La legitimidad del franquismo y la democracia.

Blog I:  ¿Puede ser soberano el pueblo? /Recuerdos sueltos: Viaje a Las Hurdes. http://www.intereconomia.com/blog/presente-y-pasado/puede-ser-soberano-pueblo-viaje-hurdes-i-20130410#comments

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No pocos descalifican de raíz al franquismo por no haber sido democrático: coinciden en ello desde marxistas a bastantes liberales, lo que ya indica algo. Lo cierto es que, si bien en  la España de Siglo de Oro encontramos fundamentos importantes del pensamiento democrático europeo –dejando aparte a Grecia–,  posteriormente no se desarrollaron, siendo ese vacío mal rellenado, en los siglos XIX y XX,   con una  especie de beatería “democratista”. Hoy muchos enarbolan  el ideal de democracia, reducido a tópico confuso,  como el alfa y omega legitimador y deslegitimador de cualquier sistema político. Con ello quedarían absurdamente deslegitimados todos los existentes en la historia de Europa hasta el siglo XX. Aparte, el término es usado con sentidos distintos y hasta opuestos, así democracia popular, proletaria, orgánica, asamblearia, socialista, etc. Aquí me refiero a la democracia liberal, con sus libertades políticas,  limitación y separación de poderes,  sufragio universal y economía de mercado.

   Los demoliberales en la España de los años 30 eran  pocos y pronto desbordados  por los partidarios de una democracia/dictadura proletaria o exclusivamente izquierdista, y solo la reacción autoritaria del franquismo fue al fin capaz de quebrar su ímpetu revolucionario. El objetivo del franquismo no  sería restaurar una democracia entonces imposible, sino salvaguardar la más profunda y básica unidad nacional y cultura cristiana. Solo un largo proceso de reconstrucción, reconciliación y prosperidad,  permitió asentar una democracia no epiléptica a partir de 1977. Y  ocurrió por la propia dinámica de la nueva sociedad y no por intervención militar extranjera, como en casi toda Europa occidental. Aun así, no cabe un excesivo optimismo, porque el pensamiento demoliberal sigue siendo muy débil y no cala en la mayoría de los partidos y políticos: subsisten las viejas tendencias, que intentan imponerse incluso por ley, idealizando puerilmente a la república, reivindicando la “libertad” del Frente Popular y condenando al régimen que libró al país de ella.

   Suele definirse la democracia según su etimología como “poder del pueblo”, lo que es un contrasentido.   La democracia liberal puede definirse mejor como lucha reglamentada de partidos (oligarquías)  por atraerse a  sectores lo más amplios posible de la opinión pública y gobernar por un período limitado, respetando las libertades, la separación de poderes, la propiedad privada y  el mercado libre. Un respeto mantenido en líneas generales gracias a los equilibrios y contrapesos del sistema, pero nunca muy completo, ya que los gobiernos tienden a afianzarse indefinidamente y a expandir su dominación –lo observamos en la involutiva democracia española actual–. No debe olvidarse tampoco que la opinión pública es moldeable y maleable, lo que la hace propensa a la demagogia, muy presente en las democracias y que llega a destruirlas si no es contenida.

     Basten estas breves consideraciones para mostrar las dificultades y puntos débiles de este tipo de régimen, distintos de los que supone la beatería al uso. Aun así, resultan inconvincentes la mayoría de las críticas  a sus tendencias demagógicas o al olvido del interés común por las pasiones de partido. Fuera de las democracias siguen existiendo los partidos en forma de camarillas opacas en oscura lucha por el poder, y la necesidad de lograr la aquiescencia popular también se resuelve a menudo con demagogias, solo que menos variadas y contrapesadas. Además, la democracia permite más libertades políticas y control sobre los gobiernos, imponiendo a estos una mayor contención. Si la democracia tiene serios problemas y propensiones degenerativas, cualquier otro régimen experimentado hasta ahora los tiene a su vez, con mayor dificultad para corregirlos.

   La relativa democracia de la II República terminó hundida por el excesivo peso de las demagogias, la escasez de demócratas y la orientación totalitaria prevaleciente en la izquierda y los separatismos. La oportunidad de una corrección gracias a las elecciones de 1933 no fructificó porque la derecha, si bien aceptaba la república, no sentía una convicción demoliberal, y de ahí que su defensa del régimen fuera poco enérgica o  inspirada. Contra la interesada versión de los totalitarios, la república no naufragó porque la derecha defendiera brutalmente sus privilegios sino porque defendió con poca resolución la democracia frente a sus enemigos izquierdistas y separatistas.

   Al tratar el problema de la legitimidad política suele hablarse del origen y el ejercicio del poder. En cuanto al origen, Franco no derrotó a un régimen legal y democrático, como suele pretenderse con sorprendente obstinación. El Frente Popular –lo prueba el simple relato de los hechos–  agrupaba a  quienes en 1934 habían intentado destruir la república, tomó el poder en unas elecciones en gran medida fraudulentas y no democráticas, e inmediatamente arrasó la legalidad republicana. Ninguna fuerza demoliberal, entonces en ruinas, podía haber impedido el proceso revolucionario: solo el franquismo. Este mero hecho le otorga una incuestionable legitimidad de origen.

   Y a la legitimidad de origen añade la de ejercicio, ya que en el tiempo que duró  libró a España de la catástrofe mayor que habría supuesto la entrada en la II Guerra Mundial, derrotó sucesivamente al maquis, intento de reanudar a la contienda civil, y al injusto aislamiento internacional. Frente a quienes le acusaban de empobrecer al pueblo en beneficio de una casta privilegiada, protagonizó el mayor crecimiento económico que haya gozado España en su historia, acercándola a los niveles de los países europeos más ricos, e hizo masiva la clase media.  Frente a quienes le acusaban de oscurantista, extendió la enseñanza como nunca antes –incluida destacadamente la presencia femenina en las aulas— y redujo a cifras marginales el analfabetismo.  La salud física mejoró, como indica que los españoles pasaran de tener  una relativamente corta esperanza de vida en los años 30 a estar entre los tres o cuatro países del mundo con mayor esperanza vital. La salud social, manifiesta en los índices de delincuencia y población penal, alcoholismo, drogas, fracaso escolar, fracaso matrimonial, violencia doméstica, etc., era probablemente la mejor de Europa. Pasadas las condiciones de la posguerra, cuya dureza fue aumentada por la  guerra mundial y el injusto trato internacional  posterior, el régimen se liberalizó progresivamente. De hecho nunca tuvo oposición democrática apreciable ni hubo demócratas en sus cárceles: prácticamente toda la oposición fue comunista y /o terrorista, dato por demás esclarecedor.   

   Tras la absoluta decepción republicana, el franquismo aspiró a convertirse en un sistema político superador tanto de los peligros demoliberales como de los comunistas. No obstante,  en su mismo seno algunos lo entendían como una respuesta excepcional a una crisis también excepcional, la más grave sufrida por España desde la Guerra de Independencia y, por lo tanto,  debía ser un remedio provisional. En todo caso, el régimen tuvo un éxito sin precedentes, garantizando una paz que aún dura, la mayor prosperidad alcanzada por el país y el olvido de los odios que hundieron a la república. Pero sus propios éxitos fueron demostrando que no superaba el demoliberalismo, sino que iba progresivamente acercándose a él. Y  finalmente quedaría como el régimen que permitió una democratización no convulsiva, un añadido más a su legitimidad de ejercicio. Otras críticas afirman que Franco debía haber dejado paso a la democracia mucho antes. El problema –entre otros– es que entonces no había apenas demócratas. Y aún después de Franco no hay muchos, como demuestran los procesos involutivos actuales.  No por azar las fuerzas que hacen peligrar hoy la democracia se declaran también antifranquistas o antiespañolas y pretenden inspirarse en el Frente Popular. 

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Un viejo artículo: El pensamiento simplón (I)

http://www.libertaddigital.com/opinion/pio-moa/el-pensamiento-simplon-1-1824/

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116 Respuestas a La legitimidad del franquismo y la democracia.

  1. Geppetto dice:

    En 1936 la poca democracia que quedaba tras la revolución de octubre que no fue mas que el inicio de la guerra civil fue dinamitado en unas elecciones fraudulentas en  las que la izquierda tomaron el poder de forma revolucionaria antes siquiera del recuento final de votos e iniciaron  el desmantelamiento de la “republica burguesa” sustituyéndola de forma violenta por una revolución de corte marxista, el Gobierno utilizo los medios que el estado pone al alcance del poder para atacar, silenciar, perseguir y hasta asesinar a los considerados por ellos, enemigos, el poder utilizo la lay y la policía en contra de la media España que se negaba a dejar paso al marxismo, en contra de la media España normal que ni estaba politizada ni pretendía mas que seguir viviendo en paz y armonía. media España que suponía una barrera social que había que destruir, el aldabonazo final de que la revolución marxista era un hecho que no tenia vuelta atrás fue el asesinato por fuerzas del estado, Guardia Civil, Guardias de asalto y pistoleros socialistas guardaespaldas de Prieto del jefe de la oposición Calvo Sotelo, ante este brutal hecho hasta el mas remiso la sublevación, al golpe de fuerza  de los militares, el General Francisco Franco decidió que si España debía tener continuidad en el tiempo era preciso destituir el Gobierno del frente popular mediante un golpe de fuerza y frenar el bolchevismo y la sovietizacion de España.
    El Golpe de estado que se trasformo en Guerra civil era legitimo y necesario, el Gobierno del frente popular era un Gobierno sectario que utilizaba el poder en contra de media España y eso sencillamente deslegitimaba su función, no era un Gobierno de y para España era un gobierno revolucionario y por tanto ilegitimo e ilegal
    Su derrocamiento se trasformaba en un hecho de legitima defensa.
    http://lapoliticadegeppetto.blogspot.com.es/

  2. Spasic dice:

    Dice Pío: “e hizo masiva la clase media.

    Efectivamente, porque suele decirse que con Franco se creó la clase media, cuando yo creo que es mucho más correcto decir eso, que se hizo masiva, o mayoritaria.

    Uno de los problemas de esta democracia es que mientras nuestras clases dirigentes sigan despreciando España de una manera u otra, difícilmente tomarán decisiones que beneficien al país porque lo que hacen estas camarillas es defender sus posiciones e “intereses del partido” y es fácil verles tomar decisiones sabiendo que si pierden elecciones… luego vienen otros que se coman el marrón y ese tipo de cosas.

    Un abrazo, Pío.

  3. zgzna dice:

    Pero qué bueno su artículo y cuántos matices. Cuando coge el escalpelo y se pone a diseccionar, no hay quien le gane. Es de agradecer, sobre todo hoy día que abunda la sal gorda y escasean los matices.

    A mí me gusta la democracia liberal, sobre todo, por lo que dice usted: ”sus libertades políticas, limitación y separación de poderes, sufragio universal y economía de mercado”. Está claro que la izquierda en general y los sociatas, cuando se les llena la boca hablando de la democracia, no se refieren a la democracia liberal; en realidad, se refieren a que manden ellos.

    En cuanto a la admiración de los jóvenes por la República, está claro de dónde procede: del adoctrinamiento de maestricos y profesorcillos. 

  4. Wallaq 1 dice:

     A un franquista de pro, creo que fue a Agustín de Foxá, un periodista chileno le espetó en la cara que él moriría por la democracia, el franquista sin alterarse le contestó que eso sería lo mismo que morir por el sistema métrico decimal.

    No me parece desacertada la comparación. El SMD es bueno, mejora y unifica sistemas anteriores, pero con el SMD o con cualquier otro sistema las matemáticas son las mismas (es decir, sin demócratas no construyes democracia). Y ni los egipcios necesitaron el SMD para construir sus pirámides, ni los sajones lo utilizaron para desarrollar su ciencia.

    Saludos 

  5. malpharus dice:

    Aquí me refiero a la democracia liberal, con sus libertades políticas,  limitación y separación de poderes,  sufragio universal y economía de mercado.
    Pues de ese tipo de democracia no hay ninguna en el mundo, y mucho menos en España… 

  6. Hegemon dice:

    La hay, Mlalpharus, la hay; en algunos sitios más que en otros. En España es uno de esos sitios de los que NO…pero lo hay….

  7. malpharus dice:

    Si entendemos que la democracia liberal puede ser gradual, en función de que en unos países puede aplicarse en mayor grado que en otros, entonces sí estoy de acuerdo. Pero esto presupone, aunque no necesariamente que en ninguna parte se aplica al 100%…

  8. Hegemon dice:

    Se puede decir que en los comienzos del Franqusimo, la política económica de Franco, o del Régimen, fue errática, improvisada, arbitraria y un tanto equivocada. Apostar por la autarquía y por la exclusividad de los recursos nacionales limita mucho la acción y la capacidad de maniobra. Sin duda, la década de los años 40 fue la más dura para los españoles en la cual no se recuperaron los índices de producción industrial ni agrícola de antes de la guerra hasta que no llegó la década de los 50. Ya sea por la búsqueda de la supervivencia del propio Régimen o por que había una conciencia real de las necesidades del país, se tuvieron que adoptar políticas un tanto populistas combinadas con otras eficaces e inteligentes. Las primeras para contentar un tanto el popurrí ideológico de la Falange y de las distintas familias, y en las otras porque Franco, en sus equilibrios ministeriales entre las familias del Régimen, también apostó por buenos, eficaces e inteligentes ministros de buena y honesta preparación. Pero….¿Esa política fue por capricho o por necesidad?. Ambas cosas. España siempre necesitó inversión de capital extranjero y en la década de los 40 apenas nadie se lo daba. Carceller, Ministro de Industria y Comercio, consiguió algunos créditos de los americanos ya en los años 40, pero insuficientes porque podían más las políticas restrictivas contra España que los pocos negocios que España podía conseguir fuera. Se acusa a Franco y al Régimen de ultracatólico, era un nacionalcatolicismo, como ellos mismos se denominaban para diferenciarse del fascismo y del nacismo, pero no olvidemos que Truman era Baptista y masón y odiaba más que Roosvelt a Franco. Negó cualquier ayuda a Franco por esta razón y porque en aquella época lo politicamente correcto era repudiar a Franco. En Nueva York, en el 47 o 48, se reunieron en el Madison Square Garden unas 16.000 personas manifestándose contra el Régimen franquista. Dos Años después, sólo 1000. Las cosas iban cambiando y senadores americanos empezaron a realizar una labor de concienciación a favor de Franco. Alguno vino a decir que el franquismo era el régimen más beligerante contra el comunismo del mundo y por eso USA no podía darle la espalda.
     
    Me puedo extender más pero lo que digo no es más que lo que muchos autores han escrito, incluido Moa. Lo que quiero decir es que en los primeros años tanto por la necesidad, por la precariedad, un tanto por zoqueteria económica, España y el Régimen lo pasaron mal pero la legitimidad de este llega primero, por la victoria en una Guerra contra un Gobierno ilegítimo, excluyentes, sectario, antidemocrático y revolucionario. Ningún país, salvo  México, creo si no me equivoco, reconoció al gobierno de la República en el exilio. Segundo, por la aceptación de la propia población a ese Régimen para que aplique la Ley, imponga orden e imparta Justicia, en definitiva, se encargue de los asuntos de Estado. Tercero, por el reconocimiento final que el resto del mundo no tuvo más remedio que hacer a Franco; y cuarto, porque el propio Régimen, como cualquiera, con sus aciertos y sus errores, se legitimó el sólo llevando a España a un lento pero progresivo progreso con políticas más liberales cada vez, dentro de un capitalismo paternalista conservador, según las restricciones exteriores se fueron suprimiendo. En un principio Franco no creía en la economía moderna adoptando medidas e ideas que le llevaron a la Autarquía, pero es él mismo el que se da cuenta que hay que adoptar otras medidas y creer en otras ideas, cosa que cuenta a su favor porque pocos gobernantes se apean de sus malas ideas para adoptar las que más convengan al país. Lo estamos viendo ahora mismo. Franco tiene mucho en su haber para su legitimación. Esa es la realidad.

  9. Hegemon dice:

    aunque no necesariamente que en ninguna parte se aplica al 100%…
     
    El propio Franco admitió esa circustancia cuando le preguntaron si al aplicar economías liberales y aperturistas no se podían producir abusos. Contestó que eso era inevitable, que siempre existiría corrupción y algunas manzanas podridas en el cesto pero que era el precio a pagar por el progreso. En los Gobiernos, en salud del Estado está que ese precio sea desmesurado, inadmisible o insignificante.

  10. malpharus dice:

    Es que es complicada la autarquía cuando se está pagando una deuda (de guerra). Pero no creo que el Caudillo creyese en los principios de la autarquía, no al menos estrictamente hablando. Supongo que el daba prioridad a la industria española por razones evidentes, pero era consciente de que el comercio con otros países era necesario y hasta conveniente. 

    Pero lo que está claro es que la autarquía tiene sus ventajas en el sentido de que garantiza tu independencia, o casi. Nosotros nos “echamos en brazos” de otros países, y se acabó España. Desde entonces hemos tenido más o menos cotas de libertad, pero nunca hemos sido del todo independientes. Además la deuda española no ha dejado de crecer, aunque sobre todo, después del Franquismo… 

  11. Henry Ford dice:

    El otro día Ramón Tamames dijo en esRadio que él sabía cuando era antifranquista que era muy difícil desalojar a Franco del poder, porque a partir de finales de los cincuenta la prosperidad y el crecimiento económico que vivió España hizo que la gente no tuviera ninguna gana de hacer la revolución al haber clases medias. Reconoció además que “contra Franco no se vivía tan mal”, y que había cierta libertad, había publicaciones antifranquistas, profesores antifranquistas, etc.

  12. Catlo dice:

    Pepe García Domínguez advierte:
    La crisis puede durar 20 años
     
    Portugal no es ese país que está ahí al lado; Portugal es nuestro futuro, que está ahí al lado. Ya sabemos, pues, lo que nos espera dentro de un par de años, cuando también nosotros hayamos cumplimentado los deberes fijados por Bruselas. Coelho, el alumno ejemplar de la troika, no se ha saltado ni una coma de cuanto se le prescribió en su momento; ni tan siquiera una coma. Lisboa acometió todas y cada una la mutilaciones del gasto sin rechistar. Educación, pensiones, sanidad, salarios públicos y privados, la podadora ha trabajado a destajo al otro lado del Miño. Y he ahí los resultados: la nación hundida en una recesión mucho peor que cuando se inició el programa de rescate. Aunque, al menos, ahora la disyuntiva se antoja simple. O desmantelar los servicios básicos del Estado para acceder a otro crédito leonino y vuelta a empezar. O emigrar todos a Brasil.

  13. Catlo dice:

    Juan Velarde advierte en sentido parecido:
    ¿Europa = Japón?
    Es posible que esta realidad nipona salte a Europa. Nos lo advierte Barry Eichengreen, profesor de Economía de la Universidad de California en Berkeley, en su artículo “¿Una obligada pérdida para Europa?”, publicado en Le Monde el pasado 26.

    Es poco probable que la economía europea siga el modelo de crisis financieras que han afectado a las economías emergentes en los años 1980 y 1990, para, como un ave fénix levantar el vuelo a partir de sus cenizas. Al contrario, el escenario más probable parece ser el de una década perdida el estilo japonés, con un crecimiento lento, o nulo.

  14. Catlo dice:

    En Japón, el prolongado periodo de pobreza no ha causado grandes terremotos políticos -bastante tienen con los otros- pero en Europa el caldo de cultivo de todos los totalitarismos sigue siendo muy fértil. Es decir, si en lo económico acabamos como Japón, en lo político podemos acabar como lo peor de la historia Europea. En España ya se esgrime con fruición la idea de las expropiaciones de pisos.

  15. malpharus dice:

    La crisis durará lo que dure el capitalismo. No tiene arreglo. Y si no estuviéramos irremisiblemente sin futuro, estoy de acuerdo en que Portugal sería nuestro futuro, es más, debería ser nuestro futuro. Pero España esta sentenciada…

  16. Hegemon dice:

    ¿Y por qué cosa hay que cambiar el capitalismo?

  17. malpharus dice:

    Me remito a este enlace: (http://malpharus.blogspot.com.es/2012/03/la-falange.html). DISCURSO DE LA FUNDACIÓN DE FALANGE ESPAÑOLA. En el que se exponen claramente los motivos que tenemos al respecto. Que dice cosas como:

    “…Y, por último, el Estado liberal vino a depararnos la esclavitud económica, porque a los obreros, con trágico sarcasmo, se les decía: “Sois libres de trabajar lo que queráis; nadie puede compeleros a que aceptéis unas u otras condiciones; ahora bien: como nosotros somos los ricos, os ofrecemos las condiciones que nos parecen; vosotros, ciudadanos libres, si no queréis, no estáis obligados a aceptarlas; pero vosotros, ciudadanos pobres, si no aceptáis las condiciones que nosotros os impongamos, moriréis de hambre, rodeados de la máxima dignidad liberal”. Y así veríais cómo en los países donde se ha llegado a tener parlamentos más brillantes e instituciones democráticas más finas, no teníais más que separaros unos cientos de metros de los barrios lujosos para encontraros con tugurios infectos donde vivían hacinados los obreros y sus familias, en un límite de decoro casi infrahumano. Y os encontraríais trabajadores de los campos que de sol a sol se doblaban sobre la tierra, abrasadas las costillas, y que ganaban en todo el año, gracias al libre juego de la economía liberal, setenta u ochenta jornales de tres pesetas…”

  18. Hegemon dice:

    Si apostamos por mayor intervencionismo estatal podemos llegar a que nuestras posesiones sean totalmente estatalizadas y controladas por el arbitrio de los políticos, de la casta. Nuestra riqueza o lo que podamos progresar estará sujeto al capricho del político o Gobierno de turno que beneficiará a aquellos que más cercanos estén a él y a sus propios beneficios e intereses, sienmpre bajho la demagogia. Lo vemos hoy en la junta de Andalucía que defeidcne una cosa cuando hace la contraria con los deshaucios. Es lo que pasa en Cuba que no viven bajo el capitalismo. ¿Queremos lo mismo para España? ¿Hemos vivido bajo el capitalismo o un sucedáneo alterado de él?
     
    Ni Franco renunció la capitalismo.
     
    Parece mentira que no nos demos cuenta que lo que le pasa a Portugal es que no sólo sirve hacer recortes si no se facilita un sistema capitalista por el que entre nuevo capital y nueva inversión sinno generar ingresos. Es lo que pasa en España, se ha recortado donde no se debía, manteniendo el gasto injusto sin propiciar la entrada de ingresos. Así es imposible.

  19. Hegemon dice:

    Bonita retórica que se escucha tanto a un lado como al otro pero que nada concreto y útil viene a decir. No hay nada en la retórica económica falangista que sirva para salir de la crisis ni siquiera sirve para entender lo que se debe hacer. Es más, esas retóricas siempre han significado lo contrario a lo que se predicaba puesto que después de este discurso vienen las recestas reales, SACRIFICIO, sufrimiento, estrecheces y más trabajo. Para lo que sirven esas ideologías es para poner disciplina al sacrifico reduciendo la posibilidad de protesta. ¿O es que acaso no fue así en los años 40 en España? Hasta Franco se dió cuenta que las inverosímiles recetas económicas falangistas no podían ser por eso las peloteras que tuvo con buena parte de la Falange hasta que llegó Arrese. La política económica de Franco fue un capitalismo paternalista que según se iba reduciendo la presión exterior se fue liberalizando.

  20. Catlo dice:

    No creo que esta crisis suponga el fin del capitalismo, tal vez sea el fin de ciertas recetas teóricas que se ven insuficientes ante la complejidad de una crisis global.

  21. malpharus dice:

    Es cierto que el fin del capitalismo se viene profetizando desde hace una buena pila de años. Y que el capitalismo ha ido evolucionando desde sus comienzos. Pero personalmente veo en la situación actual, no sólo en España, algo excepcional. Y es que el Sistema “basado en la deuda” que arrancó en 1913 desde la FED, está llegando ya a un callejón si salida. Por eso me atrevo a decir lo que digo. Para apoyar estas palabras añadiré un enlace:

    EL CAPITALISMO SE MUERE EN ESPAÑA (José Luis Sampedro)
    http://www.youtube.com/watch?v=sNuiWXNOhxw

  22. Catlo dice:

    ¿Y si el capitalismo fuera consustancial, para bien y para mal, a las formas del intercambio en las sociedades humanas desde el neolítico?
    La cuestión es si el gran periodo del Neolítico está tocando ahora a su fin, como dicen algunos que conceden a Internet un valor decisivo a la hora de reestructurar la sociedad. En principio, Internet es fruto del capitalismo y parece que lo está modificando de forma importante en el terreno de la gestión empresarial y en el de las relaciones entre usuarios. Lo que sí debe propiciar -y los gobiernos se resisten- es una nueva forma de relación entre los ciudadanos y el poder.

  23. Vendeano dice:

    #malpharus
    .
    Si, el profeta dijo que Pepito moriría el año que viene de cáncer de próstata, pero ha sido pulmonía, murió anteayer y se llamaba Avelina. Peor que el chiste: ¡pues vaya adivino!
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    Qué empeño en llamar capitalismo a lo que no capitaliza porque el falso crédito induce sobreconsumo; qué empeño en llamar “sistema basado en la deuda” lo que es un sistema basado en la estafa pues las deudas no pueden devolverse con papelitos sin respaldo. Intercambiar pagarés del Gran Estafador Manirroto no resultará en nada ni voy a capitalizar nada.
    .
    El capitalismo, como el liberalismo, es imperio de la ley. No hay ley donde hay privilegio, y hay privilegio cuando, en connivencia con el Estado, el oligopolio llamado Banca destroza la autorregulación del sistema (los precios) con papelitos. ¿Cómo puede Vd. hablar mal del “motor de combustión interna” cuando se empeña en alimentarlo con gasolina aguada? ¿Cómo le va a funcionar su adsl si le inyecta bits falsos a porrillo?
    .
    Franco, como don Pío ha dejado claro, hizo lo mejor que pudia hacerse por España entonces: salvar el mínimo del imperio de la ley, aquello que quería deshacer la revolución. No fue demócrata ni falta que le hacía, aquí la carencia era más básica. Y eso tan básico es lo que ha echado a perder ese horror llamado Transición, ese pacto oligárquico. Por otra parte, el sistema de los papelitos es desgraciadamente universal, y paradójicamente más grave en los USA.

  24. malpharus dice:

    #Vendeano

    ¡No está mal! 

  25. doiraje dice:

    La prioridad que debemos buscar es la consecución del bien común. Los caminos para lograrlo son secundarios, supeditados a tal fin. Una sociedad que se edifica en torno a la noción de bien común posee una concepción del hombre, de la vida y de sus actos dirigida hacia la verdad. Esta verdad no es un mero bien inmanente (una buena gestión de recursos, una organización estructurada del poder, una suma de utilidades armonizadas por consensos, etc.); se trata de aquello que tiende nuestra naturaleza como a su plenitud. Tal plenitud desborda lo puramente material que una sabia organización social pudiera alcanzar. Pero el hecho de tender de forma finalista a ese lugar de perfección propicia un orden social justo, moral, bueno. En definitiva al bien común.
     
    Como primera aproximación a esta idea del bien común he encontrado un artículo breve pero ilustrativo del mismo:
     
    http://arvo.net/etica-y-politica/bien-comun-la-maduracion-de-un-concepto/gmx-niv894-con16781.htm
     
    Del cual extraigo esta cita a modo de conclusión:
     
    ‘ “Un régimen es tanto más sublime cuanto se ordena a un fin más alto” decía el viejo Aristóteles. Esto no puede ser más que así ya que el fin especifica (le da su especie, su esencia) a las acciones y a las instituciones que les sirven de soporte.
     
    Cuando el bien común ordena finalísticamente la acción de gobernar, la sociedad aunque no lo exprese con palabras sofisticadas logra paulatinamente el bien temporal que en lo profundo anhelaba. Sin embargo, cuando el «bien común» es un mero recurso retórico para decorar discursos otras finalidades aparecen en el quehacer de gobierno distorsionando la naturaleza de la sociedad y de la política.’
     
    No es casual que el pensamiento demoliberal sea muy pobre, como señala Moa, pues pobre o débil es aquel pensamiento cuyos fines últimos carecen de toda trascendencia, o, al decir de Aristóteles, de la menor sublimidad.
     

  26. Vendeano dice:

    “…hizo lo mejor que podía…”, perdón.
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    #Catlo
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    El neolítico cataloga una cierta división del trabajo facilitada por una producción agrícola y ganadera que permitía acumular un “capital” de grano y reses, pudiendo así asegurar y dilatar en el tiempo el consumo, lo que posibilitó la actividad especializada los artesanos y sus “piedras nuevas”, bien acabadas. Muy bien traido tu comentario.
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    El consenso social que mantuvo la confianza necesaria parece haber sido de base religiosa. Posteriormente se monta encima el Estado. ¿Qué pasará ahora, cuando se rompen los consensos tradicionales? ¿Puede la información consciente de internet substituir el “conocimiento tácito” (Polanyi) integrado en las instituciones tradicionales? No parece posible. Se pierden mecanismos de equilibrio y homeóstasis y a la vez la historia se acelera. Caos.
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    #doiraje
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    El “fin común” de que hablas se alcanza o, mejor dicho, se encuentra, en un largo proceso de decantación. Pero el planeta se ha hecho demasiado pequeño y el tiempo demasiado corto. El “equilibrio” al que podemos llegar así será desgraciadamente a un nivel más bajo (esperemos que no sea nivel tumba).

  27. malpharus dice:

    Completamente de acuerdo Doiraje… se nota lo que se nota, querido amigo… nunca nosotros podemos ser capitalistas (en toda su extensión digo)…

  28. Hegemon dice:

    Pues me van a perdonar pero la persecución idealizada del “bien común” cae en el vacío, en lo arbitrario, en lo hetéreo y en lo peligroso ¿Quién no busca el “bien común”? Todos lo buscan: Socialistas, comunistas, nazis, fascistas, falangistas, ateos, agnosticos, liberales, católicos, etc….buscan el bien común….Hitler buscaba el “bien comùn” ¡¡claro que en esto cuentan las formas, los medios y no sólo el fin, claro que sí!!! Los medios y las formas es la diferencia crucial. Yo puedo desear “el bien común” pero si me quedo quieto, no lo consigo. Si aplico medios criminales, terroristas, racistas, represivos, ¿Qué bien común se consigue?

  29. malpharus dice:

    No todo el mundo Hegemon. ¿Nos quiere hacer creer que ZP buscaba el bien común? ¿O Felipe González? Pongo estos ejemplos, pero podría poner más. Lo que sí es cierto, es que todos dicen que buscan el bien común. Pero el movimiento se demuestra andando. Y si alguien busca el bien común, saber si es cierto o no, es cuestión de poco tiempo…

  30. Hegemon dice:

    “Por sus obras los conocereis…”      Entonces SI que cuentan los medios y las formas…..¿NO?

  31. malpharus dice:

    No sé donde quiere ir a parar, pero sí, así debería ser… eso dijo el Maestro: 

     
    Cómo conocer a los falsos profetas (¡esto es muy importante!)

    15 Cuidaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? 17 Así, todo árbol bueno da frutos buenos; pero el árbol malo da frutos malos. 18 Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado al fuego. 20 Así que, por sus frutos los conoceréis. 21 No todo el que me dice: “Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos“. 22 Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” 23 Y entonces les declararé: “Jamás os conocí; APARTAOS DE MI, LOS QUE PRACTICAIS LA INIQUIDAD”. 

  32. malpharus dice:

    Los versículos anteriores son de Mateo, el capítulo 7, versículos del 15 al 23…

  33. ramosov dice:

    Si el frente popular no era ni legítimo ni democrático ya antes del comienzo de la guerra, tras el inicio de la misma, tanto la legitimidad como la democracia del frente popular quedaron en el subsuelo. De termómetro para medir la calidad democrática y la legitimidad del frente popular antes de julio del 36 puede servir la repetición de las elecciones en Cuenca yGranada a principios de mayo, las únicas que se celebraron en España gobernando el frente popular. No se ha visto mayor escándalo en la historia de los procesos electorales, con amenazas de muerte incluidas, no ya procedentes de los partidos de izquierda, sino de las propias autoridades que debían velar por el desenvolvimiento normal. LLegaron a tal punto las violencias y amenazas que en Granada tuvieron que retirarse las derechas, y en Cuenca aguantaron el chaparrón y concurrieron, pero en tal situación que no obtuvieron representación, siendo una provincia derechista. Se cacheaba a la gente con “pinta” de derechista. Patrullas sindicales armadas intimidaban a la gente. Fue una aberración al estilo de lo que era el frente popular.
    Si esto ocurría antes del 18 de julio, después de esta fecha, y ya con el pretexto perfecto para que la revolución perdiera cualquier freno, los gobernantes republicanos quedaron como guiñoles o títeres, más empeñados en no molestar a la revolución para salvar la vida, que en gobernar. En esta situación ya eran capaces de cualquier cosa: entregar los arsenales de armas a todos los revolucionarios, para que ningún revolucionario se quedase sin arma, o soltar a todo preso común, que para los revolucionarios eran víctimas del sistema injusto, o dar por bueno el sistema parapolicial y parajudicial y torturador de las checas, etc.. Es decir, si la legitimidad y la democracia eran quimeras antes del 18 de julio, después de esta fecha ya eran algo surrealista.
    El otro bando claro que no era democrático. Ya la democracia no representaba nada. No se luchaba por ella. Unos luchaban por que triunfase su revolución, y otros por instinto de supervivencia ante la misma. Pero ese bando sí que era legítimo. Era legítimo defenderse de aquel sectarismo y de aquella persecución. Se llama legítima defensa.

  34. doiraje dice:

    # malpharus
     
    En la medida que vivimos en una sociedad de mercado, no nos queda otra que manejarnos en esta realidad. Pero, como bien sabes, no somos de este mundo. ¡Y ya lo creo que se nota! Entre ser y funcionar como si hay un abismo.
     
    Por cierto, insuperable tu contestación a Hegemon. Siempre vas al grano.
     
    # Hegemon
     
    Que la noción de bien común ha sido manipulada hasta la náusea a lo largo de la historia por tirios y troyanos, qué duda cabe. Y la libertad, y la paz, y la democracia, y el bienestar social, y la solidaridad, y los derechos humanos, y la verdad, y el amor… ¡¡Hasta los desahucios!! ¿Y por ello nada de lo que es manipulable posee una existencia objetiva? ¿Como Hitler dijo que buscaba el bien común de la raza aria aquello era bien común, similar a cuando habla de él Benedicto XVI, por ejemplo?
     
    Los medios o los instrumentos para lograrlo participan del fin como el efecto de su causa. El “bien común” de los nazis se lograba por medio de la muerte y el horror en su grado más inconcebible, pues ese “bien” era monstruoso en sí mismo. Por esto, en efecto, podía decir Jesucristo con perfecta coherencia lo que te ha expuesto Miguel Ángel: un árbol malo no puede dar buenos frutos, sino malos; así como uno bueno no puede dejar de darlos buenos. 

  35. zgzna dice:

    malpharus
     

    Coincido contigo: en España no tenemos una democracia liberal. Por ejemplo, no hay limitación y separación de poderes. Los sociatas ya se encargaron de matar a Montesquieu y de jactarse de ello. Tampoco hay verdadera libertad de mercado. Entre otras cosas.  

  36. ramosov dice:

    Si la democracia se había destruido a conciencia por el frente popular, desde el poder y desde la calle, obviamente  no había ni ápice de democracia durante la guerra, y por lo tanto al acabar la guerra, un régimen democrático era imposible. El bando derrotado no tenía ni legitimidad de origen por el fraudulento proceso electoral del invierno-primavera del 36, ni obviamente tenía legitimidad de ejercicio, pues la gran cantidad de ilegalidades, persecuciones, dobles raseros y concomitancias con los revolucionarios son incompatibles con los gobiernos legítimos.
    El bando vencedor, que ya tenía cierta legitimidad de origen, la reforzó con la victoria sobre la revolución y sobre el intento de sovietización de España que tuvo lugar a partir sobre todo de mayo del 37.
    Para la democracia simplemente quedaba mucho trecho por recorrer por la sencilla razón de que ni los años 40 era posible, con guerra mundial primero y luego con aislamiento internacional impuesto, ni en los años 50, en los que la preocupación del régimen, una vez conseguido el reconocimiento internacional, era la industrialización y elevación del nivel de vida. A partir de ahí, y comprobado que la oposición no quería otra cosa que el derrocamiento, y que estaba a años-luz del pensamiento mayoritario de la sociedad española, el régimen tuvo que continuar hasta el fallecimiento de Franco, pero suavizándose en lo que toca a lo dictatorial y permitiendo gran cantidad de libertades de tipo personal, impensables en regímenes del tipo república popular.

  37. doiraje dice:

    Y continuando con el símil evangélico, de esta “cosa” que nos rige (partitocracia, oligarquía de politicastros o como sea que lo denominemos), no puede surgir fruto bueno alguno. El “bien común” que rigen sus motivaciones es el mal común que nos está destrozando como país y como personas.

  38. doiraje dice:

    Y como muestra un botón de lo importante que es considerar el verdadero bien común en nuestros días:
     
    http://anotacionesdepensamientoycritica.blogspot.com.es/2013/04/mi-objeccion-de-conciencia-fiscal-la.html
     
    http://es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=33016

  39. malpharus dice:

    Vamos a desempolvar a Alex Jones, que tanto coraje le daba a “Gaditano”, porque en el vídeo (antiguo) que voy a exponer nada menos que dice lo mismo que nos dijo Manuel, en una de sus intervenciones antes de marcharse. Que nuestros males (o la caída en picado del sistema financiero) viene de la abolición de la Ley Glass-Steagall…
    https://www.youtube.com/watch?v=AcLajkRQAgg

  40. malpharus dice:

    Doiraje

    Sería importante conseguir un número considerable de personas que, efectivamente se conviertan en objetores con el fin de no participar en un sistema que permite el aborto. Por mi parte, pueden contar conmigo. Este tipo de cosas son las que hay que empezar a poner en marcha ¡ya! El aborto, sin la más mínima exageración es el principal MAL de nuestros días con diferencia. No hay nada comparable al asesinato de seres inocentes por sus propios progenitores. Es un crímen execrable, intolerable, injustificable y una vergüenza para nuestra humanidad. Todo lo que diga queda corto… porque nos faltan palabras para poder calificar semejante barbaridad, propia de demonios sin remedio. Lo dejo aquí…

  41. doiraje dice:

    Sí, sería bueno, Miguel Ángel, pero lo cierto es que los obstáculos que deberíamos afrontar son muy grandes. Recuerda el tema de la objeción con respecto a la EpC. El Constitucional solo admite la objeción en un caso: el servicio militar. Más allá, se niega toda posibilidad. Y en un contexto de crisis económica elefantiásica, en el que todos estamos más o menos tiesos, se hace aún más arduo hacerse cargo de las multas, embargos, pleitos, etc.
     
    Lo proponía como idea de la enorme importancia que tiene plantearse el tema del bien común como prioridad para determinar la idoneidad de toda organización social.

  42. Askari dice:

    malpharus

    es de cajón de pino….

    Una sociedad que se le llena la boca con los famosos “derechos humanos” (invento masonico por cierto) , promulga a la vez leyes que permiten el aborto.

    Osea , niega el unico derecho humano que no tiene discusion alguna , que es el derecho a la vida.  (Me parece que el derecho a la vida no forma parte de los famosos derechos humanos , o me equivoco?)

  43. malpharus dice:

    Y cambiando de tema, pero encadenando con eso de los derechos humanos. Díganme si se respeta el derecho a la vida con casi 6 millones de parados. Hoy otros dos suicidios más: marido y mujer…

  44. LeonAnto dice:

    Regresa el novelista fantasioso (realmente patético):

    http://www.elmundo.es/elmundo/2013/04/10/cultura/1365617203.html

     

  45. malpharus dice:

     
    Dolores Ibárruri, La Pasionaria, habría muerto católica tras confesarse y comulgar
    La biografía publicada sobre el cura obrero José María de Llanos, muestra la sorprendente relación y correspondencia con la dirigente comunista.
    http://www.libertaddigital.com/espana/2013-04-11/dolores-ibarruri-la-pasionaria-habria-muerto-catolica-tras-confesarse-y-comulgar-1276487270/
     

  46. Askari dice:

    malpharus

     Díganme si se respeta el derecho a la vida con casi 6 millones de parados. Hoy otros dos suicidios más: marido y mujer… 

    Ahi es exactamente donde tu mezclas churras con merinas , amigo. El derecho a la vida no tiene nada que ver con estar parado , o tener pocos o nulos ingresos. El parado , miralo por donde lo mires , vive. Asi que nadie esta atentando contra su vida. Si para seguir viviendo con estomago medio lleno y con un techo sobre la cabeza ,  tiene que depender de la caridad es un hecho muy diferente. 

    Derecho a la vida es exactamente lo que dice , solo ala vida , a secas. 

    Todo lo que un progre llama “vida”  , la gente lo entiende como “calidad de vida”.

    Y si uno se suicida ,  hace un mal terrible , porque atenta contra la vida , que es un dón que le ha dado Dios. 

    Los progres nos quieren vender la milonga que existe un derecho a la “calidad de vida” , con comida , techo , sanidad y educación y si puede ser con derecho de afearle la conducta al que con sus impuestos le paga toda la fiesta.

    Pero un progre no se gana esa calidad de vida con el sudor de su frente , como Dios manda , sino con el sudor del de enfrente.

    No se si entiendes el matiz. 

  47. Hegemon dice:

    Ay, ay…..lo que pasa es que el “bien común” es muy subjetivo queridos amigos. No es lo mismo el “bien común” de Zapatero y el de Malpharus…..existe un bien común básico que para mi se puede asentar en “el respeto a la propeidad privada, el derecho a la vida y el libre albedrío”; principios básicos del humanismo cristiano y del liberalismo. Pero está claro que el camino que conduce a ese bien comun es esencial y no, como se decía en un principio, “no importa”.

  48. Askari dice:

    Kufisto

    pues sí

    Estos tios pueden ganarse la vida en muchas profesiones , algunas illicitas. 

    Porque a ver quien es el poli de turno que intentaria perseguirles…….. 

  49. malpharus dice:

    Esto es lo que se llama ser un “trepa”…

  50. Hegemon dice:

    La catedral como “Bien Común”, piedra a piedra como “Bien individual”
     
    Quedando entonces claro que los medios para conseguir el Bien Común son esenciales y no secundarios, vamos a utilizar el símil de la catedral para ilustrar que las cosas no son tan simples y que para conseguir lo “sublime” es necesario atender a lo simple, a lo sencillo. Pongamos que se quiere construir una catedral (el bien común). Es algo sublime, trascendental pero estaremos de acuerdo que la forma de hacerlo es esencial para tal fin. Si sólo nos quedamos en el proyecto y en la palabrería no pasando de los planos, jamás lograremos construir el bien común que es la catedral. Sólo existirá en nuestra imaginación. Si nos ponemos manos a la obra habrá que elegir el camino más práctico, sencillo, lógico y racional para conseguirlo. No es lo mismo rejuntar unas cuantas piedras con entusiasmo sin ton ni son con el propósito sublime de conseguir el bien común, en este caso la catedral, que ir paso a paso. Jamás la tendremos. Si vamos piedra a piedra, que en este caso sería el bien individual, colocando cada una de ellas en su lugar, bajo el estudio previo aplicando las leyes fundamentales de la física, arquitectura, ingeniería, etc, al final, sea del estilo que sea, barroca, gótica, románica, se tendrá la catedral, el bien común se ha conseguido a partir del bien individual. Salvando las distancias que se producen en el símil, existen formas para conseguir el bien común y el que para mí es el más adecuado es respetando esas leyes humanas y naturales que sirven para que cada bien individual, las piedras, en su sitio correcto, consigan el bien común. En la sociedad, para mí, el mejor sistema o el que más se acerca a ese bien común a partir del bien individual, es el liberalismo humano que para nada es intrascendente ni vacío. Son las leyes fundamentales, naturales que defendieron nuestros ancestros: propiedad privada, derecho a la vida y libre albedrío, entre otras, la mejor forma de garantizar el bien individual para conseguir el bien común.

  51. Vendeano dice:

    #Hegemon
    .
    El ejemplo que pones de la catedral es el de un fin planificado llevado a cabo por esfuerzos particulares y de acuerdo a un programa, pero lo más interesante de las sociedades son los fines no planificados, el orden espontáneo que surge de las acciones individuales, y que no existen en ningun plan previo.
    .
    El lenguaje y la mayoría de las instituciones, la sociedad en sí, son orden espontáneo surgido de la acción individual y con fines propios de cada persona, valiosos productos surgidos de un largo ajuste e interacción, una decantación evolutiva. Lo más impresionante, más que cualquier catedral u obra intencionada y con arreglo a plan, lo más increible es que ese orden espontáneo, además de robusto (resistente a perturbaciones) y flexible (adaptativo a nuevas condiciones) es que obtiene además las soluciones más ajustadas y perfectas.
    .
    Un saludo

  52. manuelp dice:

    Vendeano, dice usted:

    El lenguaje y la mayoría de las instituciones, la sociedad en sí, son orden espontáneo surgido de la acción individual y con fines propios de cada persona, valiosos productos surgidos de un largo ajuste e interacción, una decantación evolutiva.

    Si, ese es el “canon” liberal, pero no deja de ser una mera teoría, tan válida o poco válida, como otras incorporadas en otros “canones” como el socialista. Por ejemplo, en el tema del lenguaje me parece muy conveniente tomar en cuenta esta otra hipótesis, la cristiana de la Biblia (y no necesito repetir que soy agnóstico, es decir no tengo interés ideológico personal).

    Desde luego, esto tampoco encaja con la pretendida evolución del lenguaje a partir de estructuras monosilábicas, pues seria de esperar que los pueblos “primitivos” tuviesen también un lenguaje primitivo y simple. Pero los hechos nos dicen de nuevo que esto no es así.
    Otro ultimo dato a tener en cuenta es la existencia en el mundo de cincuenta familias de lenguajes diferentes que no parecen tener ninguna relación entre sí, por ejemplo: la familia Indoeuropa (que comprende a su vez otras 70 lenguas), la Sinotibetana, Semítico-camítica, Dravidiana, Uralaltaica, Japonesa, Malayo-polinesia, Bantú, Austro-asiática y aproximadamente cuarenta más, algunas de las cuales se hablan en grupos pequeños, como el vascuence, de la zona vasco-navarra, que parece no tener ningún “antepasado”, ni ningún “descendiente”.
    Entre todas estas familias no existen evidencias do pertenecer a un tronco común o de tener algún
    tipo de relación histórica; pero a pesar de ello, los antropólogos admiten la unidad de la raza; entonces ¿por qué son tan distintos nuestros idiomas?
    La teoría de la evolución del lenguaje no tiene respuesta a esta pregunta. Pero si descartamos esta teoría, aparece una posible respuesta, que de antigua ya casi habíamos olvidado: la historia de la Torre de Babel de Génesis 11.

    http://www.teneyi.net/cici/crecimiento_interior/orilenguaje.html
     

  53. Hegemon dice:

    Vendeano:
     
    De acuerdo con su observación. Por eso puse la salvedad de que el símil utilizado tiene limitaciones. Solo decir que en toda planificación existe un grado de espontaneidad y al revés.

  54. Hegemon dice:

    Vendeano:
     
    Completando lo que dije en mi anterior comentario, creo en la planificación espontánea y en la espontaneidad planificada.

  55. Catlo dice:

    Es curioso eso que enlaza manuelp. Una disciplina científica como la lingüistica se prohíbe a sí misma plantearse ciertos problemas importantes, como el origen de las lenguas. Eso le ocurre a las ciencias humanas cuando piensan que si se enfrentan a ciertos interrogantes caen en el campo de la metafísica. Se prohíbe la metafísica y renunciamos a saber. ¿Es eso avanzar científicamente? Hay físicos que le echan más valor y no se detienen ante abismos metafísicos, pero en las ciencias humanas hay unos complejos de mucho preocupar.

  56. Catlo dice:

    Hay otro problema serio con las ciencias humanas y es que son las primeras en ser sometidas a lo políticamente correcto; luego viene la climatología.
     
    La Universidad Jaume I apercibe a un profesor por ‘despreciar’ el valenciano–COMUNIDAD VALENCIANA Tras la queja de un alumno

  57. doiraje dice:

    # Hegemon
     
    Respondiendo a su primer comentario (el del 11 abril, 2013 a las 22:23) sobre el carácter subjetivo del bien común, decirle que nada hay más objetivo que aquel. Otra cosa es que se sea capaz de re-conocerlo, es decir, de conocer aquello que está en nuestro propio interior, en nuestra condición de seres humanos.
     
    Porque el bien común es ante todo un cierto conocimiento de nuestro ser, de nuestra ubicación en el mundo y, por ende, de nuestra actuación en él. Usted pone con acierto el ejemplo de la construcción de una catedral. Está bien traído, pero no logra distinguir con claridad entre el conocimiento que supone tender hacia un cierto fin que se considera máximamente bueno y los medios que conducen al mismo. Es cierto que no puede darse bien común sin bien individual, aunque la suma de todos los bienes individuales nunca coincide con el bien común general, como pensaban los utilitaristas y pragmatistas anglosajones, los cuales suelen ser muy cortitos en el terreno especulativo filosófico.
     
    Saber del fin hacia el que tendemos ya supone un conocimiento, incluso no plenamente consciente o articulado, para su consecución. Cuando me iba a acostar anoche le eché un último vistazo al blog, y pensé, sin conocer el comentario de esta mañana sobre su símil, que hoy le contestaría con una analogía, el del carpintero, por seguir el oficio de nuestro Señor Jesucristo. Quizá se ve en él más claro la diferencia entre el bien y los medios para conseguirlo, sobre todo en el aspecto que quiero destacar: el fin supone un conocimiento del bien; los instrumentos para alcanzarlos, no.


    Utilizando el ejemplo de la carpintero, el fin que persigue y que supone un bien para la comunidad es su sabiduría para hacer muebles útiles para aquella, que hacen más fácil y cómoda la vida. Pero para conseguir construir esos muebles, ese bien común a través de su conocimiento, debe contar con cierto instrumental. El instrumento, pongamos por caso un martillo, no posee el menor conocimiento para construir un mueble ni nada, ¡ni siquiera para clavar un clavo!, pues este ni sabe por qué está hecho así ni para qué. Lo sabe el carpintero, que es quien conoce para qué sirve cada cosa. Tanto es así que un martillo en manos de alguien que no sepa utilizarlo o que lo utilice con fines ajenos a su diseño, probablemente lo hará mal. Así, por ejemplo, puede herirse o herir a otros.
     
    Pero volvamos al origen de todas estas comparaciones, la organización social. Seré muy directo. ¿De qué me sirve la separación de poderes, el voto o la soberanía popular, el principio de representación política, la monarquía parlamentaria o la república presidencialista, etc., si desconocemos cuál es el fin que guía todos estos instrumentos, que, por tales, no poseen conocimiento alguno sobre el bien al que debemos tender? Así, en efecto, desde las democracias liberales se afirma como un derecho humano, es decir, como bien común, la posibilidad de las mujeres de asesinar a sus hijos en sus vientres. El parlamentarismo incapaz de reconocer el bien que le fundamenta es como aquel ignorante o, peor aún, delincuente que utiliza el martillo para asesinar al vecino.
     
    Usted me dirá y con razón: “¡Oiga, que la democracia liberal puede perfectamente considerar que la vida humana comienza desde el momento de la fecundación y proteger toda vida concebida!” Sin duda, pero ese es un conocimiento que no procede de la democracia, sino del conocimiento del bien supremo de toda vida humana, con independencia de su circunstancia concreta. Porque la verdad siempre es la que es, nunca procede de mayorías democráticas, de consensos o de minorías tiránicas u oligárquicas.
     
    En conclusión, las formas de organización de la convivencia, la política en sí misma, no son más que instrumentos para la consecución de un fin, que es el bien común. Pero en la naturaleza de esos instrumentos no puede determinarse el fin hacia el que deben tender, como desde el martillo es imposible determinar cómo construir muebles. Todo lo más que cabe decir desde los instrumentos, de su descripción, son las características que posee, las potencialidades que tiene para determinadas funciones, pero poco más; algo así como decir que por la contundencia, el peso y la forma del martillo va bien para golpear. Que la democracia liberal posee múltiples potencialidades que la harían muy eficaz para alcanzar el bien común de las sociedades humanas, qué duda cabe. Tan indubitable como los peligros que presenta para atacar, disolver y destruir todo bien común, no solo en la práctica, sino hasta su noción misma. Como así vemos en casi todas las democracias liberales occidentales vigentes. Cosa lógica, pues un instrumento, considerado en sí mismo, es lo más estúpido, es decir, carente de conocimiento que existe.

  58. doiraje dice:

    # manuelp
     
    Me alegro mucho de su vuelta. Por favor, no caiga en provocaciones. Su presencia es un límite necesario para veleidades ajenas. No les deje el campo libre. Usted, acertado o no, siempre supone una riqueza en el debate.
     
    Un saludo cordial.

  59. Vendeano dice:

    Disculpen, tengo muy poco tiempo para responderles.
    .
    #Hegemon
    .
    Entendí tus intenciones, solo que era importante observar que los humanos proponen pero Dios dispone, que nuestras intenciones van por un lado y los resultados por otro, y que afortunadamente no se cumple exactamente lo que buscamos, sino a menudo algo más y mejor.
    .
    Si, la planificación espontánea es la improvisación, y la espontaneidad planificada forma parte de las artes interpretativas y femeninas y es otro aspecto de la creatividad, pero a escala individual. Lo interesante es el orden que surge a escala social sin que nadie lo espere.
    .
    #manuelp
    .
    Hombre, no es que sea “mi” teoría, seguro que también es la suya, pues que se sepa, nadie ha planificado ni diseñado una lengua, y cuando lo ha intentado ha sido un fracaso. La historia de la Torre de Babel no desdice nada de esto, pues tras la supuesta “lengua original” implementada por Dios (de la que la propia Biblia no dice nada), la “confusión de lenguas” ocurrida tras Babel se ordenó espontáneamente en un conjunto de lenguas internamente funcionales, sin planificación humana alguna, ¿no?

  60. Hegemon dice:

    Está bien traído, pero no logra distinguir con claridad entre el conocimiento que supone tender hacia un cierto fin que se considera máximamente bueno y los medios que conducen al mismo.


    Pues yo creo que sí puesto que he mencionado los conocimientos que conducen con orden a ese fin que es la catedral y que no son otros que las leyes de la Fisica, la arquitectura, la ingeniería, etc…como en la sociedad ese conocimiento de saber que se está haciendo el bien están bien clarificadas en las leyes naturales que antes mencioné. ¿Que son innatas y pertenecen a nuestro ser? No lo sé pero son Leyes generalmente aceptadas. La adulteración de esas leyes o la interpretación subjetiva, arbitraria y relativa de ellas es lo que conduce a un bien común diferenciado del real o del natural cuyos resultados se constatan sin necesidad de llegar a ese fin ya que antes se han quebrantado los individuales que son bien constatables.

  61. Hegemon dice:

    Si partimos de leyes y principios y conocimientos difrentes de cómo debe hacerse y ser el bien, no compartiremos jamás el mismo bien común. 
     
    PD: Yo también intentaré no caer en provocaciones poniendo como límite mi dignidad. Es justo ¿no?

  62. Hegemon dice:

    Para mí, no existe el bien común sin el bien individual. Si sólo uno de nosotros no encuentra el bien, jamás se conseguirá el bien común absoluto. La acumulación de los bienes individuales es el bien común. Y aún así el bien a alcanzar siempre estará en la subjetiva apreciación de cada persona. Ahora bien, existe una forma de identificar un camino para el bien común a partir de los individuales y son las leyes y principios natuarles que he mencionado y que creo ver más claramente en el liberalismo humano cristiano.

  63. Hegemon dice:

    Vendeano:
     
    Destaco esto que ha dicho usted:
     
    Lo interesante es el orden que surge a escala social sin que nadie lo espere.



  64. Vendeano dice:

    #doiraje
    .
    La clave de todo está en lo que Vd. dice de los fines no totalmente conscientes o articulados. Vamos, que realmente ni nosotros mismos somos conscientes o sabemos lo que queremos. Realmente lo empezamos a saber cuando empezamos a movernos y actuar: en ese diálogo con la realidad y con los demas es donde encontramos nuestros propios fines, que se iran perfilando y definiendo conforme avanzamos.
    .
    Qué más utópico pues que un fin o bien común. ¡Si ni siquiera conocemos el nuestro!. Es más, medios y fines se mezclan hasta que nuestros actos los ponen en su lugar contra la piedra de toque de la realidad, porque ella es la que nos fuerza a elegir, a elegir vitalmente, apostando y con un coste. Fines y medios se encuentran a posteriori más que a priori. La propia vida los va poniendo en su lugar, y ocurre como en un sueño, porque restrospectivamente todo parece determinado. Pero es un espejismo: lo que sucede es que nos hemos ido conociendo a nosotros mismos y al final, todo cuadra: nuestros actos han iluminado nuestro verdadero ser. Los sueños de jueventud sirvieron, si, para ponernos en movimiento; pero entonces no nos conocíamos, y en el camino todo se ha aclarado.

  65. doiraje dice:

    Es justo, Hegemon. Por supuesto.
     

  66. doiraje dice:

    # Hegemon
     
    No, si su ejemplo está bien. Lo que ocurre es que usted concede saber a los instrumentos, o eso parecía. Que martillo sirva para golpear no significa que el martillo conozca nada.

  67. Hegemon dice:

    # Doiraje:
     
    Un martillo es un martillo, una persona es una persona. No logro descifrar que cree usted ver ni entender. Le veo confuso.

  68. malpharus dice:

    Doiraje

    Hoy decía ASKARI que mi afirmación sobre que los recientes episodios de suicidio achacables a la crisis no tenían nada que ver con “El Derecho a la Vida”, el derecho fundamental por excelencia. Pero yo sigo pensando que sí. Y no me cabe duda que, efectivamente el gobierno tiene responsabiliad en dichos episodios. En todo caso quien los tenga que juzgar dirá la última palabra.

    En cualquier caso, si queremos que el sistema respete ese derecho fundamental a la vida, eso condiciona dicho sistema, de manera que habrá que organizar muy bien la sociedad para que se haga efectivo. ¿Cómo será posible garantizar dicho derecho si la adquisición de una vivienda o su arrendamiento está sujeto a la especulación como es el caso? ¿Cómo puede hacerse efectivo el derecho a la vida, si no hay trabajo para todos? Si no hay dinero, en nuestro sistema, no hay sustento… luego es imposible que pueda mantenerse la vitalidad sino se come. Dice ASKARI, “con la caridad pública”. Eso está más o menos puesto en razón, cuando se trata de unos pocos “parias”… pero cuando el número de parados alcanza el nivel que está alcanzando en España, ¿de dónde se va a sacar esa caridad para esas personas?

    Y así podíamos seguir en otros ámbitos de la vida. Pongamos el ejemplo del aborto. ¿Cómo puede afirmar una sociedad o sistema político que defiende el derecho de la vida, si permite que sea legal el asesinato? No cabe en cabeza humana. No hay diferencia entre los sacrificios humanos que se hacían en culturas antiguas (y que estoy seguro en alguna parte se seguiran haciendo) y la práctica del aborto. ¿Qué diferencia hay?

    Luego sobre el pilar del derecho a la vida, efectivamente se puede construir un sistema. Pero no puede ser este sistema que conocemos el que vaya a lograr ese propósito…

    SOBRE EL ABORTO…

    Llegará un día en el futuro (si llegamos a tener tal cosa) que esa supuesta sociedad futura, se eche las manos a la cabeza, cuando descubra que practicabamos el aborto en nuestros tiempos. Tanto como nos escandalizamos nosotros, ante los sacrificios humanos, de algunas culturas antiguas. Espero que ese día llegue pronto… (Miguel Ángel Alfaro).

    http://malpharus.blogspot.com.es/2012/02/sobre-el-aborto.html

  69. Hegemon dice:

    Entonces, Malpharus el gobierno también será responsable de aquellos que perdiendo toda su fortuna en la ruleta y en el juego, se suicidan. ¿No te parece?
     
    Debe haber una línea en la que se separe claramente la resposnabilidad de una persona y la que tengan los demás. Si no llegaremos al punto de que nadie será responsable de sus actos si por ellos responden otros.

  70. doiraje dice:

    # Hegemon
     
    Es una analogía, como la suya de la catedral. Los instrumentos con los que logramos construir mesas o catedrales no poseen conocimiento alguno. El que sabe cual es su fin, hacer mesas o catedrales, acaba conociendo como lograrlo. Pero ha de saber qué es una mesa o una catedral, es decir, cuál es el bien, para alcanzar el camino para lograrlo. El conocimiento del fin bueno conduce al hombre a definir cómo lograrlo. Un conocimiento desgajado del bien que debe regir su desenvolvimiento hace que esas mismas matemáticas que sirven para construir catedrales se pongan al servicio de la construcción de bombas nucleares o de campos de exterminio.
     
    La democracia liberal o la oligarquía aristocrática, instrumentos como el martillo del carpintero o las matemáticas del ingeniero, per se, no conducen a ningún fin, no poseen conocimiento alguno de lo que nos conviene, de lo que nos es supremamente bueno. 

  71. doiraje dice:

    # Vendeano
     
    No le falta razón. Quizá entiendo que usted confunde dos planos. El puramente existencial o individual de cada persona como tal, y el de la verdad que existe con independencia de que nosotros seamos consciente de la misma en el plano anterior.
     
    Lleva razón cuando dice que, atendiendo a nuestro devenir personal, a nuestra trayectoria vital o a nuestra biografía, pareciera que logramos conocer, como dice usted, el bien que nos conviene por decantación. Esto es así. Mi vida ha sido así, una más que penosa decantación hacia las verdades más elementales que durante años se me hurtaron o incluso me hurté. Pero esto no contradice que la verdad, el bien común, sea uno siempre, pues es una realidad que trasciende nuestras existencias individuales, nuestro particular conocimiento, voluntad o deseo.

  72. malpharus dice:

    En un sistema que pretenda defender el derecho a la vida y que además esté enfocado a procurar el bien común, sin duda el juego será algo prohibido y los casinos un mal recuerdo de la historia, puesto que se basan en que para que gane uno, pierdan muchos, eso, en el mejor de los casos.

    No. Una sociedad es la que sus ciudadanos tienen sus necesidades básicas cubiertas… Que hayan sido educados desde el parvulario para que comprendan que la avidez, la codicia y la sobierba sólo conducen a la destrucción del alma, no echaran de menos ningún casino, estoy seguro. No tendrán ningún interés en ser millonarios, ¿para qué?

  73. Vendeano dice:

    #doiraje, no he podido responderle mejor hasta ahora
    .
    Como Vd. dice, los instrumentos no son nada en sí mismos, y pueden ser usados para muchos fines.
    .
    Lo particular de los instrumentos que encuentra evolutivamente una sociedad (p.ej., la democracia liberal) es que las nuevas generaciones que se incorporan, si no se cuida la paideia, parten de cero y desconocen la racionalidad interna de esas herramientas. No ven más que el bulto, que como bulto estorba al que no sabe que es un cofre de infinitos bienes y conocimientos de muchas generaciones atesorados.
    .
    Mil condiciones concretas ajustaron a lo largo del tiempo una herramienta para el uso de un heredero al que no se le ha enseñado la disciplina del carpintero. La usará mal y, previsiblemente, le dará un mal uso. La democracia liberal funcionaba bien con hombres formados en una moral tradicional de esfuerzo personal, meritocracia y vinculos religiosos a algo transcendente, pero ahora es algo peor que un juguete roto, puede ser un arma letal.

  74. manuelp dice:

    doiraje

    Un saludo cordial también. El problema de estas “realidades virtuales” es que no encuentran congruencia muchas veces con las realidades reales y, como consecuencia, se producen situaciones anómalas que no se darían en estas y resultan incómodas y poco fáciles de asimilar.

    vendeano

    Lo que le quería decir es que su ejemplo del lenguaje , que es exactamente igual al que puso el fundador de la escuela austriaca Carl Menger sobre el origen del dinero, como resultado de la actividad humana dilatada en el tiempo, puede no ser tan exacto como parece a los adeptos del liberalismo doctrina esta que no ha pasado la prueba histórica del tiempo y es simplemente otra teoría más. Por que en el único periodo de como mucho un siglo en el que se han aplicado más o menos fielmente los principios liberales, en la Inglaterra del siglo XIX y en los USA, los resultados positivos han sido muy neutralizados por los negativos y cuando en USA se produjo el enorme auge de riqueza se debió, sobre todo, a las enormes riquezas naturales del territorio inexplorado.
    Concretamente en España no se puede decir que el liberalismo haya realizado un brillante papel, más concretamente en la Transición, los llamados liberales no se distinguieron gran cosa y ahora mismo el representante más genuino del liberalismo en los medios de comunicación-LD-no es precisamente un ejemplo a seguir.

  75. manuelp dice:

    Vendeano

    Dice usted;

    Los sueños de juventud sirvieron, si, para ponernos en movimiento; pero entonces no nos conocíamos, y en el camino todo se ha aclarado.

    Muy cierto, pero corregiría la frase en el sentido de que “en el camino” no se ha aclarado todo y además muchas cosas-demasiadas- todavía se han oscurecido más.
    Uno de los primeros libros del gran escritor Miguel Delibes se tituló precisamente así, El camino, y en él se narra como un niño no alcanza a comprender las ventajas que tiene el plan de vida que su padre le marca haciéndole marchar del pueblo, en el que es tan feliz, a la capital a estudiar una carrera. Quiero decir que como dijo Machado “Se hace camino al andar y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar” o como dijo Malraux en La condición humana “Un hombre tarda en formarse cincuenta años y cuando está formado sólo sirve para morir”. Así que me parece que la supuesta “aclaración” que se obtiene en el camino o no es tal o bien, una vez obtenida, no sirve para gran cosa en este mundo.

  76. manuelp dice:

    Vendeano

    La democracia liberal funcionaba bien con hombres formados en una moral tradicional de esfuerzo personal, meritocracia y vinculos religiosos a algo transcendente, pero ahora es algo peor que un juguete roto, puede ser un arma letal.

    Claro, de acuerdo, pero es que con esos hombres funcionaría bien cualquier sistema y sería irrelevante de cual se tratase, es lo mismo que dijo el anterior Pontífice.

    Verdad, libertad y justicia, los tres pilares que pide Benedicto XVI a España.

    http://www.hechosdehoy.com/verdad-libertad-y-justicia-los-4046.htm

  77. Hegemon dice:

    #Doiraje:

    ¿A usted con que instrumento le resultaría más fácil hacer el bien silla; con un martillo, con una piedra irregular o con la palma de la mano?

  78. manuelp dice:

    ¿Es que se puede seguir defendiendo a este régimen putrefacto que tenemos?. Nos llama tontos y no nos da pan.

    El Gobierno aprueba el decreto que permitirá a Sáenz seguir en el Santander

    Luz verde a la norma que deja ejercer a los banqueros con antecedentes penales

    http://economia.elpais.com/economia/2013/04/12/actualidad/1365770067_522423.html

  79. doiraje dice:

    # malpharus
     
    Es evidente que una sociedad que no hace posible siquiera satisfacer las necesidades básicas de las personas que la integran no puede alcanzar en ningún caso el bien común. Pero tampoco lo lograría, como muy bien señalas, si satisfechas con holgura sus necesidades materiales, abandona, olvida u obvia las necesidades éticas y espirituales de los mismos.
     
    # Hegemon
     
    Con un martillo, obviamente. Pero no invento primero el martillo y luego se me ocurre hacer la silla, sino que, por el contrario, teniendo en mente lo que quiero hacer (el bien), pienso después cómo hacerlo. Y la conclusión final, sí, es diseñando un martillo: un martillo para construir la silla.

  80. malpharus dice:

    DOIRAJE una sociedad en la que primase el bien común, no sería posible sino hubiese un substrato de moralidad considerable. Pero es mucho más factible gestionar una moralidad suficiente, cuando la justicia social está garantizada. Además no estoy pintando una especie de paraíso en que la gente se dedica a deshojar margaritas. Está claro que cada uno tendría un compromiso claro e ineludible con la propia sociedad. Luego olvídense de que esa sociedad fuere ociosa, para nada. Bien sabes tú que Pablo nos exhorta sin ambages, a que: “el que no trabaje que no coma”. Se podrá decir más alto pero no más claro. Para poder sostener una sociedad basada en el bien común, tenemos que cambiar de mentalidad. Y nuestra motivación tiene que pasar de ser básicamente material, a incorporar otros ideales como el patriotismo bien entendido, la tranquilidad de conciencia, la satisfacción personal de que lo que uno hace tiene sentido y además tiene una motivación concreta.  

  81. Hegemon dice:

    #Doiraje:
     
    Vale, bien…aceptemos lo que indica (que sería debatible) pero gracias al martillo ¿no se mejora el fin que es la silla por mucho que se tuviera en mente el fin antes del medio?

  82. lead dice:

    [Acción espontánea de los individuos vs. Intención transformadora y planificada de unos pocos (iluminados): dos posiciones históricas]

    Vendeano en 10:34:

    {lo más interesante de las sociedades son los fines no planificados, el orden espontáneo que surge de las acciones individuales, y que no existen en ningun plan previo.}

    Otra manera (según la experiencia histórica) de presentar esa misma (y muy acertada, en mi opinión) idea, Acción vs. Intención (Adam Ferguson) [de un antiguo e-mail a mis pen friends]:

    La diferencia entre la Acción del individuo en la Sociedad Civil  y la Intención de transformar la sociedad desde el Estado por una minoría supuestamente esclarecida.
    La diferencia entre las posiciones del liberalismo británico y el jacobinismo francés: el primero postula que el orden social debe favorecer que el individuo pueda actuar (pensar, crear , producir, comerciar, etc.) de forma libre, es decir, sin coacciones del Estado, en una Sociedad Civil libre, sólo limitado por su propia responsabilidad y por la Ley, entendida ésta como emanación histórica de la Sociedad (Ley Natural o “Common Law”, en el Derecho inglés, es decir, usos y costumbres), aunque reconociendo al Parlamento del Estado la potestad de producir leyes positivas; la Sociedad Civil (el conjunto de los individuos actuando en un orden espontáneo) tiene preeminencia sobre el Estado, cuya función es proteger el desenvolvimiento de la Sociedad, vigilando el cumplimiento de las Leyes.
     
    En cuanto al segundo, el jacobinismo, hijo del racionalismo y de la Ilustración francesa, postula que la Sociedad es imperfecta y malea al individuo (Rousseau) por lo que una élite ilustrada, que conoce el fin que debe cumplir la Sociedad, debe, desde el poder coactivo del Estado, aplicar los medios correctivos a la Sociedad,  es decir, transformar la Sociedad eliminando sus individuos malos, aristócratas para los jacobinos, burgueses para los marxistas: se trata de realizar la intención de transformación social por parte de una minoría ilustrada. La transformación se hará mediante leyes positivas (Derecho positivo) producidas por el Parlamento, leyes cuya legitimidad procede de la legitimidad democrática del Parlamento. Esta concepción positivista conduce al totalitarismo y despotismo, aunque parta de una legitimidad democrática basada en la pura aritmética electoral, sin referencia a la Ley Natural y a la tradición histórica (un ejemplo sería el Estado nazi, que parte de la elección democrática del partido nazi de Hitler quien, desde el poder del Estado, intenta transformar la sociedad alemana según los principios de la élite nazi). El Socialismo, en general, y el español, en particular, se ajusta a estos patrones despóticos; sólo la socialdemocracia británica y la escandinava se mueven, con matizaciones, hacia patrones realmente democráticos de respeto a la Sociedad Civil y al individuo:

    [Post #10]:

    http://blogs.libertaddigital.com/enigmas-del-11-m/rajoy-honrado-3157/

     

    10lead, día 12 de Abril de 2008 a las 14:56
    [Ilustrados y liberales españoles]

    Otra aclaración que me permití hacer en el coloquio de las Jornadas sobre la Guerra de la Independencia.

    Revolución Francesa y Revolución Americana. 

     

      

  83. Hegemon dice:

    Es debatible porque en el caso de las catedrales, ¿que fue primero el crear las herraientas o tener los suficientes conocimientos para contruirlas o la idea de la catedral antes de tener el martillo o los conocimientos?
     
    ¿Qué se da primero el bien común o el bien individual?
     
     

  84. manuelp dice:

    El liberalismo británico resultó extraordinariamente bien para la oligarquía dominante, moderadamente bien para su clase trabajadora y extraordinariamente rapaz para el resto del mundo donde pudo implantar su dominio.

    El economista alemán Federico List, padre ideológico del proteccionismo y la industrialización alemana, utilizando sus mercados internos para incubar y fortalecer industrias hasta hacerlas exportadoras, advertía en 1841 a los norteamericanos de las falacias implícitas en la doctrina liberal británica, al señalar que ésta busca:
    encubrir la verdadera política de Inglaterra mediante las razones y argumentos cosmopolitas inventados por Adam Smith, con objeto de evitar que las naciones extranjeras imiten esa política“.
    “Es una regla general de prudencia que una vez llegados a la cumbre de la grandeza, se arroje detrás de sí la escala que nos ha servido para trepar, a fin de que otros queden privados de la posibilidad de alcanzarnos”.
    En ello radica el secreto de la teoría de Adam Smith, de las tendencias cosmopolitas de William Pitt y de todos sus sucesores en la administración inglesa.

    “Una nación que con sus medidas protectoras y restricciones a la navegación ha desarrollado su energía manufacturera y su flota, de tal modo, que ninguna otra nación puede atreverse a competir libremente con ella, no debe hacer otra cosa más sensata que destruir esas escalas que dieron acceso a su grandeza, predicar a otras naciones las ventajas de la libertad comercial y el librecambio, y declararse arrepentida, por haber seguido hasta entonces la senda del error proteccionista, y haber emprendido recién ahora, el camino de la verdad”.

    http://www.elruidodelasnueces.com.ar/?p=2436

  85. Vendeano dice:

    #doiraje
    .
    Créame que no confundía los dos planos, sino que hablaba sólo de a lo que humanamente podemos llegar. Que haya una verdad transcendente no evita que yo nunca pueda saber con certeza que la he alcanzado, asi que avanzamos y videmus nunc per speculum et in aenigmate hacia la meta difusa de lo que puede acabar siendo un espejismo o un fantasma, o bien una esplendorosa realidad, pero eso nunca lo sabremos, al menos en esta vida.
    .
    Si su vida ha sido algo así, no se avergüence, tiene algo que compartir con San Pablo y con San Agustín. Como dijo Ratzinger, merecen más respeto los agnósticos en busca inquieta del dios desconocido que los creyentes tibios.
    .
    Otra cosa. Que tenemos una sed de transcendencia está claro, buscamos algo más allá de nosotros. En definitiva, nos preguntamos ¿para qué sirve el hombre, para qué su vida? Pero, ¿cómo sabemos que esa transcendencia no es simplemente el fantasma del interés de la especie, para la que el individuo es en ciertos momentos sacrificable?
    .
    Por otra parte también puedo imaginar un Dios que se autodescubre a través de nuestras experiencias, un Dios que necesita desplegarse en las infinitas criaturas y fenómenos de la Creación para conocerse a sí mismo. ¿Existiría entonces una “verdad” para cada criatura si ni siquiera Dios la conoce aún y es la propia criatura la que la descubre para Él?
    .
    Sé que Él estaría fuera del tiempo y todo eso, pero esta imagen no es nada ajena a la teología católica, con toda la finura a la que llegó San Agustín en el tratamiento del tiempo. Ayer releí unos pasajes de Fray Luis de León en “De los nombres de Cristo” (Libro III, “Hijo de Dios”).
    .
    En ese lugar dice (lo simplifico mucho) que Dios al ser infinito contiene en Sí una imágen de Sí mismo. Al mirarse en ella para conocerse, dado que es infinito, genera una imagen especular de Sí. Como Dios es acto puro ese verse es hacerse y es pintarse. El pintarse dentro de sí es el Hijo, y el pintarse fuera las criaturas, meras sombras de ser del auténtico Ser. A través del Hijo, su retrato, el Padre se contempla y ama a Sí mismo en esa reflexividad. Esa ida y vuelta es el Espíritu, que Fray Luis compara con la mano que delinea con módulo, número y forma.
    .
    Este movimiento que describe Fray Luis se cumple desde la eternidad, no en el tiempo, pero no deja de ser curioso que el propio Dios tenga en la propia teología católica trinitaria una dialéctica interna en la que se autodescubre y por la que se autosostiene. Nada más distinto del Ser eleático; el Dios cristiano no solo es un Dios que para nosotros se revela en la historia, sino a sí mismo.

  86. Hegemon dice:

    Vendeano:
     
    Muy sensatas y certeras sus palabras. Estoy bastante cerca de sus tésis.

  87. lead dice:

    [Orden espontáneo de una Sociedad Civil libre vs. Orden social organizado desde el Estado: la angustia de tener que decidir por uno mismo]

    Vendeano

    Sobre el “orden espontáneo” de una sociedad abierta o libre frente a una sociedad organizada desde el Estado (“organizar” es una de las palabras totem de los colectivistas) hemos hablado varias veces en el blog; la angustia de la decisión individual es lo que justifica que el Socialismo, un error intelectual, un fraude y un fracaso histórico, siga teniendo “mercado”, es decir, que siga siendo demandado por una parte de las sociedades en los diversos países del mundo:

    lead dice:

    30 mayo, 2012 a las 17:39
     

    Pio Moa en 17:01:
     
    “La sociedad, en conjunto, no tiene unos fines claros, lo cual provoca cierta angustia. Y se desarrolla en un sentido en gran medida imprevisible”
     

    Exacto, porque la sociedad (libre y abierta) no es nada esencialmente diferente de los miembros individuales que la componen que en su actuación, en un orden libre y espontáneo y a través de múltiples formas de asociación (grandes empresas, PYMES, autónomos con pocos empleados, fundaciones, partidos, sindicatos, clubs de todo tipo, etc.) van dando forma, no pretendida –como señala Adam Ferguson– a la realidad de cada momento. Esas sociedades libres no responden, por tanto, al proyecto supuestamente “racional” de unos pocos que, con suma soberbia, intentarían realizarlo desde las alturas del poder político.
    Esa citada “angustia” es la que crea el nicho electoral de los Partidos que ofrecen liberar al hombre de la misma, decidiendo por él y ofreciendo lo que se ha demostrado que ningún Gobierno puede ofrecer: la seguridad económica en toda situación y la garantía de la felicidad. Después de Noviembre de 1989 y del cambio de rumbo chino liderado entonces por Deng Tsiao-Ping, hay que ser muy ignorante o muy miedoso para creer en las promesas del socialismo, en cualquiera de sus formas (pues como dijera Hayek respecto a la Alemania del primer tercio del siglo XX o Philippe Nemo respecto de la Francia de los último 70 años, son sociedades “cegadas por las ideas socialistas”):

    https://www.piomoa.es/?p=336#comment-4912 

  88. LeonAnto dice:

    Conviene que se sepa y hay que divulgarlo:

    http://estudioae.com/heroes/?page_id=165 

  89. Vendeano dice:

    #lead, disculpe no haberle respondido, estoy aquí y allí
    .
    Hayek aceptó la etiqueta de liberal con pinzas, pues no quería apuntarse a postulados que no le convencían. Insistió mucho en distinguir las dos tradiciones liberales, por una parte la del “verdadero individualismo”, que es consciente de las limitaciones de la razón individual y de la grandeza de los procesos sociales impersonales que contienen una racionalidad interna que los individuos no podemos vislumbrar, y por otro el “falso individualismo”, que confía en exceso en la razón individual y desprecia lo que esa razón individual no haya diseñado conscientemente.
    .
    Se apuntaba al primero, donde el individuo conserva la iniciativa pero con la condición de intentar limitar a sí mismo los costes y los beneficios de sus errores, condición necesaria del aprendizaje, pues el individuo no tiene derecho a despreciar sin más la sabiduría acumulada por las instituciones tradicionales, pero estas necesitan a su vez de esos aventureros que abren nuevas posibilidades a todos.
    .
    En cuanto al segundo, el falso, el arrogante, es constructivismo, del que deriva el socialismo, propio del pensamiento adolescente que cree ser el primero en imaginar algo y desprecia lo existente. Razón individual sin moderar que no tiene en cuenta la racionalidad decantada de generaciones en forma de instituciones. El constructivista o socialista borra el pasado y pretende empezar de cero. ¡Y lo consigue, claro!
    .
    Hayek no negó que yo sepa la existencia de verdades transcendentes (¿sabe Vd. algo de esto?). Pero es cierto que dice que las verdades a escala humana han de encontrarse a escala humana y a través de actos humanos, y que no son datos, no estan “dados” hasta que “damos” con ellos.
    .
    Un saludo. Me tengo que ir, lo siento (gracias, Hegemón, manuelp)
     

  90. manuelp dice:

    Vendeano

    En realidad el capitalismo se sustenta en falacias de análoga magnitud a las de su enemigo el socialismo. ¿Es que alguien puede sostener sin partirse de risa que estamos en un sistema de libre mercado? y ,aun más, ¿es que es posible un sistema de libre mercado sin una igualdad política, social y económica entre todos los habitantes del planeta?. Evidentemente esta igualdad ni se da ni se la espera en mucho tiempo, ni a nivel de individuos ni a nivel de naciones.
    Por ello resulta lo más razonable agarrarnos a lo que tenemos, es decir la nación- España- para construir sobre ella lo más sólido que se pueda en vez de sobre humo de pajas- ya sean liberalismos o socialismos- que no tienen demasiada operatividad en la práctica.

  91. lead dice:

    [Partidos Socialistas dirigidos desde sus respectivos Sindicatos: Partido Laborista Británico y PSOE]

    Añadir a mi post anterior, como curiosidad, que fue “Camino de servidumbre” el libro que, según confesión propia, terminó de convencer a Margaret Thatcher del rumbo erróneo que tenía la sociedad británica (con un Partido Laborista, debe precisarse, que se encontraba secuestrado por los sindicatos…una observación similar a la que ayer, respecto de España, hizo Federico Jiménez Losantos en es.Radio e Intereconomóia: que el PSOE, al igual que ocurriera en 1934, está subordinado a la UGT, mostrando dos fotografías separadas veinte años: en la 1ª, un Cándido Méndez sumiso, agacha la cabeza, como signo de subordinación, frente a un arrogante Rubalcaba; ahora, una fotografía reciente muestra el panorama contrario: un Méndez arrogante acepta la pleitesía de un disminuído Rubalcaba).

    La Thatcher acabó con el poder de los sindicatos (al ganarle a los sindicatos laboristas mineros la huelga por la que éstos amenazaban paralizar la industria eléctrica británica, muy dependiente entonces del carbón…que Sir Walter Marshall, Presidente de la CEGB, la empresa nacional de producción eléctrica, había almacenado en los parques de las centrales para varios meses de producción eléctrica). Como consecuencia de ello, el Partido Laborista pudo iniciar un nuevo rumbo libre de las ataduras de las mafias sindicales; Anthony Giddens teorizó sobre la “Tercera Vía” y Tony Blair pudo gobernar de forma más libre respecto de los dogmas socialistas.

    ¿Podrá ocurrir alguna vez algo parecido en España? Con Rajoy, el tibio, blando y “apaciguador” de Rajoy, imposible pues no ha sido capaz no sólo de plantear un mínimo pulso a los sindicatos sino ni siquiera de hacer una Ley de Huelga (¡¡exigida por la Constitución desde 1978!!) que acabe con los “piquetes informativos” (y con sus equivalentes “escraches” actuales, forma de coacción que, en palabras de uno de los líderes de esas Plataformas nazi-bolcheviques  –Telemadrid, “Km 0″ de hace unos 3 días–. tiene en tales “piquetes informativos” sindicales su claro y explícito precedente legal –o alegal– para actuar impunemente).

  92. Nimaste dice:

    Una tosquedad medio incompleta, que de repente, mientras me aburría, o recordé o se me ocurrió:
    Si estamos en una habitación en donde hay ratones y ponemos música barroca, sucederá que nosotros, que somos hombres, escucharemos música, en cambio, los ratones apenas oirán ruido puesto que por su propia naturaleza están incapacitados para apreciarla, y, además, tampoco tendrán una idea de cómo se ha originado ese ruido. Además, tampoco tendrán una noción de cómo realizar algo semejante, a no ser que lancen piedrecitas contra una pared. Algo parecido puede suceder con los hombres y Dios. Puede ser que Dios tenga su música puesta todo el tiempo, y que nosotros la oigamos, pero que por los límites de nuestra propia naturaleza, apenas notemos un ruido simplón y hasta espantable o despreciable pues nos turba, cuando en realidad, para Dios, aquello que nosotros apenas oímos sin comprender, es algo que para él está lleno de matices, ritmos y significados. Y al igual que en el caso de los ratones, podría decirse que estamos en una situación en donde oímos un ruido respecto al cual pocas veces nos preguntamos el origen, con lo cual estamos ante un problema doble: desconocemos tanto la causa como el significado del ruido. Podría agregarse un tercer problema: que percibimos un ruido y quizás podemos imitarlo y creer que estamos teniendo éxito, pero objetivamente, aquel que sabe música, sabría que estamos enorgulleciéndonos por lanzar piedrecitas contra una pared.
    Bueno, como tanteo que este será uno de los últimos comentarios del hilo me permitiré agregarlo al principio del siguiente, que el ejemplo de ahora me gustó, aunque esté mal redactado.

  93. lead dice:

    Vendeano en 19:49:

    {Hayek no negó que yo sepa la existencia de verdades transcendentes (¿sabe Vd. algo de esto?)}

    Las bases teóricas del pensamiento de Hayek están presentadas en las 522 páginas de su excelente libro “Los fundamento de la libertad”; si por “verdades trascendentes” se quiere significar “verdades de naturaleza religiosa” no me parece que hay nada, así, explícitamente, en el libro; otra cosa es que el libro subraya la importancia de la tradición, en cuanto a sedimento histórico (occidental), en el nacimiento, cultivo y desarrollo de la libertad...y en esa tradición (occidental) sí ha jugado un papel fundamental la religión (cristiana) como hemos comentado varias veces en el blog (la esencia de Occidente, como la confluencia de Atenas, Roma, el cristianismo bajomedieval, la escatología bíblica judeo-cristiana, y las modernas democracia liberal y economía de mercado). Los capítulos IV (Libertad, Razón y Tradición) y V (Responsabilidad y Libertad) tratan esos aspectos morales.

  94. Nimaste dice:

    Dice Manuelp:

    Por ello resulta lo más razonable agarrarnos a lo que tenemos, es decir la nación- España- para construir sobre ella lo más sólido que se pueda en vez de sobre humo de pajas- ya sean liberalismos o socialismos- que no tienen demasiada operatividad en la práctica.

    Anoto:
    Bueno, es que esa especie de propuesta que tiene usted para su país se oye a una especie de coja practicidad. Además, algo semejante no se puede sostener en un ambiente en donde lo normal es abrazar algún dogmatismo. Por ejemplo, a mí me parece, y perdón por entrometerme, que lo que más les conviene, en energéticos, es meter muchas centrales nucleares, lo cual puede ser planteado como bueno desde un punto de vista técnico que tenga en cuenta el futuro de la industria y la aparente necesidad de no importar demasiado, y nada más, sin grandes aparatos teóricos en filosofía política, pero en la práctica lo práctico es políticamente imposible, y esto por causa de los diversos dogmatismos que secuestran lo que podría llegar a ser parte del llamado bien común. Ecologistas e izquierdistas informados atacarían un proyecto semejante, y la supuesta practicidad sería ahogada por falta de alguna cosmovisión que le dé razón de ser.

  95. manuelp dice:

    Vendeano

    Implicitamente, Hayek aceptó que existiesen verdades transcendentes, pero opinaba que esas verdades no deberían ser operativas en el cuerpo social a menos que la mayoría las aceptase, con lo cual se abría la puerta a todo tipo de ingenierías sociales.

    “El liberalismo es una doctrina sobre lo que debiera ser la ley; la democracia, una doctrina sobre la manera de determinar lo que será la ley. El liberalismo considera conveniente que tan sólo sea ley aquello que acepta la mayoría, pero no cree en la necesaria bondad de todo lo por ella sancionado. Ciertamente su objetivo es persuadir a la mayoría para que observe ciertos principios. Acepta la regla de la mayoría como un método de decisión, pero no como una autoridad en orden a lo que la decisión debiera ser. Para el demócrata doctrinario, el hecho de que la mayoría quiera algo es razón suficiente para considerarlo bueno, pues, en su opinión, la voluntad de la mayoría determina no sólo lo que es ley, sino lo que es buena ley.”

    de Los fundamentos de la libertad

  96. doiraje dice:

    # malpharus
     
    Por supuesto. Ahora se habla mucho de la regeneración necesaria, etc. Y está muy bien. Pero tal regeneración, primero ha de ser de los corazones y de las conciencias de cada uno, como bien sabemos. Mientras ello no ocurra, da igual lo que ensayemos. Estará llamado a fracasar o a repetir los mismos errores, si acaso mitigados en un primer momento, pero poco más. Fíjate como a pesar de 40 años de Franco vuelven a reaparecer los mismos fantasmas del pasado que lo hicieron necesario.
     
    # Hegemon
     
    Así es. Pero no olvide que existe una gran diferencia entre ser medio y ser fin. El medio, para serlo, ha de ser concebido para un fin, y por ese fin. De lo contrario, no se garantiza la moralidad de ese medio. Si una organización social está al servicio del mal, o se origina al margen del bien de sus integrantes, es inmoral y promoverá lo contrario del bien común. Así, las democracias liberales occidentales (salvo la húngara y alguna más) o las dictaduras marxistas, por ejemplo.
     
    En su analogía de la construcción de la catedral, usted asimila los conocimientos necesarios para ello con el bien individual. Esto resulta confuso. Por esto su analogía, siendo buena, no aclara lo suficiente la idea de la supeditación de los medios al bien común. Esos conocimientos, siendo un bien indudable, pertenecen al ámbito del bien común en cuanto que es él quien los propicia. Del mismo modo que sabiendo a dónde quiero ir, puedo discernir el camino y lo que necesito para el viaje. Lo que es el bien individual es aquella necesidad que logran determinar socialmente y que tienen los integrantes de una comunidad de hallar su propia plenitud personal. Siguiendo con su bello ejemplo, el descubrir en su interior que necesitan construir catedrales porque necesitan dar culto a Dios.
     
    # Vendeano
     
    Se pregunta:
     
    “Pero, ¿cómo sabemos que esa transcendencia no es simplemente el fantasma del interés de la especie, para la que el individuo es en ciertos momentos sacrificable?”


    Bueno, como sabe, soy católico. Yo me fío, confío, tengo fe en lo que Dios nos anunció por medio de su Hijo en los Evangelios, y por medio de los profetas en el Antiguo Testamento. Sé desde mi fe, desde mi precaria, pero no por ello menos real, relación personal con el Señor, que esa sed de Él no surge de una fantasía o de una necesidad interna cuyo origen reside en mí. Tengo una cierta experiencia del amor de Dios por mí, y a pesar de mí. Es lo único que le puedo decir para contestar esa pregunta. No, Dios no es ningún fantasma de la mente humana, ni una superestructura ideológica, ni la justificación de un moralismo que pudre la libertad del hombre, como denunciaba Nietzsche, ni la proyección de la figura del padre para los freudianos. Él es más real que usted y que yo.
     
    Hace luego usted unas consideraciones sobre la naturaleza de Dios como autodespliegue de sí mismo que es harto interesante. Debo reconocer que mis inquietudes a este respecto son limitadas. Siempre he sido muy consciente de la enormidad del misterio de Dios, y de la enormidad de mis limitaciones. Para creer en Dios no necesito saber como es “por dentro”, por así decir; me basta con sentirme amado por Él. Incluso aunque esta sea una experiencia poco frecuente. Por si le interesa, el que quizá sea el mejor teólogo español actual, José Antonio Sayés, ha publicado recientemente Comprender la Trinidad. Está hecha para no especialistas, pero tampoco es una obra de divulgación.
     
    Con todo, sí es cierto que la realidad de Dios es una realidad dinámica o relacional, como se dice ahora. La naturaleza de Dios exige, en efecto, ese autodespliegue, que es el que justifica toda la Creación. Se puede decir con propiedad que somos una expansión amorosa de sí, y en tanto que tal, participamos de su naturaleza, aun de modo muy fragmentario. Dios es amor, y se conoce, como nos conoce, amando. Pero ese amor en Él, no es un amor solipsista, pues las tres Personas que lo constituyen, son pura donación de sí de cada una en las otras dos, en una suerte de proceso circular infinito y eterno. Insisto que de ese despliegue sin término de amor surge toda la Creación. Pero siendo así las cosas, y reconociendo mi falta de formación al respecto, no creo adecuado afirmar que Dios se desconoce a sí mismo. No, Dios, precisamente porque es el amor infinito, es el conocimiento perfecto de sí, más allá de otras consideraciones teológicas en torno a su naturaleza (Acto Puro, Simple, omnisciente, etc.).

  97. manuelp dice:

    Nimaste

    Muy acertado lo que señala sobre la necesidad de una teoría política como guía de la práctica. Aunque parezca que incurro en una contradicción al señalar esto y al mismo tiiempo las inoperatividades de las teorías políticas liberales o socialistas no extiendo esa inutilidad a toda teoría política. De hecho el régimen de Franco si tenía teoría política, aun si cambiante y adaptable a cada momento temporal, pero siempre dentro de unos parámetros fijos y sobre todo el de buscar lo más conveniente para España por encima de todo, incluso si entraba en conflicto con lo que para sus máximos dirigentes era primordial, como era la Iglesia católica.

  98. lead dice:

    ["Por qué no soy conservador", capítulo final de "Los fundamentos de la libertad"]

    Vendeano

    Siguiendo con “Los fundamentos de la libertad” (mi post @20:15), recordemos qué significa “liberal” para Hayek tal como lo trata en el capítulo final del libro: el viejo “whig”, como producto de una filosofía política nacida en Occidente, ese Occidente impregnado de valores cristianos del que tantas veces hemos hablado aquí, en el blog:

    {7. Apelación a los ‘old whigs’
     

    Lo más curioso de la situación es que esa filosofía que propugnamos, cuando apareció en Occidente, tenía un nombre, y el partido que la defen­día también poseía un apelativo por todos admitido. Los ideales de los whigs ingleses cristalizaron en aquel movimiento que, más tarde, toda Euro­pa denominó liberal[15], movimiento en el que se inspiraron los fundadores de los actuales Estados Unidos para luchar por su independencia y al redactar su carta constitucional[16]. Whigs se denominaron, entre los anglosajones, los partidarios de la libertad, hasta que el impulso demagógico, totalitario y socializante que nace con la Revolución Francesa viniera a transmutar su primitiva filosofía.­
     

    El vocablo desapareció en su país de origen, en parte, debido a que el pensamiento que había representado durante cierta época dejó de ser patri­monio exclusivo de un determinado partido político y, en parte, porque quienes se agrupaban tras esa denominación traicionaron sus originarios ideales. Su facción revolucionaria acabó desacreditando, a lo largo del siglo pasado, tanto en Gran Bretaña como en los Estados Unidos, a los partidos whig. Si tenemos en cuenta que el movimiento deja de denominarse whig para adoptar el calificativo de liberal precisamente cuando queda infectado del racionalismo rudo y dictatorial de la Revolución Francesa –correspondiendo a nosotros la tarea de destruir ese racionalismo nacionalista y socializante que tanto daño ha hecho al partido–, creo que la palabra whig es la que mejor refleja tal conjunto de ideas. Mis estudios sobre la evolución política me hacen ver cada vez con mayor claridad que, durante toda mi vida, siempre fui “un viejo whig” (y subrayo lo de “viejo”).
     

    Lo anterior, sin embargo, en modo alguno quiere decir que desee retor­nar a la situación en que el mundo se hallaba al finalizar el siglo xvii. Uno de los objetivos de este libro consiste precisamente en demostrar cómo ideas que se gestaron en aquel momento histórico no dejaron de desarro­llarse y progresar desde entonces hasta hace unos setenta u ochenta años, generalizándose y dejando de constituir patrimonio exclusivo de un deter­minado partido. Después hemos ido paulatinamente descubriendo trascen­dentes verdades otrora desconocidas, a cuya luz podemos hoy patentizar mejor lo acertado y fecundo de aquel ideario. Tal vez nuestros modernos conocimientos nos obliguen a dar nueva presentación a la doctrina, pero sus fundamentos básicos siguen siendo los mismos que intuyeran los viejos whig.} 

    http://www.ilustracionliberal.com/48/por-que-no-soy-conservador-friedrich-a-hayek.html 

  99. Hegemon dice:

    Así, las democracias liberales occidentales (salvo la húngara y alguna más) o las dictaduras marxistas, por ejemplo.
     
    Bueno, yo creo que ya llevamos varios años debatiendo para discernir qué buscan las democracias liberales y qué buscan las dictaduras marxistas.
     
    Pero en fín. Creo que damos muchas vueltas para decir casi lo mismo diferenciandose en algunos matices. Usted mira hacia el fin final, con una perspectiva muy amplia y yo observo el mismo fin en un perspectiva igual pero con otras intermedias.

  100. Nimaste dice:

    Tal vez el problema en la discusión entre Hegemon y Doiraje es que Hegemon piensa que cuando Doiraje habla de un bien común se refiere al mismo bien común de los marxistas, una percepción que puede juzgarse inadecuada en tanto que no es posible empalmar ambas concepciones, al menos teóricamente. Lo anoto así: no dudo que para un marxista la consecusión de su bien común justifica el asesinato, el envenamiento, la mentira, la estafa, el secuestro, etcétera. Las FARC son un paradigma actual. Este modo de ser se debe, saltándome varias explicaciones, a que estos hombres no admiten dentro de su dogma una correlación de moralidad entre los medios y los fines. En cambio, el bien común del que nos habla Doiraje está metido dentro de una teoría que, para fácil, nos explica que es metafísicamente imposible que lo malo genere lo bueno, de modo que en la consecusión del bien común del que nos habla Doiraje se niega que deba hacerse el mal para alcanzar el bien. Se está proponiendo hacer el bien para alcanzar el llamado bien común, lo cual, si lo piensa un poco, Hegemon, se parece mucho a eso de honrar los contratos, no enseñar a la gente a ser mantenida, promover el desarrollo de las aptitudes y no el de los vicios, y no hacer negocios turbios aprovechándose de un puesto público, lo que a final de cuentas es algo así como el liberalismo, pero con Dios encima (no en un sentido peyorativo, aclaro). En todo caso, por no ser convincente, pregunto: si hubiera liberalismo en algún lugar de la tierra, ¿acaso no admitirías, Hegemon, que ahí se vive conforme al bien común?

  101. Nimaste dice:

    Respecto al bien común les dejo este artículo. Aparece inmediatamente en los buscadores aquí en México, así que no creo estar agregando algo muy difícil de hallar, pero tengo entendido que los buscadores arrojan resultados dando prioridad a la ubicación geográfica, de modo que tal vez sea difícil encontrar esto en España:
    http://arvo.net/etica-y-politica/bien-comun-la-maduracion-de-un-concepto/gmx-niv894-con16781.htm
    Me parece que el artículo es relevante en tanto que ofrece un acercamiento mínimo al tema del bien común. Pero opino que las conclusiones son insuficientes.

  102. Hegemon dice:

    Nimaste:
     
    ¿Y usted admitiría que existe el Bien Comùn en otro lugar del mundo donde se vive conforme al marxismo?

  103. Hegemon dice:

    Voy a ver si lo explico. Doiraje ha dicho que los caminos para conseguir el Bien Común son secundarios porque estos, si no buscan el Bien Común no son inherentes a ese bien. Es decir, aquellos medios que buscan el Fin del Bien son lo buenos por naturaleza. Los otros medios o caminos no son los buenos porque se desvían del bien común. ¿Qué significa esto? Pues siguiendo con el símil del martillo, Doiraje lllega a decir que el martillo tiene un fin de buscar el Bien por naturaleza pero no se da cuenta que al decir esto no admite que el martillo puede ser utilizado para matar, es decir, hacer el mal con lo que su naturaleza está alterada. ¿Significa esto que el martillo ya no sirve y no es un medio de buscar el Bien para el que fue creado? Yo digo que no. 
     
    En el caso de las catedrales, Doiraje creo que se inclina por pensar que la idea de catedral como Bien está presente antes de los medios para buscarla y conseguirla, es decir, antes la catedral que los medios para hacerla. Es la catedral la que hace que se creen el martillo y los conocimientos para hacerlo ya que la catedral es lo sublime y el martillo secundario. Es por lo tanto Dios el principio y el final de todo. 
     

  104. Hegemon dice:

    Lo que yo digo es que la búsqueda del bien Común es algo hetéreo y subjetivo siendo más tangible, palpable y práctico el bien individual que sumando el de todos y el de mayor número posible se puede conseguir un Bien Común más real. Los medios para conseguirlos son esenciales, eso es lo que defiendo sin penetrar demasiado en visiones sublimes.

  105. lead dice:

    [La Thatcher rompió en el Reino Unido con la tendencia conservadora de imitar los programas socialistas; aquí, en España, Rajoy, 30 años después, sigue todavía aquella tendencia]

    Mi post @19:55

    En el post anterior citado he comentado cómo la Thatcher acabó con el poder de los sindicatos socialistas, lo que lastraba también al propio Partido Laborista. Pero aquí se trata de comentar otro aspecto (que estamos sufriendo ahora con el PP de Rajoy) que aborda Hayek en el capítulo “Por qué no soy conservador” (ver post @21:03):  la dependencia ideológica de los conservadores respecto de los socialistas, cuyos programas imitan; dice Hayek:

    {los conservadores han aceptado ya gran parte del credo colectivis­ta. En efecto, las ideas socialistas han dominado la escena política europea durante tanto tiempo, que muchas instituciones de indudable signo colecti­vista son ya por todos aceptadas, siendo incluso motivo de orgullo para aquellos partidos conservadores que las implantaron}

    Pedro Fernández Barbadillo comenta hoy en su artículo en LD ese enfrentamiento de la Thatcher con los viejos líderes de su propio Partido Conservador:

    {Los viejos ‘tories’ contra la descarada Thatcher
     
    Pedro Fernández Barbadillo

    Margaret Thatcher revolucionó no sólo su país, sino ante todo y primero su partido, que empezó a dirigir en 1975. Hasta su llegada, los conservadores habían estado subordinados a los laboristas en ideas y proyectos, como lo estaban también los republicanos a los demócratas en Estados Unidos hasta Ronald Reagan, y los moderados a los socialdemócratas en Suecia hasta los años 90.
    El político francés Alain Peyrefitte, autor del ensayo Cuando la rosa se marchite, describió una conversación que mantuvo con Thatcher al poco de ser elegida ésta para dirigir el Ejecutivo británico. Ella le dijo que era la primera gobernante conservadora de su país desde la Segunda Guerra Mundial. Peyrefitte le repreguntó si Winston Churchill (1951-1955), Anthony Eden (1955-1957), Harold MacMillan (1957-1963), Alec Douglas-Home (1963-1964) y Eward Heath (1970-1974) no eran conservadores. Y Thatcher le espetó lo siguiente:
    Ellos no fueron primeros ministros conservadores. No pusieron a revisión la sociedad socialista establecida por Clement Attlee. Yo soy la primera. 
    (…)

    El Partido Conservador de los años 60 y 70 estaba dominado por unos círculos aristocráticos sin reflejo en la sociedad y que, además, como en el caso de los espías que formaron el Círculo de Cambridge y de los intelectuales decadentes del Grupo de Bloomsbury, subvertían la sociedad de la que vivían.

    (…)
     
    ¿Qué ofrece el Partido Popular a la sociedad española?Registradores de la propiedad, abogados del Estado, fiscales, inspectores de Hacienda, letrados de la Seguridad Social… Gente con una gran memoria y con sus miras en el escalafón y los trienios. 

    http://www.libertaddigital.com/opinion/pedro-fernandez-barbadillo/los-viejos-tories-contra-la-descarada-thatcher-68120/ 
     

  106. Hegemon dice:

    Pues lo que quiero decir es lo que Moa dice en el otro blog:
     
    El pueblo, por tanto, no tiene un interés común, salvo si lo expresamos en términos tan generales como el deseo de estabilidad, justicia, libertad y prosperidad, con las que nadie estaría en desacuerdo. Los desacuerdos surgen precisamente al pasar de la mera abstracción de los buenos deseos a su explicación y concreción práctica: es entonces cuando chocan entre sí ideas, intereses y voluntades.

  107. manuelp dice:

    Una de las mejores maneras de engrandecer la patria es formarse intelectualmente de la mejor manera posible, siempre que esa formación se dedique después al servicio de la nación y no unicamente al mezquino interés propio. En la carencia de esa vocación de servicio a España está la raiz de todos los males que nos afligen. Resulta curioso comprobar la vigencia de lo que decía José Antonio hace ochenta años, si prescindimos de palabras tabú- como fascismo-, que además no son deseables, en esta carta se sintetiza la cuestión de entonces y de ahora.

    Frente al marxismo, que afirma como dogma la lucha de clases, y frente al liberalismo, que exige como mecánica la lucha de partidos, el fascismo sostiene que hay algo sobre los partidos y sobre las clases, algo de naturaleza permanente, trascendente, suprema: la unidad histórica llamada Patria. La Patria, que no es meramente el territorio donde se despedazan –aunque sólo sea con las armas de la injuria– varios partidos rivales ganosos todos del Poder. Ni el campo indiferente en que se desarrolla la eterna pugna entre la burguesía, que trata de explotar a un proletariado, y un proletariado, que trata de tiranizar a una burguesía. Sino la unidad entrañable de todos al servicio de una misión histórica, de un supremo destino común, que asigna a cada cual su tarea, sus derechos y sus sacrificios.

    http://www.rumbos.net/ocja/jaoc0007.html

    Naturalmente que debe existir un estado de derecho que garantize el cumplimiento de las leyes y evitar que diversos tipos de sinvergüenzas se aprovechen a base de explotar la retórica populista, pero si en la sociedad civil no está ampliamenta instalado el sentimiento de servicio a España como la más noble aspiración será muy dificil levantar cabeza.

  108. Hegemon dice:

    Cambiar un convento y el servicio a Dios por la patria y el servicio a España no deja de ser dogmatismo y retórica. Igual que la de la Falange y las ideas del preparadísimo intelectuamente y cultísimo Jose Antonio.
     
    Azaña era un hombre preparado intelectualmente y él, al igual que Jose Antonio, creía que servia a España y a la Patria….a su manera, claro. Los españoles “menos preparados” tuvieron que preocuparse “mezquinamente” de su propio inetrés para poder sobrevivir a las consecuancias de esas ideas.

  109. manuelp dice:

    Me olvidé poner en mi comentario

    lead @12 abril, 2013 a las 23:22

    ¿Qué ofrece el Partido Popular a la sociedad española?Registradores de la propiedad, abogados del Estado, fiscales, inspectores de Hacienda, letrados de la Seguridad Social… Gente con una gran memoria y con sus miras en el escalafón y los trienios.  

  110. Hegemon dice:

    ¡¡Qué peligro!! Aquellas ideologías que supeditan todo a la consecución de un logro superior y sublime como peuede ser Alemania, el nacionalsocialismo, a la igualdad de clases, a la dictadura del proletariado, o a la Patria y al Duce, que está por encima de todo lo demás que se convierten en secudario y al servicio de ese objeto superior, es un peligro porque al final ese logro sublime, objetivo superior sólo lo es para aquellos iluminados que su mente “privilegaida” logra ver. El verdadero patriotismo no es eso porque esa forma de actuar lo que logra es el destierro de la verdadera conciencia de servir a la patria y pertenecer de forma individual a un colectivo mayor y mejor donde uno pueda proteger su ineterés propio y los de la patria y el colectivo en general aportando lo que uno puede aportar por uno mismo.

  111. Hegemon dice:

    Creo que lo comenté alguna vez. Leyendo a Thomson y su “Breve Historia de Inglaterra” en el periodo de Margaret Thatcher me llamó la atención la descripción de esa época. Aplicó, según Thomson, una serie de políticas que arruinaron a muchos y desprotegieron a grandes sectores de la población, aunque la economía floreciera. El legado de Thatcher dejó cierto equilibrio económico y prosperidad pero desmanteló buena parte del Esatdo de protección y se vieron muchos mendigos por las calles de Inglaterra. Puede ser verdad o no observando lo que era Inglaterra, a lo que iba y lo que es hoy, pero teniendo en cuenta que existía un logro superior, un bien común al que se deben supeditar todos los demás, hasta los “mezquinos intereses personales”, ¿qué se le puede reprochar a Thatcher? Nada. Lo que pasa es que ella aplicó una serie de recetas que a muchos no gustan en cambio no se dan cuenta que aplicando las suyas los resultados hubieran sido peores y permanentes pero dentro de su demagogia y retórica dirían que era por “el bien común” o “por patriotismo” y que el interés de unos pocos ( que resulta ser el de la mayoría) no pueden supeditarse al de la comunidad y al Fin del Bien Común. Lo de siempre.
     
    Lo repito. Esas ideologías sirven para discpilinar a la población y reducir su grado de protesta para soportar los errores de sus recetas haciéndoles creer que se sacrifican por un bien más elevado aunque no se vean los resultados. Franco así lo vió y aunque cometió errores económicos, no dejó que se aplicaran las recetas falangistas salvo en pinceladas por la imposibilidad y lo destructivas que podían ser para la economía del país, ya muy débil por las restricciones impuestas desde el exterior. A pesar de la retórica y el teatro de cara a la galería, Franco reconocía errores y dejaba ideas que no servían para aplicar otras con una idea de favorecer a una gran parte en post de conseguir un bien mayor para todos. Es un buen ejemplo de patriotismo.
     
    Muy significativos eran sus Consejos de Ministros. Nada que ver con la imagen que algunos quieren dar de desidia y despreocuación de Franco por asuntos de Estado. En los primeros años algunos Consejos duraban horas, o un día entero como alguno que comenzó por la mañana y finalizaban a las 8 de la mañana del día siguiente. Franco dejaba debatir a sus ministros hasta que se llegaba a un punto de acuerdo, si era posible, o les dejaba que hicieran un informe de cada postura para posteriormente llegar a un punto de acuerdo. Y todo en un entorno esparatno, de escasos lujos, casi monacal. No era intransigente y se buscaba el bien del país, lo más adecuado. Podía haber errores pero con tano debate y parecer era más previsible llegar a una buena medida que a una mala. ¿Se imaginan a Montoro y Guindos discuitiendo sobre la conveniencia de seguir atracando a la población con más impuestos o más IVA y Rajoy dejando hacer debate entre todos los ministros para que se llegue a la mejor solución?