Tragedia y catolicismo
“Tal como le dije, he releído Sonaron gritos y golpes a la puerta en agosto. Pocas novelas aguantan una segunda lectura y si es próxima a la primera, menos aún, pero este repaso me ha permitido matizar más. Le dije que la veía como una novela épica y me recordaba a Guerra y paz, salvando las distancias, pero ahora diría más bien que se trata de una novela trágica a la manera griega: el protagonista prepara la muerte (¿asesinato?) de su padre y de sus compañeros, sin saber que aquel es su padre biológico. Y cuando se entera de quién se trata, no abandona la empresa ni manifiesta después ningún arrepentimiento. Esto me gustaría analizarlo más, no sé si coincide con su intención, pero eso lo creo secundario. El motivo de la emboscada para matar a todos es político: se trata de liquidar a un grupo de maquis. Pero a él se suma en este caso el conocimiento de quién es uno de los “matables”. Al saberlo, Alberto se “escaquea”, por así decir, se niega a participar directamente (¿por cobardía?), pero en el fondo no le pesa porque la víctima, su padre físico, es un enemigo político, pero además es el asesino de su madre, de su padre legal y de su hermana. Pero a pesar de su falta de arrepentimiento, el suceso le mueve a abandonar definitivamente sus andanzas y aceptar la vida familiar corriente, productiva y anodina: de ella había huido siempre: ¿por falta de valor, por miedo a las responsabilidades, por debilidad psíquica o al contrario, por fortaleza psíquica? Difícil decirlo. Aunque Alberto considera a su padre biológico un monstruo, el choque moral consiste en que se percata de cuánto se parece a él: el hijo es una reedición del padre. Los dos han afrontado grandes riesgos y aventuras, tienen mucha sangre en las manos y consideran que lo han hecho por la justicia, por lo que cada uno entendía por justicia. Mejor dicho, Alberto no se percata, eso suena demasiado intelectual: cuando todo ha pasado, lo siente de pronto, física y psíquicamente, con una intensidad demoledora, fuera de todo análisis racional. Si esto no recuerda a una tragedia griega, no sé a qué puede parecerse.
También su relación con Carmen es significativa: evidentemente la ama pero la rehúye, ve en ella el lazo que lo encadena a una vida corriente y moliente. Esta ambivalencia podía haber tomado también tintes trágicos si Carmen hubiera adoptado una resolución drástica, suicidándose, por ejemplo. Pero ella es católica y paciente, y eso evita cualquier salida de ese tipo. El catolicismo “doma” a la gente, la aleja de la aventura, impone una sensatez de poco calado, por lo general. La literatura española es poco dada a la aventura, a la épica y a la tragedia y es por el catolicismo, ¿no le parece? En ese sentido el relato está bien: Carmen responde al tipo: un personaje bastante abnegado y no vulgar, pero está en su sitio.
Lo del escéptico y argumentador y hombre de acción Paco también resulta en tragedia en Rusia: su casi brutal seguridad en sí mismo se hunde por completo al enamorarse de Iliena: eso le obliga a traicionar a su amante e intentarlo con su amigo, y desemboca en la catástrofe: a partir de ahí su destrozo moral le empuja a un suicidio indirecto, al quedarse en Rusia cuando ya no hay ninguna esperanza. Iliena sí es una figura trágica, arrastrada por las circunstancias y ella misma viéndose reflejada en el poema más famoso de Verlaine. También Luisa, la hermana de Carmen, y su padre, los dos comunistas, él tan cabreado con los anarquistas y ella llena de contradicciones, más que razonadas, sentidas, y los dos destinados finalmente a desaparecer en el GULAG.
Aparte de todo esto, los personajes secundarios, de las tertulias de Madrid, tratados con humor y melancolía, de los amigos de Rusia, del obrero comunista de Vigo con tanto afán de instruirse, a quien trata de salvar de la guardia civil o el desastre amoroso entre la poetisa, la tía de ella y el amigo de Alberto, metido en fregados que no desea y deseoso de una vida tranquila, del escritor frustrado y bonachón Tenreiro…Accesorios, pero importantes, descargan y dan amenidad a un relato que si no fuera así quedaría demasiado sombrío.
Resumen: una novela trágica, aunque, ya le dije, algunos de sus aspectos no están aprovechados a fondo, en mi opinión. No sé qué tal ha andado de ventas, pero juraría que no llegará muy lejos en eso, porque yo diría que no entra en el gusto corriente español, tan católico también entre los autores y lectores anticatólicos. En el fondo no es una novela española a pesar de que se desarrolla en España. No digo que el fondo histórico y los ambientes no estén logrados, pues a mi juicio lo están muy bien. Quiero decir que la novela misma no entran en ninguna categoría de literatura española, por lo menos que yo conozca. Los protagonistas también me parecen excesivamente maduros para su corta edad cuando empiezan sus aventuras, aunque, bueno, se dice que la guerra hace madurar a la gente.
Gregorio S. P.
Esta entrada se ha creado en
presente y pasado. Guarda el
enlace permanente.
La NASA ha liberado para consulta gratuita todos sus trabajos de investigación que se permite publicar.
Actualmente la Psicologia, que dicen que es una ciencia (particularmente yo la considero una seudociencia o seudofilosofia, va avanzando poco a poco. Pongo un ejemplo. Hoy dia se puede colocar a un sujeto encima de una silla por ejemplo e invitarle a pensar en algo. Ese algo puede ser un objeto cualquiera, una herramienta, un ser vivo. Algo material nada espiritual en un principio, algo representable. Pensemos en un animal, un elefante por ejemplo. Mientras el individuo observado hace una representación mental en su cabeza de lo que él considera un elefante, un cientifico le somete a un escaner cerebral. A través de una pantalla de un ordenador se representa de una forma fisica, las zonas de su cerebro que se estimulan cuando el sujeto a estudiar se entretiene en pensar en un elefante, se le anima incluso a practicar ese ejercicio de visualización mental. Una especie de dibujo con la mente. Podemos entender esa representación mental como un pensamiento determinado. Cualquier observador ajeno a este experimento cientifico, observaria facílmente al sujeto-paciente, al o a los cientificos, las herramientas necesarias para el experimento (con la consabida escafandra alrededor de la cabeza del paciente que mediante técnicas semiinvasivas registra las zonas cerebrales que se estimulan). Todo sería mensurable incluso la pantalla del ordenador donde aparecen las zonas cerebrales estimuladas. El observador lejano nos puede asegurar que todo lo observado existe no es una entequelequia de los cientificos y de los pacientes. El observador lejano, convenientemente adiestrado será capaz de una vez cambiado el paciente por cualquier otro voluntario, viendo la pantalla donde se estimulan las zonas cerebrales podrá saber lo que piensa una persona determinada. Ahora mismo se realiza con un numero determinado de objetos o seres.
Bien, lo que quiero decir, es que a pesar del lentisimo avance de esa seudo-disciplina llamada Psicologia, hoy en dia estamos en los inicios de poder detectar el pensamiento de una persona, en unas condiciones determinadas. Hoy en dia se tiene la certeza de que aun cambiando el sujeto paciente, cuando se le anima a cualquier sujeto a pensar en un elefante, si hay un dispositivo que registro las zonas cerebrales que se estimulan se puede saber de antemano si ese señor efectivamente esta pensando en un elefante o en cualquier otro animal previamente preparado.
Resumiendo una ciencia tan en pañales como la Psicologia puede detectar ya ciertos pensamientos determinados de cualquier ser humano. Estamos empezando a leer el pensamiento y a registralo. Independientemente del idioma y del origen del paciente. Estamos dando los primeros pasos. Otro tanto, con los sentimientos, la ira, la alegria, la preocupación, etc categorias que podiamos definirla como sentimientos, también son mensurables. El grado de fiabilidad todavia no es del 100% claro esta pero los resultados son prometedores.
Materia, espirítu y realidad.
[Haití: élites conductoras vs. élites depredadoras (extractivas)]
.
Lasperio @22:20
.
Quizá sea Haití el caso más claro de la necesidad de élites conductoras con visión clara (no élites depredadoras, que ésas se organizan pronto y sí las han tenido) para que un grupo humano salga adelante. Y esto de las élites depredadoras (extractivas, las denominan Acemoglu y Robinson en su famoso libro ” Por qué fracasan los países”) se puede extender en mayor o menor medida a toda la América hispana que, como dice Fukuyama en el libro que estoy comentando, heredó el “absolutismo débil” de España (con la correspondiente patrimonialización del Estado, es decir, venta de cargos, apropiación de los mismos y enchufismo para familiares y amigos frente a una Administración “weberiana” meritocrática…como la que caracterizó al régimen de Franco).
¿Nadie sabe lo que es la materia? A ciencia cierta no hay certeza de nada: la verdad se va conociendo, “vamos aumentando el contenido de verdad conocida” (Popper).
Para la Ciencia la materia es la sustancia de la que està hecho el Universo, una parte con masa hecha de partículas elementales (neutrones, protones, electrones,…éstos a su vez compuestos por subpartículas, los quarks) a las que hay que sumar otras partículas, como los neutrinos, o los muones o los bosones (como el de Higgs para explicar la masa); y otra parte, de energía sin masa (radiación cósmica ionizante, radiación electromagnética, …); o de energía y masa (con características de onda y de partícula). Materia que es observable y medible (Heisenberg: “Sólo creo en lo que se puede medir”…aun con la incertidumbre/error inherente a toda medida, habría que añadir): de ahí el trabajo de los cientícos, que formulan modelos de la constitución de la materia y los someten a prueba; y, en la medida en que los modelos explican lo observado, pueden predecir comportamientos.
De esa materia del Universo està hecho el hombre (“somos polvo de estrellas”) y su espíritu necesita el soporte material (la creación más sublime del hombre, literaria, pictórica o musical necesita ese soporte material). El hombre no es sólo materia pero sin materia no somos nada.
…); o de energía y masa (con características de onda y de partícula, COMO LOS FOTONES)
A mí me parece que a los tipos se les olvidó la escolástica o algo así. Causa formal y causa material las reducen a objeto. Y se saltan del qué al cómo, pues lo que importa es conocer las relaciones entre los objetos. Un objeto no es meramente una piedra. Puede ser el grupo de los gusanos aplanados, o el PIB, o el aluminio o una obsesión parafílica. Puesto esto, aunque hablemos de funciones, hemos de amputar la causa final y hemos de quedarnos tan sólo en el análisis de las causas eficientes, estudiadas preferentemente mediante técnicas y métodos de naturaleza estadística.
Ahora bien, parece que Historiador se pone nominalista. O eso o le gustan mucho las corrientes actuales de la lingüística. En realidad, según entiendo, el ciencia de veras supone que los objetos que estudia están allá afuera. Estudia hechos. Así lo presupone, y a no ser que estemos medio enfermos podemos sacar rollos discretamente solipsistas.
Ahora bien, una cosa es el espíritu y otra el alma. Un hombre y un chimpancé no se pueden comparar porque el alma humana es intelectiva. La del chimpancé, sólo sensitiva, aunque lleve esbozos de un nivel superior, y es que aunque el mono haga tubitos, es incapaz de realizar raciocinios (lo cual incluye, además, el pensamiento estadístico, aunque sea de reciente creación). Algunos dirán que muchos hombres, tal vez la mayoría, no razonan nada, pero aun así observamos en ellos dicha potencia. El chimpancé, en cambio, es del todo ajeno a tal capacidad.
En fin. A seguir hamleteando (es también argucia para ocultar la ignorancia).
El segundo párrafo de las 2:51 contiene dos errores. Sólo importa aclarar que doy a entender que la ciencia no anda en plan solipsista. Supone acaso inconscientemente un realismo débil, y esta cualidad, por cierto, le viene del cristianismo de la baja edad media, el católico. Ejemplo al revés: por la naturaleza de su pensamiento los gnósticos no pudieron haberse planteado la ciencia. El desprecio a la materia los castraba en este sentido.
Una historia novelada puede tener varios caminos de destino. Por eso es normal imaginarse otro final de la novela como qué hubiera pasado si el padre de Alberto descubre que él es su hijo. Yo creo que también el padre habría actuado de igual manera contra un enemigo político como hizo Alberto, que no vería como hijo ni nada suyo. Y tal vez sin la aparición moral que sufre Alberto al final. Me da la impresión, que no lo sé.
Con respecto a que no es una novela “española” porque somos católicos, es una buena observación y no nueva. Alguien más la hizo.
A mi mientras la Ciencia no quiera o no la quieran convertir en religión y meterse donde no la llaman, por ejemplo en la Teología, mejor. La Ciencia no puede dar explicación a todo lo que existe, tampoco a lo espiritual. Esto no quiere decir que lo espiritual, como hemos demostrado, no existe y además con una directa relación con la materia a la que nadie puede dar una explicación certera salvo convencionalismos para salir al paso y con intenciones explicativas analíticas. Sin embargo el espíritu da explicación y sentido a la materia. Sin el espíritu, la materia es como el árbol que cae en un bosque cuyo ruido nadie percibe porque no está cerca. Nadie se percata que el árbol cae como que la materia existe.
Dice Moa:
…la realidad consiste en el paso continuo de lo existente a la inexistencia.
Puede que ni siquiera podamos estar seguros de qué sea la existencia. La realidad es una convención.
El alma es materia.
O mejor en pregunta que en afirmación:
¿El alma es materia o es el componente espiritual de los seres vivos según muchas concepciones religiosas?
Tomas de Aquino se basa en Aristóteles……..:
El ser humano está inmerso en lo material y obedece a sus leyes básicas de espacio y tiempo. A la vez, muestra que no es material del todo pudiendo ir más allá del espacio y del tiempo con su razón: planificar el futuro o disponer los arreglos sobre un espacio existente en su vida diaria.
Ejemplo: puedo elaborar una agenda para mañana y conceptuar cómo va a ser el comedor de la casa sin necesidad de estar presente en aquel comedor.
Alma y cuerpo llegan a ser co-principios en la explicación de cómo es el ser humano. El ser humano es plenamente corporal pero tiene algo propio que le permite ir más allá de lo corporal: su alma espiritual. Sin embargo, es el alma la que tiene el ser en primer lugar, mientras el cuerpo existe en cuanto unido al alma.
https://es.wikipedia.org/wiki/Alma
Cuando hablamos del espíritu humano nos referimos a lo que está detrás de sus creaciones literarias, por ejemplo,o de su ciencia, y más en general de sus acciones. El espíritu se caracteriza por la intencionalidad, etre otras cosas. Decimos de un loco que hace cosas sin intención, o más propiamente sin adaptar los medios a los fines. La intencionalidad en la conducta humana es algo indudable, y es una manifestación espiritual, que busca, además, adaptar el aún inexistente futuro. Pues bien, ¿podríamos creer que la intencionalidad es una cualidad exclusiva del hombre, como si este fuera algo ajeno al resto del cosmos, en el cual, por lo visto, no existe finalidad ni por tanto intencionalidad alguna? Parece claro que es imposible que el espíritu solo se presentaría en el nivel humano en contradicción con el resto del universo. Eso sí sería un milagro. De modo que soo podemos ver en el espíritu humano una manifestación particular del espíritu que de algún modo difícil de precisar, pero fácil de intuir, impregna al universo, por así llamarlo. Así, cuando hablamos de selección evolutiva estamos implicando elección e intención. ¿Quién elige o “selecciona” que unas especies “triunfen” y otras fracasen? ¿O que un cambio genético resulte viable y otro no? Podemos investigar el asunto, por método, “como si” no hubiera una elección o una intención o decisión, pero la eleción y la intención están implícitas en el mismo concepto de selección Y, en fin, tal como la existencia de una mesa implica las intenciones de quien la construyó, podemos suponer razonablemente que el propio cosmos y los hechos que en él suceden implican una intención que evidentemente trasciende la humana; esta última, a su vez, solo podría ser un producto de esa intención general. A menos que pudiera demostrarse que el cosmos se explica plenamente por sí mismo, sin intención, etc. Pero una explicación que no tome en cuenta la intención, no explica, solo describe. Del mismo modo, podemos describir la mesa en todos sus detalles cuantitativos y formales sin tomar para nada en cuenta la intención o la misma existencia del carpintero, que quizá haya muerto y nadie sepa ya de él. O “explicar” un cuadro mencionando todas sus características técnicas, materiales sin hacer mención de su autor y de las intenciones de este. Después de todo, el cuadro está ahí, lo haya pintado quien lo haya pintado, y podemos estudiarlo a fondo como objeto material.
En cuanto a GSP, me extraña que, de acuerdo con su visión de la novela,no haya hecho el contraste entre las hermanas Carmen y Luisa, algo, que, por cierto, se me ocurre ahora, pues no lo había pensado. Carmen es la chica equilibrada, paciente, abnegada hasta cierto punto, que se ha enamorado de Alberto y aspira a tener un hogar normal. Todo muy “católico”. Su hermana es comunista, con serios desequilibrios psíquicos, también abnegada o fanatizada a su modo, que utiliza el sexo para espiar a Alberto, al principio, pero después se siente atraída por él, sin llegar a enamorarse. Probablemente no es capaz de enamorarse, y ve el sexo al margen de la familia “burguesa”, como algo “natural”, un desahogo biológico o algo así. Pero es noble y sincera, y sí es un personaje trágico, porque termina desapareciendo en la Rusia que ha creído modelo de la nueva gran sociedad; es decir, termina víctima de sus propios ideales.
De todas formas, la idea de que el catolicismo impide la visión trágica de la vida propia de los griegos, me parece acertada. El catolicismo, por lo menos el de la decadencia, da quizá demasiadas respuestas y consuela demasiado, produciendo un equilibrio un tanto romo. Decía Lasperio que lo nuestro no es la épica, sino el costumbrismo. Es un tema interesante.
El padre de Alberto, si hubiera llegado a saber su relación, no habría podido tener la misma reaccción que Alberto. Este siente una identidad entre él y su padre por encima de cualquier razonamiento, de cualquier análisis, de cuaquier significación política. El padre reaccionaría probablemente limitándose a considerar a su hijo un criminal y un traidor merecedor de la muerte, probablemente mucho más hijo de su despreciable madre que de él.
El padre reaccionaría probablemente limitándose a considerar a su hijo un criminal y un traidor merecedor de la muerte, probablemente mucho más hijo de su despreciable madre que de él.
Así lo creo yo también.
De todas formas, la idea de que el catolicismo impide la visión trágica de la vida propia de los griegos, me parece acertada.
La visión trágica de los griegos no busca respuestas a lo trágico. Para ellos sólo sucede. El catolicismo tiene la visión de la resignación a lo trágico de este mundo. En esto sintonizan con los estoicos. Creo yo.
Lo trágico en los griegos adquiere carácter poético, místico. En el catolicismo, no.
También es posible, o casi certeza, que la esté cagando en el comentario de las 03:51. La razón es esta: básicamente estoy diciendo que la ciencia trata sobre sustancias primeras, pero en realidad, como mímimo, las ciencias tratan sobre géneros y especies (el sólo hecho de tener que soltar definiciones lo indica). Siendo así, dado que la ciencia hace abstracción, no confunde causa formal con causa material, a no ser que se hable meramente en plan metafórico.
Ejemplo: la ciencia, como tal, no estudia este trozo de aluminio (el de esta lata) o aquel trozo de aluminio (el de aquel alambre). Estudia la especie “aluminio”, perteneciente al género de los elementos que vemos acomodados en la tabla períodica.
Y al estudiarlo, aunque parta de trozos de aluminio, más que interesarle la causa material de cierta lata sujeta a diversos accidentes, de entrada busca dar con la diferencia específica de la especie aluminio.
Y tal vez me estoy volviendo a equivocar.
Pero la corrección no afecta, creo, a lo dicho sobre el alma.
Según entiendo, cuando estamos vivos, nuestro cuerpo es la causa material y nuestra alma es la causa formal. El problema es cuando morimos. Despojados completamente de los accidentes parece que no somos nada.
O bien, si la causa material, como se sabe, es principio de individuación, ¿cómo queda garantizada la individuación del alma una vez que morimos?
Parece que para Aristóteles simplemente morimos y ya. En cambio, si suponemos que el alma permanece, y si no permanece la individuación, básicamente tendríamos que decir que una vez muertos nos anulamos del todo y nos fundimos en un espíritu común, que es un premio de consolación que a muchos les puede parecer monstruoso.
Eso de la intencionalidad como sustento del espíritu resulta muy problemático. La propia noción de intencionalidad es tremendamente resbaladiza. Es que parece que estamos en la fantasía de Descartes de creer que por pensar ya se existe. Eso implica que, antes de nada, lo que hay es un sujeto, cuando es precisamente el sujeto lo que no se demuestra sino que se da por supuesto. Se puede formular así: “tengo intenciones, luego soy”. No avanzamos mucho así.
Pero aunque aceptemos intencionalidad en el hombre y en el cosmos, ese espíritu o diseño ajeno necesita a su vez explicación, y así iniciamos una serie infinita ¿no?
Nadie en su sano juicio buscaría espíritu de aventura en la novela picaresca española, o épica en Galdós; lo nuestro no es siempre costumbrismo; existe la épica y la epopeya en el XVI y antes. Víctor Hugo decía que el Romancero español era una Ilíada. ¿Pero aquí nadie ha leído la gran literatura española?
Moa en 9:33:
{A menos que pudiera demostrarse que el cosmos se explica plenamente por sí mismo,}
Como comenté hace unos meses trayendo un enlace a Perry Marshall, el cosmos, como conjunto coherente (pues no es caótico) no puede explicarse a sí mismo por el teorema de incompletitud de Gödel; tiene que existir un elemento exterior al cosmos que lo explique.
Por otro lado, está el asunto de las intenciones inconscientes. ¿Será eso el verdadero espíritu? ¿el alma?
Todas las construcciones que hacemos sobre eso que llamamos realidad, sin saber lo que es, resultan precarias. Las científicas, si son rigurosas, son efímeras. Las religiosas son más duraderas porque ofrecen sentido a la experiencia de la precariedad humana.
No encuentro problemático el termino “intencionalidad” Implica voluntad, finalidad, propósito que dan de por sí expiación al espíritu o a la existencia del espíritu. Es indudable que no puede existir caos, aleatoriedad o azar en esa intencionalidad, tal vez improvisación, adaptación pero no inconsciencia.
Creo, también, que la “intencionalidad” no implica o no debería significar predestinación. Podríamos caer en la concepción protestante que elimina el libre albedrio católico, al cual considero esencial en la sustancia del espíritu.
lead dice:
27 octubre, 2015 a las 20:28
.
Dice Perry Marshall:
.
{ Gödel’s Incompleteness Theorem says:
.
“Anything you can draw a circle around cannot explain itself without referring to something outside the circle – something you have to assume but cannot prove.”}
.
[El Teorema de Incompletitud de Gödel dice:
.
"Cualquier cosa alrededor de la cual puedas describir un círculo [una circunferencia] no se puede explicar a sí misma sin referirse a algo exterior al círculo — algo que tienes que suponer pero que no puedes probar]
.
Genial este Gödel como dice Turing [Derek Jacobi] en esta secuencia:
.
https://www.youtube.com/watch?v=6k2OUZdA7vQ
¿Una novela costumbrista? La Colmena. ¿Una novela trágica? El Quijote, Abel Sánchez o La plaza del diamante. ¿Una tragedia costumbrista, de la costumbre de la muerte? Romeo y Julieta, cuyo final en la cripta parece una parodia que se hace Shakespeare a sí mismo, muriendo hasta el apuntador, con daga, espada o veneno? ¿Épica? En la Ilíada y el Quijote. ¿Epopeya? En nuestro romancero. ¿Costumbrismo? En Dickens, a raudales, e così via, como dicen los italianos, que no todo van a ser anglicismos.
Me viene a la memoria Víktor Frankl y busco una cita suya que introduce otra perspectiva espiritualista en el asunto de las intencionalidades y del sentido:
Normal
0
21
false
false
false
ES
X-NONE
X-NONE
/* Style Definitions */
table.MsoNormalTable
{mso-style-name:”Tabla normal”;
mso-tstyle-rowband-size:0;
mso-tstyle-colband-size:0;
mso-style-noshow:yes;
mso-style-priority:99;
mso-style-parent:”";
mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;
mso-para-margin-top:0cm;
mso-para-margin-right:0cm;
mso-para-margin-bottom:8.0pt;
mso-para-margin-left:0cm;
line-height:107%;
mso-pagination:widow-orphan;
font-size:11.0pt;
font-family:”Calibri”,sans-serif;
mso-ascii-font-family:Calibri;
mso-ascii-theme-font:minor-latin;
mso-hansi-font-family:Calibri;
mso-hansi-theme-font:minor-latin;
mso-fareast-language:EN-US;}
El sentido ha de ser encontrado pero no puede ser producido. Lo que puede ser producido es o un sentido subjetivo, o una simple sensación de sentido o… el absurdo.
Ando viendo que para Aristóteles el principio de individuación está en la causa material, pero en un resumen de escuela católica leo, en cambio, que es la causa formal.
En otro lado veo que Santo Tomás tuvo que sacarse de la manga la “materia signate quantitate”. Y ahí ya no se entiende cómo va el asunto. Sirve, sin embargo, para explicar, además, la naturaleza de los ángeles.
“El catolicismo “doma” a la gente, la aleja de la aventura, impone una sensatez de poco calado, por lo general. La literatura española es poco dada a la aventura, a la épica y a la tragedia y es por el catolicismo”
…En fin… No hay nada más trágico que estar marcado por el pecado e intentar seguir a Cristo con todo el alma. Lo que ocurre es que nuestra tragedia sí cuenta al final del camino con una posible redención, y con una esperanza para soportarla mientras se vive en esta durísima peregrinación que es la vida de un cristiano. Y la literatura española es, en efecto, católica hasta las trancas: ha descrito el pecado, la debilidad humana, la fe, el anhelo de salvación como pocas. ¿De dónde sale la grandeza cultural del siglo de Oro español?: ¿de una mera maestría técnica? ¿Calderón es bueno, pero, claro, como era católico, desprovechó su talento? …En fin. Eso sí, qué gran novela la de D. Pío… Hay que jod…
…todA el alma…
…desAprovechó…
Elefcería Arvanitaki Vida robada: https://www.youtube.com/watch?v=PAfEacU6dZM
El catolicismo en España quedó estancado a mediados del siglo XVII. Presidió desde entonces una España decadente. Al comenzar el siglo XX, España era el país más atrasado de Europa occidental, después de Portugal. Y no me refiero ante todo a lo económico. Había un analfabetismo enorme, un clasismo y explotación de las clases bajas a las que se predicaba la resignación cristiana.
Incluso en el siglo de oro, la novela más característica fue la picaresca, que es una burla de la épica que en la práctica llevaba a cabo España. El mismo Quijote es otra burla de lo mismo y de la aventura, incluso una burla del propio Cervantes por Cervantes. La picaresca es una literatura a veces muy buena, y el Quijote es una gran novela, pero desde luego no son épicas, ni trágicas ni de aventuras, aunque tengan algún elemento de todo ello.
Esto se ve en el contraste entre la guerracivil, con sus numerosos episodios épicos, y la ausencia de épica en la literatura posterior, ausencia también de tragedia, etc. La novela más característica y mejor de la época es “La Colmena” de Cela o incluso el Pascual Duarte”. Una especie de costumbrismo cutre.
La esencia de la tragedia sería la catástrofe buscada semionscientemente por los protagonistas. En la tragedia griega los protagonistas saben explicar muy bien sus razones y motivos, y sin embargo algo en ellos les lleva al desastre. Creo que Aristóteles hablaba de desgracias inmerecidas, pero de ser así una tragedia sería parecida a un accidente. En el catolicismo, la cosa debe terminar bien, o con un final cutre al estilo de los de Cela.
Es curioso además, que la literatura española a partir del siglo XVII tiene un toque como de mesa camilla, de motivos y pasiones domésticas y de poca enjundia, como escritas por personas que han llevado una vida muy “normalita” y apenas conciben otra.
No veo justas las criticas al catolicismo. La decadencia de España no es culpa exclusivamente de la Iglesia Católica ni de nuestra condición de católicos, ni tampoco la Iglesia católica sólo predicó la “resignación” cristina a los males de este mundo. La Iglesia católica realizó obras y dirigió muchas de sus inicitivas a resolver lso rpoblemas de analfabetismo y otros que sufría la sociedad. Nos e quedó pasiva. Argumentos parecidos esboza Escohotado para probar que el Imperio romano dura más de lo normal porque el cristianismo predica una resignación a este mundo permitiendo alargar el régimen esclavista en decadencia.
Estos argumentos contrastan con el motor civilizador y cultural que la Iglesia ha sido a lo largo de los siglos.
La novela el Quijote es trágica, épica y contiene dosis fuertes de aventuras; otra cosa es que sea el lector español el castizo y vea casticismo en todas partes. Por eso decía Unamuno que leía el Quijote en inglés, porque ganaba traducido. La mayoría de ediciones inglesas del Quijote, por ejemplo, lo presentan como una novela épica y de aventuras. El Quijote no es exactamente una burla, eso es no entender la novela. Es una burla pera va en serio. Desde el romanticismo, al menos, el Quijote ya no va de burlas; pertenece a la nostalgia y la tragedia, entendidas, como el espíritu de aventuras, en sentido amplio y no como género enlatado.
La literatura de decadencia es mala, pero otra cosa es que se deba al costumbrismo castizo. Baroja no es castizo, pero es el peor, incapaz de tramas ni personajes. Y Galdós, que es castizo, es el mejor, aunque deseáramos que fuera menos castizo y más épico. La decadencia hay que buscarla en otra parte, no en el casticismo.
Yo creo que en el fondo de la decadencia de España no está el catolicismo, sino el anquilosamiento del catolicismo en un costumbrismo beato, milagrero, santurrón… La beatería en España es una plaga,, también entre los anticatólicos.
Hay que distinguir, al hablar del catolicismo, entre mediados del XVII y la actualidad.
En cuanto a decir que el romancero es comparable a la Ilíada…
El Quijote termina “bien”, a lo católico. Eso elimina el elemento trágico…
Cervantes no se burla de los ideales, los ensalza. Se burla de la realidad que no atiende a los ideales. ¿Pero es que no ven que Don Quijote que llora en la playa de Barcelona es Aquiles que llora en la playa de Troya? Pero si Cervantes no es otra cosa que un poeta trágico.
El Quijote termina mal, con la doble muerte de Alonso Quijano y de don Quijote. Sancho Panza y el cura tratan de reconfortar al héroe, pero el héroe se muere porque se quiere morir, sin atender a súplicas. Los curas poco pudieron con la locura de don Quijote. La beatería es querer encerrar el espíritu trágico a formalismos de género.
Yo también creo que la novela española tiene grandes dosis épicas y de aventuras, de tragedia y una castiza y aguda picaresca. A los españoles nos gusta reirnos o burlarnos o satirizarnos a nosotros mismos. Seguramente, no lo se, en la novela española no encontraremos a una Harriet Beecher y su “Cabaña del tío Tom”. La denuncia social de esta novela, del racismo, de la esclavitud y la defensa de la abolición no serían tratadas de la misma manera. Es cierto. Pero es que esos problemas sociales no los hemos vivido. Beecher puede ser criticada por recetar un mundo irreal y una historia poco creíble, más idealizada y destinada a denunciar. Tampoco tenemos un Mark Twain y su “Las aventuras de Tom Sawyer” o de “Huckleberry Finn” pero tenemos a un Armando Palacio Valdes (Su novela “José” es trágica, épica y de aventuras) o un Galdos. Tenemos otra forma de entender y de tratar lo trágico, lo épico y la aventura de forma más natural menos idealista. Si eso se debe a nuestra condición de católicos, no lo sé, tal vez se debe más a nuestra forma de entender y afrontar la vida y por eso el catolicismo encaja tan bien y se ve tan reflejado en nuestra literatura.
El Quijote seguramente sea la novela más grande porque englobe todos los géneros de la literatura: La tragedia, la sátira, la comedia, la picaresca, la aventura, la épica, etc…..junto con un denso aporte de personalidades. No creo que tenga un final “católico”, sino trágico aunque si puede ser redentor.
En el caso de Rusia, y aplicado a su cristianismo, se da ese costumbrismo beato, milagrero y santurrón del que habla Moa para el catolicismo español de unos siglos atrás. Aunque me merecen todos los respetos, veo en el cristianismo ortodoxo ruso y en la forma que lo ven y lo siguen los rusos, la “variante fanática” del cristianismo. Las propias formas rituales de sus celebraciones religiosas incluyen muchos formalismos que no tienen sentido hoy en día, y que “empujan” a la gente al fanatismo, al quedarse en las formas, en los meros ritos, lo que hace que muchas veces no sepan ni lo que creen, sino que tal cosa -encender velas por aquí y por allá, santiguarse compulsivamente hasta cientos de veces en una misa, tirarse horas y horas en cola para besar un sepulcro, besar crufifijos o íconos, etc…- la acaban haciendo porque sienten que les llevará a la obtención de un milagro en su favor y es algo que tiende a fanatizar. La costumbre rusa por las supersticiones está arraigada e influye en todo esto. De hecho está relacionada.
Pues lo que digo, todo esto: beatería, milagrería y santurronería está arraigadísimo en la Rusia actual y no les está llevando -en mi modesta opinión- a decadencia, sino posiblemente a una laboriosa recuperación de su grandeza.
En plena decadencia y en el peor siglo de España, el XIX, se ha escrito La Regenta, una grandísima novela.
ramosov:
Mi impresión es que la literatura rusa se asemeja más a la española que a la anglosajona.
La santurronería rusa no le llevará a una recuperación de su grandeza, como esa misma santurronería no le llevó en la guerra de 1914 mas que a mantener en sus puestos de mando a inútiles e incompetentes que les llevaron al desastre frente a los alemanes. Lo único que funciona de verdad es lo que hizo grandes a los españoles de los siglos gloriosos “El misticismo realista” traducido en el maravilloso refranero como “A Dios rogando y con el mazo dando”.
Por supuesto que el Romancero se puede comparar a la Ilíada (ciclos épicos y legendarios de héroes, guerra a muerte entre dos naciones, epítetos, intenso lirismo, fatalismo, noción de un tiempo indeterminado, dilatado o de epopeya) así se puede entender y sentir y así lo vio Víctor Hugo. Se puede estar de acuerdo o no, pero la veneración beata por una gran obra como la Ilíada (o la obra que sea) no puede hacernos creer la cosa imposible. La beatería es un arma de doble filo, porque por no querer caer en ella ni en el casticismo galdosiano, corremos el riego de escribir como Baroja, cuyo espíritu de aventura en tierra o mar es falso e impostado, o como Valle-Inclán, que se burlaba del casticismo garbancero de Galdós y el creó esa monstruosidad del esperpento. Al final, ni casticismo ni anquilosamiento beaturro sirven para explicar nada. Donde no hay genio, no hay genio, y en el más grande páramo surge Goya.
Su contestación, D. Pío, está llena de prejuicios y lugares comunes. Más allá de la decadencia real evidente en los siglos posteriores, el catolicismo no es responsable principal del mismo. O sí, si entendemos que España siguió resistiéndose a caer en el protestantismo y su ética individualista y voluntarista, y después, aunque con menor éxito, al liberalismo durante el siglo XIX. En ese sentido, una nación que quiso ser católica contra viento y marea, sí puede resultar la causa de su postergación: no se sumó gozosa a los nuevos vientos revolucionarios en teología ni en política. Lo cual no quiere decir que el catolicismo del siglo XVIII y sobre todo del XIX fue mediocre. España fue en esa evolución cultural de Occidente a partir del XVIII el patito feo para los protestantes y liberales, pero es que resulta que lo feo es ser protestante y liberal. No: España católica, aun mediocre, era un cisne, y llegó a ser en su mejor época un cisne de una belleza extraordinaria. Hoy prefiero no decir en qué animal nos hemos convertido, junto con casi todo Occidente.
Gane en profundidad, D. Pío, se lo tengo dicho. Si no lo hace sólo se quedará en un escritor más o menos hábil de truculencias, que además son las suyas. ¿Cómo está tan ciego para no ver que los dos personajes masculinos principales de su novela, son meros alter egos de usted? Comprenda en su historia personal cómo se puede pasar de querer matar a Franco en la primera mitad de su vida a ser uno de los mayores defensores? ¿Qué necesita limpiar? ¿De qué necesita liberarse? ¿Por qué necesita ser extremista siempre en su ubicación ante la realidad? ¿Con quién en verdad se pegó cuando era terrorista, y con quién se pega ahora cuando, según algunos, es un “revisionista”? Olvide o supere los lugares comunes de aquello que no comprende, y gane en profundidad de una vez. Cada día que pasa le queda menos tiempo, que ya tiene 68 años.
Me he expresado mal: el catolicismo español del XVIII y del XIX fue mediocre, en general. Aunque siguió siendo una época que dió santos excelentes.
¿De qué no nos estamos enterando en España?
Alemania estudia reintroducir el servicio militar obligatorio
El nuevo plan de defensa civil incluiría el apoyo obligatorio de la ciudadanía y empresas privadas al ejército en situaciones críticas.
– Seguir leyendo: http://www.libertaddigital.com
La novela picaresca, desde luego, es indefendible como género, y ni siquiera es novela. El Lazarillo, sus escenas son como secuencias o viñetas. El Buscón no es una novela ni Quevedo aspiraba a ello; es puro ingenio verbal ( y en ese sentido sí es grande). Y el Guzmán y compañía son lecciones de moralina, como ya Unamuno y tantos otros vieran y fulminaran. Querer buscar ahí aventura es ridículo.
¿Hablan ustedes de tragedia?
VOX Álava presenta su candidatura para las elecciones vascas
Santiago Abascal Escuza, símbolo de la lucha contra ETA desde los años 80, es el cabeza de lista. Es el único partido que propone la supresión del Parlamento vasco.
Entiendo lo que dices, comino, pero ya hay que ser gilip… para, siendo español, leer el Quijote en inglés. Aunque el gilip… se apellide Unamuno.
Comparto tus opiniones de tus últimos comentarios, como los de Hegemon.
El Romancero es bellísimo. España es un pueblo de poetas, de enormes poetas. Y cuando el pueblo se puso a componer, le salió una de las mayores joyas literarias que en el mundo han sido: el Romancero.
Y para muestra un botón:
https://www.youtube.com/watch?v=xqzPlwnFaXY
Aquí hay de todo: amor, soledad, muerte, traición, humor, sexo, fidelidad, Dios y Satanás, tragedia y comedia: humanidad en estado puro. No menos que en la Ilíada.
La picaresca española es una forma literaria de denuncia social que para nada es cutre sino ingeniosa. Tal vez sea exagerada o distorsiona la realidad. Es cutre la forma en que la han utilizado algunos autores, como Cela, pero exige cierto nivel literario. Es curioso que en el mundo anglosajón donde abundaban y abundan miserias sociales peores que en la hispana, no haya surgido un genero parecido o la denuncia social en su literatura se trate de una manera menos abrupta o más amable. Más idealizada.
Desde luego, Doiraje, España es un pueblo de poetas
Creo que la novela española, en general y exceptuando el Quijote, no puede ni de lejos compararse con la rusa, y desde luego es inferior a la francesa o la inglesa de los siglos XIX y XX. Y para comparar el romancero, con todos sus méritos, con La Ilíada, hace falta una especial ceguera. La Ilíada es uno de los pilares de la cultura occidental. El romancero, aun siendo una literatura de gran interés, no rebasa el ámbito de lo local español.
Hay un cura en la cabecera de la cama cuando muere Alonso Quijano, pero no cuando muere Don Quijote, que muere sin cura; de final católico nada. ¿Pero la gente se ha leído la novela y ha llegado hasta el final? Me estoy acordando del pintor irlandés Bacon (el más grande que ha tenido Inglaterra) que detestaba una muerte con crucifijo y murió en un hospital de monjas en Madrid. Ironía trágica.
No son comparables. Pero como alguien decía que en España parece que sólo sabíamos ser castizos…
Claro que el Romancero no rebasa el ámbito local, ni la Celestina, ni el Tirante, ni nada de nada… excepto el Quijote. Pero ese no es un defecto del Romancero, es un defecto de la falta de propagandistas, para hacer ver al mundo lo que vale la Celestina o el Romancero. Con la Ilíada estamos de acuerdo, pero eso de pilar de la cultura occidental.. suena a beatería, aunque Homero sea un dios.
Claro que la novela española del XIX y XX puede compararse con las rusa e inglesa y queda cerca de la francesa.
El romancero tiene un interes general,solo que no se ha vendido como le pasa a la literatura de frontera bizantina.
No son comparables, decía, porque son géneros distintos, simplemente.
Por cierto, el Romancero tuvo una gran influencia en la poesía romántica inglesa y francesa.
Lo que son los gustos: Ana Kariéñina, Madame Bovary y La Regente son las tres grandes novelas de adúlteras, pero a algunos les parecen coñazos. Yo no he podido con Bovary y la Regenta. Será un defecto de gusto literario. En general,la novela española de los siglos XIX y XX, exceptuando en parte a Galdós y a Baroja, también a algo de Cela, me parece “de mesa camilla”, de opositores que se arreglan la vida de funcionarios y después escriben. La mayoría de esos ni siquiera escriben después, lo que quizá sea de agradecer. Cela fue una excepción, como él mismo dice. Su literatura es un realismo cutre, que en algunas obras alcanza un excelente nivel literario. Y cuando se mete a filosofar y moralizares mucho más cutre aún, sin ningún mérito
La literatura bizantina es increíblemente cómica a su pesar.
De las tres Ana Karenina quiza sea la mas coñazo. Cela tiene pocos libros interesantes, los de viajes y poco mas. La colmena esta sobrrvalorada.
¿Es comico el Digenis Acritas?
No conozco mucha novela rusa. Crimen y castigo, del que ya se habló aquí, que me parece el mejor de los libros; Anna Karenina, que me pareció el peor y pura chafardería de tocador. No puedo opinar. A veces las mejores novelas son secretas. Como el Tirante, que no por falta de calidad, sino por falta de propagandistas, no rebasa el ámbito local. Bueno, ni en España se lee. A veces una novela grandiosa, oculta por el cine o un éxito comercial, pasa desapercibida para el pilar de la cultura occidental, por usa la expresión beata y grandilocuente del señor Moa; estoy pensando en “Lo que el viento se llevó”… En realidad, importa poco lo que sea un pilar o una montaña, lo importante es la hermandad entre el autor y el lector, que es íntima. Lo demás lo dirá la fama, que como sabían los clásicos es una ramera.
La mejor novela de adúlteras, “Lo que el viento se llevó”.
No deja de ser gracioso e instructivo comprobar la diversidad y energía de las opiniones literarias.
Lo local no está reñido con lo universal. Un gran logro de Romeo y Julieta es que sepamos que pasa en Verona, y en Mantua. Un pequeño defecto (de cara a su fama póstuma) de la Celestina es que no sepamos donde ubicarla, por deseo expreso del autor. A más localismo, más universalidad.
Personalmente creo que el mejor personaje secundario de “Sonaron…” es Tenreiro, el campechano y bromista aficionado a escribir novelas que nunca le publicarían, y que termina abandonando su vida precaria en la pensión para casarse con una rica pueblerina y olvidar sus impulsos literarios. Ciertamente si hubiera de reescribir la novela cambiaría bastantes detalles: por ejemplo, la forma en que despido a Crates queda un poco vulgar, como si lo esencial de él hubiera sido su manejo de la ametralladora. Y, sí, procuraría sacar más jugo del descubrimiento final del protagonista.
Observen que la novela propiamente católica en España –la ha habido, también fuera– es bastante pesada y ñoña. La otra, incluso la anticatólica, creo que se ve influida por ese catolicismo decadente y beato. El catolicismo evita también el coflicto moral, reduciéndolo a algunas convenciones previsibles.
[La singularidad de la civilización occidental y de una de sus creaciones: la Revolución Industrial]
Historiador @15:21 del hilo “La religión como núcleo…”
La Revolución Industrial supone quizá el mayor corte histórico, pasando de las sociedades maltusianas (donde el hambre, las enfermedades, la guerra y la depredación interna o externa son los mecanismos de ajuste a la limitación técnica de la producción) a otra que, institucionalizando la innovación tecnológica, permite crecimientos continuados de la productividad/producción per capita para alimentar, vestir y alojar a poblaciones humanas en continuo crecimiento.
Vayamos otra vez al capítulo 30 de “Los orígenes del orden político”, de Fukuyama para que éste nos lo explique (te recomiendo que compres el libro — 9 € en versión Kindle o similar– para que puedas acceder a los detalles):
{El mundo cambió drásticamente aproximadamente después del año 1800, con la llegada de la revolución industrial. Antes de esa momento, el crecimiento económico en la forma de un constante aumento de la productividad basado en el cambio tecnológico no podía darse por sentado. De hecho, apenas existía.
Esto no significa que no hubiera importantes incrementos de la productividad antes de 1800. La agricultura, el uso de sistemas de irrigación, el arado metálico, la imprenta y los barcos que navegaban grandes distancias aumentaron la producción per cápita. (…) La diferencia es que…en aquella época no hubo constantes incrementos anuales de la productividad y, por tanto, del PIB per càpita. Actualmente, suponenos que dentro de tan sólo cinco años los ordenadores e Internet habrán mejorado mucho, y probablemente tengamos razón. En cambio, las técnicas agrícolas de la dinatía Han Anterior, poco después del nacimiento de Cristo, no eran demasiado diferentes de las de la posterior dinastía Qing, antes de la colonización del siglo XIX.
(…)
Los motivos del masivo incremento de la productividad después de 1800 …tienen que ver con cambios en el entorno intelectual que promovieron la aparición dd la ciencia natural moderna, la aplicación dela ciencia y la tecnología a la producción, el desarrollo de técnicas como la contabilidad por partida doble y el establecimiento de instituciones microdconómicas de apoyo como el derecho de patentes y los derechos de autor, que permitían y fomentaban la innovación constante. (…) [estos] acontecimientos… durante los últimos doscientos años aproximadamente ha nublado nuestra capacidad de entender la naturaleza de la economía política en las sociedades premodernas. La presunción de que es posible que haya un elevado índice de crecimiento económico continuo pone el acento en la inversión en el tipo de instituciones que facilitan dicho crecimidnto, como la estabilidad política, los derechos de propiedad, la tecnología y la investigación científica. Por el contrario, si suponemos que las posibilidades de incremento de la productividad son limitadas, las sociedades entran en un mundo de suma cer en el cual, a menudo, la depredación o apropiación de los recursos de otros es una vía mucho más plausible de acceso al poder h la riqueza.
Este mundo de baja productividad fue analizado especialmente por el clérigo Thomas Maltus, cuyo “Ensayo sobre el principio de la población” fue publicado…en 1738.}
Lo mejor de “Lo que el viento se llevó” no es la temática adúltera sino los pasajes en que se narra la epopeya de el ejercito confederado del general Johnston primero y el general Hood después para ir retirándose cara a las fuerzas yanquis del general Sherman desde Dalton en la frontera de Tennessee hasta Atlanta. La toma de Atlanta por Sherman y los acontecimientos alrededor de ese episodio son lo mejor de la novela con caracteres de epopeya.
Por el contrario, si suponemos que las posibilidades de incremento de la productividad son limitadas, las sociedades entran en un mundo de suma cero en el cual, a menudo, la depredación o apropiación de los recursos de otros es una vía mucho más plausible de acceso al poder y la riqueza.
Aquí una recension del poema bizantino Digenis Akritas.
http://revistas.um.es/ayc/article/view/65391/63011
Las dos mejores novelas rusas del XIX son, a mucha distancia de las demás, “Guerra y Paz” y “Los hermanos Karamazov”.
La guerra de Troya fue un suceso local. El crimen de “Crimen y castigo” es un suceso local. En rigor, todos los temas literarios lo son. Pero algunos alcanzan una proyección universal y otros no. También es verdad que actualmente tenemos a superventas internacionales que son pura filfa. No es cuestión de propaganda o publicidad, aunque esta juegue un papel.
Ya sabemos que los premios Nobel de literatura no son un indicador fiable, entre otras cosas porque no son puramente literarios, sino que premian literatura “de valores” más o menos progres. Pero no hay ningún español en el siglo XX que haya innovado literariamete de forma significativa al modo de Joyce, Faulkner, etc. (dos autores que no me gustan, lo cual tampoco tiene la menor importancia). Veo que el país con más premios Nobel de literatura es Francia, con 15, seguido de Alemania y Usa con 11, Inglaterra con 8, Suecia con 7 y España con 6. La mayor parte de ellos, también de los españoles, acaban pronto en el olvido. Pero teniendo en cuenta las distorsiones, los grandes que se han quedado sin premio, etc., esos premios pueden dar un criterio, aunque sea muy aproximativo.
Al maregen de eso, serían muy interesantes estudios comparativos entre las novelas de unos países y de otros, en los que quedaría reflejado el Volksgeist de cada uno, que por supuesto existe, aunque esté muy criticado por haber dado lugar a excesos. Si fuera más joven, me gustaría metrme con esos estudios, comparando por ejemplo la novela española, la rusa y la inglesa o la francesa del siglo XX: sus temas, el modo de tratarlos, la moral subyacente, etc. Lo sugieron a otros, aunque me temo que el ambiente intelectual en España está bajo mínimos desde los años 60.
Condenemos al fuego, como hace el cura del Quijote, la novela española del XIX y XX, pero no salvemos a Baroja, que es el peor. Es una estafa sin trama ni pasión. No es castizo, pero puede ser más castizo que Galdós. Odia a los personajes. La aventura de mar y tierra es impostada. Tiene más mala leche que Valle-Inclán, que ya es decir. ¿Pero y las novelas de Unamuno, y las de otras literaturas que no sean Inglaterra, Francia ni Rusia? El mundo no se acaba en Europa.
Un estudio comparativo así estaría muy bien, pero no puede decir nada acerca de cómo escribir una buena novela.
El Akritas es una imitación rebuscada y artificiosa de Homero, como la Eneida
¿Usted que ha leído de Baroja para decir tal cantidad de chorradas de su obra?.
don comino
Yo aprecio bastante a Baroja, y ni las novelas o nivolas de Unamuno he sido capaz de leerlas; y su poesía me parece impostada. De lo cual no sugiero que sea un manta, simplemente que para mi gusto no valen. Cela tiene dos novelas muy importantes, el Pascual Duarte y la Colmena, y un libro de viajes, el de la Alcarria. Creo que después flojea mucho. En cuanto a la literatura de los años 40 me parece que es otro tema a estudiar en serio, lo que no se ha hecho hasta ahora. Con el marchamo de “franquista” se la ha despreciado, pero estoy seguro de que tiene verdadera enjundia, más que la época posterior. Algo de ello he indicado en “Años de hierro”, pero habría que desarrollarlo.
El Akritas es tan imitación rebuscada y artificiosa de Homero como el Cantar del mio Cid. El
.. que quiera puede juzgarlo 8desgraciadamente en francés no lo encuentro en español).
http://warburg.sas.ac.uk/pdf/nah2800b2325208.pdf
La literatura española de la primera mitad del siglo XX ha sido de gran calidad, sobre todo en poesía, una auténtica edad de plata o segunda de oro de nuestra historia. Y en cuanto a los precursores, bueno, puede que alguien inicie una camino y sean otros los que lo eleven a su plenitud. La poesía surrealista nace en Francia con Breton y Eluard, pero su cima no se halla en ellos, sino en Lorca, Aleixandre o Alberti. Poeta en Nueva York es para muchos especialistas (y para mí también) el mejor libro de poesía surrealista que se ha escrito, verdaderamente de una altura estratosférica. El Lorca surrealista es mucho más notable que el dramaturgo de tragedias telúricas o el de los cantes andaluces.
Hegemon:
Hay grandes diferencias entre la literatura y la visión de la vida española, anglosajona y rusa -o eslava-. Entre las tres. Pero la rusa y la española son quizá, efectivamente algo más cercanas.
Pues a mi que me expliquen si esto es bonito.
http://usuaris.tinet.cat/picl/libros/glorca/gl002600.htm#02
Discrepo, el espíritu de los pueblos ingles y ruso se parece entre si mas que ninguno de ellos al español. por una fundamental razón y es el espíritu de dignidad individual que se mantuvo y mantiene en España por encima de las diferencias de clase.
Aunque hay algo de falso en todo este mundo comparativo. La relación es de autor a lector. Lo demás parece cosa de imperialismo, a ver quien tiene y puede más. No incita a la lectura, ese método, produce más temor que interés, el espíritu nacional. Cuando leemos Romeo y Julieta, Shakespeare es italiano. La fama es una alcahueta. A Borges se le conoce en todo el mundo, pero es inferior a Unamuno, que nadie conoce fuera de España (salvo los críticos).
Y un genio sólo apenas entrevisto, a pesar del reconocimiento público (con Nobel incluido, como Aleixandre) es Juan Ramón Jiménez. Se le conoce por su celebérrimo Platero y yo, bellísimo en su simplicidad pura y perfecta. Pero como poeta es sencillamente genial. Es un autor por descubrir. Con mi amor por la concisión en estos terrenos, podía conseguir una hondura expresiva y de contenido en, literalmente, dos palabras. …Eso es muy muy difícil de lograr.
¿impostada la poesía de Unamuno? Pero si es pasión e imaginación como la de Dante.
Cada cual tiene sus gustos, y para todos está el mercado y la inquisición del momento. Sin demanda, no tiene futuro la oferta, y gracias a la beatitud inquisitorial, no tiene futuro nada sano.
Yo he leído siempre a Baroja, novela tras novela, con resignación beata y patriótica, esperando siempre una novela grande. Tiene páginas magníficas, pero no sabía o podía escribir novelas. Ya lo dijo en su momento Ortega. En realidad, Baroja no tiene imaginación para producir una trama.
[Las sociedades premodernas maltusianas]
.
Historiador…
.
(Sigamos a Fukuyama)
.
{Malthus aceptaba la posibilidad de que hubiese un incremento de la productividad agrícola, pero no creía que fuese suficiente para mantenerse, a la larga, a la altura del índice de crecimiento de la población. (…) al final, el problema de la superpoblación se resolvería únicamente mediante los mecanismos del hambre, las enfermedades y la guerra.
.
El ensayo de Malthus se publicó en vísperas de la revolución industrial…(…) Con la aparición del mundo económico moderno, se ha hecho habitual menospreciar la economía “maltusiana”…como base para entender la economía política mundial anterior a [1800]. (…)
.
Gran parte del crecimiento económico anterior a 1820 fue extensivo, es decir, el resultado de seres humanos que se asentaron en nuevas tierras, desecando pantanos, talando bosques, ganando tierra al mar, etc. Una vez ocupadas las nuevas tierras y explotadas hasta el límite permitido por la tecnología disponible, la vida asumió un carácter de suma cero en el que el aumento de recursos de una persona tenía que producirse a expensas de otros. No hubo incrementos continuos de la producción per cápita; el crecimiento absoluto fue seguido del estancamiento y la decadencia absoluta…Globalmente, la población mundial experimentó caídas masivas como resultado de enfermedades.(…)
.
Cuando el avance tecnológico se produce tan lentamente, las consecuencias tienen un doble carácter. A corto plazo, mejora el nivel de vida y beneficia a los innovadores; sin embargo, el aumento de recursos fomenta el aumento de la población, lo cual reduce la producción per cápita y…no deja a los seres humanos en mejor situación que aquella en la se encontraban antes de que se produjera el cambio tecnológico.}
Pues si ha leído a Baroja sabrá que su aspiración era- como buen realista- a reflejar como en un espejo en el camino la vida que pasa por este camino. Lo que me parece absurdo es decir que no tenia imaginación para producir una trama cuando produjo cientos de personajes y peripecias vitales.
# Manuel:
Eso va en gustos. Si ya la poesía, sobre todo moderna, tiene pocos adeptos, cuando dispara su informalidad con imágenes surrealistas muchos se quedan por el camino. A mí de hecho me gusta muy poca poesía surrealista (la francesa me parece un puro disparate y una estafa, aunque sean los precursores). Pero la poesía que hicieron los grandes poetas españoles en los años de su nacimiento (años veinte y treinta del XX) es excelente. Y ello por dos motivos: uno, por la maestría técnica. En los Lorca, Aleixandre y Alberti (los tres mejores en este campo) la imagen surrealista no surge por escritura automática, como dictaban los franceses (que fuera, por influencia freudiana, un puro producto del inconsciente), sino un trabajo de búsqueda y aquilatación de la imagen que, aun con el ilogicismo que caracteriza las imágenes oníricas, pudiera incardinarse en un discurso racional: nacía de la fantasía más o menos inconsciente, pero se depuraba con un realismo que anclaba la imagen en la realidad de lo vivido por el poeta. Aunque hay que trabajar un poco esta sensibilidad, pues no es fácil su lectura, la poesía de estos autores es legible, quiera decir algo, y lo dice de un forma muy bella.
Uno de los mayores poemas de amor de este tipo, ejemplo de lo que digo (y que sé que no gustarán nada aquí): “Se querían” de Vicente Aleixandre:
SE QUERÍAN
Se querían.
Sufrían por la luz, labios azules en la madrugada,
labios saliendo de la noche dura,
labios partidos, sangre, ¿sangre dónde?
Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz.
Se querían como las flores a las espinas hondas,
a esa amorosa gema del amarillo nuevo,
cuando los rostros giran melancólicamente,
giralunas que brillan recibiendo aquel beso.
Se querían de noche, cuando los perros hondos
laten bajo la tierra y los valles se estiran
como lomos arcaicos que se sienten repasados:
caricia, seda, mano, luna que llega y toca.
Se querían de amor entre la madrugada,
entre las duras piedras cerradas de la noche,
duras como los cuerpos helados por las horas,
duras como los besos de diente a diente solo.
Se querían de día, playa que va creciendo,
ondas que por los pies acarician los muslos,
cuerpos que se levantan de la tierra y flotando…
Se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo.
Mediodía perfecto, se querían tan íntimos,
mar altísimo y joven, intimidad extensa,
soledad de lo vivo, horizontes remotos
ligados como cuerpos en soledad cantando.
Amando. Se querían como la luna lúcida,
como ese mar redondo que se aplica a ese rostro,
dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida,
donde los peces rojos van y vienen sin música.
Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,
ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,
mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,
metal, música, labio, silencio, vegetal,
mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.
Lástima que no haya salido en la copia la división en estrofas, que son de cuatro versos, salvo la primera y la última que son de cinco.
Lo siento mucho pero no aprecio esa poesía y el surrealismo me parece directamente ininteligible.
Escribo deprisa sin revisar. En mi comentario anterior los dos motivos que explicaba los condensé al final en uno: la maestría técnica y la criba poética de la imagen onírica. Perdonen la precipitación.
Llueve en mi corazón
como llueve en la ciudad;
¿Qué es esta languidez
que penetra mi corazón?
¡Oh dulce ruido de la lluvia
por tierra y en los techos!
Para un corazón que se aburre,
¡Oh el canto de la lluvia!
Llora sin razón
este corazón descorazonado.
¡Qué! ¿ninguna traición?…
Este luto es sin razón.
Es bien la peor pena
de no saber por qué
sin amor y sin odio
mi corazón tiene tanta pena.
https://es.wikipedia.org/wiki/Paul_Verlaine
Lo entiendo. No es fácil, Manuel. Conozco personas muy cultas, incluso profesores de literatura, que consideran que si no hay rima y una métrica regular o identificable, no hay poesía. Esto es una barbaridad. La poesía no depende de la rima o del metro, ni tampoco del ritmo o la musicalidad del verso. En todo caso son elementos del misma, pero ni necesarios ni suficientes. La poesía, como la han definido tantos poetas, es una mirada a la realidad, un diálogo con ella, una comprensión o entendimiento de la misma, una forma de vivirla y de sentirla; incluso una forma de ser. Y desde hace casi doscientos años eso puede expresarse con rima o sin ella.
La poesía habría que leerla en su idioma original. Verlaine en francés siempre.
Si en historia o filosofía nunca se puede definir exactamente nada, en poesía el mero intento de hacerlo es inútil de toda inutilidad.
Así es, Manuel.
La magia de la poesía (de la buena, se entiende) es que por caminos estrictamente subjetivos, íntimos, personales, el poeta asciende hasta las verdades objetivas más altas, que son las más sencillas. Este proceso estético, eminentemente afectivo, de trascendencia del entendimiento humano hacia la verdad del hombre es de una belleza para mí absolutamente subyugante e incomparable. En mi caso, ningún otro arte alcanza esta excelencia. Sólo la música, tal vez. Pero como todas las artes que juegan con la sensorialidad, la música tiene la ventaja de la inmediatez. La palabra, sin embargo, es de suyo dura, es algo abstracto o nominativo: para que conmueva hay que, por decirlo así, forzarla, obligarla a hacer algo para la que no se diseñó: la evocación, trasladarnos a un mundo que la trasciende. Esto es difícil, pero no hay verdad sin logos, sin razón, sin verbo. Y de ahí surge el lenguaje.
Usted tiene un espíritu dionisiaco como escribió Nietzsche en “El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música” pero lo apolíneo no es menos necesario:
Con sus dos divinidades artísticas, Apolo y Dioniso, se enlaza nuestro conocimiento de que en el mundo griego subsiste una antítesis enorme, en cuanto a origen y metas, entre el arte del escultor, arte apolíneo, y el arte no-escultórico de la música, que es el arte de Dioniso: esos dos instintos tan diferentes marchan uno al lado de otro, casi siempre en abierta discordia entre sí y excitándose mutuamente a dar a luz frutos nuevos y cada vez más vigorosos, para perpetuar en ellos la lucha de aquella antítesis, sobre la cual sólo en apariencia tiende un puente la común palabra «arte»: hasta que, finalmente, por un milagroso acto metafísico de la «voluntad» helénica, se muestran apareados entre sí, y en ese apareamiento acaban engendrando la obra de arte a la vez dionisíaca y apolínea de la tragedia ática.
Jajaja… Pudiera ser… Aunque no estoy muy de acuerdo con esa clasificación nietzscheana.
En gran medida es una cuestión de propaganda y publicidad, por eso Conrad escribió en inglés y no en su lengua materna, porque sabía que detrás tenía al imperio británico con sus cañones. Lo de ser precursor es una falacia, nadie inventa nada, todo escritor recibe de otros. Una de las tonterías que más se repiten del Quijote es que se trata de la primera novela moderna, vaya memez, que no dice nada del libro, aunque sea la primera. La literatura o la historia de la literatura se enseña como si fuera una carrera, como si hubiera una meta. La reacción anti beata en la literatura española ha hecho más daño que la beatería misma; Baroja, Valle o Galdós son la prueba, todos muy anti beatos. Las mil y una noches, que es una de las mejores novelas o libros de la historia, aquí nadie la ha mencionado, porque el mundo musulmán u oriental, parece ser, no es Rusia, ni Inglaterra, ni Alemania, ¡cuanta beatería literaria de relumbrón!
Escribe Moa:
“El catolicismo en España quedó estancado a mediados del siglo XVII. Presidió desde entonces una España decadente. Al comenzar el siglo XX, España era el país más atrasado de Europa occidental, después de Portugal. Y no me refiero ante todo a lo económico. Había un analfabetismo enorme, un clasismo y explotación de las clases bajas a las que se predicaba la resignación cristiana.”
Si llego a escribir yo este párrafo me cae la del pulpo de insultos y descalificaciones del autor del mismo.
Divertidas estas paradojas de la pasion humana.
Una desgarrada canción ídish: https://www.youtube.com/watch?v=VynXMTWZUws
Doiraje, Aleixandre es un poeta impenetrable, en el mejor de los casos; en el peor, cursi y de hojarasca.
No, hombre, comino. Diga que no le gusta, que no le dice nada o que le parece cursi y hojarasca. Yo soy bastante insensible a la música clásica (no a toda, por supuesto), pero jamás se me ocurrirá decir que Brahms no tenía ni idea y Haendel no sabía componer, porque simplemente no puedo gozar de sus obras.
Se puede tener una cultura de andar por casa como la Federico Garcia Lorca pero al mismo tiempo se puede tener la sensibilidad y la vitola del mejor poeta del siglo XX. La cultura y la sensibilidad no siempre van de la mano.
La poesía solo puede definirse hacienda poesía.
Moa: No creo que la Ilíada sea tan superior al Romancero. Es una epopeya fundadora de culturas, pero no recuerdo, la leí en la adolescencia, que tenga más poesía, mas emoción, más belleza o dramatismo que muchos romances.
Uno de mis romances favoritos:
https://www.youtube.com/watch?v=7KNChdb1OTA
doiraje ¿no puedes gozar de esto? No me lo creo:
https://www.youtube.com/watch?v=cnn3TVBDtcA
Que fuese compuesta para la realeza británica podrías pasarlo por alto…
Comino: Conrad no escribió en inglés por tener detrás los cañones del Imperio, panfletero, sino los LECTORES del Imperio en todo caso.
Nuestro mejor poeta reciente ha sido Unamuno, así lo entendieron Rubén Darío, los Machado y Borges. Y con cuanta razón.
La cultura no es sólo erudición, Alexander. Se puede tener en la cabeza mil datos y referencia y tener muy poca comprensión; y otros, en cambio, van a lo profundo con sencillez pasmosa. Lorca, como cualquier gran creador, era de éstos últimos.
Siempre recordaré cuando nos pusieron en clase de música en el colegio (tendría yo unos doce años) el romance del Conde Olinos cantado por Paco Ibáñez. Quedé sencillamente maravillado…
Los lectores del imperio, sí… Estaban los traductores. Conrad fue un traidor a su lengua materna y natural, y se le nota en sus novelas. Si hubiera escrito en la lengua de su madre, hoy se le leería menos.
Lorca fue un gran poeta, pero su fama se debe a que la izquierda internacional ha hecho de él un santón. Pobre.
El café Derby de Vigo, y la Iliada: http://www.libertaddigital.com/opinion/fin-de-semana/el-cafe-derby-1276231295.html
Bueno, Unamuno tiene sus grandes seguidores y sus grandes detractores. Yo me sitúo en un cierto término medio.
Pues aunque te cueste creerlo, soy así de bruto, jaque. Sin embargo, si quiero llorar como un niño, me pongo el famoso Canon de Pachelbel y me hundo en la regresión más profunda:
https://www.youtube.com/watch?v=oDvtJlmIJgc
…Y no me preguntes por qué… No lo sé…
Sí, lo han convertido en un santón para los progretas. Y lo mataron por… ¿envidia?, ¿por marica?, ¿por republicano?, ¿poque tenía una vitalidad desbordante? Una pena ambas terribles lecturas de un hombre bueno y un gran poeta.
Héctor y Paris.
El romancero es, desde luego “muy bonito”. Pero La Ilíada, que no es “bonita”, es mucho más profunda, Es un pilar de la cultura occidental, no solo una especie de Biblia griega, sino también europea hasta hace relativamente poco tiempo, en que la cultura se ha banalizado de manera increíble.
Héctor y Paris
27 de Octubre de 2006 – 12:33:38 – Pío Moa
Héctor y Alejandro, más conocido por Paris, aparecen en La Ilíada como caracteres opuestos, reflejo también de distintas actitudes masculinas hacia la mujer. Por dos veces Héctor increpa así al otro: “Miserable Paris de bella figura, mujeriego, seductor …”. Helena, a su vez, manifiesta desprecio hacia su amante: “Ya que los dioses decidieron causar estos males, debió tocarme ser mujer de un varón mejor, a quien dolieran la indignación y los reproches de la gente. Pero éste no tiene firmeza de ánimo ni la tendrá nunca, y creo que terminará cosechando su fruto”.
Héctor, en cambio, parece hombre de una sola mujer, fiel a Andrómaca, a quien expresa su angustia insoportable: “Bien lo entiende mi inteligencia y lo presiente mi corazón: vendrá el día en que perezcan la sagrada Ilión y el pueblo de Príamo armado con lanzas de fresno. Pero la futura desdicha de los troyanos, de la misma Hécuba, del rey Príamo y de mis hermanos, tantos y tan valerosos, que caerán en el polvo bajos sus enemigos, no me importan tanto como la que sufrirás tú cuando algún aqueo de coraza de bronce te lleve llorosa, privándote de la libertad. Y quizá tejas tela en Argos bajo el mando de otra mujer, o vayas por agua a la fuente Meseida o Hiperea, agobiada por la pena y la dura necesidad. Y acaso alguien exclame, al ver como derramas lágrimas: “Esta fue la esposa de Héctor, el héroe más descollante entre los troyanos domadores de caballos, cuando combatían en torno a Ilión”. Así dirán, y sentirás un nuevo pesar al verte sin el hombre que pudiera librarte de la esclavitud. Pero ojalá cubra mi cadáver un montón de tierra antes que oír tus gritos y ver cómo te arrastran”.
La cultura española ha creado dos personajes de fondo parecido, aunque con una presentación muy diferente: Don Quijote y Don Juan. Dos de los tres grandes mitos, junto con el de Celestina, creados por nuestra literatura, según Maeztu.
¡Lo que pueden cambian los valores! Los insultos de Héctor a Paris sonarían hoy a halagos, y la burda película de W. Petersen hace de Paris el héroe, de acuerdo con las convenciones actuales. Héctor sería mirado más bien como un pobre hombre, o suscitaría burlas.
Paris replica en una ocasión a hermano: “No me eches en cara los amables dones de la áurea Afrodita, pues no son despreciables los eximios regalos de los dioses, ni puede nadie elegirlos a su gusto”. Palabras llenas de sentido y merecedoras de comentario, ya habrá ocasión, espero. Y Helena expresa otro pensamiento entre burlesco y enigmático: “Zeus nos dio un mal sino, a fin de que sirvamos a los hombres venideros de asunto para sus relatos”.
No son comparables, D. Pío. Nadie aquí, creo, pretende hacer de menos a una obra como la Ilíada. Como toda obra inmortal, es bella porque es verdadera. La Ilíada sin duda lo es; el Romancero, también.
Sí, pero a la Celestina no se la conoce fuera de España, precisamente por falta de propagandistas, no por falta de calidad literaria. El hispanófobo Goytisolo prologó una traducción de la Celestina en inglés, echando abajo la cultura española y de paso con ella a la Celestina. Al más puro estilo Jaque. El Romancero es más que bonito, aunque no sea un pilar del canon literario; influyó en la literatura romántica inglesa y francesa. Claro , la Ilíada, Odisea, República, Banquete, Fedón, y tres o cuatro tragedias griegas, son el comienzo y lo mejor de lo mejor.
Pues si la novela española es noña qué será la americana del siglo XIX con “Mujercitas”. En mi vida he podido pasar de las 20 páginas de la novela. La “venta” de su literatura ha sido mayor que la española. Parece que la escondemos. Creamos historias más humanas, más realistas, más brutales que la de ellos más o menos edulcoradas.
Qué raro que nadie mencione a Armando Palacio Valdés uno de los grandes de la novela del siglo XIX español y exponente del realismo.
Creo que ya lo dije alguna vez, pero el intrincado literario de los “Los hermanos Karamázov” no me permite pasar de la hoa 100. Eso fue hace mucho tiempo. Si lo intento otra vez a lo mejor me gusta.
Como he dicho otras veces, considero La Celestina una de las obras realmente grandes de la literatura no solo española, desde luego. En “Nueva historia de España” le dediqué un espacio.
Uno de los grandes capítulos de “Nueva Historia de España” es el dedicado a la Celestina, desde luego.
Yo tampoco entiendo las criticas a Baroja. He leído “La Busca”, “Las inquietudes de Shanti Andia” y “Miserias de la Guerra” y aunque sus novelas carezcan de trama no significa que no tengan contenido y la Historia carezca de interés. Al contrario. Baroja describe muy bien los entornos, los personajes. No se necesita entretejer una historia complicada para crear una gran novela.
Para cutre Francisco Umbral. Leí “Leyenda del Cesar Visionario” y me parece más cutre que Cela en “La Colmena”.
manuelp dice:
23 agosto, 2016 a las 19:28
Coincido.
Al final, pocos autores me resultan interesantes. Están los que han logrado encantar el mundo a mis ojos, y los dedos de las manos me bastan. A la mayoría, les he leído sin verdadero placer. Los buenos, los magos, los amigos, son tan pocos que su país no tiene importancia. Mi obra preferida de un autor español ha sido el libro de Bernal Díaz, y El Rastro de Ramón.
No sé si recuerdan a Zaragozana, que hace tiempo que noviene por el blog. Si oía despotricar contra Baroja, se enfadaba mucho. Y la figura de Carmen en “Sonaron…” le parecía detestable.
Un blog interesante: http://lacuevadeloslibros.blogspot.com.es/
Don Pío, por lo que pueda valer: A mí Hector siempre me cayó muy bien y Aquiles muy mal. De Paris no recuerdo gran cosa. Uno de los peores tragos de la Ilíada fue leer la derrota del primero a manos del segundo. No lo soporté.
Comino: La celestina es una gran obra. El día en que te molestes en leer lo que yo escribo y te olvides de las chorradas que se inventa Moa sobre mis opiniones quizá podamos dialogar.
Hegemon: Mujercitas no es ñoña y su autora fue una pionera del mejor feminismo. Además tiene humor y ternura, cosas ambas de agradecer y que no siempre aparecen en la literature “seria”, española o no. Vuelve a leerla.
Y Dostoievsky sería mucha mejor introducción a la psicología terapéutica que todo Freud…
Moa: Cuando se quita la gorra de ideólogo “tremens” de la España Eterna se le lee con mucho más gusto y resulta mucho más interesante.
Quizá le valga como consejo literario de buena fe, aunque no lo crea, lo de la buena fe.
Hegemon 16.27:
- Sé que Gertrudis Gómez de Avellaneda escribió en 1841, 11 años antes que la “Cabaña del Tío Tom”, un libro (no lo he leído) titulado “Sab” en el que abordó la esclavitud, la segregación racial, la situación de la mujer, el poder del dinero, etc., en la Cuba española.
- En “Tom Sawyer” y “Las aventuras de Huckleberry Finn” los paralelismos entre Twain y Cervantes son más que evidentes.
manuelp 19.14: Para mí Federico García Lorca es un poeta sobrevalorado, pero, bueno, sobre gustos.
Pío Moa 23.17: Desde luego, Zaragozana era de las pocas mujeres que han intervenido en el blog, se echa de menos la participación femenina.
No creo que Unamuno sea poco conocido fuera de España.
Consultando las tesis publicadas acá en la escuela, enlistan las siguientes:
Perros parlantes en Niebla de Miguel de Unamuno y Rabos de lagartija de Juan Marsé. 2013.
El teatro de Miguel de Unamuno: su pensamiento filosófico en escena. 2012.
Miguel de Unamuno: por un eterno anhelo de inmortalidad. 2012.
El dios anhelado: prolegómenos al pensamiento religioso de Miguel de Unamuno. 2011.
Política y religión en el pensamiento de Miguel de Unamuno. 2010.
Razón y fe en Unamuno: en busca de un sentido para la vida. 2010.
El concepto de hombre en el pensamiento de Miguel de Unamuno. 2009.
El lector en los prólogos de Miguel de Unamuno. 2009.
La búsqueda de la verdad en Miguel de Unamuno. 2007.
El sentimiento trágico de la vida en la obra de Unamuno y Pío Baroja. 2007.
Unamuno: la invención de la Nivola. 2002.
Crisis religiosa y ambición inmensa: el alma y el choque ideológico en Miguel de Unamuno en Abel Sánchez de Miguel de Unamuno. 2002.
En torno al problema de la inmortalidad en Unamuno: Dios como posibilidad de garantía ontológica. 2001.
La inmortalidad del alma como fundamento de una ética en Miguel de Unamuno. 2000.
Análisis textual de Dos madres de Miguel de Unamuno. 2000.
Una existencia compartida. Análisis, crítica e interpretación de un cuento de Miguel de Unamuno. 2000.
La nivola Abel Sánchez de Miguel de Unamuno. 1998.
El sentimiento trágico de la vida de Miguel de Unamuno en la génesis de su obra: el germen de sus novelas. 1997.
Muerte e inmortalidad en Miguel de Unamuno. 1997.
La idea de la muerte en El sentimiento trágico de la vida de Miguel de Unamuno. 1992.
La creación novelística de Unamuno. Forma de trascender la muerte. 1991.
Los personajes en tres novelas de Unamuno. 1987.
Unamuno: novelista y filósofo. Un análisis de Niebla. 1983.
El conflicto de la personalidad en el teatro de Unamuno. 1973.
La agonía en la novela de Unamuno. 1965.
Análisis fenomenológico del sentimiento trágico de Unamuno. 1963.
Unamuno: teórico del lenguaje. 1954.
Aspectos psicológicos de la novela de don Miguel de Unamuno. 1944.
El sentimiento de lo trágico de Unamuno. 1944.
Del sentimiento de los plástico en la obra de Unamuno. 1944.
Una estimación breve de la personalidad de Miguel de Unamuno y un análisis de las personalidades en sus novelas.
Se me olvidó anotar el año de la última tesis enlistada. Es de 1937.
Esto quiere decir que al menos desde la muerte de Unamuno hay gente por acá que se ha interesado en el autor.
Sin embargo, nomás de echarle una mirada se percibe que Unamuno fue virtualmente desconocido durante décadas. De pronto “se puso de moda”.
30s: 1
40s: 3
50s: 1
60s: 2
70s: 1
80s: 2
90s: 5
“00s”: 12
“10s”: 4 (hasta 2013, pues los datos no están actualizados a 2016, y falta para llegar a 2020).
Es interesante. El autor es revalorado hasta ahora, en aparentemente unos tiempos de lo más vulgar. O Unamuno es un autor para sacar tesis facilonas, o de veras hay una crisis del sentido y hay estudiantes que le ven algo distinto y su obra les provoca entusiasmo.
Puede ser, también, que el antiespañolismo ya no es como antes. Puedes escoger la obra de Unamuno para sacar la tesis sin que salgan unos tipos a fastidiarte que por traidor y tal.
Lo mismo pasa con Ortega. Prácticamente no hay tesis, pero el autor empieza a ser conocido en los noventas.
En cambio, sobre Baroja, nadie habló entre 1956 y 1997. Unos 40 años. Y después volvió a ser olvidado.
Comparte tesis con Unamuno, si se fijan en la lista de allá arriba.
—–
A ver:
El sentimiento trágico de la vida en la obra de Unamuno y Pío Baroja. 2007.
Si me pusiera muy necio, bien podría decir que la novela de Moa es como Star Wars. El hijo asesina al padre. Hay aventuras y lugares diversos.
Una explicación así, que sería la de un friki, pues legalmente puede ser lanzada al público, y gratis, que para eso está la tolerancia y el internet. Parafraseando a Voltaire: “Vamos, tío, di lo que quieras, que yo aquí te defiendo”. Pero una cosa será la opinión del friki, que tal vez tenga cuentas pendientes con Moa, y otra cosa será la opinión de personas expertas en eso de leer y filosofar sobre el contenido y los propósitos de una obra literaria. Suponiendo objetividad en estos asuntos de la crítica literaria, ha de importar más la palabra del docto que las piruetas del aficionado.
Si yo escribiera una novela, que nunca pasará, me preocuparían las ventas. Vender nada o vender mucho. Indicio de haber escrito una basura.
Y los críticos. Bueno, pues que les den. A no ser que inmerecidamente me espanten a la gente. “Las tías que describe Lasperio no son creíbles. Las vemos follando. Las vemos bostezando. Las vemos sufriendo los efectos del azar. Y no están empoderadas” “Vaya ridiculez inventarse una isla en donde los personajes hablan una mezcla de español de España y mexicano. Muchos giros no se entienden y las obscenidades quedan cojas” “Esos perros que hablan tampoco son creíbles” ”Hay un sentido fundamentalmente trágico en las aspiraciones de El Poli, y queda manifestada su vivencia del dolor y su angustia desbordante, casi desde un cariz ontológico, cuando lo vemos vaciarse en el pecho la botellita de CK Be que le ha robado al turista ahogado, y, sin embargo, no es creíble”.
Mata, no asesina.
manifiesta, creo
en unos tiempos de lo más vulgares, creo. No sé.
——-
Desde hace rato hay un perro flaco pero grande ladrándole aparentemente a la nada. Podría saber a qué le ladra, si saliera, que me da curiosidad, pero igual me llevo un navajazo.
Me recuerda esto a un personaje extraño que todos los días anda por la calle con la misma maleta, tan llena que parece reventarse. Intimida ver que lleva el cuello tatuado con figuras de estrellas. Aparece rumbo al trabajo y no se sabe de dónde sale.
Hay otro tipo, tal vez de veinte años, que pasa por las mañanas en su coche destartalado. Va vendiendo churros y los va anunciando a todo volumen. Tanto es el ruido y tanta es la insistencia que me ha sacado varios dolores de cabeza.
Lleva esto de fondo musical:
https://youtu.be/GkIn8J4QstE
https://youtu.be/GkIn8J4QstE
El segundo enlace aparentemente es el mismo, pero ya está limpio.
Nunca ha estado mas claro que la política del PP es tan dañina para España o mas que la de cualquier otro partido (Anda que Ciudadanos se lleva luciendo mas de un año ya). Por ello mas que nunca la opción abstencionista es la única sensata.
El PP blinda el concierto vasco y lanza un guiño al PNV para lograr su apoyo
http://vozpopuli.com/actualidad/88456-el-pp-blinda-el-concierto-vasco-y-lanza-un-guino-al-pnv-para-lograr-su-apoyo
LeonAnto dice:
24 agosto, 2016 a las 0:31
Apuntado. Voy a leer “Sab”. Parece ser que la amiga Gertrudis suscitó mucha polémica con esa obra tanto en Madrid como en Cuba. Gracias.
Hegemon
Creo que encontrará la novela de Gertrudis G. de Avellaneda algo cursi, literatura femenina de la España de la misma época me parece bastante mejor Cecilia Bolh de Faber (Fernan Caballero) y Emilia Pardo Bazán cuya “Los pazos de Ulloa” es muy buena.
La italosalida. Lo peor es que lo que es exitende es el uso del inglés para hablar de estos intentos de huida del monstruo uropeo:
‘Italexit’: el riesgo de que Italia salga del euro se dispara a máximos históricos
M. Llamas
El temor de los inversores es que Renzi pierda el referéndum de noviembre y ello la puerta del poder a los populistas del Movimiento 5 Estrellas.
– Seguir leyendo: http://www.libertaddigital.com
Manuelp:
Apuntados. Gracias.
¿El tema de “Sonaron…” ¿es el de unos asesinatos interfamiliares? Creo que no. Es el de unas peripecias que terminan fracasando y que sin embargo valen por sí mismas. Así lo veo.
A ver si nuestro llanito honorario olvida su aversión a España y su beata admiración por Inglaterra, que le lleva hasta a justificar el genocidio.
Me da la impresión de que Lasperio podría escribir novelas por lo menos curiosas.
Pocas cosas hay más justas que el desprecio que muestran al PP la izquierda y los separatistas, a pesar de todas las zalemas, seguidismos y besos en el trasero con que el PP les obsequia.
Hegemon
Pues asi es todo, la literatura española del XIX estaba a la altura de casi todas. Lo que pasa es que la leyenda negra también llegaba hasta ahí. Incluso una figura menor como Manuel Fernández y González no desmerece con sus “Los monfíes de las Alpujarras” o “Men Rodriguez de Sanabria” a obras tan publicitadas como “los cosacos” de Tolstoi o “La hija del capitán” de Puskhin pero es que los rusos estaban de moda en los círculos intelectuales europeos de la época.
https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Fern%C3%A1ndez_y_Gonz%C3%A1lez
Aquí esta “Los monfíes de las Alpujarras”
http://books.googleusercontent.com/books/content?req=AKW5Qafbtv6RpINQZ-e4E7On2U8lUcOGbZeCdF5nf9KI9eT-wfzdZgx3OITKCAVS7BkHReabT_oHv5NLZUq_-Ex31M1uupFjsuFAqiBxp9VfxRK2QDfwJkqxLx0lyScR68Ho4zwjXIL_Krx8Q6vTuhWqJKsFSKTWMrZIAkw0wsD3PgkuDKWrwpHIz7GdZ9w0gxzkw7jhUZBvHM0-kP1KuiI8Q0OHEoxl5x-pfQsrq2BmQ-Bq6wM_ic-qzMQZ0DscjY-141VLWehjFoipeJctj1JccUVa8BtqLg
Por no hablar de la obra de Blasco Ibáñez que nada tiene que envidiar a la de Balzac.
¡Buenos días desde mi ordenador!
Querría hacer notar que obstáculo importante a lo épico y a lo helénicamente tráfico en la literatura española no erano tanto el catolicismo “de mesacamilla” sino el catolicismo autoculpabilizante, coincidente además con los intereses regios frente a reclamaciones y reivindicaciones de conquistadores, que desde el siglo XVI oficialmente se puso del lado de Las Casas (Felipe II prohibió escribir en contra de Las Casas). Ello hizo que las maravillosas crónicas de América quedasen orilladas o marginadas y que la principal epopeya escrita al respecto, La Araucana, tuviese cuales héroes principales a los indios, cosa notable siendo el autor uno de quienes los había combatido. Algo así como si los héroes principales de la Ilíada fueran los Troyanos, y Héctor quedara por encima de Aquiles. Ciertamente, la Ilíada loa a muchos troyanos pero no los ensalza por sobre los griegos. Las dos otras epopeyas escritas en aquél entonces, la de un colono chileno y la obra de un soldado que luchó reprimiendo la rebelión de los indios Pueblo han quedado marginadas a pesar de que técnicamente la antiercillana era mejor cuan la de Ercilla.
Mientras que las cartas de relación obra de Cortés, comparables a los comentarios de César, y la crónica de uno de los soldados de su hueste, Bernal Díaz del Castillo, no han merecido epopeyas, sí que ha merecido un gran libro de aventuras la navegación amazoniana De Lope de Aguirre, aventura que desde luego tuvo mucho de tráfico. En compensación, a lo mejor nos hemos librado de muchos de los héroes cartón piedra propios de literatura narcisista de autobombo anglosajón. No en vano, de entre las novelas EE.UU.A.eñas acerca de la segunda guerra mundial, la nada triunfalista “Los desnudos y los muertos” es de lo máxime descollante.
Si los héroes épicos hayan de acabar pereciendo empero, sucumbiendo en pendencias entre conquistadores pereció Francisco Pizarro, y hernán Cortés no tuvo, ni mucho menos, final feliz aun muriendo de muerte natural.
En lo que al siglo pasado respecta, primeramente el recrudecidoacomplejamiento resultante del desastre del 98 hacía imposible casi todo lo que fuese épico, casi todo lo que fuese epopeya, y además impedía absolutamente lo trágico pues lo trágico es incompatible con el desprecio.
Valleinclán lo formuló paradigmáticamente en “Luces de Bohemia”: España se le antojaba deformación grotesca de la civilización europea. Tamaña deformidad le resultaba totalmente incapaz de tragedia. Esperpento era lo que consideraba adecuado al efecto.
Me temo que resabios valleinclanescos lastren las aventuras del capitan Alatriste.Lo digo a propósito de la imagen que de la historia de España viene trazando Pérez Reverte en sus entregas tituladas “Una historia de España”.
En cuanto a la guerra civil, dado quiénes protagonizaron la mayoría de proezas y dada la imagen prontamente establecida contra ellos, contra los vencedores, la posibilidad de que acabase cuajando algo muy épico quedó abortada al cabo de pocos años. Además ninguna de las grandes guerras del siglo pasado dio lugar a gran literatura épica. Muy poco de épico tiene “ADiós a las armas”. Quizá “tempestades de acero sea excepción”. A propósito de la división azul, no he leído “Embajador en el infierno”. En conjunto fue centuria antiépica, quizá por sobremanera madura para la épica pues lo épico ha solido ser fundacional. Las epopeyas atribuidas a Homero son la única literatura épica griega subsistente. La
romana Eneida, escrita tardíamente, tiene algo de cartón piedra. También elpoema de Mío Cid fue fundacional.
Echando un vistazo a la literatura clásica española, en ninguna “doma” católica ni resignación ídem encaja La Celestina, señaladamente por ejemplo. Aunque ciertamente no es del siglo XVIIº sino del XVº, es la obra fundacional de la literatura clásica española.
aunque sí que es teatro católico, El burlador de Sevilla, por su parte no tiene de resignación el final: El protagonista lleva a ultranza la apuesta personal del comportamiento que lo lleva al infierno, su temeridad sacrílega incluso y, a pesar de estar abocado a condenación, no está presentado como malvado odioso, ni mucho menos. Es complejo y aparece en escena salvando la vida a sirviente náufrago.
Tampoco el majestuoso La vida es sueño es teatro de mesa camilla, y el monólogo de Segismundo es una cumbre en el poetizar una cuestión universal insoluble acerca de la realidad del mundo.
El médico de su honra, por su parte, tiene desenlace rigurosamente no católico, no simplistamente católico por lo menos,de ningún modo costumbrista ni chabacano: Aunque el rey que perdona el crimen está destinado a morir matado a manos de su hermano rival, infante que ha desencadenado la trama intentando seducir a la esposa víctima, es algo que no está explícito ni implícito en el drama sino que éste cuenta con que todos los espectadores lo sabían pues era Pedro Iº el cruel. Por ello basta la alusión que el rey oye en forma de romance callejero sin saber que le vaticina el destino, destino allende al drama mismo, especie de metadesenlace:
“Para consuegra camina,
Donde piensa que han de ser
Teatros de mil tragedias
Las montañas de Montiel.”
Doña Leonor, a su vez, decide aceptar casarse con el uxoricida plenamente a sabiendas del riesgo, atrayéndole al parecer el morbo entrañado, el cual Don Gutierre sarcásticamente verbaliza, y libremente Toma la mano de él mediante frase atrozmente irónica. Cinismo que a MenéndezPelayo no podía parecerle católico en modo alguno. De hecho casi todo el teatro calderoniano le rechinaba a lo muy católico de éste.
Notable a propósito de Calderón es el librito que el hace pocos años fallecido filósofoEugenio Trías, premio Niettzsche, escribió, bosquejo del libro que acerca de quien consideraba autor magníficamente trágico tenía en mente escribir.
Respecto a Lope de Vega, El caballero de Olmedo es indudablemente trágico: sabe que
su cabalgada le resultará letal, pero la emprende fatalmente.
En cuanto al desenlace de El Quijote, es notable que ninguna manda testamentaria reserva dinero para misas, ni para rezos, en sufragio de su alma, que a la sobrina la deshereda en caso de que se case con qienqiera que haya oído hablar de novelas de caballerías, lo cual excluía a casi todos los maridables, y que, aunque mucho le conforta que Dios le haya devuelto la cordura, le queda el desconsuelo de haberla recuperado tan tarde, sin tiempo para contrarrestar el haberla tenido perdida.
Don Alonso Quijano lo último que literalmente dice es “Porque parto de esta vida con escrúpulo de haberle dado motivo para escribirlos”, refiriéndose a los disparates del plagiario Avellaneda.
La frase “Hallose el escribano presente, y dijo que nunca había leído en ningún libro de caballerías que ningún caballero andante hubiese muerto en su lecho tan sosegadamente y tan cristiano” tiene retintín: Incluso habiendo renegado de la caballería andante sigue siendo caballero andante en boca del escribano.
Nada beatuno suena el “el cual, entre compasiones y lágrimas de los que allí se hallaron, dio su espíritu, quiero decir que se murió”. Sorna que, si lo fuese, cuadraría con no haber hecho mandas testamentarias para misas ni similares.
Crudo en cierto modo hasta el final,”(…) pero con todo comía la sobrina, brindaba el ama y se regocijaba Sancho panza; que esto del heredar algo bona o templa en el heredero la memoria de la pena que es razón que debe el muerto.”
Por último, queda explícito que el autor hace morir a su protagonista, lo mata, para, entre otras cosas, que el plagiario Avellaneda no haga falsamente inacabables las hazañas de Don Quijote.
Y todo ello sin que en momento alguno Don Quijote haya sido personaje chusco o despreciable al estilo de los de ciertas novelas famosas del siglo XXº, tampoco semejante en cosa alguna a los pícaros. En ningún momento el autor lo degrada. Mantener la dignidad de alguien a la par de recrearse mostrándolo protagonista de trances ridículos que no lo ridiculizan no es cosa fácil. Avellaneda lo ridiculizaba y Cervantes lohace morir poniéndolo a salvo de ridiculizaciones.
Por cierto, Aristóteles dejó escrito algo así como que las tragedias servían para que el público se consolase contemplando que los personajes míticos también habían llorado”, valga parafrasear el “Los ricos también lloran”.
El cierto deje que de superioridad por sobre el público que mediante “éleos” y “fobos” siente catarsis respecto a sus propias cuitastrasparece cabe Aristóteles lo ennoblecería Nietzsche atribuyendo a las tragedias griegas la función de incrementar el apego a la vida precisamente contemplándola sacrificar incluso a héroes, a hombres muy por encima del público, público cuyas cuitas resultarían fruslerías en comparación a las de los héroes trágicos.Comoquiera, es muy dudoso que tal función subyaga en las tragedias Shakespereanas, la mayoría de cuyos personajes principables no parecen, ni mucho menos, seres grandiosos abocados a destino fatal, son tragedias de personajes que están al nivel del público aunque sean reyes, patéticas en ocasiones.
En cuanto a las tragedias griegas mismas, Nietzsche excluía a las de Eurípides, autor cuyas obras le parecían tener demasiado de conflicto entre bondadosos y malvados, entre justicia e injusticia nítidas, objeción comprensible en quien filosofaba allende del bien y del mal.
En la medida en la cual los personajes de “Sonaron gritos y golpes a la puerta” no son héroes míticos totalmente allende de los lectorres ni lo que Nietzsche denominara humanos, sobremanera humanos, que es lo que son muchos Shakesperianos, patéticamente humanos a menudo, los protagonistas de ella más bien son netamente distintos, no asimilables a los unos ni a los otros. En todo caso, lo tragedias griegas no podía tener visos existencialistas ni dovstoyesquianos.
Observaciones finales:
A pesar de lo mucho inaceptable de las teorías americocastrianas acerca de las tres castas, quizá merezca más valoración la que apreciaba algo realmente trágico en la sociedad española de los siglos de oro: vivir desviviéndose entre la trayectoria histórica voluntariamente decidida, entre la “vividura” decididamente asumida, y la aprensión de a lo peor haber optado por camino erróneo o perjudicial para sí misma, consciencia y conciencia de temerse qué se estuviese perdiendo en aras a su “morada vital”.
Comoquiera, hace años me impresionó una frase que leí en libro insospechado al respecto. Era la “Obra de agricultura”, autor Alonso de herrera, libro escrito en pleno siglo XVIº, en coyunturas económica y demográfica alcistas, muy distante de la decadencia de cien años después. Pues bien, comentando un aspecto técnico que le disgustaba por parecerle muy mejorable,el autor se preguntaba esencialistamente acerca de España y se respondía que quizá fuese víctima de algún astro, de mal hado celeste, en época en la cual grandes astrónomos eran astrólogos.
Entre la novela picaresca, las hay no amargas y amargas. Parece que en el Guzmán de Alfarache lo chusco es muy secundario y predomina el desasosiego vital o existencial.
De nuevo respecto al Quijote, No hubiera llegado a existir si en la España de aquel entonces no hubiera plétora de las novelas que de aventuras fantásticas, aunque fuesen fantásticamente descabelladas, eran las novelas de caballerías, ninguno de cuyos protagonistas moría tan de modo católicamente convencional.
Respecto a Pío Baroja, “Las aventuras de Santi Andía” y “Aventuras, inventos y mixtificaciones de Silvestre Paradox” me parecieron buenas novelas de aventuras, y “El árbol de la ciencia” tiene aliento trágico.
“La aventura equinoccial de Lope de Aguirre”, de Ramón José Sender, me parece magnífica y algo de aliento aventurero hay en las valleinclanescas sonatas.
Es de notar que en el episodio nacional Trafalgar perecen los dos veteranos marinero y marino, fatalistamete éste a la vez que no sin gracejo, a los cuales acompañaba el personaje que debía sobrevivir para que la serie tuviese continuidad, valga de pincelada.
Lamento el tic de que loar una novela española haya aparejado calificarla de como si no fuera española, con lo connotativamente mejor que hubiera resultado calificarla de novela precursora en su género en España.
¡Ah!, para novelas femeninas nada ñoñas, “Las novelas ejemplares y amorosas” de María de Zayas y Sotomayor. En pleno siglo XVII º una de las protagonistas es señora que tiene encerrado a negro sexualmente esclavo al cual mata de extenuación sexual. Al final la serie finaliza acabándose la fiesta, sin más, a la vez sin moralina y sin chusquedad ni cutrez.
A otro respecto,aprovecho la ocasiónpara escribir cuán entristecedor resulta que Tocqueville, tan mencionado en este foro, mientras que se mostraba tan sutil y meticuloso analizando la democracia EE.UU.A.eña y tan perspicaz aventurando futuribles acerca de la democracia, en su “Democracia enAmérica” se manifiesta ultralascasianista sin fisuras ni matices respecto a la colonización española. Mientras que llega al extremo de calificar de fatalidad incruenta de la civilización las extinciones de indios en la república useña, niega cualquier mérito a España y a los españoles en no haberse extinguido los amerindios en la américa hispánica. literalmente dice haber sobrevivido los que meramente porextenuación física, por cansancio insuperable al cabo de tanto matar, los españoles careciesen de fuerzas para acabar de exterminarlos.
Si por lo menos supiera que Las Casas obtuvo la victoria oficial en la controversia de Valladolid y que la censura oficial española a quienes acallaba era a quienes le contradecían.
Nada sabía de que Felipe II, por más ciertamente no en contra de sus propios intereses, prohibió nuevas conquistas, de que en vísperas de hacerse independiente hispanoamérica eran indios la mayoría de los propietarios de tierras de labor y que a indios pertenecía la mayoría de las mismas, incluso de las muy fértiles, etc, nada acerca de las leyes nuevas, nada; simplemente, dados sus prejuicios respecto a España y a los españoles, literalmente supone que los comparativamente muchos amerindios que quedaban en hispanoamérica, los cuales permanecían étnicamente mayoritarios, únicamente por no haber dado abasto para matarlos a todos la supuestamente manida crueldad española, la cual da absolutamente por sentado, hubiesen pervivido mientras que en la república septentrional fatalidades inexorablemente lógicas de la civilización estuviese quitando de en medio a los indios inmaculadamente sin mancillarse las manos.
Respecto a Hispanoamérica, para mayor abundamiento, nada dice acerca de epidemias masivas, de pandemias sí que fatales, que, por supuesto, Las Casas había omitido o atribuído a efectos de crueldad y abusos.
Mal que nos pese, la descripción lascasiana parece estarse afianzando universalmente, especialmente lastimoso tratándose de libros que son hitos en materia de historia, política y/o economía. En “Por qué fracasan los países” los autoresdan por sentada la veracidad y exactitud de Las casas. A él se remiten literalmente para describir varios episodios de la conqista, la de Colombia, porejemplo.
De Potosí, aunque cuentan que llegó a tener ciento y pico mil habitantes, omiten que los mitayos eran netamente minoría o menos, y que gran parte o mayoría de los trabajadores indígenaseran reenganchados que preferían quedarse en Potosí (“Oro y moneda en la historia”, de Pierre Vilar, desmiente mucho de las imágenes tétricas de la minería de Potosí, incluso parte de la del mercurio en Huancavélica, propias de las de cualquier minería -de mercurio- de la época).
Por lo menos sí que reconocen que indígenas formaban parte de las clases económicamente privilegiadas por más que, citando a Humboldt respecto a Méjico, mencionan la extrema desigualdad que observó sin hacerse eco de que además observó cuán fácil y barato les resultaba alimentarse incluso a los estratos sociales ínfimos de la sociedad novohispana,y tampoco mencionan la optimista impresión que el birreinato de Nueva Granada le produjo a tenor de “Desde el Orinoco hasta el Amazonas”.
No es de extrañar que ante tamaña preponderancia que casi semeja consenso haya españoles que claudiquen y decidan no volcar energías incidiendo en puntos flacos tan universalmente omitidos lascasianos y Lascasianistas.
Javier F.S.¡Buenos días desde mi ordenador!
Querría hacer notar que obstáculo importante a lo épico y a lo helénicamente tráfico en la literatura española no erano tanto el catolicismo “de mesacamilla” sino el catolicismo autoculpabilizante, coincidente además con los intereses regios frente a reclamaciones y reivindicaciones de conquistadores, que desde el siglo XVI oficialmente se puso del lado de Las Casas (Felipe II prohibió escribir en contra de Las Casas). Ello hizo que las maravillosas crónicas de América quedasen orilladas o marginadas y que la principal epopeya escrita al respecto, La Araucana, tuviese cuales héroes principales a los indios, cosa notable siendo el autor uno de quienes los había combatido. Algo así como si los héroes principales de la Ilíada fueran los Troyanos, y Héctor quedara por encima de Aquiles. Ciertamente, la Ilíada loa a muchos troyanos pero no los ensalza por sobre los griegos. Las dos otras epopeyas escritas en aquél entonces, la de un colono chileno y la obra de un soldado que luchó reprimiendo la rebelión de los indios Pueblo han quedado marginadas a pesar de que técnicamente la antiercillana era mejor cuan la de Ercilla.
Mientras que las cartas de relación obra de Cortés, comparables a los comentarios de César, y la crónica de uno de los soldados de su hueste, Bernal Díaz del Castillo, no han merecido epopeyas, sí que ha merecido un gran libro de aventuras la navegación amazoniana De Lope de Aguirre, aventura que desde luego tuvo mucho de tráfico. En compensación, a lo mejor nos hemos librado de muchos de los héroes cartón piedra propios de literatura narcisista de autobombo anglosajón. No en vano, de entre las novelas EE.UU.A.eñas acerca de la segunda guerra mundial, la nada triunfalista “Los desnudos y los muertos” es de lo máxime descollante.
Si los héroes épicos hayan de acabar pereciendo empero, sucumbiendo en pendencias entre conquistadores pereció Francisco Pizarro, y hernán Cortés no tuvo, ni mucho menos, final feliz aun muriendo de muerte natural.
En lo que al siglo pasado respecta, primeramente el recrudecidoacomplejamiento resultante del desastre del 98 hacía imposible casi todo lo que fuese épico, casi todo lo que fuese epopeya, y además impedía absolutamente lo trágico pues lo trágico es incompatible con el desprecio.
Valleinclán lo formuló paradigmáticamente en “Luces de Bohemia”: España se le antojaba deformación grotesca de la civilización europea. Tamaña deformidad le resultaba totalmente incapaz de tragedia. Esperpento era lo que consideraba adecuado al efecto.
Me temo que resabios valleinclanescos lastren las aventuras del capitan Alatriste.Lo digo a propósito de la imagen que de la historia de España viene trazando Pérez Reverte en sus entregas tituladas “Una historia de España”.
En cuanto a la guerra civil, dado quiénes protagonizaron la mayoría de proezas y dada la imagen prontamente establecida contra ellos, contra los vencedores, la posibilidad de que acabase cuajando algo muy épico quedó abortada al cabo de pocos años. Además ninguna de las grandes guerras del siglo pasado dio lugar a gran literatura épica. Muy poco de épico tiene “ADiós a las armas”. Quizá “tempestades de acero sea excepción”. A propósito de la división azul, no he leído “Embajador en el infierno”. En conjunto fue centuria antiépica, quizá por sobremanera madura para la épica pues lo épico ha solido ser fundacional. Las epopeyas atribuidas a Homero son la única literatura épica griega subsistente. La
romana Eneida, escrita tardíamente, tiene algo de cartón piedra. También elpoema de Mío Cid fue fundacional.
Echando un vistazo a la literatura clásica española, en ninguna “doma” católica ni resignación ídem encaja La Celestina, señaladamente por ejemplo. Aunque ciertamente no es del siglo XVIIº sino del XVº, es la obra fundacional de la literatura clásica española.
aunque sí que es teatro católico, El burlador de Sevilla, por su parte no tiene de resignación el final: El protagonista lleva a ultranza la apuesta personal del comportamiento que lo lleva al infierno, su temeridad sacrílega incluso y, a pesar de estar abocado a condenación, no está presentado como malvado odioso, ni mucho menos. Es complejo y aparece en escena salvando la vida a sirviente náufrago.
Tampoco el majestuoso La vida es sueño es teatro de mesa camilla, y el monólogo de Segismundo es una cumbre en el poetizar una cuestión universal insoluble acerca de la realidad del mundo.
El médico de su honra, por su parte, tiene desenlace rigurosamente no católico, no simplistamente católico por lo menos,de ningún modo costumbrista ni chabacano: Aunque el rey que perdona el crimen está destinado a morir matado a manos de su hermano rival, infante que ha desencadenado la trama intentando seducir a la esposa víctima, es algo que no está explícito ni implícito en el drama sino que éste cuenta con que todos los espectadores lo sabían pues era Pedro Iº el cruel. Por ello basta la alusión que el rey oye en forma de romance callejero sin saber que le vaticina el destino, destino allende al drama mismo, especie de metadesenlace:
“Para consuegra camina,
Donde piensa que han de ser
Teatros de mil tragedias
Las montañas de Montiel.”
Doña Leonor, a su vez, decide aceptar casarse con el uxoricida plenamente a sabiendas del riesgo, atrayéndole al parecer el morbo entrañado, el cual Don Gutierre sarcásticamente verbaliza, y libremente Toma la mano de él mediante frase atrozmente irónica. Cinismo que a MenéndezPelayo no podía parecerle católico en modo alguno. De hecho casi todo el teatro calderoniano le rechinaba a lo muy católico de éste.
Notable a propósito de Calderón es el librito que el hace pocos años fallecido filósofoEugenio Trías, premio Niettzsche, escribió, bosquejo del libro que acerca de quien consideraba autor magníficamente trágico tenía en mente escribir.
Respecto a Lope de Vega, El caballero de Olmedo es indudablemente trágico: sabe que
su cabalgada le resultará letal, pero la emprende fatalmente.
En cuanto al desenlace de El Quijote, es notable que ninguna manda testamentaria reserva dinero para misas, ni para rezos, en sufragio de su alma, que a la sobrina la deshereda en caso de que se case con qienqiera que haya oído hablar de novelas de caballerías, lo cual excluía a casi todos los maridables, y que, aunque mucho le conforta que Dios le haya devuelto la cordura, le queda el desconsuelo de haberla recuperado tan tarde, sin tiempo para contrarrestar el haberla tenido perdida.
Don Alonso Quijano lo último que literalmente dice es “Porque parto de esta vida con escrúpulo de haberle dado motivo para escribirlos”, refiriéndose a los disparates del plagiario Avellaneda.
La frase “Hallose el escribano presente, y dijo que nunca había leído en ningún libro de caballerías que ningún caballero andante hubiese muerto en su lecho tan sosegadamente y tan cristiano” tiene retintín: Incluso habiendo renegado de la caballería andante sigue siendo caballero andante en boca del escribano.
Nada beatuno suena el “el cual, entre compasiones y lágrimas de los que allí se hallaron, dio su espíritu, quiero decir que se murió”. Sorna que, si lo fuese, cuadraría con no haber hecho mandas testamentarias para misas ni similares.
Crudo en cierto modo hasta el final,”(…) pero con todo comía la sobrina, brindaba el ama y se regocijaba Sancho panza; que esto del heredar algo bona o templa en el heredero la memoria de la pena que es razón que debe el muerto.”
Por último, queda explícito que el autor hace morir a su protagonista, lo mata, para, entre otras cosas, que el plagiario Avellaneda no haga falsamente inacabables las hazañas de Don Quijote.
Y todo ello sin que en momento alguno Don Quijote haya sido personaje chusco o despreciable al estilo de los de ciertas novelas famosas del siglo XXº, tampoco semejante en cosa alguna a los pícaros. En ningún momento el autor lo degrada. Mantener la dignidad de alguien a la par de recrearse mostrándolo protagonista de trances ridículos que no lo ridiculizan no es cosa fácil. Avellaneda lo ridiculizaba y Cervantes lohace morir poniéndolo a salvo de ridiculizaciones.
Por cierto, Aristóteles dejó escrito algo así como que las tragedias servían para que el público se consolase contemplando que los personajes míticos también habían llorado”, valga parafrasear el “Los ricos también lloran”.
El cierto deje que de superioridad por sobre el público que mediante “éleos” y “fobos” siente catarsis respecto a sus propias cuitastrasparece cabe Aristóteles lo ennoblecería Nietzsche atribuyendo a las tragedias griegas la función de incrementar el apego a la vida precisamente contemplándola sacrificar incluso a héroes, a hombres muy por encima del público, público cuyas cuitas resultarían fruslerías en comparación a las de los héroes trágicos.Comoquiera, es muy dudoso que tal función subyaga en las tragedias Shakespereanas, la mayoría de cuyos personajes principables no parecen, ni mucho menos, seres grandiosos abocados a destino fatal, son tragedias de personajes que están al nivel del público aunque sean reyes, patéticas en ocasiones.
En cuanto a las tragedias griegas mismas, Nietzsche excluía a las de Eurípides, autor cuyas obras le parecían tener demasiado de conflicto entre bondadosos y malvados, entre justicia e injusticia nítidas, objeción comprensible en quien filosofaba allende del bien y del mal.
En la medida en la cual los personajes de “Sonaron gritos y golpes a la puerta” no son héroes míticos totalmente allende de los lectorres ni lo que Nietzsche denominara humanos, sobremanera humanos, que es lo que son muchos Shakesperianos, patéticamente humanos a menudo, los protagonistas de ella más bien son netamente distintos, no asimilables a los unos ni a los otros. En todo caso, lo tragedias griegas no podía tener visos existencialistas ni dovstoyesquianos.
Observaciones finales:
A pesar de lo mucho inaceptable de las teorías americocastrianas acerca de las tres castas, quizá merezca más valoración la que apreciaba algo realmente trágico en la sociedad española de los siglos de oro: vivir desviviéndose entre la trayectoria histórica voluntariamente decidida, entre la “vividura” decididamente asumida, y la aprensión de a lo peor haber optado por camino erróneo o perjudicial para sí misma, consciencia y conciencia de temerse qué se estuviese perdiendo en aras a su “morada vital”.
Comoquiera, hace años me impresionó una frase que leí en libro insospechado al respecto. Era la “Obra de agricultura”, autor Alonso de herrera, libro escrito en pleno siglo XVIº, en coyunturas económica y demográfica alcistas, muy distante de la decadencia de cien años después. Pues bien, comentando un aspecto técnico que le disgustaba por parecerle muy mejorable,el autor se preguntaba esencialistamente acerca de España y se respondía que quizá fuese víctima de algún astro, de mal hado celeste, en época en la cual grandes astrónomos eran astrólogos.
Entre la novela picaresca, las hay no amargas y amargas. Parece que en el Guzmán de Alfarache lo chusco es muy secundario y predomina el desasosiego vital o existencial.
De nuevo respecto al Quijote, No hubiera llegado a existir si en la España de aquel entonces no hubiera plétora de las novelas que de aventuras fantásticas, aunque fuesen fantásticamente descabelladas, eran las novelas de caballerías, ninguno de cuyos protagonistas moría tan de modo católicamente convencional.
Respecto a Pío Baroja, “Las aventuras de Santi Andía” y “Aventuras, inventos y mixtificaciones de Silvestre Paradox” me parecieron buenas novelas de aventuras, y “El árbol de la ciencia” tiene aliento trágico.
“La aventura equinoccial de Lope de Aguirre”, de Ramón José Sender, me parece magnífica y algo de aliento aventurero hay en las valleinclanescas sonatas.
Es de notar que en el episodio nacional Trafalgar perecen los dos veteranos marinero y marino, fatalistamete éste a la vez que no sin gracejo, a los cuales acompañaba el personaje que debía sobrevivir para que la serie tuviese continuidad, valga de pincelada.
Lamento el tic de que loar una novela española haya aparejado calificarla de como si no fuera española, con lo connotativamente mejor que hubiera resultado calificarla de novela precursora en su género en España.
¡Ah!, para novelas femeninas nada ñoñas, “Las novelas ejemplares y amorosas” de María de Zayas y Sotomayor. En pleno siglo XVII º una de las protagonistas es señora que tiene encerrado a negro sexualmente esclavo al cual mata de extenuación sexual. Al final la serie finaliza acabándose la fiesta, sin más, a la vez sin moralina y sin chusquedad ni cutrez.
A otro respecto,aprovecho la ocasiónpara escribir cuán entristecedor resulta que Tocqueville, tan mencionado en este foro, mientras que se mostraba tan sutil y meticuloso analizando la democracia EE.UU.A.eña y tan perspicaz aventurando futuribles acerca de la democracia, en su “Democracia enAmérica” se manifiesta ultralascasianista sin fisuras ni matices respecto a la colonización española. Mientras que llega al extremo de calificar de fatalidad incruenta de la civilización las extinciones de indios en la república useña, niega cualquier mérito a España y a los españoles en no haberse extinguido los amerindios en la américa hispánica. literalmente dice haber sobrevivido los que meramente porextenuación física, por cansancio insuperable al cabo de tanto matar, los españoles careciesen de fuerzas para acabar de exterminarlos.
Si por lo menos supiera que Las Casas obtuvo la victoria oficial en la controversia de Valladolid y que la censura oficial española a quienes acallaba era a quienes le contradecían.
Nada sabía de que Felipe II, por más ciertamente no en contra de sus propios intereses, prohibió nuevas conquistas, de que en vísperas de hacerse independiente hispanoamérica eran indios la mayoría de los propietarios de tierras de labor y que a indios pertenecía la mayoría de las mismas, incluso de las muy fértiles, etc, nada acerca de las leyes nuevas, nada; simplemente, dados sus prejuicios respecto a España y a los españoles, literalmente supone que los comparativamente muchos amerindios que quedaban en hispanoamérica, los cuales permanecían étnicamente mayoritarios, únicamente por no haber dado abasto para matarlos a todos la supuestamente manida crueldad española, la cual da absolutamente por sentado, hubiesen pervivido mientras que en la república septentrional fatalidades inexorablemente lógicas de la civilización estuviese quitando de en medio a los indios inmaculadamente sin mancillarse las manos.
Respecto a Hispanoamérica, para mayor abundamiento, nada dice acerca de epidemias masivas, de pandemias sí que fatales, que, por supuesto, Las Casas había omitido o atribuído a efectos de crueldad y abusos.
Mal que nos pese, la descripción lascasiana parece estarse afianzando universalmente, especialmente lastimoso tratándose de libros que son hitos en materia de historia, política y/o economía. En “Por qué fracasan los países” los autoresdan por sentada la veracidad y exactitud de Las casas. A él se remiten literalmente para describir varios episodios de la conqista, la de Colombia, porejemplo.
De Potosí, aunque cuentan que llegó a tener ciento y pico mil habitantes, omiten que los mitayos eran netamente minoría o menos, y que gran parte o mayoría de los trabajadores indígenaseran reenganchados que preferían quedarse en Potosí (“Oro y moneda en la historia”, de Pierre Vilar, desmiente mucho de las imágenes tétricas de la minería de Potosí, incluso parte de la del mercurio en Huancavélica, propias de las de cualquier minería -de mercurio- de la época).
Por lo menos sí que reconocen que indígenas formaban parte de las clases económicamente privilegiadas por más que, citando a Humboldt respecto a Méjico, mencionan la extrema desigualdad que observó sin hacerse eco de que además observó cuán fácil y barato les resultaba alimentarse incluso a los estratos sociales ínfimos de la sociedad novohispana,y tampoco mencionan la optimista impresión que el birreinato de Nueva Granada le produjo a tenor de “Desde el Orinoco hasta el Amazonas”.
No es de extrañar que ante tamaña preponderancia que casi semeja consenso haya españoles que claudiquen y decidan no volcar energías incidiendo en puntos flacos tan universalmente omitidos lascasianos y Lascasianistas.
Javier F.S.
Héctor es el héroe más simpático, por así decir de más calidad humana en la Ilíada, y ello refleja la capacidad objetiva de los griegos, que pintan así al jefe de los enemigos, ya que la Ilíada es una epopeya nacional griega. Tanto él como Aquiles son héroes trágicos. Aquiles sabe que ha de morir joven porque lo ha elegido así, una vida corta y gloriosa en lugar de otra larga y vulgar. Su “talón de Aquiles” es su irritabilidad que le lleva a cóleras ciegas, aunque tamién es capaz de sentir compasión ante Príamo. En cambio Odiseo y Agamenón son héroes de un tipo muy distinto. Agamenón trata de servir a su pueblo, es valeroso pero no destaca por ninguna cualidad especial y tiene un fin desastroso. Odiseo es el hábil, capaz de sacar partido de situaciones difíciles, y también despiadado, no por colérico, como Aquiles, sino cuando sus cálculos racionales le incitan a serlo. Es también el único de los héroes que tiene un buen fin, después de incontables peripecias. Menelao, el pobre, queda bastante peor. Entre las muchas cosas que podrían decirse y no terminaríamos nunca
Hablando de literatura, pocos autores españoles logran atraerme. Las únicas excepciones son Miguel Delibes, con el Camino y las Ratas como algo de lo mejor que he leído en mi vida (hasta el diputado voto del señor… me encantó) y los Santos Inocentes, por supuesto; y las novelas cómicas de Eduardo Mendoza. Las inquietudes y Zumalaca… de Baroja, estaban muy bien. Hay un cuento de este autor que siempre me encanto: la sima, creo que se llama. La Aldea Perdida también me gusto mucho: aunque de realismo tiene mas bien poco. Y las Leyendas de Becquer son muy sugestivas.
Al otro lasdo de la frontera, lo mejor que he leido en mi vida es Edward Bunker. Nadie narra como el la vida en los bajos fondos americanos, con esa sencillez de palabras, cai sin metaforas, sin adjetivos, sin adornops. Ayer me metí un maratón, porque quería soltarlo para ir a dormir y no podía. Con lo cual, he acabado su obra, me temo, como comprobé ayer por Internet. Una pena. Empece con “No hay bestia tan feroz” de pura casualidad (habia llegado como novedad a la Biblioteca) y lo probé. Me hice yonqui de ese hombre. Cubren todo el arco vital de un riminal: hay un libro para los nioños que van de reformatorio en reformatorio hasta la carcel; otro que narra la vida en la carcel, otro sobre hombres que salen de ella y vuelven a las andadas, otro sobre un hombre que sale de ella y trata de no delinquir, otro sobre un yonqui… Se aprende, se emociona, se sabe que todo aquello es verdad, de algun modo… Sensacional, de verdad.
Curiosamente, el otro autor del que he leido creo que todo es diametralmente opuesto: H.P Lovecraft. Su mundo siempre me sugestiono. Ahora mismo estoy releyendo “En las Montañas de la Locura”.
Un libro que probé también al azar, fue !Vivir! de un autor chino. Lo lei en un día (no es especialmente largo) y luego el resto de la semana, otra vez, cada día. Sencillo, genial ,sencillamente genial. ¿Por que decir cosas con cuatro palabras si puede ser con dos? oriental, también era Sopa de Miso (que cogi confundiendo con otro autor japones, irónicamente) es de lo mejor que he leído. Un thriller impresionante. los crímenes de Oxford también era un gran acertijo.
En cambio, con los best-sellers no puedo. Entrevista con el Vampiro me aburrió. Tuve que hacer un gran esfuerzo para acabarlo y ni siquiera me acuerdo de mucho. Juego de Tronos entretiene y se lee rápido, pero no me dice gran cosa. En comparación, el Señor de los Anillos lo leo cada año. La Historiadora me lo recomendaron, pero me pareció un bluf de cuidado. No pase de la pagina 20.
Murakami, en cambio, siempre me pareció un peñazo. Sus libros, no los entiendo, me aburren, me resultan confusos y tediosos, me irritan. Insufrible.
Tengo que volver a a leer mas novela.
Así que Zumalacárregui es de Baroja?. Juas,juas
Creo que el defecto de la cultura española, en general, es su poco injerto de la griega. La cultura española es esencialmente romana, la más romana de todas, y en mi opinión el gusto literario exige un buen fondo de lectura de los clásicos griegos.
Me llama la atención que en un género menor, pero importante, como es la novela negra, no haya autores españoles estimables, aunque haya bastantes que la cultivan. Cuando Muñoz Molina se hizo famoso y premiado con su “invierno en Lisboa”, la leí, y me dije que en Usa e Inglaterra hay cientos de novelistas de ese género mejores. Aparte de esa, de Muñoz Molina solo he sido capaz de terminar una novela cómica “Los misterios de Madrid”.
Vemos lo difícil que es la discusión literaria, porque depende enormemente del gusto de cada uno. Casi toda la novela del siglo XX, española y no, me parece mediocre, que trata de gente sin interés con peripecias sin interés (al menos para mí) Hay excepciones, claro, una de ellas el “Viaje al final de la noche”, verdadera epopeya de lo cutre, muy superior, desde luego, a cuanto haya podido escribir Cela, no digamos Sartre o Genet. Me reconcilió un poco con la literatura del siglo XX “El enamorado de la Osa Mayor”, que muchos considerarán una novela de menor enjundia. Me ha asombrado enormemente encontrar gente culta y leída a quienes no les gustó, incluso algunos que no pudieron pasar de las primeras diez páginas. Tampoco salía de mi asombro al oír a un periodista conocido de derecha decir que preferían las novelas de Millás a “Sonaron…”. Pero es inevitable. ”Tié que habé gustos pa tó”, que dijo el clásico.
La literatura que se ha escrito en España desde los años 60 me parece pura filfa. Claro que solo he leído una parte insignificante de ella, pero cada vez que me he animado a hacer una cala, la sensación ha sido la misma.
Hegemon 8.10: Ya comentará, de momento, por desgracia, yo no tengo mucho tiempo para la lectura.
“El enamorado de la Osa Mayor” es , efectivamente una novela de menor enjundia aunque interesante como “La noche quedó atrás” de Jan Valtin , ambas que tanto le suliveyan don Pio.
España ha producido una gran literatura desde La Celestina hasta Calderón. Después ya no. Fue una época en que el catolicismo español no estaba esclerotizado, que era capaz de crearla Escuela de Salamanca, organizar el concilio de Trento e inspirar un arte del mayor nivel. Pero después ya no ha sido así, aunque hubo un cierto resurgimiento entre finales del XIX y los años 40 del XX. Hablo muy en general sobre esta última etapa.
La izquierda y los grandes negocios se llevan tan bien…
El S&P500 no quiere a Trump: Wall Street siempre se ha comportado mejor con gobiernos demócratas
Pues, tomando como referencia la rentabilidad media del S&P500 desde el año 1939, el principal índice norteamericano se ha comportado bastante mejor cuando el presidente ha sido demócrata, tal y como se desprende de un informe elaborado por SaxoBank. Para muestra un botón: Wall Street no deja de romper techos, y se encuentra en máximos tras los ocho años de Barack Obama en la Casa Blanca.
Según los expertos consultados por OKDIARIO esta relación entre los mercados y los gobiernos demócratas no es casual, toda vez que los republicanos siempre han sido más proclives a adoptar políticas proteccionistas que, tal y como asegura Christopher Dembik, analista financiero de Saxo Bank, “tienen un efecto negativo en el crecimiento económico y, por ende, en los beneficios empresariales”.
Por otro lado, los republicanos siempre han apostado por un Gobierno más reducido, algo que según los expertos de SaxoBank “no siempre es la mejor solución”, ya que en caso de que se produzca una ralentización en la economía, el apoyo del Gobierno federal resulta imprescindible para reforzar el crecimiento a través de incentivos de inversión pública o fiscales. Y es que también en estos casos los demócratas son más favorables a todo lo corporativo.
http://okdiario.com/economia/2016/08/23/sp500-no-quiere-trump-wall-street-siempre-comportado-mejor-gobiernos-democratas-331643
Muy discutible e incierta esa relación entre catolicismo y gran literatura española. varios grandes autores- Galdós, Clarín, Baroja, Blasco Ibáñez- tenían muy poco o nada de católicos.
Las inquietudes y Zumalaca… de Baroja, estaban muy bien. Hay un cuento de este autor que siempre me encanto: la sima, creo que se llama. La Aldea Perdida también me gusto mucho: aunque de realismo tiene mas bien poco.
“La aldea perdida” es de Armando Palacio Valdés, no de Baroja. El Realismo de Valdés se aprecia en la descripción de los paisajes y en la exposición de los problemas sociales de la época. No tanto, es cierto, en los personajes que tienden al idealismo. Lo bello para los buenos y lo vulgar para lo malo, como el minero que intenta agredir a Demetria que lo describe con andares de simio, siempre sucio y oscuro.
Pues sí hay catolicismo en Calderón pero no me parece que sea ese el ingrediente fundamental que explique su grandeza literaria.
Dice Segismundo:
¡Ay, mísero de mí! ¡Ay, infelice!
Apurar, cielos, pretendo,
ya que me tratáis así,
¿qué delito cometí
contra vosotros naciendo?
Aunque si nací, ya entiendo
qué delito he cometido.
Bastante causa ha tenido
vuestra justicia y rigor,
pues el delito mayor
del hombre es haber nacido.
Libro valioso a estos respectos: Poesía y filosofía de la grecia arcaica: historia de la épica, la lírica y la prosa griegas hasta la mitad del siglo Vº, autor Hermann Frankel.
Sobre autores actuales, he leído a Isabel San Sebastián cuya prosa, ya lo he dicho, me parece muy musical o barroca pero amena y rápida. Su historias, muy femeninas, son trágicas, acaban mal pero no al estilo griego, es cierto. Una autora que está en boga es Matilde Asensi. ¿No se pedían libros de aventuras? Pues Matilde los escribe y en el mundo anglosajón la aprecian hasta el punto que ha tenido que cambiar de residencia e irse a Londres. Un libro muy épico y de aventuras es “El último soldurio” de Javier Lorenzo. Es cierto que su lectura no adquiere ese ambiente poético e idealista, casi artificial de otras literaturas. A los españoles nos va más, creo yo, la belleza narrativa que las descripciones ideales que abundan en la literatura anglosajona.
No sé si algún autor actual merece la pena. Creo que no, pero los hay meritorios a un nivel medio.
“La aldea perdida” es de Armando Palacio Valdés, no de Baroja. El Realismo de Valdés se aprecia en la descripción de los paisajes y en la exposición de los problemas sociales de la época. No tanto, es cierto, en los personajes que tienden al idealismo. Lo bello para los buenos y lo vulgar para lo malo, como el minero que intenta agredir a Demetria que lo describe con andares de simio, siempre sucio y oscuro.
Si, si ya lo se, sencillamente al escribir parece que queda así, tienes razón. Tengo que revisar lo que escribo.
Ahora bien, aunque me encanta la novela, de realismo tiene poco. Es una versión muy mitificada de la vida en una aldea asturiana. No hay gente mucha malhablada (por ejemplo) y el final es decepcionante, muy moralista y parece una bofetada.
El minero, creo recordar, se llamaba Hades, o Plutón, o algo así.
“Muy poco de épico tiene “ADiós a las armas”. Quizá “tempestades de acero sea excepción”. A propósito de la división azul, no he leído “Embajador en el infierno”. En conjunto fue centuria antiépica, quizá por sobremanera madura para la épica pues lo épico ha solido ser fundacional”
Se puede hacer épica también con lo cutre, lo desgraciado, como en el caso de Céline. A menudo, el relato épico termina en fracaso o muerte violenta de los protagonistas, pero es la propia acción, las cualidades demostradas en ella, y no el final –en cualquier caso el final es siempre el mismo en toda vida humana–, lo que da valor a los hechos relatados. El héroe del “fin de la noche” se parece a D. Quijote, por su idealismo inicial, que choca constantemente con la realidad, aunque al revés que D. Quijote, nunca deja de ser un desgraciado. Se le vio en su momento (Sartres y otros) como una crítica de “la burguesía”, un enfoque de lo más banal. Pero sí es, más que una crítica, una descripción del objeto de la antropolatría, del Hombre como dios ridículo, o así podría interpretarse.
El enamorado de la Osa Mayor parece de poca enjundia porque la vida de unos contrabandistas en la frontera tiene aparentemente poco interés. No hay novela perfecta, desde luego, y esta tiene agunas fallas, pero es una gran novela de aventuras con un trasfondo digamos filosófico. Creo recordar que el protagonista a a ver a uno de sus antiguos compañeros, quien considera las acciones que entonces realizaban como una vida miserable, sin atractivo, al margen de la ley. El protagonista se siente sorprendido: para él todo lo relacionado con sus peligrosas expediciones nocturnas, desde el compañerismo y las bromas entre ellos al musgo del bosque y las maniobras para burlar la vigilancia fronteriza, tenía un encanto sin igual. El contraste entre dos espíritus o actitudes ante la vida
No hay gente mucha malhablada (por ejemplo) y el final es decepcionante, muy moralista y parece una bofetada.
Bueno, si efectivamente. Palacios idealiza el mundo rural amenazado por la nueva era de la industria. Es normal que sea una novela moralizante. Casi todas de Palacios Valdés lo son. No es un hipócrita que escribe de forma objetiva, porque es imposible. Toma partido.
Un grandísimo escritor español del pleno siglo XX es Ignacio Aldecoa. Con solo tres novelas, “El fulgor y la sangre”, “Con el viento solano” y “Gran sol” y sus Cuentos dejó una obra digna de recordar.
Se llamaba Plutón. Como la protagonista Demetria. Elije esos nombres a propósito.
Así que Zumalacárregui es de Baroja?. Juas,juas
Zalacain. Yo con los nombres soy algo horrible, a veces creo que debo tener algún tipo de dislexia, porque me lio hasta con nombres de gente que conozco desde hace años. Y ya con nombres extranjeros complicados es el acabose. Stalin, Hitler y poco mas. Ademas, el puto corrector me sacaba Zumalacaregui, pero como no estaba seguro lo deje a medias.Termino dando igual.
”varios grandes autores- Galdós, Clarín, Baroja, Blasco Ibáñez- tenían muy poco o nada de católicos” Es cierto, incluso tenían algo de directamente anticatólico. La religión no obra directamente, y las novelas directamente católicas suelen ser pesadas (un poco mejor alguna de Graham Greene), como las del realismo socialista o las directamente inspiradas en alguna ideología. Se trata de una inspiración general, un influjo difuso sobre la sociedad. Cuando se pierde, a menos que sea sustituido por otro mejor, la cultura se estanca. Galdós, Clarín, Baroja o Blasco Ibáñez son débiles en parte por esa vena ideológica anticatólica que no queda compensada por sus hallazgos literarios. Siguen corrientes extranjeras, y aunque son autores muy estimables, creo que están varios escalones más abajo que los grandes franceses, ingleses, no digamos rusos de los siglos XIX y XX
Por cierto, no se si sabe don Pio que Sergiusz Piasecki – el autor de “El enamorado….”- fue agente del servicio secreto y termino trabajando para los ingleses sin nada de esa desaparición de que se hablaba en el libro de la editorial Reno que yo tengo.
https://en.wikipedia.org/wiki/Sergiusz_Piasecki
Los memos separatistas quieren errradicar el francés, la lengua del Borbón, del “pais petit”. O tal vez se refiren al inglés que es lo que hablaban en la Zarzuela hasta hace poco, y, tal vez, también ahora:
Los lingüistas de la “república catalana” eliminarán la “lengua del Borbón”
Pablo Planas | Barcelona
– Seguir leyendo: http://www.libertaddigital.com
No es un hipócrita que escribe de forma objetiva, porque es imposible. Toma partido.
Si. El problema es que toma partido por un bando que no existe, porque ese campo no ha existido nunca, ni existirá jamas. Es un poco como esos hobbits del Señor de los Anillos, que viven tranquilamente, aunque nadie saben ni que producen, ni que venden (uno de los malos consume tabaco de sus tierras, pero no parece que sea algo muy común) pero todos viven felices, en armonia, sin ejercito, ni policía, ni pleitos por las lindes y el ganado, todos comen mucho y son agradables. Y eso, que me encanta el libro, que conste.
Recuerdo que Umbral ponía a caer de un burro a Calderón comparándolo con Shakespeare: “La vida es sueño” le parecía un afirmación muy tosca, comparada con la de Shakespeare “Estamos hechos de la misma sustancia que los sueños” o algo así.
Zumalacárregui es el primer libro de la tercera serie de los Episodios nacionales de Pérez Galdós y tiene momentos antológicos como cuando el sacerdote José Fago hecho sargento carlista se pierde después de la primera batalla del puente de Arquijas contra los liberales del incompetente general liberal Córdova. si le interesa la trayectoria de Zumalacárregui puede ver el articulo que escribí sobre él, aquí.
https://sites.google.com/site/articulosdehistoria/
Los Hobbits, por cierto, viven así en un mundo terrible, donde están rodeados de monstruos sedientos de sangre. Que cosas.
Galdós, Clarín, Baroja, Blasco Ibáñez y varios mas se pueden equiparar perfectamente con los rusos de los siglos XIX y XX sin que su anticatolicismo les haga débiles. Una novela con catolicismo que está bien es “Amaya o los vascos en el siglo VIII” de Navarro Villoslada.
¡¡Ah!!, ¿osea que Palacio Valdés se inventa un mundo rural que jamás existió en Asturias como si fuera Tolkien? ¡¡Qué cosas se leen!!
Creo que usted mira al mundo con demasiadas anteojeras, prejuicios y odios.
Vean cómo la normativa de género produce situaciones de violencia por la vía de aumentar los niveles de injusticia.
¿Violencia de género? Susana Guerrero grita a su hija: “Odia y desea ver muerto a tu padre”
http://www.actuall.com/familia/violencia-de-genero-susana-guerrero-grita-a-su-hija-odia-y-desea-ver-muerto-a-tu-padre/
Por cierto, que toda la literatura de Tolkien busca inventar una historia medieval, que según el autor, de la que carece Gran Bretaña.
La banca ya no es lo que era:
MAFO sorprende a propios y extraños: pide quitar “privilegios” a los bancos
– Seguir leyendo: http://www.libertaddigital.com
País muchos de cuyos intelectuales tienden a considerar negrura la propia existencia del mismo es comprensible que no tenga la novela negra cual uno de sus géneros. Cabe nosotros casi cualquier personaje español de novela negra sería considerado representante de la “España negra”, lo cual desvirtualizaría el género. La especialidad española de literatura negra es la de dar la imagen lo máxime negra posible de la nación, el “la marca España es la inquisición”, etc. Cuánto debe de haber esterilizado intelectualmente el narcisismo morboso a propósito de la “España negra” y cuán socorridamente facilón resulta.
Me parece que uno de los méritos de “sonaron golpes…” estriba en presentar a españoles en situaciones humanamente extremas sin que el texto incida en tópicos negrolegendarios, sin hacer que la españolidad de casi todos los personajes los desuniversalice, pues una de las taras de la literatura negrolegendaria es que, conforme a “Luces de bohemia”,españoles semejen personajes al margen de la humanidad general, personajes cuyos dramas no sean humanos sino meramente de españoles y, a fuer de de españoles, carentes de validez humana universal, como si fuésemos miembros no propiamente de la especie sino de subespecie aberrante.
A los italianos se les ha movido la tierra y hay tragedia seria.
¡¡Ah!!, ¿osea que Palacio Valdés se inventa un mundo rural que jamás existió en Asturias como si fuera Tolkien? ¡¡Qué cosas se leen!!
no exactamente, pero esta algo cerca de esa idea. Los campesinos de Valdes viven sin muchas preocupaciones, no son malhablados, y hasta cuando solucionan sus disputas son educados, corteses, valientes y desprendidos. De como dos chicos se muelen a palos hace una historia épica, homérica, y heroica; y los pueblos se alían como si fuera casi juego de tronos. Me imagino que en una pelea a garrotazos debe volar la sangre, los dientes y romperse las narices y hasta algún hueso, como se emocionen. Los campesinos, en la vida real , disputan cada palmo de tierra hasta con los familiares; y por aquel entonces, había mucho analfabetismo, etc,. No lo digo por meterme con ellos: en mi familia también hay ese tipo de problemas. En un momento de la novela, una chica se marcha a la ciudad (Oviedo, creo recordar) y allí se burlan de ella “por como habla”. Lo cierto, es que viéndola , habla mejor de lo que hablo yo, o casi el 75% de sus contemporáneos.En fin, una arcadia feliz que se estropea cuando llega la minería.
Por cierto, que toda la literatura de Tolkien busca inventar una historia medieval, que según el autor, de la que carece Gran Bretaña.
Es curioso, por otro lado, los pueblos que simbolizan a Inglaterra en la novela sean los hobbits y los rohirrim. primero, porque los pacíficos hobbits no tengan casi ni armas y el Imperio Britanico fuese el mayor del mundo no da, por lo que parece, para mucha reflexión, Segundo, los hobbits odian los ríos y no conocen el mar. La mayoría no sabe ni nadar. La industria es representada como el infierno para ellos, cuando Inglaterra era por aquel entonces, uno de los piases mas industrializados del mundo por aquel entonces.
por otro lado, los rohirim, ademas de esforzados y valientes, se definen por su amor a los caballos. Hay hasta estirpes de caballos en el Señor de los Anillos. Lo curioso, es que la caballería es algo mas”·francés” (simplificando), como el mismo reconocía. Uno podría pensar, ademas, que los rohirrim venderían caballos para vivir, pero en la novela se nos aclara que tampoco: deben vivir del aire puro y agua fresca, como dicen los franceses, porque hay manadas de caballos salvajes recorriendo las praderas.
Mire, Historietas. Usted es una persona muy sugestionada, no se si por traumas personales o por elección personal, por una ideología que tiene una visión muy funesta del Hombre del pasado y que con ellos busca una nueva Humanidad. Como buen sugestionado, pretende dar una imagen de seguridad, de intelecto sin fisuras, de concordancia con su visión del mundo y por lo tanto contrario a lo que está establecido, es tradicional y convencional. Pero en realidad es todo al revés. Es usted, se le nota, una persona muy insegura, dubitativa ante cualquier oposición a la que reacciona sin mucha enjundia intelectual, que es normal, y que intenta salvar con malabarismos insustanciales propios de su visión vital los escollos que se le presentan. Es típico de esta sugestión el relativismo en todas sus formas de actuar y de pensar producto de una falta de linea moral o de comportamiento o entendimiento de la vida sólido por haberse negado a ser guiado por lo que usted considera anormal, desechable, repulsivo y obsoleto.
No lo digo de malas. Es la impresión que me da.
¿Es arte?, ¿es política?
Un eurodiputado plantea colocar cabezas de cerdo en las fronteras
P.A.
El húngaro Gyorgy Schopflin se enzarzó en Twitter con un alto cargo de HRW por la colocación de un espantapájaros en la valla levantada en la frontera del país.
Gracias al nuevo artículo de Barbadillo, me he dado cuenta que no sólo Serafín Fanjul es uno de los expertos en el Islam que intenta derribar las tergiversaciones y la propaganda de la tolerancia islámica sino que también tenemos a Felipe Maíllo. Por cierto, que Maíllo también dice, como Manuelp, que el único país que se libra de la invasión islámica ha sido la Península ibérica. Nadie más.
Manda ETA:
‘Las instituciones permiten que en España los terroristas sean héroes’
S. Toro
Fue juzgado por los delitos de pertenencia a banda armada, depósito de armas y falsificación de documentos oficiales. Dos décadas después de su detención ha sido recibido en su localidad natal como un héroe. Se trata del etarra Kepa Zubizarreta Balboa.
Maíllo en una entrevista de “La Nueva España”:
«Los árabes ni quisieron ni pudieron conquistar el cuadrante noroeste peninsular». Felipe Maíllo Salgado, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Salamanca, es el especialista español que más crónicas árabes ha traducido, textos de información desigual que sumados a las crónicas cristianas y a los estudios e investigaciones le permiten concluir tres cosas: los musulmanes que combatieron en esta zona de la península Ibérica, en la que se incluye Asturias, eran bereberes; y nunca ocuparon el territorio que, por otra parte, estaba gobernado por reyes godos.
Historiador de curriculum apabullante -estudió Historia y Filología Hispánica en Salamanca, Árabe en Granada y Lengua Árabe y Derecho Islámico en El Cairo-, Maíllo es autor de veintitrés libros y más de un centenar de artículos. Intervino ayer en el congreso «En los orígenes del reino de Asturias, causas políticas y militares» que, promovido por Cajastur, se celebra en Oviedo. Tituló su ponencia «De los musulmanes en Asturias en el alto medievo: inciertos pactos, efímera presencia» y antes de abordar su contenido dejó claro que es historiador políticamente incorrecto a quien gusta poner todo en tela de juicio, simpático, trabajador serio y riguroso a quien no gusta esa escuela tan de actualidad que revisa o inventa los hechos. «No doro píldoras y no me gustan los eufemismos». Y, como muestra, ante una audiencia mayoritaria de historiadores civiles de diferentes universidades españolas, dijo: «intentaré superar a los militares que son los que mejor lo han hecho hasta ahora».
….según Felipe Maíllo, la rápida progresión musulmana se debió sobre todo al desgobierno visigodo. No obstante, se mantuvieron las estructuras visigodas, no hubo ruptura sino continuidad.
El arabista no tiene ninguna duda de que Pelayo era un rey o jefe visigodo. «No podía ser otra cosa, las crónicas hablan mucho de él, no cabe ninguna duda de que hubo una batalla» y Maíllo la fecha en el 722 más que en el 718.
http://www.lne.es/sociedad-cultura/2008/10/11/maillo-arabes-quisieron-pudieron-conquistar-asturias/684362.html
La influencia nefasta de las calumnias del perturbado Las Casas ha afectado a casi todo el mundo fuera de España, y a cada vez más gente dentro. Tocqueville seguía en eso un tópico, y Montesquieu también lo repetía, aunque llegaban a conclusiones contradictorias con la realidad y con la mera lógica.
Eso de que los árabes no quisieron conquistar el cuadrante noroeste peninsular es muy discutible. El hecho de que fueran bereberes los que allí llegaron primero no obsta para que quienes dominaran de forma efectiva fueran los árabes, maltratando a los bereberes, de lo cual derivaron luchas internas. Los musulmanes (árabes y bereberes) quisieron dominar aquella zona, pero fueron rechazados y ya no pudieron, aunque la hostigaron todo lo que pudieron.
Nebredo.”Luces de Bohemia, El árbol de la ciencia, Tiempo de silencio…” y tantas otras continúan la gran tradición de leyenda negra, y desde las primeras página. Baroja, Valle o Martín Santos son infames hasta decir basta. El esperpento es pura leyenda negra. Y Baroja, no sale de ella. La leyenda negra es también un género literario, desde Poe hasta Valle. Las Casas es el creador de toda una literatura. Algunos autores supieron salir de ella, como Unamuno, y su obra resplandece en pasión y poesía. Otros como Baroja no pudieron, y su obra está muerta y helada, pese a los saltos y gestitos de aventurero falso.
Mire, Historietas. Usted es una persona muy sugestionada, no se si por traumas personales o por elección personal, por una ideología que tiene una visión muy funesta del Hombre del pasado y que con ellos busca una nueva Humanidad. Como buen sugestionado, pretende dar una imagen de seguridad, de intelecto sin fisuras, de concordancia con su visión del mundo y por lo tanto contrario a lo que está establecido, es tradicional y convencional. Pero en realidad es todo al revés. Es usted, se le nota, una persona muy insegura, dubitativa ante cualquier oposición a la que reacciona sin mucha enjundia intelectual, que es normal, y que intenta salvar con malabarismos insustanciales propios de su visión vital los escollos que se le presentan. Es típico de esta sugestión el relativismo en todas sus formas de actuar y de pensar producto de una falta de linea moral o de comportamiento o entendimiento de la vida sólido por haberse negado a ser guiado por lo que usted considera anormal, desechable, repulsivo y obsoleto.
No lo digo de malas. Es la impresión que me da.
Como psicólogo no tiene precio. Me ha descubierto. Alguna apreciación mas? Así me ahorro los euros del psicologo. Y estaba pensando en pedir hora a jaquejaque, pero gracias ud, eso que me ahorro. Un dia de estos, también me gustaría saber que ideología profeso. Porque deben saberlas ustedes mejor que yo. Ramosov habla de mis “antepasados ideológicos” aunque no se quien son y el tampoco los ha nombrado, y ahora tambien soy seguidor de una ideología nefasta, pero que tampoco se dice o se sabe cual es. También he descubierto, que según ud, leo libros poco racionalmente o sin provecho, que no he leido las obras de este o cual autor,que no he leído libros sobre este tema, o aquel, etc… Es muy posible, que viendo lo bien que me conoce, y sabiendo mas que yo de mi mismo, sea ud, en realidad, yo mismo, a través de una personalidad múltiple el que escribo y firmo como Hegamon y que luego no recuerde. Es una hipótesis que tenia desde hacia tiempo y que hoy se confirma.
Dicho lo cual, tengo que convencerme a mi mismo de escribir menos tonterías de este tipo, que no interesan a nadie en el blog, Ni a mi mismo, la verdad. Tendré que tomarme la pastilla e ir a dormir un poco.
el la que escribo firmo como ¿Hegamon? Hegemon.
Creo que su ideología es el “utopismo”, criticado por E.H. Carr, aunque algunos sugerirán otras.
Dicho lo cual, tengo que convencerme a mi mismo de escribir menos tonterías de este tipo, que no interesan a nadie en el blog, Ni a mi mismo, la verdad. Tendré que tomarme la pastilla e ir a dormir un poco.
Lo ha dicho, usted, no los demás. Lo reseñado en negrita es lo más lúcido que ha escrito en el blog. Creo yo.
Las Casas, protegido por Felipe II. El triunfo de la mentira. ¿Cómo fue eso, Nebredo?
Creo que hoy el blog ha alcanzado un nivel superior al habitual, aunque un poco disperso. Y todos los participantes han aportado algo. A ver si seguimos así.
Nebredo. En España se ha negado que tuviéramos de casi nada; se ha afirmado que éramos una subespecie. Se ha negado que tuviéramos tragedia, como hacía ayer mismo Moa aquí, y decía que el Quijote no es una novela trágica porque muere a lo católico (a lo católico muere Alonso Quijano, en todo caso, sea eso lo que fuere morir católico); en la misma línea le niega valor universal al Romancero, porque es “bonito”, pero no profundo, olvidándosele que tuvo una inmensa influencia en el XIX en otros países de Europa y en el mismo Cervantes; la poesía del Quijote es heredera del Romancero. Ilíada española la llamó Víctor Hugo, no yo, y Goethe. Moa, y con razón, ataca a la literatura de mesa camilla y beata, y luego nos sale con la beatería grandilocuente del canon literario y del pilar de Occidente, como si no pudieran haber grandes obras que no hayan ejercido influencia alguna. Condena como inferior a la literatura española del XIX y XX (razones no le faltan) y luego se descuelga con la miopía en torno a Baroja. De la chifladura hispanófoba aquí no se salva ni el apuntador. Salimos de Escila y caemos en Caribdis. O al revés. Desde luego, los gustos son los gustos, pero hay que rehuir de los críticos como de la peste.
Doiraje.
No me resisto a sugerirle, tras haber mencionado el tema de la música clásica, que escuche estas cortas piezas, que pienso disfrutará más que las recomendaciones de D. Jaque, con ser Haendel un gran músico. Pero Mozart no tiene parangón. “Ave Verum Corpus” y “Laudate Dominum”
https://youtu.be/6KUDs8KJc_c
https://youtu.be/mk68ivOMzqU
O sea que mi ideología es el utopismo. Que bien. En fin. También me tranquiliza saber que otros dirán otras ideología. Queda una duda. ¿Seré Mescalero, también? Y ¿que ideología tendrá Mescalero?
Si, es matizable. Los árabes pusieron un centro administrativo en el propio Gijón. Después de Covadonga si quisieron y no pudieron conquistar el cuadrante noroeste es matizable. Por lo menos no pudieron o no lo intentaron con ahínco. Las campañas de Córdoba contra el Reino astur de Alfonso II El Casto fueron numerosas e importantes lo que hace inclinar la cosa a que “no pudieron” Creo que durante varios años del siglo IX, hubo una fortificación árabe en la ciudad de León que luego se abandonó, osea que si quisieron por lo menos controlar la región. Es cierto el conflicto entre bereberes y árabes con lo cual, lo que dice Maíllo puede ser matizable pero no muy alejado de la verdad.
Dicho lo cual, tengo que convencerme a mi mismo de escribir menos tonterías de este tipo,que no interesan a nadie en el blog, Ni a mi mismo, la verdad. Tendré que tomarme la pastilla e ir a dormir un poco.
Usted mismo.
A mí también me parece que el blog gana nivel con el habitual, con ser este ya alto.
No creo que decir que la Iliada es un pilar de la cultura occidental sea beatería ni nada por el estilo, aunque leí a un botarate que decía que sus protagonistas eran personajes ”de cartón” o algo así. No creo que sea antiespañol constatar que el Romancero no es ni de lejos comparable a La Iliada. Me parece algo evidentísimo, aunque puestos a opinar… Como no es antiespañol decir que Galdós es muy inferior a Tolstoi, por ejemplo. No he leído Tirante el Blanco, y no puedo opinar. Quizá sea una gran novela, como dice Comino. Cuando tenga ocasión la leeré. Tampoco es antiespañol constatar la decadencia de España desde mediados del XVII. En fin, el patriotismo no debe llevar a la patriotería.
Dos novelas de aventuras
En un sentido amplio todas las novelas son de aventuras, pues tratan de diversas peripecias de seres humanos. Pero el género se refiere sobre todo a peripecias arriesgadas y exteriores, vitalistas, generalmente juveniles y con final feliz. Intentaré una breve, aunque sea superficial, comparación entre La isla del tesoro, de R. L. Stevenson, y El enamorado de la Osa Mayor, de S. Piasecki. La primera es una de las más logradas, un clásico absoluto: transmite inigualablemente unos ambientes, peligros y emociones hasta que los buenos ganan y los malos pierden, “que es lo que significa la ficción”, según el cínico ingenio de Oscar Wilde. A pesar de todo, hay un fondo de trivialidad: los riesgos se afrontan por el vil metal, que al dar sentido a la peripecia lo da también a la vida, algo típico en la literatura anglosajona. Y siempre nos queda cierta insatisfacción final: ¿qué ocurrió después con aquellos personajes? Algo dice del malvado John Silver, que con la parte del tesoro robado seguramente podría vivir con cierta comodidad en este mundo, ya que en el otro sería muy improbable. Los demás disfrutarían de una vida acomodada pero rutinaria, civilizada y sin aventura, pues el ideal por el que se han esforzado, el dinero, ya se lo permite. La aventura supone marginalidad con respecto a la vida corriente, tranquila y respetable, aparece como excepción y no como ideal. Los genuinos aventureros, los piratas, no son precisamente recomendables por su brutalidad e instintos criminales. Como concluye el protagonista, Jim Hawkins, por nada del mundo volvería a la maldita isla.
El enamorado de la Osa Mayor, otra gran novela de aventuras, difiere notablemente: retrata una vida de acciones siempre arriesgadas y a menudo violentas, de contrabandistas en la frontera entre Polonia y la URSS por los años 20. Su espíritu lo describe muy bien el protagonista, Sergio, cuando va a ver a un compañero de correrías, Pedro el Filósofo, que ha decidido estabilizar su vida y casarse: “Estaba radiante de alegría, se reía, bromeaba y ni siquiera hablaba ya de la frontera (…)
“–¿No sientes nostalgia de la frontera? Piensa que ahora es la estación de oro, y el oro se derrama por todos los senderos de la frontera. Las noches son oscuras, negras, los muchachos andan bajo la estrellas y después descansan y se divierten bebiendo y cantando. Cada día hay algo nuevo, cada día sucede algo
“Hablé así largo rato y de pronto noté la mirada interrogadora de Pedro. Entonces callé porque comprendí que él no sentía lo que yo. En cambio dijo:
–¿Entonces tú, en serio…? No lo hubiera creído. Por mi parte prefiero quedarme aquí, en paz con los míos. ¿Qué tenía de interesante aquella mala vida que llevábamos?
Pero cierto hastío y angustia se percibe en el protagonista: ha ido a “la gran ciudad” (Vilna) a divertirse con sus compañeros, y no le gustaba: “Los hombres me asombraban al verlos tan inútilmente nerviosos. Hacían una cantidad de movimientos superfluos; estaban desatentos, distraídos. Por cualquier cosa se incomodaban y gritaban. Todos amaban el dinero y todos eran viles”. Para él, el dinero era solo la espuma de una vida que le atraía por sí misma y de cuya marginalidad disfruta. Poco después, “La compañía de mis amigos, imbecilizados por el vodka, sus sonrisas estúpidas, las caras fofas de las mujeres que arrastraban tras de ellos, todo se me hacía insoportable. En una encrucijada vigilaban unos guardias “Como en la frontera –pensé—Los verderones, las encrucijadas, las alambradas… Pero aquí no se arriesga nada; se hace pasar la mercancía de mentira, el vicio, la enfermedad, el fraude… Aquí todos son “rebeldes”, no contrabandistas”.
El final no es feliz. El protagonista, acosado por la policía y por contrabandistas rivales, termina solo en la clandestinidad del bosque. Su último amigo, El Ratón, “alto, flaco, bastante pícaro y valiente”, iba enloqueciendo. Le contaba extrañas historias que no venían a cuento, y finalmente decidió marcharse a Rostov, donde le quedaba alguna familia.
Es una novela de acción , pero en su simplicidad aparente, ajena a reflexiones algo cargantes como las de Conrad, bullen cuestiones de fondo sobre la vida.
Como he dicho, Sonaron gritos y golpes a la puerta recibe una lejana inspiración de la novela polaca. También Berto y Paco se sienten fuertemente atraídos por la aventura, un concepto sobre el cual valdría la pena profundizar más.
Dice Maíllo :
El historiador afirmó que en la época en la que aparecieron los musulmanes por Hispania, los reyes visigodos no controlaban el ejército. Había lo que Maíllo denominó «protofeudalización», es decir cada jefe laico o religioso tenía su propia milicia armada.
Bueno, como escribe el Tte. Coronel Fernando Soteras Escartín en su artículo “Estrategia de Invasión” de la Revista de Historia Militar nº 106 que se puede ver y descargar aquí:
http://publicaciones.defensa.gob.es/docs/default-source/revistaspdf/rhm_106.pdf?sfvrsn=2
Y que yo utilizo para el articulo sobre la batalla de Guadalete, fue la traición de las dos alas de la caballería visigoda mandadas por los partidarios de los hijos de Witiza la que hizo que cuando la caballería pesada goda atacase y se empantanase en terreno blando la caballería berebere cayese sobre la infantería goda aunque esta resistió y se retiró hacia Ecija y allí resistió en union de los contingentes retrasados del ejercito godo mas de un mes capitulando en condiciones favorables.
Luego están los documentos de capitulaciones de jefes locales godos como Teodomiro en Murcia o los Banu Qasi (hijos de Casio) en Zaragoza que indican que el dominio musulmán primitivo en España fue bastante endeble y apoyan las tesis de Ignacio Olagüe de que Abderramán I pudiese ser incluso un godo vencedor de la guerra civil que se convirtió al islam y a partir del cual empezó la autentica islamización de España.
Lo que también parece cierto es que los bereberes de España siguieron en su rebelión a los del norte de Africa en el 740 contra el califato de Damasco y los árabes y que de ello se aprovecharon los cristianos de Asturias para extender la zona bajo su control.
Galdós es muy inferior a Tolstoi …… según y como. Indudablemente la altura de “Guerra y Paz” no la alcanza ninguna de las obras de Galdós, pero el conjunto de las obras de ambos autores es totalmente comparable e incluso puede ser que la de Galdós alcance mayor peso que la de Tolstoi.
Manuelp:
Maíllo también comenta que la islamización inicial de los españoles fue muy escasa. Apenas el 5% en el siglo VIII. Se fue incrementando desde el 20% de finales del X hasta la entrada de los almoravides que llegó al 80%. Es decir, una islamización muy lenta o casi nula incluso hasta al final teniendo en cuenta las grandes migraciones de mozárabes que se trasladaron a los reinos cristianos del norte. A propósito, me ha llamado la atención lo que dice Maíllo sobre la marginación que los mozárabes recibían al llegar a los reinos cristianos. Parece ser que vestían como los islamistas o que hablaban mal el idioma cristiano y mucho mejor el árabe. La islamización de muchos nobles visigodos responde a que los árabes impusieron una sociedad de clases ocupando la cúspide y por lo tanto el derecho al poder, los musulmanes de religión islámica. El resto de cristianos, visigodos o hispanoromanos sufrieron el maltrato continuo incluso peor que el trato dispensado a los esclavos que no sufrían humillación como los cristianos o los judíos.
Lo que apunta Maíllo con lo del ejército visigodo que se formaba por la reunión de contingentes privados o particulares, viene a coincidir con Thomson u Orlandis y explican las leyes de Chindasvisnto a propósito de “acudir” con las levas de la región donde hubiera una emergencia. También explican la deserción de las alas en Guadalete de los witizianos, como usted apunta.
Hegemon
Las fuentes son muy escasas y dudosas. Las dos crónicas mas cercanas al acontecimiento , la Crónica arábigo-bizantina y la Crónica Mozárabe (que se pueden ver aquí):
https://www.dropbox.com/s/nunuxmfep97smeu/Moz%C3%A1rabes.pdf
son de por lo menos treinta años o mas después, pero hay un hecho que llama la atención mucho y es que un ejército como el godo que había sido capaz de rechazar muchas veces a los temibles francos sucumba de golpe y porrazo para siempre, lo que indica que debió de haber factores disgregadores y de enfrentamientos internos entre los godos que coadyuvaron poderosamente.
La Ilíada es una obra cumbre, y habrá imbéciles que digan que sus personajes son de cartón piedra, como los ha habido que han dicho que el personaje Quijote es también poco más que una marioneta. Pero la Ilíada, aunque no fuera un pilar de la cultura occidental (que lo es), seguiría siendo la Ilíada, y sólo he denunciado la ampulosidad de la expresión porque creía que usted era ajeno a la verborrea. Estamos de acuerdo, pues, en que la Ilíada es un pilar de la cultura occidental, frase ampulosa que nada dice de la obra, a excepción de que generaciones diversas de hombres han querido leerla y estudiarla. Por lo que respecta al Romancero, no es anti patriótico negarle la profundidad de la Ilíada, tampoco es anti patriótico dársela. Al Tirante dejémosle por ahora, ha sobrevivido al desdén de generaciones de españoles, y podrá seguir así varios siglos más. Que Tolstoi es menor que Galdós, puede ser. Yo no lo sé ni he dicho nada en contra. Sólo conozco su Anna Karenina y no me gustó. Y de Galdós creo que opino lo mismo que usted, que es castizo y poco épico. Pero este no es el problema ni lo estamos enfocando bien. Todo lo que usted dijo ayer sobre la literatura mesa camilla, beatería y otras expresiones barojianas, aunque ciertas, plantean un problema de orden patriótico, -no patriotero. Si tan mala es nuestra literatura (usted habla de novelas) del XIX y XX, entonces no vale la pena estudiarla ni leerla, mejor que nos entreguemos a la rusa o la inglesa. Pero si la estudiamos y decimos, como profesores de instituto o universidad, que es mala e inferior, entonces, querámoslo o no, estamos cayendo en la hispanofobia, y no una hispanofobia fingida, sino real. Si Galdós es malo e inferior, entonces es mejor no decir nada de él y sencillamente suprimirle de los estudios literarios. Estudiamos y enseñamos literatura española precisamente por una cuestión de patriotismo, porque si no, tanto valdría enseñar la rusa o inglesa, que es mejor. He aquí el problema. No la patriotería. Y puestos ya así, dejamos el idioma español, y nos pasamos todos al inglés, que en eso estamos. Yo he dedicado mucho tiempo a Galdós y a Baroja, y por mí, que se quemen sus libros y que se enseñe en España a Dickens o Tolstoi; pero esto, claro, tiene implicaciones patrióticas, que usted clasifica de patriotería. Como hemos sido un país anómalo, según Baroja y tantos otros, da igual las vueltas que le demos, porque de la hispanofobia no salimos.
Que Tolstoi es mejor que Galdós, quería decir
La Aldea perdida no es la Tierra Media:
Ni Armando Palacio Valdés es Tolkien, gracias a Dios. La obra de Tolkien tiene un denominador común que es la fantasía. La de Palacios Valdés es el realismo a pesar de la idelizacióno o la teatralización o la infantilización de la vida rural y tradicional asturiana. Armando Palacios Valdés escribe sobre algo que existe aunque el nombre de la aldea no sea el de la Laviana sino otro inventado. En Tolkien todo es inventado no sólo los nombres de los lugares sino los personajes irreales, fantásticos. Palacios Valdés se basa en una historia real que pretende denunciar o lamentarse del cambio que produce la llegada de la minería y su repercusión en la vida rural, para él la idílica vida de las aldeas asturianas. En Tolkien la historia no tiene una base real aunque siga una linea muy común en todo como es el enfrentamiento entre el Bien y el Mal.
Tal vez la única coincidencia entre Tolkien y Valdes está en el dibujo de los personajes cuyas fisionomías se dividen igualmente entre un mundo y otro, los que se enfrentan, el bien y el mal. Es decir, en Tolkien existen diversidad de razas y de seres, todos fantásticos, con orejas puntiagudas (elfos) o pies enormes (hobbits), altos o bajos, esbeltos o enanos, bellos, elegantes, etc que pertenecen al bien. Los malos son dibujados de forma grotesca, terrorífica, con horribles deformaciones y figuras repelentes, los ogros, que son el Mal. Algo parecido pasa en Valdes pero de menor intensidad y más humanizado. Plútón, el minero, es bajo, sucio por el carbón, de andares gorilescos, malhablado y de ideas siniestras. Demetria, por ejemplo, es bella, de figura idealiza, pura, inocente, angelical, de mentalidad irreprochable, etc..
No me parece acertada la comparación anterior de Historietas. Tampoco le dije lo del “utopismo” por esta comparación literaria. Creí oportuno ser sincero. Y lo fui. Parece ser que él también fue sincero lo cual vino a corroborar muchas cosas que sospechaba de él en el blog.
lManuelp:
lo que indica que debió de haber factores disgregadores y de enfrentamientos internos entre los godos que coadyuvaron poderosamente.
Para mi no hay duda. El descabezamiento real después de Guadalete desaparecido Rodrigo es determinante además de los problemas entre los nobles u otros que aquejaban al Reino y diezmaron la población como las plagas, la hambruna, la huída de esclavos, etc…Con la elección de un nuevo Rey tal vez estaríamos hablando de otra historia. Por eso, también creo determinante la figura de Pelayo para lo que vino después.
Lo diré de otro modo. Si Tolstoi es mejor que Galdós, como la vida es breve y el arte largo, no vale la pena perder el tiempo con Galdós, y leeremos a Tolstoi. Y si aceptamos esto, entonces hay implicaciones patrióticas, o patrioteras. Estudiar o enseñar, por ejemplo, Luces de Bohemia, tiene terribles implicaciones hispanófobas, de odio a España. Esta obra propone la destrucción de España, y si se da a leer se está haciendo hispanofobia. En el blog de ayer el señor Moa repitió la clásica cantinela, que ya está en Unamuno, Baroja y tutti quanti, de la mesa camilla y la beatería ¿y qué propone? ¿Eliminamos a los mediocres escritores hispanos recientes y metemos a Tolstoi en la enseñanza?
El caso es que hay hispanófobos tan españoles…
Nuevo hilo
[Las sociedades premodernas maltusianas](II)
.Historiador…@15:21 del hilo “La religión…”.(Sigamos con Fukuyama en el capítulo 30)
La vida en un mundo maltusiano de suma cero tiene enormes consecuencias en el desarrollo político y presenta un aspecto muy diferente al desarrollo actual. En un mundo maltusiano, los individuos con recursos tienen pocas opciones de invertirlos en cosas como fábricas, investigación científica o educación, que generarán crecimiento económico a largo plazo. Si quieren incrementar su riqueza, a menudo es más lógico tomar un camino político y dedicarse a la depredación, es decir, a arrebatarles los recursos a otros. La depredación puede adoptar dos formas: quienes tienen poder coercitivo pueden coger los recursos de otros miembros de su propia sociedad, mediante impuestos o robándoselos directamente, o bien pueden organizar a la sociedad para que ataque y robe a sociedades vecinas. Por tanto, organizarse organizarse para la depredación mediante el aumento de la capacidad militar o administrativa representa, en ocasiones, un uso más eficiente de los recursos que su inversión para aumentar la capacidad productiva.
(…)
La guerra interactúa estrechamente con el hambre y las enfermedades como mecanismo de control de la población, ya que las dos últimas suelen aparecer tras los conflictos armados. Sin embargo, a diferencia del hambre y las enfermedades, la depredación es la única forma de afrontar las presiones maltusianas que permanecen bajo en control consciente del hombre. [Señala] el arqueólo Steven LeBlanc [que] el predominio de la guerra y la violencia en las sociedades prehistóricas puede explicarse por el problema perpetuo de que las poblaciones superen la capacidad de carga ecológica del entorno local. La mayoría de los seres humanos, en otras palabras, prefería luchar a morirse de hambre.
(…)
Cualquier avance tecnológico, como un nuevo cultivo o una innovadora herramienta para cosechar incrementarín temporalmente la producción per cápita, pero ese incrementl sería, al mismo tiempo, contrarrestado por el aumentl de la población o la degradación del medio ambiente local. La producción per cápita disminuiría. El aumento de la pobreza podría ser contrarrestado por uno de los cuatro mecanismos siguientes: la gente podría morir de hambre…, podría morir a causa de las enfermedades, podría dedicarse a la depredación interns o podría entrar en guerra con otras comunidades (depredación externa).
(…)
En un mundo maltusiano, la institución política decisiva era el Estado, porque era la vía principal para alcanzar un crecimiento económico extensivo. (…) El Estado podía mejorar la productividad económica pintualmente proporcionando bienes públicos básicos como la seguridad y los derechos de propiedad…pero no podía promover mejoras constantes de la productividad.
El poder de los Estados estaba muy afectado…por la legitimidad …que es la correa de tranmisión medante la que el principio de legalidad y la movilización social influyen en la política. En la mayoría de las sociedades maltusianas, la legitimidad adoptó una forma religiosa. China, el Imperio bizantino y otros Estados cesaropapistas estaban directamente legitimados por las autoridades religiosas a las que controlaban.
(…)
El cristianismo jugó un papel parecido en la movilización de nuevas élites durante el Imperio romano. En las sociedades agrarias, la religión actuaba a menudo como vehículo para la protesta social contra el orden establecido y, por tanto, constituía una fuerzs no sólo levitimadors sino también desestabilizadora.
(…)
En un mundo maltusiano las fuentes dinàmicas de cambio eran relativamente limitadas. El proceso de construcción estatal era muy lento y tuvo lugar, tanto en China como en Europa, durante un período de muchos siglos.
Umbral debía de hacerlo a conciencia de que comparar título con diálogo interno era engañoso. Únicamente tuviera ´razón si “la vida es sueño” no fuera título sino todo lo dicho al respecto en los diálogos de la obra. Resulta, en efecto, que en lo que no es meramente el título lo desgranado excede en mucho a simplemente decir “la vida es sueño”.
Por su parte, casi todos los títulos de Shakespeare son brevísimos: “Macbeth”, “El rey Lear”, “Romeo y Julieta”, etc. El único que condensa lo contenido, o uno de los muy pocos, es “Trabajos de amor perdidos”: cuatro vocablos en español, tantos cuantos “La vida es sueño”, y tres en inglés los dos títulos.
A propósito de sueños, “El sueño de una noche de verano” es otro de los pocos títulos shakespereanos condensativos mientras que “Estamos hechos de la materia de los sueños” no es título, ni mucho menos.
Te la potencia vivencialmente tráfica, trágica en acepciones aristotélica y nietzschiana, de “La vida es sueño” me dio ejemplo vívido hace dos findes un amigo que había sufrido dos traumas emocionales extremos: habérsele muerto la madre siendo adolescente y haberle enajenado sus hijos la legislación de género.
Estábamos participando en La Calcenada (104 KmKm alderredor del Moncayo). Eran las tres o cuatro de la madrugada. Estaba haciendo viento gélido en pleno agosto. Recienllegados a uno de los puestos de avituallamiento, había un mirón un cuanto beodo tras la mesa de provisiones.No me acuerdo exactamente cómo, acabó diciendo ser dudoso que realmente todavía existiese la tierra qe estábamos hollando. A lo peor era sueño y el planeta ya no existía.
Algo de onírico tenía la situación: estar pateándonos ciento-y-pico ´quilómetros pasando frío en agosto alderredor de las estribaciones de una montaña tutelar desde tiempos prerromanos. Las chicas del puesto de avituallamiento también estaban pasando frío. El beodo puesto a dudar de que la tierra continuase existiendo, qizá porque le debía de estar oscilando bajo los pies, parecía calentorro de alcohol. Desde la tasca llegaban sonidos de la ceremonia inaugural de las olimpiadas de Río de Janeiro.
A mi amigo le estaba incomodando la disonante presencia del beodo que estaba quitando encanto a algo que para nosotros era todo un rito anual y que a mí me había movido a aprenderme casi de memoria la maravillosa égloga marcialiana que pudiera sernos protohimno nacional, que derrama nostalgia feliz y sería buen instrumento para que niños empezasen a aprender entrañadamente geografía de España, con halo telúrico casi intemporal y de buena ley. He aquí, contorsionada la traducción para que todas las líneas interlineadas trasladen completamente los sendos versos, la primera mitad:
Marcus Valerius Martialis, Epigrammata I 49
Vir Celtiberis non tacende gentibus
(Varón -no omitible- de entre las gentes celtíberas,)
Nostraeque laus Hispaniae,
(Loa de nuestra España,)
Videbis altam, Liciniane, Bilbilin,
(Verás, Liciniano, la alta Bílbilis,)
Equis et armis nobilem,
(Noble en cuanto a caballos y a armas,)
Senemque Caium nivibus, et fractis sacrum
(Anciano por sus nieves el Moncayo, y el sagrado, por quebrados
Vadaveronem montibus,
(montes, vadaverón,)
Et delicati dulce Boterdi nemus,
(Y del delicado Boterno el dulce bosque)
Pomona quod felix amat.
(Que la diosa de los frutos ama feliz.)
Tepidi natabis lene Congedi vadum
(Nadarás en tranquilo remanso del tibio Congedo (Varios ríos y riachuelos tienen fuentes termales))
Mollesque Nympharum lacus,
(y en muelles lagunas de ninfas,)
Quibus remissum corpus adstringes brevi
(El por las cuales distendido cuerpo brevemente tensarás)
Salone, qui ferrum gelat.
(En el Jalón, el cual templa el hierro.)
Praestabit illic ipsa figendas prope
(En eminencia estará allí ella misma, cerca de las ensartaderas
Voberca prandenti feras
(Fieras, Bubierca para el almorzante.)
Aestus serenos aureo franges Tago
(Bochornos despejados romperás en el dorado Tajo,)
Obscurus umbris arborum;
)Obscurecido tú por sombras de los árboles;)
Avidam rigens Derceita placabit sitim
(Derceita, tan refrescante, aplacará la sedávida)
Et Nutha, quae vincit nives
(Y la fuente Lutha, la cual domeña nieves.)
At cum December canus et bruma impotens
(Mas cuando diciembre canoso e impotente invierno)
Aquilone rauco mugiet,
(Mugiere mediante el ronco aquilón)
Aprica repetes Tarraconis litora
(Recudirás a las soleadas costas de Tarragona)
Tuamque Laletaniam.
(Y a tu barcelonesa tierra.)
Etc.
Pues bien, el amigo coparticipante, barcelonés cuyo idioma primordial es el catalán, rompió a recitar todo el monólogo de Segismundo acerca de los sueños. Era modo de evitar que se incrementase la tirantez y era apropiado al asuto y al momento. A continuación de “Sueña el rey que es rey”, el otro le interrumpió despotricando que no le mentase reyes. Nada, por cierto, tenía de monárquico mi amigo. Simplemente se sabía de memoria poema que debió de aprenderse al preguntarse qué pesadilla debía de ser la vida cuando su madre se estaba muriendo de cáncer siendo adolescente él y pasando a ser huérfano en tiempos en los cuales muy pocas madres fallecían jóvenes. Decenios después la pesadilla se repitió al verse despojado de sus hijos y, cuando lo que le tocan son momentos venturosos, ratos o días ídem, quizá tenga sensación de ensueño, sueños las pesadillas y los ensueños.
Quiero decir que en “La vida es sueño”hay poesía para vivir de modo trágicamente ecuánime la vida ennuestra época. No múcho más cabe pedirle a la literatura trágica clásica.
¡Perdón por haberme extendido en esto cuando el hilo estaba pasado a ser otro! por qué Almanzor era capaz de arrasar Barcelona, Santiago y Oviedo, pero no de erradicar los estados cristianos españoles y por qué todas las tentativas musulmanas significativas de reexpansión o contrarreconquista no pudieron proceder sino de allende el estrecho, por ejemplo.