Blog I: Calumnias en la ONU / Tercera canción / Bofarull responde: http://www.intereconomia.com/blog/presente-y-pasado/verdad-prensa-prostituta-20121113
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Como observa Christopher Dawson en La religión y el origen de la cultura occidental, “los reyes merovingios no habían dejado de ser bárbaros al convertirse al cristianismo. En realidad, a medida que se alejaron del trasfondo tribal de la antigua realeza germánica parecieron volverse más feroces, traidores y corrompidos (…) El mundo que Gregorio de Tours describe es un mundo de violencia y corrupción, donde los jefes dan ejemplo de injusticia y desprecio de la ley, y donde se perdieron las virtudes bárbaras del lealtad y honor militar”.
Esto parece bastante más próximo a la realidad que las arbitrarias ocurrencias de Ortega (cuando Ortega habla de política o de historia –en esto tenía razón Azaña– no solía expresar pensamientos, sino ocurrencias) sobre los visigodos y los francos, y la presunta decadencia de los primeros frente a la vitalidad de los segundos. Ambos pueblos (sus capas dirigentes) se encontraron con el mismo problema: con unas instituciones y tradiciones tribales, muy primarias, no estaban en condiciones de administrar o gobernar los extensos países, de cultura superior, creados sobre las ruinas del imperio romano, lo que produjo tres efectos: la profunda degeneración señalada por Dawson; la considerable barbarización de Europa occidental; y la pervivencia tolerada de una especie de poder paralelo de tipo no solo espiritual sino también cívico, constituido por la estructura eclesiástica, que en aquel trance salvó la civilización.
La dominación franca –y los francos tenían detrás un contacto con Roma, “corruptor” a juicio de Ortega, no menos intenso y prolongado que los visigodos– fue con los merovingios una auténtica y caótica pesadilla, dividió las Galias en diversos reinos enfrentados entre sí, y apenas llegó a crear una estructura parecida a un Estado. Por contraste, los visigodos no solo mantuvieron su reino en una política de tenaz unificación de Hispania, sino que construyeron un Estado de cierta entidad. Considerar estos logros –entre otros– manifestaciones de “decadencia y corrupción” entra ya en el campo de las tonterías.
Pero Dawson no parece tan acertado, por decirlo suavemente, cuando afirma: “Los reinos bárbaros del sur (España y el Magreb) tuvieron corta existencia y poco influjo en el futuro de la cultura occidental, salvo negativamente, en la medida en que prepararon el camino para la conquista musulmana de África y España en el siglo VIII”. Sorprende una comparación tan inverosímil entre el reino vándalo y el visigodo, incomparablemente más sólido el segundo, política y culturalmente, y mucho más duradero: casi tres siglos contra muy poco más de uno: el islam no derrotó allí a los vándalos, sino a los bizantinos y los beréberes. Además, el reino godo ejerció gran influencia en la cultura occidental, a través de Isidoro, Tajón y otros, incluso en la época carolingia. De hecho España fue (a partir de Leovigildo) el reino germánico más civilizado, con diferencia, de Europa occidental, en una época en que los demás apenas eran capaces de levantar arquitectura de piedra, no digamos fundar ciudades. Y decir que los visigodos prepararon el camino a la conquista musulmana no pasa de frivolidad… excepto en un sentido.
Cuando hablamos de los godos solemos referirnos a su oligarquía nobiliaria y a sus monarcas, y, desde luego, sería muy exagerado atribuir a la primera la formación política de España. Si observamos el proceso de nacionalización iniciado con Leovigildo y Recaredo notamos que sus impulsores son, en general, los monarcas, en contra de las tradiciones germánicas y del poder nobiliario; y que de este último provienen en cambio todas las dificultades, trifulcas y contiendas civiles que terminarían en la “pérdida de España”. Pero aún mayor peso que el interés unitario y nacionalizador de los monarcas o la mayoría de ellos, y de algunas facciones nobiliarias, tuvo el episcopado, propiamente la organización civil hispanorromana.
La historia del reino hispanogodo desde Leovigildo es la de una tensión permanente entre las tendencias de la realeza y el episcopado (representante, en aquellas condiciones, de la mayoría de la población) y una aristocracia que nunca se debilitó lo suficiente ni perdió del todo sus tradiciones germánicas, si bien cada vez más degradadas. El carácter electivo de la monarquía y la “costumbre” del regicidio parecieron cambiar cuando Leovigildo fue sucedido por su hijo Recaredo y este por el suyo Liuva II, un sistema hereditario mucho más estable y racional, dadas las circunstancias. Pero con el temprano asesinato de Liuva volvieron, en parte, las tradiciones bárbaras, y el episcopado hubo de aceptar también el sistema electivo y participar en él. Si el sistema hubiera dependido exclusivamente del carácter levantisco, banderizo e intrigante de aquella aristocracia, el país pronto se habría disgregado inapelablemente, como ocurrió con los francos en las Galias, y nunca habría alcanzado el notable grado de unidad nacional que efectivamente logró, ni se hubiera mantenido esta unidad cerca de un siglo y medio.
Ninguna de estas tendencias –la de la oligarquía, la del episcopado y la de los monarcas, al menos los más ilustrados– predominó del todo, por ello hablamos de tensión entre ellas. El desgraciado fin de la España goda puede hacer creer que finalmente la oligarquía fue haciéndose el poder decisivo, empujando el reino a la decadencia y preparando el camino a la conquista musulmana, como dice Dawson; pero sospecho que esa impresión es también un espejismo a lo Perogrullo, causado precisamente por la derrota ante los musulmanes. A pesar de los datos contradictorios, me parece muy sostenible la tesis de que el reino godo no fue abatido en un momento de decadencia, sino de progresivo fortalecimiento, pues estas cosas ocurren a veces en la historia.
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Me critican algunos que los dos protagonistas de la novela que van a Rusia no reflejan el espíritu del divisionario corriente. Y es verdad. Ya he dicho que he huido del costumbrismo y el tipismo. Por la División Azul pasaron casi 50.000 hombres, y entre ellos había de todo como personas, con motivaciones muy mezcladas. Aunque la media podía definirse como el joven idealista, católico y patriota, con cierta ingenuidad intelectual. Paco y Berto son patriotas, sin duda, aunque no exaltados; Paco es muy poco creyente y Berto no mucho más, pero no son indiferentes sino que siempre se están haciendo preguntas, no son ingenuos (algún divisionario cuenta en sus memorias cómo un ex fraile allí presente afirmaba que Dios no existía, sorprendiendo a todos). En los dos entra un afán de aventuras y de independencia, pese a aceptar una dura disciplina. Paco se parece a su hermana Luisa en su tendencia a la promiscuidad, mientras que Berto se debate entre la atracción por Carmen y su temor a encadenarse a una vida “normal”. Pese a todo, un motivo que comparten con los demás divisionarios es la idea de acabar de una vez con el foco del comunismo, después de la experiencia de la guerra española. Como catalanes, tampoco responden a estereotipos. Tampoco el cura con quien discuten es típico. Pero atípico no significa imposible ni inverosímil.
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Prensa prostituta.
En algunos libros he señalado el hecho, bastante asombroso pero que se ha vuelto normal, de que la gran prensa con pretensiones serias se lucrase de la prostitución mediante secciones de anuncios. Quiero decir, se lucrase directamente, porque de forma indirecta, otro rasgo de la mayoría de los medios de masas ha sido la promoción masiva de personajes y hechos asimilables a la prostitución. Esa “normalidad” no deja de ser un dato definitorio. Se ha impuesto desde hace muchos años una triple corrupción, intelectual, económica y sexual. La peor de ellas es la primera: el imperio de la mentira. Del que derivan en gran medida las otras dos.
A pesar de los datos contradictorios, me parece muy sostenible la tesis de que el reino godo no fue abatido en un momento de decadencia, sino de progresivo fortalecimiento, pues estas cosas ocurren a veces en la historia.
Bueno eso puede ser discutido en cuanto a la tendencia a largo plazo, Wamba fue un rey enérgico que rechazó a los francos que apoyaban la rebelión del duque Paulo y según todos los indicios Rodrigo hubiese sido un buen rey también. Pero en la coyuntura del 711 es indudable que el reino de Toledo estaba en un momento de profunda decadencia, económica, social y política.
Ya el sucesor de Wamba , Ervigio no fue gran cosa, Egica su sucesor guerreó tres veces contra los francos y no pudo derrotarles ninguna y Witiza que le sucedió “obsequió” al país con una guerra civil nefasta como herencia. Además se sufría una gran crisis demográfica como consecuencia de pestes y hambrunas que habían diezmado a la población, cuyo efecto se ve en que ninguna de las thiufas (unidades militares) al mando de los duces (jefes militares) de las provincias del reino que participaron en la batalla de Guadalete llegaba ni de lejos a sus efectivos teóricos de mil hombres.
Bueno, no sé dónde ves mi socarronería, Hegemon. En cualquier caso, entré simplemente a apoyar a D. Pío por el enésimo menosprecio que entendí que recibía, esta vez de Ansón o de Ánson, que ya no sé ni cómo se dice. Luego, vi el comentario de Ro y el ataque que, aunque sin ánimo de herir (no como el del “ilustre” periodista), le dirigía. Si entré fue porque me aludió, como a DeElea, al final de su comentario para que apoyara su posición.
Si me marché fue por un cierto cansancio en las posturas que se repiten aquí una y otra vez, sobre todo acerca del liberalismo. Fue por cansancio, Hegemon. ¿Es malo estar cansado ante determinadas situaciones? Bueno, el cansancio no es un acto moral, de libre elección: es un estado de ánimo o espiritual que, en mi caso, y mucho más allá de lo que sucede en este blog, se halla en mí más que justificado. Pero esto pertenece a mi vida privada, y no es caso ventirlarlo aquí.
Ustedes o vosotros confesais a su vez estar cansados del sector catolico (“beato”, dicho con desprecio) que aquí se da cita. Y no sólo vosotros:
http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=19753
Ciertamente, es curioso por qué se concita aquí determinado tipo de personas que representan un cierto modo de entender el mundo y el hombre. Una vez echa la limpia de personajes claramente anti-Moa, de izquierdas o simplemente lunáticos más o menos excéntricos, lo que ha quedado ha sido, por decir así, dos pequeños bloques: el liberal, agnóstico, deísta o subjetivamente creyente, y el sector católico, bastante más minoritario. Esta cierta ambigüedad la propicia el propio perfil intelectual y moral de Pío Moa (aquí sí que la influencia de Moa es palmaria, Ro). ¿Por qué? Pues precisamente porque Moa presenta este tipo de ambigüedad en su persona. ¿Se puede defender a Franco o, más genéricamente, la historia de España, con lo que supone de aceptar la masiva presencia de la cultura y la fe católicas en ella y su trascendental importancia aún hoy sin ser creyente? Se puede, pero alguien que desarrolla esta labor es inevitablemente muy querido por los católicos con sincero agradecimiento, entre los que me cuento. Alguien así nos resulta atractivo, más aún en una época como esta en la que nos sentimos humillados en todo aquello que creemos y amamos, también históricamente.
En último término, Hegemon, mi cansancio tal vez se deba a que veo a D. Pío tan cerca de la Verdad… Pero nunca acaba de dar el paso. Y se conforma con la verdad histórica, que siempre ha de escribirse con minúscula. Lo cual no es poco, desde luego; pero comparado con la Verdad de Dios…
Un abrazo en el Señor, Hegemon.
Doiraje será lo que sea, pero es un placer leerle. Al menos para mi.
Según al legislación visigoda, no todas las provincias debían asistir a una batalla. Estaban involucradas y debían asistir aquellas que estuvieran en un radio de 100 Km del lugar del conflicto. Y este dato de 100 Km, como señala Thomson, ya fue una imposición puesto que se habian dado casos en los que ni las más cercanas se reunían para dar respuesta a una amenaza. Puede que después de Guadalete en España existieran suficientes efectivos como para hacer frente a los sarracenos. La falta de un Rey, muerto Rodrigo, y un lider político que ayudara a la identificación de la población con sus representantes visigodos, ayudó a que esa oposición no fuera efectiva. Thomson deja entrever que los visigodos no intentaron una integración con la pobalción romana. Las leyes distinguían entre unos y otros pero no elude a que esto no tiene porque ser la causa de la caida del reino visigodo. ¿Que hubo un distanciamiento entre los romanos y visigodos? Puede ser. ¿Que el poder militar se fue debilitando por los conflictos entre la nobleza visigoda y el Rey y las múltiples sequias, plagas y hambrunas que España sufrió los años anteriores a la invasión? También. No se puede descartar que el poder político visigodo no hubiera conseguido la identificación de la población romana de España con ellos aunque los matrimonios mixtos ya fueran cosa normal pero no generalizada y que los magantes romanos ya formaban parte de la corte, pero bajo dominio visigodo. Estoy de acuerdo con Manuelp, puede que el reino estuviera en decadencia y las luchas internas ayudaran a la victoria islámica. Pero la ausencia de un Rey, muerto Rodrigo, y la traición de una parte de los nobles godos ayudara a los islámicos en su conquista más que otra cosa.
Entonces Doiraje, debes entender nuestro cansancio, por lo menos el mío, ante tanta repetición beata y ultracatólica que os traeis algunos. Yo no me iré por eso, cada uno es libre de opinar lo que quiera. Pero cansais.
Y en cuanto a socarrón. Pues he notado una chispa que antes no tenías. Una chispa un tanto socarrona, como digo, un tanto pícara que antes no tenías. No se trata sólo de lo de Ansón sino de cuando decidiste volver a comentar en el blog dejaste esl estilo lúgubre y penoso de antes. Tú sabrás por qué.
En último término, Hegemon, mi cansancio tal vez se deba a que veo a D. Pío tan cerca de la Verdad…
Será de la Verdad que tú crees que es y no la que Moa aprecia ¿Qué Verdad? A lo mejor estás equivocado y esa Verdad no es la que tú compartes. Otros tenemos otras Verdades tan válidas como la tuya.
# Hegemon
Si la escribo con mayúscula, solo hay una Verdad. Hasta Antonio Machado la llegó a intuir:
“¿Tu verdad? No, la Verdad,
y ven conmigo a buscarla.
La tuya, guárdatela.”
No creo que tuviera antes un acento lúgubre y penoso como dices. Aunque reconozco que sí que me estoy liberando de carga. Y de una carga de décadas…
# Kufisto
Muchas gracias, Kufisto. A mí también me gusta mucho leerte (por favor, de tú). Estás, a pesar de tantas cosas, lleno de vida y de la chispa de la inteligencia.
Thomson especula bastante sobre datos insuficientes. La cuestión no es si Rodrigo tuvo tales o cuales dificultades para reunir su ejército. Todas las fuentes admiten que consiguió reunir un ejército superior al musulmán, y eso es suficiente. ¿Por qué fue derrotado a pesar de ello?
a) porque muchas veces ha ocurrido en la historia que un ejército numérica o materialmente inferior venza a otro superior. Hasta entonces, los musulmanes lo habían conseguido muchas veces.
b) porque, según las fuentes, Rodrigo fue traicionado por los witizanos.
La doble explicación es más que suficiente y excluye otras especulaciones.
El ejército alemán que derrotó en tres semanas al anglofrancés en 1940 era inferior, materialmente, a este. Y nadie se ha dedicado a especular como se ha hecho con los visigodos, sobre quienes los datos conocidos son infinitamente menos (aunque, quizá por eso, se presten más a la especulación arbitraria).
Hegemon
Está equivocado,léase bien a Thompson. La ley militar de Wamba establecía que todos los hombres debían acudir a rechazar una invasión en un radio de 100 km. SIN necesidad de ser convocados por los compulsores exercitus que eran los funcionarios encargados de la movilización. Pero Rodrigo llevó a la batalla de Guadalete además de los efectivos del ejército real formado por el comitatus y los fidelis regis y gardingos (unos 5.000 hombres) y además de los séquitos de los magnates (otros 5.000 hombres), las thiufas de cinco provincias del reino visigodo (Aurariola, Iberia, Lusitania, Hispalis y Bética) más las thiufas urbanas de Gades, Medina Sidonia e Hispalis (unos 3.000 hombres en total). Las únicas provincias que no fueron movilizadas fueron las de Gallaecia, Autrigonia (o Cantabria) y Septimania, probablemente porque eran necesarios sus efectivos para contener a francos y vascones coaligados con los witizianos.
Sr. Moa es casi seguro que Rodrigo no presentó batalla con todas sus fuerzas a los musulmanes y traidores witizianos sino que seguramente se adelantó desde Córdoba con una parte nada más. Esto unido a la traición en pleno combate de las alas al mando de los witizianos hizo que fuese derrotado, pero la prueba de que quedaba ejército godo es que poco después de Guadalete en Ecija se produjo un fortísimo encuentro en el que los musulmanes tuvieron grandes pérdidas porque el centro del ejército de Rodrigo que se había retirado en buen orden de Guadalete se debió reunir con las fuerzas restantes que llegaban desde Córdoba. Todavía se señalan por las fuentes fuertes combates en Mérida y, sobre todo, en Segoyuela de las Cornejas (Salamanca) donde para algunos autores murió Rodrigo y en Amaya (Burgos) donde los últimos magnates godos dieron la última batalla antes de pasar al reino de los francos.
¿Qué diferencia hay entre lo que dice:
Está equivocado,léase bien a Thompson. La ley militar de Wamba establecía que todos los hombres debían acudir a rechazar una invasión en un radio de 100 km. SIN necesidad de ser convocados por los compulsores exercitus que eran los funcionarios encargados de la movilización.
Y lo que digo yo?:
Según al legislación visigoda, no todas las provincias debían asistir a una batalla. Estaban involucradas y debían asistir aquellas que estuvieran en un radio de 100 Km del lugar del conflicto. Y este dato de 100 Km, como señala Thomson, ya fue una imposición puesto que se habian dado casos en los que ni las más cercanas se reunían para dar respuesta a una amenaza.
Si yo estoy equivocado por decir lo que digo y es lo mismo que dice usted, también suted se equivoca.
Sr. Moa, ya lo hemos discutido otras veces pero el ejército alemán de la batalla de Francia de 1940 no sólo era superior materialmente al francés sino que moralmente era todavía más superior.
Hegemon
¡Coño! en que TODAS las provincias debían acudir a la llamada de movilización del rey aunque estuviesen a más de 100 km.
Para la mayoría de los autores y casi con certeza, Rodrigo murió en Guadalete. No hay razón ni prueba que diga que Rodrigo se volvió a enfrentar a los ilsámistas después de Guadalete.
¡¡¡En un radio de 100 Km no a más de 100 Km!!!
Sino tendrían que acudir todas las provincias a pesar de estar a miles de kilómteros y eso no era lo que decía la legislación visigoda.
La ley militar de Wamba promulgada el 1 de noviembre de 673 decía lo siguiente:
1. Cuando alguien del exterior ataque al estado, tanto los laicos como los eclesiásticos que se encontraran a menos de cien millas, deberán acudir rápidamente, aunque no sean llamados. Las penas que tienen los que no acudan serán:
1. Se le desposee de todos lo bienes.
2. Será desterrado.
3. Pierde su derecho de testificar en un juicio.
4. Si se demuestra que no quiso ir, se le reduce a la servidumbre.
2. Cuando la rebelión se produzca en el interior, quien no acuda perderá los bienes y será desterrado.
http://www.elimportuno.com/cultura/historia/personajes-historicos/item/3155-la-ley-militar-de-wamba
Le repito que cuando el rey les convocaba todos los obligados al servicio militar tenían que acudir estuviesen donde estuviesen.
Le repito que sigo sin ver mi equivocación.
Esta mañana, en el mismo puente de ayer sobre la A-42, ya no estaba la pancarta del PCPE, sino otra de la CGT …. JAJAJA … que ponía “¡CGT A LA HUELGA GENERAL!” …
Sí Alvo, se ve que hoy era el turno de la CGT. A mi se me quería acerca un tipo de esta organización esta mañana, para darme propaganda… y le he dicho. ¡Ni te acerques! Y luego he rezongado un poco más, que ni me acuerdo lo que yo mismo decía…
Estamos cada vez más sensibilizados, y cualquier día pasará una desgracia…
Pues no quisiera formar otro follón, entre pitos y flautas no voy a terminar nunca el artículo, pero creo que aquí y ahora los sindicatos son necesarios por más politizados y manipulados que estén. ¡Ojo! que no estoy diciendo que haya que hacer lo que ellos dicen, sino que deben existir unas organizaciones de los trabajadores porque es cierto que las empresas si pudiesen se aprovecharían a tope.
[Algunos datos sobre los desahucios]
Esta mañana, a las 8, en es.Radio, Federico Jiménez Losantos ha hecho una crítica furibunda de la demagogia exhibida estos últimos días por la Prensa y los medios, en general, sobre el asunto. Ha dado dos datos:
= El año pasado, último de Zapatero, el número total de desahucio fue mayor que los que se van produciendo este año. Nadir se movió, ni en la calle ni en ningún sitio.
= El suicidio de la señora de Baracaldo --que se ha presentado como último desencadenante de la histeria colectiva al respecto– no tiene nada que ver, según acaba de revelar “El Mundo”, con la situación general de los desahucios por causa de la crisis: esta señora tenía unos ingresos superiores a los 4.000 € mensuales…pero tenía un hermano manirroto cuyas deudas (¿juego?), sin saberlo el marido de la señora, había avalado con el piso familiar. Cuando el Banco pretendió ejecutar el embargo, por impago de esas deudas, la señora se tiró por el balcón.
Ayer, Dieter Brandau conectó con el corresponsal en Andalucía de es.Radio, Pedro Tena, que nos informó que esa Andalucía gobernada por los social-comunistas (PSOE y Partido Comunista (IU)–, que están detrás de la actual movida de los “STOP desahucios, tiene exactamente 0 €, CERO patatero, en los Presupuestos de la Junta andaluza para auxiliar a esos desahuciados por los que, de boquilla, dice preocuparse tanto. Es decir, al PSOE e IU les importa un comino lo de los desahucios: sólo le preocupa, cual nuevo “Prestige”, morder al Gobierno del PP para desgastarlo electotralmente; es decir, es social-comunismo, como siempre: PURA PROPAGANDA…Y la Prensa extranjera, como siempre: sin enterarse de lo que realmente pasa aquí.
Mi equivocación es por las millas (yo dije Kilómetros) y por no expresarme bien. Es cierto lo que dice Manuelp sobre el “acudir” a una batalla bajo la llamada del Rey. Y es cierto lo que decía yo sobre las tropas más próximas según la Ley de Wamba y que Manuelp indica en su comentario, sin necesidad de la orden de los compulsores exercitus. Estoy de acuerdo con lo que dice Moa sobre el reino visigodo pero se debe reflexionar sobre los errores cometidos por el poder político de los godos y la fina integración y complicidad de la sociedad romana hispana con el ejército y con el poder político godo. Es cierto que Thomson conjetura mucho pero da datos elocuentes. Una vez que los godos hacen la conversión el catolicismo, el número de obispos de origen godo aumenta cada año y cada Concilio disminuyendo el del origen romano. En los ultimos Concilios practicamente el 50% de los obispos eran de origen germano y el resto hispanoromano, que contrasta con el porcentaje de pobalción romana y gemrna de España, lo que induce a pensar que los godos seguían con un cierto celo por acaparar el orden político, eclesiástico y legislativo del reino produciendo cierta discriminación a los de origen romano. Repito que Thomson defiende la integración y complicidad de la sociedad entre las dos etnias. Tamhién defiden que España era el país más avanzado y más culto de Occidente después de la caída del Imperio Romano.
Las asociaciones de afectados por las hipotecas funcionan desde hace años, y muy activamente por cierto, a pesar de ser grupos minúsculos (las masas que decía el enterao) consiguen muchísimo más que un ejército de plumillas serviles.
Losantos miente, pero eso no es una novedad.
No sé en qué miente Federico. Ha dicho que en los años de Zapatero se produciían más desahucios que ahora. Apesar del repunte de este último año, en los años de Zapo se llegaron a cifras record por las que nadie dijo nada. Veamos:
Este número de las ejecuciones hipotecarias es, por otro lado, el tercero más alto de la serie histórica del CGPJ que comenzó en el primer trimestre de 2007. Sólo en el primer trimestre de 2010 (27.597) y en el último de 2009 (26.941) se registraron cifras superiores a las del inicio de 2012, que refleja una nueva recaída de la economía y hace que estos datos regresen a los tiempos más crudos de este drama social que afecta a decenas de miles de hipotecados.
Las comunidades más afectadas por estos expedientes de ejecución hipotecaria son Cataluña, con 4.993, Andalucía con 4.847, y la Comunidad Valenciana con 4.731. Los datos desagregados por provincias revelan que Barcelona va a la cabeza en ejecuciones hipotecarias iniciadas por las entidades financieras para quedarse con las viviendas por el impago de los préstamos hipotecarios, con 3.060, seguida de Madrid con 2.356, y Valencia con 2.085.
Un poco más arriba dice:
En total, el dato de ejecuciones hipotecarias (proceso previo al desahucio de la vivienda) marcó 24.792 procedimientos entre enero y marzo de 2012, un 14,1% más que en 2011.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/07/23/suvivienda/1343057862.html?a=365b505470178ba05955949dc76eb4f8&t=1352832993
Con respeto a las Asociaciones. Los datos van en otra dirección. Las negociaciones entre los bancos y los afectados han sido sin intermediarios de por medio alcanzando acuerdos personalizados entre el hipotecado y la entidad bancaria siempre que sea posible. En cuanto a los desahucios, hay que distinguir, como decía hoy Tomás Cuesta, entre aquellos que son primera vivienda, que sólo llegan a 2000 y el resto que pueden ser de garajes, segundas o terceras viviendas y alquileres. Demasiada demagogia existe en este país. No defiendo a los Bancos, pero tampoco me creo tanta demagogia.
Si se quiere criticar a los liberales aquí tenemos una causa: Iberia.
Una cosa es Libre Mercado y otra la depredación comercial para hacerse con todo.
http://www.libremercado.com/2012-11-13/los-pilotos-rechazan-el-plan-de-ajuste-de-iberia-1276474143/
Los británicos, como siempre, en medio.
manuelp dice:
13 noviembre, 2012 a las 15:53
Pues no quisiera formar otro follón, entre pitos y flautas no voy a terminar nunca el artículo, pero creo que aquí y ahora los sindicatos son necesarios por más politizados y manipulados que estén. ¡Ojo! que no estoy diciendo que haya que hacer lo que ellos dicen, sino que deben existir unas organizaciones de los trabajadores porque es cierto que las empresas si pudiesen se aprovecharían a tope.
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Sí, tienen que existir esas organizaciones que se dediquen a defender los intereses de las personas que trabajan sobre todo para hacer fuerza en las empresas, y de hecho hay personas decentes en sindicatos que no son UGT, CCOO o CGT (bueno alguno habrá en esos sindicatos) que se dedican a trabajar y no a dar por culo y a vaguear. Mi experiencia en las empresas es que los de esos tres sindicatos eran los más vagos, los peores trabajadores, los más amenazantes y los más privilegiados … y cuando había algún despido masivo, miraban hacia otro lado ya que a ellos no les podían echar y por todo lo anterior; es más, una vez antes de un despido masivo en un departamento que estaba yo y que me afectó, hubo unos cuantos que se hicieron de los sindicatos para no irse a la calle. Los de CCOO sí se me acercaron el día antes de tener que irme de la empresa (me habían dado el aviso catorce días antes) y me dijeron que si quería denunciar a la empresa me tenía que dar de alta en su sindicato pagando una cuota de 11 o 12 euros creo, imagino que al mes, les mandé a tomar por el culo y recuerdo que una de ellos me miró con una cara de odio… en fin, panda de mafiosos. Yo respeto al que trabaja y quiere el bien y que si tiene algún problema porque le quieren timar en la empresa pueda tener la ayuda de una agrupación de trabajadores de verdad, pero hasta que esa plaga que es el brazo armado socio-comunista no desaparezca (junto con los de la patronal), la cosa está difícil. Como dice Luis del Pino, estos sindicatos se dedican a hacer de barrera para que otros de verdad no salgan. No es que no salgan otros, claro que los hay, el problema es que los de CCOO y UGT al formar parte del tinglado viviendo de todos son los que “parten el bakalao”. Son una gentuza de mucho cuidado, además de unos matones. Los de USO suelen ser decentes, aunque mañana van a la huelga con los otros.
El problema de los sindicatos es el mismo de cualquier otra cosa en este sistema. Está “diseñado” para favorecer a la Oligarquía reinante (nunca mejor dicho). Conceptualmente están desvirtuados y controlados desde los partidos políticos… los que a su vez también están controlados por quienes están por encima en la pirámide. De manera que al final sólo queda corrupción y más corrupción. Además es lógico que sean corruptos porque en realidad, no pueden ser otra cosa. Y pasa con todo, con los partidos políticos también, da igual el signo que tengan. Miren lo que revela Centeno en su último artículo:
“…Lo que implantaron fue una oligarquía donde no existe división de poderes, ni institución independiente alguna, y eso no es una democracia, es una dictadura. Una dictadura de partidos. Los diputados no representan al pueblo, no han sido elegidos por él. Solo representan a quien les puso en una lista; son meros aplaudidores, aparte de chorizos que pierden iPads a decenas y exigen que se les reemplacen. El pueblo no les importa nada. Véase a la alcaldesa de Madrid, de puente con la ciudad llorando a sus muertos. Tiene cinco secretarias, mayordomo y dos conductores, un auténtico escándalo, mientras sube hasta las tasas hasta por casarse y los IBIs sin parar, aunque el valor de las viviendas se hunda. Hay que echarlos como sea.”
A mi es que esos de UGT y CCOO me recuerdan a esas películas o series useñas en las que salen una panda de vándalos o mafias destrozando algún negocio en plan supermercado pequeño del que los dueños suelen ser unos asiático-americanos y cuando les han destrozado la tienda, el líder de los mafiosos les comunica que si quieren “protección” para que al mes siguiente no pase lo mismo, que les paguen su “cuota” todos los meses.
[¿Es legal una huelga general?]
¿Es legal una huelga general? ;y, ¿una de estudiantes? Según la legislación vigente en España, ni una (pues excede el estricto campo de la empresa) ni otra (pues los estudiantes no ejercen un trabajo remunerado) están protegidas por la ley, sino por la “vista gorda” e irresponsable de gobernantes y jueces. Una sociedad que desprecia la ley está pròxima a su disoluciòn como marco ordenado para la convivencia civil en paz. En ello estamos. El precedente de la “primavera tràgica” de 1936 nos deberìa haber vacunado para no admitir la continua e impune burla de la ley:
{La izquierda española lleva meses movilizada en contra del Gobierno, al que acusan de los males causados fundamentalmente por los propios socialistas en los casi ocho años que estuvieron en el poder, lo que no ha evitado el apoyo del PSOE a las algaradas protagonizadas por los sectores más radicales de su ámbito ideológico.
(…)
el régimen jurídico del derecho a la huelga se reduce a lo dispuesto en el Real Decreto-Ley 17/1977, de 4 de marzo, sobre relaciones de trabajo, que a pesar de los años transcurridos sigue siendo la única norma legal en que se sustenta el ejercicio de este derecho y, a día de hoy, la que sirve a los tribunales para pronunciarse sobre las cuestiones que se someten a su juicio en este ámbito.
Este Real Decreto-Ley limita la huelga al ámbito de las empresas, agotados los procedimientos de negociación colectiva, y a continuación establece nítidamente, en su artículo once, que la huelga será ilegal “cuando se inicie o se sostenga por motivos políticos o con cualquier otra finalidad ajena al interés profesional de los trabajadores afectados”.
http://www.libertaddigital.com/opinion/editorial/cumplir-la-constitucion-con-una-ley-de-huelga-66026/
Es decir que la huelga general de mañana, concepto extraño a la legalidad vigente, no está amparada por la misma, sustentándose únicamente en la falta de decisión de aplicar la ley del actual gobierno.
Extracto de las notas que le he dicho en el otro blog. No sé por qué han desaparecido. No creo que infrinjan ninguna norma, pero bien aquí están por si allí se han perdido. Es un parte de un trabajo más amplio que he realizado para un grupo de lectores que comentamos obras.
He huído de comentarios de crítica literaria tal son el punto de vista, espacio, tiempo etc. En nada oportuno para el blog.
Extracto de notas sobre “Sonaron gritos y golpes a la puerta”
1.- El Género literario: Aún sabiendo lo inexactitud que conlleva la categorización de géneros literarios, discrepo de la editorial y de cuantos la han calificado de novela histórica. Es algo así como catalogar de tal La cartuja de Parma, de Stendhal o Guerra y Paz, aunque salgan hechos de batallas de Napoleón y otros. Su novela tiene un tiempo histórico, pero no trata de darnos lecciones de historia, sino de situar unos personajes y lo que les toco vivir y padecer. Su novela no está escrita al estilo de W. Scott y su Ivanhoe. Más bien estaría en lo que actualmente se llama Novela Testimonio. Así catalogaron, por ejemplo Los cipreses creen en Dios de Gironella. Cierto que es un género hibrido entre la historia y el relato notarial que da fe de cómo la vivieron unos personajes. Pero usted no perseguía la historia sino lo segundo.
2.- El gran valor de su novela ya se lo dije, y lo ha destacado usted mismo algunas veces: no hay tesis. Los buenos y los malos están, pero no hay adoctrinamiento como lo que nos tienen acostumbrados los señores de la divine gauche. Cierto que algunos se portan mal, pero en todos los bandos. Tan sólo la roza en el esperpento del tal Zapatero, una ironía que se permite, más que otra cosa.
3.- Es sólida en general, excepto en dos situaciones:
a) El argumento para que Alberto decida contar sus batallitas , ya se lo dije y me reafirmo. Esos hijos que, dos por comodidad y otro por adscripción al adversario de ayer, han tomado el camino de enfrente, por mucho que diga Alberto que nunca los adoctrinaron debían saber que sus padres estaban en las antípodas. Es poco creíble que nunca supieran de sus visicitudes y del disgusto de sus opciones políticas para sus padres. Poco o nada les va a decir sus memorias.
Más sólido sería, es mi opinión que no hace cátedra, la sugerencia que le hice de que Alberto tratara de dar el efecto dramático de que de su propia mano hubiera venido la muerte de su padre biológico, por mucho que le alcanza por sus acción de espía. Me contestó que trató de huir de las truculencias, y yo le apunto que éstas son más fruto de la forma que del fondo. Con una escena bien montada me parece que hubiera ganado en intensidad trágica y justificado su escritura como confesión final o catarsis personal. Aunque ciertamente algo tiene de esto cuando he leído el epílogo la segunda vez .
b) Las digresiones de los personajes sobre lo que hacen me parecen , a veces algo retorcidas y de un nivel un punto más elevado que sus perfiles de edad y situación social. Me detendré más adelante.
4.- La trama tiene momentos desiguales, algunos muy buenos, las peripecias en la Cataluña del momento, la guerra en Rusia es, a veces caótica, pero porque caótica fue la situación, y de lectura fatigosa y poco creíble la de las tertulias e intrigas del Madrid de posguerra. Usted mismo lo ha dicho en su obra Años de Hierro. Ninguno de los grupillos y conspiradores de tasca puso el Régimen en entredicho. Para tan pocos mimbres no le merece a Alberto renunciar a la vida que estaba recobrando en Barcelona.
5.- A mi me sorprendió, conociendo su poco proclividad a airear lo que se refiera al fornicio,- en absoluto le tengo por un timorato, creo que es otra cosa, simplemente es un hombre con eso que se llama pudor y hoy es anatemizado- el que éste apareciera tan expresamente. Pero a nadie sonroja, es contenido, dentro del buen gusto y fue una situación que las guerras y la incertidumbre de vivir conllevan e incluso en los pueblos que no la padecieron se dieron casos en multitud de ocasiones de relajación de costumbres o agarrarse a vivir el momento.
6.- Los personajes femeninos han sido ya extensamente analizados. Acaso Carmen es excesivamente perfecta, pero bien son creíbles y llenos de connotaciones de buen diseño.
7.- Los personajes masculinos también están bien construidos, Paco me parece más complejo de lo que aparenta, Alberto goza del mismo ánimo pero está menos ideologizado la escena inicial es la que le empuja a algo para lo que , en otras circunstancias, nunca hubiera ocurrido. Ciertamente, la crítica de si tan jóvenes podían ser así, me parece más adecuada al contenido de sus disquisiciones filosóficas y existenciales, nunca a sus acciones, muchos jóvenes se vieron empujados a ese tipo de actitud y, como héroes modernos echaron sobre sus espaldas aquella situación, por otro lado estamos juzgando a jóvenes de 20 con la mentalidad que hoy tenemos de sus comportamientos de eternos niñatos , el que suscribe, con 20, ya en el final de los sesenta, ya andaba por esos pueblos de Dios ejerciendo de maestro y poniendo seriedad a la situación. Me ha gustado de los secundarios el profesor, me parece que es Silvestre y Crates el poeta. Esa mezcla de universitarios y gentes del pueblo fue una constante en la D.A.
No obstante a personajes masculinos y femeninos les falta perspectivismo, lo que definía el profesor Baquero Goyanes como la cualidad de que unos personajes presenten y retraten a otros. Sé que es fruto de que el narrador sea el que nos da la medida de todo. Pero una carta, o un informe militar, etc. podría hacer más ricos los puntos de vista sobre ellos.
8.- La obra está bien escrita, con muy pocos defectos en alguna frase, que aunque los tengo apuntados, no merece la pena destacar; pero siempre con una escritura que se pone con eficacia el servicio de lo que quería.
9.- Sigo pensando en lo poco apropiado del Título. Perdone mi insistencia. No se me ocurre nada, ni intento enmendarle la plana. Pero no me parece que tenga gancho.
10.- En algunas ocasiones, pese a su pulcritud hay anacronismos en la forma de decir, así llamar a otro gilipollas- faltarían muchos años para ello- o aprovecharse de cómo han sucedido las cosas para que algunos personajes den ideas de su forma de ver los sucesos. Por ejemplo cuando un falangista augura el destino de la Falange de chivo expiatorio de derechas, iglesia etc.
Un consejo D. Pío, escriba otra, y olvídese de ésta. Un amigo que le lee me comentaba hace unos días que “otra vez ha puesto Pío cosas de su novela, como no le hacen eco se lo hace él”. No creo que sea eso. Contesté. Sólo se lo comento por si otros lo piensan. Sea buena o mala haga lo que decía Huxley en su introducción a Un mundo feliz: revolcarse en el fango no es la mejor manera de limpiarse. La novela fue de usted mientras la escribió, ahora es de los lectores y cada uno que opine lo que quiera. Tengo muchas más notas sobre varios aspectos, pero algunos son demasiado sobre técnicas, uso de tiempos verbales, adjetivaciones, utensilios y curiosidades que en nada vienen al cuento. Tan sólo servirían para una tesis sobre su novela. Ya hice la mía sobre Froissard, un historiador francés de la Guerra de los Cien años-
Con la seguridad de su atención, le saludo atentamente.
[¿Es legítima una huelga general?]
En el comienzo de la Revolución Industrial en el Reino Unido, los obreros de las fábricas trabajan en duras condiciones materiales y económicas. En una fábrica ( o en una mina) concreta, los líderes de los obreros de la misma exponen a los dueños la perentoria necesidad de mejorar esas condiciones. Ante la reticencia de los dueños, los obreros de esa fábrica cesan en su actividad productiva: es la huelga, que causa inmediatamente pérdidas a los dueños de la fábrica. Finalmente se llega a un acuerdo entre los trabajadores y los propietarios de la empresa: se mejoran las condiciones de trabajo y económicas de los obreros…lo que, además, redunda en su capacidad de consumo para los productos de la industria británica. Ese ejemplo se extiende a otras fábricas y los obreros institucionalizan su asociación de defensa de sus intereses laborales: Nacen las “Trade Unions” o sindicatos. Estamos en el año 1824.
Décadas después, nacen movimientos políticos socialistas con el fin de cambiar el tipo de economía, capitalista o de mercado, y el tipo de sociedad (de una basada en la libertad individual a otra, colectivista, basada en el dominio de Estado en todo tipo de actividades). Estamos en los años 1880 y siguientes. Esos partidos socialistas advierten la fuerza de la lucha sindical y su instrumento más radical: la huelga laboral. Entonces deciden fundar sus propios sindicatos, como correa de transmisión de sus reivindicaciones políticas en las fábricas. Las reivindicaciones laborales quedan, entonces, supeditadas a las políticas: surge el instrumento de la HUELGA GENERAL, es decir, el paro de todo el sistema productivo de una economía, independientemente de las situación de cada empresa en concreto, origen de la huelga laboral como instrumento de la mejora de las condiciones en la empresa concreta.
Así, la HUELGA GENERAL se convierte en un instrumento ilegítimo de coacción política contra las decisiones legítimas de gobiernos democráticos en uso de sus capacidades. Es decir, un gobierno salido del veridicto único y legítimo de unas elecciones libres, ve que leyes promovidas por él y aprobadas por el Parlamento, única institución donde reside la soberanía del pueblo y legítimo según el citado veredicto de las elecciones, son combatidas ilegítimamente en la calle por asociaciones privadas, los sindicatos, no legitimadas políticamente por elección alguna para oponerse a tales leyes. Esas son las reglas del juego político (que, no lo olvidemos, es eso, un juego, como en los deportes, para ganar o perder respetando el reglamento de ese juego: la democracia política): no es legítimo tratar de ganar coactiva y antidemocráticamente en la calle lo que no se ha ganado en las urnas.
España. La Constitución de 1978, en el Artículo 26.2, establece vaga e inconcretamente que “se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses”. A continuación, el Artículo 26 se refiere e una futura ley que regule el ejercicio de este derecho. Es decir, la Constitución no limita el derecho de huelga al ámbito de una empresa concreta para la defensa de los intereses de los trabajadores de la misma, por lo que, en la indefinición, hace posibles las huelgas sectoriales, territoriales y generales, independientemente de las condiciones laborales de las empresas concretas y de los daños que causen a la colectividad. PERO como el Real Decreto-Ley 17/1977, de 4 de marzo, sigue vigente, a éste, que es muy concreto, hay que referirise al respecto y no a las vaguedades e indefiniciones de la Constitución
Es mucho peor que la mafia, o la forma mafiosa de manejarse. Los mafiosos, aunque sea pequeño, corren un riesgo. Y han de actuar para conseguir sus “ingresos”. Estos “sindicalistas” ya reciben sus “ingresos” directamente del Estado/Sistema que previamente se lo ha arrebatado al pueblo, incluidos los dueños de esa tienda que dice Spasic…
Cuando alguien quiere poner un negocio, o alguien está administrando un negocio… a través de los impuestos paga a los sindicatos, les guste o no; estén afiliados o no, da igual. Naturalmente cualquiera es libre de no poner un negocio. Pero como la corrupción y el caos es total… no se preocupen que sacarán el dinero para los sindicalistos por otros medios. A través de otros impuestos… da igual para que sea el impuesto, ellos desvían la cantidad que haga falta para mantener a unos sindicatos inútiles.
De todas formas da lo mismo, la gente tragamos con todo. Ponen el negocio pagando a quien sea, como sea. El como sea, la palabra mítica del Sistema. Lo mismo que la gente que no tiene dinero para pagar una vivienda, se mete en hipotecas que lo que significan es, que si no podía pagar 100, con la hipoteca ha de pagar 200. Y si no podía pagar 100 como coño va a pagar 200. Pues muchos lo hacen. Todo antes de plantarse y plantar cara al Estado. “Bajarse del tren” y decir: “O esto cambia, o nos hundimos todos.”
Pero el concepto mismo de hipoteca es perverso. Algo que yo no puedo pagar a alguien por 100, lo adquiere (un tercero, el banco) y me lo vende por 200, pero eso sí, en comodos plazos. En mi “pueblo” eso es una estafa. Usura pura y dura. Entiendo que el 90% de la gente ha adquirido su propiedad así, y lo respeto, pero…
Yo entiendo que el 90% de la gente ha adquirido su vivienda mediante hipoteca, pero permitan que haga esta reflexión. “No me extraña que los bancos sean los edificios más impresionantes y lujosos de cada ciudad”. Y todo por no ser capaces de unirnos y buscar soluciones más satisfactorias para la mayoría del pueblo…
malpharus:
Hasta que estos sindicatos no dejen de financiarse a través de todo el mundo y se empiecen a financiar ellos buscándose la vida, la cosa estará difícil porque además de que juegan a la política en plan mafioso-sociata, se dedican a defender sus privilegios y sus posiciones dentro de las empresas (con la colaboración de la patronal, que es otra que tal) para no dar palo haciendo que gente válida con contratos temporales se vayan a la calle. Cuando eso pase, los que trabajan de verdad y se dedican a la actividad sindical, podrán defender mucho mejor lo que quieran defender y harán que a quien le guste que lo pague y a quien no, no. Y si hacen un mal trabajo, son unos vagos etc… lo normal es que nadie pague por ellos y afortunadamente desaparezcan.
Joanpi. Muchas gracias por sus opiniones. Obviamente, un libro de historia puede valorarlo el autor, porque se trata de datos objetivos y de interpretaciones más o menos lógicas. De una novela, el autor es el menos indicado, y ha de contentarse con las opiniones de los lectores que, como hemos visto, son muy variadas y a menudo contradictorias. Además a unos les gusta lo que disgusta a otros, por lo que el autor podría desconcertarse considerablemente. Naturalmente el lector tiene derecho a sus opiniones.
Sobre los datos, ya por entonces se decía gilipollas y soplapollas, según he podido ver en obras de la época. Y no es raro que los falangistas se sintieran chivos expiatorios, porque estaba en el aire. Entre muchos falangistas hay un desengaño considerable, se sienten traicionados. En cuanto a que ninguno de los grupos antifranquistas puso en peligro al régimen, es algo que se ha visto después, porque fracasaron. Pero en aquellos momentos el peligro era muy grande, y dentro del propio régimen se abrían grietas porque muchos lo daban por acabado. Las intrigas menudeaban y el maquis gozaba de las mejores condiciones “objetivas” para implantarse. Fueron en ocasiones unos pocos los que hicieron que la amenaza no llegase a triunfar. Es algo que me interesa señalar: los dos protagonistas son de los que dan un paso al frente cuando hay que hacer algo arriesgado y esos son a menudo los que salvan las situaciones críticas, aun siendo pocos.
Sobre lo elevado de las digresiones de los personajes dada su poca edad, es una observación que también ha hecho Stanley Payne. Pero me he apoyado en experiencias juveniles, incluso adolescentes, propias: lo que es raro no es necesariamente imposible ni improbable.
Otras observaciones sobre lo improbable o imposible de hablar con tanta libertad en aquella época, me parece que parten del prejuicio de un régimen que asfixiaba toda libertad de expresión y sembraba el miedo. Era así en algunos sectores, pero entre los intelectuales había una gran libertad siempre que no atacasen explícitamente al régimen en sus escritos. Lo sé por algunas anécdotas que se recordaban del Ateneo, y por lo demás es muy lógico que en momentos en que tantos creían próximo el derrumbe del régimen salieran a la luz los verdaderos sentimientos de mucha gente.
La acción es muy rápida y por eso las partes de las terulias y vida en Madrid pueden parecer algo pesadas, por contraste. A algunos lectores se lo parecen, a otros no. Precisamente quería introducir unos remansos entre tanta aventura, otra cosa es que el resultado haya sido feliz.
Lo de que “como no me hacen eco me lo hago yo” se ajusta bastante a la realidad. He recibido bastantes opiniones variadas y he recogido reseñas de blogs porque, efectivamente, en los grandes medios me hacen el vacío, tanto a la novela como a los libros de historia, a cualquier cosa que yo publique. Por lo tanto, aprovecho esas opiniones para mantener algún interés por la novela, máxime cuando la venta de libros está ahora en mínimos, por la crisis.
Lógicamente, creo haber escrito una buena novela, de otro modo no la habría publicado. Y la mayoría de estas críticas también lo consideran, incluso con entusiasmos muy por encima de mis esperanzas.
Hay otra razón por la que animo a exponer críticas, y es por los elementos históricos y literarios mezclados en la novela. Me interesan las opiniones y críticas porque, ya digo, un autor de obras de ficción no es el mejor juez de su obra.
Por tanto, los sindicatos en España son mucho peor que la mafia. Debería de darnos vergüenza que estemos consintiendo algo tan perverso… y si lo unimos al resto del sistema, partidos políticos y demás instituciones cleptocráticas… el resultado es que el que va a votar está cometiendo un horrible pecado. La única salida es rebelarse y despreciar el sistema con todo lo que hay dentro… legitimar todo el sistema (votar) es un acto de traición a uno mismo, a sus hijos (sin futuro) y a la Patria… no me extraña que cuando se quiso acercar aquel hombre de CGT, quizá con buena intención, me salió del alma como un resorte el “ni te acerques”.
Veamos algunas réplicas a mi comentario de ayer.
Según manuelp, reactivar -yo he dicho reactivar, no activar- el crédito supondría ahondar mucho más la crisis. Nada más lejos de la realidad. Es un hecho incontestable que el crédito al sector privado es prácticamente inexistente en la actualidad, habiendo desaparecido, de hecho, en el mercado inmobiliario , y sin crédito una economía moderna no puede subsistir, sobre todo en aquellos sectores en que es preciso realizar inversiones importantes –industria, construcción, transporte-. La ausencia de crédito es la ruina y por eso los analistas serios, de todas las familias ideológicas, coinciden en que el factor esencial para superar la crisis es que vuelva a fluir el crédito. Y no se trata de fabricar dinero sino de desplazarlo del sector público, donde resulta absolutamente improductivo, al privado.
A vueltas con la demagogia desenfrenada y la desorientación insuperable. El problema de las cláusulas abusivas no es saber leer o no, Hegemon, el problema es que suponen una violación de derechos básicos, la entronización del derecho de pernada, y en un país serio todas estas disposiciones estarían anuladas hace mucho tiempo. El que defiende esta legislación es un antiliberal profundo, está a favor de la opresión. Es como decir que los propietarios de viviendas que tuvieron que sufrir la ley de arrendamientos de Franco, cobrando unas rentas ridículas prácticamente de por vida y sin poder rescindir el contrato con los inquilinos, o tenían que aguantarse o se merecían su situación por no haberse leído la ley.
La legislación hipotecaria despótica existe porque existe un poder despótico, el político, que ayuda y privilegia hasta la náusea a su socio financiero, al que después le va a regalar el dinero.
A ver si nos enteramos de que haberse comprado un piso no es un delito ni una estupidez, sino algo lógico, razonable y que produjo un inmenso crecimiento económico. Nadie preveía lo que iba a pasar –aunque era evidente-, sólo alguna voz aislada pidió prudencia en la fase final de la burbuja –recuerdo a esos “liberales” cantando las excelencias de la espiral de la construcción de pisos y afirmando que los cimientos del crecimiento español eran sólidos-, y menos que nadie las entidades bancarias, tanto las españolas como las extranjeras, que siguieron prestando enloquecidamente hasta el final, sobre todo a los promotores. Estos son los grandes responsables de la crisis, promotores y banqueros, junto con los políticos que no pusieron coto al desenfreno constructor. Y por supuesto que se pueden renegociar las condiciones del préstamo, es lo que están haciendo cada vez más los bancos al comprobar que los embargos les llevan a un callejón sin salida.
En cuanto a los liberales de pacotilla, se han desenmascarado ellos solitos, la defensa que hacen un día sí y otro también del abuso del poderoso es patética. Es curioso que cuando salta a la palestra el tema de los bancos se empieza a escuchar cosas muy raras, posturas incomprensibles y argumentos indecentes o disparatados –seguro que no tienen nada que ver las campañas publicitarias, los patrocinios y demás inversiones en medios de la banca-, como la vil especie de la escasez de ejecuciones hipotecarias, en la que insisten los voceros bancarios. Hombre, claro, teniendo en cuenta que un ochenta y tres por ciento de los españoles tiene piso en propiedad, y la mayoría de ellos están pagando hipoteca, la cifras relativas de embargos tienen que ser bajas a la fuerza. Pero las cifras absolutas son pavorosas. ¿Y qué quieren decir con eso de que hay pocos embargos de primera vivienda? ¿Que no tienen ningún problema las, en el mejor de los casos, decenas de miles de personas que se han quedado en la calle? Es como decir que en España no hay ningún problema con el paro, porque el setenta y seis por ciento de la población activa trabaja.
Y ya, la guinda de la demagogia, el asunto del alquiler. Pretende el Sr. Hegemón comparar una relación entre particulares, de igual a igual, y con una legislación que beneficia al inquilino, con una relación abismalmente desigual, tanto legal como materialmente, entre un particular y una poderosa institución como es un banco, para el que la morosidad de los particulares no deja de ser un pequeño porcentaje. Aparte de que en el caso de las hipotecas existe un bien, una garantía, que respalda el préstamo, mientras que en el caso del alquiler no existe nada que garantice el pago de éste. Además, el inquilino no es propietario del piso y si se va no pierde nada, mientras que el hipotecado pierde su propiedad y, lo que resulta realmente sangrante, después de eso debe afrontar una deuda adicional pavorosa. Todo ello sin entrar en el fondo de mi argumentación, que se basa en que no embargar los pisos es, en la situación actual, rentable para los bancos
Ahora bien, si un inquilino se queda sin trabajo o sin ingresos – y con mucha más razón
si es a causa de una crisis como la actual y el problema se generaliza-, y no puede pagar el alquiler, hay que ayudarlo, pero esa responsabilidad no se puede cargar sobre las espaldas del arrendador, que no tiene la capacidad suficiente. Ahí es donde tiene que intervenir la Administración con los alquileres sociales o procedimientos análogos.
“Si és que té raó“. Siento en el oído el zumbido lejano del triunfo de la estupidez, de la demagogia. No sé qué llamas rojas y amarillas arden amor que nos van a quemar nuestra ciudad, nuestros paseos fuera del tiempo por el Carmelo. ¿No se ve allí a lo lejos en el horizonte la hoguera? ¿No será que así es el sol, que no luce si no arde, que no brillaría si fuese como debería ser? ¿Perderemos a nuestros pocos amigos? Seremos xuetons, pero sabemos ser felices. Elijo el momento detenido en el que se escuchan los cantos lejanos de las aves cantoras y gracias a la concurrencia de cuanto ha sido, todo es uno: un bonito día.
¿No es posible que apliquen soluciones combinadas? Por ejemplo: ¿no podría suceder que si alguien no puede pagar su casa entonces la devuelva a la institución que le dio crédito, pero que a esto se sume una multa equivalente al 15% del valor de la casa adquirida? Tal vez de este modo se podría “apoyar” a quien sólo compró una casa, de buena fe, pensando en formar un patrimonio, puesto que la deuda por la que tendría que seguir pagando ya no sería del todo intolerable. Por otra parte, si alguien compró cinco casas (suponiendo el mismo precio para cada una), “sólo” tendría que responsabilizarse por un monto equivalente al 75% de una de las casas que haya adquirido, lo cual parece sensato porque quien se compró muchas casas lo hizo con la intención de negociar, de modo que en sus tanteos debió considerar el fracaso, o incluso la ruina, y pues lamentablemente a estas personas no les ha tocado ganar.
Otra solución, más tosca, sería que las instituciones de crédito siguieran desalojando a la gente, pero que el gobierno de España no apoyara con dinero del erario la sobrevivencia de la banca y compañía. De este modo las propias instituciones de crédito, al no absorber “rescates”, se verían en la necesidad de buscar soluciones más razonables, en favor de los deudores, y no por piedad, sino por continuidad en el mercado.
Podría suceder que España perdiera credibilidad a consecuencia de esto, pero podrían atacar el nuevo problema si al mismo tiempo empezaran otras reformas, como una educativa. El chiste es que si para salir de la crisis se atreven a proyectos muy arriesgados deberían mostrar que no sólo buscan salvarse y ya, sino que también quieren trabajar para consolidar un país respetable.
Y antes de irme a dormir:
Tal vez personas como doiraje y Ro “cansan” porque parece que han venido desde la mismísima Jerusalén, la de Cristo, no la actual. Al leerlos me asombran, en especial porque yo sería incapaz de hablar como ellos. El hecho de no creer en nada, odiosa apatía que es tara, me obliga a verlos como si fueran unos personajes. Y aunque sé que hablo de unos hombres buenos no me quito la injusta impresión.
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Ellos y nosotros nos asombraríamos si llegara un pagano sincero y dijera: “Y tú, doiraje, ve con Apolo, y tú, Ro, con Zeus”. ¿También el pagano cansaría?
Bueno, el tema de los sindicatos en España es que son parte integrante del sistema político y como tales disfrutan de los privilegios correspondientes. No tienen más que comparar el tratamiento que las fuerzas de seguridad dan a los “piquetes informativos” con el que dan a los manifestantes que intentaron cercar el Congreso hace poco.
Yo he vivido en “vivo y en directo” el ambiente en una gran empresa durante estos años desde la Transición y, contra lo que pueda parecer, la dirección de las empresas grandes es la primera interesada en mantener el “status quo” existente y se equivoca grandemente el trabajador de ella que crea que la empresa le va a respaldar si se enfrenta con los sindicatos, es más, es probable que la propia dirección le perjudique de alguna manera, aunque solo sea por omisión pues los sindicatos (sólo los mayoritarios y “oficiales” por así decirlo) tiene cedidas apreciables parcelas de poder en dichas empresas.
El tema del crédito que plantea Javilau tiene un componente real y verdadero que es que el sector público es el único que está consiguiendo crédito y que es improductivo y yo añado, lo que es peor insolvente, es decir que no se devolverá.
Ahora eso de desplazar ese crédito al sector privado es la falacia keynesiana típica. Precisamente fue la concesión de créditos que se destinaron a inversiones erróneas la que ha producido la crisis actual. Por tanto hasta que esas inversiones no se den por liquidadas-con las consiguientes pérdidas- y las inversiones vuelvan a ser económicamente correctas y el baremo para ello sólo es – como demostró la escuela austriaca de Economía- que se correspondan con el nivel de ahorro-en cantidad y en tiempo- de la sociedad el alimentar el crédito privado no solucionará la crisis sino que la agravará.
Vamos a ver, dice Joanpi:
A vueltas con la demagogia desenfrenada y la desorientación insuperable. El problema de las cláusulas abusivas no es saber leer o no, Hegemon, el problema es que suponen una violación de derechos básicos, la entronización del derecho de pernada, y en un país serio todas estas disposiciones estarían anuladas hace mucho tiempo.
Eso digo yo, a vueltas con al demogogia desenfrenada del señor Joanpi. Primero diré que antes que fluya el crédito por las buenas y de forma demoagógica o irresponsable, este se tiene que sustentar en algo sólido, por ejemplo, el ahorro. Acierta, en cambio, en lo que dice sobre que el crédito se lo lleva el sector público en detrimento del sector privado, pero como argumento infantil, cojo y contradictorio no se puede pedir crédito sin más y ahora cuando el exceso de él nos ha llevado a esta situación, como múltiples ocasiones hemos analizado. Creo que es por el exceso de precipitación a al hora de intentar contestar sin un poco de razonamiento.
El problema de las claúsulas abusivas. Le vuelvo a repetir el caso de la droga. Si yo me encuentro droga a tutiplen y en cada esquina, no tengo porque consumirla. Lo mismo con las cláusulas abusivas que tendríamos que analizar con más detenimiento porque clausulas y condicones al crédito han existido siempre y mucho más duras que ahora y en los tiempos de la burbuja, e intentar decir que las actuales son abusivas porque muchos insensatos cayeron en ese abuso no quiere decir que lo sean y estos ya estén eximidos de responsabilidad.
¿Yo, por ejemplo, soy un demagogo o un insesato o un estúpido, como dice Joanpi, por no haber caído en los cantos de sirena de los bancos? ¿Soy un estúpido por no haberme comprado un piso en plena burbuja y con precios abusivos y por haber apreciado que no era el momento y que las condiciones del Banco aunque eran abusivas, tenía que aceptarlas? No me parece seria semejante interpretación, Joanpi.
La legislación hipotecaria despótica existe porque existe un poder despótico, el político, que ayuda y privilegia hasta la náusea a su socio financiero, al que después le va a regalar el dinero.
Tienes razón en la forma pero no en el fondo. Como este tema de los pisos y la burbuja está sometido a mucha demagogia, los “abusivos” bancos están puestos en la guillotina social pero en cambio no se informa de aquellos casos en los que se llega a una solución entre las partes. No salen los múltiples arreglos entre entidades bancarias, sucursales y el propietario de un piso. Y lo digo con conocimiento de causa. Tampoco salen los casos de aquellos insensatos y jetas que aprovechando el exceso de crédito y una vida desenfrenada pidieron créditos hipotecarios para comprarse una casa que estaba por encima de sus posibilidades. Resposnsabilidad del Banco y de la persona que lo pidió. Pues tan abusivos son los bancos y al legislación que después de 5 años sin pagar letra de la casa aun disfruta de un chalet en la Moraleja que jamás ha pagado. Y sigue dsifrutando de la casa que no paga después de que el propio Banco le haya puesto mil soluciones: el ayudarle a vender el chalet, saldar deuda y comprar una casa más pequeña que pueda pagar. Demorar los pagos, otra vez, hasta que tenga ingresos, y así con mil soluciones que el JETA no aceptó. ¿Seguimos con la demagogia, Sr. Joanpi?
En cambio existen otros casos como aquellos honrados trabajadores y esforzados que se molestan por cumplir. Como un pescadero salido de la droga que una entidad bancaria le ayudó a poner su negocio y a bajarle las cuotas de su hipoteca hasta que tuviera ingresos. Lo consiguió y ahora está al tanto de sus pagos y con sus deudas al día. Antes de hablar de demagogia, primero había que tener un poco de conocimiento de causa y no despotricar por puro capricho.
Dice Joanpi:
En cuanto a los liberales de pacotilla, se han desenmascarado ellos solitos, la defensa que hacen un día sí y otro también del abuso del poderoso es patética. Es curioso que cuando salta a la palestra el tema de los bancos se empieza a escuchar cosas muy raras, posturas incomprensibles y argumentos indecentes o disparatados –seguro que no tienen nada que ver las campañas publicitarias, los patrocinios y demás inversiones en medios de la banca-, como la vil especie de la escasez de ejecuciones hipotecarias, en la que insisten los voceros bancarios.
Jejejeje, como se pilla antes a un mentiroso y cínico que a un cojo. Así que los liberales de pacotilla, ahora, defienden a los bancos. No sé de dónde saca eso, señor mío. Los de “pacotilla” venimos diciendo que NO SE SALVEN a los bancos ni se les inyectye dinero de los demás. Pero el tema crucial e hipócrita aquí es otro. Se ha acusado por parte de muchos beatos y antiliberales que no teníamos moral ni ética y que sólo nos movíamos por intereses económicos. Como se les ve el plumero. Los liberales de pacotilla son ahora los que defienden a aquellos que actuaron con responsabilidad y no se dejaron embaucar por la riquezas y el dinero fácil. En cambio los que antes pregonaban buenas formas y comportameintos ejemplares son los que ahora defienden actitudes irresponsables y comportameintos poco cristianos, hedonistas e irresponsables justificando comportameitnos que antes criticaban. Queremos la luna y el sol. Lo queremos todo y como no sabemos a quién acusar se caen en estas demagogias y contradicciones. Escuchen a los “abuelos de Soria”. Si ganas 5 y gastas 1 ya tienes la economía. Si ganas 5 y gastas 6 se te jodío la economía. Pero para Joanpi está el otro consejo. Si no puedes pagar ese piso y encima te piden 40 millones, NO LO COMPRES. Los abuelos de Soria son unos liberales de pacotilla, parece ser.
Como dijo ayer Tomás Cuesta: “Cuidado con lo que se pide y con las leyes que se firman” porque ahora, Joanpi pide crédito, pero a la vez pide unas cosas que seguramente van a restringirlo más.
Para concluir, como liberal, defiendo la libertad individual, la propiedad privada, el mercado libre y un mundo de oportunidades con una presencia estatal lo mínima posible. Como he dicho mcuhas veces esa froma de pensar requiere una forma de actuar consecuente, responsable, razonable con una indispensable moral y comportamiento ético. Me da la impresión que se premia más a la cigarra que a la hormiga. Es el cuento al revés o contado de forma degenerada.
Perdón, me he equivocado. Las réplicas económicas son para Javilau no para Joanpi. Para Joanpi sería una pequeña crítica a su crítica de la novela histórica de Moa. Si Golpes y Gritos no es una novela histórica, no se lo que es una novela histórica. Con respecto a los puntos que señala sobre la obra no comparto ninguno y creo que algunas críticas carecen de sentido y de rigor. Pero como dice el propio Moa, los gustos sobre la novela son muchos, variados y contradictorios.
Una idea de José García Domínguez:
Solucionar los desahucios es fácil
Ese asunto, el de los desahucios, ha despertado una súbita preocupación por la seguridad jurídica entre alguna opinión liberal-conservadora que quizá se echó de menos cuando, de un día para otro, fue modificada la Constitución apenas por satisfacer a Merkel. Aunque más vale tarde que nunca. Bienvenida sea, pues. Una inquietud, la de cuantos nos vienen a recordar que los banqueros también lloran, que, por cierto, comparte idéntico soporte legal. Y es que todos los medios volcados en defender tal doctrina resultan ser sociedades anónimas; todos, sin excepción. Sociedades anónimas, esto es, empresas mercantiles que gozan del privilegio jurídico de limitar la responsabilidad personal de sus dueños por las deudas de la firma; amén, claro está, de la posibilidad de suspender sus pagos en los avatares de ahogo financiero.
Genial invento, el de no pagar si el banco se hunde o hace aguas, que figura desde 1807 en el Código de Comercio francés, pionero en admitir semejante innovación revolucionaria. Una prerrogativa de los empresarios que, como es sabido, suscitó en su momento el aplauso entusiasta de Marx y el muy escéptico repudio del padre intelectual del capitalismo, aquel reverendo Adam Smith. Así las cosas, y con cierto tremendismo impostado, alguien se preguntaba ayer, y por escrito, qué pasaría si se produjese un movimiento masivo para no pagar las hipotecas. Huelga decir que su respuesta venía a ser un remake castizo del Apocalipsis de San Juan. Sin embargo, tras esa hipótesis milenarista late un profundo error antropológico.
Decía Chesterton que al entrar en las iglesias solo hay que quitarse el sombrero, no el cerebro; y con la prospectiva económica ocurre lo mismo. Porque los hombres son malvados por naturaleza; malvados, no idiotas. Ninguna SA se acoge a un procedimiento concursal porque sí. Igual que ninguna persona física se arriesgaría a perder la propiedad de su vivienda porque sí, dejando de abonar los plazos de la hipoteca. En uno y otro caso, quienes lo hacen es porque no tienen más remedio. Lo que aquí se impone, y con perentoria urgencia, es algo equiparable a la Ley Federal de Quiebras (personales) de Estados Unidos. Una norma racional que posibilite a los individuos moratorias de pagos similares a las societarias. Y bastaría con traducirla del inglés. Simplemente.
Sigo corrigiendo a Javilau:
Aparte de que en el caso de las hipotecas existe un bien, una garantía, que respalda el préstamo, mientras que en el caso del alquiler no existe nada que garantice el pago de éste.
En primer lugar, la palabra desahucio se refiere a los alquileres que no se pagan más que a las hipotecas, el Sr. Javilau, cuando dice lo que le señalo, no sabe que SI hay garantías que respaldan el alquiler. ¿O es que no se ha enterado que para la inmensa mayoria de alquileres te piden avales y tienes que pignorar (inmovilizar) una cierta cantidad de dinero para apoyar un eventual impago? La legislación para el alquiler si que es criticable y beneficiosa para el inquilino. ¿Ahí no te quejas, compañero?
Además, el inquilino no es propietario del piso y si se va no pierde nada, mientras que el hipotecado pierde su propiedad y, lo que resulta realmente sangrante, después de eso debe afrontar una deuda adicional pavorosa.
No pierde nada o si. No tiene propiedad y se queda en la calle igual o más que el propietario que se ha comprado el piso. Yo, que he optado por el alquiler no tengo derechos y el propietario que ha actuado de forma irresponsable comprándose una casa que no podía pagar en vez de irse de alquiler a una casa más humilde, a ese hay que protegerle. Pobrecito. Se arriesgó el pobre y le salió mal por los “abusos” de los bancos. ¿Si la deuda es pavorosa, por qué no lo pensó antes de contraerla?
Ahí es donde tiene que intervenir la Administración con los alquileres sociales o procedimientos análogos.
A saber con qué se refiere con procedimientos análogos. Miedo me da. Si la base de la argumentación de Javilau ha sido tanta demagogia y contradicción, no sé a qué procedmientos “análogos” se refiere.
No defiendo a los Bancos, pero tampoco quito la responsabilidad a quién la tiene. Yo soy un perjudicado por tanto comportamiento irresponsable, hedonista y derrochón de gente que ahora quiere soluciones “para lo suyo”. ¿Y de lo mío, qué? Digo yo también.
Se me olvidó el enlace de García Domínguez.
http://www.libremercado.com/2012-11-13/jose-garcia-dominguez-solucionar-los-desahucios-es-facil-66364/
La problematica de los desahucios no sé como puede ser afrontada efectivamente, sin que alguien salga perdiendo. Pero si se está discutiendo sobre “el antes” de hipotecarse, es muy sencillo. A nadie en su sano juicio se le ocurriría comprar una propiedad para inmediatamente tenerla que hipotecar. Eso, para mí, es de género tonto. Y que conste que reconozco que así se han adquirido muchas viviendas, de toda la vida. En resumen: “antes” de hipotecarse, lo único que puedo recomendar es que no te hipoteques, simplemente no compres sino tienes dinero… (se entiende que hablo teniendo en cuenta en el sistema económico que estamos. En realidad yo pienso, como todo el mundo sabe, que la vivienda debería ser un derecho, sujeto a una serie de condicionantes, claro está).
Y por cierto, una práctica miserable (y lo siento si alguien se da por aludido) es comprar una vivienda mediante hipoteca, y luego alquilarla para pagarla. Eso es el colmo de la mezquindad y la falta de hidalguía y de entrañas…
El problema es que el concepto de lo “social” se ha pervertido y degenerado en este país. Todo el mundo quiere “lo Social” cuando una política social debe ser dirigida a la parte de la sociedad más vulnerable y que carece de oportunidades por sus propios medios o por causas eventuales. Si todo el mundo acude a los “social” y quiere todo “estatal o público” los más perjudicados son los más débiles. Así lo explicó Raga un día sobre, repito, “lo social”.
Alemania, que es un pais mil veces más liberal que España, nadie se queda en la calle cuando tiene que entregar la casa. Pagan alquileres de 380€ con ayudas del Estado en caso de no poder adquirir una vivienda por sus medios. Claro está que el 70% de los alemanes viven de alquiler cuyos montantes son muy bajos comparados con España. En Berlín el alquiler está por unso 400€ o 500€ (o menos) un piso normal como los que hay en Madrid por 1000 € o más. Existe una mayor libertad y legislación racional, además de que la verdadera política social que tiene que hacer un país es la creación de empleo. No hay más.
Y la mejor política social además del empleo, es una buena educación. Si los españoles dejáramos de ser tan idiotas, empezando por mí, otro gallo nos cantaría…
malpharus
Jeje, si empieza por calificarse usted mismo de idiota ¿como quiere que nadie le haga caso?.
Es que no pretendo que nadie me haga caso. De manera que digo lo que pienso y que cada palo aguante su vela… y si aún así alguien me hiciera caso, no podrá llamarse a engaño, porque ya le avisaron.
Los sindicatos (al menos en España) como siempre engañando al pueblo, en eso no han cambiado. Eso sí, antes gritaban: ¡A las barricadas! Y ahora cambiaron el lema y gritan: ¡A las mariscadas! Parece que ya no necesitan careta, lo cual es seña de que cada vez somos más tontos (el pueblo)…
# Daedalos
“Tal vez personas como doiraje y Ro “cansan” porque parece que han venido desde la mismísima Jerusalén, la de Cristo, no la actual.”
Nunca me han dicho nada tan hermoso en toda mi vida. Como creo que está dicho sin ironía, le doy las gracias. ¡Ojalá hubiera tenido el inmenso privilegio de conocer a Cristo en persona! Aunque me alegro de creer sin haber visto. Sin el don de la fe, aun con el mismísimo Señor delante de mis narices, estaría completamente ciego y no lo reconocería; tal vez incluso hubiera participado con gozo de su linchamiento.
Es comprensible su vivencia de sentirnos como marcianos. Si no fueran ustedes la mayoría, lo mismo sentiría por ustedes. Y no crea, que a veces me invade un sentimiento de irrealidad… porque es algo tan incomprensible un mundo sin Dios…
Feliz descanso, Daedalos.
Tampoco se puede ignorar esta otra perspectiva:
Clase política y desahucios, ¿un debate trampa?
joanpi 13 noviembre 22.12, en sus comentarios literarios no me meto, se ve que Vd. domina, pero en el punto 10, viene a decir que los falangistas no eran conscientes del futuro, cuando comenta que Moa se aprovecha de cómo han sucedido las cosas, para que algunos personajes den idea de ver los sucesos, p. ej., cuando un falangista augura el destino de la Falange, como chivo expiatorio de las Derechas, Iglesia, etc.
Lo cierto es que el primer falangista, Joseantonio, lo veía venir, leánse, por favor, las cartas a Miguel Maura y a Ernesto Giménez Caballero:
http://www.rumbos.net/ocja/jaoc_ep6.html
Incluso, Joseantonio dijo, consta en sus OOCC, no las tengo a mano, que más valdría que les colgaran de un árbol que alumbrar un falso fascismo de generales.
Acabada nuestra última Guerra civil, los falangistas cantaban con música de la “Canción de Horst Wessel”, aquello de “perseguido por las Izquierdas y por las Derechas” (dejo una versión bastante mal cantada, pero es lo que he encontrado):
http://youtu.be/Gvd-QUzKyGQ
Decía José Antonio: “…una representación flatulenta de patriotería alicorta a cargo de algún figurón de la derecha”., como alternativa al bolchevismo, haciendo ciencia ficción de lo que podría resultar el futuro en España. A mi me parece que esa expresión es algo injusta con el franquismo. Bien, él hizo una predicción que por desgracia nunca pudo comprobar por sí mismo si era o no acertada, nada que reprocharle. Dijo lo que el pensabe que sería. Y eso es todo.
Pero el franquismo fue mucho más que eso, aunque no trajo la España que tenía en mente José Antonio, según mi modesta opinión. Para empezar Franco trajo la España que pudo traer, tampoco estaba el “horno para bollos” como para poder poner en práctica cualquier cosa que a uno se le ocurriese. Y el problema no sólo era interno sino externo. Nada más ganar la Cruzada, empieza la 2ª Guerra Mundial.
Por otro lado el tiempo tampoco ha sido muy generoso con lo que ha quedado de Falange. Algunos (Falange Auténtica) se atreven a decir que ¡José Antonio ya está superado! Y casi todos han aceptado las reglas del juego de esta oligarquía antiespañola, cosa que les deshonra. A pesar de ello todavía conserva (Falange en general) las mejores ideas, que ojalá tuvieran mayor acogida entre los españoles…
Yo no sé qué pensamiento tiene la actual Falange, la real, la general o la tradicional, lo que no me cabe en la cabeza es que haya discursos, como el de Venstringe (como ha degenerado este hombre) que digan lo mismo que se decía en el siglo XIX como que se siga hablando del Capital y del Gran Capital y que si la culpa lo tiene el Gran Capital y cuando el Gran Capital lo quiera, se acaba la crisis en España. Lo peor es que hay gente que se lo cree.
¿Será el Gran Capital la pobre chica que hoy tuvo que soportar insultos en Gran Vía durante 7 minutos porque quería abrir la tienda y los piquetes “informativos” no la dejaron?
Aclaraciones varias:
A Hegemon:
Agradezco su rectificación sobre el tema de economía. Nunca intervengo en ello, porque bastante tengo con la de casa.
Respecto a mis opiniones sobre la novela de Moa dice que no comparte ninguna. Entonces pensará que la novela es una castaña, pues hay cuatro puntos en la que la valoro positivamente, dos en que pongo unos reparos, pero tras valoración positiva, y dos donde tan sólo opongo alguna pega. Y vamos al uno. Dice usted que le diga lo que es novela histórica. Pues mire es bien fácil, la de Walter Scott, Victor Hugo o Dumas. En España El Señor de Bembibre de E. Gil y Carrasco o El Doncel de don Enrique el Doliente de Larra. Acción histórica situada en E. Media, casi siempre, y escaso perfil psicológico de personajes, con atención preferente a la peripecia. Para salvar esta situación la crítica moderna llama novela testimonio a las que, situadas en un momento histórico crucial, presenta unos personajes con atención a su psicología, motivaciones y actitud. Puede buscar este concpto en internet y después hablamos.
A LeonAnto:
Efectivamente, desde José Antonio en sus cartas desde Alicante, a la actitud de Hedilla u otros, los falangistas temían que su esfuerzo resultara baldío, y su ideología traicionada. Como he diho muchas veces el lenguaje oculta a veces los matices que la mente fabrica. Yo me refería a ese hecho histórico ocurrido donde todos los que conformaron el Movimiento: derechas, Iglesia, etc. han salido de rositas y la culpa del franquismo sólo a la ideología falangista. Me capta a hora el matiz. O sea, no el no ver que eran utilizados, sino, además, que cargaran con el peso de una culpa compartida.
De todas formas Falange ha sido traicionada, está arruinada y arrinconada, pero si el régimen tuvo algo de social le vino de su ideología: Seguridad Social, política de extensión agrícola y creación de pueblos de la obra de Colonización, viviendas sociales cuyo acceso no ahogaba a las familias y otros.
Saludos a todos.
Joanpi:
No, no me pareció una castaña. Y no me ineteresa ser un purista en definir lo que es novela histórica y lo que no lo es. Soy de ciencias y no veo necesario, ni soy de los de tanto escrúpulo literario. No es una critica hacia usted. Me parece bien que quiera definir y buscar lo que es novela histórica y la que no lo es, si quiere analizar de arriba a abajo y vuelta al revés una novela, si quiere destriparla o si queire hacerla un lifting. A mi me da igual. La novela de Moa me parece histórica, muy interesante, vibrante, muy bien escrita, emocionante y me ha encantado. Soy así de simple para la literatura. No necesito más para disfrutar de una novela. Me gusta o no me gusta, sin más. Para apreciar vinos españoles ya soy un poco más pijotero, pero poco más.
Un saludo.
Catlo puso el enlace de García Dominguez. El de Cristina Losada también es interesante sobre los desahucios. Los dos vienen a coincidir en una cosa, en la idiosincrasia del español. Por lo general queremos pagar para conseguir la propiedad de nuestra vivienda. Es una costumbre española. Somos así de “raros”; o los “raros” serán el resto de europeos, quién sabe.
Con la normativa en vigor, las dos partes salen perjudicadas: el deudor se queda sin casa y con una deuda de tomo y lomo, y el acreedor con unos pisos que lastran su balance. Temen los bancos que si el impago no implica el desahucio se produzca un simpa masivo. En España, lo último que queremos, por lo general, es perder la propiedad de nuestra vivienda, y eso ocurrirá, en cualquier caso, si dejamos de pagar la hipoteca. Pero el peligro existe y la reforma tendrá que reducir los incentivos perversos al mínimo. Penoso, en fin, que esta revisión llegue tarde y con mancha de origen. Y flanqueada por un discurso demagógico frente al que sólo ha habido, salvo contadísimas excepciones, o silencio o ¡que se jodan!
http://www.libremercado.com/2012-11-12/cristina-losada-que-se-jodan-los-desahuciados-66355/
Prefiero una forma más lógica y racional de solucionar los problemas en vez de tanta demagogia y populismo:
Emilio J. González:
¿Qué va a hacer entonces el Gobierno? Pues mucho me temo que obligar a los bancos y, sobre todo, a las cajas de ahorros a hacerse cargo del problema. Me explico. Hoy por hoy, el Gobierno no puede obligar a las entidades de crédito a paralizar los desahucios, porque sería obligarles a computar el préstamo hipotecario como fallido al cien por cien, lo cual incrementaría de forma drástica tanto sus pérdidas como su necesidad de recursos para sanear sus balances, con lo que volveríamos de nuevo a la cuestión del rescate; además, ese cambio de las reglas del juego en mitad de la partida generaría un problema de incertidumbre. Ahora bien, dentro de dos años se supone que las entidades financieras ya estarán saneadas, y por tanto se les podrá obligar a poner fin a los desahucios, aceptar la dación en pago –con independencia de que fuera una condición contractual–, etc. Es decir, que unos políticos que crearon el problema, al politizar las cajas de ahorro, y que no lo atajaron porque estaban encantados con las cifras de crecimiento económico, empleo y recaudación fiscal que acompañaron a la burbuja inmobiliaria, pueden agravarlo si se empeñan en seguir los dictados de la demagogia y el populismo.
¿Qué es lo que habría que hacer? En primer lugar, seguir con los desahucios, sin periodos de carencia ni nada por el estilo; porque, insisto, quien no puede pagar hoy, tampoco podrá hacerlo dentro de dos años. Y ya que el Gobierno va a crear un banco malo para adquirir y gestionar los activos inmobiliarios de las entidades crediticias que necesiten ayuda, pues que se destinen esas viviendas al alquiler social y a las políticas de solidaridad con los desahuciados. A fin de cuentas, si el saneamiento de la banca lo estamos pagando todos los ciudadanos, ¿por qué no dar un empleo adecuado a dichas viviendas, en vez de conservarlas vacías durante quince años o destruirlas?
http://www.libremercado.com/2012-11-13/emilio-j-gonzalez-un-nuevo-parche-66361/
Tienen que pagar lo que libremente acordaron, es lo único justo. Podían haber acordado la dación en pago pero ni siquiera pensaron en ello. No sabían que la situación va cambiando en el tiempo pero hace 10 años cualquiera que tuviera los ojos abiertos sabía que las cosas estaban dejando de funcionar, que se iba hacia el desastre, que iba a petar, que la organización iba camino del caos. Se confiaron como siempre hicieron desde el segundo día de colegio a ir con los más, y su único principio vital, que es ser uno entre muchos, no tiene defensa. Los trabajadores de 56 años despedidos después de 30 años en el mismo puesto pueden llorar lo que quieran, los que perdieron su vivienda impagable pueden derramar un mar de lágrimas pues tienen derecho, y pueden dar pena y los de posibles tienen todo el derecho a ayudarles como vean, pero no pueden sangrar a los que hemos elegido desde el primer día otra manera distinta a la suya, no pueden reclamarle al amo que les ayude a nuestra costa, pues eso además de perezosos mentales y de tontos les hace ser unos chorizos. Por supuesto que el mundo está poblado sobre todo de miserables y que no tiene remedio, es dicho por Dios. “Haré al hombre y a la mujer a mi imagen y semejanza, y les pondré un sinfín de pruebas para que, aunque se multipliquen, siempre caigan en los estados miserables que les he preparado de antemano y no puedan acercárseme a 100 metros sino a través de gigantescos e imposibles trabajos”. Tenemos pues los derechos sociales y democráticos de derecho de lo que no pasa el filtro de la esclavitud, y como esclavos decidimos nuestras cosas y lo hacemos todo, y tenemos lo que nos merecemos.
“Pobres de vosotros”. “No sabéis de lo que soy capaz”. “Ni siquiera ahora lo sabéis”. “Veréis”.