y una universidad basura.

  1. Alberto GT dice:

    Cierto que Zapatero fue el que trajo grandes males a España, pero reducir la situación acual a eso es ridículo.
    Zapatero trajo la ideologia dde genero, pero esta ya habia surgido en los pases anglosajones y se habia extendido allí, sin necesidad de antifranquismos ni Zapatero. 
    Zapatero trajo la Memoria Histórica, pero ya llevaban decadas en Alemania deteniendo a todo el que investigue el Holocausto y sea escéptico sobre su veracidad (personalmente, sí creo en la veracidad de la verdion oficial, pero detener a los disidentes en Historia es totalitario). 
    Con Zapatero se propagó el divorcio y la inestabilidad familiar junto con las Leyes que discriminan a los Hombres. Pero todo esto llevaba decadas en otros países. Igualmente el aborto no lo inventaron Felipe Gonzalez ni Zapatero. 

    A mi juicio, una democracia solo puede ser buena si se inculca una buena educación y el patriotisno en los jóvenes y los Gobernantes tienen una idea de Nación historica adecuada. 
    Personalmente, veo imposible una sociedad (democratica o no) occidental estable sin cristianismo. La civilización occidental la forjó la Iglesia y solo la fe catolica puede unir todos los elemntos necesarios para mantener la esencia de Occidente. En cuanto el Norte abandono el catolicismo, fue cayendo prinero en el cesaropapisno y luego dando lugar a los prineros ilustrados, que más adelante lograrían infectar a Francis y tras la Revolución Francesa quemar Europa, destruir Reinos, provocar innumerables guerras, provocar los totalitarisnos y hacer caer a Europa tras las 2 Guerras Mundiales
    Esto es descorazonador, porque para esto la primera que deberia ponerse aen ello es la propia Iglesia, y vemos que no están por la labor la mayoría de Obispos occidentales, incluido el Papa

  2. Hegemon dice:

    Es curioso que un arriano ostrogodo como era Leovigildo, fuera el fundador de España como Estado. Leovigildo pertenecía a la nobleza ostrogoda asentada en la Septimania durante el reinado del gran Teodorico. Teodorico el Grande gobernaba sobre Italia y de forma indirecta sobre España tutelando al Reino visigodo. Algunas familias ostrogodas pasaron a los territorios de los visigodos, en Septimania y en la propia España. Una de esas familias fue la de Leovigildo cuyo padre o madre, no recuerdo bien, eran parientes directos de Teodorico el Grande. Como se recordará, Liuva fue el hermano de Leovigildo, nombrado Rey de España en Septimania, envía a su hermano Leovigildo a España. A la muerte de su hermano Liuva, Leovigildo accede al trono de España que incluye la Septimania. Su primera esposa no recuerdo muy bien quien fue. De este primer matrimonio salen su dos hijos Hermenegildo y Recaredo, se puede decir que ostrogodos pero ya muy asentados dentro de la comunidad visigoda. Leovigildo se casa con Gosvinta, la Reina viuda de ¿Atanagildo? de la estirpe visigoda de los Baltos. Gosvinta era una arriana furibunda y además seguía siendo la cabeza visible de la clientela de los Baltos. Algo crucial. Leovigildo, pos su sangre y ascendencia de Teodorico el Grande, es decir, con prestigio, es capaz además de por su propia capacidad, unificar el reino al que su hijo ostrogodo Recaredo, pone la guinda. Curioso esto de la ascendencia ostrogoda de Leovigildo. 

  3. Odiseus dice:

    Debemos recordar en este punto que la progresión geométrica está a favor de los que comunican un mensaje, siempre éste cumpla unos requisitos: ser veraz, claro y contundente pero sin estridencias, apelando a los problemas de la vida diaria del ciudadano y comunicando un horizonte posible y esperanzador, a ser posible ilusionante. Si es posible añadiendo positividad y notas de humor.

     Cuando se cumplen estos requisitos, es muy fácil que un mensaje atraviese y llegue a toda la sociedad, gracias a la progresión geométrica, lo que hoy se llaman mensajes virales. Estos se extienden como prende la pólvora y sin desembolsos ni infraestructuras. Si cada persona comunica un mensaje viral a otras dos, y éstas a otras dos cada una, cuando el mensaje haya sido pasado 23 niveles habrá llegado a mas de 7 millones de personas (2 elevado a 23). El único pero es que cada persona no lo va a transmitir sólo a dos, sino a muchas más…. Realmente es muy fácil usar estas técnicas hoy en día con tantos medios electrónicos a nuestra disposición. Es una cuestión de usarlos con mucha imaginación. Incluso aprender de especialistas en mensajes virales, etc. Nada es imposible, y hoy menos que nunca.

  4. Pío Moa dice:

     

    –Está bien, Moncho, volvemos a lo de siempre, una pasión inútil. Es cuestión de tener fe o de no tenerla, qué le vamos a hacer. Si las cosas funcionan así, tú dices que es por simple casualidad, pero ¿qué quieres decir con eso? Quieres decir que nuestra razón no alcanza a comprenderlo. Y de ahí decides que no hay Dios y que nada tiene sentido. Pero esa conclusión no se sigue del hecho anterior, no sigue de la impotencia de nuestra razón. De la impotencia de nuestra razón no sigue ya nada, sigue la fe o la falta de fe, pero la falta de fe no se justifica por la insuficiencia de la razón.

    – Si llega a estar aquí Javi, ya imagino lo que diría –comentó Chano

       Diego se dirigió a Santi.

     

    –¿Tú crees de verdad en Dios?

    –Pues sí. ¿Tú también crees que el hombre es una pasión inútil, como Moncho? Y preguntabas si estábamos contentos con el franquismo. Pues mira,  a decir verdad yo estoy bastante contento, le veo pocas cosas malas. Supongo que a Moncho le dará igual, él cree que nada tiene valor, así que franquismo no franquismo… Chano es el que no lo soporta. Pero ya os conocéis.

       Volvió a hacerse un silencio y los tres dedicaron su atención a los platos. Al poco lo interrumpió Diego.

    –¿Pasión inútil? ¿Lo de Sartre? Es una idea pequeñoburguesa. ¿Qué quiere decir? No quiere decir nada. Solo expresa la desesperación de los pequeñoburgueses que se encuentran cada vez más asfixiados por el gran capital y al mismo tiempo temen al socialismo, así que no encuentran una salida clara a su posición. Por supuesto, el hombre no es una pasión inútil, ni tampoco necesita de Dios para vivir. La historia tiene un sentido claro, se puede analizar científicamente, y es dentro de ese sentido general donde el individuo encuentra a su vez sentido a su vida. O no lo encuentra, rechaza la marcha de la historia, y entonces es arrastrado por los acontecimientos.

       Hizo  su afirmación con tal rotundidad que los otros le miraron sorprendidos.  Moncho se sintió aludido.

    –Conozco esa historia, y ya veo que si no eres comunista eres por lo menos marxista. ¿Cuál es la marcha de la historia? Vosotros decís que del esclavismo al feudalismo y luego al capitalismo. Por lo tanto, para no ser arrastrado, lo correcto será en cada caso ser esclavista, señor feudal o capitalista. Los que no lo han querido entender sí que han sido arrastrados, han llevado una vida arrastrada y sin valor, según vosotros. Por lo tanto, mientras existe el capitalismo, como lo llamáis, lo adecuado será tratar de hacernos ricos. Que por otra parte es lo que quiere casi todo el mundo, ¿o no? Si tú te dedicas a luchar contra el capital llevarás una vida doblemente perra, y total para nada. Solo cuando llegue el comunismo será correcto hacerse comunista.

        Diego rechazó el argumento con una sonrisa nerviosa.

    –Más palabrería pequeñoburguesa. Todo eso no es más que un sofisma, una justificación para no hacer nada contra un régimen social que está condenado y en las últimas. Solo necesita un empujón para caer, y eso exige sacrificios, pero vale la pena acabar de una vez con la explotación del hombre por el hombre.

    –Perdona, pero eso sí que suena a palabrería hueca  y moralina del peor estilo. No voy a entrar en si Rusia está mejor o peor, o el muro de Berlín y todo eso, aunque ya sabemos de qué va. La historia nadie sabe adónde se dirige, y solo tienes que ver las profecías de Marx para darte cuenta de que han fracasado todas. ¿Así que la explotación del hombre por el hombre explica la historia y está a punto de acabarse? La historia entonces sería una pesadilla, y yo no creo que haya sido así, habrá habido de todo. Y lo de que se va a acabar lo decís vosotros porque os da la gana.

        Chano y Santi contemplaban el duelo, Chano literalmente con la boca abierta.

    –Te lo explicaré de otro modo: la historia sigue su curso, da igual lo que piensen unos u  otros. Y ese curso puede estudiarse científicamente, como cualquier otra cosa, y lo que estamos viendo en todo el mundo es que más y más millones de personas se inclinan por el marxismo y protestan o luchan contra el gran capital. A ver si te vas enterando: ahora mismo una superpotencia como Norteamérica no puede con un pequeño pueblo como el vietnamita. Ahora mismo la resistencia del pueblo de Vietnam está agrietando a la sociedad yanki. ¿No ves cómo las universidades están en continua revuelta? Y no solo en Estados Unidos, ¿acaso no pasa lo mismo en Europa? En Italia, en Alemania, en Francia, en Inglaterra, los estudiantes están atacando al sistema capitalista. En España todavía no,  apenas hay movilización porque somos un país atrasado, pero llegará, porque la historia va por ahí y nadie podrá evitarlo, quienes se opongan serán barridos. Y esto es nuevo en la historia. Hasta ahora el capitalismo dominaba la universidad, la tenía como el semillero de sus cuadros, de sus jefes políticos y culturales, y eso ya no es así. Cuando la clase dominante pierde la universidad y a los intelectuales, está perdida ella misma. Claro que el movimiento estudiantil es muy confuso, es más pequeñoburgués que otra cosa, pero eso importa poco. El que no sean conscientes de adonde se dirigen no va a impedir que se genere una alianza con el proletariado, que quiere acabar con el capitalismo con una conciencia mucho más clara. Y con los movimientos del Tercer Mundo. Otro ejemplo: no hace un mes que mataron a Che Guevara, y en lugar de conseguir una victoria con eso, resulta que el Che se ha convertido en un símbolo y un mito de las protestas anticapitalistas y antiimperialistas en todo el mundo.  Ha sido una derrota para los imperialistas. Los estudiantes y los intelectuales  pueden hacerse pajas mentales con pasiones inútiles, libertades burguesas o  lo que les dé la gana, pero objetivamente van al socialismo. ¿Entiendes lo que quiero decir con lo de la ciencia? El marxismo es científico, no hace falta ser comunista para  darse cuenta, basta leer un poco y estar atento a lo que pasa en el mundo.

       Santi intervino:

    –Yo me guío por la experiencia. Sé lo que hicieron los rojos en la guerra civil, y me basta.  Teorías bonitas y supuestamente científicas de esas las puede inventar cualquiera. Además, eso de que los obreros tienen una conciencia clara y quieren acabar con el capitalismo lo decís vosotros, pero no es así. Ellos quieren ganar más y vivir con más comodidad, como todo el mundo, y además viven mejor cada año. Si hacen huelgas es por eso, no para acabar con el franquismo ni con el capitalismo. Eso es lo que yo percibo. Si los millones de obreros que hay en España o en Francia o por ahí, se levantaran contra el capitalismo, ya estaríamos en toda Europa como en Rusia. Pero solo son unos pocos los que piensan así, igual que entre los estudiantes. Además, ya que hablamos de eso, los rusos y los chinos se llevan a matar, ha habido guerra entre ellos y los dos  se titulan marxistas-leninistas, científicos y comunistas. Y aquí los grupos prochinos y los prorrusos siempre se están atacando entre ellos. ¿Cuáles de ellos son los auténticos marxistas-leninistas? No lo saben ni ellos. Ahí tiene razón Moncho, la historia va por donde quiere. En un evangelio lo dicen de otra manera: el espíritu sopla donde quiere. Solo Dios puede saber adónde vamos. Pero me hace gracia que los dos  estéis de acuerdo en una cosa, en que con la muerte se acaba todo, y cada uno saquéis una conclusión opuesta de ello.

       Diego se daba cuenta de que los demás le habían calado como comunista típico, y prefirió prefirió seguir con su registro anterior.

    –En la marcha hacia el socialismo habrá muchos problemas y conflictos, es natural, pero la dirección general es muy clara. Y te voy a dar una mala noticia, ya que te veo muy católico: en la actualidad gran parte de la Iglesia colabora con los comunistas, y con la ETA, y apoya a grupos separatistas catalanes y vascos. Lo sabéis muy bien lo católicos aunque os moleste a muchos. Y la Iglesia también ataca al franquismo, hasta ha habido una manifestación de sotanas en Barcelona. ¿Qué me dices a esto, ya que hablabas de las diferencias entre maoístas y soviéticos? Te diré lo que pienso: en la guerra civil, es verdad, los curas fueron masacrados. ¿Por qué? Porque siempre fueron el brazo espiritual de los explotadores, los encargados de adormecer a los explotados, darles el opio religioso. Y eso lo van reconociendo muchos de ellos. Además a Jesucristo se le puede interpretar como un comunista. ¿No estaba siempre a favor de los pobres y decía que los ricos no podrían salvarse a menos que un camello pasara por el ojo de una aguja? Pues les está ocurriendo lo mismo que a muchos estudiantes pequeñoburgueses: actúan contra el franquismo y contra el sistema imperialista, y por mucho que sueñen con milagros y el más allá, aquí en la tierra van adonde van, sin poderlo evitar.

      

         

  5. De Elea dice:

    si, es curioso que los godos sean godos

  6. Lasperio dice:

    Ja 

  7. Hegemon dice:

    El legado más importante y crucial del ostrogodo Leovigildo, fundador de España, que llegó hasta el siglo XIX, fue el político-legal, un conjunto de leyes unificadoras del Reino, El Codex Revisus lo que demuestra que la religión y el catolicismo no son los pilares fundamentales de España, aunque si uno aglutinador. Leovigildo legó a los hispanos, romanos y godos, su base legal, política y legislativa para formar un Estado. 

  8. De Elea dice:

     
    Leovigildo intentó volver al ideal imperial romano, hispanorromano, fue un reconstructor no un creador…..
     
    la civilización estaba en o estuvo en Roma no en los bárbaros salvajes.

  9. Alberto GT dice:

    El catolicismo es UN pilar indispensable de España.
    El catolicismo NO es EL pilar indispensable de España.

  10. Alberto GT dice:

    Que Leovigildo fuera de ascendencia ostrogoda es poco relevante. Era el Rey de los visigodos, su pueblo eran los visigodosy su Estado fuw fundado aobre los visigodos. 

    Isabel tenia, por dos costados, sangre Láncaster. Su madre era portuguesa. ¿Por eso vamos a decir que Isabel era inglesa?

    La madre de Felipe II era portuguesa y el padre era flamenco. ¿Vamos a decir que Felipe II era flamenco? 

    Juan Carlos I nació en Roma y su esposa ed griega. ¿Vamos a decir que Felipe VI es romano o griego? 

  11. Necesitamos más Iglesia, pero sobre todo, mejor Iglesia. Siempre habra el típico malafoyá que no este de acuerdo, pero que haga lo que hacían antes, quedarse en la puerta del templo. Pero que no amargue la fiesta a los demás…

  12. Pío Moa dice:

    No existió un ideal imperial hispanorromano. Hispania romana era parte del imperio, no algo independiente. Y la civilización romana llevaba mucho tiempo atravesando por una decadencia espantosa, un esclavismo brutal, unos impuestos que obligaban a la gente a echarse al monte, con las ciudades reduciéndose y la sociedad ruralizándose, con unos ejércitos compuestos de mercenarios bárbaros, guerras civiles frecuentes…  Era ya una sociedad inviable.

       Los visigodos (desde Leovigildo, no antes) aportaron a la comunidad cultural hispanorromana el estado. Una aportación crucial, junto con leyes, concilios y otras cosas.

  13. Yo recuerdo cuando era un niño, y asistia a la BBC, que siempre había el típico imbécil que decia con voz aguardentosa: “yo ahí no entro”. Pues bien, hoy en día esos imbéciles malgobiernan España…

  14. Y el franquismo era generoso, y los dejaba en paz, como considerándolos tíos raros. Quizá debian haber hecho alguna cosa con ellos, para que dejaan de avergonzar a sus familias…

  15. Alberto GT dice:

    Don Pio, pwro lo del esclavismo brutal ¿No lo había en Roma desde el principio? No me parece que pueda llamarae profucto de la decadencia a alho que estaba ya así en su epoca de apogeo.

  16. Alberto GT dice:

    Europa nació de las ruinas de Roma rescatadas por la Iglesia. La civilización eurooccidental nació con la miwrte de Roma, antes era la civilización romana, otra distinta aunque madre directa de la otra.

  17. De Elea dice:

     
    Por una parte aspiraba (Leovigildo) a la unidad, y logróla en lo territorial con la conquista del reino suevo y la sumisión de los vascones. Pero bien entendió que la unidad política no podía nacer del pueblo conquistador, que, como todo pueblo bárbaro, significaba desunión, individualismo llevado al extremo. Por eso, la organización que Leovigildo dio a su poderoso Estado era calcada en la organización romana, y a la larga debía traer la asimilación de las dos razas. El imperio, a la manera de Diocleciano o de Constantino, fue el ideal que tiró a reproducir Leovigildo en las pompas de su corte, en la jerarquía palaciega, en el manto de púrpura y la corona, en ese título de Flavio con que fue su hijo Recaredo el primero en adornarse y que con tanta diligencia conservaron sus sucesores. Título, a la verdad, bien extraño por la reminiscencia clásica y suficiente a indicar que los bárbaros, lejos de destruir la civilización antigua, como suponen los que quisieron abrir una zanja entre el mundo romano y el nuestro, fueron vencidos, subyugados y modificados por aquella civilización, que los deslumbraba aun en su lamentable decadencia. El imperio, última expresión del mundo clásico, era [235] institución arbitraria y hasta absurda; pero había cumplido un decreto providencial extendiendo la unidad de civilización a los fines del mundo entonces conocido y dando por boca del tirano y fratricida Caracalla la unidad de derechos y deberes, el derecho universal de ciudadanía. Otra unidad más íntima iba labrando al mismo tiempo el cristianismo. Las dos tendencias se encontraron en tiempo de Constantino: el imperio abrazó al cristianismo como natural aliado. Juliano quiso separarlos y fue vencido. Teodosio puso su espada al servicio de la Iglesia y acabó con el paganismo330. Poco después murió el imperio porque su idea era más grande que él; pero el espíritu clásico, va regenerado por el influjo cristiano, ese espíritu de ley, de unidad de civilización, continúa viviendo en la oscuridad de los tiempos medios e informa en los pueblos del Mediodía toda civilización, que en lo grande y esencial es civilización romana por el derecho como por la ciencia y el arte, no germánica, ni bárbara, ni caballeresca, como un tiempo fue moda imaginársela. Por eso los dos Renacimientos, el del siglo XIII y el del XV, fueron hechos naturalísimos y que no vinieron a torcer, sino a ayudar el curso de las ideas. Y, en realidad, a la idea del Renacimiento sirvieron, cada cual a su modo, todos los grandes hombres de la Edad Media, desde el ostrogodo Teodorico hasta Carlomagno, desde San Isidoro, que recopiló la ciencia antigua, hasta Santo Tomás, que trató de cristianizar a Aristóteles; desde Gregorio VII hasta Alfonso el Sabio. Nunca ha habido soluciones de continuidad en la historia.
     
     
    M.M.P.

  18. Alberto GT dice:

    Jaquejaque tiwne rrazón. El divorcio y el aborto y otros males son antwriores a Franco fuera de España. Lo que ha hecho Zapatero (y anted Gonzalez y otros) es traerlo a España. Pero eso ha surgido en otros países.

  19. jaquejaque dice:

    Yo no considero el divorcio un mal.
     

  20. De Elea dice:

     
    No existió un ideal imperial hispanorromano. Hispania romana era parte del imperio, no algo independiente. Y la civilización romana llevaba mucho tiempo atravesando por una decadencia espantosa, un esclavismo brutal, unos impuestos que obligaban a la gente a echarse al monte, con las ciudades reduciéndose y la sociedad ruralizándose, con unos ejércitos compuestos de mercenarios bárbaros, guerras civiles frecuentes…  Era ya una sociedad inviable.
     
     
     
    De todos los fragmentos del caído imperio romano surgieron ideales de reconstrucción,de Hispania también, sino una vuelta al original si una recuperación local. Y si las ultimas épocas del imperio fueron malas, a la gente se les paso el disgusto de ellas después de comprobar en sus carnes el paso de los Vándalos por la península y el estado de anarquía generalizada.
     
     
     
      Los visigodos (desde Leovigildo, no antes) aportaron a la comunidad cultural hispanorromana el estado. Una aportación crucial, junto con leyes, concilios y otras cosas.
     
     
     
    …Y otras cosas, que como esas, habían copiado o aprendido de la civilización caída. Fue la civilización romana la que civilizo a los bárbaros y no al revés.
     
     
     
     
     

  21. jaquejaque dice:

    De Elea: Si se cita a alguien es de cortesía poner al menos al autor.
    ¿o quiere que pensemos que es nuestro sacristanazo el mismísimo Menéndez y Pelayo?

  22. De Elea dice:

    M.M.P

  23. Pío Moa dice:

    Sin los visigodos, desde Leovigildo, no habría habido estado en España ni, por tanto, nación española. La idea de una Hispania políticamente unida viene de los visigodos, no de los hispanorromanos, que se hallaban divididos bajo dominio de los suevos o en regiones prácticamente independientes (no solo Vasconia) y con una importante zona bizantina, que esta sí era políticamente romana. Añádase que la Reconquista comenzó bajo dirección de nobles godos, por todo lo que sabemos, y  que reivindicó precisamente el reino hispanogodo

     Lo que España debe a los visigodos:( empleo aquí el término “nación cultural”, que hoy considero un embrollo sin más) https://www.libertaddigital.com/opinion/historia/que-debe-espana-a-los-visigodos-1276237062.html

    Además: Asimismo, tiene importancia la onomástica. Los nombres de origen germánico alcanzaron enorme profusión desde los primeros tiempos de la reconquista –llegaron a superar a los de origen latino–; probablemente ya abundaban antes entre la población, y han seguido siendo muy frecuentes hasta hoy. Y si, como sostienen algunos, los apellidos terminados en –ez tienen origen godo (suelen formarse con nombres germánicos), la gran mayoría de los españoles, en todas las provincias, refleja esa influencia. Influencia no étnica, pues la población goda no pasó de un 5 a un 10% de la hispanorromana, sino debida, de un lado, al prestigio social de su nobleza, pues el término godo hacía referencia a su oligarquía más bien que a los tervingios de a pie, culturalmente más atrasados que los romanos; y de otro, y sobre todo, a un espíritu de identificación popular con la España perdida, la España hispanogoda.

    Este fenómeno de identificación mutua apunta al principal legado de los godos: el político. Con ellos –y con impulso del episcopado– tomó forma la primera nación política española y probablemente europea, con lo que se culminó la unificación cultural latina y cristiana; permanecieron, después de la invasión islámica, sus leyes, tanto entre los mozárabes como en los reinos cristianos, y numerosas reminiscencias, en parte míticas pero con un sustrato histórico sólido y emocionalmente motivador. De no ser por ese sustrato e identificación popular, el legado hispano-godo se habría sepultado para siempre cuando los árabes conquistaron la península. Entonces pudo consolidarse definitivamente Al Ándalus, un país musulmán, arabizado y africano, y desaparecer España, país cristiano, latino y europeo, tal como desaparecieron las sociedades cristianas y latinizadas del norte de África.

    No es arbitrario afirmar que si España siguió un derrotero histórico diferente del norte africano se debió, precisamente, a la herencia política hispano-tervingia. Solo esta versión casa con los hechos conocidos. Cosa diferente es que algunos deseen reintegrar la península al ámbito musulmán-magrebí y, por aversión a cuanto signifique España, traten de borrar de la historia los hechos que les disgustan.   

    Así pues, la principal contribución de los godos consistió en completar como unidad política la unidad cultural creada por Roma. Con todos sus desaciertos y desmanes, sus reyes y al menos parte de su nobleza, en colaboración con los representantes hispanorromanos, impulsaron la idea y la concreción de la nación y estado de Spania. Y por ello el súbito hundimiento del estado no lo fue por completo: la resistencia al Islam, tras unos pocos años de desconcierto, se organizó sobre la base de las leyes de Recesvinto y Chindasvinto, sobre una concepción muy distinta de la musulmana acerca del poder religioso y el político, y una idea de la libertad personal, una monarquía no despótica y un esbozo de representatividad. No menos crucial, la noción y el recuerdo de la pérdida de España se hicieron una motivación poderosa en el imaginario colectivo. Sin ella, insistamos, no sería comprensible la historia posterior, condensada en el proceso llamado Reconquista.

  24. Pío Moa dice:

    Por cierto que la prohibición de matrimonios entre germanos y latinos la habían establecido los romanos.

       Menéndez Pelayo dijo alguna que otra tontería en estas cuestiones. Por ejemplo, negando la idea de reconquista en los estados hispanos.

  25. Pío Moa dice:

    No hay el más mínimo precedente de estado independiente en el imperio romano antes de la caída de Roma. En Inglaterra se formaron siete o mas reinos a la greña entre ellos, En Francia el estado se dividió rápidamente en reinos diversos que no paraban de atacarse unos a otros. En el Magreb no hubo siquiera atisbos de tal cosa, como no queramos llamar así al efímero reino vándalo. Yen Italia, y no es menos significativo, no ha habido un estado nacional hasta el siglo XIX, pese a ser la región más culta y evidentemente más romanizada del Imperio. El caso de España fue particular, pues no solo no se dividió como en Francia, ni aceptó rivales en la península, sino que prosiguió tenazmente la unidad de Hispania. Esta política no vino de ninguna herencia romana o católica, desde luego. Véase también el absurdo citado de Ortega de comparar el papel de los godos con el de los ingleses en la India. 

       También fue original y sin precedentes la institución de los concilios, en cierto modo un precedente de los parlamentos o Cortes, y que permitía participar en el poder y la legislación a la población hispanorromana a través de sus representantes, los obispos. 

  26. Pío Moa dice:

    La cita de Menéndez Pelayo intenta sumergir los enormes conflictos y diferencias entre Roma, el cristianismo y los nuevos reinos por medio de una retórica algo pesada. Las cosas no fueron tan “sin solución de continuidad” como él dice. En realidad, en la historia hay una multitud de soluciones de continuidad.

  27. Pío Moa dice:

    Hay que ver la afición que tienen algunos a las discusiones idiotas. Pero hay que pararlas en algún momento.

  28. De Elea dice:

     
    Retórica si ¡pero que retorica!:
     
    Ni por la naturaleza del suelo que habitamos, ni por la raza, ni por el carácter, parecíamos destinados a formar una gran nación. Sin unidad de clima y producciones, sin unidad de costumbres, sin unidad de culto, sin unidad de ritos, sin unidad de familia, sin conciencia de nuestra hermandad, ni sentimiento de nación, sucumbimos ante Roma, tribu a tribu, ciudad a ciudad, hombre a hombre, lidiando cada cual heroicamente por su cuenta, pero mostrándose impasible ante la ruina de la ciudad limítrofe, o más bien regocijándose de ella. Fuera de algunos rasgos nativos de selvática y feroz independencia, el carácter español no comienza a acentuarse sino bajo la dominación romana. Roma sin anular del todo las viejas costumbres, nos lleva a la unidad legislativa; ata los extremos de nuestro suelo con una red de vías militares; siembra en las mallas de esa red colonias y municipios; reorganiza la propiedad y la familia sobre fundamentos tan robustos, que en lo esencial aún persisten; nos da la unidad de lengua; mezcla la sangre latina con la nuestra; confunde nuestros dioses con los suyos, y pone en los labios de nuestros oradores y de nuestros poetas el rotundo hablar de Marco Tulio y los exámetros virgilianos. España debe su primer elemento de unidad en la lengua, en el arte, en el derecho, al latinismo, al romanismo.

    Pero faltaba otra unidad más profunda: la unidad de la creencia. Sólo por ella adquiere un pueblo vida propia y conciencia [p. 506] de su fuerza unánime; sólo en ella se legitiman y arraigan sus instituciones; sólo por ella corre la savia de la vida hasta las últimas ramas del tronco social. Sin un mismo Dios, sin un mismo altar, sin unos mismos sacrificios; sin juzgarse todos hijos del mismo Padre y regenerados por un sacramento común; sin ver visible sobre sus cabezas la protección de lo alto; sin sentirla cada día en sus hijos, en su casa, en el circuito de su heredad, en la plaza del municipio nativo; sin creer que este mismo favor del cielo, que vierte el tesoro de la lluvia sobre sus campos, bendice también el lazo jurídico, que él establece con sus hermanos; y consagra, con el óleo de la justicia, la potestad que él delega para el bien de la comunidad; y rodea, con el cíngulo de la fortaleza, al guerrero que lidia contra el enemigo de la fe o el invasor extraño. ¿Qué pueblo habrá grande y fuerte? ¿Qué pueblo osará arrojarse con fe y aliento de juventud al torrente de los siglos?
    Esta unidad se la dió a España el Cristianismo. La Iglesia nos educó a sus pechos, con sus mártires y confesores, con sus Padres, con el régimen admirable de sus Concilios. Por ella fuimos nación, y gran nación, en vez de muchedumbre de gentes colecticias, nacidas para presa de la tenaz porfía de cualquier vecino codicioso. No elaboraron nuestra unidad el hierro de la conquista ni la sabiduría de los legisladores; la hicieron los dos apóstoles y los siete varones apostólicos; la regaron con su sangre el Diácono Lorenzo, los atletas del circo de Tarragona, las vírgenes Eulalia y Engracia, las innumerables legiones de mártires cesaraugustanos; la escribieron en su draconiano Código los Padres de Ilíberis; brilló en Nicea y en Sardis sobre la frente de Osio y en Roma sobre la frente de San Dámaso; la cantó Prudencio en versos de hierro celtibérico; triunfó del maniqueísmo y del gnosticisrno oriental, del arrianismo de los bárbaros y del donatismo africano; civilizó a os suevos, hizo de los visigodos la primera nación del Occidente; escribió en las Etimologias la primera enciclopedia; inundó de escuelas los atrios de nuestros templos; comenzó a levantar entre los despojos de la antigua doctrina el alcázar de la ciencia escolástica, por manos de Liciniano, de Tajón y de San Isidoro; borró en el Fuego Juzgo la inicua ley de razas; llamó al pueblo a asentir a las deliberaciones conciliares; dió el jugo de sus pechos, que infunden eterna y santa fortaleza, a los [p. 507] restauradores del Norte y a los mártires del Mediodía, a San Eulogio y Álvaro Cordobés, a Pelayo y a Omar-ben-Hafsun; mandó a Teodulfo, a Claudio y a Prudencio a civilizar la Francia carlovingia; dió maestros a Gerberto; amparó bajo el manto prelaticio del Arzobispo D. Raimundo y bajo la púrpura del emperador Alfonso VII la ciencia semítico-española… ¿Quién contará todos los beneficios de vida social que a esa unidad debimos, si no hay en España piedra ni monte que no nos hable de ella con la elocuente voz de algún santuario en ruinas? Si en la Edad Media nunca dejamos de considerarnos unos, fué por el sentimiento cristiano, la sola cosa que nos juntaba, a pesar de aberraciones parciales, a pesar de nuestras luchas más que civiles, a pesar de los renegados y de los muladíes. El sentimiento de patria es moderno; no hay patria en aquellos siglos, no la hay en rigor hasta el Renacimiento; pero hay una fe, un bautismo, una grey, un Pastor, una Iglesia, una liturgia, una cruzada eterna, y una legión de Santos que combaten por nosotros, desde Causegadia hasta Almería, desde el Muradal hasta la Higuera.
    Dios nos conservó la victoria, y premió el esfuerzo perseverante, dándonos el destino más alto entre todos los destinos de la historia humana: el de completar el planeta, el de borrar los antiguos linderos del mundo. Un ramal de nuestra raza forzó el cabo de las Tormentas, interrumpiendo el sueño secular de Adamastor, y reveló los misterios del sagrado Ganges, trayendo por despojos los aromas de Ceylán y las perlas que adornaban la cuna del Sol y el tálamo de la Aurora. Y el otro ramal fué a prender en tierra intacta aún de caricias humanas, donde los ríos eran como mares y los montes veneros de plata, y en cuyo hemisferio brillaban estrellas nunca imaginadas por Tolomeo ni por Hiparco.
    ¡Dichosa edad aquélla, de prestigios y maravillas, edad de juventud y de robusta vida! España era o se creía el pueblo de Dios, y cada español, cual otro Josué, sentía en sí fe y aliento bastante para derrocar los muros al son de las trompetas, o para atajar al sol en su carrera. Nada parecía ni resultaba imposible: la fe de aquellos hombres, que parecían guarnecidos de triple lámina de bronce, era la fe que mueve de su lugar las montañas. Por eso en los arcanos de Dios les estaba guardado el hacer sonar [p. 508] la palabra de Cristo en las más bárbaras gentilidades; el hundir en el golfo de Corinto las soberbias naves del tirano de Grecia, y salvar, por ministerio del joven de Austria, la Europa occidental del segundo y postrer amago del aislamismo; el romper las huestes luteranas en las marismas bátavas, con la espada en la boca y el agua a la cinta, y el entregar a la Iglesia Romana cien pueblos por cada uno que le arrebataba la herejía.
    España, evangelizadora de la mitad del orbe, España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio…; esa es nuestra grandeza y nuestra unidad: no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los Arévacos y de los Vectones, o de los reyes de Taifas.
    A este término vamos caminando más o menos apresuradamente, y ciego será quien no lo vea. Dos
    siglos de incesante y sistemática labor para producir artificialmente la revolución, aquí donde nunca podía ser orgánica, han conseguido, no renovar el modo de ser nacional, sino viciarle, desconcertarle y pervertirle. Todo lo malo, todo lo anárquico, todo lo desbocado de nuestro carácter se conserva ileso, y sale a la superficie, cada día con más pujanza. Todo elemento de fuerza intelectual se pierde en infecunda soledad, o sólo aprovecha para el mal. No nos queda ni ciencia indígena, ni política nacional, ni, a duras penas, arte y literatura propia. Cuanto hacemos es remedo y trasunto débil de lo que en otras partes vemos aclamado. Somos incrédulos por moda y por parecer hombres de mucha fortaleza intelectual. Cuando nos ponemos a racionalistas o a positivistas, lo hacemos pésimamente, sin originalidad alguna, como no sea en lo estrafalario y en lo grotesco. No hay doctrina que arraigue aquí: todas nacen y mueren entre cuatro paredes, sin más efecto que avivar estériles y enervadoras vanidades, y servir de pábulo a dos o tres discusiones pedantescas. Con la continua propaganda irreligiosa, el espíritu católico, vivo aún en la muchedumbre de los campos, ha ido desfalleciendo en las ciudades; y aunque no sean muchos los librepensadores españoles, bien puede afirmarse de ellos que son de la peor casta de impíos que se conocen en el mundo, porque, a no estar dementado como los sofistas de cátedra, el español que ha dejado de ser católico, es incapaz de creer en cosa ninguna, como no sea en la omnipotencia de un cierto sentido común y [p. 509] práctico, las más veces burdo, egoísta y groserísimo. De esta escuela utilitaria suelen salir los aventureros políticos y económicos, los arbitristas y regeneradores de la Hacienda, y los salteadores literarios de la baja prensa, que, en España, como en todas partes, es un cenagal fétido y pestilente. Sólo algún aumento de riqueza, algún adelanto material, nos indica a veces que estamos en Europa, y que seguimos, aunque a remolque, el movimiento general.
    No sigamos en estas amargas reflexiones. Contribuir a desalentar a su madre, es ciertamente obra impía, en que yo no pondré las manos. ¿Será cierto, como algunos benévolamente afirman, que la masa de nuestro pueblo está sana, y que sólo la hez es la que sale a la superficie? ¡Ojalá sea verdad! Por mi parte, prefiero creerlo, sin escudriñarlo mucho. Los esfuerzos de nuestras guerras civiles no prueban, ciertamente, falta de virilidad en la raza; lo futuro, ¿quién lo sabe? No suelen venir dos siglos de oro sobre una misma nación; pero mientras sus elementos esenciales permanezcan los mismos, por lo menos en las últimas esferas sociales; mientras sea capaz de creer, amar y esperar; mientras su espíritu no se aridezca de tal modo que rechace el rocío de los cielos; mientras guarde alguna memoria de lo antiguo, y se contemple solidaria con las generaciones que la precedieron, aún puede esperarse su regeneración; aún puede esperarse que, juntas las almas por la caridad, torne a brillar para España la gloria del Señor, y acudan las gentes a su lumbre y los pueblos al resplandor de su Oriente.
    El cielo apresure tan felices días. Y entretanto, sin escarnio, sin baldón ni menosprecio de nuestra madre, dígale toda la verdad el que se sienta con alientos para ello. Yo, a falta de grandezas que admirar en lo presente, he tomado sobre mis flacos hombros la deslucida tarea de testamentario de nuestra antigua cultura. En este libro he ido quitando las espinas; no será maravilla que de su contacto se me haya pegado alguna aspereza. He escrito en medio de la contradicción y de la lucha, no de otro modo que los obreros de Jerusalén, en tiempo de Nehemías, levantaban las paredes del templo, con la espada en una mano y el martillo en la otra, defendiéndose de los comarcanos que sin cesar los embestían. Dura ley es, pero inevitable en España, [p. 510] y todo el que escriba conforme al dictado de su conciencia, ha de pasar por ella, aunque en el fondo abomine, como yo, este hórrido tumulto, y vuelva los ojos con amor a aquellos serenos templos de la antigua sabiduría, cantados por Lucrecio:
                   ¡Edita doctrina sapientum templa serena!
     
    M. MENÉNDEZ PELAYO

  29. Alberto GT dice:

    Puede sue sin los visigodos España no hubiese sido formada como un Estado unido. Es dudoso, pues sin visigodos acabaron formandose Frabcia, Inglaterra e Italia en el XIX. Quizas España se hubiese ofemado más tarde. 
    Aun así, sin catolicismo y sin la herencia romana la «España» visigoda habria sido pobre cultural y religiosamente. 
    Sin Roma y su cuktjra, España no habría desarrollado una cuktura muy buena, pjes los visigodos no eran excesivamente avanzados en ella. Si los visigodos hubiesen sido arrianos, es probavle que acabasej aceptando el Islam, pues ambos niegan la Divinkdad de Cristo y Su Eternidad. Y no es probable sino seguro, que si los visigodos hubiesen sido paganos, el Islam habría conquistado la Peninsula apra siempre. 

  30. Alvo dice:

    Menéndez Pelayo es empalagoso y recargado … estilo José Antonio …

  31. Alberto GT dice:

    Para España, para la Igkesia yde para todo el mundo, occidental o no, hay jn remedio. Se trata de un arma que detiene al diablo, es eficaz para obtener la paz terrena y espiritual: el Rosario. 

    Me he puesto pedante y voy a decir pomposidades medioplagiadas de Enciclicas pqpqles santas.

    El Rosario salvó a Europa en Lepanto, y es el arma que nos dejó la Virgen de Fátima para la paz mjndial. El Inmaculado Corazón de María destruyó la URSS. 

    Los misterios gozosos nos enseñan a ser modestos, contentos con lo que tenemos y no juscar en exceso los lujos; sino zer sencillos  y humildes. Como la Sagrada Familia de Nazaret. 
    Los misterios dolorosos nos enseñan el valor del sacrificio, de la paciencia ante la adversifad, de la resignacion, de la aceptacion de laa cruces, de hacer pwnitencia por nuestras faltas y las del mundo, colaborando así en la Redención de los pecados uniebdnos a, Cristo. 
    Los misterios gloriosos nos muestran que todos los bienes terrenales son caducos, nos san fuwrza para anunciar el Evangelio a los demás, que lobimportante es salvarse y que los cuerpos de los justos seran salvafos jubto con sus almas.
    San Juan Pablo II creó sabiamebte los misterios luminosos. Estos nos muestran que el Reino de Dios está entre nosotros ya desde que vino Cristo, que estamos llamados a obtener ya la santidad y que el amor y la felicidad se pueden alcanzas parcialmente en esta tierra mediabte la unión con Cristo.

    Aconsejo esta Encíclica de Leon XIII 
    http://www.mercaba.org/LEON%20XIII/laetitiae_sanctae.htm

  32. Tiene usted razón Alberto, el Rosario es una auténtica bendición, si se hace con verdadera devoción, e incluso con una devoción de andar por casa. Para ser un buen cristiano, hay que vivir como cristiano. Y eso va por mí, el primero…

  33. 4c dice:

    Muy agradable de leer, muy claro, don Marcelino. Claro en su pensamiento e intención. Los adornos, le pueden sobrar o faltar, según el gusto.

  34. Lasperio dice:

    Hace tiempo que no sacaba nada.
     
    https://www.youtube.com/watch?v=kCkRVhC308E

  35. Pío Moa dice:

    Menéndez Pelayo evolucionó de una posición integrista (España, martillo de herejes, etc.) a una posición liberal que le valió duros ataques de los integristas. Estos no reconocían lo de Dios y el César, querían volver a un absolutismo que en realidad venía de Francia. Es cierto que Menéndez Pelayo adopta un estilo un tanto pomposo y de retórica a veces vana. Su denuncia de los “gárrulos sofistas” es muy justa. Pero sus remedios son más dudosos.

  36. Pío Moa dice:

    El integrismo es una de las peores pestes que sufre España. Impide todo pensamiento y todo planteamiento racional, no ya solución,  de cualquier problema. Uno puede recordar la célebre (o ignorada) polémica entre integristas menendezpelayistas y falangistas en los años 40 y 50. Casi podríamos decir que los falangistas representaban al Menéndez Pelayo liberal y los otros al integrista. Creían estos que la guerra había solucionado radicalmente los problemas a favor de sus tesis, cosa muy errónea como demostrarían los hechos, pero además demostraron una gran  falta de pensamiento más allá de cuatro dogmas, y de creatividad cultural. Lo suyo solo servía para escribir vidas de santos, repeticiones incansables de sus dogmas y organizar  procesiones y rosarios, y cosas por el estilo. En el Vaticano II fueron totalmente incapaces de ofrecer un discurso alternativo al que presentaba el sector “progre”, que se enfrentaba a los problemas de la época, aunque lo hicieran muy mal. Para los obispos españoles no había ningún problema, disfrutaban de los privilegios que les concedía el régimen y todo se reducía a que los contrarios eran muy malos.

  37. Alberto GT dice:

    En todo lugar ofrecerán incienso a mi nombre y una ofrenda pura
    San Agustín
    Ciudad de Dios 10,6

    Verdadero sacrificio es toda obra que se hace con el fin de unirnos a Dios en santa sociedad, es decir, toda obra relacionada con aquel supremo bien, mediante el cual llegamos a la verdadera felicidad. Por ello, incluso la misma misericordia que nos mueve a socorrer al hermano, si no se hace por Dios, no puede llamarse sacrificio. Porque, aun siendo el hombre quien hace o quien ofrece el Sacrificio éste, sin embargo, es una acción divina, como nos lo indica la misma palabra con la cual llamaban los antiguos latinos a esta acción. Por ello, puede afirmarse que incluso el hombre es verdadero sacrificio cuando está consagrado a Dios por el bautismo y está dedicado al Señor, ya que entonces muere al mundo y vive para Dios. Esto, en efecto, forma parte de aquella misericordia que cada cual debe tener para consigo mismo, según está escrito: Ten compasión de tu alma agradando a Dios.
    Si, pues, las obras de misericordia para con nosotros mismos o para con el prójimo, cuando están referidas a Dios, son verdadero sacrificio, y, por otra parte, sólo son obras de misericordia aquellas que se hacen con el fin de librarnos de nuestra miseria y hacernos felices (cosa que no se obtiene sino por medio de aquel bien, del cual se ha dicho: Para mí lo bueno es estar junto a Dios), resulta claro que toda la ciudad redimida, es decir, la congregación o asamblea de los santos, debe ser ofrecida a Dios como un sacrificio universal por mediación de aquel gran sacerdote que se entregó a sí mismo por nosotros, tomando la condición de esclavo, para que nosotros llegáramos a ser cuerpo de tan sublime cabeza. Ofreció esta forma de esclavo y bajo ella se entregó a sí mismo, porque sólo según ella pudo ser mediador, sacerdote y sacrificio.
    Por esto, nos exhorta el Apóstol a que ofrezcamos nuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable, y a que no nos conformemos con este siglo, sino que nos reformemos en la novedad de nuestro espíritu. Y para probar cuál es la voluntad de Dios y cuál el bien y el beneplácito y la perfección, ya que todo este sacrificio somos nosotros, dice: Por la gracia de Dios que me ha sido dada os digo a todos y a cada uno de vosotros: No os estiméis en más de lo que conviene, sino estimaos moderadamente, según la medida de la fe que Dios otorgó a cada uno. Pues así como nuestro cuerpo, en unidad, posee muchos miembros, y no desempeñan todos los miembros la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero cada miembro está al servicio de los otros miembros. Los dones que poseemos son diferentes, según la gracia que se nos ha dado.
    Éste es el sacrificio de los cristianos: la reunión de muchos, que formamos un solo cuerpo en Cristo. Este misterio es celebrado también por la Iglesia en el sacramento del altar, del todo familiar a los fieles, donde se demuestra que la Iglesia, en la misma oblación que hace, se ofrece a sí misma.

    https://www.eltestigofiel.org/index.php?idu=lt_2134&id_fecha=19-10-2018&idd=591&hora=2

  38. Alberto GT dice:

    Don Pio, los carlistas no eran absolutistas y eran integristas. 

    ¿Acaso loa contrarios no eran muy malos? ¿Los,antifranquistas no eran casi todos comunistas? 

    Chesterton y Tplnien eran en parte tradicionalistas (supongo que usted diría integristas). ¿Solo escribian vidas de dantos y, carecian de creatividad cultural? 

  39. Alberto GT dice:

    Don Pio, los carlistas no eran absolutistas y eran integristas. 
    ¿Acaso loa contrarios no eran muy malos? ¿Los,antifranquistas no eran casi todos comunistas? 
    Chesterton y Tolkien eran en parte tradicionalistas (supongo que usted diría integristas). ¿Solo escribian vidas de dantos y, carecian de creatividad cultural? 

  40. Pablouned dice:

    Una pregunta, Pío Moa: 

    Dice que salió un manifiesto modificado contra la Ley de Memoria Histórica. 

    ¿Cuál era el que podría o debería haber salido y no salió?

    ¿Qué decía que no dice el que finalmente se firmó? 

    ¡Gracias! 

  41. Pío Moa dice:

    En este blog publiqué dos proyectos de manifiesto con la intención de que se difundieran y discutieran y modificaran para conseguir un mayor consenso. El que salió se basaba en lo esencial en los míos, pero así pudo ser firmado por personas que no lo habrían hecho si proviniera de mí. Quienes organizaron la recogida de firmas fueron otros (Palacios, Tertsch…). Por cierto que Palacios creo que cogió un cabreo considerable cuando yo dije que la idea provenía de mí. Lógicamente lo dije después de que el manifiesto se presentase en sociedad, y aceptando que mi firma figurase entre otras muchas y no en cabeza. Estas cosas funcionan así. Lo importante es que salió y contribuyó a frenar, por el momento, la ley liberticida que pretendía y pretende el PSOE

  42. Pablouned dice:

    ¡Qué curioso! De forma que algunos intelectuales sienten repugnancia por todo lo que usted hace o dice, hasta tal punto que pueden no firmar algo con lo que estén de acuerdo, por el mero hecho de que lo propone usted. 

    Pues eso es significativo y contribuye mucho a que no haya debate intelectual. 

    Lo importante es que salió, de acuerdo, pero la resistencia debería funcionar como un equipo, sin fisuras. ¡Más aún en los tiempos que corren! 

  43. De Elea dice:

    Brindis del retiro
     
    “Yo no pensaba hablar; pero las alusiones que me han dirigido los señores que han hablado antes, me obligan a tomar la palabra. Brindo por lo que nadie ha brindado hasta ahora: por las grandes ideas que fueron alma e inspiración de los poemas calderonianos. En primer lugar, por la fe católica, apostólica romana, que en siete siglos de lucha nos hizo reconquistar el patrio suelo, y que en los albores del Renacimiento abrió a los castellanos las vírgenes selvas de América, y a los portugueses los fabulosos santuarios de la India. Por la fe católica, que es el substratum, la esencia y lo más grande, y lo más hermoso de nuestra teología, de nuestra filosofía, de nuestra literatura y de nuestro arte.

    Brindo, en segundo lugar, por la antigua y tradicional monarquía española, cristiana en la esencia y democrática en la forma, que, durante todo el siglo XVI, vivió de un modo cenobítico y austero; y brindo por la casa de Austria, que con ser de origen extranjero y tener intereses y tendencias contrarios a los nuestros, se convirtió en porta-estandarte de la Iglesia, en goufaloniera de la Santa Sede, durante toda aquella centuria.

    Brindo por la nación española, amazona de la raza latina, de la cual fue escudo y valladar firmísimo contra la barbarie germánica y el espíritu de disgregación y de herejía, que separó de nosotros a las razas septentrionales.

    Brindo por el municipio español, hijo glorioso del municipio romano y expresión de la verdadera y legítima y sacrosanta libertad española, que Calderón sublimó hasta las alturas del arte en El Alcalde de Zalamea, y que Alejandro Herculano ha inmortalizado en la historia.

    En suma, brindo por todas las ideas, por todos los sentimientos que Calderón ha traído al arte; sentimientos e ideas que son los nuestros, que aceptamos por propios, con los cuales nos enorgullecemos y vanagloriamos; nosotros los que sentimos y pensamos como él, los únicos que con razón, y justicia, y derecho, podemos enaltecer su memoria, la memoria del Poeta español y católico por excelencia; del poeta de todas las intolerancias e intransigencias católicas; del poeta teólogo; del poeta inquisitorial, a quien nosotros aplaudimos, y festejamos, y bendecimos, y a quien de ninguna suerte pueden contar por suyo los partidos más o menos liberales que en nombre de la unidad centralista a la francesa, han ahogado y destruido la antigua libertad municipal y foral de la Península, asesinada primero por la casa de Borbón y luego por los Gobiernos revolucionarios de este siglo.

    Y digo y declaro firmemente que no me adhiero al centenario en lo que tiene de fiesta semipagana, informada por principios que aborrezco y que poco habían de agradar a tan cristiano poeta como Calderón, si levantase la cabeza.

    Y ya que me he levantado, y que no es ocasión de traer a esta reunión fraternal nuestros rencores y divergencias de fuera, brindo por los catedráticos lusitanos que han venido a honrar con su presencia esta fiesta, y a quienes miro, y debemos mirar todos, como hermanos, por lo mismo que hablan una lengua española, y que pertenecen a la raza española, y no digo ibérica, porque estos vocablos de iberismo y de unidad ibérica tienen no sé qué mal sabor progresista (murmullos). Sí: española, lo repito, que españoles llamó siempre a los portugueses Camoens, afirmó que españoles somos, y que de españoles nos debemos preciar todos los que habitamos la Península Ibérica.

    Y brindo, en suma, por todos los catedráticos aquí presentes, representantes de las diversas naciones latinas que, como arroyos, han venido a mezclarse en el gran Océano de nuestra gente romana.»
     
    M.M.P

  44. Pablouned dice:

    Entiendo que Pío Moa sostiene que el régimen de Franco funcionó bien en una determinada circunstancia histórica, pero que aunque evolucionó cuando fue necesario, no supo asentar las bases para algo que pudiera funcionar eficazmente para España, tras la muerte de Franco. Una vez más el eterno problema es que no se sabe muy bien qué tenía que haberse hecho. Pero que esta pregunta no tenga respuesta a día de hoy, no quita el que el régimen tampoco encontrara respuesta. O si la encontró, no se pudo, no se quiso o no se supo poner en práctica. 

  45. Pío Moa dice:

    “Lo importante es que salió, de acuerdo, pero la resistencia debería funcionar como un equipo, sin fisuras. ¡Más aún en los tiempos que corren!”

       En general, me siento a gusto en la marginalidad. No me gusta la compañía de los intelectuales y políticos actuales, con muy contadas excepciones. Y lo importante es que saliera.  

  46. Pío Moa dice:

    “el régimen de Franco funcionó bien en una determinada circunstancia histórica, pero que aunque evolucionó cuando fue necesario, no supo asentar las bases para algo que pudiera funcionar eficazmente para España, tras la muerte de Franco”

     Al contrario, el régimen funcionó muy bien hasta el mismo final. Tanto que se mantuvo en pie cuando la Iglesia tuvo a bien darle la puñalada trapera y fomentar las fuerzas disgregadoras, lo que pudo haber provocado un derrumbe desastroso. No solo se mantuvo a pesar de ello, sino que dio pie a un principio de transición ejemplar, luego traicionada por los propios políticos salidos del franquismo. Los problemas posteriores al franquismo no han sido culpa del franquismo, en absoluto, sino de la doble traición de la Iglesia y de sus políticos. Estos percibieron que sin Franco y con la Iglesia enfrente, el régimen no tenía salida y le dieron una que empezó con serios errores, aunque en parte comprensibles, y que al no corregirse fueron pudriendo la democracia progresivamente. .

  47. Pío Moa dice:

    “Chesterton y Tplnien… ¿Solo escribian vidas de dantos y, carecian de creatividad cultural?”

       Estamos hablando de España. Y es significativo que siendo España, como pretenden, el summum de la catolicidad, no haya dado lugar a un Chesterton o algo semejante, sino a una multitud de retóricas pesadas y beatas, y a una cerrazón (por lo demás inútil) frente a otras manifestaciones culturales. Ni comían ni dejaban comer.

     
  48. Hegemon dice:

    A propósito de las declaraciones de Tejerina, totalmente acertadas y justas, sobre la educación en Andalucía, vienen a cuento porque este régimen ha eliminado uno de los ascensores sociales que implantó el franquismo: la educación. Aún quedan reminiscencias en la sociedad española menguante que admiten ese legado del franquismo. Lo que no se sabe es hasta cuando. 

  49. De Elea dice:

     
    Pero entonces los católicos que defendieron a Franco eran los integristas y los que lo traicionaron eran lo liberales del vaticano II ¿no? Es por ir comprendiendole.

  50. Pío Moa dice:

    Los integristas atacaban al franquismo por demasiado permisivo,  ya en los años 40 (el cardenal Segura y similares). El sector más integrista del carlismo fue también antifranquista, y otro sector que dominó un tiempo evolucionó a una especie de trostkismo.

       Una de las manías de los integristas en los años 40 era el prohibir el traje de baño femenino en las piscinas y el baile agarrado. Tenían instrucciones directas de Dios al respecto.

  51. Pablouned dice:

    Entonces, lo que tenía que haber pasado para que la Transición no se torciera, era mantener el modelo Torcuato, no hacer la Constitución ésta autonómica, no legalizar al PCE ni a los separatistas y mantener una política exterior lo más independiente posible. 

    Así y todo, tampoco se podría garantizar que funcionara, porque certeza 100% no la hay nunca. 

  52. De Elea dice:

     
    Entonces los integristas atacaron al franquismo al principio y los liberales al final ¿es eso?
     
    O viceversa los católicos liberales defendieron al franquismo al principio y los integrista lo defendieron al final ¿no?

  53. De Elea dice:

     
    Parece una ironía, con lo que atacaban los católicos al franquismo, que definiesen al régimen sus enemigos como nacional católico ¡que de misterios!

  54. Don Pío, exagerados ha habido siempre, pero eso no desvirtúa el mensaje…

  55. REINO UNIDO RÍE TRAS LA BAJADA DE PANTALONES DE SÁNCHEZ ANTE MAY CON GIBRALTAR
    España partía en posición de ventaja en las negociaciones sobre el Peñón enmarcadas en el Brexit, pero el presidente socialista ha renunciado a todas las reivindicaciones. Papelón el suyo.
    La clase política y la prensa británicas se regodean a esta hora: el Reino Unido ha ganado la partida a España.
    Los periódicos de la isla recogen ampliamente el acuerdo bilateral entre Theresa May y Pedro Sánchez sobre Gibraltar en las negociaciones del Brexit, que en la práctica supone la renuncia de España a todo lo que aspiraba.
    https://www.esdiario.com/680384148/Reino-Unido-rie-tras-la-bajada-de-pantalones-de-Sanchez-ante-May-con-Gibraltar.html

  56. El problema es que el PSOE lleva más de cien perjudicando los intereses de España, y sólo Franco tuvo güevos para acabar con ellos. Volvieron, y otra vez intentan acabar con España. Y el problema es que nadie puede impedirlo, lo que pone en cuestión al sistema. ¿Cómo es posible que tengamos un jefe del Estado que sea incapaz de hacer nada, sobre nada?

  57. Seguimos empeñados en auto-destruirnos, a ver cuanto aguantamos…

  58. Pío Moa dice:

    Nuevo hilo