Esta noche, sobre las 11,15, en el programa de Esparza de la televisión de El Toro, hablaré de la II Guerra Mundial y mi ensayo al respecto. Por qué era necesaria una revisión en profundidad de un conflicto que acabó con la era en que Europa fue el eje y motor de la historia humana
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Un cambio silencioso de régimen
La proliferación de banderas lgtbi en edificios oficiales indica un verdadero cambio de régimen que se va produciendo de manera disimulada pero indudable. De un régimen más o menos democrático a un régimen lgtbi, con el que hoy se identifican los países de la UE (salvo Polonia y Hungría) y de la OTAN. El nuevo régimen convierte los asuntos y problemas íntimos de grupos particulares en el núcleo de la acción política y social y extiende sus competencias hasta los sentimientos personales, con leyes ad hoc llamadas “de odio”. Una tiranía nunca vista y que sin embargo viene siendo aceptada “como quien no quiere la cosa” en casi todo el mundo occidental. Se trata de un sistema totalitario “suave” en que el GULAG es sustituido por la llamada “cultura de la cancelación”, y la detención directa por la muerte civil.
Señor Doctor:
Ha colgado usted en el palacio de la Moncloa unas grandes banderas de los grupos lgtbi. Se trata de un acto delictivo, anticonstitucional, como tantos que usted ha perpetrado. Esos grupos, como cualesquiera otros, pueden hacer su publicidad, pero con su propio dinero y sin agredir los sentimientos e intereses de quienes no piensan como ellos. Y no hay mayor agresión, perpetrada por agentes suyos en el poder como usted mismo, que imponer sus banderas y símbolos en edificios oficiales, como si el régimen político hubiera cambiado de pronto. Se trata de una evidente usurpación delictiva. Como lo son las subvenciones a esos grupos con dinero de todos. Por lo demás, la ley de banderas dispone que en edificios oficiales solo pueden ondear las a su vez oficiales, que en principio representan a todos los españoles, con sus diversas opiniones. Por lo tanto, habría que aplicarles la ley a usted y los suyos, con las sanciones correspondientes. Para colmo de injuria, ustedes acusan de odio a quienes no tragan tales agresiones, tan cargadas a su vez de odio. Estos abusos se unen a tantos más, incluso más graves, como las leyes de falsedad histórica o las llamadas de género. Han logrado ustedes, con su auxiliar PP, anestesiar a gran parte de la población, pero es de esperar que se les aplique la ley, como digo, y que su jolgorio a cuenta del país tenga los días contados.
En la misma línea se jacta su predecesor Zapatero: “Cambiamos 17 palabras del Código Civil, del Código Civil Napoleónico, heredero del derecho romano, intangible e intocable. Cambiamos 14 palabras y todo el mundo se pudo casar con quien quiso en este país”. Y comenta con entusiasmo un ex letrado del Tribunal (anti) Constitucional, un tal Urías: “Estas palabras deberían enseñarse en las facultades de Derecho”, porque “el derecho, como la política, ha de ser ante todo el canal para las reformas y los cambios”. Un nazi o un comunista podrían estar muy de acuerdo, e incluso afirmar que ese cambio, como dice el anticonstitucional fulano, traería “más alegría y libertad, y menos tristeza y represión”. Pero claro está que un demócrata no puede dedicarse a jugar caprichosamente con las leyes, juego que la historia demuestra ser muy peligroso. Zapatero hizo reformas como las leyes de género, leyes contra la verdad histórica y similares, cambios y reformas que llenan a algunos de euforia pueril, pero que atacan las bases de la libertad y la democracia.
Por lo demás, no deja de ser una ilusión eso de que “todo el mundo se pudo casar con quien quiso”. Naturalmente, podemos considerar matrimonios un gaymonio, de sexualidad forzosamente estéril (o, puestos a eso, un “matrimonio” entre una persona y un animal, por qué no, pues los animales también tienen derechos en la terminología de usted o de Zapatero). Todo parece cuestión de palabras. Como podemos llamar legítima adquisición al robo o a la okupación, convirtiéndolos en “normales” (ya lo son, en buena medida, bajo su gobierno). O llamar defensa de los trabajadores a las mariscadas de los sindicalistas. O llamar “democráticas” leyes contra las libertades básicas y la realidad histórica… La posibilidad de pervertir el lenguaje no tiene límites.
Pero la realidad sí los tiene. Usted y los lgtbi con quienes usted se identifica pueden cambiarse de género gramatical, pero no de sexo biológico. Se puede, claro, mutilar el cuerpo o trastornar el organismo de diversas maneras, algo que a la larga pagarán caro quienes se dejen llevar por esa grotesca palabrería. En fin, el régimen liberticida que han traído ustedes en España ha de tener fin, y esperemos que no tarde mucho.
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Marx (XI) falacia de la masa de beneficio.
Como veíamos, y según la tesis de la plusvalía, el capitalista no tendría interés en introducir maquinaria, que no produce valor, y sí en ampliar el número de proletarios y sus horas de trabajo, pero vemos que ocurre lo contrario: cada vez se introduce más técnica y se reduce proporcionalmente el número de obreros. Esto introduciría una contradicción en el propio sistema, que lo conduciría a crisis y finalmente al derrumbe…, cuando la contradicción se encuentra más bien en la teoría. La evidencia de la introducción creciente de lo que por simplificar llamaremos maquinaria, debe ser justificada en la teoría, y lo es afirmando que si bien la maquinaria no produce valor, añade al producto la masa de valor y plusvalía contenida en la maquinaria. Pues una máquina es una mercancía como otra cualquiera, cuyo valor de cambio consiste en el tiempo de trabajo que ha costado producirla. Ahora, ¿cómo puede trasladarse ese valor a la nueva mercancía producida con su ayuda? En realidad es imposible.
Así, cuando el fabricante de bienes de consumo directo, camisas por ejemplo, compra una máquina, lo hace para obtener más ganancia, pero la teoría marxista se lo impediría. El camisero paga la máquina a su valor, que le exige el vendedor de máquinas, pero una vez pagada, la máquina pierde su valor de cambio y se transforma en un valor de uso. El valor de uso es subjetivo y se mantiene para el comprador a lo largo de un tiempo, a veces de toda su vida; mientras que el valor de cambio –el trabajo humano integrado en la camisa–, se “realiza”, es decir, desaparece convertido en una cantidad objetiva de dinero para el vendedor. La camisa, que para el comprador mantiene su valor de uso mientras no se estropee, ya ha perdido su valor de cambio. Por lo tanto no puede trasladarlo o incorporarlo a nada. El comprador la puede usar para obtener más ganancia, pero según Marx, eso sería una pura ilusión.
¿Por qué, entonces, el fabricante de camisas compra esas máquinas que solo aumentarán sus costes sin aportarle más valor? Desde luego, no se ha vuelto loco: comprueba en la práctica que la máquina comprada le permite producir más camisas en menos tiempo, con lo que su ganancia se mantiene o aumenta aunque disminuya el precio, y además puede reducir los costes despidiendo a los obreros que ya no precise.
Es claro que la teoría de la tasa y la masa de ganancia es una falacia. Es decir, es parcialmente falsa, porque el tiempo de trabajo del obrero es también una mercancía que tiene que pagar. Solo que ese tiempo no puede ser la sustancia única del valor ni por tanto de la ganancia.
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Armada cipaya
**Comino ”Capullismo y cipayismo en la Armada española, con el rey a la cabeza, en las maniobras militares “Sinkex23″. La Armada ya no hunde barcos, los sinke”. Y no al servicio de España, sino de la OTAN, es decir, de los invasores de Gibraltar.
**Las “autoridades” gibraltareñas, inquietas ante la perspectiva de que VOX gobierne. Tienen mucho dinero, lo emplearán para tratar de impedirlo. Probablemente en vano
**Secuestros parentales. Las leyes llamadas de género tienen una víctima especial: los niños, cuyos derechos son violados, empezando por el más elemental a tener un padre y una madre reales. Una de sus manifestaciones es el auge de los divorcios y separaciones, con efectos como la oleada de secuestros parentales de niños.
**Otro abuso contra los niños es irles inculcando desde la más tierna infancia el desprecio a su propia cultural, multiplicando las frases y nombres ingleses en sus vestidos, juguetes, etc.
**Denuncia Abascal que la televisión oficial (pagada por todos) solo concede a VOX, tercer partido del país, un 1,5% de espacio, repartiendo el grueso entre el PSOE (50%) y el PP (30%). Pero es una denuncia floja: califica de “irrazonable” esta proporción, cuando es mucho más grave: es antidemocrática, realmente delictiva, prueba de que dicha televisión no sirve a intereses generales. Y, por supuesto, no va a hacer “razonar” a los magantes que la dirigen.
**Parece que en Kramatorsk el ejército ruso ha hecho una escabechina de altos mandos ucranianos y de la OTAN. Estarían reunidos allí unos y otros para evaluar la marcha de la contraofensiva ucraniana y plantear las correcciones precisas. La OTAN, verdadero bando en esta guerra, habría recibido un duro golpe directo, por primera vez. También se prolongará un año la jefatura de Stoltenberg: al parecer no se han encontrado candidatos sustituirle.
**La muerte de un magrebí de 17 años en un control policial ha desatado en Francia una tremenda oleada de disturbios violentos. Probablemente no habría pasado gran cosa si el muerto hubiera sido de origen europeo. Todo un síntoma. https://www.youtube.com/watch?v=GqHzE0AeTuc
**Las cartas a los políticos del blog tendrían efecto si fueran enlazadas sistemáticamente en todos los foros, blogs y redes posibles. No hay otra vía.