¿Y ahora…?
**Desde el primer momento señalé algo que debiera ser obvio: si se creaba la impresión de que entre PP y VOX no había diferencias de verdadera sustancia, sino de ocasión o de “sensibilidad”, se impondría el “voto útil”. El cual no solo ha arrastrado a 600.000 votantes anteriores de VOX, sino a muchísimos más que habrían podido votarle y lo han hecho al PP.
**“Ariza: Feijóo no acaba de entender que no puede estigmatizar a VOX”. Es Ariza quien no acaba de entender lo más evidente. No solo puede estigmatizarlo, sino que le conviene absolutamente. Quien quita votos al PP no es el PSOE, sino VOX
**También Abascal ha dicho que el PP “se ha equivocado de adversario”. Por el contrario, el PP obra con coherencia, y esa “oposicioncita” de VOX no lleva a nada.
**El PP entiende a VOX como su más peligroso enemigo. Su ataque a VOX se produce en tenaza: por una parte se une a los demás partidos para demonizarlo, y por otra finge acoger alguna propuesta de VOX para presentarlo como innecesario, porque sus reivindicaciones “razonables” las representaría el propio PP.
**Está claro que VOX cometió en la campaña un error, aun si difícil de evitar. Pero ahora puede sacar partido del propio error para denunciar a su enemigo: “Para nosotros era una prioridad echar al PSOE. Pero se ha demostrado que para el PP la prioridad ha sido destruir a VOX en combinación con el PSOE y los separatistas”.
**Por tanto, VOX queda libre para denunciar al PP como cómplice de PSOE y separatistas. Para lo cual no tiene que romperse mucho la cabeza: basta repasar los hechos. Claro que, en política, una diferencia radical no excluye pactos ocasionales con objetivos tácticos, pero las diferencias de fondo deben quedar claras para todos.
**VOX debería explicar bien sus diferencias de principio con el PP partiendo de las elecciones: “Todo el mundo ha podido constatar cómo el PP se ha unido con fervor a los separatistas y al PSOE en el intento de dar una imagen manipulada de VOX que lo hundiera como partido. Cómo a la mano tendida de VOX para expulsar al PSOE ha respondido golpeando la mano con brutalidad, mientras ha tendido su propia mano al PSOE, al PNV y a otros separatistas. Esto ha desconcertado a mucha gente, y la pregunta lógica es: ¿responde esa política a un error u obcecación momentáneos, o bien a una estrategia y concepción políticas de largo alcance, que definen al PP? Para contestar, conviene repasar el historial del PP en los últimos veinte años (por ejemplo)
También cabe elaborar una tabla de diferencias de fondo sobre las principales cuestiones políticas: separatismos, memoria histórica, leyes de género, cambio climático y plan 2030, soberanía y Europa, ecologismo, etc.
**O el elector percibe claramente esas diferencias de fondo o se dejará engañar una y otra vez por la verborrea corrupta de los políticos actuales
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La cuestión de Franco
(Pablouned) “Pío Moa habla de reivindicar VOX el franquismo y la neutralidad, pero hace tiempo, creo que dijo que no estaba la cosa madura para hacerlo abiertamente, sino con campañas individuales que no involucraran al partido. ¿Ahora sí está la cosa madura?”
La cosa siempre estuvo madura en cuanto a su necesidad, pero chocaba con una opinión pública embrutecida por muchos años de demagogia. Y chocaba con que podría posiblemente dividir a VOX. Esa situación no ha sido superada. Pero exponer y defender esas cuestiones debe hacerse. ¿Cómo? Defender el franquismo, no como un régimen que pueda volver, sino, entre otras cosas, como el origen de la democracia. Las leyes de “memoria” ofrecen la mejor ocasión denunciándolas en dos aspectos clave y complementarios: a) Esas leyes atacan las libertades democráticas; b) Tratan de imponer una versión falsa de la historia. ¿Por qué sabemos que es falsa? Porque necesita atacar las libertades, dado que no podría sostenerse en un debate libre.
La vindicación de Franco, dada la extensísima opinión pública creada en contra por todos los partidos, requiere una estrategia cuidadosa, de otro modo puede resultar contraproducente. VOX, por cierto espíritu timorato, ha cometido un doble error, de insuficiencia y de falsedad. La insuficiencia de haber denunciado esa ley con poca fuerza y como si fuera un asunto más, cuando tiene importancia extraordinaria: de ella extraen PSOE y separatistas su pretendida legitimidad para hacer lo que hacen. Y luego está la falsedad cursi del “abrazo entre los españoles” en la transición, después de habernos matado anteriormente. Esta es precisamente la tesis del PP.
La denuncia, insisto, ha de ser persistente, precisa y en tenaza: por antidemocrática y por falsaria. Y a partir de esa denuncia será posible plantear debates concretos. Por mi parte he escrito innumerables artículos y varios libros, en especial Los mitos del franquismo, que constituyen un verdadero arsenal de datos y de argumentos, hasta ahora muy poco aprovechados.
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Franquismo y antifranquismo. 285 – La raíz de los males | Elecciones – YouTube
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1. Vox es el único acontecimiento político relevante en España después de la condena del PP al 18 de julio, en 2002.
2. Si VOX no acierta a diferenciarse claramente del PP será fagocitado por este, o quedará como un PP un poco más estridente.
3. VOX ha avanzado mucho en la definición de una alternativa política real: unidad nacional, democracia y soberanía.
4. La lógica de estos tres puntos empuja por sí misma a la vindicación del franquismo como origen de la democracia (en lo que está de acuerdo la izquierda y los separatistas, aunque la descalifican por eso, mientras que debe ser lo contrario)
5. La reivindicación de la soberanía empuja por sí misma a una política exterior de neutralidad y de hispanismo.
6. Estos dos pasos, vindicación del franquismo y de la neutralidad dan mucho miedo, pero si no se acometen con rigor y valor, al final todo quedará en humo de pajas.
7: La batalla cultural debe girar precisamente sobre esos dos puntos. Y, de modo derivado, estableciendo doctrina bien fundada sobre los de género, ecologismo, clima, etc.
8: Vox, debería, directa o indirectamente, impulsar un organismo o centro de batalla cultural que fuera poco a poco, pero con la mayor rapidez posible, estableciendo un argumentario sólido capaz de captar a gran parte de la opinión pública. Cosa nada utópica.