El profesor useño M. Seidman escribió en Revista de libros, una publicación bastante acreditada, una reseña crítica de Los mitos del franquismo. El director de la revista, Álvaro Delgado Gal, me prometió que podía contestarle en igualdad de condiciones. La promesa no se ha cumplido porque He estado hablando con el editor, y me ha hecho ver que la respuesta está escrita demasiado en caliente, y que sería mejor, lo mismo para ti que para la revista, demorar la publicación unos días, dejando que las cosas se posen lo suficiente. Esto no significa que nos neguemos a publicar una réplica. Pero existen aspectos que no son compatibles con las normas por las que se rige la revista. Creo, sinceramente, que es mejor esperar un poco. ¿Esperar a qué? ¿A cambiar el contenido o el estilo? ¿No es esto una forma de autocensura? Seidman tiene derecho a desfigurar mis puntos de vista, achacarme “culpas” imaginadas por él y a demostrar reiteradamente su ignorancia, y yo debo autocensurarme Por desgracia, este es el nivel real del mundillo intelectual español, incluso entre los que pretenden escapar de la mayor mediocridad. Mi respuesta era la siguiente:
Seidman no es buen crítico
Michael Seidman escribió una historia de la guerra civil española a la que dediqué dos comentarios[1] no del todo elogiosos. Su libro trataba la intendencia durante el conflicto y en esa cuestión era bueno e interesante, pero desorbitaba su importancia y repetía tópicos tan sobados como falsos. Y ahora, sobre mi libro Los mitos del franquismo Seidman ha publicado una reseña dura, pero me temo que no muy brillante.
Para centrar la cuestión, haré un breve resumen de Los mitos y sus problemas: 1. El franquismo no derrotó a una democracia, sino a un proceso revolucionario y separatista (basta ver los componentes del Frente Popular para comprobarlo); 2. Mantuvo a España al margen de las catástrofes de la guerra mundial; 3. Derrotó al maquis, un peligroso intento comunista de volver a la guerra civil (los ingleses fracasaron ante otro semejante en Grecia); 4. Afrontó y venció un aislamiento internacional que buscaba hambrear masivamente a España; 5. Reconstruyó el país en los años 40 frente a dificultades extremas creadas por las presiones exteriores; 6. desarrolló al país, en los años 60-75, a un ritmo nunca visto antes o después en España, que convirtió al país en el de más rápido crecimiento del mundo después de Japón y Corea del Sur; 7. Elevó la esperanza de vida de los españoles a los primeros puestos del mundo; 8. Fue una baza de gran importancia en la guerra fría contra la URSS; 9. No tuvo oposición democrática real (no había demócratas en sus cárceles, y sí comunistas y/o terroristas, en número reducido); 10. Legó una sociedad pacífica, libre de los odios que destrozaron la república, próspera y con una amplísima clase media, es decir, apta, también por primera vez, para una democracia no convulsa. Estos hechos y otros semejantes pueden ser discutidos en los detalles, pero no como balance, pues son evidentes para cualquier observador serio.
El casi increíble éxito práctico del franquismo frente a dificultades extremas plantea una cuestión de base: ¿por qué no pudo continuar? Mi tesis es que se debió a su debilidad teórica. Intentó crear una ideología que superase tanto al marxismo como al liberalismo, y fracasó desde el principio. Fracasó por la disimilitud de las “familias” políticas del régimen (Falange, Carlismo, Catolicismo político, Monarquismo), no bien avenidas entre sí, con expectativas diversas y cada una con un sector antifranquista. Solo el declararse católicas las aunaba ideológicamente, por lo que el régimen se definió como católico, con la colaboración del Vaticano. Pero cuando este, tras el Concilio Vaticano II, optó por el “diálogo con el marxismo” y el boicot al franquismo, el régimen quedó ideológica e intelectualmente sin asidero. Si no se derrumbó fue porque sus logros le permitieron evolucionar a una democracia liberal “de la ley a la ley”. Queda en pie, sin embargo, y más ante la actual degradación de la democracia, la necesidad de investigar la causa profunda de sus éxitos y extraer algunas lecciones.
Este resumen es necesario para saber de qué se habla, pues según la versión de Seidman, yo me dedico a actualizar y renovar la ideología de una «anti-España». A la larga lista de los presuntos enemigos de España –que ha incluido tradicionalmente a la izquierda (especialmente los marxistas, pero también los liberales), los extranjeros (particularmente las potencias protestantes y los judíos) y los separatistas vascos y catalanes–, Moa incorpora a las feministas y, de manera especial, a los democristianos. Uno queda perplejo ante una digamos síntesis que nada tiene que ver con el libro o solo de modo tangencial, y tampoco con mis puntos de vista. Naturalmente, España ha tenido y tiene enemigos internos y externos, como casi todos los países, pero mi opinión sobre el declive de España desde mediados del siglo XVII, que el libro aborda de modo secundario y Seidman convierte, desvirtuándolo, en principal, es que la decadencia española se debe ante todo a un anquilosamiento intelectual, y especialmente universitario. De paso me acusa de “iberocentrismo”, por otra parte lógico, pues trato un fenómeno histórico español. Él prefiere un anglocentrismo que haría depender lo ocurrido en España de las decisiones anglosajonas, como se desprende de su crítica.
No ya la fidelidad al tema, ausente en Seidman, sino la pobreza de su argumentación y conocimientos, brilla a cada paso: Moa no juzga necesario mencionar que el general Mola rechazó los compromisos de restaurar el orden ofrecidos por Martínez Barrio en julio de 1936, lo que provocó que el sangriento conflicto acabara resultando inevitable. El autor omite señalar que no fue hasta después de la revuelta militar del 18 de julio cuando el Gobierno republicano decidió armar a los revolucionarios. Mola rechazó los “compromisos” porque ya eran imposibles tras el asesinato de Calvo Sotelo y porque el Frente Popular había rechazado violentamente las peticiones de restaurar el orden desde las mismas elecciones de febrero del 36, como el Sr. Seidman puede comprobar con solo consultar las actas de las Cortes. Y Martínez Barrio huyó literalmente, no de Mola sino de las izquierdas que exigían la entrega de armas. Con ese “argumento” podría acusar a Churchill de la II Guerra Mundial, al haber rechazado las ofertas de paz de Hitler. Y el gobierno “republicano” armó a las masas en lugar de imitar a las derechas, que en 1934 defendieron la legalidad republicana: una legalidad que las izquierdas demolieron desde el nada democrático proceso electoral de 1936 (desde febrero hasta la destitución de Alcalá-Zamora, entre violencias brutales, reconocidas por Azaña). Seidman ignora obras fundamentales al respecto. Y si llama democrático a aquel proceso es porque cree que en un país como España la democracia consiste en vulnerar la ley. Frívola actitud, frecuente en intelectuales anglosajones de izquierda[2].
Moa critica a Alfonso XIII por conceder el poder pacíficamente a los republicanos en 1931, pero al menos el rey –al contrario que Mola y Franco–evitó un baño de sangre. Alfonso XIII, un rey frívolo, despreció a sus propios votantes (había ganado las elecciones) y creó las condiciones para el baño de sangre que vendría después, y que en aquel momento no habría ocurrido de ningún modo. Se ve que Seidman ignora hasta un libro tan básico como el de Miguel Maura, verdadero conseguidor de la república[3].
Según Moa, Franco desechó el bombardeo de ciudades o pueblos tras una débil experiencia en Madrid, en noviembre del 36» (p. 192). Sin embargo, Robert Stradling (…), escribe: «El 27 de marzo [de 1938] Lérida fue víctima de un nuevo ataque de los aviones de la fuerza aérea nacionalista. Entre la cifra de cuatrocientas presuntas víctimas civiles había un número reducido de adolescentes. Dos meses después, el 31 de mayo, la pequeña localidad catalana de Granollers, cerca de Barcelona, fue atacada por cinco Junker (…). Franco prohibió textualmente los bombardeos sobre población civil. Fue desobedecido en pocas ocasiones por italianos y alemanes. El Frente Popular no solo no prohibió esos bombardeos, sino que los empezó y se jactó de ellos en sus partes. Es difícil cuantificar las víctimas de unos y otros, pero todas juntas no llegan, ni remotísimamente, a las de los bombardeos ingleses y useños sobre población civil alemana y japonesa (o francesa), principalmente niños, mujeres y ancianos. No lo digo por el “y tú más”, sino porque para la historia son esenciales las comparaciones para situar los hechos en su perspectiva, pues los humanos no somos santos, aunque unos lo sean menos que otros, y es absurdo comparar sus actos con la bondad absoluta.
Sin embargo, su Caudillo no es «cruel, vulgar» ni «mediocre», sino más bien una persona «humanitaria. Franco sigue siendo una víctima de una prensa occidental obsesionada por la «hispanofobia», tal y como quedó ejemplificado por la cobertura que dieron los medios de comunicación a Guernica ya en 1937. Franco demostró su humanitarismo, por ejemplo, salvando a muchos judíos o evitando masacres, como en la etapa final de la guerra civil. Su “mediocridad” se revela en haber vencido política y militarmente a sus peligrosos enemigos durante 40 años. ¿Y cruel comparado con quiénes? Franco fue mucho menos cruel que Churchill, Roosevelt o Truman, no digamos ya Hitler o Stalin. Y sobre Guernica, no sé si ha leído mi informe al respecto en Los mitos de la Guerra Civil. Se lo recomiendo, si quiere hablar con fundamento[4].
La estrecha perspectiva del autor (…) afirma que la Guerra Civil fue «uno de los pocos fracasos graves de Stalin». Su iberocentrismo no consigue situar en contexto el conflicto español, ya que se produjeron fracasos mucho mayores cuando, durante el período del Frente Popular, Stalin fue incapaz de reconstruir una alianza franco-rusa como en la Primera Guerra Mundial, y también en junio de 1941, cuando Adolf Hitler rompió el acuerdo Ribbentrop-Mólotov. Claro que Stalin tuvo fracasos (y enormes éxitos, en parte por su alianza con Inglaterra y Usa). Lo cual no impide que la guerra de España fuera uno de sus pocos grandes fracasos. La “perspectiva” de Seidman.
Según el autor, la Unión Soviética fue la responsable de la larga duración de la Guerra Civil: «Sin […] la ayuda soviética, sin su perseverancia y dureza, el Frente Popular no habría resistido más de cinco o seis meses a los nacionales». Olvida mencionar que el conflicto habría terminado incluso más rápidamente sin la ayuda alemana o italiana a los nacionalistas. Moa no parece estar familiarizado con la bibliografía extranjera que cuestionaría sus juicios. Quien no está familiarizado con los hechos es Seidman. La ayuda italiana y alemana no fue decisiva en ningún momento[5]. El Frente Popular dependió mucho más de Stalin que los nacionales de la ayuda italogermana. Stalin dirigió en gran medida al Frente Popular –discutí sobre ello con el profesor Moradiellos[6]–. Hitler y Mussolini no tuvieron ni de lejos la misma influencia sobre Franco. Añadamos que por entonces nadie tenía de Hitler la misma imagen que después de la guerra mundial: no había cometido genocidios y había sacado a Alemania de la Gran Depresión. Stalin, en cambio, ya tenía tras de sí millones de víctimas.
Asevera que los «jóvenes de la CEDA de Gil-Robles, desencantados de un legalismo que juzgaban excesivo» se afiliaron a la Falange después de resultar elegido el Frente Popular; los estudios académicos más recientes sostienen, por el contrario, que el incremento de afiliados a la Falange se produjo después del estallido de la Guerra Civil. Las dos cosas son ciertas, como debería saber si hubiera estudiado el asunto: muchos jóvenes de la CEDA afluyeron a Falange en los meses anteriores a la guerra, y de forma masiva después. Y el Frente Popular no fue “elegido”.
El autor afirma repetidamente que la «neutralidad» española favoreció a los aliados mucho más que a Alemania. Sin embargo, el Gobierno de Franco declaró oficialmente no la «neutralidad», sino la «no beligerancia», el 12 de junio de 1940, tras la caída de Francia. (…)La no beligerancia no era una postura reconocida por las leyes internacionales, sino inventada y declarada por Mussolini en septiembre de 1939 para expresar el firme apoyo a Alemania por parte de Italia. Las autoridades españolas consideraban asimismo la no beligerancia como un rechazo de la neutralidad y un preludio de la entrada de España del lado del Eje. La objeción es pueril. ¿Entró España en la guerra mundial? ¿Benefició esto mucho más a los Aliados o al Eje? Eso es lo que cuenta en el balance histórico, y la respuesta está bien clara en Los mitos del franquismo, que da la impresión de no haber entendido pese a que nadie me acusa de escribir de forma oscura.
Moa sostiene que las dos reuniones de Hitler en octubre de 1940, la primera con Franco y la segunda con el mariscal Philippe Pétain, fueron “dos fracasos» para el Führer. Sin embargo, ambos encuentros consolidaron la estrategia atlántica de los alemanes, que les proporcionaba una línea de costa atlántica ocupada o amistosa desde Escandinavia hasta la península Ibérica. Pétain accedió a desarrollar una política oficial de «colaboración» con el Tercer Reich. La no beligerancia de Franco fue igualmente proalemana, si es que no lo fue aún más. Nuestro buen Seidman no deja de sorprender con su sapiencia. La estrategia atlántica de Hitler incluía a Marruecos, y Franco, precisamente, la desbarató[7]. Y Pétain no consolidó nada, pues la ocupación del Atlántico francés había sido decidida antes.
Dada su insistencia en la supuesta «neutralidad» de España, Moa no examina en ninguna profundidad la ayuda que brindó al Eje el régimen de Franco. ¿”Supuesta neutralidad”? ¿Entró España en la guerra? De nuevo el Sr. Seidman se alza valerosamente contra la evidencia. Franco no tenía por qué apoyar a Inglaterra, que entre otras cosas retenía Gibraltar y estaba creando hambre en España, mientras que Alemania la había ayudado contra la revolución y los separatismos. Desde luego, no podía desairar abiertamente a Hitler y tenía que contemporizar, hacer concesiones y moverse entre los remolinos de la guerra, dando algunas facilidades tácticas a los alemanes. Y lo hizo muy bien, para los intereses de España, que eran los que le preocupaban. Y que, aunque no deliberadamente, beneficiaron estratégicamente a los anglosajones, como sabe cualquier estudioso y señaló Churchill[8].
Moa afirma con indignación que en octubre de 1943 España fue víctima de una «campaña de intimidación» de Washington, llevada a cabo por el New York Times, que acusó de que «España aprovisionaba a la mussoliniana República de Saló, que la División Azul tenía orden de continuar en Rusia o que los barcos españoles llevan contrabando al Eje (…) La República de Salò de Mussolini, utilizó el espacio aéreo español y repostó en aeródromos españoles para bombardear Gibraltar, hasta el 3 de junio de 1944. » No escribo con indignación, como fantasea Seidman. Solo constato las bien documentadas campañas de intimidación de Usa, en abierta vulneración de sus promesas previas a la operación Torch. Campañas basadas en distorsiones y falsedades, semejantes a las que precedieron a la guerra de 1898. Y el Sr. Seidman confunde lamentablemente fechas y cuestiones. La aislada república de Saló ni tenía apenas trato con España ni bombardeaba Gibraltar.
Moa declara que la «neutralidad» española era menos favorable al Eje que la de otros países neutrales, como Suiza y Suecia, pero dichas naciones se hallaban expuestas a una fácil invasión por parte de la Wehrmacht. Ni Suiza ni Suecia se mostraron, ni con mucho, tan políticamente favorables al Eje como sí se mostró España. Los servicios prestados por Suiza y Suecia a Alemania, fueran cualesquiera sus razones o pretextos, superaron enormemente a los de España. Y ni Suecia ni Suiza entraban en los planes militares directos de Hitler, mientras que España sí, y de modo crucial entre el otoño de 1940 y el verano de 1941 Quizá le convenga leer a Norman Goda al respecto. La osada ignorancia, una vez más.
Sólo el número cada vez mayor de victorias militares aliadas, acompañadas de crecientes amenazas aliadas occidentales de reducir al mínimo los envíos de comida y combustible a una España vulnerable convencieron a Franco de poner fin poco a poco y a regañadientes a sus políticas favorables al Eje. El Caudillo no comprendió nunca (…) el compromiso de los aliados occidentales para imponer una rendición incondicional a la Alemania nazi. Y tampoco deseaba una derrota del Eje. Las restricciones de comida y combustible no fueron amenazas, sino hechos, y no se produjeron cuando los Aliados iban ganando, sino desde el mismo principio. Claro que Franco no quería una derrota total de Alemania y sí de la Unión Soviética, un totalitarismo no mejor que el nazi con el cual se aliaban los anglosajones. No tuvo éxito en sus gestiones, pero estimó que la guerra, tal como se desarrollaba, acabaría con la anterior hegemonía europea y dividiría al continente en dos bloques antagónicos. En esto, al menos, acertó de lleno.
En ese punto, temeroso de su animosidad hacia su régimen fascista y comprometido con el Eje, decidió reinventarse como un católico conservador. De nuevo la ignorancia. Ni el régimen fue nunca fascista, ni se alió con las potencias fascistas, ni temió demasiado las amenazas anglosajonas y soviéticas: les hizo frente y salió victorioso. En el libro explico claramente por qué se salió con la suya, pese a su inferioridad material y militar. El sector más fascistoide, la Falange, nunca fue el dominante. Y no se reinventó como católico, como expliqué al principio. ¿Por qué cree que el Vaticano aceptó lo que Seidman llama “reinvención”?[9]
El autor desdeña como una conjura comunista, que habría conducido inevitablemente a la dominación estalinista, los esfuerzos por construir una amplia coalición democrática para derrocar a Franco en 1945. Presentar así mi argumento es más que una simplificación, una simpleza. La “coalición democrática”, cualquier cosa menos democrática, fracasó por las disputas y querellas entre los “coalicionistas”.
Don Juan, era un oportunista sin principios cuyo hambre de poder lo llevó a negociar tanto con el Eje como con los Aliados para ocupar el lugar de Franco, pero el restablecimiento de una monarquía constitucional liberada del estigma del Eje habría puesto fin a los años de aislamiento que sufrió España después de la Segunda Guerra Mundial. Un régimen de estas características habría obtenido un acceso más fácil a los préstamos estadounidenses y probablemente habría resultado elegible para la ayuda del Plan Marshall. Ni los comunistas ni los monárquicos gozaban en 1945 –ni después– de verdadero apoyo popular, cosa que al demócrata Sr. Seidman le importa poco. Y el aislamiento incitado por Stalin y los anglosajones, entre otros, contra un país que había permanecido neutral, era un acto delictivo, realmente criminal porque pretendía llevar a la población a una hambre masiva para “convencerla” de que derrocase a Franco. Otros países europeos se libraron de los nazis por la intervención militar useña y debieron su prosperidad a la ayuda económica de Usa. España no tuvo que librarse de nadie y pudo reconstruirse básicamente sin esa ayuda, como muestro en el libro con datos estadísticos difícilmente rebatibles. El Sr. Seidman muestra una mentalidad un tanto de “protectorado” sobre España. Pero lo españoles de entonces no la aceptaban, al parecer.
Moa parece dedicarse a la difamación basada en acusaciones no fundamentadas. El autor afirma que la masacre de centenares, si no millares, de republicanos a manos de nacionalistas en 1936 en Badajoz fue «una completa invención» y acusa al periodista estadounidense John T. Whitaker de actuar como uno de los «agentes del Frente Popular». De nuevo debo recomendar al Sr. Seidman que olvide la propaganda y se informe con estudios serios, que cito en mi libro. En lugar de ello me acusa de “difamación”[10]. Moa señala que Harry Hopkins, uno de los principales asesores de Roosevelt, tenía una relación tan amistosa con Stalin que «se ha sospechado de él directamente como agente soviético» (p. 190). (…) Dos historiadores estadounidenses anticomunistas sostienen que «no contamos, sin embargo, con pruebas convincentes de que [Hopkins] fuera un traidor». El modo de “argumentar” de Seidman. Lo que digo es que de Hopkins “se ha sospechado”, no que haya pruebas. Y la sospecha sigue en pie. Tampoco hay pruebas de que Hitler ordenara directamente el Holocausto, por ejemplo. Ello aparte, se trata de un asunto muy secundario en el libro. A Seidman le indigna que considere “anodino” a Roosevelt, arguyendo en contra que padeció la polio y luego fue elegido presidente cuatro veces. Vaya. Roosevelt fue un político profesional, muy hábil –también para incumplir sus promesas–. Ni intelectual ni moralmente fue nada especial y en conjunto su vida me parece anodina. A Seidman no. Bien, es opinable.
Los penúltimos capítulos de este libro degeneran en ataques personales a celebridades políticas o de los medios de comunicación que no comparten sus ideas políticas. Un ofendido Moa confunde el principio de libertad de expresión con la obligación de tener que brindarle a él una plataforma en la radio, la televisión y los periódicos. Se refiere al capítulo dedicado a Carrillo, Cebrián, Ansón y otras “celebridades”. Seidman cree que, porque a él le gustan, no deben ser criticadas. Y no hay el menor ataque personal, sino exposición de hechos. A ver si Seidman logra rebatir mis afirmaciones al respecto.
Moa no está siempre equivocado y acierta al criticar a los historiadores nacionalistas vascos, como Paul Preston y Helen Graham, por su abuso de los conceptos «holocausto» y «genocidio» cuando describen el terror nacionalista. Sin embargo, el propio Moa utiliza este último término para describir la persecución de prisioneros y sacerdotes por parte de los republicanos. No obstante, su noción de «genocidio» del clero no puede explicar por qué «núcleos clericales separatistas catalanes y vascos […] habían colaborado […] con el Frente Popular». Subraya el lamentable racismo de los nacionalistas vascos y catalanes –«la ideología peneuvista se condensaba en un racismo aún más radical y agresivo que el del separatismo catalán» –, pero desdeña todo análisis de las actitudes y acciones de los nacionalistas, que fueron incluso más racistas y antisemitas7. Increíble. El racismo y antisemitismo de los nacionales, más allá de la retórica, se plasmó en el salvamento de miles de judíos. Y la persecución religiosa –no incluyo a los prisioneros como Seidman embrolla – fue un genocidio tipificado técnicamente. Que algunos curas vascos y otros colaborasen en él no lo niega, como tampoco la colaboración de algunos judíos con los nazis desmiente el Holocausto. Uno no acaba de sorprenderse de los “argumentos” del buen Seidman.
El autor cita frecuentemente la crítica de Julián Besteiro a la influencia comunista durante el Frente Popular y las opiniones indulgentes que tenía el socialista moderado de los nacionalistas, pero olvida añadir que los vencedores recompensaron la moderación del socialista de sesenta y nueve años con una condena de treinta años de cárcel. Besteiro murió en 1940 en una cárcel espantosa y en terribles circunstancias. La cita de Besteiro es real, y viene al caso. Su muerte unos meses después en una cárcel a causa de una septicemia accidental, también, pero no venía al tema[11]. Y las condenas perpetuas en el “espantoso” franquismo, como Seidman debiera saber pero obviamente ignora, casi nunca pasaban de seis años (en Usa se aplican a rajatabla, según creo)
Moa declara que los crímenes alemanes no fueron peores que los aliados. Se pone el énfasis en las supuestas atrocidades bélicas de los aliados contra los prisioneros de guerra alemanes, pero se omite cómo los nazis dejaron morir deliberadamente de inanición a tres millones de prisioneros de guerra soviéticos. De nuevo embrolla el Sr. Seidman. Lo que digo es que en el frente occidental, –no en el oriental—los aliados cometieron más crímenes de guerra que los alemanes. Que pruebe a rebatirlo, en lugar de mezclar los dos frentes. Una vez más: los hechos.
Moa vuelve a dar lecciones de moral para burlarse del presidente Harry Truman por excluir a España del Plan Marshall en 1948 y por criticar la persecución a que sometió Franco a los protestantes (cuya existencia Moa niega erróneamente)9: «El hombre de Hiroshima y Nagasaki se sentía moralmente superior al “fascista” Franco y le perjudicaba» (p. 255). Moa posee, de alguna manera, una confianza inexplicable en que Franco y sus anteriores valedores, Hitler y Mussolini, no habrían utilizado armamento atómico con incluso menos reparos que el presidente estadounidense. Ni doy lecciones de moral ni me burlo de Truman, expongo los hechos. Supongo que Hitler habría utilizado la bomba atómica, y desde luego Franco no lo habría hecho. Para la historia, el dato es ese: Truman lo hizo. Y se sentía superior moralmente a Franco.
Su retrato de la Iglesia católica es el de una adversaria del «totalitarismo», a pesar de que colaboró tanto con el régimen nacionalsocialista como con el fascista italiano y de que, por supuesto, se erigiera en un pilar del gobierno franquista. Al igual que muchos apologetas del caudillo, Moa establece un contraste muy marcado entre el fascismo y la Iglesia. La Iglesia tuvo que transigir con el nacionalsocialismo como algo inevitable (podrían citarse también opiniones de Churchill favorables a Hitler); pero el Sr. Seidman debiera leer la carta encíclica Mit brennender Sorge, para conocer la posición de fondo de la Iglesia. Y el fascismo mussoliniano fue un régimen muy distinto del de Hitler y muchísimo menos mortífero. Mussolini gozó del elogio de numerosos personajes de la época, desde Gandhi al propio Churchill.
España fue el único Estado independiente no beligerante que organizó su propia fuerza militar –la División Azul– para luchar del lado de los alemanes. La División, afirma Moa sin contar con evidencias, fue «la unidad más humanitaria de la Segunda Guerra Mundial» (p. 157). Cito evidencias: la infructuosa búsqueda de crímenes de guerra españoles por el NKVD, el testimonio de una rusa de la época y las investigaciones de un historiador ruso reciente[12]. Dudo que cualquier división de cualquier país en la II Guerra Mundial haya tratado mejor a la población civil, en especial a las mujeres. Como es sabido, no solo tropas soviéticas violaron en masa a las alemanas, también lo hicieron (se calculan en cerca de 200.000) las useñas y otras. La D. A. fue una excepción muy digna de elogio, que luchó contra el bolchevismo “devolviéndole su visita” a España.
Franco apoyó al Eje hasta finales de 1944, cuando ya era segura la derrota total alemana. España pagó un alto precio por el error de cálculo y la cortedad de miras de su Caudillo.Franco apoyó al Eje… rehusando entrar en guerra a su lado. Y el “error de cálculo”, que nunca lo fue, habría sido fiarse de las promesas inglesas y useñas cuando sus países estaban en serios aprietos. Pero es dudoso que las creyese, como le explicaba a Don Juan y cito en el libro: eran promesas que valían poco.
Moa califica la ocupación nazi de Europa Occidental de «bastante civilizada», un juicio que habría sorprendido a los judíos franceses, belgas (…) que, en número superior a los doscientos mil, perecieron en campos de concentración y de exterminio.Precisamente excluyo de ese juicio a los judíos, como “olvida” señalar Seidman. En Holanda, Francia, etc., los nazis hallaron mucha más colaboración que resistencia, como debiera saber el señor Seidman, y este mero dato ya aclara algo. Los alemanes dejaron 200.000 hijos con francesas, y no violándolas precisamente como hicieron otros. Por encima de los mil datos contradictorios sigue siendo cierto que en el frente occidental — no en el oriental–, los alemanes cometieron pocos crímenes de guerra, y que la escasa resistencia habida testimonia que no se trató de una ocupación ni remotamente comparable a las sufridas por Polonia o Rusia. ¿Puede desmentirlo Seidman?
Al salvamento de judíos por el franquismo le dedica el Sr. Seidman otro párrafo confuso tildando por las buenas de “conocido mentiroso” a Lequerica (¿cabría decir algo así del Sr. Seidman?). De nuevo la retórica debe contrastarse con los hechos: el franquismo salvó a por los menos 20.000 judíos, probablemente bastantes más, y no lo hicieron los cónsules desobedeciendo o por su propia cuenta, sino siguiendo directrices. Esa protección se extendió a Marruecos cuando la independencia y a Egipto en la Guerra de los Seis Días. Y se hizo sin conocer el Holocausto. Por contraste: las autoridades judías informaron de los campos de exterminio a los gobiernos inglés y useño, y estos no hicieron nada práctico al respecto, pese a contar con total superioridad aérea. Más: los anglosajones rechazaron la posibilidad de salvar a un millón de judíos, ofrecida por Eichmann a cambio de unos miles de camiones. ¿Son falsos esos datos?
Y sigue, dale que te pego: España, por el contrario, ayudó al Eje genocida y dejó de hacerlo únicamente cuando ya estaba clarísimo que iba a perder la guerra. España no tenía constancia de los genocidios del Eje, pero sí de los genocidios soviéticos, régimen con el que colaboraron Usa e Inglaterra. Moa considera una «calumnia» afirmar que el régimen «encubría a criminales de guerra [nazis]». «La admisión de refugiados fascistas o nazis» fue supuestamente una continuación de «la misma política anterior hacia los judíos». Fue exactamente así, le guste o no a Seidman.
Según Moa, el santuario que hizo construir Franco para sí mismo y su movimiento, el Valle de los Caídos, es «uno de los monumentos más grandiosos, armónicos e integrados en el medio que se hayan construido en el siglo XX en cualquier país». (…) Moa minimiza el número y el sufrimiento de los prisioneros que construyeron el panteón.No parece estar al tanto de la literatura reciente sobre el tema, que concluye que «el gran coste del Valle de los Caídos para el país devastado por la guerra [de] más de veinte años de construcción y otros veinte años de exhumar y transportar restos de los muertos en la guerra […] demuestra que Franco situó la glorificación de su cruzada y de sí mismo por encima de las necesidades más acuciantes de su pueblo»15. Quien no tiene la menor idea del asunto es Seidman. Le vendría bien, nuevamente leer historiografía documentada en vez de literatura propagandística. Por cierto que ese magnífico monumento, cuya construcción no tiene nada que ver con lo que él dice, no fue sufragado con fondos públicos, sino con donativos particulares y loterías[13].
Repite también el Sr. Seidman la habitual retórica sobre la miseria de los años 40, –que la hubo, por cierto, como en toda Europa, aunque España se salvó de lo peor de ella (bombardeos, deportaciones, etc.)–. Pero esa miseria queda contextualizada por los datos estadísticos, a los que este historiador es inmune, como de costumbre. Dice, como si fuera fiable: En 1948, un funcionario estadounidense declaró a la prensa europea: «Tendríamos que tener un inspector estadounidense trabajando en cada fábrica [española] y en cada oficina gubernamental. Además, probablemente la mitad del dinero acabaría en el bolsillo de algún funcionario». Buen método. También podría citar como fidedignas las declaraciones en la prensa europea según las cuales España fabricaba la bomba atómica. El hecho real, documentado y cuantificado, es que en los años 40, España prosperó tan notablemente que la esperanza de vida al nacer saltó de los 50 años de la república a los 62. Y ello a pesar de una pobreza extendida, del aislamiento, del intento criminal de hambrear a la población. Pruebe el Sr. Seidman a refutar los datos con algo más que “declaraciones” de funcionarios desvergonzados.
El racionamiento duró más tiempo en España que en la mayor parte de las naciones anteriormente beligerantes de Europa Occidental y se ha calculado que al menos doscientos mil españoles murieron de enfermedades relacionadas con el hambre entre 1939 y 194518. Difícilmente puede compararse esta cifra con cualesquiera gobiernos europeos occidentales posteriores a 1945. (…) Moa se contradice a sí mismo cuando afirma que bajo el liderazgo del caudillo «el país se libraba [en los años cincuenta] de las calamidades mucho peores que padecía la mayor parte de Europa». Su análisis no puede explicar el rápido deterioro de la posición relativa de España durante los años cuarenta. Quiero creer que lo de “los años cincuenta” es una errata. España partía de un nivel técnico inferior a Italia, Alemania o Inglaterra (el racionamiento duró en esta lo mismo que en España), y de la desarticulación económica causada por el Frente Popular; y debió afrontar el boicot inglés primero e internacional después (cuyo desastre fue evitado al adelantarse la diplomacia española a negociar con Argentina). Es decir, tuvo dificultades mucho mayores que otros países, y casi ninguna ayuda. Las calamidades mucho peores que mezcla Seidman son los bombardeos y matanzas de la guerra mundial, de los que se libró España. Y la cifra de 200.000 muertes por enfermedades relacionadas con el hambre debiera contrastarlas nuestro buen crítico con las estadísticas de mortalidad de la época en lugar de citar por las buenas a historiadores propagandistas. Pero no lo hace, claro.
El turismo se expandió geométricamente en los años cuarenta y cincuenta, pero (…) a finales de los años cuarenta, «Franco se sentía muy incómodo con la idea de fomentar el turismo […]. Fue sólo hacia finales de los años cincuenta cuando el caudillo empezó tácitamente a aceptar que los beneficios económicos eran mayores que los costes sociales»19. Las fronteras siempre estuvieron abiertas , el turismo nunca encontró la menor oposición, y no cesó de crecer ya en los años 40. Extranjeras rubias y morenas semivestidas desafiaron con sus ropas y su sensualidad un orden católico que había multado de forma regular tanto a los padres de hijos que se bañaban desnudos como a las mujeres que se negaban a ponerse el albornoz (una especie de burkini cristiano). Otra tontería de propaganda. Lo que llama inapropiadamente “burkini”, que también llevaban los hombres, solo ocurrió en la primera posguerra, y no de modo generalizado. En cuanto a la moral, los españoles se sorprendían de que mujeres casadas extranjeras resultaran tan ligeras de cascos, y de hecho surgió un sector (mínimo) de ligones de playa y gigolós. Es como si juzgáramos moralmente a la sociedad useña por los crímenes masivos que periódicamente se producen, o por el muy alto número de presos.
Moa crea numerosos testaferros (masculinos y femeninos) (¿?)y luego fácilmente los demuele. La izquierda ha ignorado supuestamente que el terror entre sus propios militantes «nacía de la propia heterogeneidad de sus proyectos revolucionarios». Sin embargo, cualquier persona vagamente familiarizada con la historiografía sabe que existe una copiosa literatura sobre el tema. La literatura al respecto es muy poco copiosa, en su mayor parte poco seria y reciente, en buena medida debida a mi insistencia en tan demostrativo asunto. Acusa a los historiadores de ignorar la persecución de la Iglesia, a pesar de que se han sucedido excelentes investigaciones sobre el tema desde hace décadas. De nuevo “lequeriquea” Seidman: lo que digo es que existen estudios y datos concluyentes que la historiografía “progresista” pasa por alto[14]. Moa acusa falsamente a los estudiosos de olvidarse de analizar la evolución de la alienación de la Iglesia respecto del régimen y su progresiva asunción de posiciones democristianas. Nueva “lequericada”: hay estudios al respecto, pero casi todos fallan en analizar el hecho como el factor clave que impedía la continuidad del franquismo.
Moa acusa a Jacques Maritain (…) de difundir «la propaganda del Frente Popular» porque escribió en 1937 que «es un sacrilegio horrible masacrar a sacerdotes –aunque fueran fascistas, son ministros de Cristo–por odio a la religión; y es un sacrilegio igualmente horrible masacrar a los pobres –aunque fueran marxistas, son cuerpo de Cristo– en nombre de la religión» (p. 372). La declaración de Maritain no demostraba su aceptación de la propaganda del Frente Popular, ya que este último intentó negar sin éxito los informes de matanzas masivas de sacerdotes; por el contrario, el filósofo francés condenó claramente los asesinatos.La acusación de Maritain es, en efecto, una calumnia brutal de estilo comunista. Ni los sacerdotes asesinados eran fascistas ni los nacionales asesinaban a los pobres por el hecho de serlo. Otra cosa es que, como vemos, Seidman admita tales calumnias. El autor critica la apología de la Iglesia española de 1971: «Pedimos perdón porque nosotros no supimos a su tiempo ser verdaderos ministros de reconciliación en el seno de nuestro pueblo, dividido por una guerra entre hermanos» (p. 368). Ciertamente, pedir perdón a los verdugos y burlarse tan hipócritamente de las víctimas del genocidio durante la guerra, lo hacían unos clérigos que por entonces “dialogaban” acogedoramente con terroristas, comunistas y separatistas. Es lógico que al eclesiófobo Seidman le encanten tales cosas, pero debiera admitir el derecho de otros a mirarlas como una aberración. Que, por cierto, bien cara ha pagado la Iglesia, cosa que tampoco displacerá a nuestro fervoroso crítico.
Su capítulo sobre los años sesenta revela un entendimiento distorsionado y sobrepolitizado de esa década que difícilmente mostró una oposición universal, tal como él defiende, al «sistema capitalista».Yo no hablo de oposición “universal” al capitalismo, sino que describo los movimientos marxistas y marxistoides en la guerra fría. Las huelgas de los estudiantes y obreros franceses no «empujaron a Francia al borde de una revolución real», sino que fueron más bien el reflejo de una más significativa revolución cultural a largo plazo en Europa Occidental y Norteamérica. El mayo del 68 estuvo cerca de provocar un derrumbe institucional en Francia. Moa mete en el mismo saco a hippies, marxistas y pacifistas organizados, cuyas agendas eran enormemente diferentes. No los meto en el mismo saco, como puede comprobar cualquiera. La reaccionaria caricatura que hace el autor de los años sesenta pone el énfasis en cómo se extendieron el consumo las drogas, la promiscuidad sexual, el hedonismo y el terrorismo de esa década. No es una caricatura, sino una exposición de hechos indudables. La verdad es “reaccionaria” para Seidman.
Se haría muy largo seguir. Con notable audacia, nuestro notable crítico afirma que Los mitos del franquismo no contiene ninguna nueva contribución a la historiografía. Como hemos ido viendo, prácticamente todo es una novedad para su ignorancia, a la que sin embargo muestra férrea decisión de no renunciar. Por desgracia, la mayoría, incluso la gran mayoría de la literatura historiográfica al respecto es, desde hace décadas, pura farfolla ideológica, que a menudo se viene abajo ante el dato estadístico preciso, sin necesidad de más investigación o de una masa de citas. Pero ha cundido en muchas universidades un proceso perverso en que unos historiadores se citan a otros, se dan coba y repiten dislates a veces estruendosos en una corriente que se retroalimenta sin fin. De ahí un nivel intelectual no precisamente satisfactorio. Por mi parte, me he esforzado mucho en este libro y en otros por ofrecer datos comprobables, análisis y comparaciones que permitan una perspectiva clara frente a la historiografía de propaganda. Naturalmente, mis estudios están expuestos a la crítica, pero no serán críticas entre desaforadas y desenfocadas como la de Seidman las que los pongan realmente en cuestión.
Pese a su pedantesco modo de criticar, debo agradecer a Seidman su trabajo por dos razones: porque rompe un poco con la actitud “académica” predominante de silenciar mis obras (un tanto infructuosamente) como si no existieran; y porque me ha permitido indicar a las personas interesadas cómo son tratadas estas cuestiones en Los mitos del franquismo.
[2] Véanse, entre tantas obras, los Diarios de Azaña de entonces, las memorias de Alcalá-Zamora, Los documentos de la primavera trágica, de Ricardo de la Cierva, o mi libro El derrumbe de la república .
[3] Miguel Maura, Así cayó Alfonso XIII, Barcelona, 1981, pp. 141 y ss.
[4] Sobre los bombardeos en general y Guernica en particular, puede considerarse definitivo el estudio de J. Salas Larrazábal: Guernica, Madrid, 1987.
[5] Ni siquiera en el puente aéreo del Estrecho, que logró sus objetivos esenciales con aviones españoles. En Los mitos de la Guerra Civil lo trato, basándome en el estudio insuperado de R. Salas Larrazábal.
[7] Sobre los planes de Hitler, véase N. J. W. Goda, Y mañana… el mundo, Hitler, África noroccidental y el camino hacia América, Madrid, 2002
[8] Citado en Los mitos del franquismo, p. 409 y 205.
[9] Un buen libro sobre estas cuestiones: J. Andrés-Gallego ¿Fascismo o Estado católico? Madrid 1997. Asimismo tiene mucho interés A. Martín Puerta, Ortega y Unamuno en la España de Franco. El debate intelectual durante los años cuarenta y cincuenta, Madrid, 2009.
[10] Hay una investigación exhaustiva sobre J. Allen y J. Whitaker: F. Pilo, M. Domínguez, F. de la Iglesia: La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda, Madrid, 2010. Al igual que el de J. Salas sobre Guernica, no ha sido superado, aunque los historiadores-propagandistas pretendan ignorarlo.
[11] Seidman sugiere que oculto la bien conocida condena y muerte de Besteiro. La explico en Años de hierro, Madrid, 2007. Besteiro fue acusado de no haber hecho lo bastante para impedir la deriva guerracivilista del PSOE. Se le propuso el exilio y no quiso. Con toda certeza habría salido muy pronto de la cárcel. El jefe militar anarquista Cipriano Mera, cuya condena a muerte celebraron los comunistas con una chocolatada en la prisión de Porlier, fue conmutado a cadena perpetua y liberado a los cuatro años. Lástima que Seidman prefiera sistemáticamente los impresionismos retóricos a los datos reales.
[12] Cito de un capítulo traducido de B. N. Kovaliof, Voluntarios en una guerra ajena (en ruso) y de los diarios de Lidia Ósipova.
[13] Sobre el Valle de los Caídos, le conviene especialmente el reciente libro de A. Bárcena Los presos del Valle de los Caídos, Madrid 2015, documentado a fondo y que pone fin al tema en el plano intelectual. Por desgracia no en el de la retórica propagandística, que sigue igual.
[14] En mi libro señalo: La obra clásica es la de A. Montero Historia de la persecución religiosa en España, 1936-1939. Entre otras de interés., V. Cárcel Ortí, La gran persecución . La gran obra de referencia es desde luego la primera, solo levemente corregida por otras posteriores.
La mayoría de la gente sabe que el partido de Hitler se llamaba Partido nacional socialista de los trabajadores alemanes.
Era un partido anticapitalista y revolucionario, por eso la denominación mas utilizada por Hitler en sus discursos es la de camarada.
Sin embargo menos gente sabe que representan los colores de la bandera del partido nacional socialista de los obreros alemanes .
la bandera original.
https://sandralapied.files.wordpress.com/2012/11/bandera-nazi.jpg
La bandera como puede verse es roja, igual que la de los comunistas.El color rojo representa que era un partido socialista.
El circulo blanco, representa que también era un partido nacionalista.
La esvástica dentro del circulo blanco representa la raza aria.
Si se ve un documental en color, y a los nazis desfilar se vera un mar de banderas rojas, con un pequeño circulo blanco con la esvástica.
La bandera tradicional alemana tricolor fue prohibida por reaccionaria, y la del partido nacionalsocialista paso a ser la de Alemania.
Comunistas (que también tenían fuerzas paramilitares en la Alemania de los años 20 y 30) y el partido nacional socialistas buscaban ser pastores del mismo rebaño, los trabajadores.
La bandera diseñada personalmente por Hitler se puede ver que el color rojo era absolutamente predominante al principio.
Vaya repaso de Moa a un falsario infantil, no me extraña que el pomposo Delgado Gal, tan caro a la Derecha tontuna española, evite publicar tal respuesta.
Keiser Report en español: VAGABUNDOS Y MULTIMILLONARIO (E787)
En este episodio, Max y Stacy hablan de los vagabundos de Nueva York y del sistema de sanidad estadounidense. Comentan que Wall Street cotiza cerca de su máximo histórico mientras las calles se están llenando de pobres y no por casualidad: todo obedece a un plan premeditado. En la segunda parte, Max entrevista a Michael Krieger de LibertyBlitzkrieg.com con el que conversará sobre el sistema de justicia de doble rasero en Estados Unidos en relación con los banqueros y sus delitos.
https://www.youtube.com/watch?v=iRCQfyz29o4
Seidman -como tantos otros- no entiende que Martínez Barrio no tenía nada de interés que ofrecer, ni compromisos para reestablecer el orden ni nada. Se habían roto todos los puentes posibles. Como dice muy bien Stanley Payne, no se puede pretender evitar algo cuando ese algo ya ha empezado a producirse. Ese era el problema, y ante esa circunstancia, la conversación telefónica entre Mola y Martínez Barrio tiene a éste último como a un pelele de la revolución, la cual no le va a permitir hacer nada. No es precisamente un interlocutor válido alguien que es un burgués de centro izquierda que pretende formar gobierno con una revolución aporraceando la puerta, y cuyo precedente -Casares Quiroga- ya estaba siendo sobrepasado por la misma. Como le dijo Mola: el gobierno que vd pretende formar no pasará de intento.
Nazis desfilando, aquí puede verse que el circulo blanco es mas grande, el circulo blanco en la original era mas pequeño.
https://teatrevesadespertar.files.wordpress.com/2011/05/nazis.jpg
[Todas las respuestas, del hilo anterior]
# jaque:
No quisiera que me entendieras que defiendo a capa y espada las intervenciones terapéuticas o el diagnóstico que Freud realizó al hombre de los lobos. Es algo que, pasados tantos años y habiendo llovido sobre mi vida tantas cosas, ya ha perdido mi interés. Realmente no tengo ninguno al respecto, ni para hacer defensas encendidas o ataques devastadores. Es más, hablando contigo de este asunto, me he dado cuenta hasta qué punto he olvidado lo que llegué a conocer. Es algo que me ha pasado y me pasa en muchos ámbitos de mi vida: perdido el interés, aparece el olvido. Y a veces no me gusta nada tal desafección.
Es cierto que profesionalmente me formé en un entorno de psicoanalistas, pero en absoluto de fieles o fanáticos seguidores. Es más, no nos consideramos psicoanalistas, sino psicoterapeutas con orientación psicoanalítica, para remarcar nuestras diferencias profundas en teoría, técnica y clínica terapéutica. Pero ello tampoco supone hacer de la obra de Freud o de sus más brillantes discípulos tabula rasa. Y en ese entorno era ya casi un lugar común, por la aquiescencia alcanzada por diferentes estudiosos de distintas escuelas psicoanalíticas o “paraanalíticas”, el que Freud no consideró de forma sorprendente, como se hubiera esperado de alguien con la capacidad de observación del viejo profesor, los diversos síntomas que acompañaban el complejo cuadro psicopatológico del hombre de los lobos. Respeto que en otro contexto, tal vez furiosamente antifreudiano, se pensara que el hombre de los lobos era una patología menor. En tal caso, sorprendería que alguien así no pudiera ser curado por ningún profesional (es cierto que Freud no era el mejor analista; también es un lugar común reconocido entre nosotros que terapeutas como Ferenczi, Abraham, o incluso Jung, Eitingon o Rank poseían una sensibilidad para el trato o la capacidad de acogimiento del sufrimiento del paciente de la que Freud carecía o solo en menor grado). En cualquier caso, y a diferencia de la psiquiatría médica, la escuela psicoanalítica no da una importancia especial al diagnóstico, más aún cuando ante el mismo no va asociada una terapia específica. A Freud sólo le interesaba poner etiquetas si le ayudaba a pensar; y las que temporalmente admitía, con prontitud se zafaba de ellas si no eran válidas para reflejar la realidad clínica que iba vislumbrando. Y este es un rasgo típico de un grande, de un genio: le interesaba conocer, no clasificar para calmar su ignorancia, como hacen aún hoy la inmensa mayoría de los psiquiatras clásicos sin formación psicológica o que la desprecian.
En cuanto a la escena primaria, como sabrás, suele ser codificada por los niños pequeños (de entre uno a seis años, aproximada y principalmente) como una escena de violencia, de extremada violencia. El niño (o la niña) imagina que el papá está haciendo mucho daño a la mamá, que incluso la está matando. Si a ello se acompaña los gemidos de ella o una especial vehemencia, por así decir, en la expresión del coito, esta significación de brutalidad se multiplica en intensidad. Y a todo ello se acompaña un hecho concomitante: a esta angustia indudable que les produce la escena se acompaña una excitación indefinida en el infante, porque es cierto que existe una sexualidad infantil, aunque no sea exactamente como la que pensara Freud. Así tenemos una mezcla explosiva de pánico y excitación, que si queda sin elaborar posteriormente o es agravada por otras experiencias traumáticas o gravemente dañinas, provocará que ese chaval en un futuro desarrolle una incapacidad para contener su angustia o propenderá a padecer picos de ansiedad ante situaciones normales o de leve dificultad en su vida, como por ejemplo cuando se sienta atraído sexualmente por alguien; incluso a veces, simplemente por el mero hecho de la atracción en sí, cualquiera sea su naturaleza (intelectual, artística, moral…). Es evidente que los cuadros ansiosos proceden por desgracia de una multiplicidad de factores etiológicos, y no sólo por el hecho de que hayamos visto a nuestros padres refocilarse, pero es una de sus causas, mucho más común de lo que pensamos. Es cierto que la naturaleza de la relación afectiva de los padres es siempre crucial en el desarrollo de la vida emocional de los chavales en cualquier sentido que se la considere. Si la relacion afectiva es buena, si la observación de la escena primaria fue un hecho aislado o esporádico, la carga traumática es menor o incluso puede quedar neutralizada todo lo más a un recuerdo desagradable.
# lead:
Gracias, lead, en lo que me afecta. Eres muy amable. Sea por las veces en las que, sin intervenir dada mi ignorancia sobre los temas que tocáis, te/os leo con interés para ver si se me pega algo. Hace mucho, demasiado tiempo que no hablo con un colega de muchas cosas de mi profesión. Es para mí un lujo que esté entre nosotros jaque. Casi que me retrotrae a la época cada vez más lejana en que creí que esta profesión era posible, en la que soñé con la ilusión de poder ser lo que al fin y al cabo soy. Gracias de nuevo, lead. Como siempre un caballero. Y de los de antes, los mejores…
Para un futuro ruego que tratéis con cierta indulgencia al jaque historiador. Alguien que ha aprendido su oficio de excelentes profesores ingleses, escoceses y seguro que también galeses, que ha vivido en el Reino Unido durante años, y que está casado desde hace décadas con una irlandesa (terapeuta como él), es normal que sea algo anglófilo. Poneos en su lugar: cómo no amar a una tierra y a su gente que nos ha proporcionado tanto bien. Fijaos en malpharus y su amor por Rusia, no menor que a su tártara esposa, Elena. A mí me ocurriría igual: qué menos que querer y estar agradecido a la tierra de la que nació la persona que más amamos en el mundo. Sed indulgentes. Y lo dice alguien que lo ignora todo sobre la hambruna irlandesa y todo aquello.
# Anselmo:
Caramba, no vale tanto lo que decimos aquí. A veces ocurre que en Internet el nivel es tan bajo que cuando encuentras a alguien que al menos pone un poco de cuidado al escribir, parece ya un sócrates. Gracias de todas formas.
Contestando a tu pregunta sobre qué es peor un padre maltratador o uno impúdico, ya he contestado un poco más arriba. Pero voy a precisarte la respuesta con un ejemplo de alguien muy ilustre (y aquí recabo la ayuda de Kufisto que lo ha leido y conoce su obra y biografía con mucha más profundidad que yo). Hablo de Dostoyevski. Dostoyevski era epiléptico (no era éste el rasgo más patológico que su mente padecía). Ya no recuerdo si es él mismo el que lo cuenta o fue un testigo o un confidente de su intimidad el que lo hizo, que él tuvo su primer ataque epiléptico cuando presenció algo en la habitación de sus padres. Al parecer, el niño Dostoyevski oyó que de la habitación de sus padres surgían ruidos extraños, que su madre gritaba o gemía, y se oía al padre a su vez con la respiración agitada. El hecho es que el niño entró y fue presenciar lo que fuera (que nunca se supo el qué), y entrar en un trance epiléptico típico (convulsiones, espasmos…). Nunca más le abandonó la epilepsia al escritor ruso. Pero vayamos a la parte que le gusta a jaque (y a mí también). El padre de Dostoyevski era un sádico psicópata desaforado, un monstruo, un ser despreciable, un déspota tiránico que humillaba a la servidumbre y a sus campesinos sin límite alguno, tanto psíquica como físicamente (se habla que el trato con ellos era mediante humillaciones, palizas y a las mujeres las violaba si se terciaba). De hecho, este sujeto murió asesinado en extrañas circunstancias muy probablemente por las personas a su servicio. Dicen los expertos que un pálido reflejo de ese padre brutal está retratado en el personaje del padre de los Karamazov, en su clásica novela Los hermanos Karamazov. Cuando me analizaba con mi primer analista, el que me salvó, Pedro, andaba estudiando el “caso Dostoyevski”, leía biografías y parte de sus obras. Yo me imaginaba que, siendo el padre un sádico redomado, y viendo los efectos tan directos producidos al pobre Fiodor, la escena que debió observar en la alcoba paterna debió ser una escena sadomasoquista extrema. Pedro me contestó con toda tranquilidad: “Es posible. Lo más probable es que lo que vió fue simplemente follar a sus padres; como mucho que llegara en el momento más inoportuno: cuando se estaban corriendo.” Contestando a tu pregunta: si tu padre es un salvaje desencadenado, y lo ves follando como un animal, lo menos que te pueda ocurrir es que acabes epiléptico, eso sí, sin el talento genial del ruso.
En general, si la escena primaria es algo muy inusual, fue un mero descuido o un accidente, y el vínculo paterno y maternofilial es bueno, no pasa nada reseñable en la vida emocional del infante. La carga traumática comienza a crecer con el número de escenas primarias observadas (niños de uno a seis años, recuerdo -ojo, lo cual no quiere decir que sea estupendo ver a los padres hacerlo cuando el chaval tiene doce años o un bebé de nueve meses: simplemente es el período más delicado, el que más daño hace) y con las diversas carencias o conflictos afectivos en las relaciones con los padres. Dostoyevski tenía el pobre todas las papeletas para que con sola una escena primaria su mente (literalmente su cerebro en este caso) no resistiera: tal era la pésima relación con un padre así, y con una madre acostumbrada/esclavizada a que le pasaran por encima (como en la escena primaria también literalmente).
A mi lo que me deja perplejo, no es lo que diga Seidman, hay tantos culos como opiniones, sino la censura de la Revista, hacen una critica de un libro, y no dejan a su autor defenderse, esto según ellos seria muy franquista, lo de censurar.
Claro que a menudo nos olvidamos que en la II Republica hubo igualmente una censura fortísima.
Foto del diario ABC incautado por el Gobierno de la Republica, lo mas parecido a la II Republica hoy en dia , seria la pseudo-dictadura bolivariana de Venezuela.
la foto del diario ABC incautado por el Gobierno de la Republica.
http://www.abc.es/Media/201104/14/ABC-REPUBLICA–644×362.jpg
Lecturas de hoy, jueves 23 de julio de 2015, Santa Brígida, religiosa, patrona de Europa, Fiesta
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas (2,19-20):
Para la Ley yo estoy muerto, porque la Ley me ha dado muerte; pero así vivo para Dios. Estoy crucificado con Cristo: vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí. Y, mientras vivo en esta carne, vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó hasta entregarse por mí.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 33,2-3.4-5.6-7.8-9.10-11
R/. Bendigo al Señor en todo momento
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R/.
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor,
él lo escucha y lo salva de sus angustias. R/.
El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R/.
Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que le temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada. R/.
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (15,1-8):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mi no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.»
Palabra del Señor
http://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/hoy
Pío Moa
Los mitos del franquismo. Una revisión en profundidad de una época crucial
Madrid, La Esfera de los Libros, 2015
552 pp. 24,90 €
Con notable justicia, sus numerosos críticos han descrito a Pío Moa como «neofranquista»1. Sin embargo, podría ser igual de preciso verlo como una persona que se dedica a actualizar y renovar la ideología de una «anti-España». A la larga lista de los presuntos enemigos de España –que ha incluido tradicionalmente a la izquierda (especialmente los marxistas, pero también los liberales), los extranjeros (particularmente las potencias protestantes y los judíos) y los separatistas vascos y catalanes–, Moa incorpora a las feministas y, de manera especial, a los democristianos. Aunque retrata a la verdadera España como una víctima tanto de enemigos extranjeros como nacionales, el autor trasciende la habitual preocupación por la victimización con la construcción de un héroe: el caudillo Francisco Franco. No resulta del todo sorprendente que, en la actual atmósfera europea y española de autoflagelación, Moa mantenga un número fiel de lectores interesados en su obra que superan con mucho a los de la gran mayoría de historiadores académicos.
Ya en una fecha tan temprana como la revolución de Asturias de 1934, Moa atribuye toda la responsabilidad de la Guerra Civil a la izquierda. Así, no juzga necesario mencionar que el general Mola rechazó los compromisos de restaurar el orden ofrecidos por el primer ministro Martínez Barrio en julio de 1936, lo que provocó que el sangriento conflicto acabara resultando inevitable. El autor omite señalar que no fue hasta después de la revuelta militar del 18 de julio cuando el Gobierno republicano decidió armar a los revolucionarios. Moa critica a Alfonso XIII por conceder el poder pacíficamente a los republicanos en 1931 (p. 25), pero al menos el rey –al contrario que Mola y Franco– evitó un baño de sangre.
Sin embargo, su Caudillo no es «cruel, vulgar» ni «mediocre», sino más bien una persona «humanitaria» (p. 12). Franco sigue siendo una víctima de una prensa occidental obsesionada por la «hispanofobia», tal y como quedó ejemplificado por la cobertura que dieron los medios de comunicación a Guernica ya en 1937. Según Moa, «Franco desechó el bombardeo de ciudades o pueblos tras una débil experiencia en Madrid, en noviembre del 36» (p. 192). Sin embargo, Robert Stradling, uno de los relativamente pocos historiadores a los que Moa respeta y califica de «profesional» (p. 511), escribe: «El 27 de marzo [de 1938] Lérida fue víctima de un nuevo ataque de los aviones de la fuerza aérea nacionalista. Entre la cifra de cuatrocientas presuntas víctimas civiles había un número reducido de adolescentes. Dos meses después, el 31 de mayo, la pequeña localidad catalana de Granollers, cerca de Barcelona, fue atacada por cinco Junker. Los informes señalaron que era día de mercado y que sólo en la plaza del pueblo murieron más de un centenar de mujeres y niños, con una pérdida total de trescientas cincuenta vidas […]. Después de visitar el lugar, el chargé d’affaires británico en Barcelona no pudo encontrar ninguna justificación militar para el ataque»2. Stradling concluye que los nacionalistas causaron en conjunto al menos el triple de víctimas que la República. Una vez concluida la Guerra Civil, incluso el régimen de Vichy, que apoyaba al Eje, dejó de repatriar a destacados izquierdistas españoles después de que el «humanitario» Franco ejecutara a varios de los más prominentes.
La estrecha perspectiva del autor reduce el valor de sus generalizaciones. Afirma que la Guerra Civil fue «uno de los pocos fracasos graves de Stalin» (p. 20, repetido luego en la página 218). Su iberocentrismo no consigue situar en contexto el conflicto español, ya que se produjeron fracasos mucho mayores cuando, durante el período del Frente Popular, Stalin fue incapaz de reconstruir una alianza franco-rusa como en la Primera Guerra Mundial, y también en junio de 1941, cuando Adolf Hitler rompió el acuerdo Ribbentrop-Mólotov. Según el autor, la Unión Soviética fue la responsable de la larga duración de la Guerra Civil: «Sin […] la ayuda soviética, sin su perseverancia y dureza, el Frente Popular no habría resistido más de cinco o seis meses a los nacionales» (p. 64, repetido en la página 266). Olvida mencionar que el conflicto habría terminado incluso más rápidamente sin la ayuda alemana o italiana a los nacionalistas. Moa no parece estar familiarizado con la bibliografía extranjera que cuestionaría sus juicios. Asevera que los «jóvenes de la CEDA de Gil-Robles, desencantados de un legalismo que juzgaban excesivo» (p. 74) se afiliaron a la Falange después de resultar elegido el Frente Popular; los estudios académicos más recientes sostienen, por el contrario, que el incremento de afiliados a la Falange se produjo después del estallido de la Guerra Civil3.
El autor afirma repetidamente que la «neutralidad» española favoreció a los aliados mucho más que a Alemania. Sin embargo, el Gobierno de Franco declaró oficialmente no la «neutralidad», sino la «no beligerancia», el 12 de junio de 1940, tras la caída de Francia. Moa no hace mención de que la no beligerancia no era una postura reconocida por las leyes internacionales, sino inventada y declarada por Mussolini en septiembre de 1939 para expresar el firme apoyo a Alemania por parte de Italia. Las autoridades españolas consideraban asimismo la no beligerancia como un rechazo de la neutralidad y un preludio de la entrada de España del lado del Eje4. Moa sostiene que las dos reuniones de Hitler en octubre de 1940, la primera con Franco y la segunda con el mariscal Philippe Pétain, fueron por completo fallidas –«dos fracasos» (p. 129)– para el Führer. Sin embargo, ambos encuentros consolidaron la estrategia atlántica de los alemanes, que les proporcionaba una línea de costa atlántica ocupada o amistosa desde Escandinavia hasta la península Ibérica. Pétain accedió a desarrollar una política oficial de «colaboración» con el Tercer Reich. La no beligerancia de Franco fue igualmente proalemana, si es que no lo fue aún en mayor medida.
Dada su insistencia en la supuesta «neutralidad» de España, Moa no examina en ninguna profundidad la ayuda que brindó al Eje el régimen de Franco. Rechaza como «ventajas tácticas secundarias» (p. 137) el hecho de que España abasteciera a submarinos alemanes en tres puertos españoles, sus labores generalizadas de espionaje y su propaganda favorable al Eje. En 1940, «la nazifilia desenfrenada en Madrid» horrorizó al embajador portugués en España, a pesar de que se hallaba muy cerca personal y políticamente del dictador António de Oliveira Salazar. Franco creía que Hitler era un hombre con un destino divino que repararía los daños de aquellas naciones de Europa que lo merecían, como España. Al igual que los antifascistas revolucionarios que lucharon contra ellos, Franco y sus oficiales de alto rango plantearon que la Guerra Civil era «la primera batalla del nuevo orden [fascista] europeo»5. En octubre de 1940, el ministro de Asuntos Exteriores (y cuñado de Franco), Ramón Serrano Suñer, expresó al embajador estadounidense la «solidaridad moral» de España con el Eje. Moa no aporta ninguna evidencia que respalde su afirmación de que los servicios de inteligencia españoles que se proporcionaron al Eje se ofrecieron también a los aliados. Durante la guerra, la mayor embajada alemana del mundo se encontraba en Madrid, donde acogió al servicio de inteligencia más numeroso fuera del Reich ocupado por Alemania. En marzo de 1941, con el consentimiento de Franco, los alemanes inauguraron otro importante centro de espionaje en Tánger y utilizaron el territorio español para intentar sabotear Gibraltar, bajo control británico. Se calcula que los agentes de inteligencia nazis en España fueron responsables del hundimiento de entre setenta y cien mil toneladas de barcos aliados de 1941 a 1944. Los oficiales españoles «neutrales» en Gran Bretaña y Estados Unidos brindaron extensos servicios a sus homólogos alemanes. De hecho, la cooperación de la inteligencia de Franco con el Eje fue tan estrecha que los aliados utilizaron con éxito al despistado Caudillo para pasar información engañosa sobre la invasión de Sicilia en 1943 que, como habían predicho acertadamente, engañaría a los alemanes.
La Administración estadounidense era especialmente sensible a la colaboración española y alemana que alentó la derecha fascista y antialiada en América Latina. Durante la mayor parte de la guerra, barcos españoles «neutrales» llevaron correspondencia diplomática y de la inteligencia alemana por el Atlántico y también trasladaron a tropas alemanas al norte de África. Los medios de comunicación españoles dieron al Reich un tratamiento más favorable que la prensa de cualquier otro país no beligerante. Moa afirma con indignación que en octubre de 1943 España fue víctima de una «campaña de intimidación» de Washington, llevada a cabo por el New York Times, que acusó de que «España aprovisionaba a la mussoliniana República de Salò, que la División Azul tenía orden de continuar en Rusia o que los barcos españoles llevan contrabando al Eje» (pp. 177-178). No obstante, los estadounidenses fueron correctamente informados de la naturaleza engañosa de la «neutralidad» española, ya que estaban al tanto de que barcos españoles estaban transportando materiales para las campañas bélicas alemanas y que varios miles de soldados de la División Azul, todos los cuales habían realizado un juramento de fidelidad personal a Hitler, permanecieron en Rusia incluso después de que la División fuera disuelta oficialmente en octubre de 1943. También siguió siendo estrecha la cooperación entre España y la República de Salò de Mussolini, que utilizó el espacio aéreo español y repostó en aeródromos españoles para bombardear Gibraltar, hasta el 3 de junio de 1944. Sin tener en cuenta estos hechos, Moa defiende una y otra vez que los aliados trataron mal, injusta, ingrata y perversamente («perverso», p. 209) a una España «neutral».
Moa declara que la «neutralidad» española era menos favorable al Eje que la de otros países neutrales, como Suiza y Suecia, pero dichas naciones se hallaban expuestas a una fácil invasión por parte de la Wehrmacht. Ni Suiza ni Suecia se mostraron, ni con mucho, tan políticamente favorables al Eje como sí se mostró España. Su geografía le proporcionaba una mayor independencia, algo que Franco, irreflexivamente, no logró utilizar para distanciarse de los eventuales perdedores. Sólo el número cada vez mayor de victorias militares aliadas, acompañadas de crecientes amenazas aliadas occidentales de reducir al mínimo los envíos de comida y combustible a una España vulnerable, convencieron a Franco de poner fin poco a poco y a regañadientes a sus políticas favorables al Eje. El Caudillo no comprendió nunca, a pesar de que así se recogió claramente en la declaración de Casablanca de 1943, el compromiso de los aliados occidentales para imponer una rendición incondicional a la Alemania nazi. Y tampoco deseaba una derrota del Eje. Así, incluso después de la invasión de Normandía en junio de 1944, aconsejó a los aliados que negociaran una paz con el Gobierno nazi. Franco (al igual que Pétain) no supo captar nunca la determinación del antifascismo conservador de Winston Churchill, Franklin Roosevelt y Charles de Gaulle hasta que quedó claro, aun para el observador más obtuso, que los aliados ganarían la guerra6. En ese punto, temeroso de la animosidad que sentían hacia su régimen fascista y comprometido con el Eje, decidió reinventarse como un católico conservador.
El autor desdeña como una conjura comunista, que habría conducido inevitablemente a la dominación estalinista, los esfuerzos por construir una amplia coalición democrática para derrocar a Franco en 1945. Lo cierto es que el pretendiente monárquico, Don Juan, era un oportunista sin principios cuyo hambre de poder lo llevó a negociar tanto con el Eje como con los Aliados para ocupar el lugar de Franco, pero el restablecimiento de una monarquía constitucional liberada del estigma del Eje habría puesto fin a los años de aislamiento que sufrió España después de la Segunda Guerra Mundial. Un régimen de estas características habría obtenido un acceso más fácil a los préstamos estadounidenses y probablemente habría resultado elegible para la ayuda del Plan Marshall. Moa parece pensar que las condiciones en 1945 eran similares a las que se daban en 1936 o 1939. Sin embargo, en 1945 los conservadores antifascistas habían triunfado en Europa Occidental y los monarcas holandés y noruego pudieron regresar victoriosamente a sus países desde su exilio británico. Con apoyo aliado, en España podría haberse dado una solución similar, pero Franco –por sólidas razones personales y políticas– se negó a dimitir.
Moa parece dedicarse a la difamación basada en acusaciones no fundamentadas. El autor afirma que la masacre de centenares, si no millares, de republicanos a manos de nacionalistas en 1936 en Badajoz fue «una completa invención» (p. 48) y acusa al periodista estadounidense John T. Whitaker de actuar como uno de los «agentes del Frente Popular». Se trata de una extraña acusación dado que, en el mismo año de la masacre, Whitaker fue condecorado con la Croce di Guerra fascista por sus reportajes sobre la invasión italiana de Etiopía. Moa señala que Harry Hopkins, uno de los principales asesores de Roosevelt, tenía una relación tan amistosa con Stalin que «se ha sospechado de él directamente como agente soviético» (p. 190). Una vez más, Moa hace gala de su falta de familiaridad con estudios recientes publicados en otros idiomas, ya que dos historiadores estadounidenses anticomunistas sostienen que «no contamos, sin embargo, con pruebas convincentes de que [Hopkins] fuera un traidor». Según Moa, el jefe de Hopkins, Roosevelt, era «anodino» (p. 191). Estamos ante una opinión absolutamente poco convincente sobre una persona que a los treinta y nueve años padeció la polio, lo que le costó el uso de sus piernas, y que fue elegido presidente de Estados Unidos una década después, convirtiéndose posteriormente en el único que ha logrado ser reelegido en cuatro ocasiones. Dados los juicios tendenciosos del autor, no resulta sorprendente que los penúltimos capítulos de este libro degeneren en ataques personales a celebridades políticas o de los medios de comunicación que no comparten sus ideas políticas. Un ofendido Moa confunde el principio de libertad de expresión con la obligación de tener que brindarle a él una plataforma en la radio, la televisión y los periódicos.
Moa no está siempre equivocado y acierta al criticar a nacionalistas vascos y a historiadores, como Paul Preston y Helen Graham, por su abuso de los conceptos «holocausto» y «genocidio» cuando describen el terror nacionalista. Sin embargo, el propio Moa utiliza este último término (pp. 52 y 215) para describir la persecución de prisioneros y sacerdotes por parte de los republicanos. No obstante, su noción de «genocidio» del clero no puede explicar por qué «núcleos clericales separatistas catalanes y vascos […] habían colaborado […] con el Frente Popular» (p. 263). Subraya el lamentable racismo de los nacionalistas vascos y catalanes –«la ideología peneuvista se condensaba en un racismo aún más radical y agresivo que el del separatismo catalán» (p. 67)–, pero desdeña todo análisis de las actitudes y acciones de los nacionalistas, que fueron incluso más racistas y antisemitas7.
Proliferan los juicios de doble rasero. El autor cita frecuentemente la crítica de Julián Besteiro a la influencia comunista durante el Frente Popular y las opiniones indulgentes que tenía el socialista moderado de los nacionalistas, pero olvida añadir que los vencedores recompensaron la moderación del socialista de sesenta y nueve años con una condena de treinta años de cárcel. Besteiro murió en 1940 en una cárcel espantosa y en terribles circunstancias. Moa declara que los crímenes alemanes no fueron peores que los aliados. Se pone el énfasis en las supuestas atrocidades bélicas de los aliados contra los prisioneros de guerra alemanes, pero se omite cómo los nazis dejaron morir deliberadamente de inanición a tres millones de prisioneros de guerra soviéticos. Y tampoco se contextualizan los bombardeos estratégicos aliados sobre Alemania (que provocaron aproximadamente trescientas mil muertes de civiles en comparación con las once millones de muertes de civiles y prisioneros de guerra a manos alemanas8). Los bombardeos estratégicos intentaron satisfacer a la opinión pública occidental (y a la oficial soviética) que estaba demandando un segundo frente, algo que los líderes aliados occidentales –especialmente Churchill– estaban intentando posponer hasta que Alemania se encontrara más debilitada en las batallas que estaba librando al este y al oeste de Europa. Moa vuelve a dar lecciones de moral para burlarse del presidente Harry Truman por excluir a España del Plan Marshall en 1948 y por criticar la persecución a que sometió Franco a los protestantes (cuya existencia Moa niega erróneamente)9: «El hombre de Hiroshima y Nagasaki se sentía moralmente superior al “fascista” Franco y le perjudicaba» (p. 255). Moa posee, de alguna manera, una confianza inexplicable en que Franco y sus anteriores valedores, Hitler y Mussolini, no habrían utilizado armamento atómico con incluso menos reparos que el presidente estadounidense.
Su retrato de la Iglesia católica es el de una adversaria del «totalitarismo» (p. 78), a pesar de que colaboró tanto con el régimen nacionalsocialista como con el fascista italiano y de que, por supuesto, se erigiera en un pilar del gobierno franquista. Al igual que muchos apologetas del caudillo, Moa establece un contraste muy marcado entre el fascismo y la Iglesia. Defiende anacrónicamente que, durante la Segunda Guerra Mundial, «Franco se orientaba ideológicamente más bien por una concepción católica de la vida y la política» (p. 138) y niega cualquier semejanza («no guardaba la menor relación») entre el régimen de Franco y su homólogo nazi. El «nacionalcatolicismo» era simplemente, por tanto, un «término denigratorio que intenta asociarlo con el nacionalsocialismo» (p. 81). Sin embargo, el antisemitismo del régimen de Franco constituyó un importante motivo por el cual su régimen rechazó «el poder del mal encarnado en la coalición anglosajona-soviética dirigida por los judíos»10. España fue el único Estado independiente no beligerante que organizó su propia fuerza militar –la División Azul– para luchar del lado de los alemanes. La División, afirma Moa sin contar con evidencias, fue «la unidad más humanitaria de la Segunda Guerra Mundial» (p. 157). En su intento de echar por tierra las explicaciones de que los disidentes españoles habían sido obligados a unirse a la División, Moa resalta el entusiasmo que tenían por combatir y explica que se alistaron como voluntarios por una paga diaria de sólo «7 pesetas, bastante menos que los milicianos del Frente Popular» (p. 156). Sin embargo, siete pesetas en 1941 tenían un poder de compra considerablemente mayor que el salario habitual de diez pesetas, dada la inflación existente en la zona republicana. Y, lo que es más importante, Franco apoyó al Eje hasta finales de 1944, cuando ya era segura la derrota total alemana. España pagó un alto precio por el error de cálculo y la cortedad de miras de su Caudillo.
Moa califica la ocupación nazi de Europa Occidental de «bastante civilizada» (p. 151), un juicio que habría sorprendido a los judíos franceses, belgas, holandeses, italianos y noruegos que, en un número superior a los doscientos mil, perecieron en campos de concentración y de exterminio. El autor tampoco se refiere al altísimo número de trabajadores forzosos de estos mismos países –casi seiscientos mil sólo en Francia–, muchos de los cuales consideraron su propia condición como de «esclavitud». Las autoridades de ocupación nazis favorecieron los salarios bajos en Francia para atraer mano de obra hacia Alemania y los asalariados franceses creyeron correctamente que los bajos salarios constituían el elemento esencial del plan alemán, refrendado por las autoridades de Vichy, para obligarles a trabajar bien en o para el Reich. Estas últimas requisaron el 19% de los ingresos nacionales franceses en 1940, casi el 21% en 1941 y el 36,6% en 1943, el último año en que tuvieron el control del territorio francés11. Entre junio de 1940 y julio de 1944, los alemanes ejecutaron a cuarenta mil miembros de la Resistencia francesa, la abrumadora mayoría de los cuales no eran comunistas12.
Dado su deseo de dibujar la política judía del régimen de Franco como «humanitaria», Moa subraya su rescate de judíos sefardíes. Afirma que el diplomático español Ángel Sánchez Briz no actuó sin autorización gubernamental en Budapest en 1944, una conclusión para la que no ofrece evidencia alguna y que contradice los estudios anteriores sobre el tema. Toma al pie de la letra las declaraciones del bien conocido mentiroso José Félix de Lequerica sobre la excelente trayectoria de España en su protección de las comunidades judías y Moa equipara los esfuerzos españoles para salvar judíos con los de los aliados. Se trata de una extraña equiparación ya que, aunque los aliados podrían haber hecho mayores esfuerzos, rescataron a los judíos que lograron sobrevivir por medio de su destrucción de la Alemania nazi; España, por el contrario, ayudó al Eje genocida y dejó de hacerlo únicamente cuando ya estaba clarísimo que iba a perder la guerra. De 1939 a 1943 Lequerica fue el embajador español en el París ocupado por los alemanes, donde se granjeó el sobrenombre de «ministro de la Gestapo»13. Al igual que sus jefes, echó la culpa del conflicto a la «agitación judía»14. Moa considera una «calumnia» (p. 208) afirmar que el régimen «encubría a criminales de guerra [nazis]». «La admisión de refugiados fascistas o nazis» fue supuestamente una continuación de «la misma política anterior hacia los judíos» (p. 21). Así, el autor compara a los asesinados (o a quienes potencialmente lo eran) con los asesinos. A modo de guinda, condena «la más crasa ingratitud» (p. 303) de los judíos y, especialmente, del Estado de Israel, que en 1950 votó en contra de la entrada de la España de Franco en las Naciones Unidas. Sin embargo, Moa sí señala persuasivamente que, de 1956 a 1961, las autoridades humanitarias españolas desempeñaron un importante papel al ayudar a escapar de la persecución árabe a veinticinco mil judíos marroquíes y, posteriormente, a que se establecieran en Israel y en otros países.
Según Moa, el santuario que hizo erigir Franco para sí mismo y su movimiento, el Valle de los Caídos, es «uno de los monumentos más grandiosos, armónicos e integrados en el medio que se hayan construido en el siglo XX en cualquier país». En su búsqueda por venerar al Caudillo, Moa minimiza el número y el sufrimiento de los prisioneros que construyeron el panteón. No parece estar al tanto de la literatura reciente sobre el tema, que concluye que «el gran coste del Valle de los Caídos para el país devastado por la guerra [de] más de veinte años de construcción y otros veinte años de exhumar y transportar restos de los muertos en la guerra […] demuestra que Franco situó la glorificación de su cruzada y de sí mismo por encima de las necesidades más acuciantes de su pueblo»15.
Moa parece estar de acuerdo con el «dinámico ministro de Obras Públicas [de Franco], Federico Silva Muñoz», quien escribió que el bajo nivel de corrupción del régimen «era prácticamente una excepción en la historia contemporánea de la civilización occidental» (p. 333). La declaración de Silva refleja el método de Moa de hacer historia política tradicional desde arriba, un método compartido –irónicamente– por aquellos historiadores a los que ataca de modo más vociferante. Una ojeada a una serie de historias sociales recientes, especialmente las producidas por lo que Moa considera como «la decadencia de la universidad española» (p. 315), muestra que la corrupción masiva y cotidiana fue una constante tanto en el Estado (incluidos los altos mandos militares) como en la sociedad16. El estraperlo (completamente ignorado en este libro) produjo una apatía y un cinismo gigantescos entre la población. Ya fuera como vendedores o como consumidores, casi todo el mundo desafió la economía de control estatal. Los más pobres se dedicaban a hurtos nimios en los campos, mercados, puertos y estaciones de ferrocarril. De hecho, la corrupción estaba tan extendida que desalentó a Washington de ofrecer la ayuda del Plan Marshall a España. En 1948, un funcionario estadounidense declaró a la prensa europea: «Tendríamos que tener un inspector estadounidense trabajando en cada fábrica [española] y en cada oficina gubernamental. Además, probablemente la mitad del dinero acabaría en el bolsillo de algún funcionario»17.
La interpretación españolista de la historia de que hace gala Moa exculpa a las líneas maestras económicas y políticas del régimen, especialmente la autarquía franquista posterior a la Guerra Civil, que el autor imagina «desde luego un éxito notable» (p. 325). El hambre y la lentitud de la reconstrucción se atribuyen repetidamente (en al menos tres ocasiones a lo largo del texto) a un bloqueo económico británico. Sin embargo, el bloqueo no fue nunca completo. Del mismo modo, las muertes provocadas por la inanición en 1946 se debieron a las «sanciones francesas y al clima de hostigamiento exterior al régimen» (p. 213). Reitera en varias ocasiones que el hambre en España durante los años cuarenta fue supuestamente menor que en la Alemania, la Italia o la Francia de la posguerra, pero no aporta ninguna evidencia en apoyo de esta afirmación. El racionamiento duró más tiempo en España que en la mayor parte de las naciones anteriormente beligerantes de Europa Occidental y se ha calculado que al menos doscientos mil españoles murieron de enfermedades relacionadas con el hambre entre 1939 y 194518. Difícilmente puede compararse esta cifra con las de cualesquiera gobiernos europeos occidentales posteriores a 1945. Lo cierto es que Moa se contradice a sí mismo cuando afirma que bajo el liderazgo del caudillo «el país se libraba [en los años cincuenta] de las calamidades mucho peores que padecía la mayor parte de Europa» (p. 281). Su análisis no puede explicar el rápido deterioro de la posición relativa de España durante los años cuarenta.
El turismo se expandió geométricamente en los años cuarenta y cincuenta, pero «el Estado no mostraba especial preocupación por recibir a tantos turistas provenientes casi todos de democracias liberales» (p. 286). Una afirmación así muestra un conocimiento muy limitado de la literatura más relevante. A finales de los años cuarenta, «Franco se sentía muy incómodo con la idea de fomentar el turismo […]. Fue sólo hacia finales de los años cincuenta cuando el caudillo empezó tácitamente a aceptar que los beneficios económicos eran mayores que los costes sociales»19. De hecho, la promoción del turismo del régimen marcó el comienzo del declive del antiguo régimen moral de los años cuarenta y cincuenta que Moa tanto admira. Extranjeras rubias y morenas semivestidas desafiaron con sus ropas y su sensualidad un orden católico que había multado de forma regular tanto a los padres de hijos que se bañaban desnudos como a las mujeres que se negaban a ponerse el albornoz (una especie de burkini cristiano).
Moa crea numerosos testaferros (masculinos y femeninos) y luego fácilmente los demuele. La izquierda ha ignorado supuestamente que el terror entre sus propios militantes «nacía de la propia heterogeneidad de sus proyectos revolucionarios» (p. 53). Sin embargo, cualquier persona vagamente familiarizada con la historiografía sabe que existe una copiosa literatura sobre el tema. En esa misma línea, se acusa a los historiadores de ignorar la persecución de la Iglesia (p. 79), a pesar de que se han sucedido excelentes investigaciones sobre el tema desde hace décadas. Asimismo, en varias ocasiones (pp. 367 y 379) Moa acusa falsamente a los estudiosos de olvidarse de analizar la evolución de la alienación de la Iglesia respecto del régimen y su progresiva asunción de posiciones democristianas20.
Moa acusa a Jacques Maritain, un democristiano pionero, de difundir «la propaganda del Frente Popular» porque escribió en 1937 que «es un sacrilegio horrible masacrar a sacerdotes –aunque fueran fascistas, son ministros de Cristo–por odio a la religión; y es un sacrilegio igualmente horrible masacrar a los pobres –aunque fueran marxistas, son cuerpo de Cristo– en nombre de la religión» (p. 372). La declaración de Maritain no demostraba su aceptación de la propaganda del Frente Popular, ya que este último intentó negar sin éxito los informes de matanzas masivas de sacerdotes; por el contrario, el filósofo francés condenó claramente los asesinatos. El objetivo de Maritain, que lo enfrentó a muchas otras personas de su Iglesia, era disociar sin ningún tipo de ambigüedad el catolicismo romano del fascismo, que, en su opinión, tenía las mismas raíces profanas que el comunismo. Hubieron de pasar décadas antes de que la Iglesia reparara en la sabiduría del francés sobre este tema. En vez de reconocer la clarividencia de Maritain, Moa le culpa de alentar «conceptos paramarxistas» que dieron lugar a «el comienzo de la definitiva bancarrota religiosa» (p. 375). Moa no se plantea si un refrendo continuo del régimen de Franco, que se hallaba orgullosamente enraizado en la época fascista, habría infligido un daño aún mayor a la Iglesia21. El autor critica la apología de la Iglesia española de 1971: «Pedimos perdón porque nosotros no supimos a su tiempo ser verdaderos ministros de reconciliación en el seno de nuestro pueblo, dividido por una guerra entre hermanos» (p. 368). Moa se muestra hostil a esta razonable afirmación de pesar democristiano, que despacha como un «desvarío moral e intelectual».
Su capítulo sobre los años sesenta revela un entendimiento distorsionado y sobrepolitizado de esa década que difícilmente mostró una oposición universal, tal como él defiende, al «sistema capitalista» (p. 339). De hecho, hubo una poderosa corriente de iniciativas empresariales entre aquellas personas que los estadounidenses bautizaron como «capitalistas a la última» (hip capitalists)22. Las huelgas de los estudiantes y obreros franceses no «empujaron a Francia al borde de una revolución real» (p. 352), sino que fueron más bien el reflejo de una más significativa revolución cultural a largo plazo en Europa Occidental y Norteamérica. Moa mete en el mismo saco a hippies, marxistas y pacifistas organizados, cuyas agendas eran enormemente diferentes. La reaccionaria caricatura que hace el autor de los años sesenta pone el énfasis en cómo se extendieron el consumo de drogas, la promiscuidad sexual, el hedonismo y el terrorismo en esa década. Deja de lado la reinstauración del capitalismo a pequeña escala, el antirracismo, el fomento de la tolerancia y la creatividad artística.
Su perspectiva atribuye los fracasos españoles a toda una pléyade de enemigos antiespañoles y no puede explicar convincentemente, por tanto, la decadencia y el retraso españoles cuando se compara el país con las principales potencias europeas. Ridiculiza, por consiguiente, los deseos de Manuel Añaza y José Ortega y Gasset de «europeizar» España (pp. 65, 239 y 319). Para Moa, los malvados extranjeros fueron los responsables del declive español: «La pérdida de la América Hispana se debió en gran medido a intrigas y apoyo militar inglés» (p. 173). Admite honestamente que la decadencia de España después de sus épocas de gloria en los siglos XVI y XVII «no es fácil de explicar» (p. 243), pero no comprende por qué su propio análisis no puede explicarlo. En el período posterior a la independencia, sostiene que América Latina rechazó imprudentemente «la herencia hispana» e intentó «emular el ejemplo, las instituciones e ideas de Usa o de Francia, de ello había resultado una historia de violentas convulsiones y corrupción casi permanentes, en contraste con los pacíficos y ordenados tres siglos anteriores» (p. 295). Según la fantasía de Moa, si América Central y Sudamérica hubieran permanecido fieles a su herencia cultural y religiosa ibérica y no hubieran seguido el camino de la «hispanofobia» inducida por otros países, el desarrollo de Latinoamérica se habría producido con éxito.
En este texto de medio millar de páginas, Moa plantea una serie de puntos válidos en relación con el déficit democrático de la izquierda durante la Segunda República, la relativa tolerancia del régimen de Franco en comparación con la mayoría de Estados comunistas y su capacidad (a menudo involuntaria) para crear las condiciones que acabarían dando lugar a la democracia. Sin embargo, recicla muchos de estos argumentos a partir de otros historiadores y de sus anteriores libros. Habría sido aconsejable que su editorial le proporcionara un editor, que podría haber dado a este libro una organización más lógica, haber eliminado las frecuentes repeticiones de una misma idea y haber reducido las referencias autopromocionales a sus obras anteriores y sus blogs en Internet (he contado cincuenta anuncios de sí mismo en el texto y en las notas).
Este volumen no contiene ninguna nueva contribución a la historiografía, a excepción de su problemática recuperación de la tradición que ve a España como una víctima inocente de los antiespañolistas e «hispanófobos». El énfasis del autor en la victimización conecta con una corriente popular en la cultura occidental contemporánea. Al mismo tiempo, reacciona contra la autoflagelación occidental, y especialmente la española, y se propone reconstruir a Franco como un héroe que superó todos los obstáculos. En su último ensayo, Moa deja clara su pretensión de ser reconocido como un historiador. No seré yo quien vaya a negarle su codiciado estatus, pero sus arquetipos de víctima (España) y su redentor (Franco) lo sitúan en compañía de los novelistas históricos melodramáticos y no de los historiadores innovadores.
Michael Seidman es catedrático de Historia en la Universidad de Carolina del Norte. Sus últimos libros son La victoria nacional. La eficacia contrarrevolucionaria en la Guerra Civil (Madrid, Alianza, 2012) y Los obreros contra el trabajo. Barcelona y París contra el Frente Popular (Logroño, Pepitas de calabaza, 2014).
CCURIOSO 17.50 y 52: Totalmente de acuerdo.
lead dice:
8 noviembre, 2012 a las 22:18
[Depuración extrajudicial en Francia, inmediatamente después de la 2ª Guerra Mundial: ¿dijo algo Maritain?]
.
Dice hoy Moa:
{los muertos por el terror de los nacionales durante la guerra ascendieron a unos 70.000, según los cálculos más solventes de Martín Rubio:(…) Lo mismo vale para el terror del Frente Popular (unas 60.000 víctimas, más proporcionalmente que sus contrarios, al haberse ejercido sobre un territorio menor)}
Esas cifras son del mismo orden a las de la “depuración extrajudicial” (épuration extrajudiciaire”) que practicaron tras la liberación de Francia en Agosto 1944 los comunistas franceses (los verdaderos grandes colaboracionistas con los nazis, desde Agosto 1939 –fecha de la firma del Pacto Hitler-Stalin, al que se adhirió el Partido Comunista Francés– a Junio 1941, fecha de la invasión nazi de la URSS); así, la venganza contra los supuestos colaboracionistas, es decir, contra uno de los dos bandos de esta guerra civil francesa dentro de la Guerra Mundial produjo de 30.000 a 40.000 víctimas:
{L’un des plus grands travaux historiques sur la question de l’épuration est une somme écrite en dix ans (1966-1975) par Robert Aron. Son Histoire de l’épuration comporte trois tomes. Toutefois, Aron fut accusé de tirer vers le haut les chiffres des deux enquêtes sur l’épuration extrajudiciaire réalisées en 1948 et 1952, par les services de gendarmerie et les Renseignements généraux, pour le ministère de l’intérieur. Il établit, en comparant les statistiques des divers services gouvernementaux, une fourchette de 30 000 à 40 000 victimes.}
http://fr.wikipedia.org/wiki/%C3%89puration_%C3%A0_la_Lib%C3%A9ration_en_France
No me consta que Maritain, tan exquisito respecto de las víctimas españolas, dijera nada al respecto de las víctimas francesas ocasionadas por la venganza de los comunistas franceses –colaboracionistas con los alemanes de 1939 a 1941, NO SE OLVIDE ESTO NUNCA– erigidos en “vengadores” de la “democracia” francesa victoriosa (gracias al esfuerzo y los muertos de los restantes aliados en el frente occidental, americanos y británicos sobre todo).
lead dice:
8 noviembre, 2012 a las 22:18
[Depuración extrajudicial en Francia, inmediatamente después de la 2ª Guerra Mundial: ¿dijo algo Maritain?]
.
Dice hoy Moa:
{los muertos por el terror de los nacionales durante la guerra ascendieron a unos 70.000, según los cálculos más solventes de Martín Rubio:(…) Lo mismo vale para el terror del Frente Popular (unas 60.000 víctimas, más proporcionalmente que sus contrarios, al haberse ejercido sobre un territorio menor)}
Esas cifras son del mismo orden a las de la “depuración extrajudicial” (épuration extrajudiciaire”) que practicaron tras la liberación de Francia en Agosto 1944 los comunistas franceses (los verdaderos grandes colaboracionistas con los nazis, desde Agosto 1939 –fecha de la firma del Pacto Hitler-Stalin, al que se adhirió el Partido Comunista Francés– a Junio 1941, fecha de la invasión nazi de la URSS); así, la venganza contra los supuestos colaboracionistas, es decir, contra uno de los dos bandos de esta guerra civil francesa dentro de la Guerra Mundial produjo de 30.000 a 40.000 víctimas:
{L’un des plus grands travaux historiques sur la question de l’épuration est une somme écrite en dix ans (1966-1975) par Robert Aron. Son Histoire de l’épuration comporte trois tomes. Toutefois, Aron fut accusé de tirer vers le haut les chiffres des deux enquêtes sur l’épuration extrajudiciaire réalisées en 1948 et 1952, par les services de gendarmerie et les Renseignements généraux, pour le ministère de l’intérieur. Il établit, en comparant les statistiques des divers services gouvernementaux, une fourchette de 30 000 à 40 000 victimes.}
http://fr.wikipedia.org/wiki/%C3%89puration_%C3%A0_la_Lib%C3%A9ration_en_France
No me consta que Maritain, tan exquisito respecto de las víctimas españolas, dijera nada al respecto de las víctimas francesas ocasionadas por la venganza de los comunistas franceses –colaboracionistas con los alemanes de 1939 a 1941, NO SE OLVIDE ESTO NUNCA– erigidos en “vengadores” de la “democracia” francesa victoriosa (gracias al esfuerzo y los muertos de los restantes aliados en el frente occidental, americanos y británicos sobre todo).
”El autor omite señalar que no fue hasta después de la revuelta militar del 18 de julio cuando el Gobierno republicano decidió armar a los revolucionarios” Y? Un gobierno que se dice desgañitándose, y a los cuatro vientos, que es legítimo y democrático no tiene que armar a sindicatos revolucionarios nunca, ni antes ni después de nada. Es que parece que por lo que dice este señor -Seidman- es más legítimo hacerlo después del 18 de julio que antes. ¿ Cuándo quería este buen señor que los revolucionarios fueran armados, antes del 18 de julio? Pues no es ninguna tontería el tema, porque precisamente los revolucionarios querían eso, y de ahí que tras el asesinato de Calvo Sotelo, sabiendo lo que provocaban, le dijeran al gobierno que ellos estaban con el gobierno para lo que fuera y a su entera disposición, y cuando se tuvieron las primeras noticias del alzamiento en Melilla, los socialistas fueron a visitar a Casares con esa exigencia, no encontrándole e insistiendo en la mañana siguiente, cuando nadie pensaba en guerras civiles de grandes proporciones, sino en un enfrentamiento corto y victorioso con la contrarrevolución enfrente, que ya salía por fin. Y precisamente entre el 13 y el 18 de julio, los revolucionarios vivían en un frenesí con visitas diarias al partido y al sindicato en el que los aleccionaban acerca de la exigencia de armas al gobierno civil de turno en cuanto se tuvieran noticias de sublevación “fascista” -lo saco de testimonios de testimonios de 3 días de julio de Luis Romero-.
Y aunque en la tensión del momento pudiera haber algo -solo algo- de motivación en el avance que tomaba la sublevación por Castilla la Vieja, etc…, la razón fundamental para entregar armas a quienes las iban a entregar no era otra que la de tratar de congraciarse con ellos, hacerse perdonar el pecado de haber estado uno de ellos, uno de los republicanos burgueses, intentando pactar con los sublevados. Lo único que el 19 de julio podía hacer que se les “perdonara” tal cosa era entregarles armas, para hacer la revolución, el grueso que quedaba de la misma, y a cambio quedar como gobierno títere de dicha revolución.
En fin, paciencia, D. Pío. Y que no decaiga el ánimo. La virtud de este crítico es, como usted bien señala, el haber roto el cordón sanitario del silencio, el desprecio de no comentar sus obras. El que este hombre se haya tomado la molestia de hacerlo es signo de cierta honradez profesional en él (tal vez sea debido a un sentimiento de venganza por sus malas recensiones a libros suyos; pero no pensemos del todo mal), aunque la honradez ciertamente no suponga ni competencia ni conocimiento.
Lead:
En mi opinión el terror blanco o nacional no debió superar los 50.000-60.000, pues tengo en cuenta para ello también el estudio de Salas Larrazábal y el hecho de los más que probables 10-12.000 fusilados en la posguerra. Y en esa cifra global de 50-60.000 habría de todo, inocentes y criminales. El terror rojo no creo que se quedara en 60.000 porque esa cifra prácticamente se puede decir que te la garantiza la Causa General. Pero es que hay gente que fue asesinada por el terror rojo que no están en la Causa General -sin ir más lejos en mi familia-. Un simple ejemplo: ¿crees que los que puedan aparecer en la poza-mina de Camuñas están todos en la Causa General? Yo no lo creo. Y luego está el terror entre las izquierdas. El terror rojo supera sin dudas los 70.000 y no descarto cifras más elevadas.
Y por supuesto, el terror rojo era siempre casi en su totalidad de inocentes.
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” Besteiro murió en 1940 en una cárcel espantosa y en terribles circunstancias. ”
Toda la mala fe de este autor, Seidman, queda para mi condensada en esta simple frase. Besteiro murió en una cárcel como las que había, y en las circunstancias de estar enfermo, simplemente. Y precisamente porque murió en el año 40, al siguiente de acabar la guerra, no pudo cogerle ninguna de las conmutaciones de penas de las que este imbécil ni quiere saber, y que con toda seguridad a Besteiro le hubieran alcanzado.
¡¡Camarada Mescalero!!¡Qué alegría volver a verlo!¿No estaba usted en el exilio?
Don Pío, a mí se me ha hecho corta la réplica. Estoy esperando para poder comprarme Los Mitos del Franquismo, pero la situación es la que es, puede que hasta Septiembre no pueda leerlo. Apostaría a que si este hombre hubiese leído su libro, o cualquier otro, sin esa mentalidad sectaria (propia de individuos como el camarada Mescalero), se daría cuenta que muchas de esas “críticas” que hace de hechos básicos son infundadas. En cuanto a la censura que le hacen, ¿cree que acabarán publicando su réplica en unos días?
Estoy con Vd. D. Pío y espero que el director de la revista, el sr. Delgado recapacite y publique su respuesta a Seidman. Si no lo hace quedará como un tarugo obediente. Principio requiere todo.
Celia Gámez, Antonio Garisa y “SAZA”
Fragmento de la película dirigida por Eugenio Martín en el año 1969 protagonizada por Rocío Dúrcal “LAS LEANDRAS”, donde Celia Gámez acompañada por Antonio Garisa y José Sazatornil “SAZA” interpretan…
https://www.youtube.com/watch?v=b12FE9xGpJM
Ramosov,
Me alegra que haya signos externos del cristianismo en Rusia. Para mí no es tan sencillo curar las heridas del comunismo, requiere mucho tiempo, paciencia, medios. Desde luego prefiero que se intente unir a las personas, no en el dinero que es imposible, si no en el trabajo, en objetivos.
Por amigos rumanos que tengo, lo de las 2 horas de pié en una ceremonia religiosa, es un acto heróico, demasiado para mí lo reconozco.
Catlo y otros,
España se queda sola, dice la copla. Emulando a Moa, “Camaradas! nos quedamos sin patria!. Espero y deseo equivocarme.
Hay tanta gente que quiere salvarnos de esto, de aquello, de lo de mas allá, que me malicio que lo que quieren es oprimirnos,esclavizarnos. Pongamos nuestra confianza en El..
A este respecto me pregunto por qué la preciosa filacteria con la leyenda “UNA, GRANDE, LIBRE”,les molesta a los políticos. ¿No desean tales cosas para su nación?
[Harry Hopkins, agente de Stalin en la Casa Blanca]
En efecto, sigue la controversia en los EE.UU. respecto a la infiltración comunista en las Administraciones Roosevelt y Truman, con Harry Hopkins como uno de esos simpatizantes comunistas que ejercieron, de hecho, de agentes de Stalin. La historiadora Diana West ha publicado “American Betrayal/ Traición Americana, el secreto asalto al carácter de nuestra nación” sobre la ya larga traición, dice ella, de los EE.UU. a la causa de la civilización occidental, incluyendo en esa traición el haberse rendido en los años 1930s y parte de los posteriores a los encantos del socialismo –versión comunista– y de un supuesto gobernante socialista benevolente: Iosif Stalin. Ronald Radosh. el de “Spain Betrayed/España traicionada” (sobre el intento de Stalin de convertir a la España frentepopulista de la Guerra Civil en un futuro satélite soviético), arremete contra Diana West, tildándola de “ideóloga” y negándole la condición de historiadora, como sí lo es, dice, un Anthony Beevor:
https://en.wikipedia.org/wiki/Diana_West#American_Betrayal
Con Radosh se alinean los “liberals”/progres estadounidenses, como David Horowitz, editor de “Frontpage” –sitio Web donde apareció inicialmente una crítica positiva del trabajo de la West y que, por presión de Radosh, Horowitz eliminó– y con la West, los “conservadores”, como el antiguo disidente soviético Vladimir Bukovsky (el de “Soviet Story”) o los medios conservadores:
http://www.andrewbostom.org/blog/2013/09/28/great-soviet-dissident-vladimir-bukovsky-extols-diana-wests-american-betrayal-excoriates-radoshhorowitz-et-al/
En mi opinión, calificar la respuesta pretendida por Moa de “demasiado en caliente” indicaría la sugerencia de que fuera corregida por el mismo Moa después de “meditarse” dejando pasar un tiempo. Al editor le parece “dura” la réplica porque está más en la línea de Seidman, desde luego. Especialmente nauseabundo es el tratamiento que le merece la Iglesia Católica.
[Harry Hopkins, agente de Stalin en la Casa Blanca](II)
La polémica en los EE.UU. sobre este asunto (dentro de la viejísima polémica “liberals”–progres vs conservadores) es de tono subido; así, frente a las inelegantes descalificaciones de Radosh, vemos esta defensa del trabajo de Diana West:
http://www.cnsnews.com/commentary/m-stanton-evans/defense-diana-west
o esta otra:
http://www.andrewbostom.org/blog/2013/08/14/an-unambiguous-example-of-harry-hopkinss-pro-soviet-perfidy-revealed/
Narabanc:
Lo de los signos externos de cristianismo en Rusia es quedarse cortos. Es una avalancha popular de sincero sentimiento religioso entremezclado de patriotismo y de tradición que sienten como “que les cortaron” hace un siglo. Es como si quisieran recuperar el tiempo perdido en las 3 generaciones de régimen comunista recordando las enseñanzas de sus abuelas y bisabuelas. Es difícil de explicar: la gente cuyos padres eran comunistas llevan colgados al cuello masivamente cruces y medallas. Cualquier persona anciana está sacando íconos religiosos, de la virgen con el niño Jesús que tuvo escondidos su abuela y los está poniendo en la pared. Muchos que eran comunistas están yendo a las iglesias y poniendo velas por sus familiares vivos y por sus muertos, cosa que se hace en diferentes sitios. Las iglesias se han quedado pequeñas, no cabe la gente, y desde luego si fueran las celebraciones sentados como aquí no cabrían. Las misas de los domingos son celebraciones en las que la gente no cabe y está fuera gran parte de los feligreses, y dentro están todos apretujados, hombres y mujeres, con gran proporción de hombres, mucho mayor que en España. Los símbolos religiosos están puestos hasta en los transportes públicos, entremezclados, eso sí con símbolos patrióticos.
[Harry Hopkins, agente de Stalin en la Casa Blanca](III)
Un ejemplo de aquel debate entre procomunistas y los que se oponían al comunismo en USA fue la relación de Elian Kazan y Arthur Miller (con Marilyn Monroe más o menos en medio); Elia Kazan testificó ante el Comité de Actividades Antiamericanas dando nombres de conocidos actores y personas del cine estadounidense que eran comunistas o colaboradores (cuando el comunismo, recordémoslo, había declarado a EE.UU. el gran enemigo a derrotar como fuera); a continuación, escribió y filmó “On the waterfront/La Ley del Silencio” para justificar la delación en casos límites (en “La Ley…”, de los mafiosos que se habían adueñado violentamente de los muelles del puerto). Su amigo íntimo hasta entonces, el dramaturgo Arthur Miller (otro que, por confesión propia, se dejó seducir por el impacto de la Guerra Civil española de “unos militares fascistas contra una República democrática”) escribió entonces “Las brujas de Salem”, para describir lo que, según él, era una indigna “caza de brujas” contra gentes inteligentes y buenas (pero colaboradores del comunismo internacional, cosa que él no podía negarlo; otra cosa es que dicho comunismo le pareciese a él, como a Harry Hopokins o a Eleanor Roosevelt, la prima y esposa de FDR, una ideología benéfica para la redención de l Humanidad).
doiraje: Afirmar que haber presenciado en la infancia a los padres haciendo el amor es un factor muy importante psicopatogénico tiene al menos la ventaja, al contrario que tantas otras afirmaciones psicoanalíticas, de ser en teoría empíricamente falsable, que diría Popper. Dices que esa observación es particularmente patológica hacia los seis años, precisando aún más.
Y creo que no hay la menor evidencia de tal cosa. La separación del dormotorio paterno de los niños es bien reciente en la historia, salvo en las clases aristocráticas y más tarde en las clases medias, mientras que la inmensa mayoría de la humanidad ha crecido compartiendo el lecho, o al menos con separaciones físicamente mínimas, como una Cortina o un tabique endeble, con los padres y seguramente atisbando o escuchando los movimientos y sonidos del coito. No hay la menor evidencia de que ello haya traumatizado a una gran prte de la humanidad. Otra cosa es que los niños, atisbando algo, luego, si carecen de información o de libertad para comentarlo, puedan construir fantasias sobre lo que han visto. Fantasías que serán tanto más “sádicas” o “violentas” cuanto más violentos sean los padres entre ellos o con los hijos. Pero sera esa violencia en las relaciones y no la Escena primal, el factor patógeno. Es difícil saber cuanto de congénito tenía la epilepsia de Dostoievski, pero es fácil comprender que la violencia de su padre la aumentase y que lo que vió en aquel coito le desencadenase un ataque. Porque es altamente probable que lo que viese no fuse un coito amoroso sino un ataque brutal sexual del padre a la madre.
Lo que traumatizará a algunos niños no sera la Escena primal como tal, sino la Violencia real de esa escena en algunos casos.
Con esto no estoy diciendo que sea especialmente sano que los padres hagan el amor delante de sus hijos, para nada, simplemente que si a veces un niño los sorprende o los oye, eso no tiene por qué ser un trauma.
Y, volviendo al hombre de los lobos: su padre y una hermana se suicidaron lo que sugiere unas relaciones familiars muy destructives en su infancia y juventud. Pero de todo ello poco o nada investiga Freud, y esa es la crítica fundamental,que oculta y desdeña lo verdaderamente importante en la vida de los niños para realzar una infancia imaginaria basada en sus estrafalarios postulados teóricos.
No, no comparto tu admiración por Freud, que solo de tarde en tarde toca la realidad, como es inevitable que haga cualquier teórico, pero tergiversando, minimizando, obliterando, desviando las cuestiones reales para perderse en un sinfín de vericuetos especulativos nacidos de su magín.
El complejo de Edipo, que ni siquiera refleja correctamente lo sucedido en el mito de Edipo originario, el complejo de castración, las fases oral, anal y genital, la libido y el instinto de muerte, el principio del placer y el de la realidad, el supego, ego y el id, el significado de los sueños, la asociación libre como método de investigación y como terapia son las principals aportaciones de Freud que, o enuncian banalidades, o simplemente son falsas y gratuitas.
lead David Horowitz no es un “liberal”, sino un ex-izquierdista que lleva ya varias décadas siendo uno de los intelectuales conservadores Americanos más duros con los “liberals”(izquierdistas)
https://en.wikipedia.org/wiki/David_Horowitz
doiraje: el bueno del hombre lobo padecía una depression, en la jerga actual, con rasgos obsesivos también. Pero no era nada como insinúa el título de Freud relacionado con la licantropía: !El Hombre Lobo!
Otra cosa: el mito de Freud como heroe solitario de la Cultura marginado por sus coétaneos, escandalizados, se dice, por sus revolucionarios descubrimientos, es desmontado, por ejemplo, en el libro de Frank Sullloway “Freud, biólogo de la mente”.
Ni tanto escándalo, ni tanto rechazo, ni tanta sorpresa hubo en los ambientes culturales vieneses ante los escritos de Freud.
Todo eso lo fabric más bien el propio Freud, excelente propagandista de sí mismo, en eso sí brillaba su talent, y sus seguidores.
jaquejaque @22:39
De acuerdo; pero no le ha hecho un favor a la conservadora Diana West (ni a los lectores conservadores del sitio Web) cediendo a las presiones de Ronald Radosh para eliminar del Website “Frontpage” la reacción positiva al libro de la West
American Betrayal: The Secret Assault on Our Nation’s Character
(Traición Americana: El asalto secreto al carácter de nuestra nación”)
doiraje: por empezar por una pequeña esquinita concreta: Tomemos dos tesis de freud: Una dice que los sueños son expresiones de deseos eróticos. Otra dice que la naturaleza infantil, hasta que se crea el supego, la fuente de la moral, basada por cierto en el temor, para Freud, en la etapa del complejo de Edipo hacia los cinco años de edad, tendría que estar gobernada por los instintos básicos, que para Freud son el erótico/sexual y el de agresividad . Además, según él, en los sueños disminuye la fuerza de la represion, ejercida por el ego y el superego, por lo que los sueños, y aún más los sueños infantiles por esa doble ausencia de superego , serían expresiones del id, es decir de una sexualidad o/y agresividad desenfrenadas.
Y , sin embargo, si leemos los ejemplos de los poquísimos sueños infantiles que Freud recoge en algunas de sus obras (creo que en La Interpretación de los sueños) encontramos sueños que no encajan para nada con ese mundo de sexualidad y aggression que se deduce de sus premisas.
Otro libro excelente que desmonta la vision freudiana de la infancia es “En qué se equivocó Freud” http://www.libreriapaidos.com/9788425415326/EN+QUE+SE+EQUIVOCO+FREUD/
Parece que a Radosh, que también procede del Comunismo USA y que se desilusionó de tal ideología yéndose, poco a poco, al campo conservador (aunque también publica en algunas revistas “liberals”), le ha dado un ataque de “celos historiográficos” con eso del “Betrayal“: Bukovsky (cuyo anti-sovietismo es feroz) no perdona el ataque a Diana West y ha despellejado (Excoriate) a Radosh y Horowitz por ello.
La respuesta a Seidman podía haber sido, en efecto, bastante más larga, porque casi cada frase que escribe es un disparate.. Supongo que vendría algo escocido por los comentarios que hice a su libro sobre la guerra civil
lead: aquí puede leer la replica de Horowitz a las invectivas de Diana West, que, burla, burlando, me parece que ha escrito un libro que suena como un equivalente del Moa más extremo, trasladado a la cuestión de si América en la segunda Guerra mundial,era de facto un poder ocupado y TODA su política dictada por la multitude de agentes comunistas que pululaban por Washington.
http://www.frontpagemag.com/fpm/203390/diana-west-invents-new-conspiracy-david-horowitz
jaquejaque @23:27
Del artículo de Horowitz que enlazas:
{ There are a lot of facts in West’s book with which neither Radosh nor I have any quarrel. These pertain to the large numbers of Soviet sympathizers, and significant numbers of Soviet agents in Washington and Hollywood that West writes about. Our quarrel is with the unwarranted conclusion she draws from this, which is that American policy in World War II was run by the Kremlin. }
[ Hay muchos hechos en el libro de West sobre los que ni Radosh ni yo tenemos ninguna objeción. Estos corresponden al gran número de simpatizantes soviéticos y al significativo número de agentes soviéticos en Washington y en Hollywood de los que West escribe. Nuestra disputa está con la injustificada conclusión que ella extrae de esto que es que la política estadounidense durante la II Guerra Mundial estaba dirigida por el Kremlin]
¿Unwarranted/Injustificada?: Muchos de los hechos de la guerra en Europa parece darle la razón a la West:
212
lead dijo el día 14 de Mayo de 2009 a las 20:22:
[El Presidente Roosevelt, "tonto útil" de Stalin]
Sherme, dices en #207:
Pero, en contra, la administración americana estaba penetrada por agentes rusos, e idiotas colaboracionistas, hasta casi el mismísimo vicepresidente useño.
Lo correcto es decir:”…hasta el mismísimo Presidente useño”.
El primer idiota colaboracionista fue el mismísimo Presidente Roosevelt (y su mujer y prima Eleanor), que entregó a Stalin por nada media Europa, como recordába yo hace poco en el blog:
88
lead dijo el día 24 de Abril de 2009 a las 16:43:
[Roosevelt, "tonto útil" de Stalin]
ArrowEco #76
Dice Fernando Díaz Villanueva, en el artículo que nos enlaza IdeA, en el hilo anterior:
¿Por qué se permitió esto?, ¿Ni Roosevelt ni Churchill hicieron nada para impedir que Polonia cayese en manos del comunismo? Roosevelt no sólo no hizo nada, sino que contribuyó poderosamente a que Stalin se hiciese con Polonia y con toda la Europa oriental con excepción de Grecia, que se salvó para la democracia gracias a una guerra civil en la que los británicos participaron activamente. Durante el momento decisivo, el final de la guerra, Churchill predicó en el desierto y sus augurios fueron desoídos a un lado y otro del Atlántico.
La traición se consumó en dos movimientos. El primero con motivo de la invasión americana del continente tras el desembarco de Normandía. Las tropas de Eisenhower avanzaron con lentitud desesperante. Tal morosidad dio ventaja a los agentes soviéticos de la Casa Blanca, que consiguieron que Roosevelt se persuadiera de la “bondad” de Stalin. Alguno de estos submarinos del Kremlin llegó a ser honrado con la Orden de Lenin. Esta inacción permitió al Ejército Rojo avanzar hasta el Elba y llegar a ciudades tan occidentales como Viena. En el momento de la rendición alemana las fichas estaban sobre el tablero, y la cruda realidad era que Stalin disponía de soldados en la mitad de Europa.
http://www.juandemariana.org/comentario/503/poloni…
97
lead dijo el día 24 de Abril de 2009 a las 17:10:
[Roosevelt, "tonto útil" de Stalin]
ArrowEco #76 y #89
IdeA en su #194 del 9 Marzo 2009 nos trae la siguiente cita del historiador Paul Johnson, recogida por Otero Novas:
Roosevelt sentía admiración por Stalin; en 1942 le dice a Churchill, hablando de Stalin “ Creo que si le doy todo lo que esté a mi alcance y no le pido nada a cambio no intentará anexar nada y trabajará conmigo para crear un mundo de democracia y paz”, lo cual significa que mentía o estaba tan infiltrado su gobierno y entorno que no se enteraba de nada de lo que venía ocurriendo en Rusia. Su poderosa mujer, Eleonor, estaba rodeada de comunistas. En la conferencia de Teherán de nov. de 1943, el jefe de Estado Mayor britanico, A. Brooke, dice que “Stalin se metió a Roosevelt en el bolsillo”. Claro que el propio Churchill, en 1935, alabó “el coraje, la perseverancia y la enrgía vital” de Hitler; en 1927 calificó a Mussolini como “encarnación del genio italiano” y en 1937 alabó su “valentía, inteligencia, sangre fría y perseverancia” (“El retorno de los césares”, de Otero Novas citando a Paul Johnson, Roy Junkins, John Lucacks, B. Haffner).
213
ShinBeth dijo el día 14 de Mayo de 2009 a las 20:27:
lead
No te olvides de una de las figuras mas siniestras de toda la adminitracion Roosevelt:
Harry Hopkins
http://en.wikipedia.org/wiki/Harry_Hopkins
216
egarense dijo el día 14 de Mayo de 2009 a las 20:37:
#213 ShinBeth…
http://www.neoliberalismo.com/venona.htm
Acerca de los esposos Rosenberg, que (además de Klaus Fuchs) pasaron secretos nucleares a los soviéticos, recordé ayer mi post de hace unos meses:
106
lead dijo el día 14 de Mayo de 2009 a las 01:00:
[Espionaje soviético en los EEUU: los Rosenberg]
El pasado 4 Noviembre 2008 puse varios posts en el blog de Luis del Pino sobre la infiltación soviética en los EEUU de los años 30 y los 40, con la complacencia de altos funcionarios de la Administración Roosevelt, así como del propio matrimonio presidencial, Franklin y Eleanor Rooosevelt. Pinchando en el enlace a continuación, se pueden leer los restantes posts del 3 y 4 Noviembre sobre este asunto y conexos:
http://blogs.libertaddigital.com/enigmas-del-11-m/sonoluminiscencia-4025/2.html#com750957
[Los Rosenberg]
olasarep #88:
Los esposos Rosenberg eran judíos norteamericanos y comunistas, con simpatía por la URSS, lo que era común en los círculos intelectuales y de opinión occidentales, como he señalado anteriormente.
La información que pasaron los Rosenberg a los soviéticos era vital para conseguir diseñar una bomba nuclear: se trataba de la librería de secciones eficaces del uranio 235 y de otros materiales (los absorbentes de neutrones, por ejemplo), conseguidas con mucho trabajo de laboratorio, y sin las cuales es imposible diseñar ni un modesto reactor nuclear de investigación, no digamos una bomba nuclear (llamada impropiamente “atómica” entonces).
Posteriormente se ha intentado exculpar a los Rosenberg, achacando la condena a muerte a la “histeria anticomunista americana” (es de chiste: te declaran la Guerra Fría, te dicen que eres el enemigo al que hay que aniquilar..y te acusan de histeria).
Jruschev, años después, rindió tributo a los Rosenberg como colaboradores necesarios para que la URSS equilibrara el poder nuclear de las “potencias capitalistas”. Es decir, confesión de parte.
En los 72 años de la URSS, en ella no se originó ninguna de las tecnologías que han revolucionado el siglo XX (la energía nuclear, la televisión, la electrónica de estado sólido- v gr, el transistor-, los ordenadores, grandes y pequeños, Internet, los nuevos tejidos, los cermets o materiales cerámicos, etc.). Antes de la Revolución de 1917, la Ciencia rusa contó con algunos de los mejores científicos del mundo. Después de 1917, los científicos tenían que producir ciencia marxista (como Lisenko) o que no contradijera los postulados de Marx según lo juzgaran las autoridades soviéticas, es decir, la Inquisición.
Al final, la URSS cayó porque no pudo seguir el paso del desarrollo económico y tecnológico occidental; la última vuelta de tuerca la dio Reagan con los láseres de alta potencia para el escudo antimisiles.
Enviado por lead el día 4 de Noviembre de 2008 a las 02:08 (#91)
jaquejaque: mi comentario @23:45, con más madera sobre el entreguismo a Stalin de Roosevelt y su Administración (trufada de agentes soviéticos o de “dupes” o de “idiotas/tontos útiles”) está en “moderation”; tarde o temorano se l¡berará el comentario.
jaquejaque
Avanzo éste:
97lead dijo el día 24 de Abril de 2009 a las 17:10:[Roosevelt, "tonto útil" de Stalin]ArrowEco #76 y #89IdeA en su #194 del 9 Marzo 2009 nos trae la siguiente cita del historiador Paul Johnson, recogida por Otero Novas:Roosevelt sentía admiración por Stalin; en 1942 le dice a Churchill, hablando de Stalin “ Creo que si le doy todo lo que esté a mi alcance y no le pido nada a cambio no intentará anexar nada y trabajará conmigo para crear un mundo de democracia y paz”, lo cual significa que mentía o estaba tan infiltrado su gobierno y entorno que no se enteraba de nada de lo que venía ocurriendo en Rusia. Su poderosa mujer, Eleonor, estaba rodeada de comunistas. En la conferencia de Teherán de nov. de 1943, el jefe de Estado Mayor britanico, A. Brooke, dice que “Stalin se metió a Roosevelt en el bolsillo”. Claro que el propio Churchill, en 1935, alabó “el coraje, la perseverancia y la enrgía vital” de Hitler; en 1927 calificó a Mussolini como “encarnación del genio italiano” y en 1937 alabó su “valentía, inteligencia, sangre fría y perseverancia” (“El retorno de los césares”, de Otero Novas citando a Paul Johnson, Roy Junkins, John Lucacks, B. Haffner).
[Los Rosenberg, sobre los que escribió Radosh reconociendo éste que eran espías soviéticos]
106
lead dijo el día 14 de Mayo de 2009 a las 01:00:
[Espionaje soviético en los EEUU: los Rosenberg]
El pasado 4 Noviembre 2008 puse varios posts en el blog de Luis del Pino sobre la infiltación soviética en los EEUU de los años 30 y los 40, con la complacencia de altos funcionarios de la Administración Roosevelt, así como del propio matrimonio presidencial, Franklin y Eleanor Rooosevelt. Pinchando en el enlace a continuación, se pueden leer los restantes posts del 3 y 4 Noviembre sobre este asunto y conexos:
http://blogs.libertaddigital.com/enigmas-del-11-m/sonoluminiscencia-4025/2.html#com750957
[Los Rosenberg]
olasarep #88:
Los esposos Rosenberg eran judíos norteamericanos y comunistas, con simpatía por la URSS, lo que era común en los círculos intelectuales y de opinión occidentales, como he señalado anteriormente.
La información que pasaron los Rosenberg a los soviéticos era vital para conseguir diseñar una bomba nuclear: se trataba de la librería de secciones eficaces del uranio 235 y de otros materiales (los absorbentes de neutrones, por ejemplo), conseguidas con mucho trabajo de laboratorio, y sin las cuales es imposible diseñar ni un modesto reactor nuclear de investigación, no digamos una bomba nuclear (llamada impropiamente “atómica” entonces).
Posteriormente se ha intentado exculpar a los Rosenberg, achacando la condena a muerte a la “histeria anticomunista americana” (es de chiste: te declaran la Guerra Fría, te dicen que eres el enemigo al que hay que aniquilar..y te acusan de histeria).
Jruschev, años después, rindió tributo a los Rosenberg como colaboradores necesarios para que la URSS equilibrara el poder nuclear de las “potencias capitalistas”. Es decir, confesión de parte.
En los 72 años de la URSS, en ella no se originó ninguna de las tecnologías que han revolucionado el siglo XX (la energía nuclear, la televisión, la electrónica de estado sólido- v gr, el transistor-, los ordenadores, grandes y pequeños, Internet, los nuevos tejidos, los cermets o materiales cerámicos, etc.). Antes de la Revolución de 1917, la Ciencia rusa contó con algunos de los mejores científicos del mundo. Después de 1917, los científicos tenían que producir ciencia marxista (como Lisenko) o que no contradijera los postulados de Marx según lo juzgaran las autoridades soviéticas, es decir, la Inquisición.
Al final, la URSS cayó porque no pudo seguir el paso del desarrollo económico y tecnológico occidental; la última vuelta de tuerca la dio Reagan con los láseres de alta potencia para el escudo antimisiles.
Enviado por lead el día 4 de Noviembre de 2008 a las 02:08 (#91)
Es decir, la política exterior respecto de Europa del Presidente Roosevelt durante la II Guerra Mundial fue tal que media Europa, desde Berlín y Viena hacia el Este (Viena se consiguió rescatar poco después con una declaración constitucional de Austria de neutralidad perpetua), quedó en manos de Stalin; es decir, como si Stalin hubiese diseñado tal política.
lead: Usted mezcla hechos con interpretaciones abusivas. Por lo que veo ni Radosh ni Horowitz, anticomunistas de pro,niegan la presencia o influencia de simpatizantes o agebtes comunistas. pero va un trecho de eso a decir que Estados unidos era una “nación ocupada” o que TODA la política Americana la “diseñaba” Stalin. Si uno empìeza a hacer ese tipo de retórica entonces la replica es obvia: tomarse sus frases literalmente: Si TODA la política Americana estaba diseñada por Stalin entonces no solo una parte de Europa , sino toda ella, y los Estados Unidos también hubiesen sido estados comunistas y Stalin su padrecito. Una cosa es que muchos ejerciesen su influjo, influjo no despreciable y otra que en Washington y en sus decisions NO HUBIESE MAS QUE ESE INFLUJO. Esto es como lo de De Elea, pero al revés. los judíos, los capitalistas y Wall Street DISEÑARON el comunismo.
Ahora la version simétrica es que los Stalinistas lo decidieron todo en los Estados Unidos.
Pues uno no se lo traga, a pesar de que me result interesante y credible un libro de Stanton Evans sobre el senador McCarthy, un autor que ha apoyado a West
Cruel, me parece cruel que Sánchez le haya quitado el caramelo de la alcaldía de Madrid al probe Carmona, con lo que hubiera disfrutado el.
Seguro que ya había hecho sus ensayos ante el espejo,posturita por aquí, posturita por allá, media vuelta , bastón de mando (el palo de la escoba), sonrisita, desmadre total. Mas que crueldad parece sadismo. Ej ke…
Bueno, pero es que también podría decirse que a nivel ontogénico los sueños van expresando la naturaleza que Freud les otorga…
Anselmo ??Bueno, pero es que también podría decirse que a nivel ontogénico los sueños van expresando la naturaleza que Freud les otorga…
??? Significa eso qué?
Algo así como el pene. Durante los años su función primordial es la servir para expulsar la orina. Más adelante, es decir, con más años encima, alcanza una función de tipo sexual.
alcanza además una función de tipo sexual
Para fácil: los sueños de un niño no contienen componentes de tipo sexual, pero cabe la posibilidad de que en la vida adulta su contenido esencial sea ese.
Pero bueno, los expertos son ustedes. A mí sólo me da por divagar un poco. Los sigo con atención.
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También hay mucha verdad en lo que dicen Hegemon y Jaquejaque. En términos generales, antes de la masificación, al menos, de la clase media baja, lo normal habría sido que los niños escucharan, por las noches, los ruidos del coito entre los padres (tal vez de vez en cuando incluso los veían), y, sin embargo, no parece muy sensato afirmar que aquellas gentes fueran un nudo de traumas. Más bien al contrario: ahora lo normal, hasta para la clase media baja, es que sus integrantes mantengan sus propios espacios aislados dentro del hogar y que hallar a los padres en coito sea más bien accidental, y pues tal parece que, según algunos, ahora la gente tiende más a la neurosis. De haber correlación veríamos ésta en lo segundo, no en lo primero.
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Más bien lo traumático no estaría en haber presenciado esto durante la niñez, sino haberlo vivido de una manera más bien horrible, como ver que el padre llega borracho y viola a la madre, o como presenciar, más actualmente, que hay juguetes sexuales en su habitación. Quizás sea más traumatizante para un púber hallar un pene de plástico ligeramente mojado en el armario que oír accidentalmente a sus padres en pleno coito.
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Por cierto, tal parece que sería mucho más desastroso oír a tus padres en pleno coito, o incluso verlos, si estos son una pareja de homosexuales que te adoptaron. No me puedo imaginar que alguien pase por esta circunstancia y que llegue a ser un adulto normalón.
También hay otras variaciones: si se observa al padre subiendo al auto a una prostituta esto puede ser, me imagino, mucho peor que el asunto de los ruidos del coito entre padre y madre.
Puras dudas.
La gente es tan variada, que les afecta cada cosa de maneras diferentes.
En esto de la psique, cada cual tiene su manera. Es un error tratar de dar con la clave uniforme. Para claves, están las pastillas que sustituyeron a los electrochoques.
El buen psicólogo sólo puede seguir una vía personal, y como médico, le vendrá bien a algunos, pero a la mayoría no. Me parece.
Repito lo que he escrito en 23:59, para que no queden dudas sobre los hechos y su interpretación, aparte los testimonios que he puesto en los posts anteriores, como el del jefe del Estado Mayor británico, A. Brooke, que dijo: “Stalin se metió a Roosevelt en el bolsillo”:
Es decir, la política exterior respecto de Europa del Presidente Roosevelt durante la II Guerra Mundial fue tal que media Europa, desde Berlín y Viena hacia el Este (Viena se consiguió rescatar poco después con una declaración constitucional de Austria de neutralidad perpetua), quedó en manos de Stalin; es decir, como si Stalin hubiese diseñado tal política.
Otra cita, ésta del historiador Paul Johnson, recogida por Otero Novas: Roosevelt sentía admiración por Stalin; en 1942 le dice a Churchill, hablando de Stalin “ Creo que si le doy todo lo que esté a mi alcance y no le pido nada a cambio no intentará anexar nada y trabajará conmigo para crear un mundo de democracia y paz”, lo cual significa que mentía o estaba tan infiltrado su gobierno y entorno que no se enteraba de nada de lo que venía ocurriendo en Rusia. Su poderosa mujer, Eleonor, estaba rodeada de comunistas.
Eso lo dice, insisto, el historiador británico Paul Johnson.
El historiador ruso Vladimir Bukovsky, que de estos asuntos sabe de lo que habla, ha defendido a la West.
Lo de los niños, es difícil. Los padres disponen, pero descomponen. Los padres sin-escuela que he ido conociendo me han decepcionado mucho, la verdad es que es difícil conocerles, porque son muy pocos, pero en general, veo que ser buen padre y buena madre es algo de mucho mérito.
Era Harry Hopkins el que dirigía la política exterior USA y Hopkins era claramente pro-soviético.
1936: en Burgos (España), se constituye una Junta de Defensa Nacional, primer órgano de gobierno creado en la zona sublevada durante la Guerra Civil Española.
https://es.wikipedia.org/wiki/Junta_de_Defensa_Nacional
La oferta de Martínez Barrio a Mola, amén de un insulto, —al menos yo me lo hubiera tomado así—, eran de una ingenuidad propia de “politicuchos” que levantaban la cabeza más allá del enlosado ajedrezado de su logia. La revolución no se hubiera detenido jamás, porque ya tenían hasta la capital ambientada con la simbología estalinista. Tenían a su propio “Lenin”, y sabían que eran muy superiores a los rebeldes. ¿Por qué iban a detener su orgía de violencia y sangre? Martínez Barrios era idiota, o tomaba por idiota a Mola…
“que NO levantan la cabeza…”
La oferta de Martínez Barrio a Mola, amén de un insulto, —al menos yo me lo hubiera tomado así—, eran de una ingenuidad propia de “politicuchos” que NO levantaban la cabeza más allá del enlosado ajedrezado de su logia. La revolución no se hubiera detenido jamás, porque ya tenían hasta la capital ambientada con la simbología estalinista. Tenían a su propio “Lenin”, y sabían que eran muy superiores a los rebeldes. ¿Por qué iban a detener su orgía de violencia y sangre? Martínez Barrios era idiota, o tomaba por idiota a Mola…
Richard Clayderman, MARIAGE D’AMOUR
https://www.youtube.com/watch?v=YCl-0lu0vHM
LIEBESTRAUM #3: O LIEB, SO LANG DU LIEBEN KANNST, Franz Liszt
Artur Rubinstein, 1954
El tercer nocturno, el más famoso de los tres, trata el amor incondicional maduro. Está escrito en La bemol mayor y se inicia en “poco allegro”, aunque luego va creciendo. Puede considerarse que éste último nocturno de los Sueños de amor está dividido en tres partes, separadas cada una por una rápida cadencia que exige bastante destreza y un grado relativamente alto de habilidad técnica. Se utiliza la misma melodía a lo largo de toda la pieza, aunque cambia cada vez, especialmente hacia la mitad de la obra, cuando se alcanza el momento culminante. Al final, el Liebestraum n.º 3 se va apagando en una sección final mucho más lenta con acordes y lentos arpegios y termina con un acorde roto tocado muy lentamente, como si fueran notas sueltas más que unidas en una misma frase.
http://www.dailymotion.com/video/x2z3k8v
UN MILLÓN DE ROSAS, Alla Pugacheva
https://www.youtube.com/watch?v=sjft6Rpy3QE
# jaque:
No quisiera que esto se convirtiera en un pim-pam-pum contra Freud o a favor de Freud. Como te dije no tengo la menor motivación para ello. Y menos aún quisiera que te sintieras cuestionado en tus certidumbres por mis reflexiones. Para no alargarme (hoy no tengo demasiado tiempo), te contestaré enumerando mis comentarios a tus afirmaciones.
1.- No afirmo que el mero hecho de presenciar escenas primarias sea “un factor muy importante psicopatogénico”. Casi nada en Psicopatología depende de un solo factor, no ya un cuadro, sino ni siquiera un síntoma. Con todo, observar muchas escenas primarias, y si además son los padres los protagonistas, sí es un desencadenante de ansiedad posterior y de una mala codificación de la propia excitación adulta. Si además esos padres poseen rasgos psicopáticos prevalentes en su personalidad, la carga traumática de la escena primaria se multiplica. Por ejemplo, si los padres poseen una muy escasa integración moral, y resulta que lo hacen delante del hijo con afán exhibicionista y/o de dominio, porque ello les ayuda a incrementar su excitación y su placer, el daño sobre el hijo será sin lugar a dudas muy grave para su maduración afectiva.
2.- Habláis de tabiques, de cortinillas, de compartir espacios comunes para defender la idea de que es banal la práctica de la sexualidad ante niños, pues así ha vivido la gran mayoría de los seres humanos a lo largo de la historia. Es cierto, pero tan cierto es esto como que todos los seres humanos de todas las culturas en todos los tiempos procuran en la medida de lo posible preservar la intimidad de los actos sexuales, mucho más ante la presencia de niños. ¿Por qué no promovemos ahora, que hemos derribado al menos en Occidente todas las barreras y prejuicios morales en torno a la sexualidad, la práctica de actos sexuales de todo tipo a plena luz del día y en medio de lugares públicos concurridos? Si es un bien, y ya no hay barreras morales que lo impidan, ¿por qué no se promueve? Porque todos intuimos de modo natural que es algo aberrante y monstruoso reivindicar algo así.
3.- Hablas de que si el inconsciente es algo fuera de la realidad, y que Freud no se preocupó de la realidad del hombre de los lobos. Bueno, primero hay que ver las cosas en su contexto. Durante los primeros quince o veinte años de su actividad, Freud quedó deslumbrado por el hallazgo del inconsciente. En ese período le atribuyó rasgos y propiedades que hoy sabemos que son erróneas (como por ejemplo que en el inconsciente y en el mundo onírico no existe lógica ni los principios racionales primeros -identidad, no contradicción, tercero excluído…-: ¡ya lo creo que existe, y una lógica no menos aplastante y ordenada que la del consciente!), así como una importancia excesiva como función y entidad psíquica (hoy sabemos que por mucho inconsciente sin elaborar que exista, éste no suspende ni determina por completo el juicio libre de la voluntad). Y en este deslumbramiento y atribución errónea de rasgos, él estuvo enfocado de modo preferente (nunca exclusivo) a desvelar los contenidos del inconsciente. En esa época él entendía que desvelando esos contenidos, haciendo consciente lo inconsciente, podía curar a sus pacientes (si la escuela kleiniana es tan radical en sus postulados es porque sigue pensando que la curación consiste en seguir sacando cosas del inconsciente de forma exhaustiva como único factor de terapéutico). Hoy sabemos que la curación no depende sólo ni siquiera principalmente de esta revelación o descubrimiento de vivencias reprimidas, ni de que el instrumento terapéutico por excelencia sea la interpretación, ni tampoco de que la “vía regia”, que decía Freud, para acceder al inconsciente sean los sueños y su interpretación. Ahora todo esto se ha relativizado en su importancia. La psicoterapia psicoanalítica e incluso las últimas escuelas psicoanalíticas norteamericanas (las escuelas relacionales e intersubjetivistas con autores como Stolorow y Atwood, por ejemplo -te recomiendo la lectura del libro de estos dos autores, Los contextos del ser -Las bases intersubjetivas de la vida psíquica-) reconoce ya abiertamente cuando menos que el vínculo terapeuta-paciente es un factor tan importante o más que la interpretación de lo inconsciente. Y esto quiere decir, como supondrás, que el foco de la atención psicoterapéutica se ha traslado ya hacia las relaciones intersubjetivas afectivas en detrimento de los contenidos puramente inconscientes. Pero ojo: seguimos pensando que las relaciones y vínculos afectivos siguen produciendo realidades que son reprimidas de diversa forma en el inconsciente, y que esto siempre exigirá interpretación y desvelamiento de tales realidades. Pero que tal tarea sólo se logrará en verdad en función de nuestro trabajo del vínculo terapéutico y del análisis exhaustivo de los vínculos del paciente con su entorno y conlas personas significativas del mismo.
4.-Partes del prejuicio (porque eso es lo que considero que crees de Freud, dado el rechazo emocional con que lo expresas) que todo lo que descubrió y teorizó Freud es banal, erróneo y hasta dañino. Bien, que estuvo equivocado en cantidad de cuestiones tanto por énfasis como por los contenidos que les atribuyó, es una evidencia incontrovertible. Pero de ahí no se colige en absoluto ese rechazo radical y emocional hacia su obra.
5.- Que yo recuerde jamás denominó al hombre de los lobos, “el hombre lobo”, como tampoco le tildó a otro famoso paciente, el hombre de las ratas, “el hombre rata”. Freud era un escritor sumamente mesurado y equilibrado a la hora de redactar (incluso en su bella caligrafía gótica). En este sentido, Freud no se hubiera permitido una licencia lingüística tan distorsionadora del significado. Es posible que lo hayas leido en una mala traducción.
6.- El rechazo académico de la universidad de Viena fue total y absoluto. Lo trataron literalmente de “charlatán”, “cuentista”, “encantador de señoritas”… Como me dijo Pedro mitad en broma, mitad en serio, Freud murió de cáncer de paladar por su hábito o dependencia a fumar cigarros, y por la “cantidad de mierda que tuvo que masticar”.
7.- Aunque ya lo he apuntado antes, hay toda una evolución en la consideración teórica, técnica y clínica de los sueños en la terapia. Ya no son tan importantes, juegan un papel muy diverso (no sólo es un elemento coadyuvante al tratamiento, sino que puede servir a la resistencia también, etc.), entre otras consideraciones.
# Anselmo:
Dices:
“Más bien lo traumático no estaría en haber presenciado esto durante la niñez, sino haberlo vivido de una manera más bien horrible, como ver que el padre llega borracho y viola a la madre, o como presenciar, más actualmente, que hay juguetes sexuales en su habitación. Quizás sea más traumatizante para un púber hallar un pene de plástico ligeramente mojado en el armario que oír accidentalmente a sus padres en pleno coito.”
¡Exacto! No lo dudes ni por un momento.
Por cierto, hay una cuestión de técnica analítica que todo el mundo conoce. Se ha instituido de forma canónica que sin diván no es posible hacer psicoanálisis, en el entendido de que evitando que el terapeuta no se halle en el campo de visión del paciente, este hecho favorecería el trabajo asociativo de exploración de sus elementos inconscientes. Más allá de que ahora estemos o no interesados en seguir trabajando así (suscitando asociaciones libres en un entorno casi de deprivación sensorial, en medio de un ominoso silencio, cosa que sólo unos pocos chiflados e incompetentes fanáticos siguen defendiendo), lo cierto es Freud dejó explícitamente por escrito que trabajar así, con diván, y situándose él a espaldas del paciente, sólo provenía de una limitación caracterialsuya: no podía soportar que le miraran cuando él estaba trabajando, es decir, que le observara el paciente cuando él estaba observándole a su vez, cosa que le resultaba sumamente incómodo. Es más, llegó a decir que aquel terapeuta que no se hallara incómodo en una situación cara a cara, no existía el menor impedimento técnico o clínico para que trabajara de ese modo.
Yo trabajé al comienzo con el divan, y luego siempre cara a cara. Y puedo asegurar que es un desgaste enorme para el terapeuta. No te puedes relajar ni por un momento, debes tener cuidado con los gestos corporales y faciales, mostrar cansancio, etc. Y sin embargo, para el paciente es mucho más contenedor de angustias persecutorias, aparte de que hace más difícil los largos silencios y favorece el diálogo y el contacto. Freud trabaja del orden de diez, doce o incluso catorce horas diarias recibiendo pacientes. Sólo por medio del diván ello es humanamente posible.
Perdón por los errores y omisiones de palabras del último comentario. Estoy escribiendo contra el reloj. Disculpas.
Lecturas de hoy, 24 de julio de 2015, viernes de la 16ª semana del Tiempo Ordinario
Primera lectura
Lectura del libro del Éxodo (20,1-17):
En aquellos días, el Señor pronunció las siguientes palabras: «Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud. No tendrás otros dioses frente a mí. No te harás ídolos, figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua debajo de la tierra. No te postrarás ante ellos, ni les darás culto; porque yo, el Señor, tu Dios, soy un dios celoso: castigo el pecado de los padres en los hijos, nietos y biznietos, cuando me aborrecen. Pero actúo con piedad por mil generaciones cuando me aman y guardan mis preceptos. No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre en falso. Fíjate en el sábado para santificado. Durante seis días trabaja y haz tus tareas, pero el día séptimo es un día de descanso, dedicado al Señor, tu Dios: no harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu ganado, ni el forastero que viva en tus ciudades. Porque en seis días hizo el Señor el cielo, la tierra y el mar y lo que hay en ellos. Y el séptimo día descansó: por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó. Honra a tu padre y a tu madre: así prolongarás tus días en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás testimonio falso contra tu prójimo. No codiciarás los bienes de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de él.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal 18,8.9.10.11
R/. Señor, tú tienes palabras de vida eterna
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R/.
Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R/.
La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R/.
Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila. R/.
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,18-23):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros oíd lo que significa la parábola del sembrador: Si uno escucha la palabra del reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino. Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que la escucha y la acepta en seguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y, en cuanto viene una dificultad o persecución por la palabra, sucumbe. Lo sembrado entre zarzas significa el que escucha la palabra; pero los afanes de la vida y la seducción de las riquezas la ahogan y se queda estéril. Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la palabra y la entiende; ése dará fruto y producirá ciento o sesenta o treinta por uno.»
Palabra del Señor
http://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/hoy
MARTE ES COMO LA TIERRA, LA PRUEBA DEFINITIVA, Mundo Desconocido
En el siguiente vídeo, os mostramos la prueba definitiva de la manipulación, ofuscación y engaño de los datos presentados por parte de la NASA (y otras agencias espaciales), una contundente prueba que demuestra que muy posiblemente, Marte sea como la Tierra, con vastas extensiones de agua, grandes bosques, cielos azules y enormes praderas verdes que se pierden en el horizonte. Sinceramente, estoy convencido de que en Marte hay vida animal de pequeño tamaño e incluso me atrevería a afirmar que existe una colonia humana en Marte, y con todas estas informaciones manipuladas, podemos pensar incluso que existe un programa A para todo el público y un Programa espacial B en el que utilizan tecnología que ni sospechamos.
https://www.youtube.com/watch?v=grQJUG4E2Sw
¡ME QUITO EL SOMBRERO… HAY QUE TENERLA DE CEMENTO ARMADO… Y SER UN GOLFO ENTRE IDIOTAS, QUE ESO ES EXACTAMENTE LO QUE SON LOS ANDALUCES…!
El Hospital de Valme emprende mejoras en vísperas del ingreso de Susana Díaz para dar a luz
Obras de reforma, pintura, nuevo mobiliario y una habitación especial para ella en neonatología
Susana Díaz dará a luz, en los próximos días, a su primer hijo. Y lo hará, tal y como ella misma ha difundido, en un hospital público: el de Nuestra Señora de Valme en Sevilla. El centro sanitario, no obstante, está acometiendo en la última semana una serie de mejoras gracias a las cuales la presidenta de la Junta podrá tener una serie de comodidades.
http://www.elconfidencialdigital.com/politica/Junta-Hospital-Valme-Susana-Diaz_0_2532346763.html
Si es que están todos psicóticos, y esos son los mejores. ¿Cómo va a ser Cataluña un pueblo, por amor de Dios? Si es que ni siquiera es un pueblo. Aunque lo fuera… Pero ni siquiera lo es. No es más que una provincia que tiene ciertas particularidades como otras provincias en el mundo. La peor: que ellos han convertido a otros paisanos de otras provincias en empleados, e incluso ahora, a ciudadanos extranjeros. La culpa es de Madrid, que ha consentido una oligarquía propia en Cataluña, y de hecho, hasta Franco es culpable de eso. Porque si bien la oligarquía catalana, le ayudo en su momento, y mucho… España está por encima de lealtades, y debió haber acabado con todos ellos… Yo lo hubiera hecho en su lugar, y aún lo haría ahora si pudiera. Sin pestañear…
http://www.publico.es/politica/baltasar-garzon-27-s-derecho.html#comment-2154573879
DETRÁS DE LA NOTICIA: AMPLIAR HORIZONTES
Cuba y Estados Unidos inician una nueva era en la historia de sus relaciones con la reapertura de sus respectivas embajadas en Washington y La Habana. El acuerdo entre Irán y el Sexteto de mediadores internacionales permite a Teherán restablecer sus relaciones con el mundo, aunque en medio de voces críticas. Y el MERCOSUR incorpora entre sus filas a Bolivia, aumentando así el peso del bloque suramericano.
https://www.youtube.com/watch?v=U96QbD9lrG4
Acerca de los bombardeos que Seidman menciona llevados a cabo por los nacionales y adjudicándole responsabilidad a Franco, decir que los italianos actuaban autónomamente. Estos tenían en Mallorca aeródromos cuyos militares respondían directamente al ministerio del aire italiano, sin que a los españoles se les concediera intervención en la organización interna ni en relación con las operaciones que sus aviadores debían realizar. En la mayoría de las veces, las órdenes las daba directamente Mussolini. Franco prohibía estos bombardeos y expresaba su disgusto cuando se enteraba, como queda bien patente si se va a los diarios del conde Ciano, cosa que debería hacer Seidman si es un historiador serio. Las reseñas sobre el tema son numerosas y en diferentes fechas del año 38, pero reproduzco la del 6 de abril del 38 “El Duce ha telegrafiado a la Fuerza Aérea de las Baleares para que efectúen un fuerte ataque contra la retaguardia de las tropas españolas. Franco no desea incursiones aéreas sobre las ciudades, pero en estos casos bien merece la pena que se produzcan algunas dificultades -en el trato con Franco se entiende-” Les “merecía la pena” a los italianos porque estaban ya hartos de la guerra en España y deseaban acabarla de una vez mediante desmoralización por terror desde el aire contra la población.
Tendría que escocerle también a Seidman el recuerdo de que Truman fue inmensamente más cruel y genocida que Franco al no tener escrúpulos en lanzar las dos bombas atómicas -y hubiera lanzado las que hubieran hecho falta-. Por supuesto que Hitler también lo hubiera hecho, al igual que Stalin. Más dudoso es que lo hubiera hecho Churchill, pero de lo que no cabe ninguna duda es de que Franco jamás lo hubiera hecho, porque no quería ni siquiera bombardeos que eran insignificantes al lado de los de la IIGuerra Mundial.
Malpharus.
MARTE ES COMO LA TIERRA, LA PRUEBA DEFINITIVA, Mundo Desconocido
En el siguiente vídeo, os mostramos la prueba definitiva de la manipulación, ofuscación y engaño de los datos presentados por parte de la NASA (y otras agencias espaciales), una contundente prueba que demuestra que muy posiblemente, Marte sea como la Tierra, con vastas extensiones de agua, grandes bosques, cielos azules y enormes praderas verdes que se pierden en el horizonte. Sinceramente, estoy convencido de que en Marte hay vida animal de pequeño tamaño e incluso me atrevería a afirmar que existe una colonia humana en Marte, y con todas estas informaciones manipuladas, podemos pensar incluso que existe un programa A para todo el público y un Programa espacial B en el que utilizan tecnología que ni sospechamos.
¿Ha tenido usted el placer de disfrutar de la vista de Marte desde un buen telescopio, con buena visibilidad?. Es una imagen preciosa la verdad, se la recomiendo a todos ustedes. Hay además algunos aficionados a la astronomía que se dedican a la “astrofotografía”, que consiste en acoplar o bien una cámara de fotos (tipo Canon) o otro dispositivo más específico (CCD) al telescopio y, si este es motorizado, hacer unas fotos de larga duración, de muchos minutos y sobre todo de horas. Todo el equipo no es demasiado caro, cualquiera se lo puede permitir si de verdad tiene afición, puesto que un equipo de estos, bien cuidado, puede durar muchísimos años. Pues bien, usted mismo podría comprobar de esta forma, con fotos de buena calidad, incluso tratadas por usted mismo a ordenador para verlas mejor, que lo que acaba de decir no tiene ningún fundamento. Sobre todo la parte de que Marte tiene grandes extensiones de agua, bosques frondosos y demás. Le invito a comprobarlo por usted mismo, una imagen vale más que mil palabras. Por ejemplo, le adjunto un bonito video de youtube de un aficionado con un buen equipo, con el que hace fotos preciosas.
https://www.youtube.com/watch?v=owx8fCYcUk8
De verdad le digo que el de MundoDesconocido no me parece un tipo de fiar, más bien me parece alguien que engaña a la gente deliberadamente, no por desconocimiento.
Véase la versión de Preston sobre los bombardeos italianos en Cataluña y Levante: “Aunque es evidente que Franco antes y después toleró el bombardeo de blancos industriales y militares en Barcelona (cosa por lo demás lógica, digo yo), en Barcelona y en otras ciudades republicanas en este caso le enfureció que Mussolini no le hubiera consultado y que, en su deseo de ver cómo “los italianos estremecían al mundo con su agresividad, en lugar de encandilarlos por su destreza para tocar la guitarra”, hubiera ordenado el bombardeo de zonas residenciales . A Franco le irritó lo que consideraba un desatino que simplemente fortalecería la voluntad de resistencia…” (Franco, p. 379) No pone fuente de su cita textual sobre la habilidad de los italianos con la guitarra. Pero es cierto que las desobediencias ocasionales de italianos y alemanes le desagradaron mucho, y las corrigió.
Lo importante de Freud, a mi entender, es que así como Marx creyó encontrar en la economía la clave del destino y evolución humana, Freud creyó encontrarla en la sexualidad. Creo que las dos cosas son falsas, aunque no completamente, pero la idea es en sí misma interesante. Lo que interesa de Freud, me parece, es el descubrimiento del lenguaje simbólico no consciente.
[Stalin dirige, de hecho, la política de un país occidental: ¿Por qué lo que dice Radosh para España (la España frentepopulista de Negrín) no vale para Diana West cuando lo sustenta para los EE.UU. de Roosevelt (y Truman)]
Insisto en la idea que he apuntado más arriba: En “Spain Betrayed” /”España traicionada” [una "España" que fue "la España del Frente Popular"] Radosh sustenta la tesis de que Stalin, mediante sus agentes en el lugar, estaba dirigiendo la política de la España del Frente Popular (incorrecta y propagandísticamente denominada “la España republicana” o, incluso, “la República”, como si tuviera a aquellas alturas algo que ver con la II República), para convertirla en una República Socialista [*] sequidora de los intereses soviéticos, contando a tal efecto con la directa colaboración del socialista y pro-comunista Jefe del Ejecutivo, Juan Negrín.
Diana West no llega a tanto en “American Betrayal” / “Traición Americana” respecto de USA pero sí sustenta la tesis de que la política exterior estadounidense estaba siendo moldeada por Stalin, a través de sus numerosos agentes en la Administración federal y contando, también como en España, con la colaboración del socialista y pro-comunista Jefe del Ejecutivo, Franklin D. Roosevelt. Radosh –y los que le apoyan en esto, como David Horowitz– sabrá porqué (él/ellos dice/n que porque la documentación no lo sustenta) su tesis de Stalin dirigiendo la política de un país occidental, España (de media España, en realidad, con vistas a serlo de toda ella tras la victoria), en el período 1937–1939 no vale cuando Diana West la aplica, documentación por medio, a su propio país, los EE.UU., en el período 1941–1945: ¿supremacismo?
[*] Tanto ramosov como yo hemos comentado profusamente en el blog del proceso liderado por los comunistas para convertir a España en una República Socialista, o Popular, es decir, un satélite de la URSS, como las que Stalin hizo instaurar, con la presencia de las bayonetas del Ejército Rojo soviético, en los países del Centro y Este de Europa después de 1945; François Furet lo recoge con abundantes pruebas en “El pasado de una ilusión”, como otros historiadores lo han recogido en obras suyas.
Los Scorpions exhibieron la bandera de España al interpetar Wind Of Change en santa Coloma. A malpaharus le gustará.
https://www.youtube.com/watch?v=n4RjJKxsamQ
mediante sus agentes en el lugar, IN SITU
Ya lo he visto Catlo, sí está bien…
Pues ahora en “español”:
https://youtu.be/F3Swa7t810E
No, si está claro que Preston en cuestiones de retorcer los hechos es un maestro consumado. Y como los conoce se atreve siempre a dar una versión acorde con sus tesis, de aquellos que en principio no encajan en dichas tesis, como en este caso de los bombardeos italianos: si están pintando a Franco como una bestia, un genocida, no podía tener consideraciones morales de ninguna clase, y por tanto, si en ocasiones se oponía a atrocidades, y esto era demostrable y evidente, había que encontrar otro tipo de razones, de tipo estratégico, etc…
Difícilmente podría Franco considerar esos bombardeos como algo que fortalecería la voluntad de resistencia del frente popular. Estamos hablando de una época en la que los nacionales han roto el frente tras la segunda batalla de Teruel, conquistando la ciudad y tras ella, la mitad de Aragón que retenía el frente popular, e incluso ocupando Lérida. Y algo más al sur, continuando el avance casi sin oposición hasta llegar al Mediterráneo por Vinaroz. En este contexto, gran cantidad de personas pensaban que la guerra estaba concluyendo. La desmoralización y el derrotismo eran evidentes, e incluso fue algo pretextado para lanzar del ministerio de Defensa Nacional a Prieto. Franco sabía que en ese contexto, con el frente popular partido en dos, controlando el aire y dificultando cada vez más la llegada de buques por el Mediterráneo, tenía la guerra ganada en principio y los bombardeos a las ciudades mediterráneas, aparte de ser una inmoralidad en la que extranjeros asesinaban a españoles, podían conllevar más odios por parte de los vencidos hacia los vencedores. Esta es la explicación creo que más correcta.
Pío Moa 17.17, como ya comenté en este Blog, en una entrada sobre “Sexo y Economía”:
”LeonAnto dice:
10 febrero, 2013 a las 17:43
Moa dice: ‘Marx intentara explicar la sociedad humana a partir de la alimentación y Freud (otro judío no-judío, es decir, no religioso o ateo), a partir de la sexualidad’.
Siempre me ha convencido más, dentro de lo que de verdad puedan tener las hipótesis humanas, lo defendido por Herberto Spencer, quien venía a decir, que el fin último del género animal y de la humanidad, era el de la conservación de la especie.”
Por lo que entiendo que sexualidad y economía no serían más que jirones de ese fin de conservación de la especie.
ramosov 20.12: Eso es atribuirle a Franco una inteligencia y una humanidad que Preston y demás corifeos no están dispuestos a reconocerle.
Es que tiene que ser muy incómodo para esos historiadores tener que reconocer algunos méritos a Franco. La ideología puede mucho. Por eso la argumentación de Seidman comienza calificando ideológicamente a Moa (neofranquista) como una forma de destruir su obra sin tener que estudiar cosas incómodas.
¿Pa qué dirá ná?
Margallo a Montoro: “No he defraudado en mi vida ni un euro”
Catlo en 21:04:
{Seidman comienza calificando ideológicamente a Moa (neofranquista) como una forma de destruir su obra sin tener que estudiar cosas incómodas.}
…método que denunciase Arthur Schopenhauer (y muy empleado por la Komintern en su tiempo):
“Cómo ganar un debate sin necesidad de tener razón: Una manera rápida de eliminar o, al menos, de poner en duda una afirmación del adversario consiste en reducirla a una categoría generalmente detestable, aun cuando la relación sea poco precisa y tan sólo de vaga semejanza. Por ejemplo: ‘eso es maniqeísmo’, ‘es arrianismo’, ‘es pelagianismo’…, etc. Así suponemos dos cosas: 1)que aquella afirmación es efectivamente idénticaa esa categoría, o, al menos, está comprendida en ella y estamos diciendo ‘ah,¡eso ya lo sabemos’; y 2) que esta categoría ya está del todo refutada y no puede contener ninguna palabra verdadera”.
Pues eso, lo de los progres: “Fulano de tal es un facha“…o lo de Seidman con Moa: “Es un neofranquista“; ya está todo dicho,.. no hacen falta más argumentos.
Lead, Catlo:
Tanto Seidman como Preston son dos propagandistas profesionales, que desarrollan su labor en el campo historiográfico, y por tanto ambos usan las tácticas convencionales que se usan en la lucha política para desacreditar, como son colgarte sambenitos de neofranquista o de ultra, etc…, distorsionar tesis ajenas para hacerlas más atacables y llamar más la atención ante tus propios lectores, etc.. Todo esto está muy visto, y ahí coinciden todos estos autores. Las diferencias entre un Seidman y un Preston serían que el primero ni se molesta en conocer los hechos y el segundo los conoce y se les nota.
En defensa de la tauromaquia popular:
http://patronatodeltorodelavega.com/marcos.htm
Sin seguridad en la curva del Alvia
[Colaboración de los judíos con Franco...y de éste con ellos para la salvación de muchos de la "solución final"]
Los sefarditas de Tetuán y “la marcha triunfal” de Franco
Pedro Fernández Barbadillo
http://www.libertaddigital.com/opinion/pedro-fernandez-barbadillo/los-sefarditas-de-tetuan-y-la-marcha-triunfal-de-franco-76271/
[Verano de 1936: Los comités revolucionarios de marineros (los "círculos" de entonces) asesinan a la oficialidad de la Armada]
Frente al chiste –toda la historia oficial de la España de aquellos años, tanto en España como en el resto del mundo, es un puro chiste, de mal gusto, pero chiste, al fin– de la supuesta “espontaneidad” de la reacción de los Partidos y sindicatos social-comunistas y anarquistas el 18 de Julio de 1936, Barbadillo nos recuerda que:
{Como habían hecho en la Administración, el Ejército y la Guardia de Asalto, los partidos y sindicatos de izquierda habían introducido en ella espías, agitadores y saboteadores, que a su vez formaron comités de marineros. Cuando se produjo la sublevación, esas células azuzaron las tripulaciones –así como al personal de bases y astilleros– contra la oficialidad. Las matanzas de oficiales, implicados o no en la sublevación, fueron idénticas a las cometidas por los bolcheviques en la revolución rusa. El historiador naval José Cervera calcula que murió así la mitad de la oficialidad. Aun así, los almirantes, como dice Stanley Payne, siguieron siendo leales al Gobierno, lo que no evitó que algunos de ellos fuesen asesinados.}
http://www.libertaddigital.com/opinion/historia/la-guerra-civil-en-el-mar-1276239891.html
También el historiador naval (y oficial de la Armada, como José Cervera Pery) Hermenegildo Franco Castañón describe este proceso de formación de “comités de marinería” en las tres bases navales y en los principales buques de la Armada años antes del 36 –incluso a finales de los años 1920s–en su libro “Por el camino de la revolución: La Marina española, Alfonso XIII y la Segunda República”. De mis tres tíos oficiales entonces del Cuerpo General de la Armada, dos fueron asesinados por los criminales “comités de marinería”; el tercero –y hermano de uno de los asesinados– permaneció fiel al Gobierno del Frente Popular.
Lead:
Los comités de soldados y marineros fueron encargados en la URSS a Líster. Se entendía que la principal fuerza contrarrevolucionaria era el ejército, así que la misión principal que tenían encomendada era la de meter las ideas revolucionarias en cuantos más soldados y marineros, para tratar de ir minando a dicho ejército. También era su misión la de vigilar las ideas políticas de los oficiales y posibles movimientos sospechosos de los mismos.
Si eso ocurría en el ejército, es de pura lógica que se produjera en los demás institutos armados, como la guardia de asalto o las policías municipales. En la primera se fue llevando a cabo una tarea de creación de células revolucionarias que tenían por misión captar a gente de plena confianza, tarea que normalmente hacían gente como José Castillo por ejemplo, antiguos oficiales que se sublevaron en la revolución del 34. Y su misión era la de ir vigilando también a los oficiales derechistas que pudiera haber, y por supuesto, ir confeccionando listas de civiles derechistas que cuando llegase el momento fuesen detenidos y asesinados. La revolución en ese momento funcionaba asi: había que ir “adelantando terreno”. En los pueblos, igual, allí muchos paisanos fueron ingresando como policias “auxiliares”: eran gente de confianza, del partido, necesaria para efectuar registros y averiguar las ideas políticas de unos y otros. ¿Para qué eran necesarios si no tantos policías municipales?
En cada policía había un grupo que no obedecía a las autoridades y que preparaba el terreno para las persecuciones iniciales de la guerra. Los mismos comités revolucionarios creados al mismo inicio de la guerra seguro que contaban entre sus miembros con los “policías auxiliares” de cada pueblo y la búsqueda de derechistas y su asesinato desde el mismo inicio de la guerra es indicativo claro de que los listados funcionaron y estaban bien avanzados.
El comentario este, dedicado a los que no piensan que antes del 18 de julio no había ninguna revolución.
A los que PIENSAN que antes del 18 de julio..
Hoy en el día del Santo Patrón de nuestra Patria:
¡Santiago y cierra España!
Era la hora de las copas y ya se sabe que el alcohol infunde valor y desata las lenguas:
http://www.elmundo.es/loc/2015/07/25/55b2643fe2704e0c1d8b45a0.html
[Historia reciente de España: no romper el "consenso"...para lo que es necesario ignorar la realidad historiográfica]
ramosov en 17:19:
{dedicado a los que piensan que antes del 18 de julio no había ninguna revolución}
Sobre la situación concreta en la Armada insisto en recomendar el libro de Hernegildo Franco “Por el camino de la revolución: La Marina española, Alfonso XIII y la Segunda República” (Ediciones Neptuno libros, Marzo 2004) con excelente documentación sobre los antecedentes revolucionarios (desde comienzos de la década de 1920) que evidencian la infiltración del comunismo revolucionario leninista (nada de las exquisiteces académicas del “marxismo científico y las contradicciones del capitalismo”) entre la marinería y de la masonería entre la oficialidad.
Desconocer por los historiadores estos antecedentes –como ocurre con la mayoría de los historiadores anglosajones y franceses [*] (o conocerlos pero hurtarlos del relato histórico) es condenarse a tener que repetir ad-nausean el estrafalario cliché ya conocido y repetido “par tout” (no hace falta para comprobarlo sino conectar cualquier canal de televisión en España: indignante): “levantamiento en armas de unos generales fascistas contra el gobierno “LEGÍTIMO” [AHÍ ESTÁ LA CLAVE] de la democrática II República para restablecer los privilegios de las clases que tradicionalmente han gobernado, en su beneficio, España, privilegios que estaban siendo amenazados por los proyectos modernizadores de la República”.
Reconozco que lo de atribuir un mínimo contenido modernizador a una revolución social-comunista (o anarquista) que pretende un inmenso salto atrás de toda la Historia (considerada por ellos un error) para volver ”a la armonía del comunismo primitivo” (Marx y Engels dixit…aunque heredando, como si ello fuere posible, todo el sistema productivo industrial del Capitalismo, es decir, el Paleolítico pero con fábricas) es especialmente cómico; a la vez sangrante y trágico, sin duda, por los genocidios necesarios para esa inmensa REACCIÓN o VUELTA ATRÁS, pero cómico intelectualmente por ese desdén por toda la civilización occidental y sus logros (democracia con Estado de Derecho y Economía de Mercado, incluídas).
[*] En Francia, los libros de Pío Moa no están publicados (o no se atreven a hacerlo para no romper el “consenso” dominante sobre la Historia de España”), y de Stanley Payne se ha publicado sólo uno, el “40 preguntas fundamentales sobre la guerra civil”, aunque con otro título (“La guerre d’Espagne”); todo lo demás publicado sobre nuestra guerra civil es el cliché tradicional.
HerMEnegildo Franco
Quizá ésa mía sea una mejor definición del comunismo que la que dio Lenin (“el comunismo son los soviets más la electricidad”):
“EL COMUNISMO ES EL PALEOLÍTICO PERO CON FÁBRICAS”
Esta definición se basa en el seminal trabajo de Engels “El origen de la familia, el Estado y la propiedad privada”, donde éste hace suyas las ideas anti-civilización y pro “armonía del comunismo primitivo” (Paleolítico), del antropólogo Lewis Morgan:
https://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/origen/el_origen_de_la_familia.pdf
{Las investigaciones de Morgan tuvieron gran influencia en la teoría marxista, pues fueron tomadas por Engels como eje para su texto El origen de la familia, la propiedad privada y el estado.}
https://es.wikipedia.org/wiki/Lewis_Henry_Morgan#Influencia
Saludos.
Lecturas de hoy, sábado 25 de julio de 2015, Santiago apóstol
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (4,33;5,12.27-33;12,2):
En aquellos días, los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor y hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo. Los condujeron a presencia del Sanedrín y el sumo sacerdote los interrogó: «¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre.»
Pedro y los apóstoles replicaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó, haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen.» Esta respuesta los exasperó, y decidieron acabar con ellos. Más tarde, el rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 66
R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.
Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.
La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe. R/.
Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (4,7-15):
Este tesoro del ministerio lo llevamos en vasijas de barro, para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros. Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan; estamos apurados, pero no desesperados; acosados, pero no abandonados; nos derriban, pero no nos rematan; en toda ocasión y por todas partes, llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. Mientras vivimos, continuamente nos están entregando a la muerte, por causa de Jesús; para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. Así, la muerte está actuando en nosotros, y la vida en vosotros. Teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: «Creí, por eso hablé», también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también con Jesús nos resucitará y nos hará estar con vosotros. Todo es para vuestro bien. Cuantos más reciban la gracia, mayor será el agradecimiento, para gloria de Dios.
Palabra de Dios
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (20,20-28):
En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: «¿Qué deseas?»
Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.»
Pero Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber?»
Contestaron: «Lo somos.»
Él les dijo: «Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre.»
Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.»
Palabra del Señor
http://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/hoy
La Wiki en inglés señala que Marx también leyó a Morgan:
{Morgan is the only American social theorist to be cited by such diverse scholars as Marx, Charles Darwin, and Sigmund Freud.
(…)
In 1881, Karl Marx started reading Morgan’s Ancient Society,}
[Morgan es el único teórico social estadounidense que ha sido citado por académicos tan diversos como Marx, Charles Daewin y Sigmund Freud.
(...)
En 1881, Karl Marx comenzó a leer la obra de Morgan "La sociedad antigua"]
https://en.wikipedia.org/wiki/Lewis_H._Morgan#Influence_on_Marxism
Claro que sus exquisitos ideales no llevaban a Morgan a tanto como la de defender el abolicionismo (acabar con la esclavitud durante la Guerra Civil americana): muy típico, por otra parte, de los de la “superioridad moral” (en la pura e incomprometida teoría).
Sin duda, los antiguos compis (“commies”, “communists”, comunistas, dicho en plan despectivo) de Ronald Radosh no le perdonan a éste su evolución [*] hacia posiciones “conservadoras” (liberal-conservadoras, diríamos en lenguaje político europeo), posiciones que no le impiden ser extremadamente duro con otros conservadores, como la historiadora (a la que él niega tal título cambiándolo por el de “ideóloga”) Diana West por su trabajo “American Betrayal”/ “La traición americana”, como vimos ayer. Así, el extremadamente social-comunista Grover Furr acusa a Radosh también de hacer “historia ideológica” y de mentir en la interpretación de los documentos sacados de los archivos soviéticos que Radosh utilizó para su “Spain Betrayed: The Soviet Union in the Spanish Civil War// “España traicionada: La Unió Soviética en la Guerra Civil española”:
{Anatomy of a Fraudulent Scholarly Work:
Ronald Radosh’s Spain Betrayed}
[Anatomía de un trabajo académicamente fraudulento: España Traicionada, de Ronald Radosh]
http://clogic.eserver.org/2003/furr.html
[*] Esa evolución fue objeto de su libro
Commies: A Journey Through the Old Left, the New Left and the Leftover Left // Comis [Comunistas, en plan despectivo]: Un viaje a través de la Vieja Izquierda, la Nueva Izquierda y la Izquierda Sobrante (o “de las Sobras”)] (“leftovers” son las sobras de una comida):
{Commies is a brilliant memoir of growing up in the culture of radicalism. But it also about the hard decisions faced by those professing a radical faith. For Radosh himself, the crisis came when he concluded in his authoritative book on Julius and Ethel Rosenberg that the couple (in whose behalf he had demonstrated as a boy) had indeed been guilty of spying. Attacked as a traitor, Radosh began to question his political commitments. His disillusionment climaxed in the 1980s when he traveled through Central America as a journalist and historian and ran into his old comrades there still searching for the revolution.}
[ Comis es un recordatorio brillante de crecer en la cultura del radicalismo. Pero lo es también de las duras decisiones que tuvieron que afrontar aquellos que profesaban una fe radical. Para el mismo Radosh la crisis sucedió cuando sacó la conclusión, en su trabajo de gran autoridad sobre Julius y Ethel Rosenberg, que la pareja (en cuyo apoyo él, de chico, había asistido a manifestaciones) era ciertamente culpable de espionaje. Atacado como un traidor, Radosh comenzó a cuestionarse sus compromisos políticos. Su desilusión alcanzó el climax en los años 1980s cuando viajó a través de América Central como periodista e historiador, y chocó con sus viejos camaradas que todavía estaban buscando la revolución]
NOTA. Especialmente afortunada es la expresión despectiva ”Leftover Left” (La izquierda Sobrante, la Izquierda que queda, lo que queda de la Izquierda), un juego de palabras para significar despectivamente la evolución histórica de la “Izquierda”, aprovechando que “Sobras de una comida” se dice, en inglés, “Leftovers”, que contiene la sílaba “Left“, participio pasado de “Leave“, “Dejar”, pero, también, “Izquierda”. En efecto, “Leftover Left” es despectiva y realista por ser muy ajustada a la realidad de describir lo que ha quedado de la “Izquierda” tras la Caída del Muro.
Lead:
Gracias por el libro que recomiendas, que intentaré adquirir.
El tema de la revolución era muy preocupante no solo para las derechas sino también para los grupos de UR e IR, que el 11 de junio pidieron al gobierno que tratara de hacerse con el control de la situación de desorden reinante. ¡Cómo estaría la situación! En el mismo sentido iba la petición de cinco días después por parte de las derechas (“que el gobierno tome las medidas para que el gobierno tome las medidas contra el estado de subversión que vive España”), y tanto Gil Robles como Calvo Sotelo fueron cubiertos de insultos. El tema era muy grave y todos lo sabían, aunque tuvieran que guardar las apariencias de cara a la propaganda, y por eso, UR incluso barajó la posibilidad de dejar el gobierno. De esas fechas eran directrices desesperadas del gobierno tratando de reconducir el orden, directrices que llegaban a los gobernadores civiles, y como mucho a los alcaldes, pero de ahí no pasaban en muchos casos, debido a la penetración revolucionaria a la que hice mención a las 17.19. Era la situación a la que llevaba permitir que los revolucionarios hicieran lo que consideraran conveniente, pues era “legítimo” desfogarse por “vencer unas elecciones” y “desfogarse” por las “atrocidades de después de octubre”. Todo eso llevaba a acabar aceptando una situación semitítere y que la ley y la democracia se fueran por el desagüe.
Recuerdo haber leído un artículo de R.Guénon, tal vez “Los desastres del Psicoanálisis” que terminaba así: una pregunta inquietante, si para ser psicoanalista hay que ser psicoanalizado previamente, por quien lo fue S.Freud?. Se trata de una baba infecta para las almas.
Cuidado pues con las tinieblas hediondas.
Recordad que han pasado unos años de la muerte de cinco jóvenes en el Madrid Arena. El slogan para la “fiesta del Haloween” era la siguiente: Por el pecado, la perversión y el vicio. Cuidado, no se puede jugar impunemente con El Mal.
Los “pastores”, tocando el violón o dando besitos a Zerolo.
# narabanc:
¿Que quién fue el analista de Freud? Tuvo que ser él mismo, con todo lo que eso supone de limitación y, a su vez, de grandeza. Él ya llevaba tras la pista de “algo” desde hace años: cuáles eran las verdaderas causas de las patologías (parálisis, fundamentalmente) psicosomáticas de origen histérico. La muerte de su padre en 1896, todo un punto de inflexión para Freud en todos los órdenes de su vida, hizo el resto. Estudiar el autoanálisis de Freud no deja de ser emocionante. Más allá de lo que él creyó entender de sí mismo, queda el enorme esfuerzo de considerarse objeto de estudio sin la menor compasión por sí mismo, a raíz de lo que sentía tras la muerte del padre.
Saludos.
Lecturas de hoy Domingo 17º del Tiempo Ordinario – Ciclo B
Primera lectura
Lectura del segundo libro de los Reyes (4,42-44):
En aquellos días, uno de Baal-Salisá vino a traer al profeta Eliseo el pan de las primicias, veinte panes de cebada y grano reciente en la alforja.
Eliseo dijo: «Dáselos a la gente, que coman.»
El criado replicó: «¿Qué hago yo con esto para cien personas?»
Eliseo insistió: «Dáselos a la gente, que coman. Porque así dice el Señor: Comerán y sobrará.»
Entonces el criado se los sirvió, comieron y sobró, como había dicho el Señor.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 144,10-11.15-16.17-18
R/. Abres tú la mano, Señor, y nos sacias
Que todas tus criaturas te den gracias,
Señor, que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R/.
Los ojos de todos te están aguardando,
tú les das la comida a su tiempo;
abres tú la mano,
y sacias de favores a todo viviente. R/.
El Señor es justo en todos sus caminos,
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (4,1-6):
Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo.
Palabra de Dios
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (6,1-15):
En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos.
Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: «¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?» Lo decía para tentarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer.
Felipe contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo.»
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?»
Jesús dijo: «Decid a la gente que se siente en el suelo.»
Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; sólo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado.
Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie.»
Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido.
La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: «Éste sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo.»
Jesús entonces, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.
Palabra del Señor
http://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/hoy
[El compadre Alexis pide solidaridad a sus amigos]
Me mandan esto por e-mail:
La movida griega contada para torpes en economía:
En estos momentos, Grecia debe 1.000 euros a cada español, si quitamos
los españoles que no pagan impuestos. A mi familia le debe 5.000
euros. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?… Lean.
> • Ding dong. Hola, soy Alexis. Quiero formar parte de tu grupo de amigos.
> • Hola, Alexis, claro, pasa. Somos un grupo de amigos prósperos y solidarios
> • Muchas gracias. Yo no tengo mucho dinero. ¿Podéis prestarme 2.000 euros cada uno para que me pueda comprar una tienda y montar una frutería?
> • Claro, toma.
> • Ding dong. Hola Alexis, ¿Qué tal tu frutería?
> • De eso venía a hablarte. No puedo estar en un grupo de amigos como vosotros con el coche que tenía, así que me he comprado uno nuevo
> • Lo entendemos Alexis. Toma otros 2.000 para la tienda
> • Ding dong. Hola Alexis, ¿ya tienes la tienda?
> • No, he contratado una asistenta para tener tiempo para la frutería. ¿Me dais otros 2.000?
> • Bueno, pero no te gastes más, estos para la tienda
> • Ding Dong. Hola, soy Alexis. La asistenta me ha pedido un aumento de sueldo, y le he puesto 14 pagas, y también doy un subsidio a mis hijos. Si no me das 2.000 más para la tienda, no podré trabajar y no podré devolverte los 6.000. Además, mi asistenta tiene 50 años, y la he mandado a casa, le pago una jubilación y he contratado a otra.
> • Joe Alexis, eres la pera. Toma, pero que sepas que son los últimos
> • Ding dong. No me digas más Alexis, que necesitas 2.000 euros más.
> • No, que va, Vengo a decirte que ni trabajando toda mi vida te podré pagar 8.000. Necesito que me perdones 3.000 euros.
> • Vale, pero como no me fío, firma este contrato en el que te comprometes a bajar el sueldo a tu asistenta, no puedes jubilarla hasta los 65, y tienes que vender el coche y comprar uno más barato.
> • Ding Don. Soy Alexis. Estamos hasta el gorro de austeridad. Vaya mierda de amigos solidarios que sois. He prometido a mi familia y mis asistentas que voy a subirles el sueldo y vamos a volver a las 14 pagas y a la jubilación anticipada.
> • Vale, ¿de dónde piensas sacar la pasta?
> • De ti y de tus amigos, claro.
> • Imposible, firmaste un contrato, ¿recuerdas?
> • Ya pero yo se lo he prometido y yo cumplo mis promesas
> • Bueno, te has metido en un gran lío, pero queremos que sigas en nuestro grupo de amigos, vamos a ver si llegamos a un acuerdo
> • Un momento, voy al servicio… Ya he vuelto. He aprovechado para preguntarle a mi familia qué tengo que hacer ahora, y como les prometí que no aceptaría las condiciones del contrato, les he recomendado que digan que no, porque sois una panda de terroristas. Y les he dicho que como estás muy acojonado porque no quieres que deje tu grupo de amigos, si deciden que no, en un par de días vas a darme la pasta, para que no os deje. Además, tampoco podré pagarte nunca los 5.000, tienes que perdonarme otros 2.000. Y como soy un tío orgulloso, no pienso ceder ante tu chantaje, voy a mantener los sueldos y las jubilaciones de mis asistentas.
P.D. Alexis tiene un íntimo amigo en España: Pablito, que dice que
esta es la verdadera “revolución” que necesita Europa. ¿Revolución?…
¡Y tanto!
CCURIOSO, en vez de hacer esas asociaciones simplistas de colores, banderas con más o menos blanco y demás estupideces, podrías aprender algo sobre la filosofía del nacional socialismo y su realidad en la practica.
El nacional socialismo era socialista, claro, pero no marxista. de hecho la gran industria alemana a penas fue nacionalizada(Hitler dijo que para qué nacionalizar a la industria si lo que había que hacer era nacionalizar a los empresarios, es decir, que los empresarios trabajaran por el o interés de su patria)
La filosofía del nacional socialismo procede del romanticismo, de Nietzsche,Heidegger y de la tradición alemana, nada que ver con la filosofía del marxismo de origen hegeliano e incluso rabínica.
Comparar siguiendo las realidades, los hechos:
lead dice:
6 diciembre, 2014 a las 21:03
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[La economía nazi, totalmente controlada por el Estado: von Mises y Tooze]
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Advierto que lo que dijo Ludwig von Mises en 1944 en “Gobierno Omnipotente” sobre la economía socialista nazi coincide con lo descrito por Adam Tooze 70 años más tarde según la recensión de su libro por Stanley Payne traída ayer al blog; Tooze demuestra que Mises había entendió perfectamente lo que pasaba en Alemania (entonces, en la Alemania nazi, …como había entendido la economía alemana desde Bismarck hasta que estalló la I Guerra Mundial, con la cartelización de la industria y la práctica del “dumping” para ofrecer mejores precios que sus competidores en el mercado internacional [ver págs. 113 a 123, 234 y 344 del citado libro, enlazado en el pst])
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Dice von Mises (hilo “”¿La vida…?”, @20:21 del 5/12/14):
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{El modelo alemán difiere del ruso en que, exterior y nominalmente, conserva la propiedad privada de los medios de producción y las apariencias de precios ordinarios, salarios y mercados. Pero ya no existen empresarios; no hay más que gerentes de empresa (Betriebsführers), que son quienes hacen las compras y las ventas, pagan a los obreros, contraen deudas y pagan intereses y amortizaciones. No existe el mercado de trabajo: los sueldos y salarios los fija el gobierno. El gobierno dice a los gerentes de empresa qué y cómo producir, a qué precios, y a quién comprar, a qué precios, y a quién vender. El gobierno decreta a quién y en qué condiciones deben los capitalistas confiar sus fondos y dónde y por qué salario deben trabajar los trabajadores. Los precios, salarios y tipos de interés los fija la autoridad central. No son precios, salarios y tipos de interés más que en apariencia; en realidad son meras determinaciones de relaciones cuantitativas en las órdenes del gobierno. Es el gobierno, no el consumidor, quien dirige la producción. Se trata de un socialismo bajo la apariencia exterior del capitalismo. Se conservan algunas etiquetas de la economía de mercado, pero significan algo completamente distinto de lo que significan en la auténtica economía de mercado}
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file:///E:/USUARIO/DESCARGAS/Gobierno%20omnipotente_Ludwig_von_Mises%20(1).pdf
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Dice Adam Tooze según Payne (hilo “”¿La vida…?”, @08:26 del 6/12/14):
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{Una gran parte del debate sobre el Tercer Reich se formuló durante décadas en términos de la conocida como «poliocracia», la noción de que el poder se hallaba dividido entre el partido, la burocracia estatal, los militares y las grandes empresas, que supuestamente competían entre sí. Tooze echa por tierra este tipo de interpretación, mostrando hasta qué punto el Estado de Hitler pasó a dominar rápidamente las instituciones. El Gobierno ejerció no sólo un férreo control de la economía privada por medio de unos impuestos altos y una regulación masiva, sino que también realizó en ella grandes inversiones, de modo que pronto «el Reich pasó a estar en posesión de lo que era potencialmente una participación de control no sólo en la banca, sino también en la industria pesada». Casi todos los beneficios de lo que era técnicamente un sistema de industria y banca privada pasaron a estar pronto controlados por el Estado, que canalizó las nuevas prioridades de inversión y producción.}
[Comparar dos socialismos totalitarios según las realidades ](II)
lead dice:
6 diciembre, 2014 a las 23:35
Mi post @21:30
Las citas de Mises y Tooze describen las economía de la Alemania nazi independientemente de la movilización para la guerra que se dio a finales de los años 1930s; con guerra o sin ella, así era la economía alemana: totalmente controlada por el Estado, como en la URSS (en Alemania los encargados de ejecutar las órdenes de Estado eran los gerentes de las empresas (Betriebsführers), nominalmente y sólo nominalmente de propiedad privada, y en la URSS, los funcionarios-directores de las empresas, todas ellas propiedad del Estado. En términos prácticos, lo mismo.
[Comparar dos socialismos totalitarios según las realidades ](III)
lead dice:
7 diciembre, 2014 a las 16:43
[Las Economías de la Alemania nazi de Hitler y de la URSS de Stalin: no existió una cosa tal como una "Economía marxista"; la NEP de Lenin y los Planes Quinquenales de Stalin "no tinen absolutamente nada que ver con las teorías...de Marx y Engels" (Karl Popper sobre la irritación de Lenin ante la ausencia de fórmula alguna de "Economía de Marx"]
La comparación que hace Mises entre ambas economías le lleva a la conclusión de que se trata de dos modelos similares de Economías totalmente dirigidas y controladas por el Estado; en el caso de la URSS no existe cosa tal como una “Economía marxista” por el simple hecho de que ni Marx ni sus seguidores se preocuparon de definir una, tan concentrados como estaban en demostrar las maldades del “Capitalismo burgués” (por evolución hacia el monopolio y la ineficiencia a partir de un estadio, el primer Capitalismo, que mereció las mayores loas de Marx como una verdadera revolución histórica en la “liberación de fuerzas productivas”):
lead18:24 | 03 de febrero, 2012
[La propiedad privada en las experiencias comunistas reales]
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(…)
Marx creó una ideología académica, pero Lenin [**] –el primero que tuvo que construir una economía socialista– creó y aplicó un Socialismo real, el suyo, que, como él tuvo que reconocer, se lo tuvo que inventar sobre la marcha [comunismo de guerra, fracasado, y NEP --"dos pasos adelante y uno atrás"--, vuelta parcial al Capitalismo para tomar impulso para una economía socialista de nuevo cuño, que es lo que se inventó Stalin con los Planes Quinquenales industriales (sin referencia ninguna a Marx), hundiendo, simultáneamente, la agricultura, y no dando nunca el salto a una economía de consumo de masas].
(…)
[**] Sobre los comentarios de Lenin a la inexistencia de fórmulas de “economía socialista” en los textos de Marx y otros, ver Karl Popper “La sociedad abierta y sus enemigos”, Paidós, 2006, pág. 298:
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“Como no tardó en comprender Lenin, de poco o nada servía la ayuda que podía prestar el marxismo en los problemas de la economía práctica:
{No conozco a ningún socialista que se haya ocupado de estos problemas}
expresó Lenin después de su advenimiento al poder (discurso pronunciado por Lenin en Mayo de 1918, recogido en la obra “Soviet Communism” de los creadores del fabianismo Sidney y Beatrice Webb)
(…)
Las vastas investigaciones económicas de Marx no rozaron siquiera los problemas de una política económica constructiva, por ejemplo, la planificación económica.
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La llamada NEP (Nueva Política Económica) y los experimentos posteriores –planes quinquenales, etc.– no tiene absolutamente nada que ver con las teorías del socialismo científico sustentadas en otro tiempo por Marx y Engels
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Como admite Lenin:
{difícilmente haya una palabra sobre la economía del socialismo en la obra de Marx, aparte de esos inútiles lemas como el de ‘a cada cual según sus necesidades, de cada cual según sus capacidades’}
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[fin de la cita de Karl Popper]
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La cita de von Mises en 17:40, un poco ampliada:
lead dice:
5 diciembre, 2014 a las 20:21
[Alemania nazi: nominal propiedad privada de los medios de producción pero férrea planificación y control por el Estado]
En “Gobierno omnipotente”, Ludwig von Mises compara en varios pasajes los dos totalitarismos socialistas, el soviético y el nazi; así, en la pág. 92 dice:
{Los sistemas socialistas alemán y ruso tienen en común que el gobierno ejerce el control total de los medios de producción. Decide lo que se ha de producir y cómo. Asigna a cada individuo una participación en los bienes de consumo. A dichos sistemas no habría que llamarlos socialistas si fuera de otra manera.
Pero hay una diferencia entre ambos sistemas, aunque ésta no se refiera a las características esenciales del socialismo. El modelo ruso de socialismo es puramente burocrático. Todas las empresas económicas son departamentos gubernamentales, como la administración del ejército o el servicio de correos. Todas las plantas industriales, empresas o granjas tienen con la organización central superior la misma relación que una oficina de correos con la dirección general.
El modelo alemán difiere del ruso en que, exterior y nominalmente, conserva la propiedad privada de los medios de producción y las apariencias de precios ordinarios, salarios y mercados. Pero ya no existen empresarios; no hay más que gerentes de empresa (Betriebsführers), que son quienes hacen las compras y las ventas, pagan a los obreros, contraen deudas y pagan intereses y amortizaciones. No existe el mercado de trabajo: los sueldos y salarios los fija el gobierno. El gobierno dice a los gerentes de empresa qué y cómo producir, a qué precios, y a quién comprar, a qué precios, y a quién vender. El gobierno decreta a quién y en qué condiciones deben los capitalistas confiar sus fondos y dónde y por qué salario deben trabajar los trabajadores. Los precios, salarios y tipos de interés los fija la autoridad central. No son precios, salarios y tipos de interés más que en apariencia; en realidad son meras determinaciones de relaciones cuantitativas en las órdenes del gobierno. Es el gobierno, no el consumidor, quien dirige la producción. Se trata de un socialismo bajo la apariencia exterior del capitalismo. Se conservan algunas etiquetas de la economía de mercado, pero significan algo completamente distinto de lo que significan en la auténtica economía de mercado}
file:///E:/USUARIO/DESCARGAS/Gobierno%20omnipotente_Ludwig_von_Mises%20(1).pdf
Gracias Doiraje. Reconozco que soy un bolo, pero a mi me parece que a Freud le psicoanalizó Satanás. Me parece un individuo complicado y tenebroso, cercano a la muerte por tanto.
Tranquilo, narabanc. No hay de qué. Complicado sí era el hombre, aunque no más que muchos (me temo que yo no lo soy menos). Y tenebroso…, bueno, es opinable, pues buscó en la vida solo lo que él señaló que eran los dos criterios de la salud mental: poder amar y trabajar. Y ambas cosas creo que lo logró con nota. Y cercano a la muerte, sí que estuvo, pero no porque la deseara. Lucho contra ella no solo por medio de su labor científica, sino personalmente: casi veinte años arrastrando un terrible cáncer de paladar no es poco. Cuando ya no pudo resisitirlo más, sí, se abandonó a ella. De hecho, a petición suya, su médico personal, Max Schur, le aplicó la eutanasia mediante una sobredosis de sedantes (la famosa sedación). En su descargo está el hecho de que verdaderamente ya no podía más. Aguantó hasta el final. Y murió como vivió. Siendo el descubridor del inconsciente, fue consciente también de su desenlace.
Hasta mañana. Buenas noches a todos.
Gracias lead ,por ahorrarme el trabajo.
De Mein Kampf :
Explicación de Hitler de los colores de la bandera.
“ Como socialistas nacionales, vemos en nuestra bandera nuestro programa. En el rojo, la idea social del movimiento; en el blanco, la idea nacionalista y en la swástica la misión de luchar por la victoria del hombre ario y al mismo tiempo, por el triunfo de la idea del trabajo productivo, idea que es y será siempre antisemita. ”
A alguno le recomendaría documentarse antes de escribir en el blog.
Lo de los “trapos” no es libertad de expresión, sino provincianismo radical… Para los no iniciados: el provincianismo es la estima o admiración por la mentalidad o costumbres particulares de una provincia o una sociedad cualquiera, con exclusión de las demás. Decía De Gaulle: “Patriotismo es cuando el amor por tu propio pueblo es lo primero; nacionalismo, cuando el odio por los demás pueblos es lo primero”.
http://www.sport.es/es/noticias/barca/bartomeu-barcelona-siempre-defendera-libertad-expresion-4387933
http://actualidad.rt.com/actualidad/181192-assad-occidente-semillas-terrorismo-hipocrita
”Los países que apoyan a los terroristas recientemente han aumentado su ayuda a los mismos y en algunos casos, directamente intervienen para respaldarles”
“El catalán es un copista”.
Qué grande Pla.
http://www.libertaddigital.com/cultura/libros/2015-07-26/pla-el-hombre-que-odiaba-madrid-y-barcelona-1276553215/
Este tiempo malo pasará, porque esos malos españoles que no aman la vida, morirán. Vivirán mi hijo, los de ustedes, los que se vuelvan contra sus padres progres, los gitanos y las bellas beurettes. Si hay algo que salvar, se salvará, y si no lo hay, es que no merecía ser salvado. Pla es demasiado duro con los suyos, la envidia, nuestro defecto nacional, nos lleva a ser mejores casi sin darnos cuenta, y echo de menos a Vendeano, con sus citas de Mandeville, que escribió el documento más ilustrativo de la Ilustración.
Todo este mundo que nos duele, desaparecerá, y con él nuestro dolor, y vendrá otro, y seguramente, también nos dolerá, cuando otros celebren también su destrucción.
Con porque esos malos españoles que no aman la vida, morirán, entiéndase que quiero decir, que pasarán, sin dejar descendencia, dado que no tienen hijos, y que su mundo, hoy tan activo, desaparecerá con ellos.
Pues eso.
¡Siempre el mismo rollo! ¡Siempre la misma técnica! Utilizar datos científicos fragmentarios y razonamientos lógicos tramposos para inducir primero un sentimiento de culpa en la gente (“Como sois muy consumistas, estáis destrozando el planeta”), y luego lanzar una amenaza concreta (“Como no cambiéis, habrá una nueva edad de hielo… o el desierto os cubrirá… o el agujero de la capa de ozono se os tragará… o la temperatura subirá hasta achicharraros… o lo que se tercie”).
¡Ya vale de manipular a la gente y de vivir a costa nuestra! Deberíamos comenzar a pedir responsabilidades.
Alguien debería exigir, para empezar, que la Academia de Ciencias Sueca y el jurado de los Premios Príncipe de Asturias retiraran sus galardones a ese Al Gore cuya fortuna se estima ahora en 300 millones de dólares y que ha llegado a cobrar 175.000 dólares por conferencia, a base de meterle miedo a la gente con historias seudocientíficas para no dormir, que se han demostrado fehacientemente falsas.
– Seguir leyendo: http://blogs.libertaddigital.com/enigmas-del-11-m/el-tocomocho-climatico-13609/
http://blogs.libertaddigital.com/enigmas-del-11-m/el-tocomocho-climatico-13609/
Hermann Terstch habla de los antifranquistas, entrevista de hace unos días.
http://www.libertaddigital.com/espana/2015-07-26/hermann-tertsch-podemos-es-una-dinamica-de-odio-1276553591/
Todo pasa…
Cierra el Café Comercial
Lo español empieza a estar en la clandestibidad.
La celebración casi clandestina de Santiago, patrón de España
Lola González Giraldós
Los Reyes de España no acudieron a la misa en honor del Apóstol, como tampoco el alcalde podemita de Santiago. La de este año ha sido sin duda una de las celebraciones más laicistas de esta festividad.
“clandestibidad” no, clandestinidad.
Qué pena el cierre del Comercial… Yo no pasé mucho por allí (aunque mucho más que al Gijón), pero guardo un buen recuerdo. Realmente se estaba muy bien allí. Porque al Comercial no se iba simplemente a consumir, sino a estar, a estar bien, a estar a gusto. Y si es con un buen libro, o los más afortunados con una buena compañía, tanto mejor. Aunque allí he estado con amigos y compañeros, yo solía ser de los solitarios. En cierta época, me gustaba ir allí cuando acababa de comprar algún libro de poesía. Y aquel era el lugar elegido, siempre en horas de poca afluencia, para abrirlo.
Estas pequeñas cosas, parece que no, pero nos van volviendo un poco más pobres a todos.
Ese café en 1887 debió de ser una modernidad. Hoy tenemos nostalgia de lo que una vez fue signo antinostálgico.
Ciertamente, Catlo. ¿Qué pondrán? ¿Un burger o algo similar? En fin…
Será por combustible… Estos seguro que plantan una mezquita en Marte. El Vaticano tiene que espabilarse y plantear la cosa ecuménica en el Sistema Solar porque la colonización extraplanetaria será pronto una realidad.
Emiratos Árabes quiere llegar a Marte en 2021
Las dos opciones que vislumbro para el café comercial son: una franquicia con nombre inglés o una cheka social. De todos modos, lo que cierra a los negocios son los impuestos sociales, que no sólo los pagan los ávaros insolidarios explotadores. También hunden a los viejos Cafés.
De hecho, el Estado se relame cuando devora a sus hijos. Esto del Psoemos se trata de los hijos, sumisos a más no poder, rogándolo. Cualquier vida cotidiana al margen del Psoder, pasa a ser insignificante, un local vacío, una bala perdida disparada por pichaflojas, cuyas existencias no importan, frente al Psoder (social) de la gran Requetepública Social de la Antiespaña.
Eso de Comercial tiene connotaciones muy liberales.
Quizás el hecho de que nos coman la tostada las repúblicas no-tan-sociales, pueda indicar algo acerca de por qué pueden, mientras que nosotros sólo PPsodemos
Así es, Catlo, el cierre del Comercial evoca el Cierre de lo comercial.
Ciudadanos quiere entronizar definitivamente el inglés en la enseñanza. Garicano es catedrático en la London School of Economics. Lo peor es que a la mayoría eso de que en un plan de reforma educativa ni se contemple la defensea de la cultura española y, sin embargo, se obligue a todo dios a usar el inglés (eso es inconstitucional) le parece estupendo. Estos ciudadanos no son muy de fiar.
“El MIR ha dado buen resultado en los hospitales, y de la misma manera se tendría que hacer un examen y una residencia, o unas prácticas, y que cada colegio identifique a su equipo de profesores, que deberían ser todos bilingües“, ha planteado Garicano.
Leer más: Garicano lanza su órdago en educación: un MIR docente. Noticias de España http://goo.gl/rt7PZX
Para orgullo de nuestros medios y sus ‘profesionales’:
Los usuarios en España son los que menos confían en las noticias entre ocho países europeos
http://www.digitalnewsreport.es/2015/confianza/
Chailly: Viva Verdi – The Trailer
https://www.youtube.com/watch?v=TCw9CncFSm4
doiraje: No he tenido tiempo más que de echar un vistazo a tus comentarios sobre Freud.
Eres más freudiano que yo, sin duda.
Sigues creyendo en el mito del viaje iniciático de Freud, a través de su autoanálisis aun inconsciente aterrador que nadie antes había osado contemplar.
Falso. Ni aterrador, ni desvelador de verdades ocultas.
Si el libro de Sulloway no te convence de que el supuesto rechazo a Freud de la Viena culta de su época es un mito propagandístico creado por Freud y sus seguidores, échale una ojeada al de Thomas Szasz sobre “Karl Kraus y los doctores del alma”. Kraus era un judío inteligente y de gran independencia intellectual que escribió aquello de que “El Psicoanálisis es la enfermedad de la que se supone que es su propia cura”. Otro autor perspicaz en su escepticismo sobre Freud fue Nabokov, el de Lolita, que decía que solo podia tomarse el psicoanálisis como una broma gigantesca. Y hay muchos más autores, por supuesto. Había una autora francesa, CHristianne Rochefort autora de “les enfants dábord” que a propósito del mal llamado complejo de Edipo, supuestamente el Gran Descubrimiento freudiano, decía que era incomprensible cómo una historia tan falsa y mal construida había durado tanto. También hay un buen libro de Ernest gellner sobre los callejones sin salida teóricos del psicoanálisis.
Esos autores que citas que desde el psicoanálisis están redescubriendo la importancia de las relaciones intersubjetivas, del factor personal en la terapia etcetera, solo están recuperando las obviedades que enterró Freud con sus “descubrimientos”.
Decir que la sexualidad, como el interés económico son importantes en la vida humana no es decir nada especialmente freudiano, ni marxista, sino repetir lo que infinidad de autores y personas legas han sabido desde hace siglos. Si solo hubiesen dicho eso Freud o Marx, todos seríamos freudianos o marxistas, porque son verdades del barquero. El problema es cuando Freud o Marx intentaron afirmar cosas más detalladas y elaboradas sobre esas perogrulladas.
Freud no descubrió nada verdadero en su autoanálisis. Más bien se ocultó a sí mismo unas cuantas verdades sobre la dosis de odio que pudiese haber en él hacia su padre.
El complejo de Edipo afirma que un hijo, todo hijo, desde su primera infancia odia y teme a su padre porque desea SEXUALMENTE a su madre y teme ser castrado por tener ese deseo. Freud proyecta – seamos algo freudianos. su propia sexualidad adulta sobre las emociones de los niños y las tergiversa. Los niños que odian y temen a sus padres lo hacen por cómo son sus padres de carne y hueso, no porque en su Inconsciente se fragüen deseos incestuosos propios de la sexualidad adulta.
La sexualidad infantil freudiana y toda su vision de la inteligencia, desarrrollo, necesidades afectivas y demás de los niños, son un insult a la realidad infantile, a la que degradan y tergiversan hasta extremos que serían ridículos si tantos adultos no se lo hubiesen tomado en serio y hubiesen escrito bibliotecas enteras de especulaciones sobre ello.
Buen texto, jaque.
Me parece que eso del MIR para los docentes es una idea del PSOE de hace unos pocos años.
¿Por qué no propone Ciudadanos hacer una evaluación seria y a fondo de lo que está suponiendo la implantanción de Bolonia?
Ni renta antigua ni ruina: la verdadera historia del cierre del Café Comercial
Lo de los libros gratis no se entiende bien. En la era de internet los libros en papel son mayormente prescindibles. Bastaría con que en un solo libro se metieran todos los conocimientos de cada curso, por disponer de una referencia en un soporte diferente. Ese libro no debería costar más de 10€. Además, las nuevas metodologías colaborativas que se irán implantando en las aulas harán poco útilies los libros que se vienen haciendo y que suponen unos pingües beneficios para unas pocas editoriales. Eso parace que Rivera prefiere no tocarlo.
En fin, mucha hojarasca y pocas ideas.
Hoy hace 11 años que conocí a Elena, y parece que fue ayer. Espero que podamos celebrar unos cuantos aniversarios más.
http://malpharus.blogspot.com.es/2015/07/24-cosas-sobre-isis-y-al-qaeda-que-no.html
¿Un transexual puede ser “madrino” o “padrina”? Si los códigos son eclesiásticos digo yo que alguna autoridad tendrá la Iglesia en ese tema. De todos modos, lo que ya se ve claramente es que el objetivo esencial del homosexualismo militante es destruir la institución del matrimonio al convertirlo en una farsa general.
El Obispado de Cádiz niega que prohibir a un transexual ser padrino de un niño sea discriminación
¡Que malos eran los falangistas y que santos, los “republicanos”!
http://www.mediterraneodigital.com/identitarios/ultimas-noticias-identitarios/identitarios-1/buscaban-a-dos-republicanos-fusilados-y-encontraron-a-72-soldados-franquistas-enterrados.html
¡Que malos eran los falangistas y que santos, los “republicanos”!
Buscaban a dos republicanos fusilados… y encontraron a 72 soldados franquistas enterrados
http://www.mediterraneodigital.com/identitarios/ultimas-noticias-identitarios/identitarios-1/buscaban-a-dos-republicanos-fusilados-y-encontraron-a-72-soldados-franquistas-enterrados.html
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